Primero, les voy a presentar a los protagonistas de esta novela.
Asly
Asly tiene 17 años, perdió a sus padres de muy pequeña, desde entonces vive con sus tíos. Es muy buena estudiante, tanto que se ha ganado una beca en uno de los mejores colegios del mundo. Una beca que le contará también para universidad el día de mañana. Tiene el pelo largo y castaño y unos ojos azules como el mar.
Ander
Un chico de 19 años, es el hijo de uno de los mafiosos más importante del país. La familia Osuna. Es el dueño de la escuela, da clases en ella y estudia, aparte de llevar los negocios de la familia.
Tiene el pelo moreno, un piercing en el labio, unos tatuajes en su brazo. Sus ojos son de color gris.
Melisa
Es la hermana de Ander, es morena con el pelo largo y los ojos avellana. Es simpática y amable. Estudiante de la misma escuela.
Samuel
Tiene 18 años estudia en la misma escuela, hijo de un mafioso también. Es el mejor amigo de Ander. Es de la familia Derter. Tiene el pelo moreno al igual que sus ojos.
Carla
Ella tiene 19 años. Ella viene de otra familia de la mafia. Es casi rubia con los ojos marrones.
Denis
Chico de 18 años, hermano de Carla. Amigo de todos. Tiene el pelo castaño un poquito más largo. Es un buen estudiante.
Moly
Chica de 17 años, novia de Denis, desde hace 3 años. Tiene el pelo más corto, es castaña. Buena estudiante y muy amiga de Melisa.
Netty
Chico de 19 años, familia de mafiosos también. El no acude ha estado escuela, no habla con ellos, pero conoce a todos.
Estos son los protagonistas de la historia que voy a contar, espero que les gusten. Ahora comenzaremos la historia.
Narra Asly
He conseguido una beca a uno de los mejores colegios del país. Me dispongo a coger el avión que me llevará a mi destino. Tengo que despedirme de mis tíos, son los que me han criado y me han enseñado todo lo que sé....
Lloramos un poco a la hora de la despedida, pero les prometo que estaré en contacto con ellos todos los días por el móvil. Además, esto es muy bueno para mi futuro. Podré ayudarlos cuando tenga mi carrera, ya que no vamos muy bien de dinero.
Cuando bajo del avión, hay un coche esperándome, supongo que será de la escuela porque yo no tengo dinero para chófer propio. Llegamos al colegio, es asombroso. Está rodeado de campo, bosque y montañas. Tiene un precioso y gigante lago que lo cruza un puente, y llega hasta el mismo edificio. Hay varios edificios. Supongo que varios de ellos serán las residencias de los alumnos y otros la escuela.
Bajo del coche y pregunto en recepción cuál es mi residencia, me dan un papel con todo apuntado. Se lo entrego al chófer esperando que él sepa donde acudir, pienso bien, porque va directo.
Edificio 1. Ese es el número del edificio de mi residencia.
-Su habitación está en la penúltima planta. Es la 401. Ahora mismo le subo sus pertenencias - me dice el chófer sin tan siquiera mirarme.
-Puedo hacerlo yo sola - le respondo, ya que tampoco es que tenga tanto una caja y una maleta.
El chófer aun a sí, baja con mis cosas y empieza a subir las escaleras que llevan al edificio. Salgo del coche y me quedo sorprendida por todo lo que veo. La vista es preciosa, el campo, el lago... Me parece ver como una playa artificial desde aquí, pero supongo que tendré que dejarlo para más tarde.
Sin darme cuenta chocó contra alguien justo cuando voy a entrar. Unos brazos me agarran de la cintura para que no me caiga. Levanto la cabeza y veo al chico más guapo que he visto en mi vida.
Pero corto, pero no mucho, tendrá tres o cuatro dedos de largo, alborotado. Se le asoma unos tatuajes debajo de su camisa. Tiene un piercing en el labio inferior. Un color gris impresionante en sus ojos.
Ten más cuidado la próxima vez - me dice el chico sonriendo
Tú has chocado conmigo - le digo muy seria.
El chico aún no me suelta de los brazos, esta muy sexy sonriendo.
-Ya puedes soltarme - le digo sin más.
Él en vez de soltarme, pasa sus dedos delicadamente por mi brazo. Una corriente de electricidad recorre todo mi cuero y mi piel se eriza al toque de este chico. Se acerca a mi odio. Su aliento caliente choca contra mi mejilla y mi cuello, haciendo que mi corazón palpite sin querer.
Tranquila chica nueva, no mordemos, si no, se nos pide. ¿De qué va? Pienso para mí misma.
No te lo pediré - le digo muy seria mirándole a los ojos.
A él parece que le divierte, porque no para de sonreír. Esa sonrisa de superioridad, de yo tengo lo que quiera... Buff es sexy y arrogante a la vez. Mala combinación lo sé. Pasa sus dedos una vez más por mi brazo, hasta que me suelta.
-Nos veremos chica nueva - me dice mientras me guiña el ojo y sus amigos se unen a él.
La gente a sí que se cree superior a los demás me caen fatal, por tener dinero se creen que lo tienen todo y que pueden conseguir siempre lo que se proponen.
Entró dentro del edificio y todas las miradas salen volando hacia mi. Me dirijo a mi habitación sin hacer mucho caso de las miradas, esta gente rica es lo que tiene.
Toco a la puerta y una chica morena, con pelo largo me abre la puerta.
Ey bienvenida, pasa corre - me dice la chica sonriendo y alegre. Al menos no son todo malas miradas.
Paso a la habitación y detrás de mí pasa el chófer con mis cosas. Una vez que las dejo, se despidió y no lo volví a ver.
Estuvimos un rato hablando, era viernes y hasta el lunes no empezábamos las clases. Me contó que mañana sábado habría una fiesta de inicio de curso y por supuesto según ella, yo tenía que acudir si o sí. A sí que nada, pues iría a la fiesta. Aunque yo no tenía ropa de fiesta ni nada por el estilo.
Por la tarde, Melisa, mi compañera de cuarto se marchó un rato hacer sus cosas, supongo. De pronto unos golpes se escucharon en la puerta.
Abre - se escuchó una voz al otro lado de la puerta.
-¿Quién eres? - pregunté curiosa - Melisa no está - advertí. Yo no conocía a nadie aquí para que vinieran a visitarme.
No quiero ver a Melisa - me contestaron desde el otro lado.
Curiosa abrí la puerta un poco y me encontré a ese chico de hace unas horas. Sonriendo igual de arrogante que antes. En la puerta de mi habitación.
-¿Qué necesitas? - pregunto, porque no sé qué quiere.
-Vengo hablar contigo - dice entrando a la habitación como si fuera suya.
Me entrega una tarjeta, me explica que es para todo el colegio. Que todo lo que quiera, necesitaré esta tarjeta. Yo no entiendo absolutamente nada, pero está bien, le preguntaré a Melisa más tarde. Pero lo que me dice a continuación me sorprende.
No puedes desobedecer ninguna orden nuestra, ni nos puedes tocar, ni puedes hablarnos o mirarnos directamente a los ojos, si no te lo pedimos - lo dice muy serio.
Yo no apartó la mirada de sus ojos grises y le digo muy seria.
A mí nadie me da órdenes y si no quieres que te toque, te hable o te mire, no vengas a la habitación - mientras le digo esto, no puedo evitar empujarlo con el dedo, aunque él no se mueve de su sitio.
Te acabo de decir que no me puedes tocar y ya lo estás haciendo - pero creo que tiene algo de diversión su voz mientras me lo dice.
Ya te he dicho que yo, no sigo órdenes de nadie - le guiñe un ojo mientras le contestaba.
Vas a ser un problema - me dice - me gustan los problemas - termina de decir.
Sin más se marcha de la habitación, ¿Quién se piensa que es para hablarme a si? No puedo soportar a esta gente. Llega Melisa al rato ye cuento lo que ha pasado, porque yo no entiendo nada.
No te preocupes, mi hermano es un gilipollas - me dice sonriendo.
¿Tu hermano? ¿Ese es tu hermano? - mi cara de sorpresa debe ser bastante porque ella empieza a reírse.
Sí, es mi condena. Se llama Ander y es el que maneja todo el cotarro aquí en la escuela.
Madre mía... No te pareces nada a él, te compadezco - le digo mientras me rio, aunque realmente lo hago.
Pasamos el resto del día hablando, me estuvo enseñando la residencia entera y lo que nos dio tiempo de fuera. De verdad había una playa artificial en el lago y es bellísima. Espero sacar tiempo para venir a leer, porque bañarnos ahora que viene el frío va a estar difícil.
Narra Ander
Estábamos revisando la escuela, cuando me choque contra alguien. Me di cuenta de que iba a caer al suelo, a sí que la recogí con los brazos antes de que diera contra la acera.
En cuanto la mire a los ojos, me cautivaron esos ojos azules, nunca había visto algo igual. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, pero supongo que esa novedad.
Cruzamos unas cuantas palabras, pero parece ser que ella no se va a rendir tan fácilmente. Le acarició el brazo delicadamente con mis dedos, mientras me acerco a su oído para decirle que no volverá a estar a si de cerca de mí nunca, lo que me sorprende es que ella me conteste, que yo tampoco de ella. La he tenido agarrada por unos segundos más de lo que debería lo sé, pero me cuesta soltarla. Aunque al final lo hago.
Al cabo de las horas me paso por su habitación para decirle nuestras normas. Nosotros somos un grupo, que nos tienen que respetar y para ello tenemos unas normas sobre nosotros. También tengo que entregarle la tarjeta de la escuela.
Le comento sobre las reglas y a los 5 minutos ya ha incumplido varias. Esta chica es un problema, sé que va a ser un problema, pero lo peor de todo, es que me gustan los problemas, los retos. Y esta chica me da la impresión de que va a ser un reto y un gran problema para mí. Nunca me había cruzado con alguien a si en mi vida. Todos suelen obedecernos sin comentar nada y hacer lo que les decimos. Pero esta muchacha no sabe donde se mete. Aún no lo sabe.
Narra Asly
Es sábado por la mañana y Melissa está como loca por la fiesta de esta noche. Ya ha empezado a sacar vestidos y de todo desde primera hora.
* ¿Qué tal si vamos a desayunar? - pregunto\, porque estoy muerta de hambre
* Si genial\, vayamos. ¿De qué color es tu tarjeta?
Ya ni me acordaba lo de la tarjeta...
* Roja - le comento mientras se la enseño.
* Interesante.... En el mismo sitio que nosotros. - me dice algo sorprendida.
* ¿Qué sucede? Vayamos tengo hambre.
Me lleva por unos pasillos gigantes, nos subimos al ascensor y bajamos hasta el último piso. Hay varias puertas, ella abre una con su tarjeta.
-Venga vamos - me dice emocionada.
Cuando entro, lo primero que veo es la mesa. Ander está allí con más personas que no conozco. Hay más mesas libres a sí que entendiendo que ella quiera desayunar con su hermano yo me voy hacia otra mesa.
* ¿A dónde vas? Si te ha dado esta tarjeta es porque quiere que desayune con nosotros - me dice mientras sonríe.
* ¡A No! Yo no me voy a sentar con tu hermano - le digo muy seria - ni en broma vamos - le vuelvo a decir.
* Venga vamos\, que no muerde a nadie - me sonríe mientras me coge del brazo y literalmente me arrastra hasta allí.
Hace las presentaciones y yo me pregunto si esta gente es a la que se supone que no debo mirar, ni hablar, ni tocar. Si es a si, ¿para qué estoy aquí? Aunque me da igual, realmente no voy a seguir ninguna orden estúpida. Me sienta al lado suyo y pedimos el desayuno.
Una chica que se encuentra allí le pregunta en alemán a Ander. Igual se cree que de esa manera no los entiendo, pero sí que lo hago. Y bastante bien. Sé 4 idiomas a sí que... Le está preguntando por qué me ha dado la misma tarjeta que a ellos, a lo que él le responde que soy la compañera de su hermana. La chica no parece muy contenta la verdad, apenas entiendo de que va este rollo, pero de mí no se van a reír.
Me acerco al oído de Melissa.
* ¿Por qué estoy aquí si no quieren? - tengo curiosidad.
Ella se queda algo sorprendida.
* ¿La has entendido? - y se ríe delante de todos.
Yo solo le afirmó con la cabeza sin decir nada, ella se ríe y mira a su hermano. Y considero que tienen telepatía o algo de eso, porque me mira directamente a los ojos sonriendo, como diciéndome que lo sabe. Yo solamente sonreí de vuelta. Que venga de un pueblo no significa que sea tonta.
Llega el sábado por la noche y Melissa se ha vuelto loca total. Me ha dado un vestido para que me ponga, es azul claro, tiene bastante escote en V y una falda larga. La falda es de seda por debajo y encima la tiene en encaje. Tiene algo de brillo por todo el vestido. Me pongo un collar, es bastante antiguo, pero es lo único que tengo de mi madre, y quiero que me acompañe esta noche. Me deja unos zapatos también, con algo de tacón. Me maquilla y me peina, si no la dejo hacerlo, le da un ataque. La verdad que después de mirarme en el espejo, me veo bastante bien, nunca pensaría que me vería a sí.
* Lista\, estás preciosa - me dice sonriendo.
* Lo has hecho tú- le contesto.
* Yo solo he mejorado un poco\, eres todo tú.
Salimos de la residencia y me lleva a otro edificio. Este no tiene plantas. Me ha dicho que es el gimnasio del colegio. Cuando entro la música está superalta, retumba por todas partes. Me fijo en que hay varias mesas con bebidas y comida. Las luces parpadean de varios colores. La gente baila por todas partes del gimnasio. También ahí mesas y sillas para descansar. Un cartel gigante que pone "Feliz inicio de curso". No está nada mal la verdad, no he visto mucha fiesta, pero esta es de la mejor a la que he asistido. Melisa nos consiguió unas copas para beber. Cuando iba por la tercera ya estábamos listas para salir a bailar ambas. Nos metimos las dos en la pista y bailamos como nunca. Las dos nos movíamos sexis una contra la otra, mientras nos reíamos de nosotras mismas. Estuvimos un gran rato, hasta que la música cambió y se convirtió en algo lento y romántico. Ya no podíamos seguir bailando a sí. De pronto unas manos me agarraron del antebrazo y me dieron la vuelta para chocar contra un pecho bastante duro. Mire hacia arriba para encontrarme a Ander.
* ¿Qué haces? - pregunté mirándole a los ojos.
Él no me contestó, solo sonreía como siempre. Puso sus manos en mis caderas y yo puse sus mis brazos en su cuello. Se empezó a mover al compás de música y a si me llevaba a mí. Poco a poco, cada vez se está acercando más a mi cara, su aliento volvía a chocar en mi mejilla y mi corazón volvía a palpitar. ¡Maldita sea! Pensé para mí, será posible que este chico....
Nuestros labios estaban a milímetros, creía que me iba a besar, cuando de repente todo cambió.
Se separó de mí y empezó hablar bastante algo para que la gente alrededor lo escuchara bien.
* ¿De verdad considerabas que te iba a besar? Ya te he dicho que no te puedes acercar a nosotros. No pintas nada en esta escuela\, míranos y mírate - enganchó mi collar con sus dedos\, mientras todo el mundo nos miraba - No eres capaz ni de comprarte unas cuantas joyas\, que tienes que llevar esto viejo y feo...
Eso fue como una puñalada en el corazón, eso era lo único que me quedaba de mi madre. Lo único que tenía junto a una foto. No separe la mirada de sus ojos ni un solo segundo. Me estaba humillando delante de todo el colegio. Mis lágrimas empezaron a salir de mis ojos, mientras recorrían mis mejillas. Me volví acercar a él y con toda la ira que tenía le di una hostia en la cara y me fui corriendo a mi habitación.
Narra Ander
Estábamos en el desayuno, mi hermana aún no había llegado, pero de repente aparecieron por la puerta. Asly no debía de querer venir porque la trajo arrastrando. Cuando se sentaron y pedimos, Carla, me comentó en francés el porqué le había dado una tarjeta a ella como la nuestra, mi respuesta hacia ella fue que era la compañera de mi hermana. Y tenía que ser eso. Únicamente podía ser eso. Pensaba que ella no nos entendería, pero por la mirada de mi hermana y la sonrisa de Asly, sabía que si, que lo había entendido todo, algo que me sorprendió.
Llegó la hora del baile y desde donde yo estaba podía ver todo el salón. Vi entrar a mi hermana del brazo de Asly. Me quedé varios minutos observándolo sin darme cuenta. Ese vestido le quedaba de maravilla, hacía ver sus curvas, le pegaba con sus ojos. Me debí de quedar algo embobado porque Samuel me dio un codazo, ya que no lo estaba atendiendo.
-¿Qué miras tanto? - me pregunto
* Nada\, nada. Solo estaba observando - intento parecer descuidado.
Al rato cuando las vuelvo a ver, están en medio de la pista, bailando ambas de una manera bastante sexy. Me fijo en Samuel, que también las está mirando y es que es para mirarlas. Asly sabe moverse muy bien.
Me dirijo al Dj y le pido que ponga una canción lenta. Me voy directamente hacia ellas y con la mirada que le echo a mi hermana ya sabe lo que tiene que hacer. La atrapó del antebrazo y la hago girar hacia mí. Le pongo mis manos en su cadera, y un escalofrío recorre mi piel al tenerla tan cerca de mí. Creo estar a punto de besarla, noto su aliento en mis labios y eso hace que mi cabeza no piense bien.
No sé en qué momento mi cabeza vuelve a ser lo que tiene que ser y me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Tengo que regular y echar marcha atrás. A sí que le digo, lo que le diría a cualquier persona. En el momento que cojo su collar y comento sobre él, sus lágrimas empiezan a caer y no sé por qué, me sabe malo verla a si, pero es lo que tengo que hacer. Ella se acerca a mí poco a poco y el quemazón que noto en mi cara me hace hasta sonreír. Realmente esta mujer tiene bastantes agallas.
Ella se va corriendo y tengo la sensación de que igual me he pasado un poco, no habría hecho falta humillarla delante de todos... Samuel se acerca a mí.
* Te has pasado Ander. ¿Por qué bailas con ella para luego hacerle esto? - creo que nunca lo he visto tan serio.
* Yo... No sé qué ha pasado - y es la verdad\, no sé que me ha sucedido.
Carla llega hasta a mí riéndose.
* La has humillado\, pero bien\, me parece genial. Que sepa donde está su sitio. - me dice mientras se ríe.
Yo simplemente le contesto con una sonrisa y lo dejo pasar. La fiesta sigue hasta que todos se vayan. Mi hermana se posa justo delante de mí y me dice lo idiota que soy mientras se marcha. Y si, ahora realmente me siento algo idiota.
Narra Samuel
Asly es preciosa, desde el primer momento que la vi me di cuenta. La veo bailar en la pista con Melissa y que alguien me pare, porque me está volviendo loco. Me doy cuenta de que Ander se va hacia ellas después de hablar con el dj. Verlo bailar tan pegado con ella me hace sentir algo dentro de mí, no me gusta. Carla está aquí conmigo mirando también y no se le ve muy contenta.
Creía que estaban a punto de besarse, cuando Ander se separa y la humilla delante de todos. No me puedo creer lo que ha hecho el idiota este.
Cuando Asly y Melissa se marchan, yo me voy también hacia la habitación. Toco la puerta y sale Melissa.
* ¿Qué tal esta Asly? - Estoy preocupado de verdad.
* Ander es gilipollas\, ese collar es lo único que le queda de su madre y la ha humillado delante del colegio - me dice con una voz furiosa.
* Si ha sido un gilipollas - le respondo - ya sabes como es.
Me marcho de allí, no quiero molestar Asly más de lo que lo han hecho ya.
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