Hoy es una mañana muy soleada en esta pequeña ciudad, despierto un poco aturdida por el ruido que generan los autos en la calle, vivo en un pequeño apartamento frente a una avenida principal, transitan autos día y noche y después de tanto tiempo aún no me acostumbro.
Pago alquiler en este lugar hace cinco años, desde que inicie las clases en la universidad, la dueña es una señora ya cincuentona también es dueña de un Bar a unas cuadras de aquí, en las noche yo le ayudo a atender mesas y con eso solventó algunos gastos.
En el apartamento de enfrente vive Joaquín, es un chico algo extraño pero muy amable, siempre que me ve llegar sale a ayudarme a abrir la reja de la entrada ya que es algo dura y debo empujar con fuerza para poderla abrir.
¡Hace varios meses que está molestando esa reja y doña Judith nada que soluciona ese inconveniente!.
- ¡Buen día señorita Marcia!... Permítame y le colaboro, está reja cada día está más dañada y doña Judith esta mañana dijo que ya había llamado a un soldador, ojalá y venga pronto.- Dijo Joaquín.
- Hola chico, ojalá y sea pronto, me da pena contigo que siempre sales a ayudarme.-
- Bueno, siempre te veo llegar cuando estoy junto a mi ventana tocando la guitarra.-
- ¡Que bien! Te agradezco mucho la ayuda.- En ese momento ya estábamos frente a la puerta de mi apartamento. - Bien, ¿Quieres entrar a tomar algo?.-
- Gracias, pero...-
- Oye, nunca entiendo porque te da miedo entrar a mi casa, yo no soy acosadora ni nada peligrosa si eso es lo que te preocupa.-
- No es eso, es solo que... Me da pena.-
- ¡Ay por favor! pena de que, sigue, bebemos algo y luego me alistó para ir al Bar, hoy hay un evento especial y todas las meseras debemos estar ayudando.-
- ¡A si! Hoy celebran el cumpleaños del Bar -
- Exactamente.-
Entramos y le servi jugo que tenía en mi pequeña nevera vieja. Mientras el bebía su jugo yo cambié mis zapatos y recogí rápidamente mi pelo.
- Bien, ya podemos salir - Dije algo agitada.
- ¿Puedo preguntarte algo?.-
- claro chico, lo que sea.- Contesté sonriendo.
- ¿Jake y tú tienen algo?.-
- Jajaja, ¿Te refieres a que si somos novios? Nooooo... Él es un excelente amigo pero nada más, el simple hecho de que sea el hijo de doña Judith evita que podamos tener algo.-
- Pero... ¿Te gusta o sientes algo por él?.-
- Aaaa... Bueno Jake es muy guapo y la mujer que no se encante con su belleza estaría ciega pero no, realmente yo siempre lo he visto como un amigo, nada más. ¿Por qué me lo preguntas?.-
- No, curiosidad es que como los veo juntos todo el tiempo y siempre se abrazan pues... pensé que eran algo más que amigos.-
- Ok, entiendo pero... No, no somos más que amigos.- Salimos del apartamento, me ayudó con esa maldita reja y nos despedimos de lejos con una seña él agradeció el jugo y yo salí corriendo hacia el Bar, pero debo confesar que me quedo sonando la pregunta de Joaquín, bueno... más que la pregunta el porqué me preguntó eso, en fin, olvidemos eso.
Entré al Bar y todo estaba precioso, habían bombas brillantes, adornos exagerados y las luces lo hacían ver aún más llamativo
- Marcia, casi no llegas.- Grito Jake desde la Barra.
- ¡Hola! hoy si me demore un poco porque estaba presentando la tesis, ya prácticamente soy profesional querido.
- ¡Verdad! lo había olvidado cariño, ve a cambiarte porque en menos de una hora damos apertura al lugar.-
- ¡Si! chau.-
Me fui al camerino en dónde ya estaban las otras chicas.
- Pero bueno... revolcarse con el hijo de Judith si que da ventajas verdad - Dijo la imbécil de Luciana.
Ella siempre me a tenido rabia, las otras chicas dicen que es por la confianza que tenemos Jake y yo, siempre se ha sabido que ella se muere por él, pero Jake la detesta. No es para nada fea, al contrario es una chica muy bella de ojos negros, pelo negro estatura promedio y cuerpo perfecto, es solo que es una persona muy arrogante y esa actitud a Jake le molesta muchísimo.
- Sabes que sí, por eso es que entre más envidia nos tengas, más juntos nos verás.- Le contesté.
- Ridícula... Hablaré con Judith, aquí las reglas deben ser para todas.-
- ¡Ay por favor Luciana! Admite que ni por más quejas que le des a la jefe podrás sacar a Marcia, ella es la atracción de este lugar.- Dijo Melany a carcajadas.
Ella es muy linda, es una chica delgada, de piel blanca y con pecas en su rostro, sus ojos son color miel y tiene el pelo pintado de rojo, nos llevamos muy bien a decir verdad.
- Bueno me voy a cambiar, si no aquí la dama presente sufrirá un colapso nervioso.- Dije y me diriji a mi ropero a buscar el uniforme.
Siempre usamos pantalón negro ajustado, zapatos de tacón bajo con hebilla, camisa manga larga ajustada al cuerpo con el cuello redondo y un corbatín de color negro, el pelo debe ir siempre recogido en una cola alta y el maquillaje si corre por nuestra cuenta.
Melany siempre dice que soy la atracción de el lugar porque según ella soy la más hermosa.
Me miró al espejo para maquillar mi rostro un poco y decido detallarme por completo.
Soy una chica que mide 1:65... De piel blanca, ojos azules, cabello castaño Crespo por naturaleza, mi madre es crespa, mis pechos son grandes pero no tanto, mi cintura es bien marcada, tengo caderas y piernas anchas y buen trasero para ser honesta.
No entiendo porque ella dice que soy la más hermosa si de todas, la que tiene un cuerpo increíble es Luciana.
Pero en fin, a veces creo que Melany me echa el ojo ya que a ella no le gustan los hombres, pero luego recapacitó porque ella tiene su novia.
Es una completa locura mi vida, pero hoy estoy feliz ya que por fin entregué todos mis trabajos, la semana siguiente salen las notas y allí sabré si por fin me graduó y recibo mi tarjeta profesional, ¡Estoy más que feliz!.
- Pero bueno mi niña, bien hermosa que si eres y con esa sonrisa tan radiante vas a deslumbrar hoy en este lugar.- Dijo Jake al verme salir.
- ¡Gracias! pero las demás chicas también merecen ser alargadas no crees.-
- Es cierto, todas están bellísimas, ¡A trabajar! Mamá llegará en un rato así que por favor Luciana da apertura al lugar, Gracias.-
Luciana se dirigió a abrir las puertas y mientras tanto Melany y yo tomábamos las valeras para dar inicia a la solicitud de pedidos.
Transcurrió la noche en completa normalidad, el Bar a reventar y nosotras en constante movimiento junto a la jefe que decidió también ayudar a atender mesas debido a que Lola no pudo ayudarnos esta noche.
A las 3:00 AM salieron los últimos clientes del Bar y ya nos fuimos a cambiar para irnos a descansar.
A Melany la recogió su novia en la moto, Luciana vive justo frente al Bar y yo salía con doña Judith y Jake hacia el edificio.
- ¡Hoy fue una noche estupenda! - Dijo doña Judith muy alegre.
- Así es mamá, estuvo bastante movida.- Contesto Jake.
Al llegar al lugar Judith se adelantó al apartamento de ellos y Jake me ayudó a abrir la puerta de mi apartamento.
- Bien hermosa, quedas sana y salva en tu casa.-
- Gracias Jake, puedes ir a descansar.-
- Invitame a un último trago Marcia no seas ingrata conmigo.-
- No, tú estás algo tomado y tu mamá está esperándote, si quieres más bien yo te subo a tu casa si.-
- Está bien, pero te bebes un último trago antes de ir a dormir.-
- Bien vamos.-
Subimos las escaleras, y en esas Jake me arrinconó contra la pared.
- Marcia, tú sabes que me encantas ¿Verdad? Nunca he entendido porque no me aceptas una salida, pero tampoco te voy a faltar al respeto por más bebido que yo esté, así que mejor vete a tu casa.-
- Déjame acompañarte hasta la puerta luego me voy a mi casa si -
- ¡No!... no no no, tenerte cerca me pone mal y no voy a faltarte al respeto así que vete a descansar.-
- Está bien, por eso te quiero.- Le di un beso en la mejilla y baje de nuevo a mi lugar de descanso.
Justo cuando iba a entrar Joaquín apareció frente a mi puerta.
- ¿Ese idiota intento hacerte algo?.-
- ¿Qué? ¡Que te pasa chico! claro que no, estoy segura de que correría más riesgo contigo que con él y ahora permiso que quiero descansar.- Fui a cerrar y el puso su bota en el borde para no dejar cerrar la puerta.
En ese momento debo decir que sentí algo de escalofrío.
- ¡No quería molestarte señorita! Es solo que me preocupo porque estés bien.-
- ¡Bien! Déjame aclararte algo Joaquín, yo no estoy buscando un guardaespaldas, no me interesa que sea usted quién me cuide, Jake es mi amigo y si en algún momento me decido a que seamos algo más ese es asunto mío está bien, así que si no sabe mantener la distancia y ser prudente entonces es mejor que a mí no se me vuelva a acercar ¡Quedó claro!.- No me fijé que había subido demasiado mi tono de voz y solo cuando vi bajar a Jake fue que reaccione.
- ¿Que demonios está pasando hermosa?.- Grito Jake mientras bajaba rápidamente la escalera.
- Nada cariño, no pasa nada, es solo que teníamos una discusión pendiente con Joaquín y se dio el momento, nada más.- Contesté algo nerviosa.
Joaquín solo miraba con una cara de furia a Jake.
- ¡Cómo! acaso ustedes...-
- ¡No! Joaquín y yo no tenemos nada en común es solo que teníamos pendiente... un reclamo por el gato de el que hizo daños en mi cocina, nada más.-
- ¿Estás segura Marcia?.-
- Si si... es más él ya se va a entrar a su apartamento ¿Verdad?.- Le dije mirándolo a los ojos muy molesta
- A sí, ¡Controle a esa loca! A veces suele pelear por bobadas.- Dijo Joaquín mientras entraba a su apartamento pero sin quitar la mirada de mí.
Debo ser sincera ese tipo me ha comenzado a generar algo de miedo, es muy raro, nunca he visto a nadie llegar a su casa y cuando llega está encerrado la mayor parte del tiempo.
- ¡Bueno bonita! Entra a descansar.-
- Jake, ¿Te puedo pedir algo?.-
- ¡Claro! lo que sea.-
- Acompañame esta noche.-
-¿Que? Marcia saber qué...-
- Lo sé, y no te estoy diciendo que vamos a hacer algo indebido ni nada parecido, solo que... no quiero sentirme sola, acompañame aunque sea a dormir si.-
- ¡está bien! pero...-
- Sshhh, No hay ningún pero.-
Entramos y descargue mi maleta sobre el pequeño sofá, luego fui a mi habitación y allí me puse la pijama, Jake mientras tanto se estaba preparando un café, ya eran las 4:00 AM.
Al salir de mi habitación vi que Jake quedó completamente paralizado viéndome de arriba a abajo.
Sus espectaculares ojos café hicieron que mi piel se erizará completamente, definitivamente ese hombre era hermoso, su cuerpo era bien trabajado y su aroma era delicioso, inevitablemente me estaba encantando mi amigo.
"Claro que no pendeja, es tu amigo". Me grito mi subconsciente.
- ¡Toma tu café hermosa! vamos a descansar, me siento bastante agotado.- Dijo carraspeando su garganta.
- Claro que sí.-
- Lo que veo es que tú sofá es demasiado chico para mí.-
- ¡Claro que no te vas a quedar ahí! en mi cuarto, mi cama es grande, por favor, mira te prometo que ahora cuando logremos descansar un poco y que los tragos te pasen te diré porque no quiero estar aquí sola sí, por favor -
- Estás muy extraña Marcia, solo espero que el loco de enfrente no tenga nada que ver con esto.-
- Olvidemos todo y vamos a dormir si.-
Al entrar al cuarto vi a ese monumento de hombre quitar su chaqueta y luego su camiseta.
¡Dios mío! dejar pasar a ese deleite de seguro es un pecado, me fui rápidamente al baño y allí comencé a inhalar y exhalar fuertemente porque mi corazón se me iba a salir por la boca, en verdad jamás imaginé que Jake pudiera ponerme tan nerviosa.
Carajo, no puedo ser yo quien dañe esta amistad, él es el hijo de mi jefa, dueño de este lugar prácticamente.
" Uy noooo... en serio lo vas a dejar pasar, no seas boba Marcia, esa delicia después se va a cansar de esperarte" mi subconsciente como siempre, en unas me hace razonar y en otras no me ayuda en nada.
Ufff... salí del baño y allí estaba ese hermoso hombre completamente dormido en mi cama.
Definitivamente, perdí esa oportunidad, el estaba tomado y yo... bueno yo tenía miedo con el idiota que vive en frente, en verdad todo lo que sucedió hace un rato fue muy loco y extraño.
Decidí ir despacio y me recosté a su lado, comencé a detallar su perfecto torso y los pocos tatuajes que tenía en sus brazos, no pude evitar más y recargue mi cabeza sobre su pecho inhalando su delicioso aroma.
Me estaba cogiendo por fin el sueño cuando Jake se giró y me abrazó pegándome un poco más a él.
En ese momento sentía que mi cuerpo ardía por completó pero él estaba bien dormido.
Después de respirar profundo varias veces logré cerrar mis ojos y conciliar el sueño.
Abrí mis ojos con dificultad y me di cuenta que Jake no estaba al lado mío, no supe a qué hora se fue, y debo ser honesta, sentí una incómoda punzada de disgusto en mi vientre.
Me estire y agarre mi teléfono, vi que ya eran las 12:30 PM.
Cielos, ya es demasiado tarde.
Me levanté y recogí mi pelo en una cola, entre al baño y cepille mis dientes sintiéndome aún dormida y luego salí hacia la cocina, pero vaya sorpresa la que me lleve cuando vi a ese hermoso hombre sentado en mi pequeño sofá, bebiendo una taza de café.
- ¡Buenas tardes hermosa! ¿Lograste descansar?.-
- Jake, pensé que te habías ido.- Dije sonando algo nerviosa
- Tranquila, si es lo que quieres ya mismo me retiro.-
- ¡Nooo! no, es solo que... aajjj olvidalo.- Me dirigí a la cafetera para servir café también y al voltear Jake estaba ahí, frente a mí con su hermosa sonrisa.
- ¿Te puedo preguntar algo nena?.-
- Por supuesto.- Dije girándome de nuevo hacia la cafetera haciendo que servía un poco más de café.
- ¿Porqué últimamente noto que te pones nerviosa a lo que me acerco a tí? ¡Y no estoy tomado si es lo que vas a decirme!.-
- Bueno, no lo sé, tal vez porque hace mucho tiempo no tenía un hombre tan cerca -
- ¿Hace cuánto tiempo?.-
- Uuufff... tuve un novio recién inicie la universidad y como era de esperarse el imbécil se metió con una de las maestras, yo lo quería muchísimo, en verdad me dolio demasiado ver esas escenas así que jamás volví a dirigirle la palabra a ese maldito imbécil y tampoco volví a estar cerca a ningún hombre, osea hablamos de unos 3 años y más.-
- Wow, pero bueno, ¿Es solo por eso?.-
- Ammm si claro que es sólo eso, no te asustes sabes que te quiero mucho.-
- y tú sabes que me encantas verdad.-
- Si, me lo haz dicho muchas veces y...-
- Sshh, no digas nada, sé que me dirás lo de siempre, que me ves solo como tu amigo, que soy el hijo de la jefe, que no quieres dañar la amistad nuestra en fin.-
- Jake, ¡tengo miedo! miedo de que pase algo entre los dos y que yo pueda lastimarte, miedo de perder mi empleo, miedo de que esto se vuelva un compromiso que no quiero.-
- ¿Cómo vas a decir eso cariño? uno mi mamá te adora así que no te va a dejar ir así como así de su negocio, dos no puedo prometerte que soy un hombre perfecto pero realmente me encantas, no soy de tener amores fijos ni sueño con casarme y menos con construir un hogar porque eso no me gusta en absoluto, pero eso no me hace mala persona, eso no me impide admirar ni mucho menos evita que me encantes tanto.-
- No, yo tampoco quiero un marido, ni menos hijos, no por ahora pero... no se, si tuviésemos algo ¿Que compromiso habría Jake? Te lo pregunto porque realmente me pones nerviosa porque me encantas.-
- Ningun compromiso que tú no quieras, somos adultos, somos y siempre seremos amigos, podemos pasar un buen rato siempre que lo deseemos pero eso no nos impide conocer a nuestro verdadero amor Marcia, aquí donde me vez en este momento opino así pero quién quita y en algún momento si logré conocer a la mujer de mi vida.-
- Ufff... En serio que esto es una locura.-
Sin decir más nada, me lancé al ruedo y le plante un exquisito beso en esos perfectos labios a ese delicioso hombre.
- ¡Santo Dios! eso fue... - Dijo Jake en el momento en que nos separamos para tomar aire.
- Lo siento pero en serio que desde esta madrugada moría de ganas por hacer esto, y no me veas cómo que soy una fácil pero es que tú con tu sexi cuerpo idiotizas a cualquiera.-
- A sí, bueno cada que lo quieras hacer por favor no lo dudes, yo soñé con ese beso por mucho tiempo y realmente a sido mejor de lo que esperaba.- Dijo sonriendo.
- Bueno y vamos a seguir hablando o aprovechamos un rato de la tarde para calmar los antojos.- Le dije guiñando un ojo y alejándome de la cocina.
De pronto sentí sus manos agarrar mi cintura, de un solo jalón me pegó contra la pared de la sala y comenzo a besarme de una manera desenfrenada, mi cuerpo ardía locamente mientras mis manos agarraban su pelo y acariciaban todo lo que encontraban a su paso, poco a poco sentí que sus manos fueron llegando a mi zona prohibida y generaba caricias por encima de mi short, yo retire su camiseta y luego comencé a soltar los botones de su pantalón, sentía como su paquete estaba duro y latente ante cualquier caricia.
Pero... Justo en ese momento sonó el timbre.
- No vayas hermosa déjalos que quemen ese timbre, mientras tanto tú y yo calmamos este deseo que nos está volviendo locos-
- Aajjj, puede ser tú mamá o algo urgente.- Dije sonando demasiado exitada.
- No lo creo.- Siguió besándome y agarrando mis pechos con fuerza.
De pronto volvió a sonar el timbre pero era más insistente
- ¡Demonios!... No puedo Jake déjame ver quién carajos es, sí.-
- Bien, él se fue hacia el baño y yo medio acomode mi cabello y mi pijama, tome aire recuperando mi postura para ir a abrir.
Volvió a sonar el timbre aún más seguido.
- ¿Que pasa? Me van a quemar el timbre carajo.- Grite mientras abría.
- Marcia, lo siento sé que estabas durmiendo pero es que necesitamos a Jake pronto en el Bar, se ha presentado un inconveniente y doña Judith se encuentra detenida.-
- ¿Qué? pero que estás diciendo Lola, porqué.-
- Es que ella llegó con un tipo al Bar y se encerraron en la oficina un buen rato, luego el tipo salió furioso y ella salió detrás, ella quiso agarrarlo y él la empujó haciéndola caer, en eso entraba yo y al ver eso me lancé a golpearlo y Judith se levantó furiosa y saco el arma de su bolsa y le propinó un disparo en una pierna.-
- ¿Que... pero no supiste quien era el tipo?.-
- No -
- Hola Lolita, yo si sé quién es, y no te preocupes es un maldito estafador, lo que no entiendo es porque mamá está detenida.-
- Bueno yo me puse muy nerviosa al ver que al tipo le salía mucha sangre, así que llame una ambulancia y detras llegó la policía y se la llevaron detenida que por intento de homicidio.-
- ¡Mi madre y sus malditos caprichos que solo dan problemas!.-
- Pero, espera me ducho y te acompaño jake.- Dije muy angustiada.
- No te preocupes todo estará bien, luego nos vemos y... hablamos.- Dijo Jake sonriendo y guiñando su ojo mientas salía.
- ¡No sabía que tú y Jake en verdad tuvieran algo!.- Dijo Lola asombrada.
- No tenemos nada mujer, somos amigos, muy buenos amigos nada más.-
- ¡Si, claro!.- Dijo y se fue.
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