Esa mañana Sofia despertó agitada, fue algo inusual, tampoco solía ser como en las novelas románticas de Disney, con aves volando y cantando en la ventana, pero hoy se asemejaba a una escena de algún libro de Edgar Allan Poe.

Sobresaltada, con la mirada fija en el techo

blanco de la habitación posaba sus manos sobre el pecho intentando calmar su alborotado corazón para mantenerlo en su lugar, pensaba en lo perturbador del sueño ,algo inapropiado para ella o cualquier otra mujer en una relación estable , seria y enamorada ...

¿Despertar al lado de la persona con quien

crees disfrutar y compartir lo que te queda de vida y soñar con un extraño en la intimidad? Sueño nada sano, lujurioso y pecaminoso, dicho en palabras del cura, una traición ¡

Lentamente salió de entre las sábanas colocandose las zapatillas e ir a darse un buen baño, el agua fría corría por su cuerpo ,deseaba que llevara consigo los pensamientos insanos por la alcantarlla , estaba bien con la relación actual, eran hechos uno para el otro se decía, llevaba cuatro años a su lado , su adolescencia juntos , aunque es cierto él

le sobrepasaba en edad , diez para ser precisos, no importaba , para ella la edad era relativa , le gustaban las personas maduras , al contrario de las demás chicas siempre pensó que un hombre mayor le daria seguridad porque no andaba con rodeos, estaba segura de ello , mientras divagaba entre el porqué y lo explícito del encuentro ficticio , fue sorprendida

por las tibias manos que rodearon su cintura, de un salto retiro dichas manos apartandose un poco

-Qué sucede? dijo la voz varonil en su cuello,

mientras la abrazaba nuevamente intentando acercarla a su cuerpo desnudo

- nada, me sorprendiste ¡ respondió Sofía, algo insegura, provenía de una cerrada

estructura familiar con fuertes tradiciones religiosas y conservadoras, no permitiría que él la tocara , no antes de confesar su inmoral actuar, aunque solo haya sido en sueños …

- mmm, ¿quién más estaría a tu lado sino yo Eh? dijo Fernando mientras la miraba con picardía

- nadie, solo estoy algo distraída, dicho eso

salió rápidamente de la ducha intentando dar una excusa la más fraudulenta y gastada existente , se hace tarde

- ok, pero me la debes ¡ exclamó éste

pasando shampoo sobre el pelo y continuando el baño normalmente

-bueno, asintió con una sonrisa y tomo la toalla yendo a cambiarse,

Con una bata y sapatillas peludas que parecieran hechas de caniche , era lo que Fernando dijo cuando lo trajo a casa , eran confortables el que diran sobraba , preparaba unos huevos revueltos, café batido de desayuno, lo adoraba, la combinación perfecta para activar la energía, en tanto seguía buscando la razón de ese sueño tan vívido y la imagen del hombre que jamás había visto en vida, ni en alguna película aun mas con tal fisionomia y detalles particulares nada grato a sus gustos , bueno hasta entonces esos eran y menos creia que cambiarian .

- Qué sucede, estás algo distante dijo Fernando entrando a la cocina vestido con un pantalón de vestir negro y una camisa celeste, que le sentaba muy bien

- Es algo sin importancia, cosas del trabajo nada más

- No te preocupes tanto, sabes que no es bueno traer los problemas a casa, haz lo que yo, suelo colgar mis dramas laborales por la puerta de la oficina ...

- No tienes de qué preocuparte, estoy bien aseguro mientras disponía las mesa

- Bueno, déjame disfrutar de este delicioso manjar que preparó mi dulce esposita ! Dijo dándole un casto beso en los labios

- ya deja de ser adulador y come replicó a modo de escape , sabía que mientras más estuviera frente a él seria difícil seguir fingiendo , no sabia ocultar las cosas , desde pequeña le resultaba fatal las mentiras era descubierta al instante , era inevitable , por eso no debia permanecer mucho tiempo allí ese delgado cuerpo de un metro setenta y ocho era un detector humano , una leve sospechaba lo hacia indagar hasta llegar a la verdad , asi era Fernando hogareño , bohemio , no deseaba riquezas solo un hogar , una buena compañera , varios hijos y viajar en algún que otro lugar del mundo , pensamiento común en todo mortal , honesto , como decian los vecinos un marido ejemplar intachable ante la sociedad , de dia trabajaba entre horas en la oficina , era dueño de una agencia de seguridad privada y de tarde se dedicaba a enseñar a los niños del barrio fútbol deporte que amaba pero por infortunios de la vida tuvo que dejar de lado al igual que la música, eso no impedia que ejecutara guitarra y estuviera a cargo del coro de la iglesia del barrio , podia darse esos pequeños gustos, De cuna humilde , llevaba puesto el orgullo de salir a flote ante las adversidades de la infancia y parte de su vida adulta ...

terminaron de desayunar , acomodó los utencilios los limpiaria luego de despedirse

- adios cariño ! nos vemos luego

entre tanto Sofia decidia que hacer entre ir corriendo a hablar con el cura Facundo liberando su culpa o intentaba dejar de lado aquel infortunado incidente .

“La duda corroe, los secretos roban, la verdad duele, pero libera “

Mientras peinaba su larga cabellera negra, decidió ir a confesarse, era lo mejor, de lo contrario su culpa la consumiría arruinado por completo su matrimonio ...

Se cambió colocando unos jeans de color azul calzando unos tenis blancos, remera negra y se alzó el pelo, le llegaba a la cintura , en una cola alta , miró al espejo sintiéndose conforme con el reflejo , nunca uso maquillaje no le agradaba pues decía que solo las mujeres que intentaban agradar a los demás utilizaban esas artimañas , quien la quisiera debía de aceptarla , tal cual , sin ocultar su rostro en su máxima expresión , era una regla entre la inmensa lista por la que regía su vida , tomó su bolso apresurando el paso a cumplir su pena .

Las calles de San José era alegre con bellos árboles por toda la vereda, con casas diferentes, algunas bien pomposas , la de Doña Victoria con enormes puertas y ventanas de cristal que dejaban a la vista el mobiliario costoso , el jardín con flores y arbustos traídas del extrajero como lo presumia Don Silverio el marido de Doña Victoria , no había necesidad , con el salario que recibian del estado era más que evidente , entre alguna que otra remuneración obtenida de manera no muy lícita de público conocimiento en el barrio , pero no pasaba de ahí, total eran rumores decia la abuela , aunque los rumores provenian de los mismos labios de Don Silverio toda vez que el licor fuera el portavoz ... alardeando de todo cuanto vendía a espaldas de sus superiores o en acompañamiento de los mismos , mientras al lado , pero como si fuera un polo totalmente opuesto , se encontraba el humilde hogar de los Espinosa , solo el apellido era Elegante , con unas paredes con pinturas bien gastadas , de proporciones diminutas , patio sencillo con frondosos arboles frutales donde los niños acudian a jugar y llenaban su estómago con naranja ,mandarina, acerola entre otras frutas dependiendo de la estación, la riqueza que tenía esa familia era inmensa , no por lo material, si en espíritu y virtud porque aunque no anduvieran con lujos siempre estaban las puertas abiertas al vecindario, un plato de comida , amena charla , buena sombra y muchas risas ...

Tambien un bello arroyito que cruzaba por medio , luego la plaza muy concurrida los fines de semana por todos , amplia , con diversos juegos , tobogán, algunas máquinas para ejercitarse , todos donados por la Municipalidad , con presupuestos obviamente inflados para llenar algún que otro bolsillo de politicos de “escasos recursos ‘’ al frente en la avenida principal la parroquia ocupaba toda una manzana con la escuela ....

Movía sus pies uno entre otro , sentada sobre el banco rústico en el cuarto de espera , mientras hacía tronar sus dedos ,era un tic nervioso , la estadía en esa oficina se volvía interminable como si el reloj se detuviera desde el momento que colocó los pies en ese salón lleno de un silencio incómodo y mirada inquisidora de las beatas de la iglesia San José , como si visitar a diario el confesionario vestidas con atuendos que cubren todo su cuerpo significa ser dueñas de una parte del cielo y juez de las demás personas que no eran como ellas , cada segundo en ese lugar la atormentaba , estaba a punto de salir corriendo cuando se abrió una puerta .

Una señora de estatura mediana y anchas caderas vestida con atuendo formal anunció,

la que sigue, Sofia Gutiérrez!

- ¡Aquí ! dijo Sofia saltado del banco como si la hubieran arrojado de un chute , se enderezó como pudo e ingreso a una habitación color salmón con algunos cuadros puestos en forma aleatoria , y la imagen de Cristo en la cruz en el centro de todo , resultaba armonioso con la pequeña biblioteca que contenía varios libros , Catequesis y Formación , El combate espiritual de Lorenzo Scupoli entre los que resaltaba uno por la tapa aparentemente de más tiempo que las demás , las letras doradas con las palabras Ucommon Prayer entre otra versiones de la Biblia en varios idiomas ,

en medio se hallaba una mesa de oficina laqueada, sobre ella había una enorme Biblia en un idioma que parecía latín, entre otros documentos frente a ella , estaba el párroco con una túnica blanca,

- ¿Buen día señorita, Gutiérrez verdad? que la trae por aquí. decía el sacerdote mientras acomodaba la estola morada en el cuello. Este color litúrgico simboliza penitencia y dolor, el color propio de la Cuaresma.

era un mozo con cabellos negros, bastante varonil y formida nada que ver con el cura Facundo, un señor de edad bastante avanzada, pero de zapéense sin par, sabia más sobre de su vida que la propia Sofia, seria simple explicar que la llevaba al confesionario, pero en este caso, como si no bastara la culpa que sentía , estaba este nuevo sacerdote y las imágenes la observaban como si reprocharan su conducta impura , también su corazón no lo permitía tranquilizarse , tampoco se atrevería a indagar porque no estaba el cura Facundo pues no era el motivo por el cual realmente se encontraba alli parada .....

“La culpa es como un saco de ladrillos; solo hay que descargarlo “

Frase de Al Pacino en de The Devil's Advocate, frente un joven Kevin Lomax representado por Keanu Reeves, del mismo modo, de pie, tiesa, estaba Sofía ante esos ojos profundos color miel y algo verdoso, pasaba una inspección, la expresión confusa de aquel hombre quien actuaría como defensor, o intermediario en todo caso.

Por mucho que intentara mentirse a sí misma de lo contrario, era evidente su inseguridad, su faz la delataba.

- Señorita Gutiérrez, siéntase a gusto, con un gesto señaló un sillón de cuero para que tomara asiento, estamos en presencia del Señor este momento consiste en reflexionar sobre aquellas acciones, pensamientos o palabras, que nos hayan podido alejar de Dios, ofender a los demás o dañarnos interiormente. Es el momento de ser sinceros con uno mismo y con Dios, sabiendo que Él no quiere que nuestros pecados pasados nos opriman, sino que desea liberarnos de ellos para poder vivir como buenos hijos suyos, explicó en un tomo suave como intentando calmar a su feligresa.

...- ¡Si! Aseguró Sofia intentando recobrar su cordura, estoy aquí a conciencia de la gravedad de mi actuar, reunió fuerzas de donde ni ella sabía, tuve un sueño confuso, donde traicionaba a mi marido con otro hombre padre, tuvimos relaciones, fue muy real, la sensación, ¡he pecado! Exhaló un gran suspiro como expulsando con ese aliento todo el peso que la mortificaba desde la noche anterior, aún pálida, la muchacha comenzaba a pestañear rápidamente, tenía el pulso acelerado y respiraba ahogadamente. ...

- Nunca he, siquiera imaginado u observado con deseo a ninguna persona que no fuera Él, lo amo y respeto desde que lo conocí , proseguía su relato temblorosa,

- Siempre estuve, ¡estoy ¡, rectifico sus palabras, segura de mis sentimientos, desde el momento que dije si ante el altar, aún antes mismo de aquello, eso nada más fue reafirmar a los demás lo que siento, porqué ¿Por qué sucedió esto? Levantó la mirada, sollozando, pasando la mano para limpiar las lágrimas que corrían tímidamente por su mejilla, esperaba hallar respuesta a esa incógnita, rogaba obtener clemencia, al menos le diera un halo de esperanza, cumplir una condena y seguir la vida perfecta que tenía, al menos eso creía poseer, entre la incertesa volvió al instante cuando conoció a Fernando , fue lunes 6 de enero de 1996, no que lo haya memorizado, pero la anécdota quedó en su mente y seguiría allí aunque nunca hubieran terminado en una historia juntos , hizo una entrega, habían varias, poco personal, no tuvo mas opción que entregar el pedido, buena paga, poco tiempo , ! una maravilla !, llegar a la dirección se tornó una odisea, lo que debia tomar unos minutos se tornó en horas, dado que el GPS la envió muy lejos de donde se suponía debía llegar, entre tanto, logró realizarla, tarde pero la realizó, en la entrada la recibió un Señor delgado , nariz afilada, cejas anchas de furiosa mirada, si fuera un arma de fuego ella estaría muerta acribillada.

- Se suponía que debía llegar a las 3 de la tarde el pedido! Dijo en un tono fuerte.

- Lo siento , la dirección que enviaron era errónea Señor, refuto Sofia en un tono aún mas desafiante, estaba cansada, molesta y para rematar la estaban reprendiendo, no se dejaría intimidar

- Como que errónea ? Respondió el hombre visiblemente irritado, son las 5 de la tarde, la reunión tuvo inicio a las 2, es usted una inepta infirió

- Perdone usted, pero no tiene el porqué de tratarme de esta manera irrespetuosa, no le he causado daño alguno, al contrario aquí esta su pedido son, son 150$ por los bocaditos y las bebidas reafirmo Sofia lanzando frente al hombre una factura con el monto a abonar, tarjeta o efectivo?

- Que desfachatez, no lo voy a pagar, sostuvo la factura y profundó su furiosa mirada, ambos estaban combatiendo ferozmente en silencio, cuando apareció otro muchacho desde dentro de la oficina.

- Efectivo! Exclamó, mientras retiraba del bolsillo del pantalón una billetera, ojeando retiro el dinero, lo entregó a la pequeña mujercita frente a él, quédese con el cambio sentenció, le hizo un guiño, colóquelo por aquí, mostrando con un gesto con las manos unas mesas que se veian a lo lejos dentro del local

- Si , Señor! Respondió Sofia, haciendo de lado al hombre que la seguia observando atentamente, abrió la puerta del vehículo en el cual traia los comestibles, con prisa fue acomodanto todo en el lugar indicado, al momento de retirarse, por lo apresurada de salir del lugar, sin querer o por torpesa misma, tropezó con el umbral que la llevó directamente al suelo, tuvo la destresa de levantarse lo mas rápido posible no deseaba que nadie la viera o para mantener la poca dignidad sobrante, sacudió el polvo de la ropa, palpo la cabeza sintiendo algo tibio en las manos, se percató que un liquido de color rojo cubria la palma ,intentó levantar la cabeza pero en ese momento se le nubló la vista , yornandose todo negro alrededor....