Ethan, con tan solo 30 años.

Un CEO y también padre del pequeño Jack de 4 años.

Esta hermosa joven es Allison, de 21 años.

Ethan…

Después de ser abandonado por su esposa cuando su hijo tenía solo un año, Ethan se cerró al mundo y también al amor.

Su esposa era una mujer muy ambiciosa y, al llevar una vida sencilla junto a Ethan, acabó entregándose al mundo del dinero al conocer a un hombre muy rico y, sin pensar en su propia familia, los abandonó a todos y se fue con él.

Ethan se sintió devastado, pues aunque sabía que su esposa solo pensaba en el dinero, él aún la amaba mucho y creía que su amor por ella podría hacerla cambiar.

Después de que ella se fuera, Ethan se cerró, dejando de creer en el amor y acabando por entregarse al mundo de la ambición, convirtiéndose en un gran CEO de la mayor empresa de Estados Unidos. Incluso con tantas ambiciones, Ethan jamás permitió que el dinero disminuyera el amor por su hijo y ha cuidado de él dándole mucha atención y cariño, a pesar de trabajar mucho. En cuanto a su corazón en relación con las mujeres, se cerró. Lo único que le quedaba era un enorme deseo de venganza contra todas las mujeres e incluso con el paso de los años, Ethan no se olvidó de cuando fue abandonado por su esposa y con cada mujer que pasó por su vida todo ese tiempo, él se vengó a su manera, las pisoteaba, las usaba y después, sin piedad alguna, las desechaba.

Y así es hasta hoy, ninguna mujer ha conseguido entrar en el corazón del gran CEO Ethan.

Allison…

Una chica fuerte y decidida que, a pesar de llevar una vida difícil junto a su padre Peter, nunca se deja abatir.

Allison perdió a su madre siendo muy pequeña y, al haber sido una pérdida muy triste, su padre no habla mucho de su esposa y cuando Allison pregunta, él solo dice que es muy difícil hablar de ella, ni siquiera dice cómo fue su muerte y para no molestar a su padre, Allison nunca más tocó el tema, a pesar de sufrir la ausencia de su madre.

Allison trabaja en una gran empresa en servicios generales, como hacer pagos, llevar café y también tomar notas; así es como consigue ayudar con los gastos de la casa junto con la jubilación de su padre.

En una mañana de un día normal en la empresa de Ethan, el trabajo está a toda máquina.

Ethan llega muy temprano y es recibido en la puerta del ascensor por su secretaria Tina, con su café, como todas las mañanas.

_ Buenos días, señor Ethan. Tina saluda a Ethan.

_ Buenos días... responde Ethan.

Ella le entrega su café y lo acompaña a su despacho.

Tina abre la puerta dejando pasar a Ethan, que al entrar se sienta en su silla.

_ Tina, ¿ya han contratado a alguien para el trabajo de servicios generales? Pregunta Ethan.

_ Sí, señor. Ya hay una chica trabajando, es muy responsable y dedicada.

_ Muy bien. Necesito que haga el depósito de los cheques de la empresa, ¿ya se le ha dado instrucciones?

_ Sí, señor.

_ Entonces pídale que venga a mi despacho en este instante.

_ Sí, señor. ¿Desea algo más?

_ ¡No! Puede retirarse.

Ella ya se iba cuando...

_ Espere... dice él.

_ Sí, señor. Dice ella girándose.

_ Llama al restaurante y haz una reserva para dos personas. Voy a almorzar con mi madre.

_ Lo haré, señor.

_ Ahora puede retirarse.

La secretaria sale cerrando la puerta.

Ethan sigue decidido a hacer crecer cada vez más su empresa, aun sabiendo que su empresa es la más grande de todas, él siempre quiere más y por eso exige mucho a sus empleados.

La secretaria se dirige a la primera planta utilizando el ascensor. Después de llegar a la primera planta, Tina se dirige a la sala donde trabaja la chica.

_ Hola, buenos días... Dice Tina al llegar a la sala.

_ Buenos días, señorita Tina.

_ Tienes que ir al despacho del señor Ethan inmediatamente.

_ ¡De acuerdo! Voy a terminar de organizar unas cosas aquí y ya voy.

_ Deja eso para después, él no puede esperar.

_ Está bien.

La chica deja todo de lado y sube a la tercera planta utilizando el ascensor. Dentro del ascensor va hablando sola en tono de enfado.

_ ¿Quién se cree que es para dar órdenes así? Debe pensar que no tengo nada más que hacer en esta empresa.

Ella, muy furiosa, continúa.

_ Aunque sea el dueño de la empresa, no significa que tenga que ser a la hora que él quiera. ¡Qué descarado!

_ Debe ser de esos jefes que quieren que todos los empleados le besen los pies. Pero ya verá que conmigo las cosas no funcionan así, me dan mucha rabia las personas así.

La chica sigue hablando y ni siquiera se da cuenta de que no está sola en el ascensor y solo lo ve cuando éste se detiene y de detrás de ella sale un hombre hasta entonces desconocido, ambos se detienen en la misma planta y salen del ascensor, él primero. Él sigue delante de ella sin mirar atrás. Ella, avergonzada, baja la cabeza y se dirige al despacho de Ethan y, por casualidad, el hombre también se dirige a la puerta del mismo despacho y abre la puerta y sin rodeos deja pasar a la chica.

Ao entrar, no había nadie en la sala, la joven se extrañó al instante ya que había sido llamada con urgencia. El hombre pasa por ella después de cerrar la puerta y se sienta en la silla del jefe y la joven se quedó allí mirando sin entender nada.

La joven, mirando fijamente al hombre, dice.

- ¿Tú... Eres el señor Ethan? - dice tartamudeando.

- Sí\, soy yo\, ¿y tú quién eres? - pregunta en tono nervioso.

- Soy Allison. Trabajo en servicios generales. - aún estaba nerviosa.

- ¿Te gusta trabajar aquí\, Allison? - pregunta.

- Sí\, me gusta mucho mi trabajo. - dice frotando sus manos una contra la otra\, nerviosa.

- Pues pareció lo contrario en el ascensor. - dice mirando fijamente a Allison.

- Perdóneme por eso\, señor\, no quise decir eso. Es que...

Antes de que ella terminara de hablar, él la interrumpe.

- ¡Mira aquí! En mi empresa no tolero ese tipo de comentario y además\, si no quieres trabajar\, puedes pasarte por Recursos Humanos y firmar tu despido.

- ¡No\, señor! Eso no volverá a ocurrir.

- Si ya nos entendemos\, vayamos a lo que interesa. Tienes que ir al banco y depositar un cheque\, pero esto debe hacerse antes de la tarde.

- ¡Sí\, señor! Puedo hacer eso.

- Aquí\, en este sobre\, está el cheque para hacer el depósito. - dice entregándole el sobre.

- Ahora puedes retirarte. - dice.

- Ah... solo una cosa más\, cuando regrese del almuerzo quiero que el comprobante del depósito esté en mi escritorio. ¿Entendido? - dice Ethan a Allison.

- Sí\, señor.

Ella sale al instante.

Ethan, solo en su oficina, dice.

- Qué chica impertinente. Debe ser una más de esas chicas que piensan que todos los hombres están a su disposición\, aquí tendrá que aprender a comportarse.

Ethan estaba muy enfadado por los comentarios de Allison.

Allison sale de la oficina de Ethan muy avergonzada y entra en el ascensor hablando consigo misma.

- ¡Qué tonta fui! Y mi lengua que no para de hablar. No puedo perder este trabajo\, necesitamos mucho el dinero\, debo dejar de decir tonterías. Pero\, ¿cómo iba a imaginar que había alguien detrás de mí escuchando todo y mucho menos que sería el dueño de la empresa? Ni siquiera lo conocía y de repente digo todas esas tonterías\, debe estar pensando pésimas cosas sobre mí.

- Hasta que es bastante guapo\, aunque sea muy enfadado es lindo. Como soy nueva aquí\, fue la primera vez que lo veo y debo confesar que no imaginaba que fuera tan guapo.

- Allison... Allison... concéntrate en tu trabajo y deja de pensar tonterías.

Allison llega a la recepción y se dirige directamente a un taxi que estaba frente a la empresa.

Va al banco.

En el camino, su celular suena.

Allison contesta y era su padre.

- Hola\, hija...

- Hola\, papá. ¿Pasa algo?

- No\, hija\, solo llamé para decirte que no necesitas recoger los resultados de mi examen\, me los enviaron.

- Qué bien\, papá. Ahora necesitamos programar tu cita con la médica para revisar los exámenes.

- No te preocupes\, hija\, ya lo he hecho.

- Ah\, papi\, eso es genial. Pediré permiso y te acompañaré.

- No es necesario\, hija\, puedo ir solo. No tienes que preocuparte.

- Pero\, papá...

- Hija\, está bien... puedo ir solo y además\, es solo una consulta de rutina\, no es nada importante.

- Está bien\, papá\, pero en cuanto termines la consulta quiero que me llames de inmediato. ¿De acuerdo?

- Está bien\, hija. Nos vemos más tarde.

- Te amo\, papá.

- También te amo\, hija.

Allison apaga el celular y se dirige en taxi hacia el banco.

Allison hace el depósito y guarda el comprobante en su bolso, luego regresa a la empresa lo más rápido posible, ya que era la hora del almuerzo y tenía poco tiempo para llevar el comprobante a la oficina de su jefe.

Ya en la entrada de la empresa, Allison sigue caminando mientras guarda su celular en el bolso y sin darse cuenta choca con alguien. Al levantar la cabeza y mirar hacia adelante, dice:

- Perdón\, yo...

- ¿Podrías prestar más atención por dónde caminas?

- Señor\, le pido mil disculpas\, es que estaba...

Una vez más, él la interrumpe.

- No quiero saber tus disculpas\, vuelve al trabajo.

- De acuerdo...

Ethan estaba saliendo para almorzar, después de hablar entra en su coche que estaba ahí, después de que su chófer le abra la puerta. Allison lo mira hasta perder de vista el coche.

_ Este tipo es realmente un imbécil. ¿Por qué hablar así? Ni siquiera me conoce y me trata tan mal.

_ Déjalo. Afortunadamente llegué a tiempo.

Allison dice y entra en la empresa.

_ Allison... Allison...

_ Hola Bianca, ¿qué pasó?

Bianca es una de las amigas de trabajo de Allison.

¿Ya has almorzado? Pregunta Bianca al acercarse a Allison.

Aún no, Bianca... acabo de llegar del banco.

Entonces ven conmigo. Yo tampoco he comido aún.

Creo que hoy no podré salir. Tengo muchas cosas que hacer. Ve tú, Bianca.

Mi abuela siempre decía que un saco vacío no se mantiene en pie. Ah, vamos Allison, no tardaremos mucho y además puedo ayudarte a terminar tu trabajo.

Ah, ¿y qué hay de tu trabajo?

No te preocupes, ya adelanté todo esta mañana, ahora estoy libre.

Está bien, voy pero no podemos demorar mucho.

Allison y Bianca, después de quedarse paradas en medio de la recepción de la empresa conversando, salen y van hacia el auto de Bianca para ir al restaurante.

Las dos van al restaurante al que suelen ir todos los días y se sientan en la misma mesa.

Bianca, pidamos de una vez así no perdemos tiempo.

Tranquila, Allison, a veces necesitas relajarte.

¿Relajarme? ¿Tienes idea de lo que el señor Ethan haría conmigo si me viera aquí ahora?

¿Qué podría hacer? Estás en tu hora de almuerzo. Relájate.

No puedo de ninguna manera perder mi trabajo, tengo muchas deudas y también el dinero de mi padre no es suficiente.

No te preocupes, no hay motivos para que él te despida, aunque sea tan grosero, no creo que haga eso.

Espero que no... ya que hoy parecía que no había ido...

Señor Ethan, ¿desea hacer su pedido?

Allison se detuvo de inmediato al escuchar al camarero mencionar el nombre de su jefe.

¿Oí bien? ¿El señor Ethan está aquí? Pregunta Allison, preocupada.

Está justo ahí al frente. Dice Bianca mirando a su alrededor y al verlo, parecía tranquila.

Necesito irme ahora... Dice Allison levantándose.

Siéntate, chica. Comamos y luego iremos juntas.

Debí haber dejado el comprobante de depósito en su oficina. Ni siquiera quiero pensar en lo que podría hacer si no lo he hecho antes de que él llegue.

Mira, cálmate. Tú comes primero y luego iremos y llegaremos antes que él a la empresa. ¿Está bien así?

Está bien...

Allison se calma y vuelve a sentarse.

Entiendo tu miedo, Allison. Dicen que cuando él se obsesiona con una empleada, se pone loco. Pero tranquila, no tendrá motivos para molestarse contigo.

Allison sigue conversando con Bianca sin siquiera mirar a su alrededor, estaba muy tensa.

Las dos hacen el pedido y no pasó mucho tiempo antes de que el camarero lo trajera.

Mientras comen, conversan.

Bianca, ¿quién es la señora junto al señor Ethan? Pregunta Allison mientras corta las verduras en el plato y se las lleva a la boca.

¿En serio no lo sabes? Esa es su madre, la señora Tania. Vive lejos y solo viene una vez al año. No tienen mucho contacto porque ella no aprobaba el matrimonio del señor Ethan y la señora Débora. Dicen que ella es muy estricta y está tratando de casar a su hijo con la hija de una amiga suya.

¿Y su padre?

Después de separarse, cada uno siguió su camino y apenas tienen contacto con el jefe.

Qué triste... Pero ¿cómo sabes todo esto, Bianca?

Leo muchos sitios de chismes y también en la empresa siempre se escuchan cosas.

Ya veo... Debe ser por eso que él es tan malhumorado.

No es por eso, es que...

Bianca estaba a punto de seguir hablando cuando su celular suena.

Disculpa, necesito contestar, es de la empresa.

Bianca se va por un tiempo para contestar el teléfono y Allison continúa comiendo y durante mucho tiempo se queda hipnotizada mirando a Ethan.

Aunque esté tan enfadado, es guapo.

Realmente estaba paralizada mirándolo.

Allison, necesitas dejar de decir esas cosas. Controlate o podrías meterte en problemas.

Seguía hablando consigo misma y solo se detiene cuando Bianca regresa.

Allison, tengo que volver a la empresa, hubo un problema con la computadora y me necesitan allí. Dice Bianca aún de pie.

Está bien, yo también voy, ya me he demorado demasiado.

Allison dice y se levanta.

Las dos pagan la cuenta y salen del restaurante para regresar a la empresa.

Pronto llegan a la empresa.

Nos vemos en un rato, Allison. Dice Bianca mientras va a su oficina.

Está bien.

Allison entra en el ascensor y se dirige al tercer piso. Tan pronto como sale del ascensor, va directamente a la sala de Ethan.

Ella abre la puerta y entra, cerrándola detrás de sí. Allison se acerca a la mesa y saca de su bolso el comprobante que estaba en un sobre y lo coloca sobre la mesa de Ethan. Entonces, dando la vuelta para irse de allí, alguien abre la puerta y entra: era Ethan, regresando del almuerzo.