Desde niños nos dicen y nos hacen creer que el amor es lo mejor del mundo. Que cuando crezcamos y encontremos a la persona que nos ame y que nosotros la amemos seremos felices para siempre.

Uno de niño con la mente e imaginación inocente se cree toda esa sarta de estupideces creando en su mente un sin fin de cuentos de hadas con "finales felices".

Así mismo lo creí yo, siempre esperando a la persona correcta a quien amar y a quien entregarle lo mejor de mí para así poder ser felices para siempre.

Yo en mi niñez soñaba con encontrar una mujer hermosa, de ojos claros y con buenos sentimientos. Sin embargo lejos de siempre haberme imaginando eso a mis 17 años mientras transcurría mi cuarto semestre de preparatoria conocí a la persona que puso mi mundo patas para arriba.

Ese día después de haber sido plantado por una chica de mi clase con quien se suponía tendría una cita en el cine para ver una película y después de que ella misma me hablara diciéndome que estaba "enferma y no podía salir", y yo estúpidamente le creí al punto de preocuparme por ella. Sin embargo minutos después la mire caminar por la otra acera feliz y del brazo de otro chico.

Lleno de desilusión entre a un café que quedaba justo enfrente del cine y ahí fue donde todo pasó.

Pedí un café helado con crema batida y cuando me lo entregaron perdido en mis pensamientos me dí media vuelta tan rápido que no me dí cuenta que alguien estaba detrás de mí tirándole el café encima.

_ Perdón._ Le digo avergonzado pero en cuanto me encuentro con sus penetrantes ojos marrón me perdí en ellos.

_ No pasa nada, fue mi culpa por estar mirando a otra parte._ Me dice mirándome fijamente que por algún motivo me puso nervioso y mi corazón se aceleró.

Después de ese incidente los dos, ¡sí los dos!, porque él era un hombre al igual que yo, decidimos tomar un café juntos para según nosotros disculparnos mutuamente por el incidente.

_ Mi nombre es Jhon Hills es un placer conocerte..._ Me dice estendiendo su mano hacia mí.

_ Soy Christian Zurita._ Le digo correspondiendo su saludo.

En ese momento sólo nos presentamos por nombres, pero apartir de ese día sin querer o queriendo, seguido iba al mismo café y siempre lo encontraba ahí.

Con el pasar de los días nos hicimos amigos y compartimos números, comenzamos a ir al cine, de compras y a comer juntos.

Jhon me dijo que venía del estado de Nevada y que estaba aquí en los Ángeles para estudiar la Universidad, me dijo que en su familia solo eran sus padres y él. Yo le dije que yo aún me encontraba en la preparatoria y que mi familia constaba de mis padres, de mi hermano mayor y yo.

Jhon era una persona muy amable y atenta conmigo, que sin querer lentamente me fuí enamorando de él y lo dejé de ver como un simple amigo. Obviamente yo no le dije nada de mis sentimientos hacia él, siempre traté de esconderlos en lo más profundo de mi corazón para que él no los notara y se apartará de mí.

Sin embargo un año después de conocerlo, precisamente el día que me gradué de la preparatoria él se me confesó y yo por supuesto más que feliz lo acepté.

A mis 18 años pensé que todo lo que había esperado en mi vida había llegado, Jhon quien era dos años mayor que yo hizo que todos mis días fueran felices.

Realmente nos amábamos tanto que despertó el deseo entre los dos provocando que una noche me entregara en cuerpo y alma a él.

Hicimos el amor en un cuarto de un hotel muy famoso y elegante que Jhon había reservado para que nuestra primera noche fuera inolvidable y así lo fue, convirtiéndose en la mejor noche de mi vida.

Pasamos varios meses de novios sin decirles a nuestras familias de esto, sin embargo la felicidad nunca dura para siempre, un día al regresar a mi casa apenas crucé la puerta fuí recibido por mi padre quien me golpeó salvajemente, según él por ser un asqueroso aberrado.

Mi hermano mayor quien me veía con cara de asco me mostró una fotografía en su celular donde aparecía de la mano junto a Jhon en el parque que solíamos visitar.

Aunque mi madre trató de defenderme yo le hice frente a lo que yo mismo había decidido... Mi amor por Jhon.

Así que me armé de valor y le dije la verdad a mis padres, enfureciendo aún más a mi padre quien claramente se proclamó homofóbico y me golpeó salvajemente hasta dejarme inconsciente y tendido en una camilla de hospital por tres días.

Luego de salir del hospital mi casa se convirtió en una prisión teniendo como celador y verdugo día y noche a mi propio hermano.

Un día en medio de la penumbra de la noche y en un descuido de él me escapé a media noche.

Descalzo y en pijama fuí en busca de Jhon quien vivía en el departamento de sus padres que tenían en la ciudad cerca de la Universidad donde este asistía.

Toqué desesperadamente el timbre sin tener respuesta, hasta que comencé a llamarlo mientras lloraba desconsolado y casi de inmediato se abrió la puerta.

Él al verme en el estado que estaba me abrazó y comenzó a llorar conmigo.

Desde ese día no regresé a mi casa y comencé a vivir con él.

Mi familia por supuesto me dio la espalda y desde ese momento dejé de ser parte de esta.

Mi madre sólo una vez vino a visitarme a escondidas de mi padre, pero como yo no quería que se metiera en problemas con él le pedí que no volviera, que yo estaría bien y que no se preocupara por mí, además le prometí que estaría bien y que yo la llamaría seguido por teléfono cuando ellos no estuvieran en casa.

Pensé que sólo mi familia estaría en contra de nuestra relación hasta que un día sin aviso los padres de Jhon llegaron de sorpresa al departamento y le pusieron un ultimátum que consistía en que, o me dejaba o se olvidaba de ellos y su ayuda económica para siempre.

Sin duda la respuesta de Jhon me sorprendió.

^^^Continuará...^^^

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Ante el ultimátum que sus padres le dieron, Jhon me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos y les dijo firme que si lo ponían a escoger, él siempre me iba a escoger a mí sobre todas las cosas.

Con esa respuesta su padre enfurecido se levantó y le gritó que si eso quería entonces tomáramos todas nuestras cosas y nos largaramos a la calle, porque según él, no iba a estar manteniendo un par de malditos y asquerosos homosexuales.

Luego de decirnos eso el señor camino furioso hacia mí mientras me apuntaba con el dedo y me acusaba de habermele metido por los ojos a su hijo.

Me ofendió gritandome furioso que yo era un muerto de hambre que tenía que estar vendiendo el culo por un par dólares.

Él señor intentó golpearme en varias ocasiones pero para mí suerte Jhon lo detuvo antes de que lo hiciera.

Los padres de Jhon después de despotricar, maldecirme, juzgarme y advertirme se fueron tal y como llegaron.

Luego de que ellos se fueran yo estaba muy sensible por lo que había pasado y me preguntaba una y otra vez, ¿si era verdad que esto lo había provocado yo?.

Jhon me tranquilizó demostrándome su apoyo y su amor llenandome de ternura, caricias y besos mientras me decía que yo no tenía culpa de nada logrando con eso reconfortarme.

Pero como ya su padre nos lo había advertido casi al caer la noche varios sujetos enviados por su padre llegaron al departamento y prácticamente nos botaron a la calle. Jhon tuvo que interceder y pedirles que por lo menos dejaran que sacaramos nuestras pertenencias personales.

Los hombres se miraron entre sí y luego asintieron mientras nos decían que teníamos cinco minutos para hacerlo.

Con nuestras maletas en mano salimos del departamento y nos fuimos a alquilar un cuarto de hotel para pasar la noche.

Al llegar a la recepción del hotel Jhon trató de pagar con su tarjeta bancaria pero esta no pasó. Por suerte yo tenía una mía conmigo, mi madre el día de mi cumpleaños me la había regalo con un monto de mil dólares que jamás había tocado pero al vernos en esta situación era momento de usarlos.

Esa noche ninguno de los dos pudo dormir. Solamente nos acostamos en la cama y comenzamos hacer planes para el futuro.

Decidimos que lo mejor sería rentar un departamento económico. Jhon seguiría asistiendo a la universidad mientras que yo me tomaría un año sabático y comenzaría a trabajar para sustentar los gastos.

Por supuesto Jhon no estaba del todo de acuerdo con esto pero al ver que a él le faltaba muy poco para terminar su carrera accedió aunque dijo que él también conseguiría un trabajo de medio tiempo.

Con nuestros planes decididos, a la mañana siguiente nos pusimos en marcha.

A la mañana siguiente después de comer el desayuno que sirve el hotel lo primero que hicimos fue buscar un departamento con las tres "b", bueno, bonito y barato, pero todos estaban carísimos y con lo que teníamos en ese momento no nos alcanzaba ni para el depósito que pedían.

Por suerte para nosotros encontramos un anuncio donde se rentaba un pequeño estudio. De inmediato nos pusimos en contacto con la señora que lo rentaba, nos dijo que estaba equipado con refrigerador y estufa y de inmediato hicimos el trato sin ir a verlo, lo único que queríamos era un lugar donde vivir.

Al llegar a este supimos porque era tan barato, ya que era bastante viejo y olía mucho a humedad. Pero por el costo nos quedaba muy bien así que le dijimos que nos quedaríamos con el.

La señora no nos hizo contrato ni nada, solo nos dijo que mes a mes le pagaríamos la renta y servicios incluidos, a nosotros nos pareció bien y aceptamos.

La señora al ver que solamente traíamos con nosotros un par de maletas nos dijo muy amable que tenía una vieja cama que no necesitaba y que sí la queríamos era de nosotros, pero el problema era que solo era una. De inmediato Jhon le dijo que si la queríamos y él dormiría en el piso hasta conseguir otra.

Obviamente dormiría conmigo como todas las noches, solo que dijo eso para que la señora estuviera tranquila.

Al ver la cama nos llevamos una sorpresa ya que sí estaba vieja, pero con un poco de pintura quedaría perfecta por ahora.

Con el poco presupuesto que nos quedó apenas y pudimos comprar unos cuantos vasos de sopa instantánea, unas botellas de agua, café y algunos productos de aseo personal.

Yo veía a John que en su rostro se reflejaba tristeza e impotencia, obviamente él nunca tuvo que pasar por estas miserias en su vida y se veía que le estaba costando bastante.

Un par de días después al verlo tan deprimido tuve el valor de decirle que si quería regresar con su familia no se preocupara por mí, que yo estaría bien. Por supuesto que sí se iba no iba a estar bien, pero prefería verlo feliz lejos que tenerlo cerca y verlo tan infeliz.

John al ver como aguantaba mi dolor al proponerle eso, me abrazó fuerte y me dijo que él se sentía mal por tenerme en esta situación, pero que él no se quería alejar de mí, que él era feliz estando conmigo.

Esa noche hicimos el amor en ese pequeño estudio que ahora se había convertido en nuestro hogar.

Los días fueron pasando uno a uno, Jhon seguía asistiendo a la universidad y los fines de semana trabajaba en un restaurante italiano como mesero donde recibía muchas propinas por su cara bonita.

Yo tenía dos trabajos, trabajaba en un restaurante de comida rápida tiempo completo que eran 8 horas y después me iba casi corriendo al otro que era medio tiempo en una cafetería.

Los primeros meses nos fue difícil al principio pero nos acostumbramos y nos amoldamos a este estilo de vida.

Yo daba todo de mí y creo que Jhon hacía si mayor esfuerzo.

Me encantaba que cuando regresaba después de un largo día de trabajo él me esperara con una sonrisa y la cena servida.

_ Bienvenido Chris, ven siéntate te preparé la pasta que te gusta._ Me dice encontrándome feliz mientras me deja un beso en los labios.

_ Gracias Jhon tu pasta es la mejor del mundo._ Le digo abrazandolo fuerte de la cintura.

_ Eso me lo dices porque me amas._ Me dice tomándome de las mejillas para verme a los ojos.

_ Claro que te amo Jhon, te amo con toda mi alma._ Le digo enredando mis brazos en su cuello.

_ Yo también te amo y te juro que pase lo que pase yo siempre estaré a tú lado... Te lo prometo Chris._ Me dice mientras yo le asiento feliz y de inmediato nos fundimos en un beso apasionado.

Pero hay veces que es mejor no hacer promesas que no se van a cumplir.

^^^Continuará...^^^

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Nuestra vida cada vez fue más llevadera. Arreglamos y pintamos el estudio para que se viera más bonito y hacerlo aún más nuestro hogar.

Como solo contábamos con la cama comenzamos a visitar las ventas de garaje y compramos un sofá muy bueno a un precio muy económico.

Ese era nuestro primer mueble que comprábamos y que nos hizo muy felices. Luego de eso siguió una pequeña mesa con dos sillas, una mesita de noche, un par de plantas para darle vida al espacio.

Nuestro "nidito de amor" se veía hermoso y nosotros tratábamos de tenerlo siempre limpio.

De verdad en ese tiempo éramos completamente felices que no pedíamos nada más. Jhon seguía siendo muy bueno y cariñoso conmigo, cada día me hacía sentir tan amado y protegido.

Yo también trataba de darle lo mejor de mí en cada momento, siempre le hacía saber cuanto lo amaba.

Los meses fueron pasando y nosotros seguíamos viviendo en nuestra burbuja de amor, donde todo lo que nos importaba era eso nuestro amor... Un amor que creí que sería para siempre.

Un año después...

A pesar de que solo iba a tomar un año sabático no podía ingresar a la universidad ya que no podíamos solventar los gastos de los dos, tanto matrículas, libros, material, pasajes y todo lo que se necesita. Aparte teníamos que seguir pagando mes a mes la renta, servicios públicos y alimentos.

Así que para que Jhon siguiera estudiando nuevamente fuí yo el que siguió trabajando.

La verdad no me pesaba hacerlo porque lo hacía con amor, además de que yo nisiquiera había pensado en algo que quisiera estudiar por lo que convencí a Jhon que él siguiera adelante y terminara su carrera de derecho que cada vez le faltaba menos.

Él aceptó pero se podía ver en su expresión que le costaba mucho. En ese momento no le tomé tanta importancia porque creía que se culpaba o se sentía mal, porque él tenía una vida universitaria y yo tenía que trabajar doble turno, así que desde ahí yo lo comencé a apoyar a un más y aunque estuviera cansado, estresado, lo escondía para no hacerlo sentir peor de lo que yo creía que se sentía.

Aunque yo tuviera el cuerpo adolorido, cansado, con un sueño infernal, siempre ante él me hacía el fuerte y le mostraba mi mejor cara y mi mejor sonrisa.

Los días siguieron pasando, las semanas y los meses y de pronto se llegó mi cumpleaños número 19.

Ese día era mi descanso, cuando Jhon salió de la universidad me sorprendió al llevarme a cenar al restaurante italiano donde trabajaba los fines de semana. Comimos una deliciosa pasta y después fuimos a caminar a la playa mientras nos tomábamos las manos y saboreamos un helado, él uno de chocolate y yo de vainilla ya que es mi sabor favorito.

Se sentía increíble la brisa fresca del mar cuando chocaba contra nuestros rostros, el sonido de las olas chocar contra las rocas era tranquilizador y una imagen hermosa de la luna llena reflejada sobre el agua del mar era realmente hermoso.

En ese momento sentía que volaba de la felicidad. Estar contemplando tal belleza de paisaje y estar de la mano con el hombre que amo era maravilloso... perfecto.

En silencio le daba las gracias a dios y al universo de haberme permitido ser tan feliz cuando Jhon me jalo hacia él abrazandome por mi cintura.

_ Feliz cumpleaños Chris espero que te la hayas pasado bien y que seas feliz toda tú vida._ Me dice mirandome a los ojos.

_ Claro que me la pase increíble y por supuesto que seré feliz porque tú estás conmigo._ Le digo abrazandolo del cuello mientras me pongo de puntitas para dejarle un beso en los labios.

Aunque era de noche y el lugar estaba oscuro pude ver perfectamente que expresión puso con el reflejo de la luz de la luna llena.

Claro que me di cuenta que nuevamente puso una expresión de tristeza, de dolor o como si algo lo estuviera molestando. Intente preguntarle que le pasaba porque a mí me dolía mucho ver esa expresión en su rostro, pero antes de que lo hiciera él me tomó suavemente de las mejillas y comenzó a besarme.

Un beso cálido y tierno que poco a poco se fue convirtiendo en uno húmedo y apasionado.

Nos besamos por varios minutos hasta que la falta de aire hizo que nos separaremos un poco.

_ Te amo Chris._ Me susurra sobre los labios mientras posa su frente contra la mía.

_ Yo también te amo mucho y me encanta ese sabor a chocolate que tienen tus labios._ Le digo con la respiración agitada mientras busco desesperadamente sus labios.

Él suelta una pequeña y ronca sonrisa para luego decirme sobre los labios antes de besarme.

_ Y a mí me encanta todo tú cuerpo con sabor y olor a vainilla._ Me dice en un rojo seductor y sexy.

Después de decirme esto los dos nos fundimos nuevamente en un largo y apasionado beso que provocó que nuestros cuerpos pidieran algo más que solo besos, por lo que casi corrimos hasta a nuestro estudio donde apenas cruzamos la puerta comenzamos a desnudarnos el uno al otro.

Totalmente desnudos comenzamos a darnos placer y hacernos sentir bien.

Nos conocemos y nos complementamos tan bien que cada uno conoce perfectamente las partes placenteras del otro.

Jhon se vuelve loco cuando muerdo sus orejas y yo me estremesco bajo su piel cuando muerde mi espalda o cuando besa desesperadamente mi cuello. Él sabe perfectamente que hacer para hacerme sentir bien y llevarme a tocar la cima del cielo con mis dedos.

Él es tan cuidadoso y amable cuando acaricia mi piel, que me hace sentir como si yo fuera de porcelana y tuviera miedo a quebrarme, es tan delicado su toque que me encanta y me hace sentir extremadamente amado.

Sin embargo cuando se apodera de mi cuerpo, al principio sigue siendo delicado, cuidadoso y amoroso, pero conforme van pasando los minutos todo lo anterior se le olvida y se vuelve una bestia feroz, llena de lujuria y deseo que a mí eso me fascinana y me vuelve loco.

La noche de mi cumpleaños número 19 fue una de las mejores noches de mi vida, que hasta llegué a desear que cada año fuera igual, sin embargo nada sería igual.

^^^Continuará...^^^

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