En una aldea remota, ubicada en el bosque, de la provincia de Rio Boscoso, en el reino de Imperial. Habita una tribu de semihumanos (mitad humano y lobo).
Todos de cabello oscuro, ojos amarillos y piel morena.
Una mujer llamada Tana, está dando a luz, a una pequeña niña, a la cual nombra Laila, mientras miraba sus hermosos ojos amarillos.
12 años después, en una pequeña casa de madera, hay una familia de 2 hermanos y sus padres, la pequeña Laila de 12 años y su hermano Bolt de 10.
Ambos estaban adentro de su casa de madera, escuchando una historia para dormir, de su madre Tana, sobre las criaturas del bosque que vivían ahí.
Mediante un libro, la madre les contaba las características de los goblins, orcos, gigantes, trols y demás criaturas, que aparecían en aquel libro ilustrado.
Tana (la madre de Laila) les habla sobre lo pacíficos que son los gigantes, mientras no los molesten, y lo peligroso de los goblins.
Pero Tana les comenta que hay una criatura aún más peligrosa que las anteriores, y no son del bosque.
Laila y su hermano Bolt, se sorprenden al oír esto, y le preguntan: "¿Cuál es esa criatura?"
A lo que su madre Tana, les contesta: "El humano".
Ambos hermanos se sorprenden, y le piden a su madre que les muestre el dibujo, mientras Tana les seguía contando más sobre los humanos.
Tana, les dice: "Son criaturas crueles, mentirosas y agresivas. Capaces de acabar con lo que consideran un estorbo. Sin piedad, ni compasión".
Ambos hermanos impresionados, le piden que les cuente más. A lo que llega el padre de ambos hermanos, y les pregunta: "¿Otra vez están oyendo las historias de ese libro viejo?"
A lo que Tana, le responde: "¿Qué quieres que haga cariño?, ellos me lo pidieron".
El padre se acerca a ambos hermanos, y los toma por la cabeza, mientras les dice: "Hora de dormir. Ya es tarde"
Ambos hermanos se entristecen, y le piden a su padre, un rato más, para seguir escuchando las historias de su madre.
Tana, les dice: "Aunque la mayoría de los humanos sean malvados, yo personalmente, he conocido a algunos buenos, y hasta les he regalado hermosos collares, como los que tienen ustedes".
Los pequeños hermanos se despiden de su madre, para irse a dormir.
Cuando de repente, una fuerte explosión se escucha afuera de la casa, por lo que el padre les pide a todos que se queden adentro de la casa, y lo esperen.
El padre sale de la casa, mientras Laila, Tana y Bolt, logran ver desde las ventanas como la aldea arde en llamas, en medio de la noche.
Cuando el padre abre la puerta para salir. Los pequeños hermanos logran ver un caos afuera.
Bolt corre y sale de la casa, para ver lo que sucedía, mientras Laila y Tana gritan que no lo haga.
Laila corre a buscar a su hermano, en medio de los gritos de su madre: "¡Laila, no salgas!".
Al salir. Laila ve a todos los habitantes del pueblo corriendo, en medio de las llamas.
Laila, grita: "¿Hermano dónde estás?" Mientras ve aldeanos incendiados y huyendo del horror.
Entre la multitud, Laila se encuentra con una criatura con forma humana, a la que no conocía. Y cuyos ojos no podía ver (Debido a la armadura y el casco del soldado imperial que lo cubría todo).
Se trataba de un soldado imperial, que se la queda viendo, con una antorcha en la mano izquierda y una espada en la mano derecha, por lo que Laila, se aterra al verlo.
Mientras el soldado se le acercaba a Laila; su padre logra llegar, y de un gran golpe, logra tumbar al soldado imperial. Por lo que el padre, termina tomando de la mano a Laila, y ambos corren desesperadamente para salir de ese lugar.
A la distancia, se oye el grito desesperado de su madre: "¡Apresúrense!"
Cuando de la nada, una poderosa onda de energía golpea al padre, haciéndolo caer muerto al instante. Por lo que Tana, grita con dolor: "¡Cariño no!".
Laila con los ojos cubiertos de lágrimas, logra llegar hasta su madre. Pero ven a una criatura más grande y más robusta, acercarse a ellas (Un soldado Real, con una armadura especial).
La madre de Laila, la toma por la cara, con sus dos manos, y le dice: "Te daré tiempo para que escapes, por favor, no te detengas por nada del mundo, y busca a tu hermano".
Con estas últimas palabras, Tana empuja a su hija, y le grita: "¡Corre, Laila!"
Mientras Laila con indecisión, empieza a correr.
Tana se detiene en frente del soldado real, y le dice; "De acá no pasarán"
Por lo que el soldado real, levantando su grueso guante de metal, y lanza otra poderosa onda de energía, que golpea a la madre de Laila, y la manda contra un árbol, muriendo al instante.
Laila corriendo, logra salir del bosque en llamas. Al salir, Laila se detiene y voltea, mientras sus ojos no paraban de llorar, al ver que lo que, alguna vez fue su hogar, había sido completamente destruido.
En una casa ubicada en una zona rural, a las afueras del bosque. Está un niño llamado Gabriel, viviendo con sus dos abuelos.
El niño les dice a sus abuelos: "Abuelos, ya vengo. Voy a jugar afuera".
Su abuela, le responde: "Pero Gabo, no te vayas a ir muy lejos, ni entres en el bosque, porque te puedes perder".
Gabriel, le dice: "Claro" Y sale a jugar afuera, no muy lejos de su casa.
Entre la maleza y rocas, que había cerca de aquel gran bosque en frente de su casa. Gabriel logra ver una pequeña cola negra y peluda, de alguna criatura extraña.
Gabriel al percatarse por el tamaño de la cola, que se trataba de algo pequeño. Decide acercarse más, hasta observar a una pequeña criatura semi - humana, llorando, mientras a lo lejos ve un enorme humo en el cielo, que provenía de la parte más profunda del bosque.
Gabriel se le acerca a aquella criatura, y le pregunta: "¿Estás bien?"
Al percatarse de que la habían visto. La pequeña criatura gruñendo, muestra sus dientes en señal de
advertencia, por lo que Gabriel, le dice: "Tranquila, no te haré daño"
La criatura molesta, le grita: "¡Largo humano! ¡No te me acerques!"
Gabriel mantiene su distancia, y le pregunta: "¿Por qué lloras?"
A lo que la criatura, le grita: "¡Largo!" Con un tono entre amenazante, pero a la vez asustada.
Gabriel regresa a su casa, y les pregunta a sus abuelos, si hay pan en la casa.
La abuela, le contesta: "En la mesa quedan dos"
Gabriel toma el plato donde están los panes, y vuelve a salir, mientras sus abuelos se preguntan: "¿Qué estará haciendo?"
Gabriel vuelve donde aquella extraña criatura, y le deja los dos panes, a lo que ella se percata, y le gruñe nuevamente.
Gabriel sin decir nada, deja los panes, y vuelve a su casa, a tomar un vaso con agua, para llevársela a la criatura. Esta vez, se la deja cerca, sin que ella se dé cuenta, mientras recoge el plato vacío de los panes, y se va.
Al día siguiente, Gabriel vuelve a pedirle pan a sus abuelos. Y al recibirlos, se va con los panes, por lo que el abuelo, le pregunta: "¿A dónde llevas esos panes?"
Gabriel, le contesta: "Encontré a una pequeña criatura, cerca del bosque y solo quería darle algo de comer".
Por lo que el abuelo sonríe, y le responde: "Para ser tan pequeño, tienes un gran corazón, pero ten cuidado y trata de que no te lastime"
Gabriel con una sonrisa, sale de la casa, y le dice al abuelo que no se preocupe.
Al llegar, ve a la criatura más calmada, y le dice: "Hola, ¿Cómo estás? Mira. Te traje pan para que comas"
La criatura lo mira con desprecio, sin mencionar una palabra, mientras Gabriel le sonríe, y le dice: "Tranquila, no te hare daño, yo solo quiero ser tu amigo".
Gabriel le deja el plato, y se va, mientras la criatura lo ve seriamente.
Al día siguiente, Gabriel se prepara para llevarle más pan, pero ve que una feroz tormenta se aproxima, por lo que, el abuelo le dice que es mejor que no salga, y que trate de convencer a esa criatura de que entre a la casa.
Gabriel pensativo, dice que no cree que ella acceda a entrar, pero que por lo menos lo intentará.
Gabriel sale corriendo de la casa con dos panes, hacia donde se encontraba la criatura, y le dice: "Será mejor que entres con nosotros, ya que una fuerte lluvia se aproxima"
La criatura le dice que no la moleste, y que ella estará bien, por lo que Gabriel le deja los panes, y se va para su casa, preocupado por aquella criatura.
Al caer la noche, la lluvia se vuelve muy intensa, por lo que preocupa a Gabriel. Así que decide ir a darle un abrigo de cuero, que había en su casa, para que se proteja aquella criatura. Por lo que la abuela, le dice: "Gabo, entiendo que estés preocupado, pero la tormenta es muy fuerte, y no es buena idea, que salgas".
Gabriel, le responde: "Abuela, si no salgo a ayudarla, podría enfermarse o pasarle algo peor"
El abuelo, le responde: "Si vas a salir, por lo menos deja que te acompañe, Gabo"
Ambos salen a buscar a la pequeña criatura. Que terminan encontrando temblando del frio, entre unas rocas, por lo que Gabriel, le dice: "Ven con nosotros para la casa, acá solo la vas a pasar mal"
La criatura molesta y temblando, le dice: "No"
Gabriel le deja el abrigo de cuero, y se va con el abuelo a la casa, mientras la criatura temblando, coge el abrigo para ponérselo, y empieza a llora.
Al día siguiente, termina la tormentosa lluvia, por lo que Gabriel decide salir a ver como estaba la criatura.
Al percatarse de que estaba empapada y temblando, Gabriel le dice: "No sé por qué me tienes tanto odio, pero te aseguro que no quiero lastimarte"
La criatura lo ve con ojos serios, y no pronuncia ni una palabra, por lo que Gabriel, se presenta: "Hola, me llamo Gabriel, pero mis abuelos me dicen Gabo de cariño. Así que si quieres, también me puedes decir Gabo"
A lo que la criatura, le responde: "Suena feo Gabo... Yo me llamo Laila".
Gabriel impresionado de que por fin le hablara, le sonríe, y le dice: "¿Laila? Que lindo nombre, te diré Lalis de cariño... Te traeré algo de comer, Lalis. Ya que debes tener hambre, así que espera".
Gabriel se va para la casa, y Laila le grita: "¡Te diré Gabi, porque Gabo suena muy feo!"
Gabriel llega a su casa, gritando de felicidad, y sonriendo, les dice a sus abuelos: “! ¡Me hablo, ella me hablo!"
Por lo que la abuela, sonriendo le dice: "Entonces dale un buen pan, y hazte su amigo"
Gabriel sonriendo, le responde: "¡Lo hare!".
Gabriel toma un bollo de carne, y se va de regreso donde Laila, mientras el abuelo le grita: "¡Gabo, Puedes decirle que se quede acá si quiere!".
Gabriel, le responde: "¡De acuerdo! ¡Gracias abuelo!" Y corriendo, llega donde se encontraba Laila, mientras sonriendo, grita: "¡Mira lo que te traje Lalis!".
Laila queda aterrada, por lo que ve, a la distancia.
Gabriel se impresiona, al ver aquella expresión de Laila, y le pregunta: "¿Qué pasa Lalis, te sucede algo?"
Pero no obtiene respuesta de Laila, mientras ella mira en dirección a la casa de Gabriel.
Gabriel voltea, y observa a 3 soldados imperiales en frente de su casa; hablando con sus abuelos.
Gabriel, le pregunta a Laila, "¿Le tienes miedo a los soldados imperiales, Lalis?".
Laila con una mirada fría y aterrada, no contesta.
Gabriel, le dice: "Ellos son los soldados imperiales. Que ocasionalmente patrullan las zonas. Así que no tienes nada de que temer".
A lo que Laila, con enojo, grita: "¡Ellos asesinaron a mi familia!".
A la distancia se oye una fuerte discusión, en la casa de Gabriel.
Gabriel al percatarse de esto. Se dirige donde sus abuelos, pero Laila lo agarra de la mano, y le dice: "No vayas"
Gabriel sin entender nada, se suelta de Laila, y corre a ver qué pasa.
Al llegar, ve a su abuelo siendo arrojado al suelo, por los soldados imperiales.
Gabriel, grita: "¡Déjenlo tranquilo!"
Uno de los soldados, atraviesa con una espada a su abuelo en el pecho, por lo que Gabriel, llorando grita:
"¿Qué han hecho?"
La abuela les grita a los soldados: "¡No tenemos a donde ir! ¡Esta es nuestra casa y no nos la pueden quitar, solo porque necesitan este terreno para construir!"
El soldado imperial, camina hacia la abuela, y está por atravesarla, cuando a lo lejos, gritan: "¡No lo hagas, por favor!"
Era Gabriel, que enojado corre hacia ese soldado imperial, pero otro soldado le da una patada, y lo tumba, mientras el primer soldado, da con su espada, el golpe fatal a la abuela de Gabriel.
Gabriel llorando, grita: "¡NOO! ¿Por qué?"
El soldado que asesino a sus abuelos le dice al segundo soldado, que entre y queme las cosas.
Al tercer soldado, que pateo a Gabriel, le dice: "Asesina a ese niño y vámonos de acá"
El tercer soldado, saca su espada y está listo para asesinar a Gabriel, cuando de la nada, aparece Laila, saltando al lado del soldado, y con una fuerte patada en el aire, le da en la cara. Por lo que termina tumbando al soldado.
Laila aprovecha la oportunidad, y tomando a Gabriel de la mano. Lo levanta y se lo lleva corriendo hacia el bosque.
El primer soldado, grita: "¡IDIOTA NO LOS DEJES ESCAPAR!"
El soldado se levanta, y se va corriendo tras los niños, gritando: "¡ESTUPIDA SEMI HUMANA, DEJA QUE TE ALCANCE!"
Laila y Gabriel entran corriendo al bosque, mientras Laila con cara aterrada, ve a Gabriel llorando.
El soldado imperial los perseguía, y poco a poco los estaba alcanzando.
De la nada, en la espesura del bosque. Laila y Gabriel se atraviesan con un gigante de 8 metros, el cuál llevaba un gran mazo de madera, en su mano izquierda.
Laila recuerda que ellos no son agresivos, si no se les provoca, así que pasa con Gabriel por debajo, entre sus
piernas, mientras el soldado se acercaba, gritando: "¡LOS VOY A ACABAR NIÑOS ESTUPIDOS!"
Los gritos del soldado, y su espada en la mano; molestaron al gigante, lo que ocasiono que este lo atacara con un fuerte golpe del mazo, mandándolo a volar.
El soldado cae muerto, mientras llegaban sus 2 compañeros que veían el cuerpo del soldado, y al gigante
molesto.
Los 2 soldados, se percatan que el gigante estaba enojado.
Las espadas en las manos y las armaduras, que eran iguales al del soldado muerto. Provoca que el gigante los ataque también, lo que hace, que, de un solo golpe con su mazo, los manden a volar a ellos igualmente.
Laila y Gabriel corren en circulo para no perderse, por lo que regresan en línea recta, para salir del bosque, y así llegar nuevamente a la casa de Gabriel.
Ambos se detienen, mientras ven los restos de la casa incendiada, y a los abuelos muertos en el suelo.
Laila se lleva a los abuelos de Gabriel, detrás de la casa y los entierra, en una parte cerca, mientras que Gabriel se tumba a llorar, por la pérdida de sus únicos familiares.
Laila regresa de haber enterrado a los abuelos de Gabriel, y al ver que Gabriel pasaba por la misma situación que ella. Lo abraza llorando, y le dice: "Por favor, no llores más, Gabi"
Más tarde, una carreta con un anciano que iba manejándola, pasa por el lugar, y se sorprende al ver a los niños solos, en mitad del camino; y una casa que solo quedo en humos. Por lo que les pregunta: "¿Qué paso aquí?".
Laila empieza a gruñir, al ser un desconocido, pero Gabriel se levanta. y con los ojos lagrimando, le pregunta: "¿Me puede llevar por una moneda de oro a la capital de la Ruta del Sol?"
El anciano, le responde: "No hay problema, súbete. No voy para allá; pero te dejare cerca de un asentamiento, donde puedas coger otro carruaje. Y tranquilo, no te cobraré por el viaje"
Gabriel mira triste a Laila, y le dice: "En la casa hay algunas monedas de oro, cógelas y ve al gremio que queda en el oeste. Ahí estarás segura por un tiempo"
Gabriel se monta en el carruaje y con la cabeza mirando al suelo se va, mientras Laila ve como queda sola nuevamente.
A lo lejos, Gabriel le grita: "¡Hazte fuerte, y nos veremos en 10 años nuevamente, en el gremio del oeste"
Laila llorando, susurra: "Por favor, Gabi, no me abandones"
Laila entra a la casa en ruinas de los abuelos de Gabriel, y buscando por toda la casa, logra encontrar 4 monedas de oro, por lo que al salir; decide ir al gremio del oeste, como se lo pidió Gabriel.
Después de caminar por un tiempo, Laila llega a un pequeño pueblo, cruzando un puente.
En el pueblo había aldeanos haciendo diferentes actividades como: lavar ropa, herrería, puestos de venta de productos como comida o utensilios.
Laila se acerca nerviosa a un aldeano, y le pregunta: "Disculpe. ¿Dónde queda un gremio?"
El aldeano, le responde: "Más al frente, cruzando la 5 esquina, encontraras un gremio"
Laila le agradece, y camina hasta llegar a un gran gremio, que resaltaba entre las pequeñas casas de ese pueblo.
Al llegar al gremio, Laila entra y ve a muchas personas de diferentes tipos (Magos, arciprestes, mercenarios, guerreros, paladines y alquimistas) Los cuales hacían diferentes actividades.
Algunos hablaban en las mesas, otros bebían en el estante del bar, otros comían, otros buscaban formar grupos y otros miraban las recompensas que había en unos tableros.
En una ventanilla de servicio, estaba una mujer, a la cual Laila se le acerco, y le pregunto sobre ese lugar.
Por lo que la chica de la ventanilla le responde: "Bienvenida al gremio del oeste, donde podrás unirte a una facción, y empezar a trabajar, mediante encargos que podrás realizar desde el tablero de recompensas. En el mostrador de al lado, en el fondo. Hay carteles de recompensas, donde podrás escoger trabajos para obtener algo de dinero, si estás registrada en algún gremio"
Laila se sorprende, y le pregunta: "¿Cómo podría registrarme en el gremio, y unirme a una facción?"
La recepcionista, le contesta: "Con una moneda de oro, podrás inscribirte a la facción que desees. Pero eres muy joven para unirte a una facción, por lo que no podrás entrar a ninguna"
Laila triste, le responde: "Por favor. Quiero entrar a alguna facción para poder hacerme fuerte y ganar algo de dinero para poder vivir"
Por lo que la recepcionista se la queda mirando pensativa, y le responde: "Umm, pues la regla aplica para humanos, pero veo que eres una semi humana. Así que no habrá problemas contigo"
Laila le responde con cara alegre: "Gracias"
La recepcionista le pide que ponga la mano en una esfera que había en el mostrador.
Laila coloca su mano encima de la esfera, y está se pone roja. Por lo que la recepcionista, le dice: "La esfera está roja, lo que significa que tienes poca magia o nada. Así que no podrás entrar a facciones, que usen de ese recurso, como: magos, hechiceros o arciprestes. Pero puedes elegir otras facciones como: mercader, guerrero, alquimista, paladín o mercenario"
Laila, le pregunta: "¿Y qué diferencia tienen?"
La recepcionista, le responde: "Algunas habilidades las comparten, pero cada uno tiene sus diferencias que las hacen únicas, por ejemplo: el mercader, aunque no posea habilidades de combate, puede aumentar tu suerte, tu elocuencia, tu habilidad de negociar y hacer buen dinero, mientras que, un guerrero puede mejorar su fuerza y resistencia. Podrás hacer trabajos de todo tipo sin problemas, a diferencia del paladín, que es más, un guerrero que trabaja para el pueblo o su reino. Así que tienen más probabilidades de ser contratados por el imperio"
Laila pone una cara de molestia. Y al percatarse de esto, la recepcionista, le dice con cara incomoda: "Bueno. También están los mercenarios, cuyas habilidades de sigilo y escondido, le dan una mayor oportunidad de acechar a sus enemigos por la espalda. Puedes hacer trabajos que no pertenezcan al gremio, sin problemas, aparte de que son los más contratados, para los trabajos no relacionados al reino"
Laila la interrumpe, diciendo: "Ya me decidí cual voy a escoger"
La recepcionista se sorprende, y le dice: "Genial, ya te traigo tu tarjeta del gremio, para que te registres en la facción que elegiste... Serás de nivel 1 como todos, y tendrás que ir subiendo de nivel, con cada misión que escojas. Ahora dime: ¿A qué facción decidiste unirte?"
Laila, le responde: "A la de guerrero"
La recepcionista, le contesta: "Muy bien. Aquí está tu registro de guerrera"
La recepcionista le entrega una pequeña tarjeta que saca por una ranura debajo de la esfera. Y al poner Laila su mano en la tarjeta, esta brilla y se pone el nivel (1) por lo que Laila se sorprende.
La recepcionista, le dice: "Muy bien. Ahora podrás hacer las misiones que hay en el mostrador. Déjame explicarte cómo funciona: En el mostrador, hay 3 columnas de letras A, B y C, las cuales tienen diferentes niveles de dificultad, por lo que te recomiendo empezar por las misiones de la columna A, que son las más fáciles. En esas misiones, puedes conseguir de 5 a 10 monedas de oro, en las misiones de la columna B, podrás conseguir misiones más complejas, que te darán de 11 a 20 monedas; dependiendo de la dificultad del trabajo, y en la columna C, van los trabajos más difíciles, que solo pueden hacer los de mayor rango. Como los del nivel 40 o mayores. Ahí ganas de 30 a 50 monedas, dependiendo de la dificultad... Cada trabajo te dará puntos de experiencia, que se registrarán en tu tarjeta, por lo que podrás ir desbloqueando habilidades y mejorarlas con los puntos"
Laila se sorprende, y le dice: "Entonces empezaré a hacer las misiones de la A"
La recepcionista, le dice: "Perfecto, te deseo la mayor de las suertes en tus aventuras"
Laila sin entender mucho lo que le dijo la recepcionista, va al tablero y ve una misión de mensajería en el mostrador, donde está la sección de las misiones del tipo "A", Así que la toma.
Algunas personas se ríen, al ver que una pequeña semi humana es guerrera, y va a hacer una misión.
Laila sin prestar atención, se dirige a la salida, y un paladín la detiene poniéndose en frente, y con una sonrisa, le dice: "Conque ya eres una guerrera a temprana edad, eh... Felicidades. Espero muchas cosas de ti"
Laila al oír esto, le responde con cara de sorpresa: "Gracias"
Laila sale del gremio, y se dirige a su primera misión, guiada por el cartel de recompensa que había tomado. Y con indicaciones de aldeanos, llega hasta un local, que se encontraba lejos.
Al llegar, la recibe un señor de edad, que le pregunta: "¿En qué te puedo ayudar?"
Laila, le contesta: "Vengo por el trabajo de mensajería"
Por lo que el señor de edad se sorprende y le dice: "Lleva este paquete hasta la carrosa que esta por salir en el puente del noreste"
Laila se acuerda, que es el puente por donde ella llego a la aldea, y le responde: "Entendido"
Laila sale del local, y preguntándole a la gente, llega hasta el puente, donde logra entregar el paquete.
El sujeto montado en la carrosa se sorprende al ver a una pequeña niña haciendo el encargo, y le dice: "Gracias, ¿Pero no eres muy joven para hacer encargos?"
Laila, le responde: "Así me dicen, pero como soy semi humana, no tengo problemas en realizar esas misiones"
El sujeto, le responde: "¡Que pequeña tan valiente!"
El sujeto le da una moneda de oro y se va.
Laila feliz, regresa al gremio, y le dice a la recepcionista: "Mira. Ya realicé mi primer encargo, y me dieron una moneda de oro"
A lo que la recepcionista, le responde: "Muy bien. Te felicito. Toma. Aquí tienes tu paga por la misión, no olvides ver tu tarjeta de registro, y aumentar las habilidades que te aparecen, por las misiones realizadas"
La recepcionista le da una bolsa con 5 monedas de oro, lo que pone más feliz a Laila. Y al revisar su registro,
Laila se sorprende de ver que le apareció el atributo de resistencia, por lo que activa ese atributo a (1), con el punto ganado por la misión, y cansada le dice a la recepcionista: "Tengo mucha hambre. Quisiera comer algo. Ah, por cierto "¿Cómo te llamas?"
La recepcionista, le responde: "En el bar puedes pedir comida por algunas monedas de oro. Ve y pregunta a las meseras, que hay en el menú y come lo que quieras... Y mi nombre es Luci, gusto en conocerte"
Laila impresionada por la amabilidad de algunas personas, sonríe, y le dice a Luci: "Gracias, Luci"
Laila se dirige hacia una de las meseras, y le dice: "Disculpa. Me gustaría comer algo. ¿Qué hay en el menú?"
La mesera, le responde: "Hay bistec por 5 monedas de oro, hay pechuga por 4 monedas, hay filete de pescado por 4 monedas"
Laila la interrumpe, y le pregunta: "¿Tienes algo más económico, que no pase de las 2 monedas?"
La mesera, le contesta: "Tenemos bollos de carne a 2 monedas, y pan a 1 moneda, el vaso de agua a una moneda y el vaso de leche por dos"
Laila ve muy animados a algunos, y le pregunta a la mesera: "¿Qué es lo que los demás toman en esos frascos
de madera y de vidrio?"
La mesera, le contesta: "Es cerveza y agua miel, pero tú eres muy pequeña para tomar eso"
Laila triste, le dice: "Bueno. Dame 2 bollos de carne y un vaso de leche"
La mesera se va, y después de un rato, llega con el pedido en una bandeja pequeña.
Laila se come los bollos y se toma el vaso de leche. Después se va del gremio, mientras ve a los demás bebiendo cerveza y agua miel felices e imperativos, a lo que ella se pregunta: "¿Por qué están así de hiperactivos?"
Es de noche y los faroles ya están encendidos, para iluminar el camino del pueblo.
Laila ve un letrero que dice: "Posada" Y decide entrar, a preguntar.
Adentro había un señor de edad, y Laila le pregunta: "¿Cuánto cuesta estar en la posada?"
Por lo que el señor de edad, le responde: "Una noche por dos monedas de oro"
Laila saca sus últimas cuatro monedas y le da 2.
El señor de edad, le dice: "Sígueme"
El señor la lleva hasta un cuarto, y le dice: "Si necesitas algo me avisas... Que descanse"
Laila se acuesta, y se queda pensativa toda la noche, debido a que las misiones cansaban mucho y pagaban muy poco.
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