Aquella era una noche oscura, se oían los truenos y los destellos en aquel cielo eran constantes. Estela Cruz conducía su coche por la carretera, iba camino a su casa; en el asiento trasero iban sus hijas, Magy Cruz y Nahiara Cruz, ambas niñas iban jugando y cantando. Por ser una noche tormentosa tardarían más que de costumbre en llegar a casa, las niñas se entretenían planeando lo que harían aquel finde semana libre, de un momento a otro su madre perdió el control del vehículo saliendo de la carretera y chocando contra los árboles que se encontraban a un costado.

Todo pasó en un instante pero para las niñas fue una eternidad, ellas movieron a su madre, quien se encontraba ensangrentada y había perdido el sentido, las pequeñas trataron de despertarla pero fue en vano, los vehículos que pasaban por el lugar se ocuparon de las niñas mientras llegaba la ambulancia por su madre, Estela ingresó al hospital en estado crítico y horas más tarde falleció.

En otra ciudad se encontraba la residencia de la familia Cruz, donde sonaba el teléfono durante aquella noche de lluvia, Ana la hermana de Estela fue informada de la situación y como única familiar debía presentarse en la clínica para hacerse cargo de los restos de su hermana y de las niñas ahora huérfanas.

Magy tenía apenas 6 años, su hermana Nahiara tenía 3; ambas llevaban el apellido de su madre ya que Estela era madre soltera, hacia poco más de 6 años que ella se había alejado de su familia y no se había vuelto a saber nada de ella hasta este momento.

Seis años atrás su hermana Ana se casaba con quien consideraba el amor de su vida, Leonardo era amigo de la familia y el gran amor de Estela, quizás nadie lo sabía en la familia, pero ellos solían encontrarse en distintos lugares de la ciudad para poder disfrutar el uno del otro, Ana estaba al tanto de esto y no pensaba dejar que su hermana se quedará con él.

Las hermanas solían ser unidas hasta el día en que lo conocieron, Estela habia iniciado una relación con él mientras su hermana planeaba cómo haría para separarlos. Una noche hubo fiesta en el pueblo y Leonardo había discutido con Estela y decidió asistir con unos amigos, habían estado bebiendo, y horas después él se retiraba del lugar bastante ebrio, Ana se le acercó, estaba decidida a aprovechar esta oportunidad. Tomando ventaja de su estado de ebriedad logró acercarse, llevaba la ropa de su hermana y también había usado su perfume. Al día siguiente él despertó junto a Ana, no recordaba nada pero ella aseguraba que aquella noche habían tenido relaciones y al cabo de 2 meses ella le dijo que estaba embarazada por lo que debían casarse, debía hacerse cargo de su hijo y fue así como sucedió.

Estela no podía permitir que su hermana pasará por su embarazo sola, tampoco podría tener una relación con Leonardo siendo el padre de su futuro sobrino, sus familias no lo aceptarian y mucho menos el resto de la sociedad. Luego de mucho pensar decidió que su única salida era renunciar a Leonardo y el día de la boda de su hermana ella decidió marcharse, después de todo tampoco sería capaz de seguir viviendo junto a él y ver su amor agonizar, aquel día dejó todo atrás y comenzó una nueva vida.

No contaba con el hecho de que aquel día se fue de su pueblo embarazada, 7 meses después nació Magy, era una niña hermosa y muy sana, esa niña solo le pertenecía a ella, solo la tenía a ella y nunca dejaría que nada le pase, ahora er su razón de vivir, su pequeño motor. Como ella decidió no volver a saber sobre su familia tampoco se enteró que su hermana, un mes después de la boda perdió su embarazo, todo esto había sido fingido pero logró su cometido y la vida de Leonardo había cambiado mucho, aquel muchacho se encontraba en un pozo de tristeza.

Con el paso del tiempo Estela conoció a Rodrigo, un joven de buena familia que se enamoró de ella la primera vez que la vio, ella se encontraba trabajando en una cafetería cercana a su trabajo, él decidió conquistar su corazón, comenzó yendo al café todos los días, luego de un tiempo la invitó a salir y ella aceptó, pero con mucha precaución ya no sólo se trataba de ella, sino de su pequeña niña y fue así que con el tiempo él logró ganar su corazón y ella decidió presentarle a Magy quien estaba muy cerca de cumplir 1 año, él amo a la pequeña niña desde que la conoció y juntos comenzaron a escribir una nueva historia, comenzaron a convivir y así pasaron 2 años, cuando Estela le dio la noticia de su embarazo ambos estaban felices, la familia estaba creciendo y Magy tendría compañía.

Rodrigo era un hombre de negocios, trabajaba para una empresa en el lugar donde vivían pero solía viajar mucho y era un hombre que pensaba mucho en el futuro, al saber que tendría un hijo decidió preparar un testamento, siempre pensó que nadie tiene la vida comprada. La familia disfruto mucho el embarazo de Estela, cuando ella transitaba su octavo mes de gestación él debió hacer un viaje, sería corto ya que quería estar el día que su pequeña naciera, pero en aquel viaje Rodrigo sufrió un accidente en el cual perdió la vida, cuando llamaron a Estela para darle la noticia ella no pudo controlar sus nervios y su parto se adelantó, aquella noche nació la pequeña Nahiara Cruz.

Desde entonces Estela decidió dedicar su vida a las pequeñas, eran su razón de vivir no existía nada más en el mundo. Continuó trabajando, abrió un pequeño local a las afueras de la ciudad y todos los días recorría varios kilómetros para llegar al lugar.

Jamás pensó que aquella noche sería la última vez que vería a sus pequeñas y mucho menos podría haber imaginado que sería de sus vidas desde aquel momento. Las niñas no comprendían lo que sucedía, aquella mujer que se presentó en el lugar diciendo ser su tía, ¿Por qué su madre nunca les hablo de ella? ¿qué pasó con mamá? ¿qué sería de ellas?

En medio de su conmoción Ana observó a las pequeñas que la miraban extrañadas, era una completa desconocida para ellas, en Magy podía ver la mirada de su padre, por lo que no dudo ni un segundo que aquella niña era hija de su esposo Leonardo, su hermana si logró tener un hijo de él, al verla sintió un rencor enorme hacia la niña, incluso sintió odio hacia su hermana Estela, ella le había dado una hija a Leonardo, mientras que su vida no era nada de lo que habia soñado alguna vez, no solo no pudo darle un hijo, además en aquellos seis años no pudo lograr ganar su amor.

Ana tenía pleno conocimiento de que Leonardo siempre amo a Estela y bajo ni una circunstancia permitiría que sepa de la existencia de aquella pequeña. Pero Nahiara era un caso diferente, esa niña no era nada de su esposo y por un momento pensó que quizás sería esa pequeña podría ganar el corazón de Leonardo y de esta manera el no se divorciaria de ella, como planeaba hacerlo.

En aquel momento llamó a su esposo y le avisó que por unos días estaría fuera de la ciudad, debía ocuparse de algunos asuntos. Luego de ocuparse de los papeles que debía firmar para hacerse cargo de los restos de su hermana, se retiró a la casa de la misma con las niñas, observó la casa, preparó el equipaje de las niñas y las llevó a la funeraria a despedirse de su madre.

Luego de eso tendría unos días para ocuparse de las niñas y tomar alguna decisión con respecto a ellas, se informó sobre varios colegios pupilos y finalmente se decidió por uno que se encontraba muy lejos de la ciudad donde vivía, preparó la documentación y algo de ropa de Magy y la llevó al lugar, firmó la documentación y acordó el pagó mensual que realizaría, además de una cuota para gastos de vestimenta y algunas necesidades extras de la niña. Antes de dejarla en aquel lugar le dijo algunas cosas malas sobre su madre, en la niña desahogo parte de su frustración _ Ustedes no sabían de mí porque tú madre se fue de casa luego de fallar ante toda la familia, quizás algún día lo comprendas, ella se acostó con mi esposo y tú eres su hija, no mereces estar en mi familia. Tú ni siquiera debiste de haber nacido._

La niña lloraba, pero no comprendía bien lo que su tía le decía, pudo darse cuenta por la actitud de ella que la dejaría allí, que quizás no volvería a ver a su pequeña hermana y eso estaba desgarrando su pequeño corazón. Entre lágrimas rogaba a su tía que no hiciera daño a su pequeña hermana. Las niñas se abrazaron y lloraron, Nahiara no comprendía lo que ocurría, fue tomada en brazos por su tía y arrancada de los brazos de su hermana. Mientras su tía se alejaban Magy corría detrás del vehículo hasta que su pequeño cuerpo no aguanto más y cayó de rodillas en la calle.

La pequeña fue llevada a la institución donde se le dio el uniforme el cual usaría en el lugar, además de los horarios y tareas que desarrollaría, la niña no comprendía cómo la vida había cambiado en un segundo y aunque no comprendía lo que su tía le dijo podía recordarlo, algunas niñas se burlaban de ella y otras mayores que quizas comprendían su dolor o pidieron ver lo ocurrido se acercaron a ella y la consolaron.

Antes de que Ana se llevará a su hermana ella pudo despedirse y le prometió que un día la buscaría, sólo debía ser fuerte y el tiempo pasaría, después de todo no pasaría toda su vida en este lugar, algún día saldría y buscaría a su hermana.

Luego de haberse ocupado de Magy, Ana decidió que llevarse a la pequeña Nahiara con ella sería buena idea, buscó los documentos de la niña y se dirigió a comprarle ropa. Nahiara desde el momento del accidente no había pronunciado palabra, eso a ella no le molestaba, la niña abrazaba su muñeco y las lágrimas caían por su rostro pero no hacía ni un ruido, parecía no estar presente por lo cual no la molestaría.

Ana armó toda una mentira y le dijo a la niña que dado que su madre murió ella sería ahora su madre, si ella se oponía a esto terminaría en algún lugar sola como su hermana, cuando preguntó a Nahiara si comprendía esto ella solo asintió con la cabeza, Ana esbozó una sonrisa y siguió camino. Al llegar a su casa pidió que se preparará una habitación para la niña y se preparó para recibir a su esposo.

Leonardo luego de un largo día de trabajo regresó a su casa donde se encontró con su esposa sentada en la sala, a sus pies jugando sobre una alfombra pudo ver a una hermosa niña de ojos celestes y cabello castaño, miró a su esposa interrogando sobre la niña.

_ Mientras me encargaba de unos asuntos de la fundación de la catedral, tuve que asistir a un orfanato, fue ahí donde la vi. Si la hubieras visto tan indefensa y tan pequeña entre las otras niñas, su mirada se robó mi corazón y pensé que en casa necesitamos un pequeño ángel que alegre nuestros días._ comentó Ana.

Él observaba a la niña y aunque lo que su esposa decía sonaba muy extraño viniendo de ella, se sentó donde la niña jugaba y ella le pasó unos juguetes, él le inspiraba confianza. Él vio en la mirada de la pequeña los mismos rasgos de su amada, la tomó en brazos y pensó que quizás está niña le daría sentido a sus días. Fue ahí cuando Ana se dio cuenta que quedarse con la pequeña fue su mejor decisión. Comentó que como ella hizo el papeleo de adopción colocó a la niña su apellido, Nahiara Cruz; a Leonardo esto no lo afectaba en nada, la mirada dulce de la niña le daría sentido a su vida.

Con el paso del tiempo Nahiara iba creciendo, asistía al colegio, además también a clases de danza, música e idiomas. Le gustaba mucho el arte así que a veces también participaba de estas clases. El tiempo que le sobraba lo pasaba en la casa, era una niña muy reservada. Llamaba mamá a Ana debido a que ella la convenció sobre su adopción, con el paso del tiempo fue olvidando los recuerdos de su verdadera madre y apenas podía recordar que tenía una hermana.

Leonardo se ocupaba de ella como si realmente fuera su hija, ella llenaba cada espacio de su vida miserable, la llevaba cuando había que hacer compras, también a su trabajo o pasaba horas jugando con ella. A la niña le gustaba mucho leer por lo que pasaba horas frente al ventanal leyendo y durante el invierno lo hacía frente al hogar.

Leonardo no llegó a amar a su esposa trataba de seguir viendola a los ojos incluso cuando recordaba todo lo ocurrido años atrás , pero la vida en la casa mejoró con la llegada de Nahiara, incluso Ana trataba a la pequeña como si realmente fuera su hija. La consentía, la acompañaba a eventos he incluso cuando debía viajar le traía recuerdos.

Ana trataba de no recordar a Magy, a pesar de ser una niña, ella la culpaba pot no haber logrado tener un matrimonio feliz, desquitaba en ella el rencor que tenía hacia su madre. Cada mes pagaba la escolaridad y los gastos de la niña, pero no se molestaba por llamar y preguntar como se encontraba ella, incluso deseaba que la pequeña sea muy miserable y desdichada.

Los años pasaban y las niñas crecían, Magy veía cada vez más cerca el momento de salir de aquel lugar y buscar a su hermana, y así poder cumplir con su promesa. Sabía que su hermana estaba bien, porque una vez que su tía debió ir a la institución donde ella se encontraba a arreglar unos papeles ella la vio y le preguntó por su hermana, insistió tanto que su tía le dijo que estaba bien y nuevamente le recordó porqué ella no merecía ser parte de su familia.

Quizas Ana pensó que dejar que Magy viera una foto de su hermana la haría sufrir más aún por lo que le mostró una que llevaba en su cartera, Magy tomó la foto de las manos de su tía y salió corriendo. Magy era muy feliz con esta foto, su tía le había dicho que su hermana ya no la recordaba, ¿sería posible que realmente se haya borrado de los recuerdos de Nahiara? sabía que esto era posible dado que ella era tan pequeña cuando todo pasó.

Ana no planeaba dejarle la foto pero al salir corriendo la niña decidió dejarla, no se pondría a correr tras una niña.

Había otra razón por la cual había cambiado mucho la actitud de Ana, esta razón podía explicar por qué ella trataba muy bien a la pequeña Nahiara. Su misión era hacer que la pequeña la aceptará como a su madre, para eso debía ganar su confianza y cariño. Pocos meses después de llevar a Nahiara a su casa fue contactada por un escribano, acordó una cita y pocos días después viajo a encontrarse con él. En aquel momento fue puesta al tanto del testamento de Rodrigo a favor de Nahiara, ahora ella quedaría a cargo de cuidar esta herencia hasta que la pequeña Nahiara se casará, esa era la cláusula final que su padre había establecido. Era su madre quien debía velar por esa herencia pero debido a los sucesos y al ser su tutora ahora Ana debía hacerse cargo de estos intereses.

La cita con el escribano le dio un gran motivo para hacerse cargo y cuidar de la niña debía hacerse más cercana. Desde su llegada a aquella casa a Nahiara no le faltaba nada, incluso sentía que podía tener un padre y una madre que se ocupaban de ella y le daban cariño. Leonardo era un padre para ella, él nunca logró tener noticias de Estela y desde que Nahiara llegó a su vida ya había dejado a su gran amor en los días de su juventud.

Los años pasaron y Magy cumplió la edad suficiente para poder salir de la institución donde se encontraba, consiguió algo de dinero para viajar hasta la ciudad donde vivía con su madre y allí se encontraba su casa, nadie podía disponer de ella ya que le pertenecía a las niñas. Entró en la casa se baño, buscó ropa de su madre y se preparó para salir en busca de trabajo.

Mientras recorría las calles pensaba en su hermana, debía averiguar dónde se encontraba y juntar el dinero para ir a buscarla. Consiguió trabajo en una tienda, era una chica educada y el colegio donde estaba de pupila era reconocido por la educación de calidad que brindaba.

En su tiempo libre estuvo averiguando dónde se encontraba su hermana y con el correr de los meses logró juntar el dinero necesario para poder ir a buscarla. Ana por su parte dejó de pagar la escolaridad y rogaba que Magy se haya convencido de que su hermana no la necesitaba y desistiera de buscarla.

Magy se levantó aquella mañana, se preparó y salió camino a la estación de autobuses, compró el boleto a la ciudad donde se encontraba su hermana, luego de varias horas de viaje llegó a la ciudad, preguntó en varios lugares por la señora Ana Cruz y se dirigió hacia su casa. Golpeó en el lugar y al ser atendida pidió hablar con la señora Ana Cruz. Cuando su tía supo que Magy se encontraba en el lugar supo que era el momento de idear otro plan. No podía permitir que todo lo que había logrado se perdiera.