¬Bésame mi amor - le dijo Liz mientras lo acercaba con su mano hacia ella.
Prácticamente le robó un beso, el primero entre ellos.
Liz Florentenni de 23 años había comenzado una relación con Jerison González que tenía 27, habían pasado tres meses de su primer salida juntos y salían una vez a la semana, para todos los conocidos, ellos eran una hermosa pareja, pero aún no se habían besado, la atracción era notable, pero el era respetuoso y ella muy tímida.
Ese día sentados en una mesa del restaurante al aire libre el clima primaveral hacia más especial el momento. Fue cuando ella tomó la iniciativa.
-Bésame mi amor - su primer beso fue tímido, casi como el de dos adolescentes.
-Oh por Dios! Nunca imaginé que tu serias quien lo pediría - dijo Jerison - prácticamente me lo robaste!
Liz se ruborizo bajando su mirada - lo siento, yo..
-Tranquila Liz - dijo Jerison tomando su delicada mano - Estoy feliz de que lo hayas hecho.
Se retiraron del restaurante tomados de la mano, charlando, se estaban conociendo, el herno de Liz, Javier Florentenni los había presentado.
Cinco meses antes...
-Hola mamá, como estás? - Javier entraba por la puerta principal de su casa - No te molesta que traiga a un amigo a almorzar?
-No hijo, pase joven - dijo Magdalena de Florentenni. - Pase por aquí, siéntase como en su casa.
-Mucho gusto soy Jerison, compañero de trabajo de su hijo - extendió su mano para saludar.
-Un placer, Dígame magdalena.
En ese entonces por las escaleras principales bajaba Liz desprevenida de que había invitado en casa. Tenía puesto una minifalda de jeans clásico y un sweter tejido color blanco, calzaba botas largas. una cola de caballo en su pelo largo color castaño y lleno de bucles naturales. Traía en su mano una carpeta de estudios universitarios. Los ojos de jerison se clavaron en ella, era una joven muy hermosa, de estatura mediana.
-Mamá, está listo el almuerzo? Preguntó Liz sin mirar a nadie - Debo ir a la universidad - agregó.
-Hola mi hermana preferida! - dijo Javier sorprendiendola.
-Javi! Que haces aquí a esta hora?- Dijo ella con un amplia sonrisa en su rostro - Qué lindo verte por aquí - agregó.
-Estaba cerca y vine a verte hermanita, Traje a un invitado.-agregó Javier indicando hacia Jerison.
-Oh ya veo - dijo ella - mucho gusto soy Liz.- sin darle mayor importancia.
-Si ella es mi hermana - dijo Javier - la mejor de todas - dijo entre risas.
-Jerison, es su única hermana - dijo Magdalena- pero siempre dice que es la mejor.
-Lo es mamá, es la mejor del mundo!
-Y tú el mejor para mi - dijo Liz.
Se sentaron a la mesa, hablaban de trabajo, de finanzas, política, etc.
-Se me hizo tarde - dijo Liz - me voy ya, adiós!! Adiós hermanito. Tomó las llaves del auto, libros y su bolso de mano y se fue.
Jerison la vio irse, “que mujer pesada, agrandada, creída, va a pagar caro su forma de ser" pensó sin tener motivos. Se puso en el plan de enamorarla perdidamente para darle una lección.
Dos meses después de ese almuerzo salieron por primera vez, era un día muy frío, cuando el pasó por la universidad, estacionó su auto color rojo y se bajó del auto, se paró al costado del copiloto, afirmado con un ramo de rosas en su mano, al salir ella lo visualizó y de inmediato se despidió de sus compañeros y caminó lentamente hacia la dirección del auto.
Jerison veía que se acercaba.
-Hola Liz - le dio un beso en la mejilla - traje estas flores para ti, espero que te gusten.
-Oh gracias - dijo muy entusiasmada - son bellísimas!
Al entregar el ramo tocó su mano y ella estaba helada, hacía demasiado frío y Liz había olvidado sus guantes.
-Entra al auto por favor, que está frío.
-ok, gracias, Asintió ella.
Durante iban en el auto la música era agradable y bajita, podían conversar tranquilamente.
-Debo confesar que estoy nervioso - dijo Jerison - No se que te gusta comer y no quiero llevarte a un lugar donde no comas.
- Yo no tengo problemas con la comida - mi mamá nos enseñó a comer de todo sin problemas.
-Entonces eres como javier?
-Ay sii - dijo ella riendo - así que si acostumbras a almorzar con él no será difícil almorzar conmigo - agregó.
-También estoy nervioso por Javier - dijo en tono preocupado - Sabes que eres su hermana y nadie debe mirarte, Menos los amigos.
-Si, lo sé, es su regla - dijo sonriendo- pero sólo vamos a almorzar - lo miró y le preguntó - qué le dijiste ahora al salir de trabajar?
-Nada en particular - dijo él - sólo salí.
Estacionaron fuera de un restaurante muy elegante, él bajó, abrió la puerta para que ella descienda y entregó las llaves para que estacionen el auto.
La cena fue agradable, se gustaban mutuamente, hablaron poco del pasado, más de los proyectos profesionales y visiones de vida.
Allí fue el comienzo de la historia más triste que pudo vivir Liz, claro aún no sabía que quien estaba a su lado tenía un moustrou dentro suyo, hasta ahora era respetuoso, caballero, amable, parecía un príncipe azul...
-Adiós chicos! - Se despidió de sus compañeros para ir como cada semana a almorzar con Jerison - Nos vemos mañana..
Jorge Pineda la vio irse, era su compañero y amigo, habían cursado juntos todos los años de preparatoria y él decidió seguir la carrera junto a ella solo por pasar tiempo a su lado, nunca le confesó su amor y ahora veía con dolor como se iba con otro hombre. “se ve feliz junto a él" pensó Jorge."eso es todo lo que importa, que sea feliz ".
Jerison González era un hombre atractivo, tenía ojos claros y una mirada muy atrapante y seductora, media 1.80mt de estatura iba al gimnasio con regularidad, sus brazos eran fuertes siempre Vestía semiformal. Llamaba la atención por su caballerosidad y respeto ante los demás.
Las compañeras de Liz sentían celos de ella, ya que tenía un hombre atractivo que la cortejaba, a decir verdad era una pareja visualmente perfecta, juntos parecían una pareja de telenovelas.
Sus amigas por lo contrario la animaban a ser más atrevida con él para que finalmente oficialicen su noviazgo.
Fue hasta la primavera en aquel restaurante, cuando se besaron por primera vez cuando Jerison le pidió ser su novia.
-Liz, llevamos tres meses saliendo y quiero que sepas que me gustas demasiado. - dijo jerison mientras le sujetaba sus manos - me gusta todo de ti, eres una bella joven, educada, de buenos sentimientos, no tengo riquezas como tu familia, pero te daré lo mejor de mi - continuó su discurso - Tengo mis manos trabajadoras y los brazos fuertes para salir adelante en toda situación si es por ti. - se arrodilló mirándola a sus ojos - Quieres casarte conmigo?
-Eh mmm - ella estaba estupefacta - yo si quiero - respondió - pero no de inmediato, en un tiempo más.
-Te esperaré lo que sea necesario - le dijo con cariño - hasta que estés segura - sus ojos se llenaron de lágrimas estaba emocionado.
Le entregó un anillo en señal de promesa y le dijo - Haremos una fiesta de compromiso pronto, te daré un anillo como el Que mereces.
-No es necesario - respondió Liz - yo no necesito un anillo para saber que te quiero en mi vida.
Jerison sabía mentir tan bien que hasta él mismo se creía el cuento.
Llegó el momento de ir a su casa, sellaron esa charla con un beso, y él la llevó hasta la puerta de su casa.
Liz estaba en una nube, su corazón estaba completamente enamorado de Jerison, su mente solo paseaba por los momentos junto a él, se desconcentraba, todo lo que hacía lo hacía pensando en él. Sentía además que había encontrado al príncipe que toda mujer anhela en su vida.
Ese día después de dejarla en su casa Jerison salió al encuentro de Magaly.
Bip bip
[Estas en tu departamento ?]
[Si, por supuesto, te espero como siempre?]
[Si, estaré allí en media hora]
llegó al departamento de Magaly e hicieron el amor, ella lo esperaba siempre que el quisiera.
Al día siguiente el despertó en la cama de Magaly, el sonido del telefono con un mensaje de Javier.
Bip bip
[Donde estas? Esta por comenzar la reunión]
[Voy de inmediato, estoy en camino] escribió Jerison.
[OK, no demores]
Salió del departamento de su amante sin ducharse, no tenía tiempo de nada, en su auto tenía perfumes y chicles que hacían parecer más refrescante el semblante.
Mientras tanto Liz le contaba a sus amigas que ya era oficialmente la novia de Jerison. Jorge que estaba a su lado la felicitó, pero él rastro de amargura en sus ojos no pasó desapersivido para los demás, la única que no se dio cuenta fue Liz.
Así pasó primavera, cuando Jerison tuvo que venir a pedir la mano de Liz,
Era una cena familiar.
-Sr Florentinni, la razón de mi visita es pedirle la mano de su hija - dijo Jerison con nervios y muy seguro - le prometo que la cuidaré, la respetaré como lo que es Una reina.
-Mi hija es lo mas valioso que tengo, no solo para mi - Dijo Máximo Florentinni - Ella es una piedra preciosa en la familia.
-Lo sé, Sr - Dijo Jerison - para mí también lo es.
-Mire Jerison - dijo Máximo - si algún día le hace daño a mi hija se lo haré pagar- Su tono era firme y amenazante.
-No señor, yo cuidaré a su hija con mi vida!
Liz estaba tan enamorada que esas palabras la hicieron sentir en el cielo.
Al salir de allí, Jerison se fue al bar a tomar unas copas, junto a él estaba Sandra, después de unas copas fueron al departamento de Sandra a pasar la noche.
Javier supo al día siguiente que Jerison había pedido la mano de su hermana...
-Maldito desgraciado - dijo Javier al verlo - ven aquí - estaba tan enojado, apretaba los puños - te dije que no te metieras con mi hermana.
Jerison corrió no quiso enfrentarse a Javier, él estaba realmente enojado, pero en algún momento se le pasaría, Javier amaba tanto a su hermana que ella lo haría cambiar de opinión.
!
La razón por la que Javier no quería que Jerison estuviera con su hermana era sencilla, Jerison tenía 27 años, era un Don Juan, cualquier mujer le atraía y no se medía en sus gustos sexuales, por el contrario Liz era una joven que sólo había tenido un novio por carta... Era un niño que conoció en su infancia y se fue del país para estudiar en el extranjero cuando sólo tenía 14 años se prometieron amor eterno, ilusos como niños que creían que el tiempo no cambiaba los sentimientos , se escribieron durante muchos años, cuando Liz y Luis tenían 21 años él regresó al país sin previo aviso y fue a verla, ella estaba con una amiga estudiando en el jardín cuando él llegó, por cierto Liz era hermosa Luis al verla pensó "Que bella mujer tendré" pero al ver a su amiga titubeó. Luis era inestable, su personalidad era cambiante de momento se sentía enamorado de Liz y otras de su amiga.
A los tres meses del regreso de Luis, cuando Liz y su amiga estudiaban...
-Necesito el escrito que hicimos provisorio-dijo Liz a su amiga.
- Sacalo de la mochila - le respondió ella. De pronto se percató que se había equivocado al decirle eso.
Liz abrió la mochila y sacó el cuaderno de escritos provisorios y se cayeron varias cartas. Cuando Liz las levantó resultó que eran cartas de amor que Luis le había enviado a su amiga.
-Qué es esto? - le dijo Liz conmocionada- Luis te escribe y no me cuentas?
-Liz lo siento - dijo su amiga - yo no sabia como decirte, yo no tengo nada con él, pero estas tan enamorada de un hombre que no conoces porque en muchos años no lo has visto....
- de todas formas debiste decirme, tu eres mi amiga!! - le dijo en tono de reproche.
-Lo siento Liz, no supe como.
Liz estaba destrozada, sí muy destrozada había esperado a un amor que no la merecía. Por la noche llegó Luis a visitarla y ella rompió con él, el se sintió muy arrepentido, ella era una joven muy hermosa en todo aspecto, muchas cualidades que la destacaban y el la había perdido. Fue algo que lamentó por muchos años.
Desde ese día ella solo se dedicaba a estudiar y en tiempos organizaba colectas para ayudar a personas necesitadas, su labor social era gratificante en su vida llenaba su alma, fue de gran ayuda para niños con cáncer, comedores comunitarios, niños hospitalizados por cualquier motivo. Ella iba a los hospitales con regalos, juegos didácticos y llevaba una pequeña alegría a los niños que estaban pasando malos momentos.
Compañeros de universidad la acompañaban, y centros comunitarios se sumaban a la causa con el fin de aparecer en los periódicos o medios de comunicación, sin embargo Liz rara vez apareció en los medios, no lo hacía para figurar pero su labor fue importante.
Javier sabía que su hermana merecía un hombre que sólo la amara a ella, pero con tantas cualidades jamás encontraría al correcto según él, Jerison estaba muy lejos de ser ese hombre para ella y por eso estaba tan enojado al punto de querer golpearlo.
Pasaron los días y Liz habló con su hermano.
- Javi yo estoy feliz - le dijo Liz - Él es un caballero conmigo - continuó diciendo - Siempre me has apoyado en todo, no quiero que esta vez sea diferente.
-Hermanita.. Te hago la segunda. (termino utilizado para decir que la apoyará) - Pero si te llega a lastimar te juro que lo pagará.
Pasaron los meses y todo parecía ir bien, pero Jerison no dejaba de ver a distintas mujeres.
Bip Bip
[llegaste bien mi amor?]
Jerison sonrió antes de responder.
[Si Amor, ya llegué a casa, descansa, buenas noches]
[Buenas noche, descansa] escribió Liz.
- Mari, ven aquí preciosa - tomando de la cintura a la mujer la arrojó a la cama- hoy no vas a dormir.
-Yo no quiero dormir - respondió ella - bésame mi amor! - continuó diciendo mientras le pasaba la mano por su cabeza.
Esas palabras le recordaron a Liz, aquel día en el primer beso que se dieron y por un momento sintió culpa, pero rápidamente se olvidó de ella y pasó junto a Mary una noche de lujuria.
Él vivía su vida como siempre cuando estaba lejos de Liz, era mujeriego, creído, aprovechaba cualquier circunstancia para obtener ventajas no de la mejor manera. Cerca de ella era distinto, casi nadie podría entender cómo una misma persona puede ser tan distinta era un ángel y un demonio a la vez, pero la segunda era su naturaleza,.
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