Karla y Marco se habían casado hacía unos años, vivían en los ciudad Este, él poseía una gran empresa, con muchos ingresos, esto lo convertía en un hombre poderoso. Luego de su matrimonio deseaban tener hijos y que su familia creciera, pero por alguna razón ella no lograba quedar embarazada, cada día la tristeza se iba apoderando de ella y Marco ya no podía verla sufrir así. Aquella noche tomó la decisión que cambiaría sus vidas, contrató una pareja que debía ir a otra ciudad y traer un bebé, debía ser un niño, no importaba de quién fuera, solo quería un bebé para hacer feliz a su esposa y pagaría lo que fuera por él.
Aquella pareja de delincuentes tomaron parte del dinero y partieron a cumplir con su misión, compraron un boleto a la ciudad del Sur y una vez allí recorrían un parque cuando una de las jóvenes que paseaba niños se descuido, la misma llevaba su uniforme de servicio, por lo que podían deducir que no era madre de los pequeños sino su niñera, llevaba a dos niños de unos 5 años y un carrito de bebé, cuando ella se dirigió a los columpios para ayudar a los pequeños la pareja tomó al bebé del carrito y salieron muy disimuladamente. De inmediato emprendieron el viaje de regresó a la ciudad Este, allí entregarían al niño y cobrarían el resto del dinero, estas personas se dedicaban a esto por eso lo que sucediera después los tenía sin cuidado.
Marco se encontraba en la empresa esperando noticias, esa noche le llevaría aquella sorpresa a su esposa, registrarían al niño como suyo, se encargarían de su educación y algún día sería su sucesor. Horas más tarde recibió un texto con la dirección donde debía presentarse, debía llevar el dinero restante en un sobre y retiraría el niño del lugar, dejando el sobre. Él ya estaba listo, salió rumbo al lugar, no sabía quienes eran las personas que había contratado pero habían hecho un trabajo muy rápido. En el sitio donde le dijeron vio lo que parecía ser un bebé envuelto en una frazadita verde agua, tomó al bebé en brazos y dejó el sobre en su lugar, se dirigió a su coche y se dirigió a su hogar dejando todo aquello atras, nadie sabía quién era él y tampoco conocía la identidad de aquellas personas.
Cuando llegó a su casa lo recibió su esposa, él le entregó el bebé en brazos y le dijo que ese era su hijo, él mantendría unido su matrimonio y algún día sería su sucesor. Ella pidió explicaciones sobre lo sucedido, ya que pensó que el bebé era fruto de alguna aventura de su esposo, él le explicó que no era así y como sucedieron las cosas, no sabía cuál era la procedencia del niño, solo sabía que ahora pertenecía a su familia y sería su hijo. Junto a la habitación del matrimonio había otra habitación, la cual acindicionarían para el bebé, debían comprar ropas y productos necesarios, aquella noche salieron a comprar algunas cosas de urgencia, Karla preparó la tina con agua tibia, la ropa que usaría el bebé puso perfume sobre ellas y espuma de baño en la tina, cuando estaba todo listo se disponía a darle un baño al bebé pero cuando llegó el momento comenzó a llamar a gritos a su esposo quien se dirigió a la habitación _ Marco, Marco ven aquí pronto_ él ya se encontraba en su pijama listo para irse a descansar cuando sus gritos lo sobresaltaron y se dirigió al lugar _ ¿Qué ocurre? ¿Por qué haces todo este escándalo?_ ella tenía al bebé envuelto en la frazadita, listo para su baño _ Marco es una niña, ¿cómo no revisaste antes de dejar el dinero? ¿Ahora que vamos a hacer?_ Él maldecía hasta el momento en que se le ocurrió que aquella sería la solución para su familia _ Tendremos que hacernos cargo, no sabemos de dónde es, a quién le pertenece y ya pague por ella, tampoco podemos devolverla como si nada ha ocurrido_
Al día siguiente la pareja se encargó de inscribir a la niña como propia, la bautizaron con el nombre de Tania Peyton. Sus padres se encargaron de presentarla en sociedad, Karla había estado deprimida durante varios meses, en los cuales no salió de la casa ni fue vista por nadie, por lo que aprovecharon a decir que por el embarazo de riesgo ella se encontraba en reposo, con el dinero y poder que tenían a Marco le fue muy fácil comprar a un médico para que le diera estudios falsos a nombre de su esposa, incluso a cambió de una jugosa donación para el hospital pudo conseguir una partida de nacimiento falsa. Cubrió muy bien su error. Todos estaban encantados con la pequeña, aquel día se dio un gran banquete en la mansión para presentarla en sociedad, la niña recibió todo tipo de regalos y luego de aquello su madre se dio a la tarea de encontrar una niñera, por más que se fueran a hacer cargo de la niña sentía un poco de rechazó, realmente no era su hija y ella nunca tuvo la intención de adoptar niños, ella deseaba hijos propios y así se lo recriminaba a su esposo cada vez que el mencionaba su trato poco cariñoso para con la niña.
Una muchacha tomó el puesto de niñera y se encargaba de la niña, debía pasar las noches en la casa para estar completamente a disposición de la niña, estaba a su cargo las 24 horas del día, incluso si debían salir a algún evento ella asistía con ellos para ocuparse de la niña, cuando la niña estaba cerca del año de edad Karla comenzó a recorrer distintos médicos en busca de respuestas y soluciones para la infertilidad en su matrimonio. Luego de recorrer infinidad de clínicas y hospitales, uno de los médicos que la atendió le hizo unos estudios a ella y a su esposo y les propinó que se sometan a un tratamiento experimental, el cual podía darle la solución a sus problemas. Marco no estaba convencido pero ella intentaría lo que fuera para poder tener un hijo, un niño que llevará su sangre, que ella pudiera llevar dentro de ella como tanto soñaba.
Después de meses de tratamiento regresó a su casa donde al poco tiempo se comenzó a sentir descompuesta, con náuseas y mareos por lo que se dirigió al médico, este confirmó su embarazo, la pequeña Tania estaba cerca de cumplir dos años de edad y apenas veía a su madre, esta se la pasaba de viaje, la niña convivía con su niñera y en algunas ocasiones veía a su padre, que quizás por un sentimiento de culpa solía tomar a la niña en brazos y jugar con ella.
La familia Carrillo era la más poderosa de la ciudad del Sur, poseían una gran empresa automotriz, Carlos era el hijo mayor del matrimonio Carrillo y era quien se haría cargo de las empresas de la familia, aquella era la cuarta generación de los Carrillos al frente de la empresa que había sido fundada por la familia , a lo largo de estas generaciones y gracias al buen manejo de los CEOs esta familia había amasado una gran fortuna. La empresa daría un gran banquete en honor a las fuerzas Armadas de la ciudad, debido a que algunos escuadrones regresaban de misiones y además estos banquetes servían para recaudar fondos para proximas misiones. Fue en este lugar que Carlos conoció a Altair Fuentes, hija del reconocido General Fuentes, quien se encontraba al frente de las fuerzas de aquel país, se había enamorado perdidamente de ella desde el momento en que la vio, sabía que pronto debía casarse para hacerse cargo de las empresas de la familia y no dudo un segundo que aquella era la mujer que quería que lo acompañe toda su vida.
Altair había perdido a su madre siendo aún una niña por lo que se había criado en el cuartel, acompañaba a su padre a cada evento o reconocimiento que se hacía en honor a las fuerzas, su padre imaginaba que ella algún día sería esposa de un militar ya que creció entre las paredes del cuartel, pero no imaginaba lo que el destino les tenía preparado aquella noche. Cuando entró al lugar del brazo de su padre observó todo de reojo como solía hacerlo, en una de las mesas principales pudo observar un joven que llamó su atención, durante las presentaciones sus miradas solían cruzarse, luego de un rato su padre se dirigía a la mesa donde se encontraba el muchacho para saludar a la familia Carrillo y agradecer las donaciones recibidas, ella enseguida se prendió de su brazo y lo acompaño. Estando en la mesa el joven pidió permiso al General Fuentes para bailar con su hija, ella se sonrojo y accedió a bailar con él. _ Te ved realmente hermosa con ese color rojo en tus mejillas_ la chica no podía más de la vergüenza y sin querer piso al muchacho, él estaba vestido de traje elegante pero ella vestía de militar y el peso de sus zapatos hizo que a Carlos casi le saltarán los ojos por disimular el dolor.
Juntos se dirigieron al jardín exterior donde tomaron asiento ya que él sentía que ella había quebrado todos sus dedos, ella no paraba de disculparse _ No es nada, no te preocupes, lo bueno es que tengo más dedos_ y ella comenzó a reírse _ Eso me hace sentir aliviada, me llamo Altair Fuentes, vine a acompañar a mi padre_ él sonrió _Yo soy Carlos Carrillo, de las empresas Carrillo _ ambos charlaron toda la noche y cuando el General se estaba por retirar fue en busca de su hija, a quien pudo ver muy contenta charlando como si conociera al muchacho de toda la vida, Carlos aprovecho la situación para pedir permiso de pasear con la joven unos días después, sabía que si no pedía permiso quizas ni siquiera volvería a verla, al ver la cara de su hija él accedió al pedido.
Carlos solía visitar a la joven y pasaba horas charlando con ella, él sabía que el General pronto partiría en una misión y se llevaría a su hija por lo que aquel día fue preparado para pedir la mano de la joven a su padre quien aceptó, él sabía que la joven estaba enamorada y además de eso era el joven Carrillo, él heredero de la familia, no tendría mejor oportunidad que esta para su hija, cuando estrechó la mano del joven le dio un apretón que para el chico fue tomado como una amenaza, el General solo sonrio. Él pidió a su madre organizar una cena para la familia he invitaron al General y a su hija, en aquel momento el joven pidió la mano de Altair quien no paraba de saltar de la emoción. Debido a que faltaban pocas semanas para que su padre parta en una misión la joven y su futura suegra organizaron una pequeña ceremonia con todas las personas más cercanas y unos días antes de la partida del General se casaron.
Eran una pareja envidiable, se adoraban y cada día parecían más enamorados, él asumió el control de las empresas Carrillo y ella lo ayudaba en todo, así fueron pasando los primeros años de su matrimonio, una noche cuando estaban cenando ella le dijo que estaba embarazada, él se volvió loco al instante _ Debemos salir de compras hay muchas cosas que vamos a necesitar, hay que preparar el cuarto ¿cómo se va a llamar?_ ella abrió los ojos grandes _calmate, calmate hay mucho tiempo para eso poco a poco vamos a organizar todo, cuando sepamos qué es vamos a elegir su nombre_ Para sorpresa de ambos en la primer ecografía descubrieron que eran gemelos y cinco meses después se enteraron que esperaban niños, los cuales nacieron a termino y muy sanitos, Erick y Bruno Carrillo, la familia era muy feliz y los niños crecían, cuando tenían cuatro años Altair volvió a quedar embarazada y esta vez dio a luz a una bella niña, Katia Carrillo, era la luz de los ojos de su papá, sus hermanos la adoraban. La chica del servicio se dedicaba a pasearlos y llevar a los gemelos a la plaza cercana a la mansión, aquel día la joven decidió llevar también a la pequeña Katia, ya tenía tres meses y si la tapaba bien no le haría daño aquella brisa de otoño. Cuando llegó al lugar los niños querían que los amaque por lo que dejó el carrito con la bebé a un lado y se dedicó a ellos, cuando regresó junto al carro para volver a la mansión, la bebé no estaba Y por más que pregunto a todos, y gritó el nombre de la pequeña ella no apareció.
La joven junto a los niños se dirigió a la empresa dónde se encontraba el señor y la señora Carrillo, ingresó llorando y con un niño en cada mano los cuales gritaban _Mamá, mamá Katia no está, se llevaron a Katia _ La muchacha explicó todo lo ocurrido, los padres se dirigieron a las autoridades, ofrecieron recompensa, incluso pusieron la ciudad patas arriba pero la bebé no apareció.
La pequeña pasaba más tiempo con su niñera que con cualquier persona, cuando tenía dos años su madre quedó embarazada y debía hacer reposo absoluto ya que el peligro de perder al bebé era muy grande, los meses pasaron, Karla soportaba cada vez menos a la niña, cuando el pequeño Alexis nació su madre sólo se dedicaba a él, la niña ya no tenía importancia para el matrimonio, ellos decían que como habían logrado tener un niño varón el se haría cargo de su empresa algún día, cuando Tania estaba por cumplir cinco años buscaron un colegio pupilo donde ella pasaría gran parte de la semana, la pequeña se sentía sola y sentía el rechazo de sus padres. Era la única niña pequeña en el lugar ya que ni un padre en su sano juicio dejaría sola a una pequeña a esa edad.
Alexis era el centro de atención de sus padres, no le faltaba nada, además tenía el amor de sus padres a Tania la veía de vez en cuando, ella era una desconocida para él, incluso en la casa había pocas fotografías de la niña, sólo las necesarias para guardar las apariencias. Ella tenía algunas amiguitas que asistían a las clases en el colegio aunque no quedarán a dormir allí, otras niñas le decían que sus padres no la querían por eso la habían dejado en aquel lugar, llegó un momento en que a Tania poco le importaba si los demás la querían o no, tenía una amiga que comenzó a quedar en la institución cuando tenía siete años, todo marchaba bien pero a los doce años a la niña la cambiaron de colegio y Tania no soporto esto, comenzó a ponerse rebelde, bajo sus notas y hacia desastres en la institución, había cortado las sábanas y cortinas para hacer ropa de muñecas, su desayuno caliente lo volcaba en las plantas, no asistía a clases y armaba revuelo durante el almuerzo por lo que los directivos llamaron a su casa y avisaron de su expulsión.
Su madre no quería tenerla en la casa pero no conseguía colegio donde la acepten, decidió anotarla en el mismo colegio que si hermano Alexis pero debía comportarse era un colegio de alta sociedad no podía dejarla mal parada frente a las familias conocidas, ella aceptó las condiciones, al menos permanecería en casa junto a su familia. El primer día de clases conoció a Uriel, él pertenecía a una de las familias más adineradas de la ciudad, ella no podía dejar de observarlo era tan bello, con su cabello oscuro y sus ojos verdes, era el niño que todas en el salón miraban, él no era muy bueno en las distintas asignaturas por lo que ella se ofreció a ayudarlo, se hicieron grandes amigos, él sentía algo por aquella pequeña rubia de ojos azules, ella lo miraba extraño y él aveces se sentía incómodo pero aún así a lo largo de los años habían cultivado una hermosa amistad, ella solía ir a la casa de él, su madre la adoraba, pasaba horas y horas con su madre aprendiendo a cocinar, a bordar, escuchandola leer o simplemente acompañandola en algún paseo.
Uriel era hijo único por lo que la señora Marisa disfrutaba mucho la compañía de Tania la joven pasaba horas en su casa, parecía que no quisiera irse, incluso varias veces al llegar la noche la señora Marisa avisaba a los padres de Tania que se haría cargo de ella y la llevaría la mañana siguiente. Poco les importaba a sus padres lo que ella hiciera, ellos se habían vuelto inseparables hasta que llegó el último año del colegio, ambos tenían diecisiete años, ella sabía que él era su gran amor y él pensaba que también lo sería, pero aquel primer día de clases ingresó al último año la joven Xiomi, Uriel estaba deslumbrado por su belleza, aquella joven a sus ojos era perfecta, su cabello estaba teñido de rojo y sus ojos eran verdes, parecía una joven muy inocente y tímida, él comenzó a acercarse a ella y dejar de lado su amistad con Tania.
Tania decidió alejarse nada tenía para hacer tras de él, de vez en cuando ella solía visitar a la señora Marisa y en algunas ocasiones cuando salían a pasear veían a Uriel con la joven, los ojos de Tania reflejaban la tristeza de haberlo perdido a Marisa le dolía ver esto, ella sabía que su hijo estaba enamorado de aquella joven, en su casa había hablado varias veces que luego de terminar los estudios se casaría con ella, su madre esperaba que con el tiempo se le pasará pero no era así, él tenía cada vez más arraigada la idea. Esta chica lo manipulaba a su antojo, incluso había logrado alejarlo de sus amistades y aún más de Tania a quién veía como una amenaza.
Marisa se había tomado muy en serio la tarea de averiguar la vida de aquella joven y lo que llegó a saber no era de su agrado, no permitiría que su hijo llegará a casarse con la joven. Aún no estaba segura de lo que haría pero debía separarlos, él pronto se haría cargo de la empresa de su padre y esta joven no podía estar a su lado. Marisa sabía que la joven vivía con su tía, juntas solían sacar dinero a los hombres pudientes, amenazandolos con algún secreto, casarse con su hijo era sacarse el premió dorado, una vida de lujos asegurará, incluso ahora solía hacer que él gaste grandes cantidades de dinero en ella, con el tiempo podría llevar la empresa a la quiebra.
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