No entendía por qué ahora me preguntaba sobre esto, ¿acaso quería descifrar algo o qué? Solamente le hablé de eso una vez y ahora cada que puede me hace la misma pregunta, ¿Cómo la conociste? ¿Te acuerdas de ella? Y ahora, si sé, que el sueño es un recuerdo, pero no sé quién es esa chica, no tengo como, ni siquiera sé por qué soñé con ella, solo fue una más, solo una noche.

‒ Quede encantado con ella, desde el momento en que la conocí, jamás había visto una mujer tan angelical y hermosa como ella y no solamente eso, era muy inteligente y graciosa, el tipo de mujer del que cualquier hombre desearía enamorarse, pero...

‒ ¿Pero qué? No entiendo nada de lo que estás diciendo.

‒ Estaba tan borracho, la noche de mi cumpleaños, que simplemente la lleve a mi cuarto y me acosté con ella, lo hicimos hasta que mi cuerpo y el de ella quedaron exhaustos de tanto esfuerzo físico… el problema fue cuando me desperté, sabía que aquella chica podía representar un problema.

‒ ¿Qué tipo de problema? Tal vez temías, el dejar ir aquella coraza, perderías tu fama de mujeriego.

‒ Únicamente fue una noche, que la pase muy bien, pero al despertar, no quise ver su rostro, solo escuche la decepción en su voz y claro el golpe que me dio en la mejilla. Nada más cerré mis ojos y me fui a duchar, al salir de la ducha, ella ya no estaba, no habia rastro de ella, me senti algo extraño e incómodo, por eso ya no volví a dormir con las chicas, esperaba a que se durmieran y me iba.

‒ ¿Con ella hiciste algo más que acostarse?

‒ Con ella hable, estaba tan hundido en el alcohol, que con ella además de tener sexo, hablamos, pero ya no recuerdo ni su voz.

Sigo sin saber, de qué va todo esto, pero aunque intentara recordar algo, ya no hay registro alguno en mi cabeza, no recuerdo nada de ella y asi es mejor, no existe mujer en el mundo, que pueda atarme y no lo permitiré, odiaría terminar como ellos, aunque me diga mi madre que se amaron, no lo puedo creer y no le creeré, ella solo se quedó a su lado, porque no tenía más salida que esa, pero yo no caeré en eso, lo encuentro absurdo y sin sentido, no existe nada mejor en la vida, que coger con quien se me dé la gana, sin compromiso alguno y sin futuros nueve meses impertinentes, así soy feliz, libre y alejado de toda la fantasia estúpida del amor.

‒ Tú no quieres querer a nadie y no deseas que nadie te quiera, eso suena muy egoísta y vanidoso de tú parte, si te doy mi sincera opinión, solo estas siendo un hipócrita contigo mismo y la soledad querido amigo, no es saludable.

‒ No estoy solo, tengo a mi madre y mi mejor amigo a mi lado.

‒ Tu madre y tu amigo tienen sus propias vidas y no siempre estarán contigo, de la forma que tú crees.

‒ No importa… yo si estaré con ellos…

Mentalízate, mentalízate, en 2 horas más será la celebración del cumpleaños de Roberto, cumple 28 ¿debo ir?, claramente sí, es mi mejor amigo desde 4to grado, lo positivo es que en fiestas así siempre hay más de alguna chica ingenua que busca un poco de afecto y está encendida por el trago, es ahí donde entro yo, el galán rompe corazones Peter Lambert. Son las 9 con 8 entro a darme un baño, aun no eh pensado en lo que diré cuando traigan el pastel, esto me pasa por ser el mejor amigo. Recuerdo que cuando cumplí mis 26 años hace 2 meses atrás el 15 de mayo, a Roberto le toco  hablar y al llegar el pastel comenzó el espectáculo.

─ Nos conocimos en el 4to grado, él era un pequeño muy tímido y yo era el abusivo de la clase, nos hicimos amigo atreves de un trato, el hacía mis tareas y yo lo cuidaba de los más grandes,  lo recuerdo como si hubiera sido ayer, él tenía 9 años y yo 11 -Su risa contagiosa- Se preguntaran por la diferencia de edad, pero en mi defensa debo admitir que repetí el 4to grado dos veces porque me encantaba mi profesor. -Momento de risa y vuelve a recordar que hoy es mi cumpleaños- En fin hoy no es el día para hablar de mí, sino de mi mejor amigo Nicholas que hoy esta de cumpleaños, 26 locos años amigo de mi alma te felicito, ¡Un salud por el Nicho!                    

─ ¡Salud!- Grita una multitud en coro mientras yo me acerco a mi querido amigo para darle las gracias.

─ Nicho como yo eh dado el discurso hoy, por tu cumpleaños, tú lo harás para el mío, es un trato.

 ─ Es un trato, tenlo por seguro, y será tan bueno como el tuyo, tal vez pueda ser mejor.

─ Entonces es un hecho, ahora vamos a celebrar.

El sonido de mi teléfono me trae de vuelta a la realidad, cierro la llave de la ducha me coloco la toalla y camino hasta mi cama, al tomar el teléfono veo en el identificador de llamada y es Roberto.

  ─ Hola-Respondo al instante.

  ─ Hola Bro, ¿Te ha sucedido algo?-En su voz noto un tono de preocupación.

  ─ No Bro, porque tendría que sucederme algo- Le aclaro y siento su risa al otro lado del teléfono.

  ─ Entonces porque veo a todo el mundo, menos a ti en mi cumpleaños, se supone que estarías aquí las 10pm en punto- Como siempre exagerando con los horarios aunque lo noto molesto.

  ─ Ya cálmate, llegare antes de las 10 -Escucho su risa y ante la duda que me provoca veo la hora en mi reloj y me doy cuenta que son las 10 con 10- ¡Oh! Disculpa bro no me di cuenta, se me paso rápido la hora me visto y en menos de 15 minutos estoy contigo.

  ─ Ok, pero que sea pronto, apuesto a que te encontraste con alguna conquista, es la única escusa que se me ocurre.

  ─ Da igual nos vemos.

Corto el teléfono, y me visto rápidamente, unos jeans no muy ajuntados, camisa negra y una chaqueta de cuero negra, tomo mi celular, la billetera, mi casco y luego las llaves de la moto, la seguridad es primero. Recuerdo que mi padre siempre me decía lo mismo “debes cuidarte, y ser responsable de tus acciones no siempre tendrás suerte en la vida”, mi padre y sus consejos, lástima que él no los tomara en cuenta, falleció en un accidente automovilístico por manejar en estado de ebriedad cuando yo tenía 19, sus consejos y un gran dolor fue lo único que nos dejó, pero a pesar de la triste partida de mi padre, siento pena por la familia de la pareja que murió aquel día. /Tengo tan presente ese día en mi cabeza que recuerdo exactamente las últimas palabras de mi padre.

  ─ Hijo ven aquí- en ese momento ya estaba ebrio, detestaba acercarme a él, cuando se encontraba en ese estado, porque lo único que hacía era insultarme a mí y a mi madre.

  ─ Dime viejo- no recuerdo a verle dicho padre alguna vez, nunca fue un padre muy presente, siempre iba y venía.

  ─ Eres un vago sin futuro, aun estas en mi casa y ni trabajo tienes, solo sabes estar metido bajo la falda de la bruja de tu madre- y eh aquí  en lo que se convertía cuando tomaba hasta decir basta, ni yo ni mi madre lo soportábamos.

  ─ Estudio y trabajo, ¿Qué más quieres?, y no vuelvas a tratar a mi madre así- no era un hombre golpeador, pero su defecto más grande era el trago, solo sabía insultar a las personas.

  ─ ¡Vete al diablo! ¡No los necesito! ¡Me largo de aquí!- y eso fue lo último que hablamos.                                                                                          

Y solo sé que tomo las llaves de su auto, abrió la puerta y luego la cerró de un golpe, cuatro horas después tocan el timbre de la casa, mi madre atiende  y es un policía quien le dice a mi madre:    

  ─ ¿ La Señora Castillo?- mi madre solo logra asentir con la cabeza- Lamento informarle, que su marido, el señor Claudio Navarro a fallecido en un accidente automovilístico, se encontraba en estado de ebriedad, perdió el control del vehículo eh impacto a una camioneta en la que iba un matrimonio.

  ─ ¿Y ellos…?- no logra salir nada más de la boca de mi madre.

  ─ Si señora, ellos también han muerto, la camioneta y el auto quedaron completamente destrozados, logramos identificar los cuerpos gracias a los documentos, lo lamento mucho.

Mi madre despidió al policía y al cerrar la puerta cayó de rodillas al piso con un llanto desgarrador, yo solo la abrase para intentar consolarla, creo que ese fue el peor día de nuestras vidas.

Devuelta en el presente, se me ha hecho muy corto el camino.   Llego a casa de mi Bro y al entrar me doy cuenta que la fiesta está que arde, mientras intento localizar en la multitud a mi amigo, comienzo a analizar a mis prospectos de chicas para pasar una buena noche, siempre es bueno analizar los productos  antes de hacer la compra, pero soy interrumpido por Brad, él también es mi amigo, pero es ese tipo de amigo al que no te gustaría contarle algo vergonzoso ya que en menos de 20 minutos todo Santiago lo sabría, Brad me habla sobre muchas cosas pero en especial algo llama mi atención.

  ─ Nicho, te has enterado del último acontecimiento de esta fiesta-Suena muy entusiasmado, lo conozco desde el jardín de niños y es raro que algo lo emocione.

  ─ Me temo que no, pero apuesto que tú sí.

  ─ Siempre, la prima de Roberto está aquí en la fiesta de cumpleaños y es del estilo, callada y tímida, en resumen una anti social, para tu desgracia yo la vi primero así que no debes siquiera mirarla- Como de costumbre Brad se ha sentido intimidado por mí y se comporta igual que un animal, marca territorio para que no se lo ganen, pero como siempre se adelanta muy rápido a los hechos.

  ─ Querido Brad para tu desgracia ella no es de tu propiedad, y es la prima de tu mejor amigo, Ashley es intocable al menos por ahora.

  ─ Típico del rompe corazones, Nicholas Navarrete, debo asumir que te ha dado miedo- Me dice, con una sonrisa obviamente sínica.

  ─ Piensa lo que quiera,  en este momento solo me importa saber ¿Dónde está el cumpleañero?-Termino de hablar y siento que alguien toca mi hombro derecho, me doy vuelta y ahí está el mí querido amigo Roberto, mi Bro.

  ─ Aquí estoy, yo creí que ya no llegarías –Me dice con una agradable risa, y un gran apretón de manos- vamos que ya es hora.

  ─ No deberíamos esperar un poco, acabo de llegar-Es la excusa perfecta para darme un poco de tiempo para pensar en lo que diré.

  ─ Nicho te conozco desde el 4to grado, así que tus falsas escusas no te sirven conmigo, descuida se te ocurrirá algo en el momento-Y como de costumbre mi amigo me descubre.

Nos vamos haciendo paso por la multitud y al llegar ante el pastel y tomar el micrófono ya sé lo que tengo que decir, oh por lo menos creo que es lo que tengo que decir, que comience el espectáculo.

  ─ Chicos y Chicas necesito su atención por favor, gracias – Espero que todos o la mayoría me preste atención y comienzo - Como todos saben hoy estamos celebrando el cumpleaños de mi gran amigo Roberto, bueno Bro solo decirte que te deseo un muy feliz cumpleaños y te agradezco por todos estos años de amistad, y que siga la fiesta.

Corto y espontaneo, soy de pocas palabras al contrario de cuando conquisto a una chica, todos aplauden y felicitan a mi Bro, mientras yo me escabullo rápidamente en busca de alguna conquista. Miro a todas partes pero  no encuentro nada interesante, la mayoría de las que están aquí ya han caído ante mis encantos, y no soy de segundas oportunidades, aprovecho el momento y luego de un adiós tengo cosas mejores que hacer. Me estoy desalentando pero luego miro hacia la ventana y veo a una chica sola en el corredor sentada en las pisaderas. Salgo al corredor y me siento junto a ella, y aquí comienza nuevamente el teatro.

  ─ Hola, soy Jesús ¿Cómo estás?-Coloco mi tono de voz seductora, claramente nunca falla.

  ─ Ho…Hola, soy Sofí ¿Bi...bien y tú?-

  ─ Tartamudea, ¡ha! Resulto como lo esperaba, ella es del tipo de chica ingenua que me encanta conquistar son fáciles y predecibles, y físicamente no está del todo mal.

  ─ Yo muy bien gracias, a propósito lindo nombre, ¿Por qué no está en la fiesta?

Pregunto aun sabiendo que es porque no se siente cómoda estando con los chicos y chicas de mi tipo, de seguro alguna amiga entusiasta la ha traído a la fiesta esperando llamar la atención haciendo alguna tontera, para poder subir un escalón de popularidad en su universidad, difícil meta y mala estrategia.

  ─ Es q…es que no me sentí cómoda ahí adentro, sabes esto no es lo mío- Como me lo imaginaba una ovejita que sin darse cuenta se puso a merced de este lobo y sonrió para mí.

  ─ Yo tampoco me siento cómodo en estas cosas, por eso Salí a tomar un poco de aire, pero bueno esto me pasa por ser amigo del cumpleañero- Regla número 1 de mi lista: haz que ella crea que estas en un nivel compatible con ella.

  ─ Ah debe ser entretenido ser su amigo, yo vine porque mi amiga dijo que si logra llamar la atención en esta fiesta, podríamos ser miradas por los populares de nuestra universidad, por salir con egresados.- Y un aplauso para mí, por no equivocarme.

  ─ No mucho, habría preferido quedarme en casa pero ahora que miro tus hermosos ojos, me doy cuenta que tome una buena decisión al venir a la fiesta- Regla numero 2: dile cosas bonitas, aunque sea un cumplido para que hacerla sentir especial.

  ─ Bue… bueno gracias, eh nunca me habían dicho algo así- Bingo, lo sabía nunca me equivoco, y ahora aceleremos un poco las cosas.

  ─ Pues si yo tuviera una novia como tú la llenaría de cumplidos siempre –Hora de cambiar la situación-Cambiando de tema, ¿Qué te parece si vamos a tomar algo? Para compartir un poco- Una chica un poco de trago es más fácil de manejar.

  ─ Vamos, pero solo un trago.

 Eh de suponer que ella nunca ha tomado algún tipo de trago, así que con un poco de whisky tendrá…  Tres vasos de whisky y ya está encendida, la beso  y ella solo me sonríe tontamente. Hay pequeña si solo supieras que tu sonrisa no me provoca nada, que es tu inocencia y tu cuerpo los que me provocan cogerte, que deseo con ansias ver como tus muslos tiritando de cansancio aprietan mis caderas, creo que  ya es el momento de retirarnos de la fiesta.

  ─ Bueno linda Sofí ¿Quieres ir a otro lugar?- Se lo digo al oído sensualmente esperando una respuesta positiva.

  ─ Bueno- Jaque mate ahora esto se ha vuelto un trámite de un solo paso.

  ─ Me despido de Roberto.

  ─ Bro me voy, ha sido una fiesta increíble- Intento ser cortante en mi tono de voz para que él se dé cuenta.

  ─ Ok, gracias por todo, suerte con tu víctima- Y eso es todo comprendió el mensaje, pero como siempre dice una de sus frases patentadas.

Salgo de la fiesta y tomo la mano de Sofí, pobre ovejita, le coloco el casco de seguridad, la ayudo a subir a la moto y luego subo yo, enciendo la moto y partimos por la carretera, ella se aferra fuertemente a mi torso, debo imaginar que ella está nerviosa porque sabe lo que viene. Me dirijo hacia el motel más cercano, Cama Luna, nada de espera vamos a lo que vamos. Estaciono la moto, ella baja se quita el casco y entra en la habitación, su lenguaje corporal es muy obvio tiembla de nervios, yo entro a continuación y atiendo el teléfono de la habitación mientras ella entra al baño. La persona al teléfono me habla de tarifas y me ofrece algo para beber, me niego a lo último simplemente pago, ella ha tomado demasiado, y yo debo manejar así que no sería muy responsable de mi parte.

Me acomodo en la cama, y me desvisto quedando en bóxer, mientras mi inocente compañera está en el baño analizando los pros y los contras de esta situación. Al salir del baño me doy cuenta que solo trae bracear y pantaletas, el trago la ayuda un poco, se ve muy sexy, lo suficiente como para despertar mi deseo sexual. La tomo entre mis brazos, comienzo a besarla apasionadamente y ella se entrega por completo a mí, la recuesto en la cama, la desnudo y la hago completamente mía, y al entrar en ella me doy cuenta de su virginidad, para ella soy el chico al que le entrego su inocencia, mientras que para mí ella es solo un numero más, lo eh logrado nuevamente, nunca fallo.    Despierto luego de una exquisita noche de sexo y lujuria, veo la hora en mi reloj, son las 4 con 30 de la madrugada, veo a mi compañera está completamente en los brazos de Morfeo, y decido que ya es hora de decir adiós. Me levanto rápidamente de la cama, me visto, tomo mis cosas y antes de irme le dejo una nota, siempre es bueno andar con un papel y un lápiz:

*Querida Sofí, ha sido una buena noche, estuviste espectacular, para tu información, estas en un motel en el centro de Santiago, así que no se te hará difícil volver a tu casa.            Jesús.

Está claro que no le daría mi nombre verdadero la última vez que lo hice fue un desastre y mucho menos mi número de celular, así, si nos llegamos a encontrar en otra ocasión puedo hacerme el desentendido. Dejo la nota junto a su celular y me marcho. Ha sido otra noche de conquista exitosa.                                

Estoy completamente entregado a Morfeo, pero un sonido insoportable me despierta, es mi despertador recordándome que hoy es lunes y hay que ir al trabajo. Son las 6 con 15 minutos, eh despertado 15 minutos más tarde de lo acostumbrado, eso quiere decir que me quedan 45 minutos para ejercitarme. Rápidamente me coloco unos pantalones cortos, una sudadera y comienzo mi rutina de ejercicios. A las 7 en punto ya estoy tomando una ducha, salgo me seco y luego me visto, voy a la cocina y me preparo leche con avena, un buen desayuno.         Mientras lavo mis dientes soy interrumpido por mi celular, lo reviso y es un ClickChat de mi Bro:

*Hola Bro, ¿Cómo está?, no supe nada de ti ayer, te llame todo el día, supongo que estabas ocupado con la chica de la fiesta, bueno te veo en el hospital.

¡Hay! Ese es mi querido amigo Roberto, como siempre hablando más de la cuenta. Como eh terminado de lavarme los dientes decido llamarlo, es mejor que estar escribiendo ya que me coloco el auricular del celular y ahorro tiempo. Contesta al instante:

─ Hola Bro, ¿Cómo está?- No me da nunca el tiempo de saludar primero, se supone que soy yo el que lo ha llamado.

─ Hola Bro, bien y tú, antes de que digas algo, fue solo algo de una noche, sabes muy bien que no soy de compromisos y lo que paso, paso, y si estuvo excelente-  Le respondo antes de que pueda preguntar algo, ya que siempre se ha destacado por ser curioso.

─ Ok, con eso me has dejado muy en claro que no quieres hablar del tema, pero para la otra avísame que al otro día no iras a almorzar a mi casa, ayer te espere hasta las 2 de la tarde, ¿Por qué no viniste?- Me dice con un tono de decepción en su voz.              

Yo sabía que se me había olvidado algo, hace dos semanas atrás me había dicho que el domingo 22 de julio a la 1 de la tarde, para terminar la celebración de su cumpleaños en familia, le debo una disculpa que suene convincente.

─ Disculpa Bro, lo que sucede es que lo olvide, además estuve en un motel hasta las 4 de la madrugada y luego cuando llegue a casa me acosté, me desperté a las 3 y me dedique a ver futbol y eso- decidí decirle la verdad, es mejor, porque de lo contrario se molestaría conmigo.

─ Bueno te creo, suenas sincero, y apúrate que ya son la 7 con 37, nos vemos en el hospital- Bien no está molesto, eso ya me tranquiliza.

─ Está bien Bro, nos vemos- y antes de que me corte se ríe, típico de él le encanta dejarme intrigado con su contagiosa risita.

Termino de hablar con mi Bro, tomo mis cosas y me subo a mi moto para irme al trabajo. Trabajamos en el hospital desde hace algunos meses, luego de haber recibido el título en la U, Roberto y yo estudiamos medicina general, ninguno de los dos hemos optado por alguna especialidad aun, pero nos va bien, hasta hora no me quejo, me considero un doc. Atractivo.

Llego al hospital, guardo mis cosas en un casillero, me coloco mi cotona y ya estoy listo para comenzar mi día laboral. Me dirijo a mi consulta tranquilamente y derrapare soy abordado por Inés, ella es una de las chica que está haciendo la practica aquí en el hospital, comenzó hace dos semanas y desde ahí no ha dejado de molestarme.

─ Doctor Nicholas, ¿Cómo está? ¿Cómo estuvo su fin de semana?- y comenzó con la curiosidad, ella defería molestar a Roberto, él es más compatible con ella que yo.

─ Señorita Inés, estoy bien gracias ¿y usted?- soy cortante, me desagrada que las mujeres sean un tanto insistentes, y ella es desesperante.

─ Doctor pareciera que le desagrada hablar conmigo, espero equivocarme, pero bueno, quería hacerle una pregunta si no le molesta.

No entiendo a las mujeres  o por lo menos a esta mujer, como es posible que se dé cuenta de lo cortante que soy con ella y aun así sigua insistiendo, no me queda otra que acceder a su pregunta delo contrario la tendré molestándome todo el día así que asiento con la cabeza.

─ Gracia, como usted bien sabe esta es mi última semana aquí y trabajo hasta el miércoles así que…

Oh por dios sí que es insistente esta mujer, ya sea para donde va con eso, seguramente quiere salir conmigo, pobre niñita de seguro ella se plantea algo más, típico de una chica como ella. No puedo negar que me alegra el hecho de que se valla, eso implica que poder trabajar tranquilo, ya me estaba aburriendo su patético método de conquista, y continua hablando.

─ Bueno, este yo pensaba, ósea quería invitarte a cenar, o al cine.

¿Enserio?, ¿a cenar? O ¿al cine?, en qué mundo vive esta chica, esas no son cosas que me motive ah hacer, porque si las hago de seguro ella creerá que quiero involucrarme sentimentalmente y no estoy para esas tonterías, en resumen amo a todas la mujeres, así que esta chiquita se merece que sea directo con ella.

─ Mira Inés, te seré muy claro, escucha con atención, tú quieres salir conmigo ¿cierto? -la miro fijamente a los ojos y ella asiente con su cabeza mientras sonríe como una tonta- me lo imaginaba, entonces para que me dejes tranquilo saldré contigo, pero ten claro que no te daré mi número, no te regalare flores ni nada por el estilo, no habrá cine, y mucho menos una cena romántica, ¿está claro?

─ Si, muy claro, y entonces ¿Qué haremos?- sus ojos me dicen que ella sabe lo que le diré pero aun así me pregunta para esta 100% segura.

─ Esta es mi propuesta -respiro profundamente la miro a los ojos y le hablo con mis voz seductora- te llevare a un motel después del trabajo, tendremos sexo y  luego me dejaras tranquilo ¿ok?- ahora es su problema si acepta o no, a  mí me da exactamente lo mismo.

─ E…Entonces, ¿solo será eso?- asiento con la cabeza, obvio que solo será eso ¿Qué esperaba? Acaso que le propusiera matrimonio- Ok, acepto, ¿Cuándo será?

─ Hoy luego del trabajo, para que esperar tanto- ella solo me mira fijamente, lo sé pequeña eso no era lo que esperabas- me tengo que ir, nos vemos a las 9- La dejo y me voy a trabajar tranquilamente, sin ninguna molestia.

…

Son las 9, estoy esperando a Inés en el estacionamiento, recordando el tranquilo día de trabajo que eh tenido, cuando de repente siento unos pequeños pasos, me vuelo y es ella que viene vestida con una falda que le llega hasta las rodillas, una blusa muy reservada y un chaleco delgado, viene con un sonrisa de triunfadora,  aun sabiendo que no ha conseguido lo que ella deseaba.

─ Hola Doctor Nicolás, ¿está esperando a alguien?- ya comenzó con sus mirada coquetas, ¿Por qué no comprende de una vez que eso no le sirve conmigo?

─ Hola Inés, no comiences, ven súbete  a la moto antes de que me arrepienta- regla numero 3: si una mujer ya tiene claro lo que tú quieres de ella no dejes que te haga perder el tiempo con tontera.

─ Está bien, ya vamos- me dice molesta, se nota que está decepcionada, lo lamento pequeña pero no soy tu galán de teleserie  y mucho menos de película.

Se sube a la moto, abraza de mi cintura y nos vamos. Llegamos rápidamente al motel Cama Luna, me gusta este lugar es cómodo y discreto, mientras la niña molestosa se pone cómoda en la cama, yo contesto el teléfono de la habitación, como de costumbre la persona al otro lado del teléfono me ofrece algún tipo de trago, pero yo solo pago la habitación. Me dirijo a la cama y antes de que ella pueda decir algo, yo le digo que se deje llevar y que mantenga en silencio, no me interesa escuchar lo que tiene que decir, rápidamente le quito la ropa dejándola desnuda sobre la cama, comienzo a besarla y acariciar todo su cuerpo, con cada caricia su respiración se acelera. La siento sobre mí, me va sacando la ropa lentamente y besa mi cuerpo de mi torso hasta llegar cerca de mi intimidad y antes de que ella logre hacer algo la tomo en mis brazos y me apodero de ella con fuerza, debo admitir que la pequeña molestosa no esta tan mal pero no me interesa tener algo especialmente intimo con ella.              

Después de unas horas de ejercicio cardiaco, ella se ha dormido, eso me muestra que a pesar de no ser virgen no está muy experimentada en este ámbito, por ello se agotó tan rápido. La dejo durmiendo en la cama, me levanto, me visto y como de costumbre tomo papel y lápiz y le dejo un nota.

*Querida Inés: ha sido un placer acostarme contigo, no estuviste tan mal, aunque eh estado con mejores, así que espero que ahora me dejes en paz como acordamos, ten linda vida.

Salgo de la habitación, me subo a la moto y me marcho. Al llegar a casa tomo una ducha, me seco el pelo y me acuesto en mi cama, comienzo a revisar mi ClickChat  y hay cuatro mensajes de Roberto y dos de mi madre, primero veo los de mi Bro:

*¿Dónde estás? ¿Ya te fuiste?

*Saldré con Marcelo, ¿quieres venir?, tal vez te encontremos una conquista.

*Nicho, Nicho, ¿esta?  

*Asumiré que estas ocupado, luego nos hablamos.                                    

Mi querido amigo siempre me agrega en sus planes, pero que tipo de conquista podrían conseguirme, dudo mucho que una de mi tipo, sé que es raro pero tengo un mejor amigo que es homosexual y no me molesta, es un tipo increíble y lo admiro mucho, es un gran amigo. Marcelo es el nombre de su novio, aunque no me simpatiza mucho, debo admitir que él hace feliz a mi Bro y eso es lo importante. Volviendo al tema, no tengo ganas de salir, además mañana es un día laboral. Continúo revisando ClickChat y veo los mensajes de mi madre:

*Hola hijo, ¿Cómo está?

*Parece que se te ha olvidado el hecho de que tu madre aún vive.

Típico de mi madre, pero tiene razón hace más de una semana que no la llamo, así que ya es hora. Me contesta inmediatamente:         

─ Hola, ¿con quién hablo?- ¡Hay mi madre! Siempre con su increíble sentido del humor, es una de las cosas que amo de ella.

─ Hola hermosa madre mía, ¿Cómo está la mujer más bella del planeta?- se podría decir que a la única mujer que le soy sincero es a mi madre, la amo más que a mi propia vida y los cumplidos no son nada comparados con la maravillosa mujer que es ella.

─ Jajaja- escucho su tierna risa- no te preocupes querido hijo no necesitas hacerme cumplidos, ya no estás en edad para que te castigué por no recordar a tu madre.

─ A una mujer como tú siempre hay que hacerle un hermoso cumplido, te amo madre, ¿Cómo has estado?- como no amar a esta mujer, es la que me ha dado la vida. Noto como se le hace difícil responderme, le pasa siempre que le digo esas dos palabras “te amo”.

─ Yo bien mi niño ¿y tú, como te encuentra?, ¿Cómo va el trabajo?- siempre tan preocupada.

─ Me alegro, yo bien gracias por preguntar y el trabajo igual que siempre- qué más puedo decirle, nunca le diría a mi madre “no sabe estoy súper,  el sábado me acosté con una chica virgen y hoy con una practicante”- ninguna novedad.

─ Qué bueno, entonces te dejo, me alegra saber que estas bien, te amo mucho- noto en su voz la nostalgia ya presente, se nota que no le gusta mucho la idea de cortar la llamada.

─ También me alegro de que estés bien, te amo mucho madre, estamos en…- y antes de poder decirle algo más ella corta el  teléfono.