Raquel vive en una hacienda de Cuernavaca.

Acaba de ganar un concurso de equitación muy importante en el estado de Chiapas.

...Raquel....

Estoy camino a la empresa de mi padre (está en México) para darle la buena noticia.

Siempre es la primera persona a la que le cuento mis logros.

Se lo diría a mamá pero ella no entiende mucho de estas cosas, además odia que yo entrene con caballos, dice que eso es para hombres.

A mí madre le gustaría que yo fuera como Layla.

Que usa lindos vestidos, se maquilla exageradamente, va a fiestas, socializa, y más importante, odia los caballos.

Olvidemos a Layla.

Bueno realmente no puedo olvidarla porque ella esta a mi lado conduciendo su auto hasta la empresa.

La muy malvada no quería traerme pero le suplique tanto que al final acepto.

Llegamos a la empresa.

Subí a la oficina, la secretaria no estaba en su lugar así que entré corriendo y me lancé a los brazos de mi padre..

— ¿Adivina que?. — Le dije muy emocionada y con una sonrisa de oreja a oreja.

— Hija... estoy... — No lo deje terminar.

— Gané papá, gané. — Le di un beso en la mejilla. Cuando me despegué de él, noté que en su rostro había preocupación.

Solté a mi papá y ví hacia donde su mirada apuntaba.

Había un hombre joven muy guapo, sus ojos azules eran hermosos, había un brillo muy bonito en ellos.

Era alto, con hombros anchos, y su traje lo hacía ver muy elegante.

— Lo siento no quise interrumpir. — El hombre no respondió, tenía una mirada muy penetrante, parecía que estaba en trance.

Me dió escalofríos.

— Papá, mi hermana insistió en venir y...— Mi hermana entró y observó al hombre, puso cara de tonta.

Nunca la había visto observando así a un hombre y vaya que sus pretendientes son guapos.

Se le caía la baba por el y eso me pareció muy gracioso así que comencé a reírme pero sin soltar una carcajada.

...Tobías....

Estaba hablando de un tema muy importante con el señor Miguel Castellano.

Una niña entro corriendo.

Al ver eso lindos ojitos negros brillantes y su linda sonrisa sentí que mi corazón quería salirse de mi pecho. Ella dijo algo, no entendí que, solo la observaba como idiota.

Otra joven entró, dijo algo, segundos después la niña reía muy tiernamente.

Esa sonrisa derritió mi corazón, sentí ganas de reír también hasta que...

— Lo siento señor, mis hijas ya se van. — Dijo el señor Miguel Castellano.

¿Sus hijas?. Esto es muy conveniente.

— ¿No me las presentará primero?. — En realidad sólo me interesaba saber el nombre de una de ellas.

— Soy Layla. — Se acerco a mi, me dió un beso en la mejilla y yo se lo regresé.

—Tobías Lombardi señorita. — Usé un tono formal y amable a la ves. Voltee a ver a su hermana, ella no decía nada.

— Ella es Raquel la menor. — Confesó su padre.

¿Raquel?, tan hermosa como su nombre.

— Mucho gusto señor, lamento haber interrumpido su reunión. Papá me voy ahora.—Caminó hacia la puerta, la observé hasta que salió.

— Layla ve con tu hermana. — Le ordenó mi futuro suegro.

— Si papá. _ Layla también salió.

— Sus hijas son hermosas. ¿Que edad tienen?.—Era lo que más me interesaba saber.

— ¿Porque lo pregunta?.

— Solo dígame.

— Ma mayor 18 y la menor 15.

¿15 años?. Es muy joven.

— Todavía es menor de edad, esperaré por ella.

— ¿Cómo dice?.

— No lo dejaré en la rutina, mañana le enviaré un contrato, firme y sus problemas económicos se resolverán.

— ¿Habla de enserio?. — Preguntó con incredulidad.

— Si, en 3 años vendré a cobrar su deuda. —Salí de la oficina directo a mi hotel.

En tres años serás mía Raquel.

...(Tobías Lombardi de 21 años)....

...***...

En la noche de ese mismo día Miguel recibió el contrato que debía firmar, lo leyó y en este se especificaba que Tobías resolvería sus problemas económicos si le daba en matrimonio a "su hija" cuando ella fuera mayor de edad.

Por su puesto que Miguel no estuvo de acuerdo.

Habló con Tobías, le dijo que prefería quedarse en la ruina antes que vender a su hija y colgó.

Layla entro en ese momento, escuchó su conversación, leyó el contrato que estaba en la computadora, le dijo a su padre que estaba enamorada de Tobías y quería casarse con el.

Miguel volvió a llamar a Tobías y aceptó su condición.

Al día siguiente le llevo el contrato personalmente, Miguel leyó solo un poco, vió que era el mismo y lo firmó.

Ese día Tobías vio a Raquel, se acerco a ella y le declaró que en tres años iría por ella. Luego le lanzó un sonrisa de triunfó y se fue.

Raquel sintió un escalofrío en su cuerpo, no sabía a qué se refería ese loco.

¿Cómo se va a imaginar una niña de 15 años que un hombre de 21 años se enamoró perdidamente de ella?.

...3 años después....

En un abrir y cerrar de ojos Raquel se había convertido en una hermosa señorita de 18.

Sus padres celebraron su mayoría de edad con una gran fiesta.

Tobías la había mantenido vigilada desde que la conoció, tenía fotos de ella ganando concursos de equitación, en la escuela, con sus amigos, etcétera.

Sabía que su cumpleaños número 18 se acercaba, lo que no sabía era que el corazón de Raquel ya tenía dueño.

...28 de julio....

Raquel estaba celebrando su cumpleaños en la hacienda de sus padres, habían muchos invitados, su novio aún no llegaba, Hacia 2 meses que empezaron a salir están muy enamorados, el al igual que ella practica equitación.

...(Raquel Castellano)....

A la fiesta llega Tobías, la palabra perfecto se queda corta para describir lo bien que se veía esa noche.

Todas las mujeres de la fiesta estaban babeando por el.

(Layla no está en la fiesta, odia que su hermana sea el centro de atención por lo que no asistió.)

Tobías se acerca a Raquel y la invita a bailar.

Ella acepta, los invitados los observan.

Muchos de ellos no pueden creer que el gran empresario Tobías Lombardi haya asistido a una fiesta de este tipo, ya que casi nunca se le ve en eventos informales.

— ¿Cómo has estado?. — Pregunta Tobias, a lo que ella se sorprende un poco pero igual responde.

— Bien. Gracias.

— Te vez muy hermosa está noche. — Se acerca a su oído cuándo menciona las últimas palabras.

Raquel empieza a sentirse incómoda ante el gestó. Y ante la mirada penetrante de esté hombre.

— Lo siento. — Suelta las manos de Tobias. — Necesito ir al tocador.

Raquel sale de la pista de baile. En ese momento llega su novio y se acerca a ella.

— Feliz cumpleaños preciosa. — Dice Justin mientras la abraza y le da un beso en la frente.

— Gracias, pensé que no vendrías. Es que tardaste mucho. — Lo abraza y sonríe.

— Lo siento hermosa, es que el tráfico era terrible. Aquí tienes tu regalo. — Le pasa una cajita pequeña, dentro hay un par de aretes en forma de luna.

— Son hermosos.

...Tobías....

Después de 3 años de espera por fin volví a ver en a la mujer que se robó mi corazón.

Entrelazar su mano con la mía hizo que sintiera una descarga eléctrica en todo mi cuerpo.

Mientras bailamos no podía dejar de verla, Raquel provoca en mi algo que jamás había sentido.

Después de bailar unos minutos ella se disculpo y me soltó, ví a un chico acercarse, se abrazaron y se veían muy felices.

— ¿Quien es ese tipo?. — Le Pregunté a mi mano derecha.

— Es el novio de la señorita Raquel. — Me respondió Henry.

¿Su novio?. Apreté mis manos para tratar de controlar mi irá.

— ¿Porque no me habías dicho que tenía novio?.

— Si se lo dije señor. — Su expresión se tornó preocupada.

Seguro que fue en uno de esos días que traigo un genio de los mil demonios.

— Dejen a su familia en la calle. — Es lo mínimo que merece por poner sus ojos en mi futura esposa.

— Es hijo del señor Luis Salk. — Maldita sea, de todos los hombres en el mundo, ¿tenía que ser hijo de mi socio?. Tendré que buscar otros métodos para quitarlo de mi camino.

— Largate. — Ya no soportaba la presencia de Henry.

— Permiso señor.

No quise estar mucho tiempo en la fiesta. No soportaba ver a Raquel con ese sujeto. Fuí a despedirme de la bella festejada y le pedí a su padre que habláramos en su oficina por la mañana.

Al día siguiente tuve una pequeña discusión con el señor Miguel.

— Está loco si creé que le daré a mi hija Raquel.

— Le recuerdo que usted firmó un contrato donde aceptaba darme a su hija si yo resolvía sus problemas económicos.

— Yo pensé que se refería a mi hija Layla.

— Claramente decía hija menor, además su hija Layla ya era mayor de edad el día que la conocí.

— Yo creí que...

Tocan la puerta.

— Adelante.

Mi hermosa Raquel entra.

— Buenos días papá, vine a invitarte a comer, mi madre dijo que saliste sin desayunar y... _ Me observó y se quedó callada. — Perdón, no sabía que estabas ocupado. Vendré después. —Camina hacia la salida.

— Espera.

Se detiene.

— ¿Pasá algo?. — Pregunta.

— Eres requerida en este asunto.

— ¿Yo?, ¿para que?. (confundida).

— No es nada hija. Déjanos solos.

— Vine por ti, vamos a casarnos.

Raquel se quedó perpleja.Después comenzó a reírse a carcajadas.

— Perdón. — Tapó su linda sonrisa con sus manos. — Que buen chiste, usted es muy divertido.

— No es un chiste, tu padre te vendió conmigo.

— Eso no es verdad, hija yo jamás te vendería.

— Sea serio por favor. Su broma ya se está volviendo muy pesada. — Está vez había ciertos nervios en su rostro.

— No es una broma, tú serás mi esposa quieras o no. — Te amo y si de algo estoy seguro es de que no te dejaré.

— Papá, ¿que le pasa a tu socio?, creo que se volvió loco. — Si estar enamorado es estar loco, aceptó que me volví hace tres años.

— Raquel. — Ella se giró para verme. — Hace 4 años le preste dinero a tu padre, no lo devolvió a tiempo, cuando vine a cobrar su deuda te conocí y decidí que tú serías mi pago.

— ¿Acaso me vio cara de dólares?, yo soy un ser humano.

— Si no lo fueras yo no querría casarme contigo.

— Papá yo no me quiero casar.

Seguro es por el Imbécil de su novio.

— Te recomiendo que lo pienses bien, no creó que quieras ver a tu padre en una cárcel. — Salí de la oficina.

...Raquel....

Esto debe ser una broma. Si seguro que es una broma.

— Hija lo siento.

— ¿Ese hombre hablaba enserio?.

— Si. Perdóname. Yo pensé que el quería casarse con tu hermana. Ella fue la que me convenció de que aceptará.

— Déjame leer el contrato que te envío por correo y el que firmaste. — Leí ambos documentos. —Papá ese hombre te engañó, en el correo dice solo hija y en el contrato que firmaste dice "hija menor". ¿Porque no lo leíste bien?

— No pensé que fuera a cambiarlo, leí la mitad y era el mismo por eso lo firme.

— Tengo que hablar con el, mándame ese correo a mi celular y dame su número de teléfono.

Luego de recibir el número le llamé.

— No pensé que fueras a llamarme tan pronto Raquel.

¿Cómo sabe que soy Raquel?. ¿Acaso me mandó a investigar?

— Señor Tobías necesito hablar con usted es muy importante. — Quise poner una barrera entré el y yo.

— Estoy hospedado en el hotel Kings habitación...

— Lo veré en el lobby. Adiós.

No estoy tan loca como para meterme a su habitación.

...Tobias....

Llegué a mi hotel, le dije a la recepcionista que me avisara inmediatamente cuándo llegara Raquel Castellano.

Subí a mi habitación y 30 minutos después el teléfono de la misma sonó.

— La señorita Raquel lo espera.

Colgué y bajé rápidamente.

La ví y me acerqué a ella.

— Gracias por recibirme, se que es un hombre ocupado.

— Para ti siempre tengo tiempo Raquel.

— Quería hablar con usted sobre...

— No he comido y por lo que pude escuchar en la oficina de tu padre se tu tampoco, vayamos a comer.

— Está bien.