Capítulo 1: El día del comienzo
* sonido *
Era un nuevo día, la odiosa alarma había comenzado a sonar sacándome de mi cálido sueño para un nuevo día de trabajo.
Nunca soñaron con un hermoso final feliz como en los cuentos de nada, acababa de soñar con eso.
Tuve una pareja y una linda familia, el deseo que toda solitaria y sin pareja anhela, al menos en lo profundo de su corazón.
* quejido *
La luz de la ventana deslumbró mi vista en un intento de abrir mis párpados perezosos que lo único que querían era permanecer cerrados.
"Otro día de trabajo ... Te extrañaré mi linda y cálida cama"
Ante la renuencia de querer salir de mi cama, solo pude quejarme en pequeños murmullos mientras me iba al cuarto de baño.
Nada mejor que una deliciosa ducha para levantar el ánimo de una persona.
En el camino al baño de mi departamento, me encontré con un sin fin de obstáculos, ya parecía que en vez de estar en un departamento estaba en una pista de obstáculos.
El problema de no tener a nadie para que te ayude en las mudanzas…
La noche pasada me había desvelado para tratar de hacer algo habitable el nuevo departamento al que me había mudado hace poco.
“Me falta mucho trabajo por delante” me dije en un intento para no suspirar ante los días en los que iba a estar ocupada, como para poder divertirme o lo que podía llamar divertirme que era ir a ver una película o pasear por el parque a unas cuadras de mi departamento.
Tuve algunas amigas, pero no sabía ya hace cuanto tiempo que deje de comunicarme con ellas, los problemas de ya no vivir en la misma zona, las relaciones de amigos a distancia es muy difícil de llevar.
Los pocos temas de conversación que se tienen y hasta los celos de ver cómo le iba mejor a una persona a diferencia de uno mismo.
* sonido de abrir la puerta *
"Otra cosa que se debe cambiar"
Las pequeñas imperfecciones del apartamento comenzaron a hacerse presente al día siguiente de que me mude, un problema que ocurre siempre que uno se muda.
Ignorando la puerta que en algún momento será la responsable de asustarme hasta la muerte, por lo vieja que era y por los extraños sonidos que hacía me dirigí hacia el lavamanos del baño.
Viendo mi rostro en el espejo, logré verme.
Una chica de 25 años con un liso cabello café, ojos café y una piel bien cuidada era quien se vio reflejada en el reflejo del espejo, si bien no era una modelo, al menos me sentí bien conmigo misma.
Pero eso no me hizo conseguir ninguna pareja a lo largo de mi vida.
* suspiro *
* sonido de agua *
Tomando el agua en mis manos y echándolo a mi rostro procedí a lavarme con cuidado de no mojar el piso del baño.
Al contacto de mi cara con el agua fría me desperté de golpe, todas mis energías en bajo consumo se alzaron de golpe, cuando me desperté por fin de mi estado medio dormida.
* sonido de alarma *
El sonido de mi alarma me dio un ligero susto, cuando supe que el tiempo que tenía se acababa, tenía que llegar al trabajo y no podía permitirme llegar tarde una vez más, así que sacándome el camisón sin ningún cuidado y mi ropa interior procedí a abrir la llave del agua.
* grito *
Un pequeño grito de sorpresa inundó mi ser cuando me di cuenta de que no había abierto la llave del agua caliente.
El frío comenzó a llegar a mi espalda, cuando comencé a abrir la llave del agua caliente, ahora si me estuvo completamente despierta.
“Espero no haber alertado a ninguna persona” susurré en un intento de ocultar mi vergüenza ante tal escena embarazosa.
Si bien no era la primera vez que me pasaba, aún era embarazoso.
El agua se deslizaba sobre cada parte de mi cuerpo, mientras sentía como toda la tensión de mi cuerpo comenzaba a irse, el sentimiento de darte un baño era un sentimiento mágico que te daba un momento de paz y tranquilidad en la que no te preocupas de nada.
* sonido *
A menos que sean mi yo...
El sonido de mi alarma volvió a sonar, he pasado más de 30 minutos en los que me había quedado en la ducha y no quería salir, pero pasar mucho tiempo en la ducha podría causar que me enferme.
"Muy buenos días ..."
"Muy buenos días, Jasmina ... Espero que pases un lindo día"
La persona que tenía enfrente era mi vecino Alan, un hombre de 50 años el cual vivía con su esposa, la pareja que ahora eran mis nuevos vecinos eran muy buenas personas, me han ayudado el día anterior cuando traje mis cosas.
La de problemas que me han ahorrado o de otra forma el apartamento en donde estaría durmiendo no sería más que una habitación sin muebles con una cama.
"Le puedes decir a maría que estuvo muy delicioso la comida"
Con lo despistada que soy, la noche pasada me había olvidado que no había comido toda la tarde, lo que ocasionó que mi estómago rugiera con fuerza, la vergüenza que tuve en ese momento aún la trataba de olvidar.
En el autobús y en la recepción del departamento todas las personas siempre se volteaban a verme cuando escuchaban los ruidos de mi estómago, no era la forma en la que me agradara para que tomaran en cuenta mi presencia.
Pero como un ángel o como una madre que te ayudaba en los mejores momentos, maría vino y me invitó a comer en su departamento, yo era una mera desconocida para ella, pero me dio de comer de lo que había cocinado.
Tenía que admitir que cocinaba muy bien, prácticamente se podría decir que era la mejor comida que había comido, tenía ese toque maternal que no cualquier comida podía lograr conseguir.
No sabía si ella tenía una hija de mi edad y que vio posiblemente a su hija en mí o algo más, pero era una cortesía que no estaba dispuesta a rechazar, principalmente porque en ese momento creí que tenía que subir todas las cosas que el camión de la mudanza había traído para rellenar mi apartamento y necesitaba la mayor energía posible para las largas horas de mudanza que iba a hacer, principalmente porque quería ahorrar el dinero extra que pedían los de la mudanza para subir todas mis cosas al departamento.
"Risas *
"Descuida, le diré que te gusto su comida ... No sabes lo contenta que estuvo al tenerte con nosotros en la hora de la comida Jasmina"
"Entonces me estaré yendo señor Alan ... Saluda a su esposa de mi parte"
* sonido de alarma *
Viendo la alarma que sonaba nuevamente en mi celular me di cuenta de que se me hacía cada vez más tarde.
En este momento agradecía de corazón a la Jasmina del pasado quien decidió poner varias alarmas en mi celular, no era la persona más puntual y prácticamente se me consideraba la persona más existencia impuntual.
No por el hecho de que era irresponsable, sino porque era demasiado despistada y el hecho de que había estado platicando y recordando lo que había pasado ayer durante más de 10 minutos no ayudaba a refutar.
Tomando mi cartera salí corriendo dejando a mi vecino Alan mientras procedía a salir a toda velocidad del departamento.
La gente ya comenzó a transitar por los pasillos mientras miraba como muchos de ellos vestían posiblemente para ir al trabajo.
* suspiro *
"Las desventajas de vivir en nueva York"
Capítulo 2:Estoy en problemas
El sonido de los pasos de las personas me recibió una vez que llegué a la empresa periodística para el cual trabajaba.
Se notaba la tensión en el ambiente, después de todo no era exageración decir que en Nueva York pasaban muchos casos que tenían que ser informados por los medios de noticia diariamente.
El trabajo del periodismo era muy bien demandado en esta parte de EEUU
"Jasmina me podrías traer un café"
La voz de una chica llamó mi atención, hasta que me di cuenta de quién era.
“La zorra…” fueron las palabras que dije en mi mente al ver a la chica que tenía delante de mí.
Después de todo, no era exageración el sobrenombre cuando la chica que tenía delante de mí, era alguien que no dejaba en un buen visto a las chicas que trabajaban arduamente por un buen puesto de trabajo.
"Qué es lo que quieres ... Tiffany"
"Por favor llámame jefa Tiffany"
El veneno que soltaba Tiffany en este momento me sorprendió, prácticamente no me sorprendería que la confundieran con una víbora.
“Que se le ofrece… jefa” con resignación y con un dolor en el pecho dije lo que Tiffany quería escuchar.
La vida de una trabajadora, dependía siempre de ser respetuosos con las personas en tu trabajo, no podía salir y decirle zorra a la cara o terminar siendo despedida, sería el menor de mis problemas y el autocontrol que tenía se estaba desmoronando a cada segundo que veía a la cara de la sonriente Tiffany.
"Me gustaría que me traigas un café y un pan napolitano que se venden cerca de la empresa"
"Pero ... Ese pan se vende prácticamente a más de 5 cuadras de aquí"
"Descuida ... Solo ve a por mi pan napolitano otra persona se encargará de tu trabajo"
Viendo como perdía más tiempo, mientras más me quedaba negándome en la idea de ir a por el pan de la princesa zorra de la empresa, mejor decidí ir.
"¡Qué es lo que le pasa a esa mujer!"
Desde que la conocía siempre Tiffany había sido mala conmigo, que yo sepa no la conocía de nada y viendo que no tenía muy buena memoria, posiblemente si la había conocido y la había olvidado.
Pero no tenía el descaro para decirle o preguntarle sobre quién era realmente Tiffany… viendo que me hacía la vida imposible en la empresa, posiblemente si le hacía la pregunta mi sufrimiento se multiplicaría por 5.
"El dolor de ser una asistente"
Tomando un autobús que me llevaría al local en donde se encontraba el odioso pan que me había pedido Tiffany esperé que el local se encontrara abierto o de otra forma tendría que ir a otro local, hasta que encontrara uno abierto y la verdad no quería por nada del mundo que eso pasara.
Ya me tomaría llegar al local en donde vendían el odioso pan napolitano, como para buscar otro local en donde vendieran ese dichoso pan.
Si alguna vez alguien sintió la mayor desilusión de su vida, posiblemente tendría mi cara al ver como el local en donde sabía que vendían el dichoso pan estaba cerrado.
[cerrado por remodelaciones]
"Ahora en donde voy a buscar ese pan"
No conocía otro local en donde vendieran este pan y la única manera en la que podía encontrar al menos una pista era preguntarle a la gente que transitaba por la zona.
"Disculpa señorita, sabe en donde más puedo encontrar el pan napolitano que venden en este local"
Estuve preguntando durante unos buenos 20 minutos a toda persona que pasaban por el local y ninguna persona parecía saber sobre otro lugar en donde vendieran el pan napolitano.
"¿Acaso ese pan es tan poco vendido que nadie lo conoce?"
Aquella pregunta paso por mi mente, luego de no poder encontrar otro local en donde pudieran vender ese pan que parecía más raro que una persona sin usar el celular en pleno siglo XXI.
Con el paso del tiempo y con el cansancio que ya tenía, no sería una sorpresa para mí enterarme de que ese pan realmente era una edición especial por alguna clase de celebración o algún evento especial del local. Tiffany era la que me había pedido que le diera ese pan y conociendo a la víbora come hombres no me sorprendería que me jugara una trampa.
Sin éxito solo pude dirigirme nuevamente a la empresa, no tuve suerte y ya nada podía hacer más que esperar que el trabajo no se haya acumulado. Quería volver a mi casa temprano y no quería otra desvelada en la empresa.
"Seguramente mi suerte se gastó el día de ayer"
Trate de bromear mientras recordaba a la familia amable que me había ayudado y quienes ahora eran mis nuevos vecinos.
“¿En dónde estuviste?”
No había entrado ni a la empresa y la pregunta de mi amigo Jacob me recibió, aunque hubiera preferido una mejor bienvenida “Que bueno que llegaste ''.
Mi amigo Jacob era el príncipe de la empresa, un chico lindo de ojos azules y un lindo cabello de color rubio, el príncipe de todas las chicas de la empresa, varonil y seguro era lo que demostraba en la empresa, pero yo conocía bien como era la persona que tenía delante de mí.
Él era un completo chico tímido, conozco a la novia de Jacob y se le podría decir que ella llevaba los pantalones en la relación.
La primera vez que lo vi fue el material perfecto de príncipe que solo se encuentra en las novelas de romance, pero desde que lo vi llorando en los baños por un pequeño bicho que se encontró ahí, mi perfecto príncipe se fue abajo hasta desmoronarse cuando me enteré de que tenía una novia.
Pero aún es uno de los pocos amigos que tuve en mi larga y tranquila vida.
"Lo siento, es que tuve que ir por el pan que me había pedido Tiffany, pero no encontré nada"
"Tenemos que irnos entonces a hablar con el jefe ... Que te estuvo buscando para el periodismo en el que habías pedido que se te considerara"
Se le veía nervioso a Jacob y con justa razón al escuchar lo que me acababa de decir, hace varias semanas que había pedido una oportunidad para realizar periodismos, al menos en zonas de poca importancia para iniciar… pero hasta ahora no había recibido ninguna respuesta.
"¡Que estamos esperando, vamos!"
Tomando a Jacob, procedí a salir corriendo con expectativa hacia la oficina del jefe de prensa.
"¿El señor Ethan no crees que estará molesto?"
La pregunta de Jacob fue como un balde de agua fría para mi momento feliz, sabía que no había estado en la empresa y esperaba que el señor Ethan, quien era el jefe de prensa, me escuchara en mi explicación.
No había hablado mucho con el jefe de prensa, pero sabía que era alguien joven y posiblemente uno de esos chicos de la alta sociedad, a quien sus padres alimentaban con una cuchara de oro para envidia de las personas normales como yo.
Yendo esta vez a paso tranquilo con Jabo abrí lentamente la puerta de la oficina del señor Ethan y ahí fue cuando lo vi.
Digno de ser uno de los príncipes de la empresa, cuerpo escultural con un cuerpo construido en el gimnasio, se notaba que no era por nada, que era considerado la fantasía de muchas chicas de la compañía.
El lacio cabello marrón y los ojos fríos ayudaban con la imagen de jefe despiadado que todos los trabajadores tenían de Ethan.
"Creo que yo me voy"
Dijo Jacob mientras se iba al ver la mirada de Ethan.
"Traidor ..."
Viendo como Jacob se iba solo pude acercarme de manera lenta al asiento en frente de Ethan, se le veía algo irritado y me imaginaba el porqué era que estaba así.
“¿Me llamabas jefe de prensa?" Trate de sonreír mientras ignoraba la mirada fría que me daba.
Capítulo 3:mi peor día
la pregunta que menos quería que viniera se hizo presente cuando la voz llena de autoridad y algo de enojo de Ethan llenó toda la oficina en un aire de tensión.
Podría decirle que Tiffany me pidió que fuera a buscarle el pan napolitano, pero no era la persona más confiable cuando en honestidad se tratase y todo eso por la gran cantidad de explicaciones que daba cada vez que llegaba tarde.
Si bien no mentía en cada una de mis explicaciones, eran un poco difíciles de creer.
Como la vez en la que llegué tarde porque tuve que llevar una caja de gatitos que habían sido abandonados en el parque que estaba cerca de mi nuevo apartamento.
Si bien eso era fácil de creer, pero cuando se usaba una y otra vez como excusa ya perdía la veracidad y no se podía culparme, no tenía el corazón para ignorar a unos lindos animalitos que siempre me encontraba al ir a mi anterior departamento.
Con el objetivo de no encontrarme más animales o algunos inconvenientes que siempre surgían en mi anterior departamento fue que me mude al departamento en el que estaba, el cual si bien se encuentran más lejos de mi trabajo, me ayudaba a no ir a pie a trabajar para no encontrarme con sucesos imprevistos.
"Me vas a decir, ¿por qué no te encontrabas cuando te llame?"
Al parecer Ethan se estaba enojando más al no haberle respondido, así que solo pude decirle la verdad, solo esperaba que me creyera y que no pasará a peores.
"Lo que pasó es que Tiffany me había pedido que fuera a por un pan napolitano"
“Ya veo… pero porque no me enteré de que ibas a salir… además Tiffany no me dijo nada sobre tu salida y en estos momentos ella se encuentra al aire en una entrevista".
Las palabras de Ethan me sorprendieron cuando la idea de lo que pasó vino por fin a mi mente.
Sabía muy bien que Tiffany me había engañado una vez más, lo que me hacía preguntarme nuevamente el porqué era que tenía que recibir tanto odio de ella.
No le había hecho nada en su vida y hasta creía que no la había conocido nunca.
Nunca me había metido en el camino de Tiffany, siempre me había concentrado en mi vida y en mis propios asuntos, la razón por la que tenía pocos amigos.
Viendo el fruncimiento de ceño de Ethan me esperé lo peor, cuando lo vi levantarse de su asiento.
Había tenido demasiadas faltas y no me sorprendería que terminará siendo despedida, el trabajo por el que me había esforzado tanto posiblemente se iría como un castillo de naipes que se caía con la mínima brisa de viento aun si te esforzaste en construirlo.
"Señorita Jasmina se estuvo tolerando las faltas en la empresa ... Pero a partir de ahora esta despedida toma tus cosas y vete"
Aun si esperaba escuchar las palabras que significaba mi despido me dolía un montón, tanto que no pude evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos.
"Gracias ... Me estaré yendo"
Tratando de ocultar mi tristeza me propuse irme lo más rápido, lo mínimo que esperaba era terminar llorando para volver más penoso mi despido.
Sabía que ya nada sería igual, ahora que tenía que buscar un trabajo y para una persona que no tenía contactos o amigos que me podrían ayudar solo podía esperar a buscar otro trabajo en anuncios de empleo.
Abriendo la puerta me encontré con Jacob, se le veía preocupado y al verlo así sintió celos de lo afortunada que era su novia.
"¿Cómo te fue?"
Escuchando su pregunta solo pude seguir adelante mientras esperaba no hablar en medio de los pasillos entre todas las personas.
El lado malo de ser periodista o trabajar para una empresa periodística era que normalmente los trabajadores siempre trataban de escuchar los chismes de las personas y no quería que las demás personas escucharan sobre mi despido.
"Me vas a decir ahora ... ¿Qué es lo que pasó adentro de la oficina del jefe?"
"Fui despedida ..."
Las palabras que dije al parecer sorprendieron a Jacob cuando lo vi levantarse para ir posiblemente a hablar con Ethan.
"Descuida ... Fue por culpa mía que termine siendo despedida ... No es necesario que tú también vayas y hagas un escándalo"
Traté de tranquilizar a Jacob, quien por pocos momentos al parecer había olvidado su timidez que lo caracterizaba.
“Entonces esto es un adiós… espero que nos mantengamos en contacto Jacob”
Ya con mis cosas listas procedí a marcharme mientras miraba la empresa en la que había trabajado por más de 2 años.
Si bien no era la trabajadora más antigua, aún tenía muchos recuerdos dentro de la empresa, algunos malos, pero en su mayoría bueno si se ignoraba a Tiffany.
El camino a mi apartamento fue un poco triste, no tenía ganas de hablar con nadie ante el peor día que había tenido.
No buscar un trabajo rápidamente, había juntado mucho de mis ahorros gracias al bajo presupuesto que gasto en mi día a día.
"Es momento de volver a mi afición"
Hace un tiempo tuve una afición, el cual era ver dramas coreanos o leer algunas novelas de romance, aquellos momentos eran momentos en los que podía sentirme en paz y sin ninguna presión que se ejercía sobre mí.
Esperaba poder olvidarme de este desastroso día leyendo y viendo algunos libros picantes.
Mi sueño siempre fue escribir un libro, pensaba volver también a aquella afición después de todo, nunca es demasiado tarde para realizar algunas cosas que quieres.
sonido
El sonido del timbre me sacó de mis divagaciones cuando me levanté para ver quien era y me encontré con mi vecina maría.
"¿Necesita algo, señora maría?"
"Saber si te gustaría acompañarnos a comer nuevamente hoy ... El día de hoy viene mi hijo quería y vamos a celebrar"
En un comienzo quise rechazar la invitación de la señora maría, pero ella había sido tan buena conmigo el día anterior y no tenía el corazón para rechazar tan buena voluntad, así que solo pude tragarme mi tristeza y dar la mejor sonrisa que podía.
"Claro, señora maría ... Me gustaría mucho"
"Entonces prepararé un plato más ... Mi hijo es un poco gruñón, pero es buena gente, espero que no te moleste"
"Descuida ... No creo que me vaya a molestar"
"Entonces me prepararé ... Así que en 30 minutos estaré yendo"
Viendo como la señora maría se retiraba para su apartamento, procedí a entrar para prepararme para asistir a la pequeña celebración que había hecho.
Aún tenía mi traje del trabajo, el cual se mantuvo un poco sucio y nada que fue exagerado cuando me había encontrado buscando el odioso pan napolitano, el cual posiblemente ahora era el pan más odiado entre mis alimentos más desagradables.
Al parecer tenía que volver a bañarme y no sabía cómo vestir para la ocasión.
"Voy formal o informal"
Una duda se vino a mi mente cuando vi mi guardarropa, si bien no se podría considerar un guardarropa bien cargado, al menos tenían algunos vestidos muy bonitos para ocasiones especiales.
Buscando al menos un outfits para una cena me decidí por un top unicolor de cuello alto tejido de color verde y una falda plisada de estilo preppy, nada demasiado elegante ni demasiado descuidado para dar una buena impresión.
Viéndome en el espejo para los últimos retoques, por fin me encontré a gusto y decidí ir para la cena familiar a la que me habían invitado.
"¡Que haces aquí!"
Para mi sorpresa la persona que estaba dentro del apartamento no era nadie más que…
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