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Celine

1. Noble señorita

El sonido de los pájaros cantando alegremente, una suave brisa sobre mi piel, un incipiente rayo de sol en mi cara, hacen que despierte un día más. Otro día como una noble señorita, la cual su única tarea será ser amable y bonita para así, conseguir un buen partido.

"Señorita Celine, voy a entrar"

Escucho que abren la puerta, esa debe ser Lina, mi criada, o más bien mí única amiga. Siempre viene a despertarme apenas sale el sol.

"Oh señorita! Que sorpresa, ya se encuentra despierta" dice con un tono alegre.

No es para menos, generalmente cuando Lina ingresa por esa puerta, debe arrastrarme de la cama para poder despertar mí sueño.

"Durmió usted bien? O acaso siente algún malestar?" se nota preocupada

"Oh no tranquila Lina, inesperadamente hoy desperté antes de que llegues" digo forzando una sonrisa, no es que este alegre por despertarme al amanecer

"Eso es estupendo! Quiere que prepare su baño?"

"Si, está bien"

Sin muchas ganas, logro despegar mí cuerpo de aquella cómoda cama y me dirijo al lavado junto a Lina. Necesito relajar mí mente ya que el día de hoy será terriblemente agotador.

Como hija del Duque Rosh, una de las familias más poderosas del Imperio Norte, mes a mes recibo cientos de invitaciones a eventos, por parte de las señoritas, que desean ganarse el favor de mí familia. Junto a Lina, ideamos fantásticas excusas, desde enfermedades hasta viajes, para rechazar amablemente cada una de ellas. Sin embargo, hay una que es imposible de rechazar, la familia real.

(Jóven duquesa Celine Rosh)

(Retrato de Lina)

El día de hoy, se celebrará una fiesta de té en el palacio real, a cargo de la Emperatriz Elena Ekler. Es tradición invitar a todas las jóvenes señoritas nobles un mes antes de su mayoría de edad. De solo pensar en fingir una impecable sonrisa durante el día, mientras las jóvenes discuten quien es el mejor soltero del Imperio, me da dolor de cabeza.

Termino de tomar el baño, y Lina ya tiene listo mí atuendo. Es bastante sencillo, como es de mí agrado, Lina realmente no se que haría sin ti. Ayuda a vestirme y bajamos al salón para tomar el desayuno. Allí, como todos los días, están sentados en la mesa mí padre, el duque Henry, mí madre Sofía y mí hermano mayor, heredero al título de nuestra familia, Félix.

"Buenos días hija" dice mí madre con su espléndida sonrisa

"Buenos días madre, padre, hermano" digo sonriendo de vuelta

(Duque Henry Rosh)

(Duquesa Sofía Rosh)

(Jóven duque Félix Rosh)

Para ser una familia tan poderosa e influyente, realmente aprecio que mis padres nos hayan permitido compartir a diario al menos una comida al día juntos. A pesar de sus obligaciones, siempre están al pendiente de nosotros.

"Cómo te encuentras hoy hermana? Se que tienes aquella fiesta de té" dice Félix en tono burlón, sabe que odio ese tipo de reuniones

"Oh excelente hermano, aunque no estés tan alegre, dudo que alguna señorita te nombre como mejor candidato" digo mirándolo fijamente mientras su cara se torna amarga

"Al menos las señoritas conocen mí bello rostro y grandes azañas en las expediciones junto a padre, de seguro estaré en sus listas. Sin embargo mí hermana? Será difícil, por no decir imposible, conseguir un candidato ya que te haz esforzado por ser invisible "

Já, no tengo forma de contradecir eso, es realmente lo que siempre hice y así planeo mantener. Tonto Félix, aunque creas que estás hiriendo mis sentimientos, realmente estoy conmovida de lo mucho que me conoces. Deseo que puedas complir tu sueño de casarte con la joven más bella de este Imperio. Tonto otra vez.

"Basta los dos, no sigan con ese absurdo" mí padre, con solo una mirada fulminó a Félix. "No hables asi de tu hermana, se casara cuando ella lo decida y me aseguraré de que sea el mejor candidato" dice orgulloso

"Así es cariño" replicó mí madre "no estés nerviosa Celine, la mayoría de edad está cerca, pero eso no significa que debas casarte pronto"

Aunque las intenciones de mí familia son buenas, es inevitable pensar que una vez cumplida la mayoría de edad, decenas de propuestas matrimoniales lleguen a esta casa, no por mí belleza o alto estima que un jóven pueda tener por mí, sino más bien porque todos desean el poder de los Rosh. Tengo que idear mejores excusas a partir de ahora, nos espera un arduo trabajo junto a Lina.

"Y bien hija, estás lista para la fiesta de té?" Dice mí padre sonriendo "Si hay alguna cosa que desees, solo dinos"

Lo único que puedo pensar es, deseo que la fiesta se cancele! Pero claro, no puedo decir eso y preocuparlos.

"No padre, ya tengo todo lo necesario. Elegimos un bonito vestido, y también conseguimos los accesorios, no debe preocuparse"

"Estupendo, quiero que mí hija este aún más bella el día de hoy, después de todo será tu última aparición en público antes de la mayoría de edad" dice algo melancólico

"Oh cielos, nuestros hijos están creciendo más rápido de lo que imaginamos cariño" dice mí madre al borde de las lágrimas.

En algunas semanas estaré en mí mayoría de edad y en cuanto a Félix, que ya obtuvo la suya hace un año, es cuestión de tiempo a que consiga una buena señorita para casarse. Aunque es difícil sacarlo del campo de batalla y las expediciones, es algo necesario para asumir, en un futuro, el título de la familia. Tontas tradiciones.

"Madre, padre, no se preocupen. Se que podré tener el tiempo necesario para elegir a la persona indicada, les estoy agradecida por eso" digo sonriendo.

A decir verdad, realmente estoy agradecida. Por lo general las familias están desesperadas por casar a sus hijos apenas cumplen su mayoría de edad, con suerte consiguen una familia mejor que la suya y obtienen un ascenso de poder. En nuestro caso eso es difícil, ya que la única familia más poderosa que los Rosh, es la familia Imperial.

"Tranquila hija, todo a su tiempo. No debes forzarte" dice mí padre

"Así es hermana. El hombre que desee casarse contigo tiene que probar que te merece" dice Félix con enojo "Yo mismo me encargaré de eso. Debería ir afilando mí espada?

Todos nos miramos atónitos ante las palabras de Félix, y echamos a reír.

Después de un rato concluimos nuestro desayuno. Mí padre y hermano se despidieron. Mí madre, junto a Lina subieron a mí habitación listas para torturarme.

Una larga sesión de peinado y maquillaje, perfume como si fuera una mismísima flor y el vestido, oh cielos, lo peor. Estaba tan ajustado que apenas podía respirar.

"Veamos los accesorios" dice mí madre, tomando una caja que estaba en una de las mesitas del vestidor

"Que te parece este Lina?" Era un collar en conjunto con aros de brillantes, con algunos tonos celestes

"Oh es bellísimo señora! Quedan perfectos con este vestido"

El vestido era realmente fabuloso. En tonos plata y celeste claro, con piedras brillantes pero sin exceder. Era justo y delicado. No me puedo quejar, tanto Lina como mí madre tienen un gusto exquisito. El tono del vestido hace juego con el color gris de mis ojos, y el brillante de los cristales hace que mí cabello plateado se vea radiante.

"Bueno debo admitir que la tortura valió la pena" digo en tono burlón

"Por supuesto que si señorita! Se ve hermosa, que digo hermosa, se ve radiante!"

"Así es hija, tan hermosa como siempre"

Era la hora de partir, el carruaje esperaba en la puerta de la mansión. Iría acompañada del escolta que me asignó mí padre. Lamentablemente nadie podía acompañarme a la fiesta de té, la Emperatriz así lo disponía. Esta celebración era exclusivamente para las señoritas prontas a obtener su mayoría de edad y nadie más.

2. Fiesta de té

El viaje fue aburrido, Erik, mí escolta, no soltaba una palabra. Cada vez que intentaba iniciar una conversación respondía a duras penas. Estoy segura de que mí padre o hermano lo amenazaron de muerte si se excedía. Pobre Erik.

Ya en la entrada del palacio, una larga fila de carruajes a la espera de ingresar se formaba frente a nosotros. Sin embargo, en el instante que Erik nos anuncio, unos escoltas nos hicieron ingresar de inmediato. Puedo sentir las miradas de envidia apuñalando mí nuca. Probablemente las otras señoritas lleven horas esperando ingresar.

"Bienvenida señorita Rosh" el mayordomo del palacio me recibió en la entrada, junto a varias criadas

"Es un placer" respondo y lo sigo al interior del palacio

"La fiesta de té se celebrará en el jardin, por favor, siéntase cómoda hasta que empiece"

Una extensa y fabulosa mesa se extendía en el jardin. El aroma de las flores era exquisito y el clima agradable. Bueno, no está yendo tan terrible como pensé. Me senté en el lugar que me fue asignado mientras observaba las flores.

"Oh vaya, es usted la señorita Rosh?"

Una voz interrumpió mís pensamientos, era una joven muy hermosa, de cabello rubio y ojos color miel. Su vestido era extravagante, algo que definitivamente no usaría, pero debo admitir que se le ajustaba perfecto.

"Así es, es usted..?" pregunto fingiendo curiosidad

"Cómo no sabe quién es?"

Una molesta y chillona voz aparece por detrás de la joven. Levanto mí vista y observo un séquito de jovencitas que rodean a esta primera que pregunto por mí. Creo saber de quién se trata, debe ser Caterina Finch, la hija del marqués Finch. Una de las familias más influyente en los círculos sociales, y sedienta de poder. Los rumores de que su hija era una estrella en el mundo social incluso antes de su debut al parecer son ciertos, veo que ya tiene a todas las señoritas comiendo de su mano.

"Mina no puedes hablarle así a la señorita Rosh. Entiendo que usted no sepa de mí, señorita, ya que no suele frecuentar las reuniones sociales. Mí nombre es Caterina Finch, es un placer" dice presentandose exquisitamente

(Joven marquesa Caterina Finch)

"Un placer conocerla, señorita Finch" digo con mí mejor sonrisa

"Oh por favor, puede llamarme Caterina, todas las jóvenes lo hacen." bueno, su sonrisa se nota amigable

Solo me limito a sonreír y asentir. De a una, fueron sentándose en sus lugares asignados. Podía sentir sus miradas, de seguro tendrán mucho de que hablar después del día de hoy. Cómo era de esperarse, Caterina era su centro de atención, todas morían por servirle. Patético.

"Atención señoritas, pónganse de pie para recibir a su majestad, la Emperatriz" dijo el mayordomo

Su majestad la Emperatriz lucía un atuendo digno de la realeza, se veía imponente y hermosa. Todas quedamos sorprendidas ante su belleza.

"Buenas tardes a todas, deseo que el día de hoy podamos compartir un momento especial, como regalo por su mayoría de edad. Pueden sentarse." por supuesto, su elegancia es única.

La fiesta comenzó, como era sabido, fue Caterina la primera en hablar, deseaba ser notada por la Emperatriz a como de lugar. Por mí parte intentaba mantener la sonrisa mientras en mí mente solo pensaba en las bellas flores que nos rodeaban, lo deliciosos que eran los pasteles y en mí dulce cama que me esperaba al llegar a casa. Todo marchaba bien hasta que lo inevitable paso.

"Señorita Rosh, es un placer tenerla con nosotras" dijo la Emperatriz con su hermosa sonrisa

Me tomo por sorpresa, ella se dio cuenta que no estaba interactuando en su charla y decidió hablarme directamente. Trague rápido el pedazo de pastel que estaba masticando e intenté responder.

"Su majestad es un honor recibir una invitación de su parte, por supuesto debía asistir" dije esbozando mí mejor sonrisa

"Por supuesto, finalmente puedo ver bien tu rostro. Creo que la última vez que te vi eras una niña de diez años, cuando tu padre te traía al palacio. Sigues igual de adorable" cierto, mí padre solía traerme al palacio junto a Félix cuando se reunía con el Emperador, me gustaba venir y observar los jardines

"Así es, es un placer para mí verla nuevamente su majestar"

Las otras jóvenes se quedaron calladas al instante que la Emperatriz me dirigió la palabra. Caterina tenía una mirada furiosa y puedo decir que si nuestra charla se prolongaba aún mas, iba a destrozar el cubierto de plata que sostenía en sus manos.

Luego de ese momento la celebración siguió su rumbo. La charla de los candidatos estaba empezando y realmente no quería escuchar cómo deseaban encontrar un prometido. Llamé a una de las criadas que estaban cerca y pedí que me guíe al lavado. Solicité permiso a la Emperatriz y me levanté.

Camine por el jardín sin temor al tiempo, realmente necesitaba salir de esa mesa, era asfixiante y aburrido. Las flores eran hermosas, en todos los tonos imaginables, si bien el jardín en la mansión Rosh era bonito, este no tenía comparación. El mismo Emperador mando a construirlo para la Emperatriz. Contiene todas las especies de flores del continente.

Seguí caminando y llegue a un pequeño lago, era muy bonito. Decidí sentarme por un momento, si tan solo Lina estuviera aqui se volvería loca diciendo que no puedo ensuciar mí vestido.

La tranquilidad de este lugar es asombrosa, no puedo creer que hace un momento estaba envuelta en risas y palabras sin sentido. Esto es maravilloso.

Me quedé contemplando el lago, y sin darme cuenta caí dormida. No paso mucho tiempo, algo interrumpió mí tranquilidad. Risas y gritos de un grupo de jóvenes se escuchaba cerca de donde estaba. Me apresuró a levantarme y siento que alguien toca mí hombro por detrás. Asustada, giro rápidamente y veo un joven sonriente.

"Wow finalmente despertaste, pensamos que estarías enferma" dijo en tono burlón, mientras los otros jóvenes se reían

"Oh, lo siento. Solo estaba reposando un momento y cerré los ojos. Debo volver" rápidamente intentó safarme de su agarre pero este se hizo más intenso

"Tranquila, puedes descansar un poco más. Nosotros nos aseguramos de que estés a salvo" su expresión era asquerosa.

No logro distinguir quienes son estos jóvenes, pero definitivamente si lograse distinguirlos, no estarían vivos para ver el día de mañana si mí padre o hermano se enterasen.

"Agradezco su preopacion, pero debo regresar." Esbozo mí mejor sonrisa pero es inútil, el idiota quiere morir.

Toma mí cintura y se acerca a mí oído. Está muy cerca es asqueroso

"Por qué tiene tanta prisa? Dije que nosotros podemos cuidarla"

En ese instante junto la mayor fuerza que mí débil brazo podría tener y le doy una bofetada. Aunque creo que mí mano salió más lastimada que su horrible cara.

"Que diablos crees que haces!? Cómo te atreves a ponerme la mano encima mujer!?" Su cara estaba furiosa. Mí instinto me decía que solo debía correr

Con un poco más de esfuerzo logro safarme pero otro de los jóvenes se interpone en el camino y sujeta un de mis brazos.

"A dónde crees que vas? Pensaste que después de eso podrías irte sin más?"

En ese instante levantó su mano con intención de golpear mí rostro, forcejear no servía de nada, el maldito que me atrapo tenía fuerza y no podía salir. Cuando estaba resignada a recibir el golpe, la voz de otro hombre resonó por detrás.

"Que estás haciendo Aron?" Su voz era intimidante.

Inmediatamente el joven que me tenía sujeta me suelta y el otro, ahora llamado Aron, baja su mano.

"Su majestad, solamente estábamos hablando con la señorita. Al parecer se perdió en los jardines y no se sentía muy bien" puso una sonrisa asquerosa, fingiendo que nada pasaba

Dijo su majestad? No puedo ver su rostro porque está a mis espaldas, pero su majestad el Emperador estaría diambulando por el jardín a estas horas?

"Señorita, se encuentran bien?" Pregunto el joven, su voz realmente hacía estremecer

Doy la vuelta y finalmente veo su rostro. Un joven alto, muy alto, de cabello oscuro y unos ojos color violeta que me miraban intensamente. Es el príncipe heredero, Maximilian Ekler.

Intento recomponerme rápidamente y realizo un formal saludo

"Su majestad el príncipe heredero, agradezco su preocupación. Me encuentro bien, gracias a usted"

(Príncipe heredero al trono del Imperio Norte, Maximilian Ekler)

Enseguida deja de observar hacia mi y se dirige a Aron.

"Dijiste que la señorita estaba perdida, por qué no la escoltaste directamente al sector de la celebración?" Su mirada penetrante hacia que Aron estuviese pálido, en este momento de seguro quería fallecer

"Precisamente eso iba a hacer su majestad."

Era imposible creer eso, maldito imbécil casi golpea mi cara. Si mi familia se entera de esto definitivamente les saldría muy caro. Ahora se quién es, si su nombre es Aron, con ese color de cabello rubio y horrendos modales debe ser Aron Finch, hijo del marqués Finch.

(Jóven marqués Aron Finch)

"Dice que iba a hacerlo pero no lo hizo, debería disculparse con la señorita, no cree que es lo correcto?" Dijo el príncipe heredero de forma amenazante

La cara de Aron estaba transformada, sin embargo actuó una impecable sonrisa y dijo

"Por supuesto, me disculpo con la señorita.... señorita?" sus ojos se movieron hacia sus secuaces buscando respuestas, definitivamente no sabía quién era yo

"Oh cielos, no me he presentado como corresponde, espero me disculpé su majestad" digo agachando mi cabeza y sosteniendo mi falda "Soy Celine Rosh, hija del duque Rosh. Es un placer conocerlo"

Las caras de los jóvenes palidecieron aun más al escuchar las palabras que salieron de mi boca. Si así es, soy la única señorita Rosh y si lo deseo estarás hundido hoy mismo, idiota.

"Ah, si la señorita Rosh, me disculpo con usted por mi rudeza, debí llevarla de inmediato de vuelta a la fiesta de té" su cara era horrososa, no soportaba verlo un segundo más

En ese momento me doy la vuelta y comienzo lentamente a caminar

"Nuevamente agradezco a su majestad el príncipe, regresaré a la fiesta, la emperatriz se preocupara si mi ausencia se prolonga" digo eso y rápidamente salgo de ese lugar. Podía sentir los ojos de Aron queriendo asesinarme. Que asco.

De vuelta a la mesa del té, ya todo estaba por terminar, la emperatriz dedico unas palabras alentadoras acerca de la mayoría de edad y la importancia de la misma, el típico discurso acerca de ser una dama excepcional para su futuro esposo.

La fiesta terminó, luego de los saludos correspondientes y agradecimiento a su majestad la emperatriz, me dirijo a la puerta de entrada y Erik ya estaba esperandome junto al carruaje. Nunca estuve tan feliz de verlo, al fin volvería a casa luego de este largo día.

(Erik Rosh, sobrino del duque Henry Rosh)

3. Príncipe heredero

Era una mañana molestamente soleada. Tanto mi cara, como el resto de mi cuerpo, se encontraba completamente cubierto de sudor. El entrenamiento matutino con los soldados comenzaba incluso antes de que el sol saliera, se que para algunos es una molestia, mas bien el infierno mismo, pero no es mi caso. Podría estar el día entero en el campo entrenando, solo asi se consiguen las victorias.

"Su majestad, deberíamos tomar un descanso?"

"Cansado Félix?" digo sonriendo y levantando nuevamente mi espada

"Oh cielos, acaso usted no es humano!?" su cara era un desastre, temo que si no descansa, el duque Rosh se quedara sin heredero

"Bien, descansen. Tienen permitido recuperar el aliento, para posteriormente volver a repetir el entrenamiento completo" esbozo una leve sonrisa, puedo ver sus caras pidiendo piedad. Esto siempre sera divertido de ver

Dejo mi espada y me siento a beber un poco de agua. Maldito sol, es realmente molesto.

"Su majestad, usted asistirá a la fiesta de té que dará hoy la Emperatriz?" dijo Félix, sentandose a mi lado

"Por que deberia yo asistir? Deja esas cosas para las mujeres, o es que acaso te interesan?"

"No es ese el caso su majestad!" dice sonriendo burlonamente "Pensaba que usted debía asistir, ya que probablemente su futura prometida se encuentre en esa reunión"

Esto es molesto, es sabido que la tan ansiada fiesta de te no es mas que una farza que mi madre monta todos los meses para investigar a las jóvenes nobles del imperio. Están ansiosos por encontrar a alguien que ocupe el puesto de princesa heredera, nisiquiera quiero imaginar eso.

"No me interesa, de todas formas ellos decidirán quien será. No tengo interés en saber con anticipación." mi cara debe ser malesta en estos momentos, me desagrada hablar del tema.

"Ya veo. Mi hermana asistirá el día de hoy a la fiesta de té de la Emperatriz, solo espero que no cometa errores, no está acostumbrada a esas reuniones. Tal vez si usted se hacía presente, con su cara rígida, mi hermana se asustaría tanto que no tendría chance a equivocarse" dijo sonriendo, hoy Félix es mas tonto de lo normal

Su hermana? Celine está pronta a cumplir su mayoría de edad? Debo decir que me sorprende, tanto el duque como Félix hablan de ella como si aún fuese una niña. Creo que la ultima vez que la vi si lo era.

"No tienes de que preocuparte, dudo que ella cometa errores y de ser asi, mi madre probablemente la cubra." la relación de los Rosh con la familia real es actualmente muy buena, mi madre no dejaría que se esparzan rumores sin sentido sobre la única señorita de esa familia.

"Tiene razón su majestad, aunque igualmente no puedo dejar de estar preocupado, despues de todo mi hermanita se convertirá en una jóven dama" creo ver una lágrima rodar por su mejilla, realmente es mas tonto el día de hoy

La mañana continuó y el entrenamiento culminó, fue algo duro bajo el incansable sol. Decido caminar un poco antes de volver al palacio, realmente no tenia ganas de comenzar a llenar papeles el día de hoy.

Pasaron algunos minutos y sin darme cuenta caminé hasta el lago que se encuentra detrás del palacio de la Emperatriz, hace mucho tiempo no venia a este lugar. Recuerdo que aqui soliamos entrenar con Félix y su primo Erik a escondidas de los soldados.

A lo lejos veo un hermoso arbol a punto de florecer, en ese momento tengo un recuerdo de una niña sentada allí, siempre estaba observandonos entrenar, con una hermosa sonrisa..

De repente algo me saca de mis pensamientos, una jóven aparece en aquel lugar, debajo del mismo arbol que observaba a lo lejos. Debe ser alguna de las señoritas que asistieron a la fiesta de té, pero que hace allí? Por unos segundos pienso que ya es tarde, deberia regresar al palacio y comenzar las actividades del día. Sin embargo, no lo hice. Me sente un instante a contemplar la imágen frente a mi. Un tranquilo lago, un arbol a punto de florecer y debajo de el, una misteriosa jóven, quien cayó en profundo sueño ante tal tranquilidad.

El soleado día dejó de ser molesto, solo por un momento. Debería despertarla? Quizás se haya perdido? O se sentira mal?

"Diablos en que estoy pensando.." mis labios susurran mientras pienso en lo idiota que estoy siendo

Rapidamente me levanto, me doy la vuelta y comienzo a regresar al palacio. Ya es hora de volver al trabajo. En ese instante escucho voces conocidas a lo lejos. Volteo nuevamente y allí los veo, se trata de Aron Finch y aquellos tontos que siempre lo siguen. No comprendo como el marqués educo a un hijo idiota.

Que diablos estan haciendo!? Veo como Aron se sienta detras de la jóven y toca su cabello. Pero que..!? En ese instante una extraña ira subió hasta mi cabeza. Cómo puede ese asqueroso tipo poner una mano encima de algo tan delicado??

Furioso, empiezo a caminar hacia donde se encontraban. En ese momento observo que la jóven despierta e intenta marcharse, pero esos imbéciles se lo impiden, realmente quieren que los mate? En ese instante escucho un sonido y miro con atención

"PLAF!"

"Oh vaya, ella tiene espíritu." veo como aquella jóven, tan frágil y delicada, arremete contra la asquerosa cara de Aron, hace tiempo no reía de esta forma

Estoy a unos pasos de ellos cuando observo como otro idiota toma del brazo a la jóven, acaso Aron enloqueció?

"Qué estás haciendo Aron?" definitivamente quiero matarlo

Veo como el idiota suelta su brazo, si dejó una marca en ella, debería arrancárselo?

"Su majestad, solamente estábamos hablando con la señorita. Al parecer se perdió en los jardines y no se sentía muy bien"

Eso es Aron, di tus ultimas palabras. Desearia matarlo aqui mismo, pero quizás ella se asustaría? debo mantener la compostura.

"Señorita, se encuentran bien?" El aroma de su perfume es realmente agradable

Lentamente la jóven se da la vuelta. Sus ojos color gris se posan sobre los mios. Demonios, que es este sentimiento? Por qué su mirada hace que sienta nervios? Deberia mirar al imbécil de Aron y planear como debería morir.

"Su majestad el príncipe heredero, agradezco su preocupación. Me encuentro bien, gracias a usted"

Su cabello platino parece brillar bajo el radiante sol, cielos en que estoy pensando.

"Dijiste que la señorita estaba perdida, por qué no la escoltaste directamente al sector de la celebración?" Debo centrarme en el imbécil, noto como una gota de sudor cae sobre su horrenda cara, esto es divertido.

"Precisamente eso iba a hacer su majestad."

"Dice que iba a hacerlo pero no lo hizo, debería disculparse con la señorita, no cree que es lo correcto?"

"Por supuesto, me disculpo con la señorita.... señorita?" sus ojos se movieron hacia sus secuaces buscando respuestas, definitivamente no sabía quién era la jóven y ahora que lo pienso, yo tampoco estoy seguro de quien sea ella. Su aspecto me es familiar pero aun asi..

"Oh cielos, no me he presentado como corresponde, espero me disculpe su majestad" dice agachando delicadamente su cabeza y sosteniendo su falda "Soy Celine Rosh, hija del duque Rosh. Es un placer conocerlos"

Rosh!? Acaso ella es la hermana del tonto Félix!? Imposible, cómo una delicada señorita puede ser familia de alguien como el, ademas debí reconocerla, el duque solía venir con ambos al palacio cuando eramos niños. Sin embargo no puedo recordarla en ese entonces, solo la cara del idiota de Félix.

Como sea, debo hacer que ella salga de este lugar o enloquecere. Tan solo unos minutos mas y creo que realmente asesinare a Aron Finch.

"Ah, si la señorita Rosh, me disculpo con usted por mi rudeza, debí llevarla de inmediato de vuelta a la fiesta de té" el imbécil continúa hablando, tal vez en lugar de asesinarlo, cortar su lengua bastaría.

En ese momento ella se da la vuelta y comienza a caminar, aunque puedo sentir su perfume cerca.

"Nuevamente agradezco a su majestad el príncipe, regresaré a la fiesta, la emperatriz se preocupara si mi ausencia se prolonga" dijo esas palabras y como si la corrieran, despareció del lugar..

Volteo a ver al imbécil y... pero qué cree que hace? Noto como se queda asquerosamente viendo hacia Celine, sus ojos demuestran furia, creo que también deberia arrancárselos.

"Qué hacen ustedes en este lugar" intento mantener la calma y me dirijo al montón de idiotas, Aron aún seguía con esos ojos podridos

"Oh lo sentimos su majestad, simplemente caminábamos un poco luego del entrenamiento y vimos a la jóven, por eso nos acercamos. Pero ya nos ibamos" dijo uno de los idiotas queriendo safar de la situación

"Asi es su majestad, solo fue una broma, jamás hariamos algo contra una noble dama" este imbécil de Aron acaso no piensa?

"Caminar por los alrededores del palacio de la Emperatriz esta prohibido sin tener un permiso, acaso lo tienen?" voy a divertirme un rato con ellos

"Ah...eh.. lo siento su majestad, solo caminabamos y terminamos en este lugar, no sabiamos que este sector pertenece a la Emperatriz. Ruego nos disculpe, no volverá a suceder" dijo Aron palideciendo y agachando su cabeza, eso es, deberias morir.

"No soy yo quien debe disculparlos, elevaré un informe de lo sucedido y esperen a ser llamados. La Emperatriz es muy estricta respecto a las reglas" una leve sonrisa sale de mis labios, asustar a estos imbéciles es muy fácil.

Probablemente nada suceda, ya que la situación no paso a mayores. Sin embargo, si no hubiera estado aqui a tiempo... no debo pensar en eso o mis pensamientos asesinos regresaran

"Retirense e intenten no volver a acasionar incumplimentos" inmediatamente todos agachan sus cabezas y salen huyendo

Luego de eso me retiro del lugar, incluso a lo lejos siento sus dientes rechinar, si estos imbéciles se asustan ante esta situacion, definitivamente morirían apenas pisaran un campo de batalla. Debería llevarlos la próxima vez.

Inevitablemente vuelvo al palacio riéndome de lo que acaba de suceder. Despues de todo, la mañana no fue tan aburrida como acostumbra a ser.

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