Sus padres Eliah y Rossy Lombardi, murieron en un accidente de auto tan solo unos meses después de su nacimiento, Teo y Marsella sus abuelos, supieron sacar adelante las empresas, de las cuales estaban a cargo los padres de Leo, cuando cumplió 21 años las dejaron en su poder, era demasiada responsabilidad para alguien tan joven, pero después de todo para eso fue educado desde pequeño, por lo que poco después las posicionó como las mejores de Europa y sus productos adquirieron fama a nivel mundial.
Elah también perdió a sus padres Kara y Aaron Michelt cuando tenía 12 años de edad, ese fatídico día salieron de paseo en yate como lo hacían una vez cada mes, alguien puso un artefacto explosivo en el yate, lo que ocasionó una fuerte explosión, sus padres se encontraban dentro del camerino, por lo que perecieron instantáneamente.
Elah y su nana se encontraban en el área de la piscina, por lo que salieron disparadas hacia el océano, Elah se llevó un fuerte golpe en la cabeza al caer, por lo que días después empezó a perder la vista.
En el hospital fue revisada por varios médicos, que al hacerle estudios no encontraron la causa de la pérdida de visión, algunos decían que había sido a causa del golpe en la cabeza, otros que era psicológico, producto del shock que sufrió al enterarse de la muerte de sus padres.
Quedó bajo la tutela de su único tío, Rando Michelt, hermano de su padre, y de la esposa de este Kiara, desde que llegaron a la mansión a vivir con ella, jamás la llevaron de nuevo al médico, ni hicieron esfuerzo alguno para qué recuperará la vista, Elah fue la heredera universal de la fortuna de sus padres, fortuna que recibiría al cumplir la mayoría de edad, cosa que no sucedió, hacía una semana había cumplido los 18 años y no creía que sus tíos cumplieran la última voluntad de sus padres.
Los escucho hablar en el despacho, estaban planeando la mejor manera de deshacerse de ella, aterrorizada pidió ayuda a su nana para escapar de ahí, sus tíos no le habían permitido salir de la mansión desde la muerte de sus padres, decían que era por su seguridad, según temían que se lastimara, ella conocía muy bien la mansión, por lo que podía recorrerla de un lado a otro sin contratiempos, siempre y cuando no se presentará frente a sus tíos, quienes no querían verla, Rando había dado órdenes expresas para que la mantuvieran fuera de su vista, su nana Dolores, era la única que se preocupaba por ella.
El día que escapó, sus tíos salieron a una fiesta, su nana distrajo a los guardias llevándoles unos pastelillos, tenía tiempo haciéndolo, así que no sospecharon, dejo la reja trasera abierta para que Elah pudiera salir, sabía que era un gran riesgo que se internara en el bosque sola, pero si ella la acompañaba, los guardias se darían cuenta rápidamente, trato de comportarse tranquila delante de los guardias, no se dieron cuenta hasta muy tarde de que Elah no estaba.
Leo se había llevado el susto de su vida cuando la encontró flotando, tenía la costumbre de salir a cabalgar por las noches, hasta llegar a la orilla del lago donde le gustaba sentarse a observar el reflejo de la luna en el agua, era el único momento en el que podía estar solo con sus pensamientos.
— Es una larga historia, solo le puedo decir que mis tíos quieren deshacerse de mí, mi nana me ayudo a escapar, estoy muy preocupada, necesito saber como está.
—No entiendo porque tus tíos querrían hacerte daño, puedes quedarte aquí el tiempo que gustes, desde ahora estás bajo mi protección y la de mis abuelos, los conocerás está noche, ellos también viven aquí, están por llegar de su viaje.
me ayude a distraerlos para así buscar a tu nana, estoy seguro que no se negara, le encanta la adrenalina.
— Mi nana se llama Dolores, su habitación es la segunda subiendo las escaleras.
— ¿Necesitas que tome algo de tu habitación?
—No me gustaría se arriesgara por mí, pero hay algo que nesecito recuperar, mi habitación es la primera, justo antes de la de mi nana, en la parte de abajo del tocador, hay una pequeña caja fuerte, dentro está una caja color plata con incrustaciones de cristal, es muy importante para mi su contenido.
Leo no podía dejar de verla, era tan adorable cuando hablaba, sabía que estaba mal lo que sentía, estando a su lado se sentía tan viejo, veinte años eran una gran diferencia, sin embargo no podía evitarlo, tampoco deseaba parecer un aprovechado, trato de ordenar y calmar sus pensamientos, Elah le dio una extraña llave que llevaba colgaba en su cuello, noto que en su muñeca traía una llave más pequeña, estaba dentro de lo que parecía ser un reloj, con caratula de cristal, pero en lugar de marcar la hora, mostraba solo la pequeña llave..
A su vez ella no entendía porque estaba dispuesto a tomar ese riesgo por ayudarla, después de todo era prácticamente una desconocida y pensar que lo hacía por lástima debido a su estado, le hacía sentir una extraña opresión en su corazón.
Leo pensó que tenía que ser muy importante el contenido de esa caja para mantenerla bajo toda esa seguridad, ella debía de estar muy desesperada para confiarle aún desconocido algo de esa magnitud.
A su vez ella no entendía porque estaba dispuesto a tomar ese riesgo por ayudarla, después de todo era prácticamente una desconocida y pensar que lo hacía por lástima debido a su estado, le hacía sentir una extraña opresión en su corazón.
—En la parte del jardín extrañamente no estaban activadas las cámaras, por lo que no podemos saber si fue por ahí que escapó, nos confiamos de que teníamos seguridad en toda la casa, por lo visto no pudieron cumplir bien su trabajo.
—Me gusta mucho leer, afortunadamente hay muy buenos libros escritos en sistema braille, también me gusta escuchar programas de televisión, películas, reportajes, videos, las personas invidentes tenemos una imaginación muy vívida, al no poder ver recreamos las imágenes mentalmente.
— ¡Qué bien! Más tarde instalarán una televisión en tu habitación, ayer compre algunos libros y una Tab que cuenta con teclado en braille, Claire ya debe de haberlos dejado en tu habitación.
— No es necesario tanto, en verdad lo menos que quiero es causar molestias.
Al entrar, lo acompañaron hasta su mesa, era obvio que querían tener a su lado a alguien como él, en la mesa contigua pudo ver a Haro y a su esposa Aiko, le hizo una ligera señal con la mano, que fue imperceptible para los demás.
Después de un rato y de fingir tomar varias copas las cuales a la menor oportunidad tiraba en una maceta que estaba colocada detrás de su silla, toco repetidamente su frente fingiendo estar mareado, esa era la señal para Haro, en ese momento debía acercarse y distraer a los Michelt, también era un pez gordo y sería recibido de buena manera en la mesa.
Leo fingió sentirse mareado y preguntó donde se encontraba el baño.
* El baño está en ese pasillo al fondo\, pero si gusta puede usar el de la habitación de huéspedes\, estará más cómodo\, puede recostarse hasta que se reponga\, es subiendo las escaleras a la izquierda\, al final del pasillo\, le dijo Kiara.
* Gracias\, bajaré en cuanto me sienta un poco mejor.
Todo iba de acuerdo al plan, subió las escaleras, sintiéndose observado, se dirigió a la habitación de huéspedes, espero unos minutos y se dirigió a la habitación de Elah, Haro le enviaría un mensaje si notaba alguna contrariedad, se puso un par de guantes de látex que llevaba dentro del bolsillo en su saco, entró y enseguida localizó la caja fuerte bajo el pequeño tocador, introdujo la llave y siguió los pasos que le había indicado Elah, cuando escucho el clic de la cerradura, oprimió dos veces el botón para evitar activar la alarma.
En cuanto se abrió notó la pequeña caja plateada, la tomó pero decidió tomar las otras cosas que ahí se encontraban, un pequeño alhajero, dinero y algunos documentos, pensó que todo eso tal vez le sería más útil a Elah que a aquella caja, la cerró con mucho cuidado, enseguida buscó algún bolso lo suficientemente grande para que entrarán las cosas, encontró un maletín y las puso dentro, abrió la puerta del balcón y salió por ahí, para su buena suerte había una escalera que daba hacia el jardín, escondió el maletín detrás de unos arbustos, cuidando no ser visto por los guardias, regresó por el balcón, entonces recordó a Dolores, diablos la había olvidado.
Trató de abrir la puerta del balcón del cuarto de la nana, pero estaba cerrada con seguro, saco una navaja del bolsillo de su pantalón y con ella logró abrir la puerta, suerte que las puertas corredizas son tan fáciles de abrir, dentro todo estaba en penumbras, encendió la lámpara de su celular, y encontró a Dolores.
* Saldremos de aquí muy despacio por el balcón\, la ayudaré a escapar por el jardín\, tenemos que tener cuidado con los guardias\, en el último arbusto hay un maletín que contiene unas cosas muy importantes para Elah\, tómelo y después atraviese el bosque\, hasta llegar a la mansión Lombardi\, tenga cuidado de no caer al lago\, es muy profundo\, mis abuelos la estarán esperando\, les enviaré un mensaje\, yo tengo que regresar a la fiesta para que no sospechen.
* Muchas gracias\, señor.
* Vaya\, vaya rápido\, con cuidado.
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