Mi nombre es Ashley Sanz, y hoy cumplo 25 años, me gradué hace dos años en mercadotecnia y publicidad, logré entrar en la Agencia de Publicidad Wilson y Smith, es una agencia relativamente nueva en el mercado pero ha logrado ganar las cuentas de 3 consorcios grandes, lo que ha logrado posicionarla entre las mejores, como una de las cuentas se ganó con una campaña que diseñé para mi tesis, mientras trabaja allí como pasante, me dieron el cargo de ejecutiva de cuentas junior, desde entonces he aprendido mucho de mi cargo y manejo ya varias cuentas. Secretamente desde que tengo 18 años trabajo como sexoservidora, pero decidí que hoy daré mi último servicio.
No soy precisamente la diosa Afrodita de la belleza, sin embargo, entreno mucho para que mi cuerpo se vea muy bien, una de mis particularidades son mis piernas largas, y mis senos voluptuosos, quizás no tengo mucho trasero pero con el entrenamiento se ve de un tamaño adecuado. En la vida real, soy castaña de ojos negros y mi cuerpo no tiene ningún tatuaje, ni mi rostro lunares. En mi trabajo como sexoservidora suelo ser pelirroja, pelinegra, rubia, ojos verdes, ojos azules, ojos ámbar, con tatuajes, en diferentes partes del cuerpo, con lunares particulares.
Ninguno de mis clientes sabe cómo soy realmente, el único que lo sabe fue la mujer que me inició en este mundo y mi mejor amigo Daniel Green.
No creo en el amor, porque ya lo viví, y no espero volver a encontrarlo en mi vida, sé que ningún hombre querrá tomar en serio a una mujer defectuosa como yo, no me arrepiento de lo que he hecho en estos últimos años, porque lo hice para forjar mi futuro, lo que quiero es trabajar un año más en esa agencia, adquirir experiencia y luego irme de esta ciudad y todo lo que representa para mí y fundar una agencia en otro país, dónde pueda escribir un futuro nuevo próspero y tranquilo para mí.
Durante mis años de sexoservidora me hice de una pequeña fortuna, no solo porque mis clientes pagarán bien, sino porque gastaba muy poco y el resto lo subdividi en fondos e inversiones de acciones, compra aquí y vende allá, eso me lo enseñó un viejo cliente que es corredor de bolsa, me convertí en su cliente, aunque él no sabe que Ashley era su tan adoraba y deseada Ámbar, solo llegué a su oficina y le dije que era amiga de Ámbar y que ella me lo había recomendado. Desde hace tres años ya no es mi cliente, pero aún es mi asesor financiero y uno muy bueno, no me ha dejado perder ni un solo centavo.
Vivo con Daniel en un departamento, somos roomies y mejores amigos. Lo conocí un día en el campus, yo no tengo "amigas", y en ese entonces tampoco las tenía, solo compañeras de estudio, pero por cosas del destino conecté con Daniel, aunque no veíamos todas las materias juntos coincidimos en algunas, un día conversando descubrí que él trabajaba como sexoservidor así que se me hizo más fácil contarle mi secreto, ya que no nos juzgabamos, más bien empezamos ayudarnos para convertirnos en los mejores acompañantes del mercado, él me ayudó a perfeccionar el arte de satisfacer a los hombres y yo lo ayudé en el arte de satisfacer a las mujeres, y así desde ese entonces hemos sido inseparables.
¿Por qué me convertí en sexoservidora?, Para responder a esta pregunta tengo que remontarme a lo que yo llamo la "era oscura", sí, suena un poco extremista llamarla así, pero fue la época de mi vida que rompió todo lo bueno que había dentro de mí, y me dejó siendo un simple cascarón vacío, que poco a poco se fue llenando de lo único a lo que podía aspirar y es a tener una buena vida profesional.
Esta época comenzó poco después de cumplir 8 años, aunque para ese momento no me imaginé que iba ser tan oscura. A los pocos meses de mi cumpleaños número 8 mi padre Jorge Sanz, murió a los 40 años de un infarto, mi madre Alice era en ese entonces una mujer joven, muy bonita de 28 años, y con mucho dinero proveniente de la herencia que le dejaron mis abuelos y ahora mi padre. Fueron tiempos muy tristes, ya que mi madre cayó en depresión, yo sufrí mucha soledad ya que mami no me prestaba mucha atención, por su depresión, pero su mejor amiga Janeth y su esposo Cristian que eran como unos tíos para mí, nos ayudaron mucho. Cuando cumplí 10 años, mi madre ya estaba bien y vivíamos muy felices las dos, hasta que un buen día, me dijo que había conocido a un hombre " bueno" del cual se había enamorado, y que quería casarse con él, a los 5 meses de aquel día, se casaron porque mi madre estaba embarazada y empezamos a vivir todos juntos. Robert, realmente no me molestaba para nada, era como sino existiera y para mí estaba bien, porque mi madre estaba feliz, y más cuando nació Robert Jr. El niño era muy lindo y yo lo quería mucho, ( aún lo quiero, solo que ya no lo veo). Cuando cumplí 16 empezó la oscuridad total, mi madre tuvo un accidente de tránsito y falleció en el acto.
A la semana del accidente nos llamaron del despacho de los abogados de mi madre, comenzaron diciendo que ella había hecho algunos cambios recientemente a su testamento y que éstas eran sus disposiciones: la guarda y custodia de Ashley Sanz era de Robert White hasta que Ashley cumpliera los 18 años y la de mi hermano también, pero en su caso no había problemas porque él era su padre biológico, pero en mi caso yo no tenía familia mi madre fue hija única y mis abuelos habían muerto cuando yo era una bebé, y mis abuelos paternos no quisieron saber más de mi, ni de mi madre después que mi padre falleció así que tenía que tener un guarda asignado. Toda la fortuna de mi madre pasaba a manos de Robert White para " cuidarnos" y darnos la mejor calidad de vida posible, incluyendo la casa en dónde vivíamos, a excepción de mi fondo universitario que sería mío al cumplir los 18 años.
Salimos del despacho y nos dirigimos a nuestra casa... Allí empezó el infierno.
Al llegar a la casa Robert llegó y me sentó en una silla, y me dijo que no molestara para nada, que no quería recibir quejas del colegio de mi, y que tenía que hacer los quehaceres del hogar y cuidar de Robert JR, ya que él no iba a pagar una sirvienta, teniendo que mantenerme a mi, que tenía que servir para algo, más que para gastar plata. Me prohibió tener contactos con tía Janeth y tío Cristian, y que no podía traer a ninguna amistad a la casa. Que esa eran las reglas que si no me gustarán que me fuera a vivir bajo un puente si me daba la gana, pero si me iba de la casa iba a meter un amparo para quitarme mi fideicomiso universitario. Yo solo asentí y le dije que no tendría ninguna queja de mi, que sería casi invisible, hasta mis 18 años.
Me fui a mi cuarto y me puse a llorar muchísimo, había perdido a los dos seres que más amaba y que más me habían amado, estaba sola en el mundo, solo con Robert Jr.
Pasaron los días y yo me había habituado a mis obligaciones, me levantaba a las 5 AM hacer la comida para los tres, comenzar a hacer los oficios, levantar al Robert Jr para ir al Colegio, y arreglarme para irme yo, iba al Cole, era una de las mejores estudiantes ya que aunque no estaba clara que deseaba estudiar en el futuro, si deseaba entrar en una buena universidad, ya que eso es lo que hubiesen querido mis padres. Luego del Cole me iba directo a casa para terminar los oficios y poder ponerme hacer mis tareas y ayudar a Robert Jr., con sus tareas escolares, mi vida tan ocupada por un lado era buena porque me ayudaba a distraerme de la tristeza de mi soledad. Hasta este punto todo estaba "bien", hasta que una noche después de haber terminado todos mis oficios y acostar a Robert Jr, Robert entró en mi habitación, estaba en bata,
- Disculpa Robert, necesitas algo? .. pregunté con miedo, su mirada no era normal.
No respondío, solo me agarró y me lanzo contra la cama, me puso boca abajo, y apretó mi cabeza contra la almohada para ahogar mis gritos, me dijo al oído: te vas a quedar callada, y me vas a satisfacer, porque tengo muchas ganas de estar con una mujer y no pienso pagar por una, así que de hoy en adelante tu serás mi zorra. Mis lágrimas empezaron a correr, mis gritos ya no salían de mi boca, el miedo recorría todo mi cuerpo sin parar, sentí como mi bata de dormir fue subida hasta mi cuello, dejando al descubierto mi ropa interior, y luego mis bragas fueron rasgadas, cerré mis ojos, tenía tanto miedo, cuando menos lo pensé lo peor pasó, entró en mi interior desgarrando todo a su paso pegué un grito de dolor pero me apretó la cara contra la almohada más fuerte, pensé que moriría esa noche asfixiada y desgarrada, pero para mí mala suerte no fue así, después que se abrió paso en mi interior, me embistió salvajemente hasta que terminó, salió de mi interior y pensé que se iría, pero me equivoqué, me volteó y me dijo que apenas estaba comenzando. Esa vez me violó más de 3 veces, cuando por fin se fué de mi cuarto ví mi cama llena de sangre, mi cuerpo con moretones de las veces que me mordió, me sentí tan sucia, me dolía muchísimo la parte baja del vientre, cuando me fui a poner en pie, me caí, las piernas no reaccionaban, me quedé en el suelo llorando un rato hasta que como pude me arrastré al baño y me metí en la ducha, tallé mi cuerpo con jabón una y otra vez, una y otra vez, mientras lloraba sentada y pensaba en lo injusta que era la vida conmigo, se había llevado a mis padres que me protegian y me dejó con un monstruo.
Salí del baño, pero la sangre no paraba, así que me puse una toalla sanitaria, me puse otra bata, quite las sábanas, quería quemarlas, puse sábanas nuevas y me acosté, me quedé dormida después de mucho llorar. El despertador sonó como siempre, me levanté aún adolorida, y fui hacer mis oficios, cuando se levantó Robert le dije que aún no paraba de sangrar que si me podía llevar con un médico. Me dijo que no fuera al colegio que él iba a llamar a un amigo de él para que me viera. Me quedé en la casa, seguí haciendo mis cosas, poco a poco en la medida que el dolor me lo iba permitiendo, cuando después de mediodía llegó el amigo de Robert, dijo que era médico, me llevo a mi cuarto, me dijo que me desnudara me revisó y llamo a Robert y le dijo
- Amigo fuiste un animal, la niña está desgarrada y tiene una hemorragia interna, le voy a mandar un tratamiento, tiene que guardar reposo por unos días y por un mes no vuelvas a tocarla.
Me dijo que me vistiera, me dió un permiso médico para faltar al clases, claro en ningún momento puso la verdadera razón de mi ausencia, solo colocaron que tenía mononucleosis infecciosa y que tenía que guardar reposo, mis profesores me hacían llegar mis tareas.
El doctor venía día por medio a ver mí avance, hasta que le dijo que Robert que ya todo estaba bien. Odié a ese médico con todas mis fuerzas, era cómplice de mi sufrimiento.
Después de que el "médico" me diera de alta, las visitas nocturnas comenzaron nuevamente, noche tras noche llegaba y se introducía en mi interior, hasta que se saciaba, al principio lloraba, y buscaba para gritar del dolor, le suplicaba que se detuviera, pero eso era peor así que un día aprendí a solo llorar en silencio, morder la almohada y aguantar, para él yo era como una muñeca de plástico a la que le hacía lo que a él le diera la gana, siempre fue un salvaje, habían noches que era peor que otras, siempre encontraba una forma de hacerme sentir dolor, nunca hubo una caricia, solo entrar, embestir, lastimar y salir.
Hasta que un día no vino mi periodo, lo esperé en el almuerzo y le dije que tenía un mes de atraso en mi periodo, enfureció de ira, me golpeó y llamo a su cómplice "el médico", como de costumbre llegó y confirmó la noticia, estaba embarazada. Le dijo que eso tenía solución ya que el calculaba no tenía más de un mes, le dió un recipe para comprar unas pastillas, le dijo que me las diera y que él vendría mañana a terminar el trabajo.
Efectivamente acabaron con la vida del bebé y no solo con la de él sino con parte de la mía también, el curetaje lo hizo en mi casa sin las más mínimas medidas sanitarias adecuadas, así que agarré una infección y de casualidad no me morí, me tuvieron que llevar a una clínica de verdad, allí dijeron que yo me había mandado hacer un aborto porque tenía un noviecito que no quiso hacerse responsable de mi y fui a una clínica clandestina, y por supuesto no podía decir nada, ya que era su palabra contra la mía. Después de una cirugía, y días de hospitalización, la doctora que me atendió me dijo que lo que "hice" tuvo una consecuencia indeseable, quedé estéril ya que la infección avanzo tanto en el útero y el daño era tan avanzado producto de la mala Praxis que tuvieron que sacarlo. Ese animal no solo robo mi virginidad, mi dignidad y todo lo demás, sino toda posibilidad de ser madre alguna vez.
La doctora vió mis ojos y mi dolor y pidió que me dejarán sola con ella, me preguntó que fue lo que realmente pasó, yo solo le dije que había sido violada y que producto de eso había quedado embarazada y que tenía miedo de que mi padrastro me botara de la casa y me fui a practicar un aborto. Ella no me creyó mucho, sin embargo, esa historia le pareció más plausible que la del noviecito, ya que ella me había examinado bien y vio rastros de violación en mi interior. Me dijo que por qué no denuncié la violación y le dije que porque nunca ví a mis asaltantes ya que fue de noche. Sintió lastima por mi, me abrazó y me dijo que me iba a referir con una psicóloga para que me ayudara a superar el trauma.
Cabe decir que nunca fui con la psicóloga ya que Robert no le convenía que yo hablara con nadie, así pasaron mis 16 años, siendo abusada día tras día, dejándome hueca por dentro.
Llegué viva a los 17 y de la noche a la mañana las violaciones cesaron, dejó de ir a mi cuarto en las noches y yo me sentía feliz, sentí un poco de paz, Robert llegaba tarde por las noches y andaba hasta de mejor humor, yo no hablaba más que para pedir el mercado de la semana y la colegiatura de Robert Jr y la mía, aprendí que el silencio era mi mejor estrategia. Yo en el colegio seguía siendo buena alumna pero muy retraída y mis profesores se daban cuenta que algo había cambiado, sobretodo porque no tenía amigas, la orientadora me entrevistó pero solo decía que era por la muerte de mi madre así que todos asumieron que era por eso y no por el infierno que viví durante un año.
Un día Robert llegó a la casa con una mujer de más o menos unos 40 años llamada Gloria, nos la presentó y dijo que era su nueva esposa, era una mujer adinerada como mi madre, pero que nunca había podido tener hijos así que le gustó la idea de que Robert fuera viudo y con un pequeño niño, desde que llegó se encariñó con Robert Jr, y él poco a poco con ella, ahora conmigo fue otra historia, ya que Robert le dijo que yo era una promiscua que me la pasaba dándole dolores de cabeza, y que como no era su hija solo me tenía que aguantar hasta cumplir los 18 años. Por lo menos ella no me molestaba para nada, decidió contratar una sirvienta de confianza ya que decía que yo podía ser una ladronzuela, porque no conocía que malas mañas había aprendido. Por mí mejor, ya que no hacía oficios, ni comida, ni cuidaba de Robert Jr, solo me dedicaba a estudiar.
Todo iba bien hasta que un día unas idiotas del colegio empezaron a meterse conmigo, lo hacían a toda a hora y cada rato, hasta que un día colmaron mi paciencia y les cai a golpe, creo que drené con ellas parte de la furia que llevaba por todo lo que había vivido.
Ese día me llevaron a la oficina del director, ya que las niñas se habían hecho las mártires y yo la villana.
Ese día en la oficina del director Thomas Miller, sin saberlo mi vida tomaría otro rumbo.
El director me dijo que por lo que había hecho correspondía que llamarán a mi tutor legal y me expulsaran por 3 días.
El solo hecho de que llamarán a Robert y me expulsaran me daba terror, me imaginaba las cosas horribles que me podría hacer para pagar por haberlo hecho enfadar, la sola idea me hizo llorar, mis lágrimas comenzaron a correr y el director se dió cuenta, en ese momento tenía que hacer algo para impedir que llamarán a Robert. Me arrodillé y le pedí al director que por favor no lo llamara, que yo podía hacer "cualquier cosa" que me pidiera de castigo, cómo lavar los baños, limpiar las aulas, que estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de no tener que enfrentar a mi padrastro. Nunca debí decir " cualquier cosa" , aquel hombre se acercó y me dijo que me levantara y me sentará en la silla, yo obedecí, y me senté, de repente empecé a sentir como puso su mano en mi muslo y la empezó a subir por debajo de mi falda, se acercó a mí oido y me dijo ¿Cualquier cosa?.
Enseguida entendí lo que quería, y pensé que más da hacerlo con este hombre si ya no había nada que perder, solo ganaba que Robert no me hiciera algo peor. Le respondí con mi voz llorosa: si, señor Thomas, cualquier cosa.
El hombre sonrió y se quitó de encima de mi, se sentó detrás de su escritorio, ví que anoto algo en un papel, me lo dió y me dijo
- te espero allí a la 1 de la tarde, el trato es el siguiente, irás allí por 3 días consecutivos, si cumples y te portas bien, solo pondré un llamado de atención en tu expediente y diré que no fui más severo porque es la primera vez y siempre fuiste una alumna modelo. ¿Aceptas ?
Tragué saliva, lo miré a los ojos y le dije
-trato hecho.
Salí de la oficina del director, y pensé definitivamente la mala suerte me persigue, salí de un violador y ahora me toca un pervertido, bueno por lo menos serán 3 días y en este punto ya me da igual, porque solo tengo que hacer lo que hacía con Robert, quedarme quieta , dejar que haga lo que quiera.
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