En el mundo hay un abismo paralelo de la verdadera felicidad, la cual se construye de lo que somos, de lo que fuimos y de un futuro cercano. Quien diría que el presente es la construcción de un pasado edificado, de una ideología planteada en nuestro sistema. ¿Cuántos años hay que esperar el compañero o compañera de vida?, ¿Cuánto es el periodo límite de la búsqueda del amor?, ¿realmente el amor tiene una energía que nos atrae y nos hace más fuertes? ¿Vale la pena apostarle al amor?

Tres cosas son importantes para nuestra especie; Una de ellas, es la necesidad de tener estabilidad en la longevidad de un clan, la otra es el poder de la transformación a tiempo, en nuestra edad adulta y por último, y no menos importante encontrar nuestro mate. Una voz interna continuamente grita para no cesar en la pesquisa de ese ser que será parte fundamental para nosotros, no tenerla o no tenerlo, es como si faltará el aliento de vida, un soplo vital para ser indestructibles, ya no seremos dos. Los jefes de otros clanes pueden no mostrar respeto al ver la ausencia de una luna, los enemigos pueden fortalecerse con la debilidad del clan, la naturaleza del quebranto puede hacer que se extinga una comunicación con nuestro lobo, cuanto llanto, amargura y odio se acumula sin nuestra compañera.

Desde hace más de tres siglos mi mundo se centró en buscarla, en persistir en nuestro encuentro, ella ocupa un espacio muy relevante en mí, ¿Quién será ella y porqué he tardado tanto en encontrarla? Tal vez estamos en un juego sísmico o un camino sin salida, quizás el destino juega con mi vida para repetir ciclos y callejones que me llevan a los mismos patrones, las mismas vivencias, personas que no son ella, que cada vez nos alejan de la realidad y de un acercamiento próximo a la ventura.

Gracias a este juego del destino aprendimos mi lobo y yo, a escribir historias con mujeres que no tenían nada que ver con ella, pudimos tener el poder y el vigor para enfrentarnos a nuestro máximo enemigo, en una batalla, dos batallas y no solo ganaría una batalla sino las batallas que en un siglo se pueda pelear, sí tan solo tuviera la gracia de encontrarla.

Explorando tantas tierras nuevas, diferentes épocas, conocimos secretos que guarda los sabios y algunos misterios de aquellos que se apoderaron del conocimiento racional, lógico y coherente en cada parte de la vida, pericia que en este presente nos hace más impredecibles y la muerte segura ha de asomarse solo sí, solo sí ella no llega pronto a nuestra existencia, y sí la muerte no destruye mi inmortalidad, posiblemente un alto riesgo lo causará la incertidumbre de mi búsqueda, una grave locura va detrás de mí desde que pasaron los años y no la encuentro, jamás me detengo, jamás espero que el tiempo tome ventaja, ya es suficiente ver las burlas de mis enemigos, ya es más que suficiente sentir las miradas misericordiosas de los que me aman, alentando mi alma por mis fracasos al no hallarla.

Este soy yo, Diego Joseph Silva, un hombre licántropo de 421 años, aunque aparentemente mi cuerpo inmortal refleja solo 27 años, jefe del clan Azul Resplandeciente, los seres de mi especie tenemos la primera transformación cuando llegamos a la edad adulta en una noche de luna llena, es un momento anhelado, no solo porque conoceremos nuestro lobo sino porque encontraremos nuestra compañera de vida, ella proporcionará una estabilidad para el clan, pero también es el amor verdadero en otro ser. Dylan es mi lobo, él es muy impulsivo, desde hace unos años es más agresivo y a veces lo siento distante porque no encontramos su pareja, es frio, calculador, salvaje y lleno de odio.

Una chica llena de alegría es adoptada por una familia en una pequeña ciudad de la capital, ella es dulce, aunque es fría porque siempre vive prevenida, las experiencias han hecho que desconfié de todos. Ella ha crecido con sus dos hermanastras y su mejor amigo, a quien conoce desde sus quince años, su nombre es Camilo. Alana Sofia siempre ha preguntado por sus orígenes, aunque nadie responde a su pregunta, nadie conoce el nombre de su madre o en qué ciudad nació. Ella conoce la historia que siempre le contaron, sus padres adoptivos llegaron un día acasa, escucharon un llanto de un bebé y era ella, la encontraron detrás del porche y desde aquel día la tomaron como la niña menor de la familia.

Alana Sofia Cusme siente como alguna extraña mujer le habla a su conciencia, sin embargo, no sabe el por qué se siente así, trata de ignorarlo, siempre trata de ignorar esa voz. No busca nada estable, ella sabe que todo termina en algún momento, el amor es un sentimiento lejano que no quiere encontrar.

Cuando el tiempo sea cumplido, las vidas de Diego y Alana se encontraran, aunque con desconfianza y recelo en sus inicios, cuando se conozcan, desataran los nudos del pasado y poco a poco irán forjando un presente casi de ensueño, tejiendo el futuro que tanto han deseado, la existencia aunque injusta, juega sus dados a favor de los deseos más estables y consistentes, el juego lo gana quien mejor sabe mover sus fichas, el juego nunca se termina si decidimos jugar una partida más. ¿Quién no jugaría una partida más, sí el premio es la felicidad y el placer del amor?

Llevas tres horas observando aquella mujer – Dijo su hermano Matías

- Sólo observó las personas, no a nadie en específico, además estamos en un lugar público y necesito pensar – Contesto Diego

Diego estaba sentado al lado de la fuente en donde uno que otro niño se acercaba con comida y migajas de pan para darle a las palomas y a los animales que visitaban el parque en las horas de la tarde.

Efectivamente llevaba toda la tarde sentado observando la mujer que estaba al otro lado del parque, aquella mujer se veía tan llena de un aura extraña, tan feliz con esa cámara y esos hombres que sonreían, posaban y se movían con las instrucciones de ella, aquella mujer era de alguna manera especial, aunque era extraña para él. Su olor no se sentía, aunque podía sentir un aroma leve de sándalo y vainilla que emanaba de su cabello, pero era un olor ajeno y no propio de ella, tampoco podía ver su pasado como lo hacia normalmente con la mayoría de las personas, ¿No tendría pasado aquella mujer?, es imposible todos tenemos un mundo que contar que se enmarca en el pasado, entonces ¿dónde estaba el pasado de esta mujer?, ¿Quién era esa mujer que no tenía historia y por qué su esencia era esquiva a él? era una de las muchas preguntas que se hacía. Ahora también tenía a su hermano indagando sobre la misteriosa mujer, su misteriosa mujer.

Levantó su rostro de nuevo hacia Matías, observó que él también estaba mirando la mujer con un interés similar al suyo, su hermano había descubierto que la mujer no tenía un olor que la identificará, por su origen los de su raza podían sentir el aroma de los de su especie o los otros seres o, los sencillos humanos como lo era la mujer misteriosa, en ese momento pude leer vagamente los pensamientos de Matías, preguntas muy semejantes a las de él, la diferencia era, para su hermano aquella mujer solo era una humana sin esencia.

- ¿Diego has observado que la mujer de color rosa no emite ningún aroma, no tiene un olor propio de ella? – Matías interrumpió sus pensamientos con una nueva pregunta.

- ¿Cuál mujer? – Preguntó Diego

- Aquella mujer con la cámara, la de cabello color azabache – Señalo Matías con su mano derecha.

- ¿La mujer que supuestamente estaba mirando? – Con un tono amistoso pregunto Diego

Con aquella pregunta Matías dejó de mirar al frente y vio a su hermano con una sonrisa de ironía en sus labios, su hermano tenía un cierto interés en esa mujer o quizás una información que él no conocía, lo intuía por aquella expresión en sus labios.

- Diego, madre vendrá para fin de mes, ¿Vendrás a casa?

Hubo un silencio incómodo, que podía responder, no quería ver más sus miradas de lastima e incomodidad por su situación, no encontrar su alma gemela no significaba que estaba derrotado.

- ¿Cuál es el motivo de la visita? ¿algún cumpleaños que celebrar?

- Es el aniversario de nuestros padres, ¿Lo olvidaste?

- No – respondí por inercia

- ¿Entonces la pregunta a que se debía?

- Creí que madre celebraría su aniversario con un viaje al mar, nunca pensé que harían una reunión.

- Hermano, ¿no has escuchado a madre?, no será una reunión, será todo un acontecimiento, una celebración con los de la manada y algunos clanes invitados.

Solo asentí, el amor era motivo para convocar a muchos, pero no me interesaba en lo más mínimo estar por allá.

- Deberías estar feliz, tal vez en esa fiesta encuentres tu alma gemela.

Lo mire como queriendo asesinarlo, había ido a muchas reuniones con ese mismo objetivo, la esperanza ya la tenía perdida, jamás encontraría a mi mate en una reunión que organizará mi familia.

Me concentré de nuevo en mi objetivo, al diablo con el aniversario, los problemas con otras manadas y al diablo todos, ya estaba cansado.

- Diego, esa mujer es demasiado extraña, deberías dejar de verla, porque las mujeres que no son predecibles siempre causan problemas.

Con estas palabras Matías dejó a su hermano en el parque. Entonces Diego reviso de nuevo a su mujer misteriosa, ella vestía un traje llamativo, no era color rosa sino era un vestido color fucsia junto con una chamarra negra, aquel vestido no era tan corto pero dejaba ver el tono avellana de su piel, aquella ropa se ceñía a su cuerpo dejando ver una bonita figura, esbelta y no tan pronunciada como lo eran las mujeres con que frecuentaba.

Al otro lado del parque había un espectáculo, era un circo callejero, la mujer sin pasado se reía para que sus modelos interactuaran entre si, con algún árbol o un elemento del parque. Era tiempo de otoño, las hojas de los arboles se amontonaban en el pasto y a veces el viento soplaba con tenue frenesí haciendo remolinos con las secas hojas. En ese momento pensé como el deseo de encontrar esa persona que tanto tiempo he buscado, hace que incline mi atención a las cosas vanas y quizás perder el tiempo observando una sencilla humana.

Sucedió lo que anhelaba dentro de mi, agudice mis oídos para escuchar sus conversaciones y mis ojos para detallarla mejor, la mujer enigmática movió su rostro y nuestras miradas se encontraron, cerró sus labios y oculto la sonrisa más bella que había visto, sus ojos verdes me escanearon desde lejos, luego se giro como si no hubiera visto nada especial, ¡Carajo me había visto y me dio su indiferencia¡ No había significado nada para ella y mientras tanto le había dedicado tres horas de mi amarga existencia, esa mujer no merecía mi atención.

Con enojo me levanté de la silla y me dirigí a la salida del parque, camine hacia el estacionamiento, quería sentir la velocidad de mi auto mientras olvidaba mi experiencia no tan agradable con esa mujer.

Alce mis ojos y como un deja vú, la vi de nuevo, venia hacia mí o en teoría venia hacia el estacionamiento. El caminar de la sutil mujer era digno de una pasarela de modas, su belleza era fresca, tan natural, las ondas de sus cabellos jugueteaban con el ambiente. Hipnotizado grabe cada uno de sus movimientos.

Era bella, muy bella, cuando estuvimos a metros de distancia, ella abrió los ojos muy expectantes.

- ¿Usted?, ¿Otra vez usted?

¿Se había cambiado el color de su cabello? No la reconocí, pero ahora recordaba nuestro fatal primer encuentro.

Alana

Estire mis brazos para terminar de despertarme, hoy es sábado, tengo una sesión de fotos con los muchachos que van a presentar el casting para la obra de teatro “La celestina”, de paso voy hacer la propuesta fotográfica para el patrocinador de esa obra, nos han contratado para que hagamos la campaña publicitaria de la obra, para crear una tendencia de volver al teatro o tal vez un teatro callejero, estoy pensando en varias propuestas. Mi despertador empezó a sonar desde las siete de la mañana, dormir un rato más es un privilegio que me doy con Donis mi perro, aunque hoy estuvo ausente en mis minutos de más de sueño, mi pequeña mascota se va y vuelve cuando tiene hambre.

A las ocho de la mañana ya estaba con toda mi energía para iniciar este fin de semana.

- Buenos días señora Blanquita – Salude con todo ímpetu a la mujer que fue mi nana

- Buenos días mi niña. ¿cómo dormiste?

- Bien muy bien nana, ¿sabes dónde está mamá, mis hermanas o papá?

- Tus hermanas y tu madre salieron muy temprano al mercado de rosas

- ¿y padre dónde está?

- Tu padre hoy salió de manera sigilosa sin que nadie se percatará y su destino es desconocido para mi.

- Tanto misterio nana, en el incierto lugar donde padre va los fines de semana se demora todo el día, tal vez hay muchas cosas interesantes allá.

- Niña, tu papá lleva varios fines de semana que hace esta rutina, nadie sabe dónde va o cuanto tiempo se va a demorar en sus actividades clandestinas.

- ¿Nana crees que padre está en actividades ilícitas?

- No señorita, no digo que sean ilícita, solo que es muy extraño el comportamiento de su padre.

- Tal vez esté preparando una sorpresa para la familia, o tomando un curso de alto riesgo que debe ocultarlo por temor a que madre desmaye. - con una sonrisa en mis labios enfatizó en las últimas palabras.

- Esperemos sea eso. Cambiando el tema, ¿qué vas a hacer hoy Alana?

- Tengo una sesión de fotos en el parque central de la libertad, deséame toda la suerte del mundo porque son mis primeros trabajos de manera profesional.

- Eres muy buena fotógrafa y no necesitas de la suerte para que hoy hagas lo que siempre te ha gustado. Va a ser un buen día, ya lo veras cuando hablemos en la noche. Ahora levántate y vete antes que llegue tarde a la sala de estudio.

Nana tenía razón, entonces desayuné rápido tenía el tiempo exacto para llegar y organizar mi día de trabajo. Al llegar al estudio tomé la cámara, revisé los variados planos que el patrocinador quería ver, reviso el perfil de los modelos y por último fui a buscar a la maquilladora, ella hacia magia con el maquillaje. Hoy sería las fotos para el casting que los actores presentarían el día lunes, lo que queremos hacer en el parque es presentar una propuesta para la publicidad inicial antes del lanzamiento de la obra.

Afuera había mucho tráfico, las calles se congestionan después de las nueve de la mañana, tener un vehículo no garantiza que vaya llegar pronto. Llegue al estacionamiento del estudio, aquí trabajan dos diseñadores gráficos, cuatro fotógrafos, una maquilladora, entre otros profesionales, hace poco termine mis estudios en fotografía moderna y estoy haciendo las pasantías.

Al llegar, pensé en Henry, nuestro jefe, debió de haber llegado hace unos minutos. Me dirijo a mi escritorio y empiezo a organizar mis tareas. Cuando termine, buscaba a María por todo el estudio, ella es muy profesional pero despistada. Aunque es temprano necesito arreglar mi locación, el escenario en el parque, las luces, entre otros detalles.

- Alana ya estoy lista.

- Vamos María, debemos llegar temprano.

Al llegar al parque, la vista era maravillosa, era una mañana de otoño amarilla con tonos color mostaza, el color pálido de las hojas de los árboles, pensé en una chica con un vestido color pastel, corriendo en medio del césped, asimilando tomar la libertad, esa chica en una fotografía seria la portada perfecta para escalar a la cima en el mundo fotográfico.

Pasado algunas horas, todo había salido como esperaba; los chicos fueron muy disciplinados, espontáneos y la cámara capturó la naturalidad de ellos. Hoy era un día para celebrar.

- ¿Celebrar? ¿Qué vamos a celebrar? ¿Un día más de soledad?

De nuevo la voz interior hablaba a mi oído, creo que mi conciencia me habla más de lo que me gustaría que lo hiciera.

No entiendo de dónde viene esa voz, a veces le prestó atención, otras veces no, temo que me este volviendo loca y este llegando a los delirios. Es un día para celebrar, aunque mi conciencia diga lo contrario.

Levanto mi mirada al sol, dejó que la brisa juegue con mis cabellos, se siente una paz y un frio muy placentero. Cuando abro los ojos siento que me observan, hay en mi interior una tristeza, como si estuviera triste por alguien, no puede ser, solo son imaginaciones mías esto es un parque y hay muchas personas que vienen a ver el paisaje, los animales o las diversiones que ofrece el parque, también vienen personas tristes, además no somos el centro de atención por estar haciendo unas fotografías, o porque tengamos un tono de voz eufórico.

Entonces, vi una mirada penetrante, eran unos ojos grises que me miraban como queriendo entrar en mi alma, era una mirada que podía hacer confesar los oscuros y más turbios secretos de un asesino, el hombre cerro los ojos y observé su figura, aunque tengo miopía y no veo bien los rasgos de ese hombre, lo que alcanzó a ver, es el tipo de hombre que no entra en mi círculo de aceptación que había establecido años atrás, decidí no prestar atención, me di la vuelta cerrando toda puerta de amistad o el sentimiento que tenía en ese momento.

Ya de camino hacia el estacionamiento, revise que tenía un sujeto frente a mí, caminaba hacia él, el destino juega con nuestras vidas y muestra la tentación en un empaque muy deseable. Ese hombre es muy guapo, muy guapo, demasiado guapo, sin embargo, me parecía haberlo visto antes, su cuerpo atlético, su cabello revoltoso, su tez morena. Abrí mis ojos ante el reconocimiento, era el mismo hombre que había hecho mi juventud y parte de mi adolescencia un completo infierno.

- ¿Usted?, ¿Otra vez usted?

Fueron mis palabras ante la consternación de saber quien era. Ese hombre era una tormenta y donde él estaba no podía ser un lugar agradable.

Él no se movió, ni hizo ninguna reacción, solo me miro de arriba abajo. Salí casi corriendo de su lado hacia mi auto, quería estar lo más lejos posible de él. Me subí a mi auto y como una estrella fugaz, hui de aquel parque. Ojalá nunca lo vuelva a ver, es lo único que pensé.