Me despierto con un fuerte y perturbador dolor de cabeza, es aquel que te hace querer devolver el contenido del estómago.
Un característico olor invade con fuerza mi nariz «Es tierra mojada» pienso, pero sé que algo más percibo
Abro los ojos con lentitud, los siento tan pesados que pareciera que los párpados están atados entre sí con un fuerte material.
Gradualmente abro los ojos, puedo observar lo que me rodea, estoy dentro de una oscura habitación, lo único que me hace compañía es un punto se luz lunar que se filtra por el muro derecho.
Por ello puedo apreciar un poco las cosas que me rodean
»¿Dónde me encuentro?« pienso tratando de esforzarme por recordar algo que aporte algún indicio, pero es inútil ya que el dolor de cabeza me impide realizar cualquier acción.
Hasta respirar es complicado.
Observo con detenimiento el punto de luz, el cual me hace remontar años atrás
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—El profesor Bouchain se ve más guapo el día de hoy.—
—¡No solo hoy, siempre;es un "Adonis", conseguiría a cualquier chica que quisiera sin esforzarse.— dijo una chica colocando sus entrelazadas manos de lado izquierdo de su rostro—El viernes por la tarde caminaba de regreso al aula, ví que Bouchain venía en mi dirección a lo que rápidamente reaccione. Sin pensarlo fingí caerme cuando estaba a escasos dos metros. Cómo todo un caballero me ayudó a incorporarme y en el acto yo puse mis manos sobre hombros, ¡Por Dios, es un papasote; sus músculos fueron tallados por los mismísimos Dioses!.
Tenía planeado agradecerle con un beso en la mejilla, claro con la intensión de rozar sus labios carnosos. Ridículamente pensé que con esto el notaría que quiero ser más que su alumna, sin embargo fue inútil. Ágilmente me dejó estática y me dijo " señorita tenga más cuidado" y se alejo alisando la parte inferior de su traje azul—
La conversación me incomodaba, no logro comprender como un hombre puede alborotar las hormonas de cientos de chicas. Claramente no soy ciega, de antemano puedo apreciar que el profesor Bouchain es un hombre agraciado, pero ante mis ojos no deja de ser eso, un hombre.
— Chicas muy amena su plática, pero podrían conversar más tarde.... a algunas personas sí nos interesa la clase— respondí malhumorada
Las chicas aceptaron a regañadientes, no sin antes escrutarme con la mirada
El profesor era un líder nato, no titubeaba en absoluto, a sus 33 años había logrado varias maestrías además de obtener las bragas de cada chica que el se proponía. Su complexión fuerte y atlética quedaba a la perfección con su varonil rostro; media aproximadamente 1.80 metros, y el tono de su piel era color canela, además de que su rubia cabellera resaltaba sus hermosos ojos verde esmeralda, que aportaban a la perfección con sonrisa totalmente alineada.
—Todos alguna vez en nuestra vida hemos probado sangre. ¿Alguien puede decirme por qué tiene el característico sabor metálico?, ¿Nadie?.— Bouchain hizo una pausa y recorrió el aula con la mirada en busca de la respuesta, al no obtenerla prosiguió — La sangre contiene Hemoglobina, es una proteína que se encarga de transportar el oxígeno al cuerpo. En su estructura la hemoglobina tiene hierro el cual le aporta el característico sabor— finalizó el profesor cruzando su mirada con la mía.
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Aquel recuerdo rondaba en mi cabeza, y no fue la mirada del profesor...
...”La sangre contienen hemoglobina, es una proteína que se encarga de transportar el oxígeno al cuerpo”...
Salgo del trance sobresaltada, abriendo los ojos de par en par.
Con dificultad logro recobrar el control de mi cuerpo, apoyo las manos sobre el suelo, el cual tenía una consistencia viscosa y con todas mis fuerzas logro apoyar la espalda sobre el muro que esta detrás.
Todo mi cuerpo esta adolorido, de pies a cabeza. Instintivamente se reviso el rostro donde encuentro que el pómulo derecho se adornaba con una reciente cicatriz de aproximadamente unos tres centímetros, bajo la nariz encuentro sangre coágulada, por ende siento el olor tan fresco, además de que en el labio izquierdo inferior tengo una abertura donde aún brota un poco de sangre.
Sin importarle el dolor me esfuerzo en incorporarme, a medias lo logro, el mayor esfuerzo que realice fue poner mis pies rectos pero la espalda jorobada, además que las piernas temblaban con fuerza. Cerré fuertemente los ojos esperando el golpe contra el suelo, me aferre al muro con toda la fuerza que aún quedaba en mi delgado cuerpo.
Frías gotas de sudor recorrían mi cuerpo, el cause era la frente, por sus ojos pude ver caer las gotas. El dolor era tan intenso que incluso sentía mi cabeza palpitar por el esfuerzo.
Mi respiración era agitada, por lo que inhalé y exhale hasta lograr estabilizarla. A trastabilladas me dirijo al muro donde se filtra el punto de luz.
Mi rostro fue adornado por una débil sonrisa de triunfo, pero está duro apenas segundos. A escaso metro de distancia algo detuvo mi andar, al voltear a ver el obstáculo me percató que sobre la muñeca izquierda traigo colocada una gruesa pulcera de metal, la cual, a su vez se adhieren una cadena, uniendome al muro del que venía
»Me amarraron y abandonaron como a un perro« pienso con los ojos llenos de lágrimas a punto de descender. Inútilmente jalo la cadena pensando que así me liberaré de aquel espantoso artefacto, pero lo único que conseguí fue recurrir a la desesperación la cual se apoderó de mis pulmones complicándole el paso al oxígeno, además de generar más cansancio
–A-ayu..— Quise articular palabra, pero no pude ya que un dolor cegador se expandió desde el cuello al cuerpo entero.
Lentamente el pavor se fue apoderando de mi cuerpo,haciendo que las piernas dejaran de responder y me diera un fuerte golpe contra el suelo.
Yacía sobre el, enterrando mis dedos en el fango con fuerza, aguantar la respiración es algo difícil, ahora tener que soportarlo por qué tú cuerpo te impide realizar una acción tan simple es un martirio.
Requería la intervención de un médico inmediatamente o de lo contrario mi vida correría riesgo. Estaba conciente de que era una urgencia, pero no puedo hacer nada, soy tan débil como una hormiga...
Dos lágrimas salieron de mis ojos, la temperatura de ellas era cálida y reconfortante
—Cuando no recuerdes lo que es el verdadero amor... regresa a mi. Te espero aquí...— La persona que más amaba en el mundo se planto frente a mi. logré estirar la mano, podía verla temblar, pero no quise perder la oportunidad para tocar su rostro
Una intensa luz impidió que tocará a aquella persona que aluciné.
................Cinco meses antes..................
La chica la que está frente a mi carece de extravagancia y simpatía. Me atrevo a decir que es ridículo que se esté cepillando su cabellera, aunque es larga y rizada el frizz la hace parecer descuidada. Además de que aquel uniforme de enfermera hace que su piel se tiña más lechosa, aunque de confesar esas prendas estilizan un poco sus largas piernas.
Sus ojos... estos son bonitos, grandes y brillosos,en ellos se puede ver la sinceridad y personalidad de la chica, sus pecas los hacen resaltar, aumentan su simpatía.
»¡Pero no es para tanto!«
La chica trenza su cabellera con agilidad y rápidez, la enrolla en forma de espiral y finaliza colocando su cofia.
—Debería desaparecer ese enorme espejo— Replicó caminando lejos de el, odio verme al espejo.
Rápidamente logro deshacerme del pensamiento, no puedo hacer ninguna modificación a un departamento que ni siquiera me pertenece, es de alquiler.
Hubiese preferido un departamento más modesto, cómodo y acogedor pero por supuesto mi madre "La Señora Betancourt" no lo creyó adecuado.
Es tan grande y lujoso que se pueden hospedar dos familias numerosas, además este no se siente como un hogar.... es mejor que no trate de compararlo con un hogar ya que no se cómo se sienta estar en uno.
La frustración que se acumula en mi pecho va en ascenso. Tengo veinticuatro años, pienso que soy suficientemente grande para tomar mis propias decisiones y vivir mi vida por cuenta propia, pero mi madre no me lo permite.
Ella comenzó a controlarme desde que cumplí los 16 años.
¡Vamos, ni siquiera tenía la mayoría de edad!.
En aquel entonces quería objetar pero me sentía como una perrita perdida, por lo que tuve que acatar sus órdenes. En síntesis, yo soy parte de la manada y mi madre es el macho alfa, que con solo una intensa mirada me doblega.
Así es como llegue aquí
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—Sia, ¿recuerdas que hace tiempo tu primo, Eder tuvo un accidente automovilístico el cual lo llevo al hospital?— replicó Catalina mientras movía su café con una cuchara.
¿Cómo no recordarlo?.
Aquel día mi madre tomo el primer vuelo a la capital Mexicana, solo para poder asegurarse de que su sobrino estuviera sano y salvo.
Claramente me llevo como parte del equipaje.
Horas después tuvimos que retornar ya que solo se permitía la visita de la persona responsable, en este caso su madre, la tía Rey
Respondí fríamente evadiendo la mirada penetrante de mi madre—Sí, lo recuerdo.—
— Estos meses me mantuve en contacto con Reyna, me informa que su recuperación fue muy lenta pero ya no corre peligro su vida. El hospital consideró darlo de alta, solamente que existe una condición; la familia tendrá que costear una enfermera la cual atienda a Eder bajo las instrucciones del medico—Hablo Catalina, acto seguido comenzó a masajear el puente de su nariz, cosa que hacía cuando algo salía de su control — Lamentablemente tanto Eder como Reyna se han terminado su capital y la plata que Anthony les envía no cubre con todos los gastos. Pondrán en venta el departamento que heredaron del exesposo de Reyna, pero ¡no lo podemos permitir!. Además aunque eso sucediera tardaría en venderse a lo cual Eder perdería la oportunidad de salir pronto del hospital. Estaba pensando en la posibilidad de...—.
Interrumpí rápidamente a mi madre, la conocía de pies a cabeza, sabía que algo andaba mal—No hay problema, envíales el dinero que requieran. Si quieren contratar al mismísimo doctor no tengo problema. Autorizaré la cantidad que consideres adecuada—
—¡Sia!, claramente se que intentas humillarme por qué yo no tengo dinero en mi poder— Note en sus ojos un ápice de lágrimas — Quería pedirte un favor, UNO. Eder es una de las personas a las que más amo, crecimos juntos...— Blah, Blah, Blah. Catalina seguía hablando mientras que yo fingía prestarle atención.
Recargue la mejilla izquierda sobre el puño, mientras observaba a mi madre derramar lágrimas de cocodrilo
¿Ya les había comentado que mi madre es la que decide sobre mi?
Soy una persona inteligente, aunque muy frágil. Catalina recurría a chantajes emocionales con tal de conseguir algo de mi...
¡Nunca perdía!.
Tome con cariño sus manos, al fin... es mi madre— Mamá, sabes que jamás te humillaría. Mi dinero es tuyo y puedes disponer de el. Así mismo pedirme lo que gustes—
—¿Lo dices en serio?— Catalina limpio sus escasas lágrimas— ¿De verdad?, quiero que viajes lo antes posible a la Ciudad de México y te hagas responsable de Eder. No habrá mejor enfermera que mi linda Alessia—.
¡Touché!.
No les podía decir con exactitud las palabras, pero sin duda conocía el ”Favor” que mi madre quería que le realizara.
En síntesis, ambas nos conocíamos a la perfección, lo que hacía que nos amaramos y odiaramos a la vez.
Resignada respondí—C-claro, acepto si es lo que te da felicidad. Buscaré un departamento por la zona, además de comprar el boleto de vuelo conveniente.. Informales que llegaré a más tardar en dos días. ¿Cuanto tiempo estaré ahí?—.
—Estarás dos meses o más, lo que el médico crea conveniente. No te preocupes por nada ya que el departamento y vuelo ya están resueltos. He enviado la documentación que te acredita como enfermera de Eder.
Ahora alista tus maletas, el vuelo parte a las 6:45 a.m. Nos vamos horas antes—
Catalina sin duda podría hacer un casting para actriz... su interpretación sería excepcional. Llegaría a Hollywood en cuestión de días.
— Mi linda Alessia, no te enfades. ¿Sabes?, me haz hecho muy feliz. Estaba segura de que harías lo posible por ver mi sonrisa. Además no puedes negarte, te viene como anillo al dedo este tiempo. Ordenarás tus pensamientos y dejarás fluir tus sentimientos.
Cómo recompensa prometo no molestarte en ese tiempo, siempre y cuando cumplas con el acuerdo.—
Sobre mis manos pude ver cómo mi piel se pintaba de carmín, y sentía el rostro desapacible .
La verdad es que estaba realmente molesta y no quería ocultarselo a mi madre.
Con brusquedad me incorporé de la silla metálica haciéndola raspar sobre el piso.
Los ruidos estruendosos molestaban mucho a mi madre, no fue casualidad la acción que realicé.
Le dedique una irónica sonrisa de desagrado y salí hecha furia hacia mi habitación.
Antes de dar la vuelta al pasillo mi madre dijo en tono lírico.—No olvides tu uniforme—
...----------------...
La vibración del móvil hizo desaparecer aquel horrible recuerdo.
Con la bilis en el estómago tome el móvil y revise el contenido del mensaje
Tia Rey 💕
Estoy al tanto de que tu vuelo aterrizó hace 4 horas. Aún no sé si estás instalada en tu departamento.
El doctor de Eder adelanto la visita 1 hora. ¿ Crees poder llegar a tiempo?.
lo siento.
.
.
.
»¡Genial! Tengo 40 minutos para llegar al hospital, lo que es aún peor; no conozco la cuidad;será mejor apurarme «
tome mi bolso y salí del departamento
Llego a la portería tarareando mi canción favorita.
»¡Que ojos tan preciosos!« pienso al ver de soslayo al anciano que barre las escaleras.
Me dirijo a recepción pero no hay nadie, busco con la mirada pero solo logro ver a aquel anciano el cual viste un peto de mezclilla azul, que sin duda hace ver su figura más voluminosa y regordeta
Con nerviosismo me acerco a él y tartamudeo —B-buen día, llegue hace unas horas, me hospedo en el departamento 6-22. Sucede que estoy en busca de mi automóvil. Tal vez no me ubique, quien me entrego las llaves del departamento era un chavo. Con esto no me refiero a que usted esté viejo, si no que era un joven.... más joven— sin duda mi habilidad no es hablar
—El joven de la mañana es mi nieto Ricardo, ambos somos los responsables del cuidado del edificio. Él se encarga por las noches, yo por el día. Estas son las llaves de su auto, llegó ayer por la tarde.— Se dirigió a recepción tomo unas llaves y las extendió hacia mi.
En sus manos tenía un sin fin de pequeñas pecas— Enseguida la conduzco a la plaza donde se ubica su automóvil. Mi nombre es Francisco, todos me llaman Don Paco.—
El hospital estaba muy cerca, solo me tomo veinte minutos en llegar a la entrada principal.
Pero se me presentó otro inconveniente. ¿Cómo encontraría el área de hospitalización de mi primo?, me restan solo 15 minutos.
Afortunadamente un camillero amable se ofreció a guiarme, casualmente su destino era a dos salas
—Aquí es.— dijo el camillero sin detener su andar.
Entre con sigilo, lo primero que ví fue el rostro de Eder el cual se veía en completa armonía observando la vista que le ofrecía el gran ventanal. Este estaba sobre una camilla con sábanas blancas limpias y pulcras. Quizá por el color su semblante parecía decaído y palido, además se le veía más joven por su delgadez.
Saludé en un tono más alto del que pretendía— Hola, siento la tardanza juro que me apresuré pero no reconozco la cuidad. ¿El doctor ya llegó?—
—Acaso ¿Vez a alguien más aquí?— Respondió Eder con sarcasmo, malhumorado — El Doctor Del Valle quiso jugar contigo a las escondidas. No saldrá hasta que lo encuentres—
Eder seguía siento el mismo idiota que recuerdo. No ha cambiado en los doce años que teníamos de no vernos.
Un hilo de voz dulce interrumpió la tensión que se sentía en la habitación. La tía Rey—Toma asiento— Ella golpeó con la palma de su mano una silla justo a lado de ella, yo obediente acaté su orden—Del Valle no debe de tardar, quizá anda con otro paciente. Fue muy lindo de tu parte dejar tu vida para venir a cuidar a Eder. Jamás tendré como pagartelo.—
Rey siempre se caracterizo por ser linda y amorosa, por ello, cuando abandoné la capital entre en cuadro depresivo.
¡Era difícil permanecer en un lugar sin compañía y amor!
La respuesta no salió de mi boca ya que dos personas entraron a la habitación.
Del Valle era un hombre físicamente fuerte y alto de aproximadamente 35 años. Su piel bronceada resaltaba su deslumbrante sonrisa blanca además de sus ojos, los cuales no podía especificar que tono eran; si se decía verdes o azules sería lo correcto
El doctor indico las instrucciones personalmente, curo la herida de Eder frente a mis ojos.
—¡Es así como debes hacerlo— Dijo e inmediatamente me dedico una muy linda sonrisa.
A la chica que lo acompañaba, no le causó nada de gracia.
Yo la ignore y analice la herida, en el brazo tenía una incisión de unos quince centímetros, era sorprendentemente grande, apenas una capa de tejido cubria el hueso.
De ella no salía sangre a montones, se debía a la cauterización de los tejidos.
Del Valle no dejaba de verme con sus hermosos ojos, lo que estaba provocando que mi piel se pintara de carmín.
Coloco un apósito en el vendaje y caminó hacia el computador, donde tomo asiento frente de el y comenzó a teclear sin apartar la mirada de mi.
Yo tomé asiento junto a Rey.
¿Cómo se atrevían a verme así?.
Del Valle con morbo y Bertha, su compañera, con desprecio.
Una pesada tensión se palpitaba en la habitación. Del Valle musitó—La señora Reyna me habló mucho de ti, además de que estudie tus documentos ¿Puedo llamarte por tu nombre?—
»¡No!«
La furia consumía mi ser, me revolcaba en el caluroso bochorno, sin embargo por fuera estaba en completa serenidad —Por favor, llámame Sia—
—Con gusto Sia. Tengo que aclarar que tu nombre es hermoso y nada común. Jamás lo había escuchado.
Estas son las instrucciones del cuidado de los alimentos, No carnes rojas, Ni cigarrillos o mucho menos drogas. Anexé las recetas con los medicamentos, dos de ellos controlados;si tiene inconveniente llámame. Mi número está al final de la receta.— El doctor me entrego en las manos un par de hojas — Lo digo en serio. Si requieren alguna aclaración, tienen duda u olvidó llámame. O si requieren una cita.—
De rojo carmesí pase a rojo Borgoña y no crean que fué por el cumplido.
No es que sea una experta en hombres, sin embargo entendía perfectamente cuando los hombres te dan "Flores Y Corazones" solo para obtener tus bragas
Seguro que Rey noto mi molestia, ella me conocían mejor que mi madre.
Rápidamente irrumpió—Doctor Del Valle, es un halago, sin embargo los viejitos de la clase de danzón me tienen muy ocupada. Tendrá que esperar algunos días, yo personalmente le llamaré.—
Del Valle inundó la habitación con sus fuertes carcajadas, en ellas pude notar la vergüenza que le causó el comentario de Rey. Se despidió con la mano y salió junto a Bertha.
Pensé que me había librado de él, pero no fue así, a los pocos segundos asomó la cabeza para musitar en total silencio un "Llámame", después de ello se marchó
—¡Vienes con todo!— se burló Eder — Desde hoy servirás de algo, ya no tendré que pagar consulta—
¡No pues... me prendieron la mecha!
Al ver mi reacción Rey interrumpió rápidamente— Será mejor que nos demos prisa, la casa es más cómoda que un hospital—
......................
...”Terraza Betancourt"...
El letrero del restaurante era risible comparándolo con lo que se encontraba dentro.
Las sobras del restaurante empeoraron mi estado de humor, el restaurante se encontraba en las ruinas, caería en cualquier momento.
»Sin duda este es uno de mis peores días«
Rey heredó el restaurante de la abuela cuando murió, hace 20 años que ella está al mando. Recuerdo que desde pequeña fue un lugar muy concurrido y lleno de risas, aquí pase momentos inolvidables.
***
—¿De dónde obtuviste el agua para preparar está jarra con agua de limón?— La tía Rey me preguntó con la mano en la cintura.
Intuía que algo estaba mal, cabizbaja la guíe al lugar donde llene la jarra
Rey se acunclilló para estar a mi nivel, pasó su delicada mano por mi cabellera y añadió —Sia, esa agua no esta purificada, puede causar dolor de pancita o daños a la salud— Sentí el calor se su pecho al abrazarme — Por allá está el agua que Sí se debe tomar. Ahora cada que quieras colaborar en el restaurante puedes pedir ayuda—
Me guiñó un ojo y me guió hacia el área donde se encontraba el agua purificada
****
Amargamente sonreí ante tal recuerdo, pasaba mi dedo índice por la barra de bebidas la cual estaba completamente polveada arrumbada en un rincón.
Sumida en la tristeza recorrí cada parte del restaurante percatandome que todo estaba en perfecto deterioro.
Detrás de dos puertas corredizas pude escuchar la voz de Rey, note desesperación.— Prometo que pagaré en cuanto Anthony me de plata, por favor no se valla—
— De acuerdo, de lo contrario me quedaré con lo que queda del restaurante, aparte no pagaré alquiler por 6 meses tomandolo como mis prestaciones de ley— Chillo una voz desconocida.
La ira que contuve durante mucho tiempo volvió a apoderarse de mí cuerpo, empuje las puertas para averiguar quién era la otra persona.
Dos mujeres pusieron su atención en mi, la tía Rey y otra.
— Señora no es necesario que de amenazas a Rey, en 10 minutos la espero en la oficina para liquidar el saldo que se le debe; además de sus prestaciones de ley, bonus de productividad y finiquito. Gracias por sus servicios— Escupí tan rápido que no di tiempo de objetar a alguna de las dos.
¡El coraje que sentía se aplacó un poco!.
Ambas personas me observaban lo que inmediatamente me hizo sentir culpable. Yo era una chica bondadosa y tranquila.¿Cómo pude haber tratado así a una persona?.
Sin duda la mirada que Rey me dedicaba no ayudaba mucho. Me afligí al notar su decepción. Ella crío una Alessia de valores y buenos modales.
¿Qué pasó con ella?, ¡Fácil!. No me gustan las injusticias
Rey puso sus ojos en una fina línea, rápidamente note que mi presencia no era adecuada.
Salí del restaurante con pasos presurosos y me dirigí a una jardinera que estaba frente al restaurante.
Mis manos estaban hechas puño, coraje y frustración rondaban dentro de mi
Al doblar en la esquina vislumbre las canchas deportivas donde un grupo de chicos, reían a carcajadas y bebían de botellas de cerveza.
Un hombre en particular logro llamar mi atención, Eder.
— ¡Grandísimo holgazán!, si no fuera por la tía Rey ya me hubiera largado de aquí!— Musité en tono bajo, solo yo pude escucharme.
Me instale en la banca más remota de la jardinera, dónde nadie podía verme, a menos que una persona se acercara lo suficiente.
Era conveniente, por un lado me ocultaba de la gente y por otro el precioso árbol de jacarandas me cubría de los rayos del sol
La escritura siempre fue un medio para comunicar mis sentimientos.
Del bolso que traía colgado en el hombro izquierdo tome un pequeño cuaderno y bolígrafo
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...Puedo apreciarlo en cualquier rincón; mi vecina, la señora Tulitas lo hace regando sus plantas todas las mañanas,además de platicar con ellas....
...Cuando una madre va al colegio junto con su hijo reprendiendolo por no haber hecho sus deberes escolares....
...En el perrito callejero que mueve sin cesar su cola, más que un trozo de comida busca una caricia que lo reconforte....
...Algo intangible del cual nos olvidamos pero que es muy importante para la supervivencia. Pocas personas se percatan de que existe, quién no logra hacerlo , busca por doquier siendo egoísta en quererlo encontrar en alguien más, sin embargo necesita abrir su corazón para darse cuenta de que lo tiene más cerca de lo que cree......
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—Tienes mucha razón, el amor nos rodea todo el día y que la mayoría de las personas pasamos por alto— Una voz desconocida hizo brincar mi cuerpo, instintivamente tome mi cuaderno y lo lleve al pecho para ocultar la escritura.
El calor ascendió se la punta de mis pies, hasta la última fibra capilar de mi cuero cabelludo.
Mi piel se pinto color carmín, además personal capacidad del habla
Es fácil adivinar cuando una persona está en Shock, pues yo me encontraba con ese conflicto. No sabía si se debía a qué alguien había leído uno de mis escritos, lo cual no permitía o si era por qué alguien los había entendido con claridad.
— Alessia Velarde ¿Cierto?— Pregunto la persona que me miraba a los ojos
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Amigxs les agradecería infinitamente si dejan su me gusta, ¡claro si es que así es!.
Además no se olviden de seguirme y pinchar el botón de "Seguir" que se encuentra en la parte inferior de la novela
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