A sus 45 años Gloria despertó como de un sueño, hasta ese momento analizó su vida y quiso seguir el camino que le señalaba su corazón y ahí estaba la persona que más la amaba, el amor de toda su vida "su amada madre" Algo rodó por sus mejillas, Gloria alzó su mano para secar sus lágrimas cuando abrió sus ojos, no podía entender lo que le sucedía. Estaba en la sala de un hospital, conectada de cables por todos lados y una máscara de oxígeno. se halló sola en el momento, pero ante sus tenues movimientos su amada madre la señora Maria reaccionó e inmediatamente para estar a su lado. Mamita ¿donde estoy? Hija estas en el hospital desde hace 15 días. - respondió doña María. Que me ha pasado mamita, pregunta angustiada. Inmediatamente antes de que su madre pudiera responder Gloria empezó a llamar a Manolito, recordó el motivo que la había llevado a estar inconsciente en una sala de hospital por tantos días, pero también recordó... Nuevamente Gloria pareció haber entrado en estado de inconsciencia. Que luna más hermosa papito y mira cuántas estrellas hay alrededor de ella, - dijo Gloria- María miró a su hija y asintió. Todas las noches Gloria, sus padres y sus hermanos solían mirar el cielo después de cenar; no había luz en ese entonces, menos televisión y otros entretenimientos. Mamita ¿vas a halar con papá esta noche de lo que hablamos ayer? pregunto Gloria. Por supuesto mi niña, pero ya hablé con tu padre y te tengo una respuesta. Mañana iré al pueblo y hablaré con tus padrinos, si ellos aceptan que te vayas con ellos, entonces podrás estudiar tu bachillerato. Gloria se emocionó mucho y los abrazo muy fuerte a los dos, en ese entonces ella tenía 14 años. Al día siguiente María y Gloria se dirigieron al pueblo en busca de sus padrinos entusiasmada con la posibilidad de seguir sus estudios secundarios. Cuando su madre y sus padrinos ya habían finiquitado los detalles de su estadía apareciò por una de las puertas de la mansión la hija menor de sus padrinos haciendo a su madre una pregunta que dejó perpleja a Gloria. Hola Maria - saludó Andrea, ¡como está de grande su hija! pero si es la hija del difunto Miguel, ¿Verdad? Gloria miró fijamente a su madre, pero María agachó la cabeza y no pudo responder, hizo como si no hubiese escuchado nada. Todo quedó en silencio y se miraron unos a otros. Gloria no quitaba la mirada hacia su madre. Poco después María se despidió y salió de allí temerosa al interrogatorio de su hija.

Ninguna de las dos se atrevía a mencionar el tema, pasaron mucho tiempo sin mediar palabra, pero antes de bajarsen del autobús que les llevaría a casa Gloria preguntó a su madre. - ¿qué quiso decir la señorita Andrea con que yo soy hija del difunto Miguel? ¿Acaso mi papá no es tu esposo Fabio Palencia? María quedó callada por un momento y luego respondió.- Creo que Andrea me confundió con otra persona, yo no tengo idea porque me preguntó eso. Mamita por favor no me mientas, ¿por qué no lo negaste entonces delante de ellos y por qué no dijiste nada? María se hizo la enojada con su hija para evitar que le siguiera interrogando.. - ¡Cállate Gloria y no no quiero que me siga preguntando nada, ya basta! Gloria quedó pensativa no podía quitarse de su mente las palabras de Andrea... "hija del difunto Miguel " Entonces, ¿sería verdad lo que me dijo ese chico en la escuela primaria? No puedo quedarme con esa duda, tan pronto me vaya para donde mis padrinos averiguaré la verdad. - pensaba Gloria todo el tiempo. Pasaron ocho días y llegó el momento de irse para el pueblo, el próximo día era domingo. Ese sábado como de costumbre se encontraban reunidos mirando al cielo y Gloria estaba dichosa, felicidad que interrumpió su madre cuando le dijo que el viaje para el pueblo no se haría realidad. pero, ¿por qué Mamita si tu me lo prometiste? Lloriqueaba Gloria al sentir su sueño truncado. Hija, pasa que no concebimos estar sin ti, la ciudad es muy peligrosa y estarás mucho tiempo lejos de nosotros. - Fue el argumento que dio su madre, por lo que Gloria se puso rebelde ¡Ustedes solo lo hacen porque no quieren que yo siga investigando, porque estoy segura que me están mintiendo!- les grito Gloria.. Después de esta discusión Gloria se dirigió a su habitación muy enojada y triste. No podía conciliar el sueño y tampoco paro de llorar casi toda la noche. Cuando estaba amaneciendo Gloria sintió que su madre se acercó a su almohada, acarició su cabeza y besó su frente. Levántate hija, prepara las maletas porqué más tarde salimos para el pueblo. Gloria volvió a recuperar la felicidad. Gracias mamita, gracias por apoyarme y por amarme tanto -dijo Gloria- Se levantó, organizó las maletas y llegó el momento de partir, pero mientras Gloria estaba feliz, su padre tenía una tristeza muy grande. Era la primera vez que se separaba de su hija por vario tiempo. Había de la ciudad al pueblo una distancia bastante considerable (3 horas) y lo peor era que el transporte no pasaba todos los días y era un poco costoso. Fabio y María no tenían dinero para que su hija pudiera viajar constantemente a casa.

Salieron para el pueblo cerca del mediodía. Al día siguiente sería su primer día de clase. Al atardecer llegaron dónde sus padrinos y esa noche su madre se quedó con ella, así que Gloria no se atrevió esa noche a abordar a Andrea y resolver su duda. Al día siguiente Gloria se levantó temprano, se preparó y se fue al colegio, pero su madre le acompañó hasta la entrada, pues Gloria no sabía dónde quedaba el colegio. Luego de dejarla en la portería, la Señora María se regresó para su casa en la apartada vereda del pueblo. Gloria era una chica demasiado tímida y hacía empatía con muy pocas personas, sin embargo no fue ello lo que no le permitió hacer amigos en su primer día, pasaba que Gloria todo el tiempo estuvo distraída pensando cómo abordar a la señorita Andrea y en qué haría en caso de ser verdad que tenía otro papá. Llegó a casa cerca de los doce y media esperando encontrar a la señorita Andrea y salir de esa duda que le estaba atormentado. Andrea no se encontraba en casa, así que tuvo esperar a que llegara del trabajo después de las 6 p.m Estuvo anciosa toda la tarde, hasta que por fin Andrea apareció por la puerta de la entrada principal. Hola señorita Andrea.- saludo Gloria- Que gusto tenerla por acá y que bueno que vayas a estudiar. Mediaron otras palabras y luego Gloria finalmente le dice a Andrea. - Quiero saber la verdad. ¿Por qué le dijiste a Mi madre que yo soy hija del difunto Miguel?

Andrea lo pensó por un momento y estuvo dispuesta a no hablar, pues pensó que no era ella la persona más indicada para hablar con Gloria sobre este tema tan delicado.

Además usted afirmó que mi padre está muerto, por favor le ruego que me diga todo lo que sabe, lo necesito. Gloria, lo siento, yo no se nada y si lo supiera tampoco soy la persona indicada para contarle algo semejante. ¿Por qué no le preguntaste a tu mamá? -Claro que le pregunté a mi madre, pero me ha dicho que es mentiras y hasta se enojó conmigo. Está bien Gloria, yo te diré lo que sé. Su corazón empezó a latir muy de prisa y en ese momento Gloria reaccionó, su madre le tenía agarrada de la mano izquierda y podía sentir la ansiedad de Gloria.