Sentí ese agudo dolor en la parte trasera de mi cuello y lleve mi mano para frotar un poco, como intentando eliminar la tensión creada de los últimos días, pero sinceramente no estaba funcionando.

Cerré los ojos y aspire profundamente llenando mis pulmones de aire, pero esto solo provocó un nuevo dolor. Se alojó en mis costillas y me hizo sacar el aire que había tomado antes con mucha dificultad haciendo que soltara un leve gemido y apretara los dientes.

El exceso de trabajo y las pocas horas de sueño se habían convertido en magníficas aliadas y comenzaban a pasarme la factura.

-¡¿Descansando!?- Lo escuché preguntar con reproche.

Abrí los ojos de golpe y me gire en la silla, sabía quién era y también sabía que no estaba de buen humor. Pero eso ya era habitual en él.

-Acaban de comunicarme del almacén, que el material que estábamos esperando arribo a planta hace 10 minutos- Dije con lo que pude de voz para que no se notará el dolor que me estaba estrangulando las costillas y presionando fuerte mi cuello y hombro.

Me miró con severidad- ¿Y que esperas para pedir que te lo envíen?- Dijo apretando los dientes con desprecio.

-Ya he pedido que me envíen un rollo, están por pasarlo a piso en cuanto terminen de etiquetarlo. Lo pasaré a la línea en cuanto sea verificado y escaneado en el sistema.

No dijo nada más, solo se dio la vuelta y se marchó cuál soldado en plena marcha.

Amaba verlo caminar, tenía una pisada ligera pero firme, parecía dar una especie de brinquito al caminar y esto era porque cuando caminaba lo hacía con las puntas evitando así que los talones pisarán totalmente el suelo y entre más rápido caminaba parecía crear un efecto como si fuera flotando, lo cual lo hacía ver gracioso.

...Tiempo atrás siempre solía sacarme buenos sustos al llegar en completo silenció, se paraba detrás de mí y muy educadamente me pegaba un susto. Se quedaba viendo como yo brincaba sentada en mi lugar y en ciertas ocasiones hasta el teclado de mi computadora terminaba pagando los platos rotos....

...Y entonces aparecía como dibujada por un pintor esa hermosa sonrisa que tanto amó y anhelo cada día por volver a ver. Yo solía fulminar lo con la mirada y solía decirle- Un día de estos te voy a poner un cascabel en la muñeca o mejor aún te lo voy a colgar en el cuello. Otras veces le decía ¿Acaso quieres matarme?- él reía divertido por mi ocurrencia y levantaba las manos en forma de defensa o las llevaba a su pecho haciendo ademán de dolido porque lo ofendía diciendo esas cosas y lo acompañaba con un puchero....

...-¿Cómo?- preguntaba.- No, claro que no, lo que pasa es que tú te olvidas del mundo cuando trabajas- y me lanzaba esa sonrisa hechizante....

El corazón me dolió, pero está vez nada tubo que ver el dolor de antes el que hizo que me doliera, fueron los recuerdos del pasado los que hicieron que este pobre infeliz se revolviera en mi interior.

Aspiré hondo e intenté olvidar el nudo que se formaba en mi garganta.

-Daka- escuché decir a Cecilia, trayendo me de vuelta a la realidad.

Cogí el rollo y le di las gracias, verifique el número y me dispuse a entregárselo a Azura, la materialista de nuestro turno. Ella lo ingreso en la base de datos y lo llevo rápidamente a la línea, cuando volvió se sentó en la silla que estaba aún costado de la mía, me miró y pregunto si todo estaba bien.

Ella mejor que nadie sabía lo mucho que me dolía y me afectaba la actitud de él, conocía mis sentimientos, no solo era mi compañera de trabajo, sino también una de mis dos mejores amigas.

Sonreí con pesar y asentí con la cabeza sin dejar de ver la pantalla de mi computadora.

Para la hora del almuerzo sirvieron puré de papas, brócoli hervido, y chuleta, consomé de res, la habitual ensalada de lechuga, jitomate y pepino, agua de frutas y de postre sirvieron pastel como cada fin de mes para festejar a los cumpleañeros.

Conversamos básicamente sobre cosas de trabajo, en la mesa estábamos sentadas Azura, Elena, Zafiro, Coral y yo.

...*Azura es delgada, pequeña, de cabello rizado y negro, piel morena y ojos café oscuro. Tiene un cuerpo definido y sin exageraciones, es la materialista de nuestro turno, su trabajo se centra en pedir las listas de materiales a utilizar en la líneas, mantener los racks en orden y monitorear una gabinete al cuál llamamos C.S. "cámara seca" está mantiene componentes críticos en perfecto estado y sin humedad en ellos, ya que la humedad podría causar un montón de problemas en las piezas ensambladas....

...*Elena es morena, cabello castaño obscuro, de complexión media, ojos cafés y es la encargada de manejar las láser de nuestro turno, básicamente ella coge la PCB la coloca en una extensión de la láser que llamamos nutek, está entra al área de lacerado y es marcada por un láser y una cámara muestra el progreso en una pantalla que está firmemente enganchada a la láser, luego está sale del otro lado en otra nutek, Elena la saca, la empaca, la sella, la etiqueta, y la coloca en cajas para después llevarla a los racks de PCB lacerado de dónde más tarde los líderes y operadores de cada línea disponen de ella como mejor convenga....

...*Zafiro mide 1.50 tiene un cabello castaño claro eh inmensamente largo ondulado, hasta debajo de las nalgas. Jamás se lo a pintado y definitivamente es lo único virgen que aún posee, es morena claro de ojos color miel, recientemente a subido un poco de peso pero no es gorda, lo cual a hecho que se vea más nalgona, es excesivamente ruidosa y siempre dice lo que piensa y siente. Al principio me caía mal por ello, porque cuando dice las cosas no suele tener tacto, pero con el tiempo se volvió una de mis mejores, amigas, mi confidente y claro que por supuesto mi cómplice. Ella es la líder de una de las líneas y bueno su trabajo es algo complicado de describir....

...*Coral es bajita, se pinta el cabello color rojo obscuro, usa lentes, aparenta más edad de la que en realidad tiene y es la segunda al mando después de Zafiro dentro de la línea, su trabajo es básicamente empatar componentes, y apoyar en todo lo que Zafiro le pida....

...*Dakaria, ese es mi nombre, pero todos suelen llamarme Daka aquí en la planta. Mido 1.58 soy delgada, mis caderas son muy grandes y mi busto es bastante generoso, peso 54 kilos pero debo admitir que no siempre fue así. Hago ejercicio todos los días y cuido mucho lo que me llevo a la boca. Mi cabello es castaño rojizo, ondulado, largo hasta la cintura, de piel blanca y ojos grises. Yo soy la encargada del área de "cargados" como solemos llamar a mi área. Básicamente, montó componentes en unas mesas grandes de metal, rastreo materiales cortos que podrían afectar nuestra producción y evitar realizar y terminar los requerimientos de los diversos clientes para los que la empresa trabaja, debo calcular la cantidad de los materiales que se utilizarán y saber si alcanzarán, entre otras muchas actividades que él suele ponerme, a veces soy láser, otras materialista, otras tantas veces debo hacer el trabajo de dos o de las tres al mismo tiempo. ¿Que porque tanto? pues muy simple, por órdenes de él....

Todas somos operadoras de producción, aquí se fabrican las tarjetas electrónicas que van dentro de los módulos de aire acondicionado dentro de los automóviles. Soy la mayor de todas nosotras tengo 25 años y ellas son mi pequeñas...

......................

Mientras comíamos y hablábamos sobre el trabajo, Zafiro de pronto cambio el tema de conversación y comenzó hablar sobre el baile del fin de semana, al cuál había ido con su Vido.

En lo particular me resulta una palabra extraña y un tanto boba, pero se que para ella, esa palabra está cargada de todo su amor y su respeto hacia Orlando, nosé si él le da el mismo significado que ella, es bastante callado de ese tipo de personas que solo habla lo necesario y cuando se necesita.

Eh escuchado que los opuestos se atraen y la verdad comienzo a creer que es cierto, ella es la chica más ruidosa y habladora que conozco, mientras que él es serio y callado, un chico muy reservado. Ni siquiera son novios, ninguno de los dos a expresado sus sentimientos por el otro y a veces creo que es lo mejor.

Se veía tan animada mientras nos contaba sobre su noche de baile y al verla tan feliz no pude evitar sentir su alegría, reí por lo bajo y metí un poco de gelatina en mi boca mientras volteaba a ver por el gran ventanal del comedor, la vista daba directo al estacionamiento de la planta desde donde se podían ver las estructuras de otras empresas así como el cielo.

Ese día estaba gris, sin sol, las nubes no tenían forma, eran solo un montón de manchas desiguales desplegadas en el cielo. En alguna parte no muy lejos de ahí seguro estaba lloviendo ya que cuando las puertas de cristal se abrían y cerraban al entrar la gente al comedor olía a tierra mojada, el viento estaba frío y húmedo, eso significaba que pronto llovería...

......***Parecía como si el cielo fuera a partirse en pedazos y después caer. ¿Se supone que si hay truenos no hay rayos? ¿O es al revés? ¿Se pueden ambos al mismo tiempo? Porque aquella tarde parecía una sinfonía que solo Dios puede crear, la lluvia estaba tan cerrada que a cierta distancia no eras capaz de ver nada, a la vez los truenos se dejaban escuchar con tal fuerza que te hacían vibrar hasta el alma y repentinamente se podía ver cómo si el cielo estuviera ardiendo, un efecto creado por los relámpagos que ocasionalmente se dejaban ver.......

...Suspiré y me disponía a sentarme en alguna banca desocupada de la abarrotada central, no me quedaba más que esperar a que llegara mi autobús ya que le había dicho a mi padre que no se preocupara de ir por mi, sin problemas llegaría a casa....

...Mire en diferentes direcciones para encontrar un lugar vacío, pero al parecer los autobuses venían retrasados y mucha gente estaba en espera....

...-Parece que durará para siempre- escuché decir a una voz detrás de mí. Sonreí instantáneamente mientras mi corazón se aceleraba en mi pecho, tanto que podía sentirlo incluso en la palma de mis manos latir con fuerza....

...Me gire para verlo, él estaba sonriendo y se veía tan relajado....

...Es más alto que yo, mide poco más de 1.70 de piel blanca, fornido. Tiene la nariz afilada y la boca grande con gruesos labios, pestañas largas y rizadas, sus ojos son grandes y expresivos de color negro igual que su cabello el cual lleva un poco largo de la parte de arriba y corto a los lados y atrás, sus cejas son pobladas y los bellos de sus brazos son obscuros y largos....

...-Eso parece- dije sonriendo y sin quitarle la vista de encima, llevaba una camisa tipo polo color morada completamente abotonada hasta arriba, siempre me daba tentación abrir esos botones, sentía que le apretaba. ¿Acaso no se asfixiaba así? Sus larga y poderosas piernas iban enfundada en un pantalón azul claro ajustado que hacía que me resultará mas difícil respirar, calzaba unos tenis converse color azul....

...Para cualquier otra mujer eso no era la gran cosa seguramente, pero para mí, él era el hombre perfecto....

...- Y bien. ¿Que haces aquí?- pregunto repentinamente, mientras me miraba fijamente....

...-Ah! Vine hacer algunas compras- dije y eleve un poco las bolsas que llevaba en la mano- Y como verás quedé atrapada aquí- resumí encogiendo me de hombros....

...-¿Y tú?...

...-Vine a dejar a unos tíos que vinieron de visita desde Coahuila está semana, su autobús salió hace cinco minutos, pero la tempestad empezó de pronto....

...-Ooh! Que maravilla- dije...

...- Mmm. No creo que sea tan maravilloso haber quedado atrapado aquí bajo esta lluvia....

...-Bueno, me refería. Que es maravilloso que hayas tenido visita familiar y por otro lado, si no estuvieras atrapado aquí conmigo, seguramente estarías hecho una sopa allá afuera- dije apuntando a la fuerte lluvia que estaba fuera de la central de autobuses....

...Él sonrió y asintió con su cabeza sin decir nada más, nos quedamos ahí platicando mientras pasaba un poco la tempestad. Cuando finalmente perdió fuerza y los truenos y relámpagos habían cesado, se ofreció a llevarme a mi casa ya que había oscurecido muy pronto y parecía que el agua no iba a parar....

...Platicamos y reímos durante todo el trayecto hasta llegar a mi casa, mientras sonaba en el estereo Joaquín Sabina**......

-Ignorar mis mensajes no te va a salvar de asistir a la junta- escuché decir una voz detrás de nosotros, un voz cargada de ironía y enojo. Me gire levemente para verlo y ahí estaba, parado detrás de mí con el rostro serio.

-Te quiero frente al televisor en dos minutos- dijo apretando los dientes y rojo de cólera se marchó.

Suspiré y me toque el puente de la nariz masajeando fuertemente, cogí la charola con la mitad de la comida y la coloque en un porta charolas vacío y me dirijo rápidamente al área de producción justo donde me indicó.

Aquél día aunque gris y lluvioso para mí fue un día maravilloso, aún recuerdo el olor a manzana dulce y canela de su auto, el olor a jabón que brotaba de su piel y aún puedo escuchar su refrescante risa que me hacía reír.

Pero los buenos días se habían acabado con él, ya no eran soleados y brillantes rebosantes de felicidad. Un día de pronto se volvieron grises, fríos, amargos y cargados de odio sobre todo por parte de él.

Al principio solía devolverle cada ironía, cada grito, cada muestra de odió, de pronto nos vimos envueltos en una guerra donde él intentaba humillar me todo el tiempo y yo no me dejaba. Ahora ya no lo contra digo, hago lo que me pide y evitó hacerlo enojar, creí que eso funcionaría pero parece que no es así.

Una parte de mi lo ama profundamente y la otra a comenzado a sentir, nosé como llamar este sentimiento.

Llegue a la junta a tiempo para la revisión de planes, estadísticas y otras cosas. Lo mire de reojo y lo vi sonreír relajadamente con Marina la chica encargada de realizar planes para nuestra área y sentí una punzada de dolor en el corazón, se me hizo un nudo en la garganta. Desde que me levanté está mañana sabía que sería un día largo y pesado, pero creo que en realidad así será toda la semana.

Suspiré conteniendo una lágrima que amenazaba con salir y lo volví a sentir, ese horrible dolor detrás de mi cuello me resultaba sofocante....

......................

El sábado por la mañana estaba agradecida de que por fin la semana laboral estaba llegando a su fin, solo ocho horas más de esto y aquello y podría descansar el resto del fin de semana hasta el próximo lunes por la noche, me coloque la bata y las taloneras y guarde mis cosas en el locker cerrando lo después para entrar a piso de producción.

Bostece ampliamente y unas lágrimas salieron de mis ojos rodando por mis mejillas, necesitaba dormir con urgencia, el día de hoy tendría que pasar rápido para poder volver a casa y dormir. Solo podía pensar en eso, era todo lo que quería en esos momentos cuando...

-Llegas tarde- escuché decir una voz muy familiar y definitivamente muy molesta.

Rodee mis ojos e hice una mueca de fastidio *No es verdad* pensé *¿Que hace él aquí?* *Pero, si hoy no le toca venir* *Es sábado por la mañana, o ¿Me habré equivocado de día?*

Me gire para verlo y sus oscuros ojos me miraban con disgusto, sin embargo a pesar de todo el enojo, rabia u odió que él me profesaba, ese extraño brillo en sus ojos no desaparecía como si se tratara de alguna especie de luz en su interior que no se apagaba y por alguna razón ese brilló oculto detrás de todo ese enojo me hacía sentirme contenta y como en una nube.

-Lo siento- dije y el cansancio qué llevaba ocultando durante semanas salió a flote en esas dos palabras. Volví a bostezar nuevamente sin poder evitarlo y eso pareció enfurecer lo más.

-Vamos a revisar los planes. Anoche Marina me avisó que iba a realizar unas modificaciones para este fin de semana- Lo vi apretar los puños mientras me decía esto, se notaba que le molestaba mucho tener que dirigirme la palabra así que respire hondo y me gire sobre mis talones para dirigirme a mi escritorio.

Mi compañera del turno que estaba por irse, me miró y lo miro a él con fastidió me entrego turno rápidamente diciéndome los pormenores más importantes de lo que se quedaba de trabajo, me dio el *ten buen turnó* y yo le agradecí diciéndole mi habitual *descansa*

La vi marcharse y me senté en mi lugar, abrí la carpeta que decía planes de producción y me dispuse a abrir los archivos, uno a uno fuimos checando los y note los cambios que se habían realizado, tome nota de lo que él quería que hiciera en las próximas horas, todo en lo que podía pensar era en, *Si me apuro terminaré a tiempo para descansar un momento antes de irme a casa y además podré estar tan ocupada que no será necesario que él me este gritando, porque me podré mantener lejos de su radar y su mal humor* inesperadamente volví a bostezar y nuevas lágrimas brotaron de mis ojos.

-Ve y tomate un café o..- pero no termino lo quiero e iba a decir porque Zafiro lo interrumpió.

-¿Y ahora tú qué haces aquí? ¿Que no deberías estar en tu casa, super jetón?- Él se giro a verla.

-Pues ya vez, hay gente que piensa que no tengo nada mejor que hacer y me joden el día.

-Ash. Y por sino fuera poco, estás de perro humor como si nosotros tuviéramos la culpa, sino querías venir te hubieras quedado en tu casa. De todos modos aquí nadie te quiere.

Y así, comenzaron a discutir el uno con el otro. Zafiro nunca lo a querido, lo detesta profundamente y él parece que le tiene el mismo apreció, sin embargo ambos disfrutan inmensamente llevarle la contraria al otro, siempre a sido así.

Al principio él parecía no querer discutir y siempre la dejaba decirle lo que quisiera mientras que él salía huyendo, pero en algún momento eso cambio. Cuando el cambio conmigo comenzó a ser grosero con ella, parece que se canso de guardar silenció.

-¿Y acaso tú te crees que me importa?- le escupió Zafiro señalando lo con el dedo.

-Mira a tu alrededor, aquí no hay nadie a quien le importes o a quien le interese tú maldito mal humor o si te duele una pestaña, eres nada para todos nosotros, si te mandarán a vivir a otro planeta, nadie te extrañaría.

-¡Zafiro!- dije levantando un poco la voz al escuchar lo que le decía- Es suficiente, te guste o no es nuestro supervisor ya detente.

-Agh. Me retractó de lo que dije- dijo ella petulante, suspiré y me lleve los dedos al puente de la nariz.

-Havia olvidado que a esta pobre bruja si le puede lo que pase contigo, pero no la culpo, la pobre infeliz está perdidamente enamorada de ti después de todo. La verdad no sé que demonios te ve, eres una insignificante cucaracha y solo porque tú me lo pides bruja, voy a dejar en paz a tu novio- dijo terminando todo aquel discurso con una estruendosa carcajada y dejándome a mi con la boca abierta y sin aliento por fin mi cerebro estaba bien despierto después de todo aquello.

Se me olvidó el sueño, el cansancio y el dolor y solo fui capaz de congelar me frente a todo lo que acababa de decir Zafiro. ¿Cómo se había atrevido a decir todo aquello? ella sabía perfectamente que el se ponía furioso cuando ella decía ese tipo de cosas, tembló mi corazón en mi interior y no me atreví ni siquiera a respirar por miedo a su reacción.

-¡Zafiro!- lo escuché gritar y me estremecí mientras miraba como ella seguía riéndose maliciosamente.

-No le voy a permitir esas faltas de respeto para conmigo, me va a respetar o voy a ponerle un acta administrativa- por un momento pensé que eso haría enojar a Zafiro, pero al contrario solo provocó que sus carcajadas fueran más estruendosa.

-¿Dime, que se siente?- pregunto ella y sonrió perversamente.

-¿El qué?- pregunto él sin comprender.

-Que te digan cosas crueles todo el tiempo- y sonrió de una manera que resultó escalofriante - Voy a desquitarme por cada lágrima que ella a derramado gracias a tus insultos y tus malos tratos - finalizó, apuntándome primero a mí y luego a él, se dio la media vuelta y se fue riendo a carcajadas.

Lo ví levantarse de su silla y se fue en dirección diferente a ella, sin decirme nada más. Solté todo el aire que había estado manteniendo en mis pulmones sin darme cuenta, habían tenido una fuerte discusión por nosé qué y al final Zafiro le había reclamado el trato tan cruel que el solía darme todo el tiempo.

Ese solía ser nuestro tema de discusión entre ella y yo, el porque dejaba que el me tratara como si fuera una basura o un estorbo y finalmente hoy se había atrevido a sacar su rabia.

-¿Daka?- escuché la voz de Azura -¿Estás bien?

Quise decir no, para nada estoy bien. Pero voltee a verla y le sonreí lo más alegre y falsamente que pude para que no se preocupara, su rostro era tan diminuto se angustiaba mucho por mí, las personas solían decir que Azura tenía un carácter muy frío y que era poco expresivo, pero ella era muy tímida y tenía un carácter muy sereno, difícilmente se enojaba y si lo hacía solo lo expresaba conmigo y con nadie más.

-Estoy bien peque. Solo aún no entiendo bien que fue lo que pasó- sonreí y ella se relajo sentándose.

Afortunadamente no lo volví a ver el resto del día y eso me ayudó a estar un poco tranquila, al salir las chicas querían ir de compras al principio me negué pero después de ver la mirada asesina de Zafiro desistí de rechazarlas, sabía que aún estaba molesta aunque no precisamente conmigo así que terminamos yendo a comprar y después a cenar.

Para cuando llegue a casa moría de cansancio y dolor, tome una baño y después a la cama mientras pensaba un poco en los acontecimientos del día una enorme oscuridad me trago por completo arrastrándome a los brazos de Morfeo...

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