Soy Carol Caruso de padre italiano y madre irlandesa, soy nativa de New York, mi vida era como toda chica normal, asistía a la universidad, iba a fiestas, todo era normal. Mis padres se fueron de vacaciones a Europa, yo me quede sola cuidando la casa hasta el regreso de mis padres de Europa, pero ocurrió una grave tragedia que ya le voy a contar.
Un día estuve en la universidad, de pronto se entró un murciélago enfermo, los compañeros no se daban cuenta, de pronto el animal mordió a un compañero, y rápido el compañero empezó a convulsionar y votar sangre de la boca y nariz y parecía que murió, al instante él se puso en pie, su novia asustada lo fue abrazarlo y la mordió , ella también empezó a convulsionar y se levantó y atacó a mis compañeros de clases, en poco tiempo casi todos estaban, como contaminados por esta enfermedad, yo Salí corriendo deprisa y puede llegar a casa a salvo, vi las noticias y todo era un caos y ya habían muchos infectados que le gustaba comer carne fresca de la gente viva. Yo asustada y no sabía qué hacer, miré por la ventana y vi carros chocando entre sí, con los alumbrados eléctricos, quise comunicarme con mis padres, pero ya no había señal de telefonía y la señal de internet estaba muy lento, no podía comunicarme con mis padres, solo se podía ver ciertos de canales de noticias. Pasaron los días encerrada en casa, tenía hambre, la reserva de comida en mi casa se había terminado, no sabía qué hacer. Decidí salir a buscar comida, todo estaba llenos de zombies, de cadáveres caminantes que comían carne de gente viva, de pronto me vieron me olfatearon y me persiguieron, corrí y corrí y me resbale, estaba a punto de ser atacada por esos monstruos caníbales, pero vi que venían personas armadas y me salvaron de ser devorada por los zombies, estuve con ellos, me enseñaron usar armas y defenderme, estaba más tranquila y segura con ellos, un día fuimos a ver alimentos, nos encontramos con más de 10 zombies, nos atacaron, éramos siete, pero quedamos solo las dos, yo y mi amiga del grupo, pero los zombies nos quería comer, caí al suelo y dos me venían a tacar, pero de lejos vi un zombie que me quedo mirando con cara de tonto, yo pedía auxilio, pero nadie me rescataba, de pronto aquel zombie con cara de idiota, como que reacciono y pensaba que también venía a morderme, pero la sorpresa era que un zombie mismo me salvo, ataco a los otros zombies y murmurando me dijo, sígueme, yo con miedo lo seguí asustada, el me llevo a un mini marke, que era su hogar, yo asustada de él, sin saber que él era un zombie que pensaba y razonaba, me enseño a confiar en él y era un caballero conmigo, me complacía en todo! Mi amiga había sido recatada por el resto del grupo, él murmuraba y decía que me cuidaría con balbuceo y que me quedara con él, pero yo le dije, tengo a mis padres que están de vacaciones en Europa y los quiero ver pronto y ya están por venir, él me dijo que era muy peligroso salir a la calle, todo la ciudad está en un caos. Y yo no le creía, pensaba que me quería tener secuestrada aquí con él.
Así pasaron un tiempo, los zombies lo vieron y quieren entrar al mini market, ellos lucharon mucho para que los zombies no entraran, los zombies habían destruido la seguridad de la entrada, ellos se preparaban para buscar otro lugar, antes de irse llenaron sacos de comida, enlatados, agua, gaseosas.. y el zombie que por cierto decía que se llamaba Jay, de su apellido no se acordaba, era el que se encargaba de llevar los dos sacos de víveres, el pobre como que ya no podía, yo estaba resguardando con armamento pesados. Tuvimos muchos problemas con los zombies para encontrar un nuevo hogar y fuimos a una fábrica de chocolate vacía enteramente de zombies! Y nos establecimos ahí.
Era hora de dormir, me sentía muy segura, no solo por la compañía de mi amigo zombie, sino por la alta seguridad que había. Le había cogido mucho cariño a mi amigo zombie, era mi héroe, mi héroe zombie, a veces me ponía a pensar, porque el razona y habla? No habrá otros como él?
La comida se estaba acabando, y le dije se me podía acompañar a ver comida al supermercado, él dijo sí, pero debemos tener cuidado, yo le dije no te preocupes, vamos y fuimos, tuvimos como siempre que luchar por nuestra vida y lo logramos, traemos otros dos sacos de comida. Como los zombies no lo atacaban, me trajo, un televisor, equipo, nevera, lavadora, y muchas cosas muy necesarias para un hogar. Empecé a cogerle mucho cariño, él era mi mejor amigo, la mitad de su cuerpo estaba sano, los otros zombies todo su cuerpo era podrido, y razone y busque cual era la diferencia entre mi amigo Jay (el zombie) y los otros zombies. Y quería saber si había otros igual a él, le pregunté a Jay y me contestó que sí, que él conoce un pequeño grupo como el, ¡pero que era peligroso ir allá! La otra sorpresa es que mis padres me llamaron a mi móvil y me dijeron que estaban en el País, pero en otra ciudad donde no había llegado esta peste, y me alegra que mis padres estén bien.
Entonces la esperanza de luchar y vivir empezó para mí, Jay ya sabía coger un arma pesada, los dos empezamos a luchar con los zombies, hasta llegar al lugar donde estaban el otro grupo igual a Jay, llegamos y el grupo le dio la bienvenida a Jay y mi amigo me presentó con los zombies que eran como él. Les enseñamos usar las armas muy bien y formamos un pequeño grupo de resistencia, esta vez me ponían en el rostro sangre de zombie, con el fin de que no me olfateen, y daba resultado, pasábamos cerca de ellos y los matábamos, se había hecho más sencillo para mí. Con el tiempo hasta yo salía sola a buscar víveres para comer y beber, ya no me era tan peligroso, pero aun así daba miedo verlos de cerca, pareciera que ya te iban a morder! Solo yo tenía hambre, sed y sueño, ellos no y ni Jay, pero Jay siempre estaba a mi lado, como protegiéndome y no lo quiero dejar el día que todo esto termine, voy extrañar mucho a Jay mi querido amigo.
Otro amanecer más, con frecuencia me comunicaba con mis padres, eran días de intenso combate con los zombies, los zombies que estaban conmigo, aprendieron a comer animales del bosque y del corral.
Jay siempre me quería decir algo importante, pero no lo entendía o no me quería decir más claro por timidez. Decidimos separarnos del grupo y regresar después a verlos. Nos fuimos Jay y yo tomando una dirección que nos llevaría a la ciudad donde están mis padres, ya que soy hija única. Jay en el camino me cuidaba mucho de los zombies y con la sangre de Jay, los zombies no me podían olfatear, pero igualmente Jay me cuidaba. De pronto pasó un camión de soldados y tuvimos que escondernos por Jay, ya que si lo veían lo mataban seguramente, corrimos a escondernos en granero, había ahí gallinas y huevos, tanto Jay, como yo comimos mucho y en seguida emprendimos nuestro viaje a pies, a pies para que los soldados no nos vieran, el camino era muy largo.
Nuestro camino era muy largo y tortuoso, pasamos por pantanos, pendientes muy peligrosas, nos caímos bajo esa pendiente, yo tuve rayones, y golpes, a Jay no le pasaba nada, Jay me llevaba en sus espalda, ya que no podía caminar bien, me conseguía de comer conejo y yo lo cocinaba, Jay se lo comía crudo y fresco. El agua se me terminaba y no confiaba en el agua de los ríos. Tuve que hervir agua y embotellarla, para seguir con el viaje, por fin un pequeño pueblo fantasma, no había gente, estaba todo silencioso, parecía que había tranquilidad, pero de lejos vimos a una persona que nos miraba, nos acercamos a él y la sorpresa que no era una persona viva, era un zombie, y me dijo, quiero comer cerebro, Salí corriendo del susto un zombie que habla y corría rápido, Jay lo estaba entreteniendo para que no me siga, el zombie lucha con Jay, y le decía te voy a destruir para siempre, yo estaba tratando defender a Jay y me acorde que la mochila me reserve un revólver, busque el arma rápido antes que el zombie mate a Jay, lo encontré y dispare al zombie en el cerebro. El zombie cayó ya muerto para no levantarse. Jay me explicó poco a poco y me dijo, que este zombie es como él, con la diferencia que este zombie en vida, fue criminal y delincuente y eso le quedó en sus pensamientos. Pensábamos que era el único peligro que existía, pero luego nos dimos cuenta que habían un grupo de zombie pesantes, pero no sabíamos que si eran buenos o malos, nos escondimos y vimos que eran zombie que comen a gente viva, nos queríamos alejar lo más pronto posible de ellos, pero uno de ellos nos vio y gritó allá van, y supimos que eran de los zombies criminales, corrimos deprisa a escondernos, buscamos una casa en buen estado y con cerrojos de acero en las ventanas, era muy segura, solo teníamos que limpiar de algunos muerto que estaban casi comidos por completo, limpiamos bien y nos quedamos en esa casa segura, Los zombies pensantes malos querían entrar a como pueda, sin tener éxito alguno, en total eran 20 de estos tipo de zombies.
Era casi inútil salir de la casa, zombies malos buscaban una oportunidad y nos atacaban deprisa, no teníamos municiones y solo con un revólver, con Jay estuvimos buscando cualquier cosa que nos sirva, pero sorpresa que debajo de la cama había una caja de madera y dentro de la caja había grandes cuchillos para combate, fusiles, revolver y muchas municiones. Salimos esta vez más seguros con Jay, y empezamos a realizar disparos a los zombies criminales, acabamos con 5 de ellos, los otros escaparon deprisa, se movían muy rápidos. pudimos buscar en una tienda de abarrotes víveres y cosas que nos servirían mucho. Los zombies criminales nos miraban de lejos, tenían hambre y ellos no nos dejarían en paz, hasta no ser su cena. Lo bueno que lo teníamos controlado, mientras las municiones no se nos terminan. Por la noche los zombies intentan entrar, pero Jay hacía guardia, yo lo acompañaba cuando no me daba sueño. Nos cuidamos mucho y evitamos desperdiciar municiones, pasamos aquí una semana ya.
Jay se movía más deprisa y corría más rápido que ni él mismo se daba cuenta y no sabía que estaba pasando en su cuerpo. Pero ya podíamos movilizarnos más rápido, entonces decidimos seguir con nuestro viaje, recogimos nuestra provisiones y nuestras armas y salimos, enseguida vinieron atacarnos, pero estábamos bien armados, los zombies criminales nos tenía una gran sorpresa, tenían reunidos a centenares de zombies comunes, y empezaron a atacarnos y Jay y yo empezamos a defendernos, disparamos y cargamos, caían muchos muertos, pero abrimos paso, empezamos a correr para no gastar municiones, hasta pasar un lago no profundo nos daba por el pecho, y los zombies comunes se quedaban en el lago, pero los zombies criminales, nos seguían, pasamos rápido primero el lago y lo esperábamos en la orilla del lago, donde empezamos a disparar hasta que casi todos los zombies criminales cayeran, solo quedaron dos que se regresaron y uno que pienso que era el jefe dijo, nos vamos a vengar de todos.
Salimos y volvimos en el camino hacia donde estaban mis padres.
Estuvimos en malos momentos, y buscamos un refugio, donde había personas que parecían buenas personas, nos dieron de comer y beber, a Jay le puse una gorra y gafas, pensaban que Jay era un chico especial y yo le dije que era mi hermano mayor. Nos aceptaron en su grupo, estuvimos ahí, pero nos quitaron nuestras armas, decían que lo hacían solo por seguridad y que después nos devuelven nuestras armas. Pasó casi una semana y ya queríamos irnos a nuestro viaje, pero ellos empezaron a portarse muy mal decían, las armas y las municiones se quedaban con ellos por el tiempo que pasaron con ellos, solo nos dieron dos botellas de agua. Nos fuimos desarmados y faltaba mucho que recorrer, nos refugiamos en una pequeña cabaña, porque hacía mucho frío, Jay fue a conseguir madera para hacer fuego en la chimenea, había poco zombies y Jay no tenía problema con eso. Pasé hambre y jay se fue casar para mí y trajo una liebre, la cociné y comí, como saben que Jay no necesita de estas necesidades.
Amaneció y salimos tempranos, había nieve y se hacía más difícil de caminar, ya no podía y Jay me llevaba cargada en su espalda, Jay iba con su gorra y su gafas, pasó el camión de soldados y nos llevaron con ellos, nos hicieron varias preguntas, si no estamos contaminados, de donde somos, a dónde vamos, yo solo le contestaba, y le hicieron pregunta a Jay y no contestaba, le dijeron contesta, le dije que estaba con dolor de garganta, pero que diga algo, Jay por fin habló y dijo, vamos a ver a nuestros padres, entonces ellos decían que los zombies no hablan, entonces pensé que ellos no sabían sobre los zombies como Jay y ni los zombies criminales. Y nos dejaron en un pueblo donde había un grupo de personas amables. Los soldados se iban para otro lugar por órdenes superiores. Y le dije a Jay parecen gente amables, solo no te quite las gafas y ni la gorra, nos recibieron muy bien y nos dieron de comer, Jay tenía que aparentar que estaba comiendo y en un descuido vote la comida que tenía Jay, ellos decían, tenía un buen apetito!
Estando en aquel campamento, había una chica que se había fijado en Jay, pero Jay no quería conversar con ella por miedo de que lo descubrieran, pero la chica pensó otra cosa de Jay, que él era un gay, al final lo dejó tranquilo. Jay siempre intentaba decirme algo, pero era muy tímido, cuando nos fuimos a dormir lo abrace porque le tenía un gran cariño y me decía a mí misma, si no fuera un zombie le diría que fuera mi novio, es caballero y galán conmigo. En fin me acosté a dormir con ese pensamiento. Jay estaba contento de que Carol le abrace y se sentía muy bien a su lado.
Era hora de salir y seguir nuestro camino, ya faltaba poco para llegar, solo teníamos que pasar aquella llanura, nos dieron víveres y un machete para defenderse de los zombies, y nos despedimos de ellos. Saliendo por el camino encontramos a una pareja joven de novios que estaban muy asustados y querían ir con nosotros, bueno lo llevamos a nuestro destino y ya de lejos se veía la ciudad donde estaban mis padres.
Estábamos ya cerca por entrar a la ciudad, cansados, y con sed y hambre, llegamos a la ciudad, pero se veía toda destruida sin gente, solo patrullas de soldados disparando, y nos escondimos para estar a salvo, intente en comunicarme con mis padres, pero no responden, no sabía si estaban vivos o muertos, fuimos hasta el hotel donde estaban para saber si estaban con vida, pero no estaban ahí! Pudimos entrar al hotel, por la sangre de Jay que nos roció para que no nos olfatean, los dos chicos estaban con nosotros y muy nerviosos, yo ya estaba enseñada, ellos dijeron, y la sangre en donde la consiguieron, de una camiseta con sangre de zombie, con ese olor confundimos a los zombies y podemos ir libremente sin ser detectados por ellos, esto me da asco y a la vez temor, decían la joven pareja. La joven pareja estaba más tranquila y empezaron hacer preguntas, dijeron, vinieron aquí a ver a sus padres? Sí dijo Carol, tengo la esperanza de verlos vivos otra vez.
La joven pareja dijo, dudamos que con esta devastación estén a un con vida. Carol dijo, sé que están bien y lo presiento. Avanzaron dos cuadras más y de pronto vieron muchos zombies, eran innumerables, lo primero que hicimos es evitar que nos vean, andar con mucho cuidado, hasta encontrar un lugar donde pasar la noche. Buscamos un gran almacén donde se vendía de todo, comida, bebida, ropa y sorpresa un local de armas modernas, tomamos las mejores armas y muchas municiones y cargadores. Les enseñamos a la Joven pareja a manejar armas tácticas y aprendieron rápido y les enseñamos que solo le den en la cabeza, cogimos este almacén como nuestro hogar y deberíamos cuidarlo mucho de otras personas con malas intenciones. Fuimos a ver si encontramos a mis padres con vida y empezó el enfrentamiento, estábamos bien armados y con mucha municiones, exterminamos muchos zombies rápidamente, abrimos paso y fuimos más allá y ver y sondear en donde puede ver sobrevivientes.
Al entrar a un hospital, para ver si vemos a alguien vivo, estaba en silencio y vimos que había medicamentos, alcohol, todo lo necesario, lo cogimos casi todo, ya llegando al alemán se nos presentó un grupo grande de zombies, pero su forma de caminar era muy parecidas a la de Jay, y ya me imaginaba que eran los zombies criminales, esta vez era muchos, empezamos a disparar con la ventaja de que ellos no tenían armas, pero todos se lanzaron en una sola y llegaron rápido donde nosotros, lamentablemente, cuando me puse abrir la puerta grande del almacén, un zombie mordió aquella chica en el cuello, el novio se prestó para ayudarla, pero le dije que no, que ya era muy tarde, que la deje y no hizo caso, y su novia ya convertida en zombie lo mordió en todo el cuerpo y abrimos fuego, con ellos y con los zombies criminales que ya se nos acercaban para comernos, bueno solo a mí, porque Jay era un zombie bueno. Pudimos entrar rápido y cerramos bien, la puertas eran muy duras y macizas, resisten alta presiones.
Dentro del almacén, nos pusimos a jugar, a conversar y descansar juntos, quería que Jay comiera, dulces, chocolates, galletas, pero no podía comer dulce, para él sabía mal. Continuamos juntos siempre, a Jay le gustaba hacer bromas y éramos felices, pero afuera el peligro era evidente, no solo yo peligraba por los zombies, también Jay peligraba por los zombies criminales, que eran pensantes, pero con malos pensamientos, sabían que Jay era zombie, pero que era bueno, eso no le gustaban a ellos. Pero nosotros tenemos las armas y eso nos hacía más fuertes que ellos. Los muertos pensantes, se dieron cuenta que tenían que buscar armas, los zombies criminales, se empeñaron a buscar armas y llegaron a una armería y los muertos criminales a un no sabía manejar una arma y no sabían cómo cargar una arma, tenían muchas armas, pero no sabían cómo usarlas. Nuestro miedo era que algún día aprendan a manejar las armas, eran muchos zombies criminales, salimos en una pequeña puerta secreta que tenía el almacén, era más fácil salir en esa puerta. Fuimos a investigar y a ver si encontramos más sobrevivientes y también a mis padres.
Llegamos al almacén prendimos las noticias y vimos gente que estaban preguntando por sobrevivientes y de lejos vi a mis padres que se encontraban preocupados, eso me llenó de esperanza, ellos mis padres se encontraban en Alaska, era un lugar muy seguro. Empecé con Jay encontrar personas con buenas intenciones para formar un grupo de resistencia, para vencer a los muertos criminales cuando aprendan a dominar las armas, pero sucedía que cuando Jay cada vez aprendía más, los muertos criminales lo hacían igualmente y eso era una mala indicación, pero muy bueno por Jay. Siempre salimos a ver cómo van las cosas, y vimos a varios de ellos que ya podían cargar una arma, había uno que sabía de arma cuando vivía y se acordó que el sabia de armas, nos fuimos despacio y regresamos a nuestro lugar seguro. Y me di cuenta que jay estaba hablando más claro y entendible y me decía que ya podía dormir un par de horas y que soñaba, luego entendí por qué los criminales zombies aprendieron a cargar el arma.
Pero no sabían cómo disparar bien y con precisión y esa era nuestra ventaja.
Salimos como siempre, como era ya una rutina para saber si existen sobrevivientes, como la ciudad era grande, teníamos que ir en carro, buscaba un carro adecuado para esta situación, buscando persistentemente, entramos un 4x4 Humer y las llaves estaban escondidas en el protector para los rayos solares, arrancamos y nos fuimos, en nuestro trayecto nos encontramos con los zombies criminales, que nos empezaron a disparar, pero sin tino, pero ya sabían disparar. Fuimos a un lugar donde era un refugio, nos recibieron a bala y le gritamos que no somos enemigos, somos solo los dos y nos dijeron acérquense poco a poco, antes que solo llevamos armas pequeñas, las armas pesadas estaban en el carro, el carro lo ocultamos bien y alejado de ellos. Nos desarmaron y nos dijeron quiénes somos, cómo se llaman, contestamos yo soy Carol y el es Jay, que él no habla, si, habla algo, hola dijo Jay, solo estaba escuchándolos, bien pasen, denle de comer y beber, comimos y bebimos. Quieren quedarse aquí con nosotros, no solo estamos en busca de nuestros padres, dijeron ya están muertos y no busquen más, es pérdida de tiempo, no importa dije, tengo la esperanza que están vivos.
Teníamos pensado en salir rápido de aquí, pero vimos gentes que querían ir con nosotros, eran un pequeño grupo, Jay se fue ocultamente a conseguir las armas pesadas, y vino con todo el equipo, y le gritamos, los que nos quieren seguir protéjanse, y empezamos hacer disparos precisos y terminamos con aquellos malandro y asesinos. Nos fuimos y nos llevamos dos carros para poder llevar a los nuevos integrantes, había jóvenes, adultos y niños.
Los entrenamos, les explicamos que no solo existen muertos comunes que solo comen carne de los vivos, sino que existen zombies que piensan, casi como nosotros y van a prendiendo poco a poco, ellos son más peligrosos. Ellos se asustaron mucho y se empeñaron en aprender a manejar bien las armas. Habíamos formado un pequeño ejército especializado de valientes personas.
Ellos no temían a nadie, pero no sabían que Jay era un zombie bueno, ya que pensarían mal y no confiaría en Jay, lo podían matar por ese motivo. Jay quería actuar como una persona normal y común, jugaba con los niños, cantaba y sonreía, el personal no sospechaba que Jay era un zombie, pero especial.
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