...*DASHA*...

Soy Dasha Swan, tengo 27 años, Mido 1,60 Mi cabello es rojo y mi ojos azules.

Soy una de las herederas del imperio ruso, pero yo lo rechacé no me gusta esta eso de andar vendiendo drogas o armas, yo soy más de hacer el trabajo sucio.

Yo solo asesiné y por eso me gané el apodo la reina roja, soy una sacaría o mejor dicho una asesina a sueldo.

Mi carácter es frío, arrogante y soy muy calculadora, pero no siempre fui haci. Yo era buena no era tan despiadada como ahora.

Mi carácter cambió hace dos años atrás cuando un hijo de puta me golpeó y me violo solamente por una maldita obsesión conmigo, él me rompió. Él rompió lo último Bueno que había en mí, estuve meses encerrada esperando a que alguien me fuera a buscar porque yo esta muy débil pero tardaron demasiado.

Ahora ya no sé diferenciar lo que es bueno o malo, el hombre ese creo un monstruo que veo todas las mañanas en el espejo, mi familia ya no me reconoce no soy la mujer que mis padres criaron y ya no soy la hermana que da todo por todos. A mi nueva yo no le interesa asesinar a niños inocentes o mujeres embarazadas.

Yo ahora asesiné sin pensar, y ahora me doy cuenta de que los monstruos no nacen sino que se hacen, y el maldito hijo de puta que me lastimó me convirtió en uno.

Mi familia intento comprenderme, pero ellos no sufrieron lo que yo, a ellos no los golpearon y violaron por meses a mí sí. E intentado que todo siga igual, pero nada funciona yo veo mi reflejo cada mañana y no hay nada bueno en él. Cada vez que veo mis manos veo sangre. La DASHA de ahora solo es un arma letal sin control.

Soy Experta en manejo de cualquier tipo de vehículo terrestre, aéreo y marítimo.

Tengo la habilidad especial de combate cuerpo a cuerpo, estrategia e inteligencia militar.

Soy Experta en el manejo de las tecnologías de comunicación e información con conocimientos técnicos avanzados en computación y programación.

Experta en manejo de armas pesadas, armas cortas y largas. Desactivación y construcción de bombas.

También soy la mejor con los arcos y las flechas, desde muy pequeña me han gustado y he aprendido con profesionales y ahora soy mejor que muchos arqueros famosos.

Soy una mujer prodigio, termine la secundaria a los trece, me gradúe a los 18 e hice mi internada asta los 21, y me recibí de cirujana pediatra. Y antes de que nazca mis sobrinos estudié para ser partera

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Son la 6:00 de la mañana el día esta gris anunciando una lluvia, ya estamos cerca del invierno y eso se nota en el cielo. Como todos los días hoy me levanté por las pesadillas que me acechan cada vez que cierro mis ojos.

Me levanto de la cama y tomo una ducha rápida, me visto con algo cómodo, hoy opté por un pantalón blanco, un top negro y un saco blanco

Cuando bajo veo a Francesca desayunando café con tostadas y jugo de naranja, yo me siento frente de ella.

— Buenos días mi pequeña frutilla.

— Hola Rubia, que tenemos hoy en la agenda?

— Tenemos un viaje a Alemania y nos quedaremos allá por unos meses.

— Te sigues viendo con el Adam?— pregunto al notarla un poco emocionada.

— Si, pero solo es Sexo y nada más.

— Vamos a hacer como que te creo— yo me levanto de la silla— Voy a entrenar arquería llámame cuando estés lista.

— No piensas desayunar?

— No me levanté con apetito.

— Dasha tienes que comer algo.

— Luego tomo un té— yo salgo y voy asta el galpón que está detrás de la casa.

— Hola señora Dasha— me saluda uno de los guardias, yo solamente doy asentimiento de cabeza como saludo— Quiere a una de las presas?

— Sí, Recuerdas el violador de hace unos días?— él asiente— Lo quiero afuera, voy a preparar mis cosas.

Yo voy a buscar mi arco y flecha para comenzar mi casa. Luego de dos minutos mi guardia trae al hijo de puta.

— Señora por favor tenga piedad, juro por mi vida no volver a tocar a nadie.— suplica mientras se arrodilla.

— Reglas simples tienes tres minutos para escapar, si yo no te encuentro eres libre, pero si te encuentro considérate muerto— yo tomo mi navaja y le corto las piernas.— Esa es la piedad que vas a tener, corre tiempo— digo Mientras lo empujó y lo veo corre como si lo persiguiera el mismo diablo y pobre no sabe que soy peor que el mismo diablo.

Después de los tres minutos yo comienzo mi búsqueda, busco por todo el bosque y para tener mejor vista me subo asta uno de los árboles, cuando lo veo escondido en un hueco.

— Señores se cancela la búsqueda él ya escapó!— miento, cuando todos mis hombres se alejan el desgraciado sale de su escondite, yo desde el árbol preparo mi arco y mi flecha cuando ya lo tengo en la mira dejo escapar mi flecha haciendo que lo atraviese, veo como su cuerpo cae y no hay mejor satisfacción que ver como un cuerpo sin vida cae a tus pies.

— Quiero que se deshagan del cuerpo— digo cuando bajo del árbol.

— Señora se lo damos a sus bebés?

— No, no Quiero que mis bebés coman mierdas como estos tipos. Quiero que los corten en pedazos y lo se lo den de comer a los miserables que están dentro de ese galón.

— Si señora— dice con cara de repugnancia.

— Cambia esa cara.— digo antes de alejarme de él.

— Dasha! Vamos— grita desde la entrada.

— Me manché con sangre— digo dándome vuelta.

— No, estás limpia.

— Ok nos podemos ir, ya llevaron tus maletas?— le pregunto.

— Si y también las tuyas.

— Gracias.

— Mañana es el cumpleaños del pequeño frey vamos a ir?

— Si, su regalo debe estar llegando en unas horas en un avión a Rusia.

— Que le compraste?

— Un auto coleccionable, es uno muy antiguo solo hay doy en el mundo y uno de esos dos lo compré yo a millones de dólares.

— va a cumplir cuatro años nomás.

— Lo sé, pero ya va a comenzar sus prácticas y tengo el presentimiento que le van a gustar los autos.— digo con aburrimiento— Nos vamos?

— Sí.

Nosotras salimos de la casa rumbo al aeropuerto.

...*DASHA*...

Cuándo llegamos a Alemania vamos asta uno de nuestros departamentos, acomodamos todo y salimos rumbo a la mansión de los stain.

Cuando llegamos unos guardias nos permiten el paso.

— Hola chicas— Saluda Masón con su típica sonrisa de psicópata.

— Hola Masón— lo saluda Francesca.

— Hola— digo sin ganas de hablar.

— Mucho tiempo Dasha... Me enteré lo que te sucedió...— yo lo interrumpo.

— No hablemos de eso.

— Ok, creo que vienen por trabajo o no?— nosotras asentimos.

— Hola— saluda Pierce, él es más serio es el sociópata o eso es lo que dicen de él y yo opino que si lo es.— Mucho tiempo Dasha.

— Hola, donde esta Adam?— pregunto, entre los tres Adam es al único que considero que está cuerdo de los tres.

— Hola mi pequeña frutilla, tanto tiempo— la última vez que Estuve aquí fue dos días antes de decir que estaba viva y desde ese día no volví a hablar con ellos.— Nos enteramos lo que paso...

— No quiero hablar de eso, como has estado?

— He estado bien, pero ahora que las veo estoy mejor.— dice con su típica sonrisa tierna y llena de Cariño, se puede decir que Adam es todo lo contrario a sus hermanos.

— De que negocios tenemos que hablar?— pregunta Francesca viendo a Adam.

— Hola Cariño— dice con algo de picardía— Quiero hablar a solas de negocios.

— Me parece buena idea— es la toma de la mano y ambos van asta el segundo piso.

— Estás aburrida?— me pregunta Masón al ver como veo a la nada.

— Tienen a alguien para asesinar?

— Uno que otro objetivo, pero lo queremos con vida— dice Pierce.— Creo que tu mayor droga es ver como las personas caen a tus pies sin vida.

— Sí que la cambiaron— Mason analiza con la mirada, es como si pudiera ver mi alma y eso lo hace cada vez que me ve.

— No me cambiaron, solo quería ayudarlos en algo asta que ellos dos se terminen de acostar— digo con mal humor.

— Que carácter, donde quedo la chica de hace algunos años?— pregunta Mason

— No te interesa.

— Me agrada más tu nueva versión, no es tan la Dasha que protegían a todos.

— Esta se preocupa solo en saciar su apetito de sangre— dice con una sonrisa retorcida al igual que él

— Por lo visto ya me analizaron bien, me tengo que ir.

— Estas en Alemania Cariño y nosotros la controlamos, donde crees que vas?

— A buscar a alguien para saciar mi vicio de asesinar— Digo sin importancia.

— Yo quiero ver eso— arguya Mason— Austin!

— Si señor?— pregunta un hombre de unos 50 años cuando entra a la sala.

— Recuerdas al hombre que mandamos a buscar hace unos días— el tal Austin asiente— quiero que prepares los juguetes la señorita Dasha va a jugar con él.

— Si, señor— el Hombre sale.

— Va a ser tu regalo de bienvenida a Alemania.

— Gracias— Yo veo a Pierce quien no deja de analizarme— Ya encontraste lo que buscas?

— La verdad es que si— dice tomando si whisky, yo le saco el vaso y me lo tomo— Que haces?

— Deja de mirarme como si pudieras ver mi alma y tú— Señalo a Mason— No intentes descifrarme.

— Cariño yo ya lo hice y déjame decirte que... Estás muy dañada.

— Lo voy a tomar como un alago— yo me siento sobre Las piernas de Pierce quien me mira sorprendido— Ya te dije, deja de verme.

— Te pongo nerviosa Cariño?— él me aprieta más contra él.

— Quisieras, pero no siento nada en cambio tú— yo me muevo un poco sobre su erección— Si estás sintiendo cosas.— yo me levanto y me acerco a Masón quien vio todo con una sonrisa, yo lo empujó y él cae sobre un sofá repito lo mismo que hice con Pierce— Ya no me mires.

— Conmigo no vas a poder tan rápido cariño.

— Quieres apostar— yo comienzo a besar su cuello y moverme sobre sus piernas— creo que ya perdiste— Digo al sentir a su amigo.

— Señor ya está todo como lo ordeno.

— Ya vamos Austin.— el hombre vuelve a salir de la habitación y yo me levanto, pero antes le doy un último beso a Masón y luego camino hacia Pierce y hago lo mismo.

— Chicos no saben lo sexi que me veo torturando a alguien, quieren ver?— pregunto mientras camino fuera de la casa.

Puedo sentir sus pisadas detrás de mí, es impresionante que ni se movieran cuando los bese a ambos.

— Que comience el juego.

— No quieres saber por qué esta aquí?— pregunta Pierce.

— Yo solo vengo a asesinarlo no a preguntarle su vida o si es o no inocente.

— Me gusta— Dice Mason.

— Bien solo tienes que matarlo él ya nos dio la información necesaria.

— bien, primero comencemos por... su amiguito— yo tomo la tijera para podar los árboles, acerco la tijera y el hombre grita desesperadamente, yo corto rápidamente.— Seguimos por la lengua— tomo uno de los bisturís y lo paso con rapidez por su lengua haciendo que se quede sin ella, al escuchar sus gritos ahogados me da mucho placer.— bien sigamos, ahora que corto?

— Lo que tú quieras princesa roja— dice Masón.

— Me gusta princesa, pero queda mejor reina.

— Eres muy chica para ser reina.

— Tengo 27 no soy tan chica.

— Para nosotros si— dice Pierce.

— Si ustedes lo dice, voy a seguir jugando.

...

Al final solo llegué a cortarle una pierna porque el maldito se murió antes de que llegara a más.

Mi ropa esta llena de sangre y ahora me arrepiento de no haber usado algo más.

Cuando volvemos a entrar a la casa Francesca esta sentada en uno de los sofás junto con Adam.

— Se puede saber que paso?

— Nada nada más estaba borrando a alguien de su existencia— digo sin darle importancia.

— Donde se están quedando chicas?

— En un departamento a una hora de aquí— le dice Francesca.

— Eso es muy lejos.

— Bueno como ya sabes no me gusta estar comprando casas que en un futuro nada más la voy a utilizar una vez.

— Porque no se quedan?— pregunta Adam y veo la como la sonrisa de Mason se ensancha.

— Tú que dices Pequeña frutilla?

— Ya sabes que dónde vos valláis yo voy.

— Ok, pero tenemos que buscar muestras cosas.

— Hay una tormenta muy fuerte afuera, no van a poder conducir.

— Tengo que darme una ducha— digo señalando mi ropa llena de sangre.

— Princesa si fuera por mí te dejaría andar llena de sangre por toda la casa, no te das una puta idea de lo sexi que te ves haci— me susurra Mason.

— Puedes darte una ducha yo te presto una de mis camisas— dice Adam.

— Buena idea, ¿a cuál habitación entro?

— Si quieres a la mía— dicen los dos hermanos mayores de los stain.

— Ve a la habitación que esta al fondo a la derecha— yo asiento y subo asta la ducha, cuando salgo envuelta en una toalla tocan la puerta y es Francesca.

— Toma ponte esto— ella me da una camisa y un bóxer nuevo.

— Gracias, rubia— yo me los pongo con rapidez y bajo asta la sala.— Tengo frío.

— Tengo muchas formas de calentarte princesa.

— Como ya lo dije no siento nada por ti— Mason toma su saco y me lo da— Gracias psicópata.

— Me gusta la palabra psicópata de tus labios.

— Y se pueden escuchar mucho más sexi...— le susurró— Imagínate con mi respiración entre cortada y diciendo asme lo que quieras mi psicópata— digo fingiendo gemidos que solo él puede escuchar— Mmm de tan solo imaginarlo me siento Mmm.

— No juegues con fuego Dasha.

— Porque me puedo quemar? ¿Que pasa si me Quiero quemar?

— No te vas a quemar vas a arder.

— Quisiera ver eso... Pero no contigo— yo me alejo y voy asta donde esta Francesca con Adam.

— Que vamos a hacer?— pregunta Francesca.

— Tenemos que salir a primera hora mañana a Rusia.

— Lo sé o Irina nos mata.

— Mañana es el cumpleaños de su hijo?

— Sí. Francesca para que Estamos aquí realmente?— pregunto— Porque estoy segura de que no nada más me trajiste para esperar a que termines de follar a Adam.

— Estábamos hablando de negocios pequeña frutilla.

— Si, te diría que te creo, pero no soy una mujer mentirosa.— Digo con sarcasmo.— Puedes decirme que hacemos aquí?

— Mejor a eso lo hablamos después.

— Ok.

No quiero estar de insistente porque capas ella solo esta aquí por Adam.

...*MASON*...

Soy Mason stain, Tengo 32 años, mido 1,90 mis ojos son azules y mi Cabello negro

Soy el que formó el imperio más grande de la mafia en todos los continentes, soy al que con tan solo mencionar mi nombre tiemblan y me gusta causar eso en las personas.

Me crie en una casa hogar asta que los padres de Adam me adoptaron a los 16 años, soy un chico prodigio me gradúe como psicólogo y se descifrar muy bien a las personas.

Soy manipulador, narcisita, puedo manipular a cada persona a mi antojo.

No soy tanto de asesinar porque si, solamente mato si quiero y sé diferenciar entre una persona buena y mala. Matas a violadores o que lastiman a niños.

Muchos creen que soy un psicópata porque tengo los rastros de uno, pero no soy uno.

Experto en el manejo de armas pesadas, armas cortas y largas. Desactivación y construcción de bombas.

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¿Como puede la maldita dejarme con ganas? Es la primera mujer que intento asesinarme y es la primera mujer que me pudo poner duro con tan solamente darme un beso.

Me agrada más la Dasha sanguinaria que la de antes que protegía a todos sin importarle su bien, todo el mundo bajo de la mafia se enteró como un maldito toco a la hija más chica de la famosa Selene Cullen.

Ahora a los ojos de muchos ella es la más débil de su familia y en eso se equivocaron, y ahora muchos de ellos están muertos.

Después de que todos fuéramos a muestras habitaciones y la lluvia no Cesaba.

...

Me despierto al escuchar unos gritos desgarradores cuando salgo al pasillo veo a Francesca con una camisa de Adam y a mis hermanos a su lado viendo hacia la habitación de Dasha.

— Que sucede?— pregunto confundido

— Nada pueden volver a sus habitaciones yo me encargo— ella entra a la habitación, pero los gritos no paran, por impulso yo y los chicos entramos a la Habitación.

Cuando entramos vemos a Dasha pataleando, veo como se le subió la camisa dejando su muslo al descubierto, si fuera en otra ocasión me hubiese gustado tenerla contra la pared.

— Dasha despierta!— le grita Francesca, pero ella no despierta, la Rubia le da una cachetada sorprendiéndonos a todos, Dasha se levanta de golpe dejando a Francesca debajo de ella en modo de ataque— Pequeña frutilla soy yo... Escucha mi vos— ella se separa rápidamente al ver todo a su alrededor, Dasha va asta el baño.

— La dañaron de verdad— Digo y esto que de verdad no me parece gracioso.

— Pueden salir?— nosotros asentimos y salimos de la habitación.

— Dinos que sucede con ella— me dicen Adam y Pierce.

— Tengo que hablar con ella para poder conectar más con sus recuerdos, tengo que pasar mucho tiempo con ella.

— En este día que pudiste observar?— pregunta Pierce.

— Ella no esta nada bien y sus pesadillas son muy fuertes, me sorprende que todavía no allá tenido ataque de pánicos.

— Como lo sabes?— pregunta Adam.

— Porque su primer reflejo fue atacar a Francesca y no fue correr hacia un rincón y tener los ataques.

— Adam!! Ayúdame!— grita Francesca y nosotros entramos a la habitación, pero los ruidos vienen del baño.

— No... Puedo... respirar...— dice Dasha mientras intenta controlar su respiración, pero no puede, y ahora sí que tiene ataques de pánico.

— Que hago?— veo como Francesca comienza a desesperarse— Esto ya le ha sucedido pero por causas de las pesadillas.

— Mason ayúdala— Dice Pierce.

— Dasha mírame— ella no lo hace, pero sigue hiperventilando— Respira... Uno... Dos...— veo como comienza a ahogarse y sin pensarlo dos veces la meto en el agua fría— Respira, solo escucha mi vos— yo le hablo con tranquilidad— escucha como la lluvia cae por el techo de la casa, piensa como las gotas caen por la ventana de la habitación, Respira con calma— ella cierra sus ojos y recuestá su cabeza en mi hombro— Recuerda la lluvia correr por tu ventana— después de unos minutos ella queda totalmente dormida en la bañera.

— Como hiciste eso?— pregunta Francesca.

— Mucho gusto soy Mason stain psicólogo— digo con arrogancia.

— Alguno de los tres me ayuda a llevarla a su cama?— dice la rubia.

— Yo la ayudo, pero creo que deberían traerle otra camisa— dice Pierce cuando la toma en sus brazos.

— Gracias pueden volver a sus habitaciones, son las cuatro de la madrugada.

— Solamente llámanos si vuelve a suceder.

— Gracias en verdad, chicos— nosotros asentimos y salimos de la habitación.

— Tienes tres meses para ver cómo sacarle las pesadillas.

— Voy a intentarlo, pero el cerebro y sus pensamientos son muy complicados para mí.

— No que eras el mejor psicólogo?

— Si lo soy, pero ella no es una persona con una mente débil ella es fuerte, pero esta vez fue un golpe muy duro.

— Espero que puedas cambiar algo en estos tres meses.— Dice Adam abriendo la puerta de su habitación para entrar a ella.

— Yo puedo ayudarte, tú la viste jugando hoy con nosotros.

— Ya sé por donde podemos atacar su mente, hoy cuando se vallan voy a crear un plan, ahora estoy cansado y Necesitó mis ocho horas diarias para tener esta belleza que me cargo.

— Eres un narcisita.

— Lo sé hermano— digo cuando entro a mi habitación.

Pronto comenzará mi juego pequeña diabla. Pienso.