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Por culpa de Luther voy a llegar muy tarde el idiota ese me jugo una broma con mi alarma y por eso voy tarde.
Baje rápido las escaleras encontrándome a mi familia desayunando, mamá, papá y mis tres hermanos.
—¡Idiota!—le grite a Luther mientras me acercaba a saludar a mamá.
—Danna—grito mi papá—que te e dicho de esas palabras señorita—me regaño.
—Pero papá—proteste—por culpa de el no voy a poder desayunar y se me hizo tarde.
Mire a Luther con enojo.
—Hay hermanita eso te paso por no dejarme ver mi programa favorito—me dijo el sínico de Luther.
Solo pude bufar y fui a saludar a mis otros hermanos y a mis padres de beso y me regresé al cuarto, ¿por qué? Fácil se me olvido la mochila.
Volví a subir corriendo las escaleras y me baje igual, ya eran las 7:22a.m y entro a las 7:30a.m y para acabar es lunes el día con el que menos me llevo bien.
Me despedí de todos y salí corriendo al auto donde ya estaba Manuel esperándome para llevarme a la secundaria.
Me subo rápido y no tengo tiempo ni para comer, me suenan las tripas ahhg maldición y para acabarla de fregar la primera clase es matemáticas, no es que no me agrade pero es que hoy tocan dos tiempos en total una dos horas.
Manuel arranco el auto y agregando hoy es mi primer día de clases ya que me cambié de secundaria a una que me queda más cerca de la manada de mi hermano.
Si, como lo escuchan manada, pues mi papá le cedió el cargo de alpha a mi hermano Max, él es el mayor con 125 años después está Luther con 95 años, Mateo de 55 y yo la última de 15 años. Y aunque mis hermanos sean ya de edad algo mayor, los muy idiotas parecen de veintidós, y eso sí son unos adonis, mamá es de 625 años y papá de los 725 y ellos aunque tengan esa edad lucen como unos lindos señores, y ni se digan aún siguen muy atractivos los dos.
Llegué a la secundaria dos minutos antes de que timbraran y es que yo estaba bien en la secundaria que estaba, pero me cambiaron a esta donde están puros lobos y lobas. Hace unas semanas me dijeron lo que en verdad somos y miren donde termine.
Me despido de Manuel y bajó del carro. Comienzo a correr y a buscar la dirección.
Ahora que recuerdo yo no soy un lobo yo soy una bruja igual que mi mamá, pero tengo que venir a esta escuela de lobos por qué soy hija del ex-alpha León y la ex-luna Géminis.
Como pude llegué a la dirección y en cuando entre sonó la campana, gracias diosito por dejarme llegar a tiempo.
—Buenos días señorita Bianchi—me saludo el director—bienvenida al plantel.
—Muchas gracias director—le agradezco—y buen día para usted también.
Después de hacer el papeleo me entregaron mi horario y me acompaño al salón.
Por los pasillos podía ver atraves de los aulas de clases a los alumnos que estaban inclinados en su pupitre anotando sus apuntes.
Después de un rato llegamos al salón y el director me abrió la puerta para que entrara y asi lo hice.
Al entrar todos se me quedaron viendo , ¡claro! Como no se me quedarían viendo si soy una bruja en una escuela de lobos.
—Bueno chicos ella es Danna Sofía Bianchi - me presentaba con una sonrisa la maestra—¿te gustaría decir algo Danna?
Ay no la pregunta que siempre hace que nos ganan los nervioso ¡maldición!
—Amm...Espero llevarme bien con todos.
—Bien puedes ir a sentarte—extendió su mano al frente de los demás compañeros.
Mire el lugar y había una banca sola, donde se encontraba una chica algo regordete y me fui a dónde estaba ella.
Su cabellera negra es hermosa pero mas sus ojos de color verde, y su piel morena es hermosa igual que toda ella.
—Hola soy Danna y tengo 15 años—me presente.
—Hola soy Victoria Petrov.
—Bonito nombre para una chica tan linda como tú.
—Oye ¿De que manada eres?—preguntó.
—De la manada luna Roja.
—Ahora entiendo...
—¿Entiendes que?—pregunté.
—Nadie se sienta conmigo ya que mi hermano es el alpha de alphas de la manada luna azul.
—¿Tan malo es tu hermano? Digo, como para que no te deje ni sentarte con nadie.
—No es eso. El tiene 446 años, supongo que es por la edad, es un mando y es extremadamente posesivo y celoso.
—¿Y aún no a encontrado a su mate?—pregunté.
—No.
—Ay no me quiero ni imaginar cuando la encuentre. Pobresilla...
...CONTINUARA ☯...
【Editado】
Terminaron las clases. Por fin libre.
Victoria me pidió mi número y yo se lo di, no se porque, yo soy de esas personas que no se lo da a cualquiera, pero es que ella me inspiraba confianza.
Salía de la secundario para irme con Manuel el chófer. Él es un amor de personas, lo quiero mucho.
—¿Señorita como le fue?—preguntaba sonriendo.
—Me fue muy bien Manuel—respondí—sabes que abra un concurso de matemáticas.
—No señorita—nego—pero estoy seguro que usted ganará.
Puso en marcha el auto. Miraba por la ventana las calles de la ciudad, sin duda es hermosa. Llegamos a casa y bajé del auto. Sin decir nada al entrar fui a mi cuarto dejando la mochila y cambiando de ropa para bajar a comer.
—Gente ya llegué—grité bajando las escaleras.
—Que bueno que llegaste hija ven vamos a comer ya—me llamo mi madre.
Hice lo que me dijo. Tome ligar en la mesa para comer y nos sirvieron pechuga de pollo con arroz blanco y lechuga, mi favorito. Comencé a hablar con mi mamá.
—Hey enana ¿Como te fue en la escuela? - preguntó Max.
—Ash... Como molestas deja hablar a los grandes - bufe finjiendo molestia.
—Pero si soy mayor que tu mocosa—me saco la lengua.
—Aveces son tan infantiles—comento Luther.
—¿Pero como te fue Danna?—Mateo se dirigió un bocado de arroz a su boca para masticar y tragar.
—Si hija ¿como te fue?—agrego entusiasmada mi madre.
—Pues bien. Hoy fui a entrenar al campo de batalla pero me dijeron que yo entrenaría una vez por semana—respondí.
—¿Por qué?—Mateo dejo de comer para verme confundido.
—El maestro diijo que era muy letal y que mejor entrenaría con el por separado—sonreí.
La comida transcurrió normal y regrese a mi habitación hacer tarea ya que siempre si encargan bastante.
Al llegar camine al balcón que daba vista a la ciudad y se apreciaban las hermosa y brillantes luces de la ciudad a lo lejos y en el oscuro cielo se reflejaban pequeños destellos por las estrellas y la icónica luz de la luna que daba todo su esplendor.
Un sonido de notificación me saco de mi burbuja. Tome el celular y prendí la pantalla de este, y había un mensaje de un número desconocido.
—"Hola Danna, soy Victoria"—decía aquel mensaje.
—Hola Victoria- escribí y envié.
—"Oye ¿van a venir a la gala de la noche?".
—¿Cuál gala?
—"La transformación del nuevo alfa de la manada luna blanca".
—¿Cuando es?.
—"Hoy, es a las diez".
Cuando estaba por responder pero no lo hice ya que mi papá entro a la habitación.
—Hija cambiate salimos en dos horas a la transformación de la manada luna blanca.
—¿Luna blanca?—regunté para si misma.
—Hija la manada Luna blanca es la tercera más fuerte.
—Enseguida me cambio papá.
Salió de mi cuarto y entré a bañarme. Prendí la regadera del baño y esperé unos minutos a que el agua estuviera tibia y luego ingrese.
No soy muy llamativa y no tengo mi cuerpo perfecto. Bueno soy de pechos medianos, caderas y trasero grande, piernas delgadas pero no tanto como un palo, tengo cintura pequeña pero no soy perfecta como las modelos, claro que tengo alguna que otra llantita de grasa y no tengo la cara ni la apariencia como las protagonistas de las novelas; yo soy de cabello negro, ojos grises, labios rojos, piel blanca y mido 1.68m no soy rubia ni de ojos azules, soy lo contrario a ello.
Pero eso no significa que me sienta mal con mi cuerpo, de hecho prefiero asi, no me gusta llamar tanto la atención.
Después de enjuagarme el cabello y mi cuerpo, coloque un champú de jamaica con café y me dirán ¡¿cómo que jamaica y cafe?! Pues si el café ayuda a crecer el cabello y con la combinación de la jamaica el aroma es delicioso.
Salí del baño con una toalla en mi cintura otra en el cabello y una que cubría mis pechos y estómago. Soy de la vieja escuela yo ni loca salgo con una simple toalla que me llegue hasta los muslos.
Seque el cabello con la secadora y procedi a vestirme.
Deje liso el cabello, y cuando lo dejo a si me llega hasta la cintura. Coloque solamente un polvo en mi rostro, enrizo las pestañas y por último un labial color cereza en mis labios. Si gente bella no me gusta que eso del rimen, que sombras, que esto el otro la base ¡no mi gente! No me gusta maquillarme tanto, siempre me gusta lo natural porque a la hora que te casas y te ven si maquillaje uff casi les da el infartó ja,ja, no se crean cada quien sus gustos y hay que respetar.
Me coloque una zapatillas color beige y tome un bolso para guardar mis cosas.
Salí de mi habitación. Comenzaba a bajar las escaleras y escuché que mis padres y mis hermanos estaban hablando pero luego me vieron y se callaron.
—Te vez hermosa mi niña—me abrazo papá.
—Que guapa Dafi—asi me dice mi mamá de cariño en combinación de Danna y Sofía.
—Gracias ustedes también se ven muy bien—sonreí. .
—Tu no sales así mocosa - celoso me miraba Max.
—Eso es verdad—gruño Luther.
—Y yo los apoyo—frunció el ceño Matías en apoyo a mis dos hermanos.
—Hay ¿qué creen? Yo no los apoyo a si que ni modo—alzó los hombros de forma inocente.
—Ya ya vámonos o vamos a llegar tarde—aviso papá.
Salimos de la casa. Al estar afuera y que me diera la briza del viento se sintió cálido ya que estamos en tiempo de calor. Entramos a las camionetas. Papá y mamá comenzaron a darnos indicaciones.
—Chicos quiero decirles que porfavor se comporte nos tocó sentarnos en la mesa con la manada Luna azul—advirtió mamá.
—¿Entonces el alpha de alphas
va a ir?—preguntó curioso Luther.
—Si—respondió papá.
—Bien hay que comportarnos ¡Danna!—exclamó Max viéndome el idiota.
—¿Qué paso?—pregunté fingiendo inocencia.
—Max te está diciendo que no vallas hacer tu desmadre mocosa—agrego Matías.
—¡Hey! ¡El único mocoso eres tú!—proteste.
—Silencio, ya no tardamos en llegar—regaño papá.
—Papá una pregunta—fije mi vista en él.
—Dime hija.
—¿Como se llama el alpha de alphas de la manada Luna azul?
—Alexander Pretov—respondió.
...CONTINUARA ☯...
【Editado】
Llegamos a la manada Luna blanca. Hoy es la transformación del nuevo alpha de la manada y además se le heredaba el cargo de alpha.
Al salir del carro observé los alrededores y era sumamente hermoso, el bosque es increíble. Yo también vivo en un bosque y alcanzo a ver la ciudad por mi balcón.
Comenzamos a caminar y a lo lejos note que estaban dos guardias custodiando la entrada para la fiesta.
—Bienvenido alpha León, Luna Géminis—ambos hicieron una reverencia.
Papá solo asintió y tomo a mamá de la mano, en ese momento pensé que hermosos sería que tuvieras una pareja que te jure el amor eterno. Pensándolo bien si todos en el mundo fuéramos lobos o brujas entre otros, no habría tanta infidelidad entre las parejas.
Yo iba en medio de mis tres hermanos, justo atrás de mis papás.
—<
—Max—lo llame.
—¿Que paso Danna?
—Olvide mi bolso en la camioneta enseguida regreso, ¿okey?—no espere respuesta y me fui.
Regrese de nuevo a la puerta donde estaban los guardias y toque a uno de los hombres por su brazo.
—Disculpe... Señor—llame tímida.
—Si señorita.
—¿Sabe a dónde se fueron las camionetas que estaban aquí?
—Si se fueron para el garaje.
—Uf nose dónde ¿me podría guiar por favor?—sonreí amable.
—Con gusto señorita. Tom enseguida regreso—aviso a su compañero.
Comenzamos a caminar hacía el garaje, y a lo lejos escuche unos gritos en la fiesta a la mejor ya se está transformando el nuevo alpha.
Llegamos a las camioneta.
—Gracias—agradecí.
—De nada señorita.
—¿Puedo hacerle una pregunta? Claro aparte de esta.
—Dígame.
—¿Cuál es su nombre?
—Ernesto Majeron—respondió.
—Muchas gracias Señor Ernesto.
El señor se fue y me dejó sola en el garaje, me acerqué a la camioneta y abrí la puerta dando la vista de mi cartera, ¡¿cómo se me pudo haber olvidado?! Realmente se me han estado olvidando varias cosas... Mmm... Debe ser que estoy envejeciendo.
Tome mi bolso y regrese a la fiesta, al estarme acercando más se escuchaban gritos o más bien ¡¿reclamos?! ¿Pero de qué? No creo que estemos en guerra ahora porque estamos en territorio lobuno.
Al llegar a la puerta de la fiesta entre y quedé parada. Estaba viendo una escena que no me imaginaba.
Un hombre de cabello negro, ojos verdes esmeraldas con una combinación de color ámbar, alto, con un cuerpo de dios griego uf un adonis, estaba alterado, toda la gente estaba atenta viéndolo.
Ese joven de ojos esmeralda me miro directamente a los ojos y pude ver qué al mirarme había... Felicidad pura, paz, tranquilidad, anheló y ¿Amor? No, ¿cómo va a haber amor si ni siquiera lo conozco?
El hombre vino a mí a pasos rápidos dejando al hombre con el que estaba reclamando algo. Aceleró su paso con más prisa. Al momento de que caminaba se podía ver su elegante terno color negro que se le ajustaba a su cuerpo, la camisa se pegaba a su torso y su corbata azul cielo.
Observe a la gente que tenía su mirada puesta en mí con intensidad y logré ubicar a mi familia, note que mis padres estaban quietos mirando la escena y mis hermanos iguales.
Y conforme iba acercándose a mí, me llegó un olor ¡¿postre de Carlota?!, el aroma era ligero pero delicioso.
El hombre se acercaba cada vez más a mí y yo me dije—<
—Mía—gruño en mi oído. Me estremecí—solamente mía.
Pego su nariz olfateando mi cuello, sentí que cada bello de mi cuerpo se erizaba ante aquel toque, busque a mi madre con la mirada y estaba con una sonrisa, papá y mis hermanos estaban gruñendo, las personas estaban murmurando y los alphas que lograba ubicar de la fiesta estaban sonriendo con sus mates.
Mi cara era un poema y estaba muy pálida, ¡¿por qué carajos nadie me ayudaba?! Mi pobre corazón empezó a latir muy rápido pero no porque me estaba abrazando, si no por qué tenía vergüenza. Literalmente teníamos a todas las miradas puestas en nosotros.
—¡El alpha de alphas Alexander Petrov a encontrado a su luna!—grito avisando a todos los presentes.
De pronto empecé a escuchar los gritos y aplausos de las personas. El joven que me mantiene tomada por la cintura empezó a caminar conmigo al patio trasero, y cuando caminaba pude ver a Victoria con una enorme sonrisa. Yo no le pude saludar, ya que seguía quieta y confundida, y al seguir caminando mire a mi papá que estaba siendo retenido por mi mamá, mis hermanos solo me veían y luego al joven pero a él lo miraban con seriedad o... ¿Celos?
Llegamos al patio trasero y de inmediato me abrazo, hundió su cabeza en mi cuello aspirando mi ¿cuello? Una y otra vez. Lo empuje con fuerza para sacarme de él.
—¿Qué pasa mi luna?—pregunto preocupado.
—No me toques por favor—pedí sería.
Ni siquiera lo conocía pero ya me había abrazado y hasta olfateador el cuello.
—¿Por qué?—su rostro cambió a uno serio y de confusión.
—Bueno... Ni siquiera te conozco—respondí con obviedad apenada y llevé mi mano al cuello.
Espera ¿por qué estoy apenada? Eso no es algo común en mí.
—Soy tu mate mi Luna, tu alpha, tú eres mía como yo soy tuyo.
...CONTINUARA ☯...
【Editado】
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