— Hoy es el día, he estado esperando tanto tiempo para decirle a Can que... – estaba hablando frente espejo observando mi vestido color rosa palo con dobleces en las esquinas, cuando unos toques en mi puerta hacen que salga de mis pensamientos, para voltear a la puerta y decir – pase – cuando la puerta es abierta veo a mi hermana con una sonrisa burlona de oreja a oreja.
— Té vez bien, felicidades hoy cumples quince años.
— sé que no bienes a felicitarme, ¿a qué has venido hermanita? – un tono sarcástico sale desde dentro de mi ser.
— Solo quería avisarte, informarte, decirte, que no te acerques a Can esta noche, lo entiende o no, solo no quiero que salgas lastimada – lo dice acercándose mucho a Clara cuando estaba a nada a solo un centímetro de Clara le agarro del hombro para jalarla hacia ella hablándole al oído en forma de un susurro – espero y disfrutes esta noche como nunca, hermanita, tal vez y sea la última.
Yo solo me limite a responder - Yo sé bien lo que hago, no necesito que me digas que hacer
Lo digo molesta por la forma en la que me dijo todo, sentí que solo me quería hacer llorar en un día tan especial para mí.
— Si, como digas inútil, ¿por qué te cortaste el cabello? – lo dice algo enojada tocándole el cabello con fuerza - sabes, no te vez bien de ese modo, lo entiendes, pero si tu te quieres rebajar para gustarle a un chico es tu problema hermanita no el mío.
— No he cambiado por un hombre – se lo digo con voz firme y enojada
Ella se ríe con sarcasmo entre risas me dice algo que me iré – no intestes parecerte a mí que a mí los hombres me buscan por mi cuerpo y belleza y a ti solo por, ni te buscan, no se que hago pensando que a ti alguien algún día te buscara por que tu le gustas.
Yo solo me quedé parada viendo cómo se iba de mi cuarto, las lágrimas querían salir, pero me hice la fuerte para no llorar y manchar todo mi maquillaje, yo solo me miré al espejo y solo veía a una niña de quince años con el cabello corto de color negro, una piel morena clara, unos ojos cafés y un cuerpo llenito, no veía a una rival ni a una enemiga me veía a mí, a mí en ese reflejo.
Cuando dejé de verme al espejo decidí ver la hora en el reloj de la pared - dios mío llegaré tarde a mi propia fiesta – cuando veo la hora mis ojos se abren y mis cejas se bajan - esto me pasa solo a mí – Sali del cuarto apresurada por la hora y cuando entré al salón nadie se preguntaba por mí, solo habían iniciado la fiesta sin mi yo quería llorar en ese momento, pero solo me dispuse a buscar a Can
— ¡Amiga! ¡que!, ¿eres tú? no puede ser no te reconocí te ves hermosa, dios santo eres toda una diosa – la veo a ella y mi felicidad renace, mi autoestima subió con todos lo halagos que me dijo me sentía feliz.
— ¿Crees que le guste a can mi nuevo aspecto? - No sé ¿por qué motivo empecé a mover mis dedos y morderme el labio inferior?
— que, por dios, si no le gustas a si de seguro es ciego, porque yo veo a una diosa, bueno, siempre la he visto – ella sonríe de lado a lado
— iré por algo de tomar, vienes – yo solo niego, porque solamente quería esperar a Can
— no, me quedaré aquí a esperar a Can
— está bien, en ese caso te traeré una bebida
Vi cómo se marchaba por las bebidas, pero lo que no veía era Can, decidí caminar por la casa cuando en eso al momento de pasar por el balcón de mi padre escucho ruidos extraños, así que decido asomarme, pero fue la peor decisión de mi vida por qué lo que veo no me gusta para nada, mi hermana con Can, quería gritar, pero no pude me quedé sin palabra, un nudo grande se formó en mi garganta, verlos juntos tan de cerca besándose, sentí como el mundo se me venía encima, decido salir de ese sitio sin hacer ruido, cuando salgo, camino hasta a mi habitación, mis lagrimas empezaron a salir yo no pude evitar no llorar al ver a mi hermana con la persona que ella sabia que me gustaba.
Corrí hacia mi cuarto cuando entro me recargo en la puerta deslizándome hacia el suelo, me quedé paralizada sentía como mi pecho se encogía cada vez más, me cuestioné yo misma si era esto posible que mi propia hermana fue capaz de hacerme esto, no podía parar de llorar.
Escucho que tocaban la puerta, pero no fui capaz de abrir
— Clara soy yo Esmeralda, ábreme por favor ¿qué es lo que sucede?
Yo no tenía fuerzas para abrirle la puerta así que solo me hice a un lado para que ella logra pasar cuando lo hizo me vio llorando tirada en el suelo.
— pero que, demonios, ¿qué te hicieron? – ella se sienta en el suelo para abrazarme con toques suaves en la espalda meneando la mano de arriba abajo me logra tranquilizar poco - no puedes estar triste en tu día, pero mira como tienes los ojos hinchados de tanto llorar, ¿qué pasó? – ella me sienta y limpia mis lagrimas con el dedo gordo de la mano derecha.
Yo no podía hablar, cada que quería decirle solo tartamudeaba – vi... vi - el llanto no me dejo ni terminar una sola palabra
— calma, respira, tómalo con calma
— Racel se estaba besando con Can – mi llanto pensé que calmaría al decirlo, pero empecé a llorar más y más fuerte
— ¡Pero qué! Esa desgraciada, como se atrevió hacerte esto, tranquila, pasa por alto, ¿ella se dio cuenta de que la viste?
— No, ni siquiera sabían de mi existencia en ese despacho de lo abrazados que estaban – mis lagrimas cada vez eran mas intensas.
— bueno entonces actúa normal, no dejes que te destruya, sí
— cómo quieres que actúe normal cuando vi a mi hermana besándose al chico que me gusta y lo peor que estoy embarazada de él, por eso estoy gorda solo había tratado de estarlo ocultando, y hoy, justo hoy se lo diría – ya no podía ocultarle más esta mentira a mi amiga así que decidí decirlo entremedio de puro llanto pensé que no me apoyaría, pero lo hizo
— embarazada, no sabia que tu y el, no perdón, yo te ayudare en todo esto ahora tienes que ser fuerte por ti y el bebe que tienes por el tienes que ser fuerte, tu solo has como que esto no paso y lo haces sufrir a el nunca le digas que estas embarazada de él.
Esmeralda
Me quede abrazando a mi amiga un gran rato hasta que se quedó dormida, me dio mucha rabia que su propia hermana haya sido capaz de hacer tal cosa y en el cumpleaños de clara, no fue para nada lindo y ahora mi amiga está sufriendo en su día, me parte el alma verla así nunca la vi llorar y está fue la primera vez de tantas y saber lo del bebe fue un hecho muy grande para mí
— Siempre estaré aquí para ti y para él bebe - le susurra en el oído
— gracias - con los ojos entre abiertos
me quedé dormida junto con mi amiga en el suelo
Al día siguiente nos despertamos con un dolor de espalda tremendo mientras Esmeralda se reía de mi como me quejaba del dolor, pero después ella se levanta y pega un quejido le dolía la espalda de dormir chueca y el suelo duro.
— ¿Te encuentras mejor? – lo dice esmeralda en un susurro leve
— no, pero lo superaré, no estaré triste por algo así- le respondo con voz leve pero cortante
— eso es todo, yo estaré para ti siempre ya lo sabes, si un día me necesitas tú me llamas y vengo – ella me abraza y yo le respondo el abrazo
— gracias, se que siempre contare contigo
— ¿Cómo le aras con el embarazo? – lo dice tocando mi panza
— Seguiré ocultándolo
— ¿Como lo haces? No parece que lo estés
— La escondo
— ¿Cómo lo haces?
Cuando veo su cara de asombro me quito la blusa y saco las tres almohadillas que traigo puestas una en la espalda y dos en la cintura – y así solo parece que e engordado y para disimular como muchas veces, pero en poquito para mantener sano al bebe y piensen que como demasiado.
— Con razón, nunca me di cuenta de esto, bueno, hay que ir a desayunar
— No quiero, no quiero verle la cara a Racel
— Pero tienes que desayunar por el bebe
— Esta bien, bajare a comer, pero no sé cómo disimular esto, sé que llorare si los veo juntos.
— Tu ignóralos no los veas has como que no te interesa y eso le dolerá a Can.
— Esta bien
salimos de mi cuarto y bajamos las escaleras hasta el comedor, llegando vimos a todos sentado, nos estaban esperando para comenzar a desayunar, lo que no pude creer es que estaba can y su familia sentados en el comedor, por un momento olvidé que esto era de todos los días, ya que éramos una familia unida, según ellos
— cariño ayer no te vimos, así que decidimos hacer un desayuno familiar junto con la familia Arslan
— genial todos están aquí – solo camino y me ciento enseguida de Sebastián, a todos se les hizo raro que no me sentara junto a Can, pero como sentarme junto a el cuando me destruyo mi corazón.
— Y estas feliz por tu cumpleaños – dice mi madre
— Si, muy feliz – respondo sarcásticamente y ellos lo notan
— Bueno, ¿ayer que hiciste mi vida? - dice mi madre intentado no complicar las cosas
— Ayer, que buena pregunta madre, pues solo fui a mi cuarto a dormir
— ¿Por qué? Que mal educada eres todos te estaban esperando para partir tu paste
— Me fueran buscado a mi cuarto simple y sencillamente madre – lo digo dejando de comer para levantarme de mi silla
— ¿adonde vas? – dice mi madre ya molesta
— Pues adonde más, a la escuela no te parece- le respondo enojada
— A mí no me hablas así clara
Solo deje de escucharla me Sali de casa y me encamine a la escuela iba demasiado distraída pensando en que les diría a mis padres sobre el embarazo cuando fuera muy notorio, no termine de cruzar la calle cuando sentí un carro yo solo estaba en el suelo no podía ver bien solo veía borroso y las personas gritaban al mi alrededor.
Lo único que recordaba era que cruce la calle – ¿dónde estoy? – lo digo tocándome la cabeza, sentía un dolor muy fuerte
— Señorita, ¿se encuentra bien?
— No, me duele la cabeza, ¿Qué me paso?
— No la vi que venia y la avente
— Me atropello – lo digo exaltada, me toco la pansa con miedo de haber perdido a mi bebe – ¿el esta bien?
— Si, no le paso nada, solo fue un empujón, pero el doctor dijo que como estas embarazada por esto te afecto un poco
— Les avisaron a mis padres – lo digo con un tono de nerviosismo
— No, ellos no han sido llamados, solo llamamos a una chica creo que su nombre es Esmeralda si mas no recuerdo.
— ¡Que! – me exalto
En eso escucho gritar a alguien muy enojado en la sala y por la voz supuse que era esmeralda la que estaba gritando cuando en eso entra a la habitación en la que estaba insultando a medio mundo.
— ¿Quién fue el imbécil? ¿Quién lo hizo?
— Tranquila Esmeralda, estamos bien
— ¿¡Que!?, como puedes decir que están bien si viste como te dejaron maldito idiota fuiste tu no.
En eso ella voltea en donde estaba parado el señor y lo empieza a insultar el no hallaba la manera de como calmarla, me quería reír de la situación, pero ella estaba demasiado preocupada por mi y mi bebe.
— Le marcare a alguien tienen que venir por nosotras saber que te paso – ella sale enojada de la habitación, pero antes de salir le hace una advertencia al que me atropello.
— Donde ella se ponga mal te juro que te buscare hasta encontrarte y te are pedacitos - ella agarra una galleta y se la muetra a la persona- si vez esta galleta - le dice para después aplastarla y decirle - así terminaras tú, molido como esa indefensa chuchería, lo has oído.
...CAN...
Me encontraba trabajando cuando una llamada muy insistente sonaba, no quería contestar, porque supuse que era Clara, como le iba a decir que me acosté con su hermana después de lo de ella y yo, me sentía mal por haberlo hecho, pero no había vuelta atrás, me gustaba más Racel que ella y ella solo estaría insistiéndome, cuando escuchó que el teléfono dejo de sonar seguí en lo mío.
No podía concentrarme, ya que la llamada insistente me dejo pensando, así que mejor decidí devolver esa llamada – ¿con quién quieres hablar?
— ¿Can eres tú?
— Sí, ¿Qué quiere? – respondo algo molesto
— Clara, está en el hospital, ocupo que alguien venga ayudarme
— No jodas, esmeralda, sé que es mentira tú y esa chiquilla harían cualquier cosa para llamar mi atención, y si ese es el caso, ¿por qué no llamas a sus padres?
— Porque no atienden a mi llamada tampoco y tú eres el único que está cerca, maldita sea Can – no escuche más y colgué la llamada, sabía que era una mentira y no me dejaría manipular por ellas dos.
Cuando colgué la llamada decidí alejarme de la oficina, para ir a casa de Clara, pues ahí vería a mi querida Racel con esa enorme sonrisa que evoca su rostro, pues estaba embarazada y hoy daríamos la noticia a sus padres y hermana, espero cuando sepa esto deje de molestarme.
CLARA
Me encontraba platicando con el que me atropello, cuando mi amiga entro enrabiada.
— Ese imbécil, me colgó, le dije que te encontrabas mal y que hizo, me colgó – estaba caminando en círculos enfada cuando en eso patea el sillón donde estaba sentado él.
Él se paró del sillón, la agarro y la sentó – cálmate, la vas a estresar si te pones así
A lo cual ella responde — perdón, es que me estresa, que no sirvan, que no hagan nada – refunfuña
Ella estaba sentada mirando a todas partes, a lo cual el que me atropello se acercó a mí para decirme - tengo que ausentarme un momento — para después estirar la mano y darme un papelito - cualquier cosa marcas a ese número, por cierto, mi nombre es Edgar.
A lo cual yo le respondo — mi nombre es Clara, un gusto de conocerte.
— Igualmente – esbozando una sonrisa de lado a lado – vendré más tarde por ti
— Gracias
Cuando él se marcha, Esmeralda se paró del sillón y camino a mí para sentarse en la cama donde yo me encontraba – ¿Cómo te encuentras? – dice ella acariciándome la pierna
— Ya mejor, solo fue un empujón, no tienes que preocuparte
Le acaricié el cabello en forma de remolino para calmarla cuando ella empezó a llorar
— Pensé que te perdería, no sabes cuánto me asuste, de verdad
— Tranquila, estoy bien, no me paso nada ni a mí ni al bebe, estamos bien, él fue muy amable y no me dejo.
— Pero si fuera pasado lo contrario, te fuera perdido, y no sé cómo llevaría esto.
— Pero, estoy bien y eso es lo que debe de importar ahora, sí.
Después de un rato nos quedamos mirando la televisión haciendo que esmeralda se quedara dormida en mi pierna. Cuando dieron las cuatro en punto de la tarde entro Edgar y un señor junto a él.
— Hola, clara, ¿ya te dieron de alta?
— Sí, solo te estaba esperando... ¿Quién es él? – pregunto dudando
— Él es mi jefe – lo dice volteando a él – Medina, ella es, Clara
— Hola – le saludo
— Bueno, vine hacerme responsable de lo que hizo este niño, como ya sabes, soy Medina, el jefe de la F.A.
— ¡El que ¡— mi expresión cambia a preocupación
— sé que es algo muy fuerte para ti, pero ocupo tu ayuda
— ¿en qué? – mi rostro cambio por completo, mi semblante cambio a pálido, sentía que habido hecho algo mal, que me arrestarían.
— Tus padres se han visto involucrados en asuntos muy riesgosos, como tráfico, casa de blancas y asesinatos junto a los Arslan, sé que tú estás muy apartado de todo esto – él saca unas imágenes y me las muestra – estas son las imágenes, quiero que me ayudes, de ti sería la persona en la que menos sospecharían, por eso he recurrido en tu ayuda.
— No, no pienso ayudar
— Por favor, piénsalo y me dices, Edgar llévala a su casa
Cuando él sale entra mi amiga, la cual avía ido por un café, cuando entra dice - yo ya estoy lista para irme - al salir del edificio note que no traía mis almohadillas, cosa que dijo el doctor que eso fue lo que salvo al bebe, así que no dude en preguntarle a Edgar —¿dónde están mis almohadillas? - él solo las sacó del coche y yo me las puse, fue fácil, porque traía puesto un pants y una blusa grande para ocultarlo y disimular mejor.
Al llegar a casa me despedí de Edgar y le di las gracias, él solo asintió y se fue yo entre a casa con mi amiga la cual me agarra de la mano para no caerme, cuando entre todos estaban parados había copas de vino entre sus manos.
— Qué bueno que llegas hija, Can y Racel nos quieren dar una noticia
Yo solo me limito a ver y a escuchar, mi corazón sintió feo cuando no se preocuparon por mí ni por como venía, pero lo que escuche me hizo retorcerme del dolor por dentro.
— Familia, me complace decir que estoy esperando un hijo de Racel y que muy pronto nos casaremos.
Mi corazón colapsó, solo los miré con ganas de llorar – felicidades, me alegro mucho por ustedes
— Gracias hermanita, pensé que no lo aceptarías, porque estabas enamorada de él
— Enamorada, no, siento que solo era un capricho, pero ya se me paso, yo iré a mi habitación, tengo que hacer unas cosas.
Me despedí de esmeralda y caminé a mi habitación, cuando entre mis ojos se inundaron de lágrimas no podía evitar no llorar, al saberlo en ese momento la propuesta de medina vino a mi mente, saqué el papelito y decidí marcarle a Edgar.
— Hola, ¿hablo con Edgar?
— Sí, ¿Quién habla?
— Yo, Clara
— Hola, ¿cómo te encuentras?
— Bien, bueno algo, solo te llamaba para aceptar ...
En ese momento, cuando estaba a punto de decirle que aceptaba el trato, colgué la llamada porque mi puerta fue abierta sin previo aviso, así que tuve que correr del balcón hasta el baño para ponerme las almohadillas una vez que me las puse apague el teléfono y lo escondí, para después salir y ver a Can sentado en mi cama.
...CAN ...
Cuando vi que entro clara me preocupo en la manera como caminaba, su amiga venía agarrándola para que no cayera, quería ayudarla, pero no podía, así que me dispuse a decir la sorpresa, no sabía cómo lo tomaría ella porque todos sabían que ella estaba enamorada de mí, cuando dije que sería padre y me casaría con racel me sorprendió la indiferencia de ella pensé que lloraría frente a todos, pero no lo hizo racel intento hacerla llorar, pero no lo logró cuando ella salió a su habitación yo decidí ir tras de ella
— Si me permiten iré a tratar de que todo esté bien entre ella y yo
— Si está bien – me dice racel y camino hasta su cuarto
Cuando estoy en la puerta de ella escucho que estaba hablando con alguien, así que solo entro sin tocar y la vi correr al baño, después salió con la cara mojada y me volteo a ver, cuando volteó note que había estado llorando.
— ¿Qué haces aquí Can?
— ¿con quién hablabas?
— Acaso eso importa ahora
— Sí, tú sigues siendo mía después de esas noches
— Por favor que noches, donde nos acostamos, esas ya no tienen significado si, solo vete de aquí y no vuelvas a hablarme en tu vida, Can
Yo me pare y me acerque a ella tomándola fuerte de las manos – sé que tienen significado para ti
— Claro que ya no hay significado alguno, te casaras con mi hermana, lo lograste, jugaste conmigo, te felicito. Can; te vi, te vi con mis ojos, can como le quitabas la ropa, como la desvestías, no intentes decirme que fue por una amenaza que no te lo voy a creer nunca
...CLARA...
Cuando le dije que lo había visto su mirada cambio a una de enojo y empezó a apretarme fuerte – can me estás lastimando – se lo dije tres veces, pero no hacía caso, él solo me tomó y beso a la fuerza, a lo cual yo logre quitármelo de encima para darle una bofetada haciendo que él solo me mirara
— ¿Por qué me besas, sabes que me casaré con tu hermana? – yo me quede sorprendida por lo que dijo, cuando voltee descubrí porque lo había hecho, mi hermana estaba parada en la puerta mirando todo, yo pensé que me creería a mí, pero no, le creyó a él, para después darme una abofeteada.
— Entiéndelo bien clara que sea la última vez que te le acercas a Can— yo, solo la mire con enojo de mis ojos salían gotas de lágrimas, pero como pude los corrí de mi habitación.
Cuando logré sacarlos cerré la puerta con llave y me acosté en la cama acordándome que tenía una llamada que atender, cuando saqué el teléfono estaba decidida aceptaría el trato.
A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza y de vientre, tenía 3 meses de embarazo y no era normal que me doliera, así que decidí marcarle a Edgar.
— Edgar, ¿eres tú?
— Sí, ¿Qué pasa?
— Me duele el vientre
no sé qué sucedió en ese momento, solo sentí como mis piernas se doblaban sin mi consentimiento para después caer al suelo duro.
Edgar
Cuando recibí la llamada de Clara la escuche muy agitada, a lo cual me asuste, no lo pensé muy bien, así que agarre las llaves del carro y machar a toda prisa por ella, al momento de ir manejando escuchaba su voz temblorosa diciéndome que le dolía el estómago cuando en un momento repentino es cucho un golpe en seco, solo avente mi teléfono a la parte trasera del carro y le pise hasta los 260 para poder llegar.
Una vez fuera de casa de Clara, toco la puerta desesperado sin respuesta alguna, la vuelvo a tocar hasta que es abierta por Can, me mira con cara de enojo, pero no le tomo importancia, solo decido entrar por la fuerza cuando en eso solo escuchaba a Can gritarme por detrás - que te has creído para entrar - yo no le tomaba importancia solo estaba concentrado buscando a Clara cuando por fin la veo tirada en el suelo, solo me agache para cargarla una vez que la levante Can estaba al frente mío sin notar a Clara en mal estado así que solo decidí sacar la placa - soy oficial del F.B.I. si no quieres tener problemas quítate de mi camino.
— no tienes una orden para entrar ni sacar nada de esta casa— dice Can
— claro que la tengo, se ha afirmado un contrato donde y cuando no es de tu interés— yo solo baje con ella de las escaleras y la subí al auto para después irnos.
Al llegar al hospital la bajo cargando para posteriormente empezar a gritar por ayuda - ayuda, por favor, un médico.
En eso salen dos doctores con una camilla donde la acuesto y es llevada hasta un cuarto, ami no me dejan entrar, me dicen que espere, pero estaba con los nervios de punta, me puse las manos en la cabeza y me deslicé por la pared hasta el suelo cuando veo unos zapatos frente ami volteo mi cabeza hacia arriba viendo a un Medina molesto - ¿qué sucedió?— dice medina con un tono de preocupación
— No lo sé, ella me marcó en la mañana, dijo que le dolía el vientre, después no sé que paso solo entre a su casa y la saque de ahí
— ¿Ellos te vieron?
— Can fue el que abrió la puerta
— Bueno, tan siquiera saben que ya estamos aquí por ellos
— Crees que le hagan algo a clara – lo digo preocupado colocándome las manos en el cabello
— No, no lo creo, ellos son sus padres como le van a decir algo – dice medina
En ese momento llego el doctor diciendo que ella se encontraba bien ella y el bebe que solo fue un mareo y lo que dijo después me hizo enojar, ¿no sabía el porqué?, pero estaba molesto.
— No sé si lo que le haya afectado sea el mareo o que le hayan golpeado, note que tenía ciertas marcas en sus muñecas – dice el doctor
— ¿Qué marcas? – apreté los puños y tense la mandíbula
— Usted puede pasar a haberla, ella ya se encuentra bien, el bebe está en peligro, por favor no le ocasionen preocupaciones ni estrés que lo podría perder, está en amenaza de aborto.
— Gracias doctor.
Yo pasé dejando a medina en la sala de espera y la vi despierta, me acerque a ella y acaricie los moretones que tenía en las muñecas - ¿Quién fue? – le digo mirándola a los ojos
— No es necesario que lo diga, él ya no volverá a tocarme nunca más en su vida – lo dice quitándome la mirada de mis ojos
— ¿Fue Can verdad?
— Sí – ella se tapa toda con la cobija
— Te tengo una propuesta
— ¡Más! – lo dice saliendo de la sabana
— Pero esta te gustará, es salir de la ciudad, ir a otro lado donde estés tranquila, tú y el bebe, que te parece, escápate conmigo, no sufrirás más.
— Sí, si me quiero irme contigo
Yo me puse feliz cuando ella aceptó, le dije que saldría a decirle a medina sobre su decisión y ella accedió. Una vez a fuera vi a medina sentado, me acerqué a él y le dije.
— Ella ha decidido irse del país, para que su bebe nazca sano
— ¿¡que!?, ¿adónde irá?, es la única que puede ayudarnos
— Tranquilo, sé irá con nosotros, cuando nazca el bebe ella puede volver y ayudarnos, si pierde al bebe sería muy fuerte para ella y sabemos que...
— Lo sé, no digas más, saldremos de aquí, mañana tengo que ir a sacar un pasaporte nuevo ahora, te veo a las tres de la mañana en el aeropuerto con clara
— Sí, señor
Cuando él se marchó yo entre donde estaba clara y le dije que mañana salíamos a las tres de la mañana ella se asombró, pero aceptó, el doctor nos dio el alta y la lleve a su casa, la deje y espere a que entrara hasta a su casa para después irme no podía bajarme a dejarla porque sabía cómo se pondrían las cosas. Cuando entro yo me marche a alistar mis maletas.
...CLARA ...
Cuando entré a casa vi a todos sentados en el sofá preocupados, todavía no pasaba la puerta cuando me bombardearon de preguntas
— ¿quién era él? ¿Por qué entro como si nada a la casa? ¿Qué hacías con él? – me decía mi madre
— Nada, solo le marqué en la mañana y pues sucedió lo que sucedió, él se preocupó y vino, eso es todo, ¿qué más querían que pasara?
— No sabe lo preocupada que estaba tu hermana, pudo haber perdido al bebe, no más por tu culpa
solo dije eso y todos me miraron extrañados, pero no deje que me hicieran más preguntas, así que solo subí a mi habitación a listar mis maletas para salir, pero solo saque la ropa que usaría y deje la demás para que no me buscaran, para que no se dieran cuenta de que me había ido hasta después de cuatro días que se acordaran de que tienen una hija más.
Después de hacer las maletas, las escondí en el patio, las baje sin que nadie me viera después entre al cuarto de cámaras y las desconecte para que nadie viera cuando me fuera. Solo fui a la sala y abrasé a mis padres, ellos me miraron extrañados, pero aunque ellos no me quieran yo si los quería solo los abrasé sin decir nada y acarició la panza de mi hermana, mis lágrimas querían salir, pero me hice la fuerte y lo soporté para después irme a mi cuarto y esperar a que dieran las tres de la mañana.
Cuando dieron las tres de la madrugada solo baje en silencio, apague los focos, saque el chip de mi teléfono y lo rompí empezados para después dejarlo en el macetero enterrado y el teléfono bajo la cama cuando hice todo eso baje las escaleras en silencio y abrí la puerta de atrás después la cerré y saque mis maletas del arbusto y camine una cuadra para ver a Edgar y subirme a su carro.
Cuando llegamos al aeropuerto yo bajé del carro y me encontré con medina.
— Buenos días, estos son los papeles que tendrás, nueva identidad y nuevo pasaporte, los que traes no te servirán – él los toma de mi mano y los rompe para después dárselos aunó de los que venían con él y darle órdenes que los queme.
Yo acepté mis nuevos papeles con los que saldría del país y con los que sería reconocida ahora en adelante.
Al ver mis nuevos nombres quede asombrada, pues eran nombres extraños
— Me llamaré Azra, es un nombre un poco extraño, no creen – pregunto ingenua
— No, no lo es a la ciudad donde iremos, ese nombre es normal
— ¿adónde iremos?
— Lo sabrás cuando lleguemos a ella. — dice medina
Al abordar el vuelo donde hicimos una escala para llegar a Estambul, cuando baje me quede sorprendida de lo lejos que estaría de casa.
— ¿Me quedaré sola?
— No, Edgar se quedará con usted, este será su escondite donde nadie la encontrara, su bebe tendrá la nacionalidad de aquí porque nacerá aquí cuando nazca el bebe, esperaremos a que cumpla los cuatro años para que empieces a entrenar con nosotros, claro que seguirás tus estudios, pero serán más fuertes ahora, aprenderás sus idiomas costumbres y ámbitos cuando termines seguirás con la carrera que será crimino logística.
— Está bien, muchas gracias
— De nada, Edgar te llevará donde será tu nuevo hogar.
Cuando dijo que tendría un nuevo hogar me puse nerviosa, pero sé que estaría bien y lo superaría. Cuando llego un taxi medina se marchó, pero antes nos dijo que nos veríamos en seis años, a lo cual yo asentí y él desapareció.
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