...*ALEK*...

Soy Alek Swan tengo 22 años, Soy el jefe de la mafia rusa junto con mis dos hermanas Irina y Dasha, nosotros somos trillizos.

Yo soy el que peor carácter tiene después de Dasha. No soy el típico Mafioso que se acuesta con la primera que le parece atractiva.

Mido 1,85 tengo los ojos azules al igual que mi madre, mi cabello es negro

Tengo la habilidad especial de combate cuerpo a cuerpo, estrategia e inteligencia militar, Y... experto francotirador.

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Estoy llegando a la casa de mis padres, ya que hicieron una reunión para hablar sobre los problemas que tuvimos últimamente con la DEA y los del FBI.

Lo único que deseo es que no esté la maldita de Dasha. Ella asesinó a mi prometida hace un año, la asesinó dos días antes de mi boda, y también asesinó a mi mejor amigo.

Desde ese día perdimos la comunicación y no la mate gracias a que mis padres y mi hermana Irina se interpuso.

Después de perder al amor de mi vida por la culpa de mi hermana, nada es lo mismo.

...

Cuando llego a la casa, bajo para dirigirme a la sala de reuniones.

Cuando entro me encuentro con mis tíos Marcel, Lizbeth y Francesca. Ellos están sentados en el lado izquierdo de la mesa mientras mi madre y mi hermana Irina en el lado derecho, mi padre está en la punta de la mesa.

Veo toda la sala y no hay rastros de la maldita asesina. Yo tomo lugar al lado de mi hermana.

— Hola familia— dice Dasha entrando a la sala, con su estúpida sonrisa.

— Que hace ella aquí?— digo levantado me dé golpe— Porque está la maldita asesina?— a ella se le borra la sonrisa, Irina estaba por decir algo, pero Dasha la interrumpe.

— Tranquilo pienso irme pronto, no vas a tener que ver a esta asesina mucho tiempo— dice acomodándose al lado de Francesca.

— Hola rubia— dice sonriéndole, ver como ella sonríe mientras mi hermosa Gaia no puede me hierve la sangre.

— Todos ya nos saludamos es hora de ir al punto— dice mi madre— Los de la DEA y el FBI están muy sobre nuestros pasos... Tenemos que despistarlos.

— Al bajar del aeropuerto no siguieron dos camionetas comunes, pero cuando los rodeamos nos dimos cuenta de que eran agentes.— sigue Marcel.

— Y no de los agentes usuales, estos son de los agentes que solo se sacan para las misiones altamente peligrosas— dice mi padre.

— Y ninguno quiso hablar, prefirieron morir antes que decir una palabra— Dice Lizbeth.

— Los torturaron?— pregunto— todos sueltan la lengua cuando le quitas cada parte del cuerpo.

— Yo los torturé, no quedo nada de ellos. Pero lo más raro es que ninguno hablo— dice Dasha, y yo hago caso omiso a sus palabras.

— Que hacemos? Yo tengo cargamentos muy importantes— dice Francesca.

— Yo también, estos compradores son los árabes y son muy fundamentales como para perderlos, por la culpa de los agentes— digo me quejo.

— Yo mañana tengo que cerrar negocios con un alemán, y más que seguro es que tenga que enviar los cargamentos de drogas lo antes posible.— Dice Irina.

— Y tu Dasha no tienes nada por lo que quejarte?— pregunta mí, madre, al escuchar todas nuestras quejas menos las de Dasha.

— Yo solo soy una asesina a sueldo yo manejo los cargamentos ni ninguna mafia— dice encogiéndose de hombres— si quieren que asesine a todos los agentes solo díganlo— me da asco como dice la palabra asesinar como decir un simple "hola".

— Eso es lo que eres— le digo.

— De que hablas?

— Eres una maldita sicópata, no te importa quien es el daño colateral con tal de asesinar. No tienes corazón— digo levantándome de mi asiento.

— Basta Alek— dice Irina tomando mi mano.

— Deja que descargue tensiones conmigo, soy una asesina— dice Dasha— pero tú no eres un santo

— Tú matas a personas inocentes yo no!— grito— yo si tengo corazón, no como tú!.— todos en la sala hacen silencio.— Mataste al amor de mi vida

— Alek no es lo que Pien...— Dasha la interrumpe.

— Cállate Irina— ella me mira a mí— si soy una asesina y una sicópata, tampoco tengo sentimientos, no me importa el daño colateral y tampoco las personas inocentes. Y tu prometida me importaba un comino, y un día quise asesinarla y lo hice— ella empieza a reír como la loca que es— y tu mejor amigo... Ja, ja, ja primero lo usé y luego le di un balazo en la cien— yo saqué mi arma y le apunta a la cabeza— Vamos hermano dispara, a ya sé... No tienes los huevos suficientes.

— Alek baja el arma— ordena mi madre y yo no acato su orden— Que la bajes ahora!— yo lo hago y Francesca se lleva a Dasha.

— Esto no va a quedar asi maldita!!— grito.

— Jamás le vuelvas a apuntar con un arma a tu hermana— dice mi padre enojado, no entiendo por qué todos la defienden.

— Yo me largo, vuelvo cuando no esté la asesina— digo dándole un beso en la mejilla a mi madre.

Salgo de mi casa y voy a uno de mis bares.

...*IRINA*...

Soy Irina Swan, tengo 22 años, mido 1,60, Mis ojos son azules y mi Cabello es rojo al igual que el de mi madre.

Me dicen la princesa del imperio Ruso, soy la segunda heredera de toda la mafia rusa.

Tengo un hermano gemelo y una hermana gemela que es idéntica a mí. Nosotros somos trillizos Alek es el mayor de nosotras dos por minutos y Dasha es la más chica y yo soy la del medio.

Mi carácter es de lo más dulce, menos cuando me enojo o se meten con las personas que más amo.

Experta en manejo de armas pesadas, armas cortas y largas. Desactivación y construcción de bombas.

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Cuando Alek sale de la casa yo voy por Dasha. Veo a Francesca en la puerta del baño.

— Otra vez?— le pregunto refiriéndome a sus ataques de pánico.

— Si, tú sabes lo que pasa Siempre que discute con Alek.

— Todavía ni entiendo por qué le oculta la verdad— digo tocando la puerta— Dash abre la puerta— ella no abre la puerta, puedo escuchar cómo le está costando respirar.

— Voy a buscar la llave de repuesto— dice Francesca y yo asiento.

— Dash respira lento... Cuenta conmigo— le hablo con mucha calma— respira uno... Dos... Tres... Abre la puerta Dash— vuelve Francesca y abre la puerta.

Dasha esta hecha bolita en el suelo, yo la abrazo— Respira con calma...

— No puedo... Respirar— dice hiperventilando. Al ver que no puedo cambiar su foco de atención, abro la ducha y la mojo con agua fría. Su respiración se vuelve normal haciendo que llegue mejor el aire a sus pulmones.

— Ven vamos— yo la ayudo ponerse de pie y la llevo asta mi habitación.— Porque no Quieres que le diga la verdad?

— No hay ninguna verdad que decir. No quiero que te involucres en esto— dice viendo a mis ojos— Alek y tu Siempre tuvieron mejor conexión, si él sabe que tuviste algo que ver te culpara toda su vida, como me está culpando a mí. Yo quiero que él te tenga a ti.

— Esto no es justo— digo buscando la ropa en mi armario— Él algún día tiene que saber la verdad.

— Pero no Ahora, él tiene que volverse a enamorar, cuando eso suceda yo misma le voy a decir la verdad.

— No entiendo.

— Si él no sabe el motivo por lo cual mate a la zorra de Gaia y al prostituto de Dante, si el supieran cerraría su corazón y no quiero que eso suceda, él es un buen hombre y necesita enamorase de alguien que si lo valore.— dice mientras se cambia.— Me prometiste que nunca vas a decir nada, y espero que lo sigas cumpliendo.

—Lo prometo, que vas a hacer ahora? Nuestra reunión no terminó. Todavía falta hablar sobre los problemas con la ley.

— Yo voy a volver con Francesca a Italia, tengo trabajo.

— Ten cuidado, te voy a decir que vamos a hacer luego— ella asiente y salimos de la habitación.

— Francesca el Jet nos espera— dice Dash— Tus padres se van a quedar?

— sí, Preparé a cuatro hombres para que nos acompañen al aeropuerto.

— Dile a mamá que tuve que irme de urgencia.

— Te vas a ir si despedirte, eso no se le hace a la mujer que te dio la vida.

— Mamá tengo que volver a Italia, prometo llamarte cuando tenga tiempo.

— Dasha... Tu Siempre te vas por meses y en esos meses solo me mandas tres mensajes y Siempre dicen lo mismo. " Hola mamá" "Sigo viva" "Te quiero"

— Es lo único que necesitas saber, muy pocos saben de mi existencia y eso no Quiero involucrarlos.

— Somos tu familia.

— Si, pero eso no implica que tengas que estar al tanto de mi 24/7.

— Soy tu madre y Siempre voy a estar al tanto.

— Y te lo agradezco, pero tengo 22 años ya soy una adulta— ella camina hacia la Puerta— Los Quiero— y sale con Francesca.

— Maldita niña, canas verdes me va a sacar.

Pensar en como trato hoy Alek a Dasha, a su propia sangre me enoja, pero también lo entiendo, él no sabe la verdad de lo que sucedió.

(Flashback)

Estoy llegando a la casa de mi hermano para buscar a su prometida, en la entrenada me encuentro con Dasha quien nos va a acompañar por el vestido de novia y los vestidos de damás de honor.

El salió del país por un día y vuelve hoy en la noche, su boda es dentro de dos días.

— Hola rojita— dice Dasha— Podemos hacer esto rápido tengo que volver a Italia.— ella y mi prima Francesca se encargan de la mafia de mi tío Marcel.

— Si, como has estado? ¿Francesca vino contigo?

— Si, pero ella nos espera en el centro comercial— nosotras entramos en la casa y nos pareció raro no encontrar a Gaia en la sala.

De arriba se escuchan gemidos, yo miro a Dasha quien parece enojada, sus ojos se oscurecieron.

— No creo que esté con Alek— digo recalcando lo obvio porque hable con él antes de llegar a la casa.

— La voy a matar— ella sube apresurada las escaleras y abre la puerta de una patada.

Gaia palidece al vernos y... Mierda. Se está revolcando con Dante el mejor amigo de Alek.

Dasha toma de los pelos a Gaia mientras yo detengo a Dante para que no se entrometa.

— Mejor no des un paso más sino quieres que te dé un balazo.— yo saco mi arma y lo apunto— Porque?— digo refiriéndome a lo que vi.

— Ella no lo ama, solo está con el porqué la obligan. Ella no quiere a tu hermano, lo odia— si Alek se entera va a sufrir mucho, no podría ver a mi hermano sufrir

— Eras su mejor amigo y decidiste revolcarte con su prometida.— yo le apuntó y él se pone más pálido de lo que estaba.— Te veo en el infierno.

— Irina déjame ir— él se arrodilla— te lo ruego, eres como mi hermanita— escuchó una risa de atrás mío.

— Irina ve con Gaia, yo me encargo de él— me susurra— Tú no puedes asesinarlos, sabes lo que pasara si Alek se entera de que los asesinaste tú— ella hace que baja el arma— Vamos a hablar sobre lo que le vamos a decir cuando termine con ellos— yo asiento y salgo de la habitación, cuándo esta afuera se escucha un disparo y sé que hay se fue la vida de quien creí que era mi compañero de crímenes.

Yo veo a Gaia quien esta toda golpeada, tiene el labio roto y su nariz sangra.

— Por favor Irina déjame ir, no volveré a sus vidas, me voy a ir lo más lejos posible— ella llora, pero no siento nada— Por la amistad que Tenemos déjame ir por favor— yo la tomo del pelo

— Tú dejaste de ser mi amiga, ahora eres mujer muerta— la suelto y sale Dasha de la habitación.

— Irina quiero que salgas de la casa— dice con vos seria— Quiero que hagas como que no sabes nada de todo esto. Escuches lo que escuches o veas lo que veas no digas nada.

— Que Piensas hacer?

— Dije que te fueras— ella ve el reloj— en 30 minutos llega Alek, él no puede verte aquí.

— Porque?— ella pone los ojos en blanco.

— Luego te digo ahora vete— yo asiento y salgo de la casa.

(Fin del flashback)

...*ALEK*...

Son las 22:00 de la noche, el bar se está llenando.

Veo entrar a Irina a mí, oficina, ella está con la hermosa sonrisa que la caracteriza.

— Hola Rojita— digo sonriéndole. Yo haría cualquier cosa para que ella nunca pierda su sonrisa, en el pasado también lo hubiese hecho por Dasha, pero ahora no, ya no me interesa que pase con ella.

— Hola bestia, como te sientes?

— Quieres la verdad?

— Siempre voy a querer la verdad.

— Me siento traicionado, me sigue doliendo la muerte de Gaia y de Dante, y me duele más que mi propia hermana allá matado a dos de las personas que más amaba.— ella me abraza— Me siento mal.

— Todo va a mejorar mi bestia, solo es cuestión de tiempo o que llegue la persona indicada.

— Eso espero. ¿Porqué has venido?

— Necesitaba despejar mi mente y ver como estabas.

— Terminó con estos papeles y podemos bajar a tomar algo y capas bailar como los viejos tiempos.

— Eso suena divertido.

Yo terminé de revisar los papeles para enviar los cargamentos.

— Mamá quiere que le ayudes a elegir a los nuevos reclutas, la última vez perdimos al 2% de nuestros hombres.

— Si, lo sé mañana en la mañana te espero en el campo.

Bajamos al club, entramos en la sala VIP, a lo lejos veo a una chica de cabello negro y un vestido plateado, tiene un cuerpo hermoso y esos movimientos. Puf se ve preciosa.

— Toma limpia el charco de baba— dice Irina pasándome un pañuelo— Baja y háblale.

— No gracias estoy bien donde estoy— ella solo asiente y posa su mirada en un chico Rubio con un traje negro, parece que es un empresario— Creó que tu Necesitas esto— digo pasándole el pañuelo y ella ríe— Ve y háblale.

— Se ve muy elegante para mí— dice tomado su margarita.— Vamos a brindar porque buena idea fue este bar.— nosotros brindamos.

— A que conclusión llegaron?

— Mamá dijo que mandemos el último cargamento y paremos un tiempo.

— Tengo muchos clientes para estar perdiendo. Francesca tiene que mandarme un cargamento de droga, los Alemanes también.

— Los alemanes stain? ¿El psicópata y el sociopata? Los que están mejor que comer frutilla con crema?— yo reí y asiento.

— Si ellos, son los mayores compradores y son los Mafiosos más importantes en todo el mundo.

— Lo sé, prácticamente son los primeros mafiosos, le sigue el tío y nosotros somos los terceros.

— Son peligrosos, son como Dasha— veo como ella se tensa— Ellos matan no importa quien sea, son Asesinos calculadores, fríos, arrogantes, ellos son igual que Dasha.

— Ella no es así.

— Mejor no hablamos de ella. ¿Como te fue con el infiltrado?

— No dijo nada, Lo torturé yo misma, pero nada de nada.

— Van a ser un dolor de huevos los agentes

— Lo sé. Me tengo que ir.— dice viendo el reloj

— La princesa tiene que irse antes de las 00:00?

— chau Bestia.— ella se va y yo me quedo solo.

...

Estoy llenado al campo para ver a los nuevos reclutas, cuando llego veo a Irina sentada en el sofá.

— Hola rojita.— digo cuando la veo

— Hola, tenemos que hablar en la oficina— yo asiento y entramos.

— Que paso?— pregunto.

— Te acuerdas del chico de ayer?— yo asiento— esta aquí y también está la chica.

— Que?