Camila cruz tiene 23 años, es una hermosa e inteligente mujer, que acaba de conseguir su empleo soñado, ser docente en una de las más prestigiosas escuelas de Seattle. la preparatoria John f Kennedy School. Lo que ella nunca imagino fue que uno de sus alumnos, acelerara su corazón y encendiera su cuerpo de maneras tan exorbitantes.
Justin Miller es un joven de 18 años, que está repitiendo el último año escolar como castigo y consecuencia de sus actos, es un joven atractivo, seductor y con demasiada experiencia a pesar de su corta edad, está enojado con sus padres por el castigo impuesto, pero aquel enojo pasa cuando al salón de clases entra su nueva profesora de francés e italiano. Ella es hermosa como sexy y él no descansará hasta tenerla en sus brazos.
Camila se verá envuelta en un apasionado romance con su alumno cinco años menor que ella y aunque intente salir de esto, su corazón y lo persistente del chico no se lo permittiran. ¿Qué va pa pasar cuánto todos se enteren?
Justin no dejará que ella se aleje de él, no, esa mujer iba a ser suya, al no le importaba la diferencia de edad, es más estaba seguro que el podía hacerla feliz, en todos los aspectos más que cualquier hombre de la edad de ella, por eso, no le importara enfrentarse a quien sea, con tal de estar al lado de su hermosa y sexy profesora de francés e italiano.
- ¿Quién crees que eres para hablarme de esa manera niño? - cuestionó entre indignada y nerviosa por su cercanía. tenía que alejarse de ahí, ese chico la ponía demaciado nerviosa, !Mierda! ¿por qué le pasaba esto con él?
Él esboza una sonrisa de suficiencia y la toma por la cintura cortando la pequeña distancia y pegándola a su cuerpo, Camila ahoga un pequeño grito y lo mira a los ojos. Le encanta ponerla nerviosa, él sabía que no le era indiferente, solo tenía que insistir y demostrarle de muy buenas maneras que el podía hacerla temblar de placer.
- Soy el “niño" que te hará gemir de placer justo aquí. - musita y junta sus labios en un ardiente beso que enciende todo el fuego que ella creyó no era capaz de sentir.
Camila sintió sus piernas temblar, y su piel encenderse, !Carajo eso no estaba bien? Pero que bien se sentía. Ella correspondió al beso, se sujeto del cuello del chico y este la levanto colocándola en el escritorio, sus manos comenzaron a acariciar sus piernas y sus besos descendieron a su cuello, de su labios salieron unos gemidos de placer.
Estaba en problemas, estaba en muy serio problemas.
Camila Cruz
Justin Miller
!Yo sin tiempo y creando nuevas historias,! pero como hago, solo llegan a mi cabeza. está historia estaba en otra plataforma, pero decidí publicarla aquí y borrarla de la otra, ya que no estaba recibiendo mucho apoyo, (Y la otra plataforma es un poco más complicada de usar? espero que sea de su agrado y me apoyen.
derechos de autor registrados
Safe Creative código 2203120693956
Gracias la llamaremos. - hablo la mujer del otro lado del escritorio y sonrió.
- Muchas gracias, quedo atenta. - hablo la chica colocándose de pie. - Hasta pronto. - se despidió y salió de oficina.
Camila suspiro al cerrar la puerta y camino hacia la salida, era la cuarta vez en el transcurso de la mañana que le habían dicho eso. estaba preocupada era la cuarta semana buscando empleo y no había encontrado nada, las escuelas no querían darle la oportunidad de trabajar, sabía que eso era por su edad, y falta de experiencia, pero, ¿Cómo se supone que iba ganar experiencia si no le daban la oportunidad? Ella podría ser una buena maestra, estaba segura de eso, si tan solo le dieran una oportunidad lo demostraría, dejó salir otros suspiro y miro la hora en su reloj de mano.
- Será mejor que regrese a casa. - susurro para si misma.
Al llegar a su pequeña casa vio a su hermana menor enfrascada en su libro de derecho.
- ¿Cómo te fue? - cuestionó la chica levantando la mirada del libro.
- Quedaron en llamarme. - respondió caminado hacia su habitación.
- ¿En todos lados? - volvio a preguntar la chica.
- Sí.
La joven frunció el entrecejo y volvió. hundir su cabeza en el libro que leía.
Camila entro a su habitación, se quitó los zapatos y luego volvió salir a la sala.
- Nicolás llamo otra vez. - comento la joven sin levantar la mirada de su libro, al oir aquello Camila rodó los ojos, ¿ Que no iba a cansarse nunca ese tonto?
- ¿Sabes? He estado pensando que debería consegir un trabajo de medio tiempo, ya sabes, de mesera o algo así. - hablo la chica haciendo el libro a un lado.
Camila miro a su hermana y luego negó.
- No celeste, tú debes de concentrarte en tus estudios, recuerda que debes mantener un promedio de 4.5 para mantener esa beca.
- Tu estudiabas y trabajabas al mismo tiempo y siempre tuviste excelentes notas, ¿no veo porque yo no podría hacerlo? - refutó Celeste indignada.
- Sé que puedes hacerlo. - respondió Camila sonriendo. - Pero no quiero que pases por eso, ¿de acuerdo? Soy la mayor, así que soy yo quien debe encargarse de los gastos de la casa, tú solo preocúpate por sacar tu carrera adelante.
La chica suspiro y asintió derrotada, Camila era muy testaruda, cuando se le metía algo en la cabeza era muy difícil hacerla cambiar de opinión.
Camila miro a su hermana menor recoger sus libros de la mesa e irse a su habitación, se había molestado, pero ella tenía razón, Celeste se tenía que preocupar únicamente por mantener su promedio.
Camila y Celeste Cruz son dos hermanas huérfanas de padre y sin saber del paradero de su madre, fueron criadas desde que Camila tenía 10 por su abuela materna quien murió hacia ya dos años, Camila tiene 23 años y se acaba de graduar de Licenciatura en lenguas, sabe cuatro idiomas, inglés, español, francés e italiano, desafortunadamente no ha podido conseguir un empleo, ella desea ser maestra, pero las escuelas no le quieren dar una oportunidad. Los ahorros que tenían ya se están acabando, necesita encontrar un empleo pronto.
La chica deja salir un suspiro y comienza a preparar algo para comer.
..,...............
Horas más tarde, Camila se encuentra regando las flores del frente de su casa cuando escucha sonar el teléfono fijo, corre a apagar la llave y se adentra a la casa.
Toma el teléfono y lo coloca en su oreja - Diga.
- ¿Dónde diablos estás metida? - habla una mujer del otro lado molesta.
- Estaba regando el jardín, celeste olvidó hacerlo. - explica, la chica del otro lado chasquea la lengua molesta.
- Tengo varios minutos tratando de comunicarme a tu celular.
- Seguro lo olvide en mi habitación. - se disculpa.
- Bueno, ya eso no importa. te tengo una excelente noticia amiga!
- ¿Qué pasa? - cuestiona Camila intrigada.
- Te conseguí una entrevista en... ¿adivina?
- ¿Una entrevista de verdad? - cuestiona Camila emocionada. - ¿Dónde?
- Adivina
- ¡Ay ya Mariah! ¿Dónde? - cuestiona la chica impaciente
- En nada más y nada menos que en el ¡John f Kennedy School!
- ¡Oh por Dios Mariah, ¿estás hablando enserio? ¿No me está jodiendo verdad?
- ¡Ay por supuesto que no amiga! - se defiende la chica. - ¿Y sabe que es lo mejor? - cuestiona y Camila niega, luego al recordar que es una llamada telefónica casi se golpea la frente.
- No, ¿dime? - cuestiona sintiendo su corazón acelerado.
- La entrevista es una mera formalidad, tu ya tines el empleo. - informa y la chica no puede creer aquello. - Resulta que la profesora que habían contratado para las materia de francés, español e italiano al último minuto declinó y ahora la dirección de la escuela está en aprietos, las clases comienzan el lunes y no tienen a nadie. - explica la chica.
- ¿Y cómo sabes eso? - cuestiona Camila.
- ¿Recuerdas que te conté que el papá de Jhonny esta saliendo con una mujer? - cuestiona y Camila trata de hacer memoria.
- Si, algo recuerdo.
- ¡Pues la mujer resultó ser la directora de esa escuela! - exclama. - Ayer Jhony y yo fuimos a almorzar con su padre y está mujer, entonces cuando surgió el tema de a qué nos dedicamos ella nos contó esto, yo por supuesto amiga pensé que esto era una oportunidad genial para ti, y claro está la mujer para congraciarse con mi novio acepto, además yo le asegure de que tú fuiste una excelente estudiantes y que en tus prácticas hiciste un gran trabajo. - la chica se detiene unos segundos y toma aire. - Así que mañana te espera en la escuela a las 9:00 de la mañana con tu currículum. - termina la explicación. - ¿Que tal eh? ¿Cómo me viste ahí?
- ¡ Oh Dios Mariah eres mi ángel! - comenta la chica emocionada. - No sé cómo agradecerte esto.
- ¡Ay no, para eso son las amigas. Lo que si te digo es que cuando cobres tu primer sueldo, tenemos que irnos de reventón. - advierte la chica. - Por supuesto tu pagarías.
Camila sonríe por aquello. - Trato echo.
- Si.
Las amigas hablan un rato más y luego cuelgan, por la noche cuando celeste llega de la universidad Camila le cuenta la gran noticia.
..............
Al día siguiente a las 8:40 Camila estaciona su auto en el parqueadero de la escuela y sale del este, la chica mira el imponente lugar y no puede evitar sentirse emocionada y nerviosa, Aquella escuela es una de las más prestigiosas de la ciudad, al lugar solo asisten los hijos de la familia mas prestigiosas y adineradas de Seattle. Tuvo que inhalar y exhalar para controlar sus nervios, afianzó el agarré en su bolso y camino hacia la entrada.
- Buenos días. - Saludo al guardia.
- Buenos días señorita. - hablo el hombre.
- Tengo una cita con la directora Angelina Casanova. - informo, el hombre tomo la radio que tenía en su cinturón y pregunto lo dicho por la chica. - Bien, Adelante. - habla el hombre abriéndole la puerta. - Tercer piso a la izquierda. - explica el guardia.
- Muchas gracias. - dice y se adentra al lugar, camina hacia dónde el hombre le indico.
- Buenos días. - saluda a una mujer sentada detrás de un escritorio.
- Buenos días. - saluda la mujer mirándola por entre las gafas de montura. - ¿ Camila Cruz? - cuestiona.
- Sí.
- La directora la atenderá en unos minutos, tome asiento por favor.
Camila asiente y toma asiento en la sala de espera, 10 minutos después la puerta de la oficina de dirección sale un hombre de unos treinta y tantos y tras él una mujer rubia.
- Hablamos luego Jhonatan. - dijo la mujer y el hombre asintió.
El hombre le sonrío a la secretaria y luego fijo su mirada en Camila, la observó por unos segundos y hizo un asentimiento.
- Que tengan buen día bellas damas. - dijo y camino hacia el pasillo.
- ¿ Tu eres Camila? - cuestionó la mujer y la chica asintió.
- Así es, es un gusto conocerla directora Casanova. - dijo colocándose de pie y caminando hacia la mujer, Camila noto que lo primero que hizo está fue reparar su forma de vestir, espero haber elegido bien.
Camila iba vestida con un pantalón clásico color gris, una camisa mangas largas y un chaleco del mismo color del pantalón, tenía unos zapatos cerrados de tacón de 5 centímetros de color negro, tenía el cabello perfectamente peinado en una coleta alta, su maquillaje y accesorios eran muy sencillos, nada llamativo, la mujer la miro complacida y sonrió.
- Adelante. - dijo haciéndose a un lado.
- Con permiso. - dijo la chica y entro a la oficina.
Camila toma asiento en las sillas enfrente del escritorio, mientras que la mujer lo hizo del otro lado, en tanto la mujer hacia esto Camila la reparo. La directora podría tener entre 40 y 45 años, su cabello era rubio natural liso, era de mediana estatura 1.66 tal vez, sus ojos Eran de color café y tenía un rostro muy bello, a pesar de su edad se conservaba bien, tenía una figura delgada y esbelta, no tenía nada que envidiarle a las mujeres más jóvenes.
- ¿Me pasas tu currículum? - hablo al tomar asiento, Camila saco el documento de su bolso y lo entrego a la mujer quien comenzó a ojearlo.
- Graduada con honores eh. - comento y siguió viendo. - Hiciste tus prácticas en la preparatoria George Washington, ¿Cuáles eran tus funciones en ese lugar?
- Estuve como docente suplente de Español y francés, tuve un curso a mi cargo y cubría a otros docentes cuando se incapacitaban. - explicó la chica. - La carta de recomendación del director Gonzáles dice que fuiste una excelente maestra. - comento la mujer y miro a Camila.
- Así es. - afirmó la chica.
La mujer cerro el currículum y miro a la chica.
- El trabajo es tuyo, necesito solucionar este problema de manera inmediata, pero quiero advertirte algo, eres muy joven y hermosa, este lugar está lleno de adolescentes hormonales e irrespetuosos tendrás que hacerte respetar, ¿entiendes?
- Si lo sé.
- Bien, vamos a ver lo de tu contrato. - dijo la mujer y la chica sintió una emoción enorme. ¡ Por fin ! Estaba agradecida con la directora por darle esta oportunidad, e iba demostrarlo haciendo un excelente trabajo.
Celeste Cruz
Tres meses atrás.
El lugar era un caos, los jóvenes corrían sin importar el llamado de atención de los profesores para que se detuvieran, todos querían ver el resultado final de sus notas. El año escolar había acabado. Un chico caminaba por los pasillos tranquilamente, a diferencia de los demás alumnos, además también lo hacia en dirección contraria al resto de los jóvenes, se podía ver en su rostro que estaba enojado, así que ninguno de sus compañeros de escuela se atrevía a molestarlo.
El joven caminaba sin decir ninguna palabra a quienes lo saludaban, hasta que detuvo su andar justo enfrente de secretaria de la dirección.
- Señor Miller, ¿Qué necesita? - cuestionó la secretaria.
- Solicito hablar con la directora, ahora mismo. - exigió el chico.
La secretaria sonrió amablemente y sin dejarse intimidar del chico respondió. - Lo siento, la directora Casanova se encuentra muy ocupada, no puede atenderlo. - explicó.
- Me importa una mierda que esté ocupada, me va a atender ahora mismo. - exclamó el chico y camino hacia la oficina de la directora, la secretaria se levantó de su puesto e intento evitar que el chico abriera la puerta, pero fue en vano. El joven la hizo a un lado y abrió la puerta - Necesito que me dé una explicación. - exigió sin importarle quien con quién estaba la directora.
- Señor Miller, ¿Que significa está falta de respeto? - exclamó la mujer molesta levantándose de su asiento.
- Lo siento señora. - se excuso la secretaria. - Yo le dije que usted no podía atenderlo, pero a él no le importo.
- No te preocupes Sofía, se muy bien como es el joven Miller. - la directora miro a la persona con quién hablaba hace unos momentos. - Discúlpeme profesora María, ¿puede retirarse un minuto?
La mujer asintió y se levantó de su asiento, luego junto a la secretaria se retiraron dejando a la mujer y el joven solos
- Ahora sí, díganme señor Miller, ¿Qué es eso tan urgente que necesita hablar conmigo?
- Explíqueme cómo es eso de que me toca repetir año. - exige el chico molesto.
- Usted faltó a clases durante cuatro meses señor Miller. - comento la mujer.
- Si, pero no fue porque quería, además durante este último mes me he esforzado para sacar buenas notas y recuperar las asignaciones perdidas. - refutó el chico.
- Pues al parecer no fueron suficientes. - dijo la mujer tranquila.
- ¡Esto es injusto! - exclamó el chico.
- Mira Justin, será mejor que hables con Elena y Richard.
- ¿Qué tiene que ver mis padres en esto? - cuestiona.
- Ve y habla con ellos. Ahora sí no te importa, tengo que seguir atendiendo a la profesora Maria.
Justin miro a la directora furioso, pero no dice nada y sale de la oficina cerrando la puerta con un golpe.
..........
- ¡Mamá, papá! - - grito Justin entrando a la casa, sabía que sus padres estaban en el lugar, pues ambos tenían planeado irse a un viaje de negocio.
- ¿Dónde están mis padres? - le pregunto a una de las empleadas que se cruzó en su camino.
- Están en su habitación alistándose para el viaje. - respondió la empleada haciéndose aún lado.
Justin término de subir las escaleras y al llegar a la habitación de sus padres abrió la puerta abruptamente.
- ¿Qué significa esto Justin? - regaño su padre.
- Hijo, ¿Que son esos modales? - también hablo su madre.
- ¿Ustedes tienen algo que ver con. el echo de que tengo que repetir el año? - cuestiona el chico.
Los padres del chico se miraron entre sí.
- Así es. - afirma el padre.
- ¿Pero por qué? - cuestiona el chico sin poder creerlo.
- Es tu castigo. - hablo ahora la madre.
- Eso no es justo, ya pagué por lo que hice, estuve cuatro meses en la correccional. - refutó el chico.
- Ese fue el castigo que te puso el estado, repetir el año es el castigo que yo y tu madre hemos decidido darte. Tiene que entender que las malas decisiones tienen consecuencia y que hay veces que un lo siento no es suficiente. - explicó el padre.
- ¡No pueden hacerme esto! - grito molesto. - Es injusto y estúpido.
- Baja el tono de tu voz. - regaño el padre. - Tu madre y yo merecemos respeto.
- Mira hijo, lo que estamos haciendo, es por tu bien.
- A buena hora deciden convertirse en buenos padres. - siseo irónico el chico. .
- Pues si, así es. Lo que estamos haciendo es por tu bien. - Hablo la madre más firme. - Lo que hiciste fue grave, si permitimos que sigas así pronto serás un delincuente, no queremos eso.
- No voy a repetir el año. - de negó, iba a ser el hazme reír de todo.
- Bien, tienes dos opciones Justin. - hablo el padre tranquilo. - O repites año, o te vas de la casa y aprendes a valerte por ti mismo, sin nuestra ayuda.
Justin mira a su padre incrédulo, luego a su madre, al ver que está se muestra igual de decidida e inflexible que su padre no dice nada y sale de la habitación.
- ¿Crees que decida irse de la casa? - cuestionó la mujer nerviosa, la verdad ella no estaba muy de acuerdo con aquel castigo, pero no podía contradecir a su esposo y además quería que su hijo no cometiera más errores como los que lo llevaron a estar cuatro meses encerrado en una correccional.
- Por supuesto que no, Justin no sabe hacer nada , nuestro hijo, siempre ha tenido todo lo que ha querido, nunca se a esforzado, y no va a dejar esta vida, no muchos menos va a volver a cometer un delito sabiendo lo que le puede pasar, ya sabe lo que es estar privado de la libertad, así que no te preocupes. - aseguro el hombre. - Terminemos de hacer esto, se nos hace tarde.
Elena asintió y solo rogó que esta vez ellos no se estuvieran equivocando.
........
Tiempo Actual.
La alarma del teléfono se escuchó en toda la habitación, Justin estiró su abrazo y lo tomo para luego apagar la alarma, volvió a colocar el celular en la pequeña mesa y muy lentamente se levantó de la cama. Dejó salir un suspiro y se colocó de pie, luego entro al baño y se aseo rápidamente, salió de este y fue a su armario. Miro el uniforme y frunció el entrecejo.
- Es increíble que tenga que ponerme esto una año mas. - se quejo.
Debería de estar muy lejos de aquí, preparándome para ir a la universidad, pensó mientras se colocaba la ropa interior.
Minutos después bajo y sin desayunar ni despedirse de sus padres se fue a la preparatoria.
Estaciono su auto y salió de este, no presto atención a nada en su alrededor, así que no se dió de cuenta cuando un auto rojo se estaciono en el área de los profesores y la mujer quien salió de ahí llamo la atención de todos.
Justin camino hacia su casillero con las manos en los bolsillos, al llegar a este metió los libros que no necesitaba para su primera clase y luego cerró el casillero y se dirigió a su primera clase.
Se sorprendió al ver a un chico ya en el salón, creyó que él iba a ser el primero, pero fijándose en la apariencia del chico entendió porque ya estaba en el salón, el tipo era un nerd, no le tomo importancia y camino hacia el fondo del salón y tomo asiento en una de las últimas sillas. Segundos después la campana se escuchó y el resto de alumnos comenzaron a entrar, decidio ignorar a las chicas que le sonreían y saco su teléfono.
- Es muy guapo. - escucho que susurraba la chica delante del él.
Justin rodó los ojos y siguió en su celular, no estaba interesado en involucrarse con ninguna de esas chicas, y mucho menos en hacer amigos.
- Bon yorno. - se escuchó una voz a Justin le pareció una voz hermosa. levantó la Vista de su celular y quedó sorprendido a ver a la mujer que estaba parada justo enfrente del salón. - Soy su nueva docente de francés e italiano. - explicó la mujer. - Mi nombre es Camila Cruz, licenciada en lenguas, francés, italiano , inglés y español, no se hagan una impresión equivocada de mi por ser joven, soy muy exigente porque mi objetivo es que aprendan. - dijo pasando por la mirada a los alumnos. - Ahora que tal si uno por uno se presentan. - propuso y sonrió.
Justin la miraba impávido, no podía creer lo que veía, esa hermosa mujer era su profesora de francés e italiano ¿Cuántos años tenía ? 24, 25, no parecía más joven, Pero era demaciado hermosa,
Su cabello era rubio oscuros, ondulado, no le veía el largo pero pasaba sus hombros, estaba maquillada de manera muy sutil, dos ojos eran de color miel, adornados de unas pestañas largas y rizada que estaba seguro eran naturales, su nariz era fileña perfecta, sus labios estaban pintado de un rosa pálido que los hacían muy provocativos, eran delgados y finos. y su sonrisa ¡Dios era perfecta! sí ella tenía un rostro hermoso. vestía un pantalón de tela semi ajustado al cuerpo de color negro, una blusa manga tres cuartos de color azul marino y unos zapatos de tacón no tan alto, Justin la analizaba atentamente de arriba abajo.
El primer chico se levantó de su puesto y se presentó, así fueron pasando uno a uno hasta que llegó su turno.
- Soy Justin Miller, y es un placer tenerla de maestra profesora Camila. - se presentó y no pudo evitar sonar coqueto a lo que los demás compañeros comenzaron a silvar.
Ella lo miro muy seria y espero a que todos guardaran silencio.
- Profesora Cruz para usted señor Miller, para todos. - dijo y dió la vuelta para tomar asiento, en ese momento Justin no pudo evitar echarle una Ojeda a su trasero.
La profesora no solo tenía un rostro hermoso, su cuerpo también, tenía una perfecta figura de reloj de arena, cintura pequeña, caderas anchas trasero redondo, bien proporcionado y piernas largas, aunque trato de disimular con esos pantalones.
La profesora era hermosa y sexy.
Repetir este año ya no le parecía tan malo.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play