Año 2040. Ciudad de la Luna. Una pequeña isla al sur del mar Atlántico. Un lugar dónde se rigen por una serie de leyes poco común en el mundo. Su lema es. "El mundo es de quien tenga poder y riquezas"
¿Quién soy yo? La persona más respetada de la Isla y no cualquier Isla, una de las mas grandes y poderosa de todas. Mi familia es conocida por ser una de las más importantes con mayor riqueza y poder. Tanto así que mi padre es el representante del rey; él decide lo que la realeza ve o escucha.
Por esa razón tiene miles de enemigos que lo quieren ver abajo. en cuanto a mí sólo soy la hija del multimillonario Philips Harrison. La consentida y mimada que sólo mira sobre su hombro con desprecio al resto. Pero la realidad es otra. No soy nada de lo que se dice, mi vida es entorno a mi padre, ni mi madre puede decidir en nada sin antes pasar por mi padre.
¿Si somos odiados por todos? la respuesta es sí. No tengo amistades, ni una sola.
Lo que tengo es a mis maestros que vienen a diario y la única conversación que existe entre ellos y yo es meramente educativa, fuera de eso no hay nada.
Escuché a mis padres tener una fuerte discusión; a la final no logré entender de que iba, pero algo me decía que eran muy malas noticias. Esa noche, fue una de las más terroríficas que viví.
Esa noche un estruendo me hizo levantarme para bajar la escalera y ver aquella horrenda escena. ver a mi madre tirada en el piso con un agujero en su frente la cual desparramaba su sangre sobre la cara alfombra, mientras pedazo de sus sesos sobre la pared inmaculada. un grito ahogado salió de mi garganta, el terror invadió mi alma entera ¡Mi padre acababa de asesinar a mi madre! mi cuerpo entero no se podía mover, miré a mi padre alzar la escopeta y apuntar hacía a mí, pero bajo el arma despacio. me observó en silencio y dejo salir una risa extraña y escalofriante. sus ojos estaban inyectados de sangre.
_ Tú eres lo único que tengo de valor - dijo antes de volar su cabeza manchando todo mi cuerpo de sus sesos. un grito de horror inundó la mansión.
Ya conocía mi destino. sabía que yo era su vale de pago. conocía muy bien lo que me pasaría.
Pero ¿Cómo era posible qué terminará así? éramos millonarios, el tenía mucho mas dinero que los mas allegados al Rey. No quería terminar como muchos, siendo vendidas a personas atroces. Y mi padre tenía más de uno que deseaba vengarse y yo sería el objeto donde descargarían toda su ira.
Así que corrí a mi habitación y tomé algo de ropa y un par de zapatillas y salí de casa, al ver el espeso bosque corrí con todas mis fuerzas. La mansión de mis padres quedaba en medio de la nada. Ya que él era dueño de esas inmensas tierras.
Después de correr un par de horas sintiendo como mis pies estaban mal heridos, el dolor de hacía cada vez más insoportable. Me detuve dejando caer mi cuerpo entre las hojas secas, ya sin aliento. Me quedé dormida estaba cansada y aterrada por lo que me podría pasar.
_ ¡Hay está! - oí un grito y al intentar levantarme ya estaba sujeta de ambos brazos sintiendo como colocaban unas pesadas cadenas en mis pies - con esto no irá muy lejos - en ese momento sentí como mi vida se iba por un drenaje.
Me arrastraron desde el bosque hasta la mansión descansa, mis pies sangraban y dolían terriblemente. Mis lágrimas caían sin consuelo al ver como se veía el lugar que era mi hogar y como sacaban los cuerpos de mis padres. Los oí decir que mi padre estaba endeudado hasta el cuello y que ni los terrenos ni la mansión podrían pagar la deuda por qué ya no quedaba nada más que este lugar y claro yo. La responsable de pagar el resto con mi cuerpo.
No había una cosa que me dejará aterrada que esta idea de ser vendida y arrastrada a la vergüenza y humillación. No merecía pasar por algo así.
Ahora estaba siendo alistada para ser vendida y quien pague la mayor cantidad por mí. una voz me hizo alzar la mirada al frente.
_ ¡Cómo pueden tratar mi mercancía así! - dijo una mujer alta de unos cuarenta años. Acercándose a mí y mirando cada parte de mí - ¿La trajeron descalza desde el bosque? así nadie querrá pagar lo que vale esta ex señorita.
en ese instante entendí lo que pasaría conmigo. Y tenía un miedo enorme que consumía mi alma ¿En qué momento mi padre se dejará caer en el vicio del juego.
¿Quién pagará una enorme cantidad de dinero por mí? el miedo de ser vendida a alguien que solo quiera lastimarme para saciar su rabia e ira contra ya mi difunto padre.
Mi nombre es Elena Harrison, he aquí mi historia y la de otras más, por que no seré la única vendida aquí....
Un silencio llenaba la habitación, no era la única chica en ese lugar. Éramos muchas. Podía oír a las demás chicas quejarse y llorar. Yo sólo me mantenía lo más calmada aunque por dentro quería llorar y gritar, pero sabía que eso no serviría de nada. Hacer un escándalo traería más la atención de las personas, si mantenía un perfil bajo sería más posible ser comprada por alguien que no sea enemigo de mi padre o eso quiero creer.
sin demora sentí como una luz brillante nos iluminaba a a cada una. El resto de las chicas temblaban y lloraban desconsoladas; al alzar la mirada al frente trate de reconocer caras, pero me era imposible ver ya que esta en penumbra. pude notar que algunos usaban máscaras, lo cual me pareció común este tipo de eventos. eran personas de gran estatus y poder. no quedarian en evidencia y ser reconocidos por algún paparazzi. En este tipo se lugar siempre esta la prensa amarillista lista para mostrar el lado oscuro de los poderosos.
En nuestra Isla el hecho de ser hija de un hombre de renombre y poder somos apodadas princesas. Pero si esa familia queda en la quiebra perdemos ese derecho y nos volvemos marginadas, parias de nuestra sociedad.
En ese momento todas nosotras éramos solo parias, rechazadas por los nuestros. al oir la voz en el parlante apreté con fuerza mis manos. Los nervios me estaban devorando por dentro; en ese instante estaba empezando todo y sería vendida a un total extraño con desconocidas intenciones. Tenía miedo, no era horror lo que recorría mi cuerpo entero. Mis piernas flaqueaba cada que se acercaban a mi número. Sentía como mi estómago se revolvía.
De repente escuché mi número resonar en todo el lugar, ese número que jamás saldrá de mi mente, 205; temía por mí y por lo que podría pasarme. repitió un par de veces mi número y algunos alzaban sus tablas con sus respectivos códigos de VIP.
Cada cifra iba en aumento, cada detalle que daban de mí hacía elevar el valor.
_ ¡Vamos! ¿quién da una suma más alta? - repetía el hombre vestido de blanco que transmitía seguridad y seriedad con sus palabras. Al elevar aun más la cantidad todos quedaron en silencio, un suspiro salió de mi boca. quizás no sería vendida hoy, pero de entre la gente alguien alzó su brazo dejando ver su luminosa tabla mostrando su brillante número - ¡Vendida al 001! Gracias cliente VIP. puede ir por su nueva adquisición al finalizar la subasta.
Mis ojos trataron de dar con la persona sin poder lograr mi objetivo por la intensa luz segaba mi visión. Fui llevada arrastra adentro siendo atendida por un par de chicas que me hicieron entrar en una habitación donde sacaron toda mi ropa; no entendía que pasaba o que podrían hacerme. Hasta que otras chicas me dejaron en una silla para inmovilizarme y colocar un pequeño collar en plateado. No podía creer lo que me estaba pasarme.
Me estaba convirtiendo en una esclava, en un ser humano sin derechos. Y ese collar era la prueba de que nunca más volvería hacer una princesa en esta sociedad. Ya estaba marcada como esclava o algo peor que eso. Después de luchar por evitar usar eso, mi cuerpo ya no respondía a nada. aquello era tan real y doloroso que había perdido la esperanza de volver a mi antigua vida.
oí un par de pisadas acompañadas de voces. Una era de la chica que me llevo ahí y la otra era me imagino mi nuevo dueño. Un escalofrío recorrió mi espalda al ver como la puerta se abría despacio y ahí estaba él. Un hombre alto de casi treinta años, de melena negra azabache y esos ojos de color negro profundo; una sonrisa espeluznante se dibujo en sus carnosos labios. Sus largas piernas se movieron dejando que sus zapatos resonarán al acercase a mí.
_ ¿Así qué ella es su hija? - deslizó en un tono arrogante mostrando su disgusto al ver que el hombre que lo acompañaba asentía a su pregunta. Desvió su mirada a mí con una fría indiferencia que hizo que mi cuerpo se helara - tu padre será un maldito hijo de perra hasta muerto - sujeta mi mentón con fuerza para dejar salir su voz áspera y fría - ¿Cómo me va a pagar lo que me debe? ¿Eh? - sus fríos dedos apretaron mi mentón con algo de fuerza - es mucho dinero. Tanto que ni vendiendo tu cuerpo a cada hombre de esta Isla podría cubrir siquiera la tercera parte ¿Qué debería hacer contigo? - sus ojos oscuros me observaron con determinación. sentí un frío tremendo. Esa mirada era aterradora. por primera vez sentí el horror en su máxima expresión.
Los latidos de mi corazón me aturdían provocando que no pudiese oír siquiera mis pensamientos. En ese instante quiera llorar y rogar por mi vida y que me diera la libertad. eran horrenda la sensación de miedo y horror con solo verle a la cara. Este hombre era el tipo de personas que mis padres evitaron que conociese. Parecía mafioso; todo su estilo y sus facciones daban a conocer eso. Mis manos, no mejor dicho mi cuerpo entero temblaba sin control.
Algo me decía que no tendría siquiera la esperanza de librarme de él, y sólo la muerte sería mi más anhelada salvadora ¿Qué hice para pasar por esto?
El miedo evitaba que mis palabras se atoraba todas juntas en mi garganta. Era un nudo que ni siquiera podía tragarmelas.
_ Señor es hora de irnos - el otro chico hablo en un tono neutro. Sin siquiera parecer perturbado por lo que acontecía - ¿Ella irá con usted o la llevo en el otro auto? - él hombre me miró como si fuese algún cachorro.
_ La llevaré conmigo ¿Cómo no presumir mi nuevo juguete? iremos a casa y la haré vestir un lindo vestido rojo como toda esclava de la familia Salvatore - sonrió abiertamente.
¿Salvatore? sino más recuerdo ese apellido es de una familia italiana que llegó a la Isla hace un par de décadas. Sé dice que pertenecen a la mafia y que aquí son los amo y señores de todo, tienen casi la misma influencia que la familia real.
Ahora sí sentía que estaba acabada. Las historias de esta familia son de horror. No comprendo cómo mi padre terminó enredado con éste hombre.
Una fuerte mano sujetó mi brazo haciendo aue volviera a la realidad.
_Vamos, es hora de ir a casa. - el chico me levanto sin problema arrastrandome hasta la puerta - irás con mi maestro, así que vamos por que mi señor es un hombre ocupado y necesita de compañía femenina para este evento. Así que apresuremos el paso.
Un par de minutos luego estábamos los dos dentro del auto. Su mirada se clavó en mi cara y dejo mostrar una media sonrisa, sinceramente más de burla que de cinismo ¿Acaso era yo razón de burla? Lo miré por un segundo y al fin pude articular palabras.
_ ¿Le hace gracia mi condición? por qué si es así, no es más que un enfermo - terminé la frase sin dejar de verle. Una carcajada salió de su garganta.
_ Qué inocente eres - tomó mi brazo con fuerza - tu padre era un maldito bastardo. que sin importarle lo que pasará con su hija, se atrevió a usarme y burlarse de mí ¿Al menos sabes quién soy o qué poder tengo? Soy intocable y muy poderoso, tanto que te haré pagar por burlarse de la familia Salvatore.
Tragué con dificultad al oír sus palabras. Mi padre sabía lo que hacía y no le importó lo que pudiese pasar conmigo y esté hombre desalmado.
el auto empezó andar los oscuros vidrios polarizados no permitían mirar hacía dentro. Se acomodó en el asiento y me miró entera haciendo notar un interés oculto en mí.
_ Las acciones de mi padre no son mi responsabilidad - su mirada se oscureció para mostrar una leve sonrisa.
_ Sabes muy bien cuales son las leyes de esta Isla. Y que tú eres lo único que logré obtener de él, así que sé buena y obediente - su mano atrapó mi cara acariciando mi mejilla.
El auto se detuvo por un par de segundos para luego entrar a un terreno lleno de árboles. Ahí fue que pude ver la inmensa mansión mucho más grande y extravagante.
Las paredes blanca pulcras y las hermosas flores junto a una fuente al frente de la mansión. A los costados estaban un par de hombres de traje que se acercaron abriendo la puerta de su amo.
_ Bienvenido mi amo - él les hace una señal para que me abrieran la puerta del auto - acompañeme por favor.
le dí una rápida mirada a él y sólo hizo un gesto con su mano. El hombre me llevo hasta la puerta y ahí estaba una chica alta de cabellera negra. No sabia que me deparaba esta noche y a quienes podría ver y sentir la humillación de ser presentada como una esclava a merce de uno de los integrantes de una familia de mafiosos. se que acontecimientos nada gratos me esperarían.
Ahí estaba yo sentada en una gran habitación tapizada con terciopelo rojo con detalles en dorado. Diría que era más que extravagante toda esa decoración, pero era claro que así trabajaba para dejarme en humillación total desde ahora. me levanté y camine hacía el espejo en la gran habitación. Cada cosa en ese lugar era tan llamativo, las enormes cortinas blancas tenían bordados en rojo de pequeñas rosas; la cama vestía unas sabanas negras de seda. Al estar al frente del espejo noté los detalles del vestido rojo, del cual un cinturón dorado adornaba dandole más forma a mi cintura; tenía una abertura desde el muslo hasta el final del vestido, mis hombros estan al descubierto resaltando mi cuello delgado y mis hombros delicados. Mi cabello estaba recogido en un moño alto.
Suspiré despacio y llevé mis manos a mi pecho, sintiendo la opresión de querer dejar salir mi llanto, pero por alguna razón no podía dejar libre ese simple deseo mortal. La puerta se abre dejando ver a la misma chica de hace una hora. Ella sonrió leve y se acerco despacio.
_ Mi señor la espera, por favor sígame - señaló la puerta para ir tras ella. No podía negarme sin saber cómo podría reaccionar ese hombre aterrador. Debía ser precavida por ahora, es lo más inteligente.
Al salir de la habitación nos esperaba un largo pasillo repletos de puertas y una enorme ventana que estaba cubierta por una espesa cortina roja. No le di importancia y le seguí el paso a la chica. Y al pie de la escalera estaba él con su imponente traje negro que le daba esa apariencia de ser muy peligroso; baje despacio. Sus ojos se fueron a mi cabello para luego mirar a la chica tras de mí.
_ Pedí su cabello suelto. Que muestre lo hermoso de ese color rojizo - la chica son demora dejo caer mi cabello para verle a él sonreir complacido - mucho mejor. Desde que te vi ese día no dejé de pensar en ese maravilloso color de cabello. Es hermoso.
Al llegar abajo una de sus manos acarició mi cabello. Sus largos dedos se deslizaron hasta la punta de ellos y subir sus dedos a mis labios los cuales rozo con cuidado. Eso me parecía ya incómodo así que aparte su mano de mis labios.
_ Evité ese tipo de contacto conmigo por favor - mis palabras salieron ásperas y secas. odiaba la idea de que quisiera tocarme - no dejaré que me destrocé.
Me observó de manera divertida y sujeto mi cara y volvió a rozar con fuerza mis labios.
_ Eres mía y puedo tocar cualquier parte de ti. Hasta tomar tu pequeño cuerpo y quebrarlo sin sentir pena - apartó su mano dejando su mirada clavada en mi cara sin parpadear - tu padre se burlo de mí. Me prometió darme tu mano en matrimonio y que hizo después de no tener un peso para pagarme. Huyó e mí creyendo que no podría dar contigo.
_ M-mi padre ... me vendió - mis ojos se llenaron de lágrimas ¿Cómo podría ser? Él nunca me dejaría en manos de un hombre como él - Él jamás me hubiese dejado ir contigo. No querría verme así - dejó salir una carcajada.
_ Y dime ¿De qué sirvió todo esto? era más que evidente que sus deudas eran más grandes que su amor por ti. Sabía que si vivía toda su familia terminaría comprada por los que un día el desprecio - sin demora sujetó mi brazo - Ya, dejemos este tema para otro día. No quiero llegar tarde. Quiero que todos te conozcan y muestres con orgullo ese collar que tienes de esclava.
Lo miré con odio mientras caminábamos al auto. Al salir noté que no habia detallado la mansión por dentro y como si tenía un torbellino de emociones encontradas por todo lo que pasó en un par de días.
Este era mi tercer día fuera de mi vida de lujos y mimos, ahora sólo soy una esclava que debe bajar la mirada ante los que eran mis iguales. Ya en el auto su chofer condujo. Los dos íbamos en total silencio. Mis nervios estaban acabando conmigo. Le di una mirada y su vista esta fija en la ventanilla del auto. Desde este ángulo parecía un hombre común del cual no tendrías miedo. Pero la verdad es un aterrador ser.
Si intentará huir ¿Me mataría sin dudarlo? Tenía terror de tantas cosas, pero el hecho de que me de una muerte horrible era las temida. Es un mafioso, son personas sin remordimientos ni dolor ajeno.
Debía andar con cuidado, estar con él era como caminar en un bosque lleno de minas escondidas, en cualquier lugar donde quiera pisar.
_ Deja de pensar que te mataré - Lo miré algo sorprendida ¿Cómo demonios sabía lo qué pensaba? pensé de decir algo, pero se adelantó - lo puedo ver en tu cara. Así que relájate no morirás a menos que te atrevas a abandonarme - sonrió sutilmente dejando un escalofrío en mi cuerpo.
Este tipo es muy peligroso.
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