Ezra
Dakota del Sur- 26 de Noviembre de 2022 Sioux Valley Hospital
Caminaba de un lado a otro desesperado. El corazón me latía muy deprisa. Sentía que la cabeza me iba a estallar y un miedo inexplicable recorría mi cuerpo cansado.
Eran las cinco menos cuarto de la mañana. Los pasillos del hospital estaban desolados. De vez en cuando se veía a una enfermera yendo de un lado a otro.
El sonido de las máquinas, se escuchaban a lo lejos, sonidos que indicaban que esas personas aún seguían con vida. Que ella, seguía con vida.
No podía evitar recordar nuestra última conversación por mensajes de texto. Nos habíamos citado para cenar. Quería sincerarme con ella, y pedirle una nueva oportunidad para demostrarle que la amaba. Por mucho tiempo la había buscado. Era obvio que no quisiera saber de mi, hasta que por fin, me dejó conocer su número.
Ella en esos mensajes me dijo que me amaba también y acepto salir conmigo. Solo que... ella nunca llegó.
Miro el reloj y ya son las seis de la mañana... Nadie me había dicho nada relevante, no desde que un anciano doctor anunció que ella había sufrido un fuerte traumatismo en la cabeza y tenía el cerebro muy inflamado. Estaba en estado de coma y que debíamos estar preparados.
Habían pasado siete largas horas desde eso y después, solo silencio. Hasta donde yo sabía, ella podría morir.
La mujer de mis sueños podría morir y yo me sentía completamente miserable porque en dieciséis largos años no supe comportarme a la altura. La hice llorar casi cada puto día por mis indecisiones desde que le dije que la amaba esa mañana previa a la boda con... esa mujer.
Por mucho tiempo estuve confundido, y justo cuando decido volverlo a intentar y con la certeza de que ella también lo intentaría, pasa esto... ahora ella está a punto de morir y estoy totalmente seguro de que con ella, es con quién quiero estar...
Mi madre, quién estaba sentada con ojos llorosos, me miraba suplicante. Decido ignorarla y seguir caminando de un lado a otro hasta que ella rompe el silencio.
—Hijo... debes calmarte por favor— Me detengo en seco y volteo a verla. ¿Calmarme? ¿Cómo me pide que me calme?. La mujer que amaba profundamente estaba entre la vida y la muerte en estado de coma. Me sentía como en un abismo sin fondo. Me sentía como en caída libre y que en cualquier momento me estrellaría con una realidad dónde ella no iba a estar.
No podía evitar pensar en que si no la fuera citado a ese restaurante en específico, o que si fuera ido por ella en lugar de aceptar que mi chica siempre autosuficiente dijera "voy en mi auto", o que de pronto fuera ido a su casa, ese accidente no fuera ocurrido.
Me sentía culpable pues ella nada tenía que hacer en esa autopista, salvó ir a verme a mi.
Una camioneta de color gris había embestido su auto y ella estaba muy mal herida. Había quedado inconsciente en el pavimento. Llegó casi sin vida al hospital y aunque habrían logrado estabilizarla, ella, había caído en coma.
Comienzo a caminar nuevamente sin responderle a mi madre. De mi bolsillo, saco mi celular y decido enviarle un mensaje a Camilo, mi mejor amigo.
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Para: Camilo Williams
De: Ezra Formaggia
Asunto: ¿Ya me tienes la información de esa camioneta gris? Necesito saber quién conducía
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Guardo el teléfono en mi bolsillo... Mi madre seguía mirándome ir de un lado a otro, y solo se limitaba a ello. Nunca he sido de esos hijos que son amorosos y comunicativos. No después de todas las cosas que habíamos vivido y sufrido como familia.
Al contrario siempre había sido serio. Vivía mi mundo y cuando decidí acercarme a la familia, cuando decidí hacer algo por ellos, me jodieron la vida y de nuevo me volví a alejar.
No fue sino hasta hace poco tiempo que finalmente pude acercarme nuevamente a mi madre. Y dado lo que estaba pasando, necesitaba más que nunca de su apoyo, por lo que entonces decidí hablar con ella porque se que lo que quiere a final de cuentas es reconfortarme.
Camino hacia donde ella está sentada y me siento a su lado.
—¿Qué pasará conmigo si ella muere, mamá?—Ella abre mucho los ojos y me mira sin saber que decir
—Cariño, debes tener fe en Di...—La interrumpo
—¿Fe en Dios? ¿Me pides tener fe Dios? Mamá, ella...— Mi madre me agarró el rostro con ambas manos haciéndome callar y me mira fijamente a los ojos
—Si... fe en Dios, Ezra.
—¿Tienes idea de todo lo que le hice a esa mujer que está allí a punto de morir?— Me safo de sus manos en mi rostro y me pongo de pie. Doy varios pasos lejos de mi madre pero luego me volteo y la miro nuevamente mientras me voy en llanto— ¡La herí!... No supe ser digno para ella. No le demostré amor suficiente a una mujer que se merecía el cielo. Me equivoqué mil veces y justo cuando por fin veo, que puedo recuperarla, cuando por fin ya nada se interponía entre nosotros, pasa este accidente de mierda— mi madre se pone de pie y se me acerca, y nuevamente pone ambas manos sobre mi rostro.
—Ten fe en que va a despertar y podrás comenzar de nuevo con ella y por fin hacerla feliz que es lo que debiste hacer desde el principio, pero es que esa otra mujer te tenía conf...
—Si mamá, se que estuve confundido mucho tiempo por ambas. Las ame a ambas pero...— Cierro los ojos, me callo mientras nuevamente me suelto de las manos de mi madre y volteo en dirección al pasillo que llevaba a la zona de terapia intensiva dónde estaba ella— Sin ella no puedo vivir mamá.
EZRA
Hilton Midtown de Nueva York
23 de Noviembre de 2015- Premios Emmy
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2 horas antes del evento
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Me sirvo un trago de whisky aún con el corbatín suelto. Necesitaba calmarme. Me asomo por la ventana y me dejo llevar por la increíble vista que me devolvía Nueva York.
Faltaba poco para bajar al lobby del hotel y tener que hacer acto de presencia en los premios Emmy y fingir como si yo también fuera actor, felicidad y orgullo por mi hermosa supuesta novia, la actriz Allyson Larson.
Ally había sido nominada como mejor actriz dramática por su papel en la serie "Tu y Yo", y yo como su novio, debía acompañarla, pues después de todo, éramos la pareja del momento.
—¿Se puede?— Camilo toca la puerta y abre sin esperar a que yo responda. Me le quedo mirando molesto mientras veo que va vestido con ropa deportiva, abre la nevera del minibar, saca el frasco de macadamias, y se sienta a observar me mientras va comiendo masticando de una manera particularmente molesta. Yo volteo y sigo mirando por la ventana.
—¿De verdad vas a acompañarla a los Emmy?—pregunta, como si estuviera incluso más indignado que yo. — Ezra, no entiendo porque sigues en esto, es decir ... ¿hasta cuándo vas a seguir jugando a la casita con ella y complaciendo la en todo en nombre de esa farsa? Ella no está haciendo bien su parte del trato...
Vuelvo a dejar de ver por la ventana y ahora veo fijamente a Camilo.
—Yo se lo que hago Cam—El me mira sin entender porque demonios no estaba molesto con Allyson por su falta de respeto hacia nuestro trato. Eso que me "había hecho" si llegaba a oídos de los medios, sería el fin de mi familia. Un maldito error así sea de ella, le pondría fin al trato y eso no podía pasar.
Ante la gente que nos rodeaba, yo me mostraba neutro, porque después de todo, el noviazgo era una farsa pero de hecho, estaba muerto de la furia.
—¿Crees que ella venga con ese hombre para acá? — Abro mucho los ojos ante tal posibilidad pues ese imbécil la seguía como un perro faldero.
—No creo que ella sea tan estúpida como para aparecerse con él. Si el rumor se expande, estamos perdidos Camilo
—¿Crees que no lo sé?— digo irritado. En eso, tocan a la puerta y cuando digo que puede entrar, una espectacular Ally pasa a mi habitación, con un vestido azul que la hacia lucir como una princesa.
Estaba preciosa. Sus ojos azules resaltaban y sus cabellos castaños caían sobre sus hombros. ¿Por qué carajos tenía que ser tan hermosa? Maldita sea
—¿Puedo hablar contigo?—dice. Me quedo en silencio observando la. Por un momento nos quedamos ambos fijamente mirándonos a los ojos.
Miro a Camilo y el me entiende la seña. Si, si necesitaba hablar con ella. El la mira con desdén y sale de la habitación.
—Bien, soy todo oídos Ally—Al decir eso, volteo nuevamente y me quedo de nuevo atrapado por la vista.
—Brandon está aquí— anuncia sin anestesia y volteo a mirarla lleno de furia— irá con nosotros, después de todo es mi guardaespalda.
Me río ante sus palabras con amargura...
—Justo cuando creo que eres inteligente, sales con esto Allyson. ¿Acaso quieres que se descubra todo? ¿Sabes lo que pasaría si la cagas? No pues a la señorita vanidad eso le da igual porque quien saldría perdiendo sería yo. No tu, sino yo... Si es por mostrar un juguete sexual en esos premios, entra con él, yo sobró como siempre
—Ezra, no te pongas así, sabes bien que esto es una farsa y que debes estar a mi lado, pero Brandon es...—la interrumpo
—Tu maldito novio, si lo sé Allyson, es el novio que te niegas dejar aún y cuando te encanta coger conmigo. Yo como un idiota respetando el trato, siendo fiel y tú, en la misma vida de hace dos años. Ah pero con novio empresario a bordo para las fotos. Me estoy cansando de esta mierda Allyson.
Ella camina en mi dirección
—Aléjate o no respondo— le digo y ella se detiene en seco.
—¡No entiendo porque estás molesto Ezra!
—¿No entiendes porque estoy molesto? ¿En serio eres tan ingenua?
Nos quedamos mirando fijamente y no pude evitar recordar el día que la conocí.
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NUEVA YORK. 15 DE JULIO DE 2013
EVENTO DE CARIDAD PARA LA FUNDACIÓN FORMAGGIA
Iba en mi auto al evento de caridad anual de los Formaggia. Viendo la luz roja del semáforo y con ambas manos en el volante, aún tenía en mi mente la absurda petición que mi padre y Enzo me habían hecho. ¿Cómo carajos termine aceptando?
Estaciono en el sótano del edificio y bajo del auto cuestionando mi pasividad al no indagar sobre el trasfondo de la situación. Llamo al ascensor y de pronto siento ansiedad. Me monto al mismo con la mente dando vueltas hasta que, la abrirse las puertas, la opulencia del lugar me saco de mi drama.
Mi madre se había esmerado mucho en la decoración del salón de San Diego. Hoy sería la gala de caridad más esperada del año para ella.
La Fundación Formaggia lograba recaudar millones que se destinan a familias desprotegidas y mi madre se esmeraba en que todo quedara perfecto.
A pesar de lo que estaba a punto de pasarle a mi vida, en lugar de pasar de este evento, decidí asistir y por supuesto, llegué más temprano para evitar la entrada llena de fotógrafos pescando a ver qué famoso llegaba. En el gran salón, las personas iban y venían ultimando los detalles y yo, me sentí desubicado como siempre solía pasarme en eventos familiares.
Subo a la azotea del edificio pues se me antojaba un cigarrillo y como buen hijo respetuoso, mis padres ignoraban que su hijo formaba parte de ese porcentaje de población adicta la tabaco.
Al llegar, veo a una chica con un hermoso vestido negro y sus largos cabellos castaños, llegaban a sus caderas. La brisa estaba fría y la chica se abrazaba a si misma.
Me acerco a ella lentamente.
—¿Tiene frío?— le pregunto
Ella se sobresalta y cuando voltea, veo que de hecho es muy hermosa. ¿Dónde la he visto? fue la primera pregunta que empezó a sonar en mi cabeza. Tiene unos increíbles ojos azules pero se notaba que había llorado. ¿Por qué estará llorando?
—Si, algo...—dice mirándome fijamente
Camino para acercarme y ella vuelve a mirar por el balcón de la azotea. Me quito el saco y se lo paso sobre sus delgados hombros y me quedo parado detrás de ella.
—Me disculpa la pregunta... pero... ¿Por qué tan sola?—le pregunto al oído
—Me acaban de dar una noticia muy mala para mí y, simplemente subí acá a tratar de... despejar mi mente un poco— Vaya, ya tenía algo en común con ella.
—Te entiendo... pero si pescas un resfriado, la cosa no acabará bien... hace mucho frío señorita ... —digo esperando saber su nombre
—Al...Marie... me llamo Marie... ¿y usted?
—Soy Ezra... — le digo y nos quedamos mirando fijamente.
—¿Ezra? Tal vez le parezca raro que una extraña le diga esto pero ... Si le pido que me bese en los labios, ¿Lo haría?
Me sorprendió su sinceridad. ¿Quiere que la bese?
—Si lo haría pero primero le preguntaría el porque... no quisiera aprovecharme de us...— ella se voltea y quedamos frente a frente— ted...
—¿El por qué? — dice levantando las cejas y sonriendo de manera nerviosa— es que... hoy se me acaba la vida
No me dejó procesar sus palabras. Posó sus labios sobre los míos y ya sin pensarlo cerré los ojos y le respondí el beso. Busque frenéticamente su lengua y al tocarla con la mía ella gimió con suavidad y ese perfecto sonido lo sentí en mi entrepierna.
Ella comienza a soltarme el corbatín y entonces abro los ojos y tomo sus manos para detenerla
—No me detengas... Quiero que me hagas tuya— me dice llena deseo. ¿Qué carajos...? pensé con la chica guindada de mi cuello rosando con su lengua, a mi lengua y entonces me deje llevar.
La deje hacer lo que ella quería. Me afloja la corbata y comienza a besar mi cuello. Desabrochó mi camisa y me la quitó arrojándola al suelo dejando la corbata en mi cuello.
Había frío pero eso paso a segundo plano. Yo levanté su vestido y me encontré con sus bragas las cuales le quité y me las metí en el bolsillo de mi pantalón.
Ella me quita la correa, me abre el pantalón y lo toma con sus manos y me m*****ba un rato. Le bajé las tiras de su vestido negro para dejar sus senos al aire y así poder besarlos hasta que decido levantarla sobre mis caderas y penetrarla. Le hago el amor a Marie, la chica desconocida de la azotea.
De cierto modo esto sería una especie de despedida de mi vida social de hombre soltero ya que a partir de mañana tendría que serle fiel a una novia falsa gracias a la estúpida petición de mi padre.
Seguía embistiendo la hasta que llegamos al c****x juntos, con la respiración entrecortada. Esta mujer hermosa se me había entregado sin saber nada más que mi nombre y sencillamente me había encantado.
Luego de vestirnos nos besamos un rato lo cual era mucho mejor que el incómodo silencio que podría surgir después de lo que acababa de pasar.
—No se que está pasando en tu vida pero quiero que sepas que todo estará bien— le digo mirándola a los ojos
—Gracias Ezra ... y gracias por no juzgar mi comportamiento— sonrío y tomo su rostro y de pronto me encontré haciendo una pregunta que no podía hacer
—¿Puedo invitarte a salir?— pregunto arrepintiendo me al instante pues yo ya no podía salir con nadie
—No puedo...—y sonríe
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Nos despedimos y entonces ella entro la edificio y me quedé solo en la azotea. Encendí mi cigarrillo recordando lo que acababa de pasar. Seguía con la sensación de que había visto a Marie antes, pero no lograba ubicar en dónde. Entro al edificio y bajo por el ascensor hasta el piso del evento.
Todo estaba listo y a punto de comenzar. Me siento en la mesa junto a mi familia. Mi padre Edward, estaba revisando unas cosas de último minuto junto a su asistente, Antoan.
Mi madre, Sofía se tomaba un trago. Enzo por su parte hablaba con Emma, su novia. Yo aprovechando que siempre me ignoraban, solo seguía recordando lo que acababa de pasar hace un momento con esa chica desconocida, Marie.
De pronto salgo de mi trance y miro hacia la derecha y allí estaba ella sentada en la mesa de al lado junto a varias personas. Pude reconocer a uno de ellos como Alexander Larson. Era presidente de PetroVen, y por su puesto, un hombre tan importante como mi padre en el mundo de los negocios.
Mi padre, quien estaba sentado junto a mi, al ver que yo no quitaba la vista de la mesa donde esa chica estaba junto a Larson, se fija y se da cuenta de que él está allí...
Mi padre toca mi hombro y me dice al oído
—Ezra ¿Recuerdas nuestra conversación de esta mañana?—Aparto la vista de la mesa y le prestó atención a mi padre
— ¿Cuál de todas? ¿La charla de que un Formaggia no debería usar tatuajes? ¿O de pronto esa donde por algún extraño motivo debo fingir ser el novio de una actriz y casarme con ella?— Una de las cosas que había heredado de mi familia era el sarcasmo. Mi padre me mira fijamente.
—Dijiste que estabas de acuerdo...— dice en tono serio
—Papá... haré lo que tenga que hacer. ¿De acuerdo? Se que mi estilo de vida te avergüenza. Se que no crees que yo me merezca llevar el apellido Formaggia. Se que crees que soy la calamidad de 24 años que solo gasta tu dinero y muy por encima de esto, se que soy tu única salida porque ni Enzo ni Erika pueden.
—Ezra esto es algo serio. No quiero que quedes mal en esto. Necesito que me des tu palabra de que todo va a salir bien y harás tú parte con esa chica— pongo los ojos en blanco
—Ya dije que lo haré papá...
—¿Entonces quita esa cara? Un Formaggia jamás muestra sus sentimientos. Siempre con gesto neutro.
No puedo evitar poner nuevamente los ojos en blanco. Me revolvía el estómago cada vez que decía: "Un Formaggia jamás..." "Un Formaggia debe..." "Un Formaggia es..." Por eso al cumplir 18 me había largado a viajar por el mundo. Para ser simplemente yo y no un puto Formaggia.
—De acuerdo, pondré gesto neutro como todo un Formaggia—digo con ironía— en fin, porqué me recordabas LA CONVERSACIÓN— pelo los ojos y digo "La conversación" con dramatismo
—¿Ves a ese hombre sentado en esa mesa?— asiento con la cabeza. Era Alexander Larson, el hombre que estaba sentado la lado de Marie —El es Alexander Larson. Presidente de PetroVen.
—¿Y?— pregunto levantando una ceja
—Con el haremos el contrato Ezra. El es el padre de la chica—¿Que carajos? Me enderezó en mi asiento y respiro profundo.
Papá continúa hablando.
—La joven de cabellos castaños que tiene al lado es su hija— se me viene el alma a los pies, pues a su lado estaba Marie, la chica sexo casual de la azotea— se llama Allyson... Ella es la otra parte del aval...
—¿Allyson?— pregunto sin dejar de verla pues hace un rato me la había cogido y se llamaba de otra manera.
La cabeza me daba vueltas. De pronto entendí sus palabras: "hoy se me acaba la vida"
—¿Ella es con quién debo...?—Me interrumpe
—Si... ella debe ser tu novia y eventualmente, tu esposa—Carajos... Marie la desconocida, era mi futura novia y esposa
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Si ya estaba incómodo en la cena del evento de caridad, ahora lo estaba aún más.
Sin querer a cada rato volteaba hacia la mesa de la hermosa chica que no solo acababa de hacerle el amor, sino que además acababa de descubrir que sería mi novia y futura esposa por un contrato
Ella sonreía y conversaba. En serio era muy hermosa. Seguramente en otra circunstancia, me habría acercado a ella nuevamente y le estaría diciendo al oído lo mucho que disfrute hacerle el amor. Y con toda seguridad estaríamos un rato después en algún reservado besándonos y pasándola bien.
Pero en menos de un segundo paso de ser esa atractiva chica sensual de la mesa de al lado con quién había tenido un sexo increíble a apestar a un compromiso que realmente no quería, pero que por mera responsabilidad me tocaba enfrentar.
De pronto me sentía asqueado. Necesitaba aire puro, un cigarro o tal vez un trago... ¿A quién engañaba? Necesitaba salirme de toda esta mierda
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Más tarde esa noche, regreso a la mesa no tan relajado como espere. Alexander Larson y mi padre estaban conversando. Marie no estaba por ningún lado.
—Ezra, hijo. Que bueno que regresaste— Arrugo las cejas. Genial. Si existía en el mundo algo peor que el contrato de la desgracia que me tocaba firmar, eso era mi padre siendo amable conmigo.
—Padre— digo y sonrío lo más creíble posible.
—Te presento a Alexander Larson, presidente de PetroVen
Dato que ya sabía. Alexander Larson se pone de pie, se abotona el saco de su traje y me da la mano con firmeza. Pude notar que de modo sutil, me miró de arriba a abajo como anotando mentalmente todos y cada uno de mis defectos. Cabello demasiado largo, arete en la oreja izquierda, pulseras, tatuaje visible en mi cuello. Carajo
—Es un placer señor Larson.
—Le contaba a Alexander que ya estabas al tanto del contrato comercial y de los avales.
—Si, ya estoy al tanto señor Larson.
—Bien. Vamos a reunirnos mañana. Será un desayuno en el Club, así conocerás a Allyson que, tuvo que retirarse porque tenía otro compromiso.
Mi mente se fue lejos. Que bien, un desayuno con mis futuros suegros, mis padres y la chica con la que tuve sexo... ¿Qué podría salir mal?
EZRA
Hilton Midtown de Nueva York
23 de Noviembre de 2015- Premios Emmy
ALFOMBRA ROJA
Allyson y yo hicimos nuestra entrada triunfal tomados de la mano y riendo como la pareja perfecta que todos creían que éramos. Los fotógrafos estaban enloquecidos.
Ya podía imaginar los titulares del día siguiente. La actriz y el empresario, la pareja del momento, bla bla bla. Menuda mierda.
Entre flash y poses, comenzaron con las entrevistas para varios canales y revistas. Cuando llegó el momento de posar delante de la gran valla, la tomé por la cintura rodeando la con mi brazo derecho. Ella sencillamente no podía mirarme. Pero posaba ante las cámaras. Sonreía dando su mejor perfil. De manera sutil miré hacia la izquierda y vi como Brandon lejos de mirarla a ella, me miraba a mi muerto de la furia.
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2 HORAS ANTES
—Ezra, habla conmigo... por favor...— ella se me acerca y me toma el rostro. Pegamos nuestras frentes y sentí unas inmensas ganas de besarla
—Allyson, aléjate—susurro con los ojos cerrados
—No sabía que sentías esas cosas por mi— susurra ella. Han pasado dos años y...— la interrumpo
—Ya ves que si... Y sencillamente ya no aguanto... Qué estés con él es...— me interrumpe
—Pero tu estás con ella... y debo admitir que ha sido difícil verte con esa mujer Ezra... y se que no tengo derecho de celarte pero...
—Pero nada, Allyson... yo te amo a ti, estoy loco por ti ¿Que acaso no lo entiendes?
—Ezra— ella susurra
Quería besarla pero en ese instante, Brandon entra y Allyson y yo nos separamos de golpe. Aún así era obvio que el se dió cuenta que estábamos a punto de besarnos. Hasta ese momento me fije que yo estaba llorando.
Me limpie las lágrimas con mis manos y voltee hacia la ventana nuevamente.
—¿Qué demonios está pasando?— pregunta con rabia.
—Brandon— dice ella nerviosa llevándose las manos a la cara. La Interrumpo, me volteo y camino hacia él
—Solo hablaba con mi prometida. ¿Tienes algún problema con eso?
Brandon camino con furia hacia mi para golpearme pero ella se metió en medio...
—Brandon por favor— pone sus manos en el pecho de el
—¡ELLA ES MIA!—Me grita por encima de ella
—Me vuelves a alzar la voz, y te prohíbo la entrada a este sitio—Le digo apuntando lo con el dedo índice
—Brandon, cariño por favor cálmate...
El la empuja. Maldito infeliz
—¿Que hacías tú pegada a el?—le grita a ella mientras camina hacia mi empujándome con ambas manos
—Tu a mí no me tocas baboso—le grito y lo empujo de vuelta- ¿De paso te atreves a empujarla infeliz? ¿Acaso eres sordo? Mi prometida y yo estábamos conversando y así es como ella y yo hablamos ¿como la vez?
—Ezra, basta por favor...
En eso, Camilo entra a la habitación
—¿Qué demonios pasa? Los gritos de oyen en mi habitac...— Se indigna al ver a Brandon...—Vaya, entonces trajo al tipo...
—Ya este tipo se va—Digo mirándolo fijamente con ganas de matarlo
—¡No me iré a ningún lado sin ella!
—Bien—No dejo de mirarlo— Entonces Ally caminara por la maldita alfombra roja, de tu brazo. Ya es hora de que se haga público que ella, tiene realmente a otro hombre en su vida. Yo me largo...
—Ezra, técnicamente si alguien debe irse, es el guardaespalda. Tu debes acompañarla, eres el novio ante los ojos del mundo y tú un simple empleado—dice Camilo mirando a Brandon.
—Ezra— dice Ally susurrando— ya tenemos que bajar por favor, no te vayas a ir.
Volteo a verla nuevamente con las amenazantes lágrimas en mis ojos
—Me cansé Allyson... de verdad...
Ella guarda silencio y sus lágrimas caían por su rostro. A pesar de todo me moría de las ganas de abrazarla y de consolarla
Ella me mira
—Ezra. Sabes bien que debemos continuar con esto...
Ahora ella voltea y se dirige a Brandon
—Brandon... a los ojos del mundo, Ezra Formaggia es mi prometido. Y debo estar con el la mayor parte del tiempo, más si hay fotógrafos y eventos... El y yo somos figuras públicas... Dijiste que entendías todo...
—Allyson... no me pidas que entienda que con él también te besas... no solo en público que eso puedo entenderlo... ¿Qué pasa cuando están solos? ¿Solo besos o pasa algo más?— Mientras decía eso, caminaba hacia atrás. Se dió la vuelta y salió de la habitación tirando la puerta.
Ella se quedó parada en el sitio. Yo me le quedo mirando y Camilo a su vez nos mira a ambos
—Chicos, hay que conseguirle una solución constructiva a todo esto. Allyson tienes que ser más cuidadosa. Ese día dos empleados de la mansión y yo, te vimos besarte con ese tipo en la cocina del lugar donde se supone haces vida con Ezra. Debo recordarles que una infidelidad es motivo para que el contrato se rompa y sea culpa de quién sea, los perjudicados serán, tu carrera como actriz y la familia Formaggia.
—Eso ya lo sé, pero por lo visto a la señora Allyson le resbala que eso pase. Si mi familia se jode, no pasa nada, ni hablan mal de ella, mejor porque publicidad es publicidad así sea mala...
—Ezra no digas eso— dice ella con lágrimas en los ojos.
Todos nos quedamos en silencio. Comencé a acomodarme el corbatín. Me mire al espejo, me limpie la cara. Acomode mi cabello detrás de las orejas.
—Bueno, es hora de ir a hacer nuestro show de noviazgo querida... Es hora de fingir ¿no?—Me acerco a ella levantando una ceja. Un nuevo nivel de furia crecía dentro de mi—Después de todo, eres actriz... tu especialidad es fingir
La miro fijamente. Ella estaba sorprendida. Me re acomode el saco y camine hacia la puerta.
—Hablamos después Camilo— Salgo y cierro la puerta. Tomo aire
Saco mi teléfono y comienzo a textear a Mía
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Para: Mía Evans
De: Ezra Formaggia
Asunto: Necesito verte...
¿medianoche en la casa del árbol?
Ezra Formaggia
Gerente Comercial de TechnoForm
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Al cabo de unos segundos recibo respuesta
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Para: Ezra Formaggia
De: Mía Evans
Asunto: Allí estaré...
con mantequilla de maní...
Mía Evans. Viajera del Mundo
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Sonreí al ver si respuesta. Con la expectativa de ver a Mía luego de los fatídicos premios, mi ánimo comenzó a mejorar.
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Los premios fueron asombrosos. El ambiente era de celebración a pesar de nuestra situación. Nadie vivía hundido en la mierda. Yo era el que vivía allí.
Allyson se ganó el premio para el cual estaba nominada y yo pese al odio que estaba sintiendo, también me sentía muy orgulloso. Ella sin duda era una gran actriz y se merecía ganar.
De pronto comencé a fantasear sobre cómo sería si fuéramos realmente una pareja normal a punto de casarse. Estaría a su lado, riendo con ella y no acá apartado junto a otras personas hablando de idioteces.
Brandon no le quitaba la mirada de encima. Nunca había detestado tanto a alguien. Pero no podía culparlo. Ella siempre ha sido su novia. Yo llegue después.
Yo fui su amante esa noche antes de que se formalizara el contrato. Yo fui quien alteró toda su vida junto a nuestros padres.
Al llegar el momento de irnos, me acerco a ella de modo sutil, representando mi papel a la perfección como siempre solía hacer. Jugando a ser el hombre perfecto y seductor por el que se derretían las mujeres del mundo. La tomo suavemente del brazo. Ella se sobresalta pero al ver que era yo se relaja. Entonces le planto un beso en el hombro y le hablo al oído...
—Amor, es hora de irnos— le susurro. Vaya, en serio merecía un maldito Óscar por mi actuación de esta noche.
Pude sentir su nerviosismo. Ella, podrá tener a su novio y podrá dis que amarlo, pero a mí si me siente, si me padece y si me desea.
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Llegamos a mi casa en Watermill. Vivíamos juntos allí. Ella subió las escaleras y se fue a su habitación. Yo camine hacia la cocina, salí por la puerta del patio y me fui a la casa del árbol a encontrarme con Mía
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