narrador
La sirvienta se dirijo hacia el carruaje de que vajo una joven cuya fisonomía no es fácil de olvidar:alta, delgada nerviosa, blanca, con una blancura mate que la gitacionn del viaje había coloreado; frente mediana de artista;nariz correcta, boca bien delineada, de labios no muy delgados contraídos, aveces, por una sonrisa que hubiera podido pasar por desdeñosa o de burla si, fijándose bien, no se adivinar a que era de infinita tristeza,;ojos negros, profundamente negros, soñadores melancólicos, atrayentes, en el fondo en los cuales se veía el brillo de una inteligencia privilegiada ;cabello oscuro, sedoso, de un lustre tercio pelo y que,sueltos, deberían de caer en ondas acariciando e las bien moldeadas espaldas. Todo en ella, desde su traje de tela fina, elegante y correcto, asta sus zapatos negros, le hacía parecer simpática, elegante, distinguida y de buen gusto. ¿Por qué esta joven nacida y educada en la mejor clase social, se veía en la nesecidad de ganarse la vida, sirviendo de institutriz? Por la infamia de un hombre