Un día normal como cualquiera. Voy caminando por las calles concurridas de una gran ciudad. Estoy acostumbrada a que la gente me mire raro, ya que tengo en mi ojo izquierdo una marca de nacimiento que parece como si estuviera quemada...
Camino leyendo una novela que me llamó la atención y es mi favorita. El villano de esta novela, no me gusta como muere y cómo fue su desarrollo en la historia.... Siento que fue tratado de manera injusta. Quisiera salvarlo de ese horrible destino. Digo, se que era frío, calculador y no le gustaba nada la compañía de la persona... Pero era porque su mujer, la emperatriz Micaela lo había embrujado solamente para quedarse con el trono. Nadie lo ayudo ya que el amenazaba con matarlo con su gran poder de hielo. La única forma de romper el embrujo era que el emperador tenía que dar un beso del verdadero amor...
Era imposible, nadie lo amo, excepto una mujer, era su única sirvienta llamada Elenor Shawn... Algo cliché ¿no?... El beso del verdadero amor... Me río en la calle y pienso otra cosa que también es cliché... Las novelas de renací en tal personaje... Es algo tan estu... No me di cuenta que estaba en el medio de un cruce cuando escucho un camión tocar la corneta para que me quitara del camino. Mis piernas no se movía aunque le gritará que se movieran... ¡Mierda!.. no se qué fue peor, el golpe o quedarme adolorida en medio de la calle... ¡ARGH!... Gimo del dolor y siento que se me quebraron las piernas, oigo como la ambulancia viene en camino. Cierro los ojos ya que el dolor era insoportable... Parecía como si estuviera soñando... ¿Por que me siento que estoy en una cama?... Ah, de seguro es la cama del hospital...
— Elenor... Elenor... Despierta...
¿Elenor?... Abro los ojos y mira atrás de mi espalda. Veo una muchacha vestida de mucama... Observo la habitación y me levanto de golpe... ¡¿Donde carajos éstoy?!
— Elenor Shawn, anda, rápido... Te están esperando para que vayas con el emperador a su castillo de nieve...
Ahora lo había comprendido... Renací en la sirvienta de el emperador... Este personaje tiene cabello negro piel de porcelana, belleza inigualable y el único detalle es que ella no sabía hablar.
Por esa razón el emperador la escogió... Actuaré como ella por ahora... Por suerte yo se habla y el que quiera pasarse de listo la pagará... Asiento y me visto con la ropa de sirvienta... Camino por el pasillo, las ventanas me dan visibilidad al tan hermoso jardín... Mi atención se desvía a una puerta medio abierta... Me da curiosidad y veo a una mujer con estándares de belleza superior a la de un ángel... Cabellos blanquecino igual que su piel ojos de color plata.. ahora que lo recuerdo ella es la emperatriz Micaela... ¿A donde va tan arreglada?...
Su mirada choca con la mía y camina rápidamente y cierra la puerta de golpe... Se me olvidaba que era odiosa y una embustera.
Camino con la mucama que me despertó y me lleva a la salida. Veo un carruaje que me llevará al castillo de nieve del emperador... Me subo con la única maleta y espero con paciencia para llegar a ese castillo... Si, el emperador le encanta estar en la fría soledad, odia cualquier contacto con lo que se trate de afecto o cariño... Tiene muy poco empleados... El viaje era largo pero para mí se hizo rápido... Llegamos... me bajo y mis ojos se dejan llevar por la hermosa arquitectura del castillo, me abrazo a mi misma ya que el frío y la nieve no tenía ningún consuelo con el calor...
Un mayordomo me señala para que pase al castillo, el sostiene mi maleta... Adentro del castillo era acogedor y cálido. El mayordomo me dice que tengo que asearme, que el emperador no le gusta el sudor ni los olores fuertes... Supongo que está bien, si tenía que estár en presencia del él, tenía que estar bien arreglada... Nunca los describieron en la novela.... Supongo que debe ser un viejo amargado.
Cuál sea su apariencia tengo la decisión de salvarlo de ese destino tan injusto. Me bañó, me perfumo y me visto con el uniforme habitual... Aún no sé por que mi corazón palpita tan fuerte. Será porque conoceré a un ser que ni siquiera le importará mi vida... Se que al final de la novela él deja morir a Elenor, ya que ella lo protegió de un atentado contra su vida... Para luego el emperador morir del corazón... Espero cambiar esos dos hechos... El mayordomo toca la puerta, la abre y dice con suma elegancia.
— emperador Alessandro, perdóname por molestarlo... Pero aquí le eh traído a su sirvienta personal...
Alessandro... Un nombre hermoso. Pero no era lo único hermoso en la habitación... Su cabello rubio claro, sus ojos color miel... Es demasiado guapo, ahora veo porque Elenor se enamoró de él... Su mirada se encuentra con la mía, quedamos así por unos segundos... Después saca su voz tan masculina y ordena...
— puede retirarte...
Yo saco un suspiro de alivio, apunto de salir, el me dice con su tono de voz más afincando, como de molesto...
— tu no... ¿Quien te ordenó a que te fueras?... ¿Como te llamás?
... Me congelo en la entrada de la puerta. Casi que le digo que me llamo Bell, ese era mi nombre. Pero ahora me llamo...
— mi nombre es Elenor Shawn... Su majestad.
Mi voz era tan distinta, una dulce eh inocente. Pude notar un poco de impresión en el rostro de él. ¡Ah, mierda!... Se me olvidó que ella no sabía ni pronunciar su nombre...
— creí que no sabías hablar... No importa. Solo te necesito para una cosa... Desnudate.
Gracias por leer 😁... Esta es mi nueva novela espero que la disfruten y me ayuden con su gran apoyo.
AVISO: contenido sexual.
Miro al emperador fruncir el ceño de molestia... Ahora que me acuerdo. Elenor también era la esclava sexual de él. ¡¿Como se me pudo pasar eso por alto?!
— ¿Acaso estas sorda?... Quítate la ropa. Ya no lo volveré a repetir.
Yo aún me quedo sin moverme a ese petición tan atrevida. Mi dedos tiemblan igual que mis piernas, no se qué hacer... De pronto. El emperador se levanta de su silla enfadado y estado al frente de mi, me quita la ropa desgarrandola por completo. Yo jadeo ¡Cielo! ¡Tiene una fuerza impresionante! el me sostiene el brazo para no caerme... Hasta me quito de un solo jalón la ropa interior...
— ¡Oye... Espera... ¡AAAH!
Me levanta y me lleva directamente a la cama.... Me agarra las muñecas con solo una mano... Luego comienza a lamer mis senos de manera lenta...
— po- por favor... De- deténgase— gimo del placer... Intento decirle que pare... Sin embargo. Esto es lo mejor que jamas eh sentido antes... Suelta mis manos... Baja recorriendo su lengua, baja hasta donde está mi parte intima... La comienza a chupar y mover su lengua de manera alocada... Me retuerzo en la cama... Grito más de placer al sentir los dedos del emperador dentro de mi... El saca y mete, comienza de manera lenta pero sube la velocidad... AAAh... No puede ser... Nuestro primer encuentro tenía que haber sexo... Aún si no puedo quejarme... Lo disfruto mucho... Siento que me estoy viniendo... Me encuentro con sus ojos distantes y frío... Se quita la camisa mostrando un cuerpo que solo los dioses tienen... Luego se quita su pantalón mostrando su erección... Me asusto lo que vi... No se si voy a sobrevivir a eso... El sube mi pierna a su hombro y comienza a penetrarme de manera salvaje ...
Gimo con más fuerza, cierro los ojos... El dolor se va convirtiendo en placer mientras penetraba más y más fuerte... Abro los ojos un poco y veo que me mira... Él miraba mi cara complacida y llena de dolor... Su sería mirada me hacía estremecer más... Baja mi pierna y se acuesta sobre mi, no deja de penetrar... Intentaba abrazarlo ya que necesitaba algo con que demostrar mi dolor, pero el toma mis manos y me dice...
— ni te atrevas a abrazarme para arañarme... o te corto los dedos.
Me impacto lo que dijo, pero eso pensamiento se desvanece al sentir más sus estocadas... Otra vez estoy apunto de sacar otro orgasmo... Su penetración era tan pero tan fuerte que siento que me está rompiendo... Los dos nos venimos al mismo tiempo.... Escuché su gemido... Su gemido era divino y satisfactorio... Se levanta y veo su cuerpo esculpido de pié... Toma su bata y dice...
— me iré a toma una ducha... Espero no encontrarte aquí...
Se va y me deja adolorida en la cama... ¡Dios mío!... Respiro agitada aún recordado como me hacía sentir su parte dentro de mi que me dejó destrozada... Ahora... ¿Como me levanto de aquí? Ya ni puedo cerrar las piernas... Como sea. Tengo que buscar una forma a que no sea tan distante a mi. Que no solo me necesite por el sexo salvaje... Tengo que enseñarle como amar a una persona... Hago un gran esfuerzo para sacar mis piernas de la cama y trato de ponerme las sábanas, ya que ni siquiera me dejó ropa... Abro la puerta y para mí sorpresa me encuentro al mayordomo, él en su mano sostiene ropa entre otras cosas...
— señorita... Si ya terminó aquí... Venga conmigo. La llevaré a su habitación, se echará otro baño y se pondrá su uniforme... Ya que estará al lado del emperador...
Asiento y me lleva a mi habitación como acordó...
Me deja la ropa y otras cosas personales... Tengo que planear un plan para cambiar su actitud fría... Voy a la bañera y me relajo... Después de eso me pongo el uniforme y me veo en el espejo... Debería de estar cansada por todo lo que pase con él... Sin embargo, tengo más energía y determinación para conocer a ese hombre... Supongo que tendré que acostumbrarme a ese tipo de maltratos... Se que haré que cada beso que me dé o que cada acaricia sea de amor verdadero...
salgo al pasillo para buscar al emperador. Escucho risita a mis espaldas... recuerdo esta parte de la novela... una mujer que envida a Elenor, le está apunto de hacer una maldad... Pero como yo sé cómo empieza y termina la puedo devolver el golpe... Busco a la desgraciada para enfrentarla... la encuentro detrás de una cortina. Ella se asombra ya que no esperaba que yo la hallara tan rápido.... La veo con un balde con pintura. Ella, cuando yo estuviera distraída me echaría ese balde en la cabeza... la tomo tan rápido antes que ella y le lanzo la pintura en toda la cara... De una vez le tomo la ropa y le digo...
— vuelves con unas de tu travesuras y te aseguro que no tendrás un final feliz....— la suelto y me marcho....
la mujer se queda apretando su vestido con prepotencia y maldice....
Gracias por leer 😊
Camino buscando aunque sea el mayordomo. Aquí no hay mucho empleados y más razón para no saber dónde estoy o donde voy... Alguien me llama atras mío, yo me volteo y veo que es el mismo mayordomo. Me dice que si quiero ver al emperador que le siguiera... Hago lo que él dice y me encuentro al emperador en otra habitación leyendo un libro... Sin verme, dice lo siguiente.
— tómate esa pastilla— el mayordomo me muestra un paño con la píldora en el medio y un vaso de agua...— esa pastilla te servirá para no quedar embarazada...— me la tomo... Por ahora no creo que sería bueno tener un hijo de él.
El mayordomo se va y yo vuelvo a quedarme a sola con él. Apretó mi vestido tratando se sacar las palabras de mi boca... En mi mente era más fácil... Pero con su presencia es imposible.
— si tienes algo que decir, escupelo... Aunque creo que sería estúpido viniendo de alguien que no sabe hablar.
— su majestad. Veo que piensa que solo soy un objeto sin vida ni emociones. Que no sé hablar ni defenderme, pero es todo lo contrario. Le serviré y seré leal ante usted el resto de mi vida... — las palabras que saque le deja con una cara de impresión, más sin embargo, el parece neutral...
— ¿Lealtad?...— se ríe. Se ve hermoso con esa sonrisa— me dijiste un buen chiste... La lealtad no sirve aquí. Todos se van cuando me la situación difícil... Vuélveme hablar de lealtad y te congelo el cuerpo entero. Puedo conseguir otra sirvienta con que pueda complacer mis necesidades... Así que prefiero que te quedes callada... Lárgate, quiero estar solo.
— no.
El emperador frunció el ceño. A lo mejor nadie lo había desafiado de esa manera. Pero entraré en su corazón quiera o no. El pone su dedo índice en mi dirección y lanza algo filoso que pasa a mi lado, eso choca contra la pared. Lo veo y noto que era una estaca de hielo. Si eso me fuese llegado estaría muerta. Se lo que quiere pero no lo va a conseguir.
— majestad. No me voy a ir. Aunque me lance miles de esa cosa.... Repito, no me voy a ir... Si voy a esta con usted, lo estaré hasta que muera. Y si me mata, estaría más que complacida que fuese por su mano.
Sus ojos se ancha pero vuelven a la normalidad. Se levanta y sale ignorándome por completo. Cierra la puerta con fuerza... Se que está acostumbrado a alejar a las personas, en cambio, yo, me quedaré a su lado... Me ruge el estómago, creo buscaré algo de que comer...
Voy y cómo puedo, busco la cocina... La encuentro y veo frutas entre otras cosas que puedo comer o preparar algo rápido. Pero me llevo un susto a chocar con alguien a mis espaldas...
— ¡Ah!... ¡Perdón!... ¡No lo vi!
El prende las antorchas del lugar y me muestra su rostro. Uno angelical y delicado... El sonríe y me dice que está bien que no me preocupara. Me pregunta que era lo que hacía aquí. Le dije que tenía hambre... Ancha su sonrisa y me muestra sus hoyuelos, luego me dice...
— te prepararé algo... Soy el cocinero de aquí.... ¿Que quieres que te haga?
Cualquier mujer que lo vería le diría que un hijo.... Vuelvo en sí y le dijo la típica repuesta.
— lo que tú quieras...
— ya veo. Una mujer práctica... Me encanta. Soy Rafael, a quién le debo el honor...
— Elenor Shawn....
— tan hermosa como su nombre... Empezaré a cocinar. También tengo que prepararle la comida al emperador.
— vaya, entonces no quiero darte más problemas... Me voy.
— ¿Ah?... No, no, no.... Eres mi invitada. Soy un chef profesional y puedo cocinar varias comida a la vez— me señala que me siente en la mesa... No pude resistirme a esa dulce sonrisa. Pues, si era verdad que cocinaba varios platos a la vez... Al final me da un plato con carne pure de papas y ensalada. No era un plato grotesco, al contrario era tan bonito que no me daba ganas de comerlo... Ignoro ese pensamiento cuando mi estómago ruge y empiezo a disgusta a tan exquisita comida... Del primer bocado le digo a Rafael que está riquísimo, el se apena un poco y me da la gracias... Le digo que soy yo quien tiene que agradecer...
— eres la nueva sirvienta del emperador Alessandro... Pensé que serías más callada y tímida. Pero veo que eres una mujer segura de lo que hace y confiada de cualquier cosa que te dispongas hacer...
Me sorprende que me haya leído de esa forma... ¿Soy fácil de leer?... No sabría la respuesta pero el lo hizo a la perfección. Veo que entran las sirvientas y se lleva los platos de comida para el emperador. Rafael no deja de mirame y me dice.
— Sabes, el emperador tiene gustos muy elevados... Sin embargo, eso disminuyen si eres una persona optimista, alegre, cariñosa y sobre todo, intentes darle calor a su corazón frío, eso último haría que te congelará el cuerpo por completo...
— de hecho, ya me lo dijo... No le tengo miedo a él. Simplemente usa palabras con amenaza para que las personas no se le acerquen...— termino con el último bocado de comida y vuelvo agradecer... Me levanto y le dedicó una sonrisa a Rafael— muchas gracias, la comida estuvo excelente... Espero volverla a comer, pero no quiero molestarte más...— me giro para salir pero el me toma de la mano, el estaba sentado en un taburete y su mirada era de algún tipo de consuelo...
—... Vuelve por favor— dijo él. Esa palabra recorre mi cuerpo como una electricidad que llega a mi corazón... Sus ojos sinceros... Su boca tan roja y delicada... Demasiada belleza para mi vista. Le aprieto la mano y le prometo que volveré.... Con eso el me deja salir...
Ya de noche voy a mi habitación para descansar... Me lanzo en la cama y siento como algo se mueve en la cama... Son varios de hecho, reacciono y me paro de inmediato, prendo la lámpara de mi mesita de noche y me da asco lo que veía... Cucarachas, hormigas, ciempiés entre otros bicho raro y grande... ¡Que asco!... Me camina una cucharada en el hombro...
— ¡¡¡AAAAH!!!— grite lo más alto que pude ya que le tenía un pavor a esa cosas feas... Oigo pasos que corren a la dirección de mi puerta. Se abre bruscamente y me llevo otra sorpresa a ver a el emperador Alessandro... ¿Se preocupó por mí?.. el ve la cama llena de bichos.
— ¿Quien te hizo eso?— preguntó con tono molesto.
— no lo sé. Llegué y ya estaba...— sale una cucaracha voladora— ¡¡¡AAAAAAAH!!!... — me escondo detrás de Alessandro y le digo entre apuros— ¡Esa cosa voladora son el demonío!
Me dice con seriedad— hace rato me enfrentaste y no tuviste miedo... Pero— atrapa la cucaracha con la mano y me dice con ironía—¿...A esta cosa diminuta sí...?— me la muestra y yo me salgo de su espalda...— no entiendo.
Le señalo con mi dedo asustada—... No- no son diminutas... Esa era gigante...
—... Le dire a mis sirvientas que lo limpien... Mientras tanto, tu vienes conmigo a mi cuarto...
— ¿Otra vez me usará para saciar su sed de sexo?...— se molestó ya que le veo la frente arrugada.
— ¡Silencio!... ¡Haz lo que ordeno!.. ¡Vienes conmigo sin hablar!... Solo te quedarás ahí para dormir. Agradece de que no te puse en otra habitación peor...
Le sigo sin decir niguna palabra...
Gracias por leer 😊
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