Paulo Martínez: 28 años. Es un chef decicado a triunfar en su carrera. Sus padres son de clase trabajadora. Su madre Verónica secretaria de un médico cirujano y Carlos, su padre, trabaja en el banco más importante de la ciudad. Es el mediano de sus hermanos, recientemente se fue a vivir solo a un modesto apartamento. No tiene compromisos serios, no cree en las relaciones de pareja ni en el amor eterno después de que hace muchos años una mujer rompió su corazón.
Bárbara Levin: 28 años, hija menor del matrimonio más poderoso de Boston. Su padre Marcus dueño del banco más prestigioso y su madre Amy modelo profesional retirada dueña de una importante línea de cosméticos y perfumería. Su hermano Andrew trabaja junto a su padre y es muy exitoso mientras que ella... no tiene empleo, odia el trabajo y esfuerzo. Siempre tuvo lo que quiso. Novia de Matthew desde hace 5 años pero un poco insatisfecha en su relación.
Barbara
Paulo
11 AÑOS ANTES
-Amiga ya te lo dije, si no apruebo ese trabajo práctico de química tendré que rendir la materia en vacaciones y no obtendré mí diploma, mí padre me matará- le decía Bárbara a Kim, su mejor amiga
-Ush es que ese viejo no aprueba a nadie a menos que estudie y tu no eres precisamente su preferida, ¿Que harás?
-No lo sé, no me perderé la fiesta por hacer ese estúpido trabajo, a menos que le pida ayuda a... ese iugh- puso cara de asco mientras miraba hacia el lado del nerd
-*Sabes que él está enamorado de ti Barbie, podrías convencerlo para que te haga el trabajo a cambio de algo... ya sabes...
-Lo haré, aunque jamás me acostaría con ése, antes me hago lesbiana*- ambas rieron
Bárbara se acercó a Paulo Martínez, el chico más listo del instituto, quien estudiaba allí por una beca muy importante. Alguien que era motivo de burlas por su sobrepeso y por no tener la condición social de sus compañeros
-*Hola, ¿Cómo estás?
-¿Me hablas a mí?
-¿Ves a alguien más? Me preguntaba si podíamos hablar en privado*- se acercó muy provocadora y lo llevó al cuarto de limpieza dónde se encerró con él
-¿Que...que... hacemos aquí?- habló nervioso mientras miraba a la chica más hermosa de quién llevaba años enamorado
-Verás, si no apruebo química no obtendré mí diploma y tendré que venir a rendir en vacaciones y tu eres el mejor en eso, ¿Podrías hacerlo por mí? Yo a cambio te daré algo muy especial- dijo depositando un suave beso en los labios del chico
-Lo haré- se acercó a ella para besarla pero abrió la puerta y salió
Minutos después le envió un mensaje con el día que recogeria su trabajo, hora y lugar.
Paulo trabajó una semana entera esforzándose al máximo por su amada Barbie quien mientras él estudiaba estaba de fiesta en fiesta divirtiéndose.
Llegado el día se encontró con él quien le dio prolijamente una carpeta que contenía un trabajo excelente y esperó su recompensa.
Bárbara se acercó, lo besó suavemente, le quitó su playera, lo hizo acostar en la cama y cuando estaba por desnudarse se puso de pie
-Jamás estaría con un gordo y pobretón como tú, ¿Acaso no me ves? Me das asco, gracias por el trabajo, esto es todo lo que tendrás de mí- lanzandole un beso se fue
Paulo estaba decepcionado, sintiéndose miserable y estúpido. En el instituto al día siguiente Bárbara entregó el trabajo y lo miraba riendo.
Acabaron el curso y con mucho sacrificio se fue a una ciudad cercana a estudiar para convertirse en chef. Sus padres lo apoyaron al máximo pero el además comenzó a ejercer pequeños trabajos que le permitieran ahorrar
Cuando finalmente acabó su carrera volvió a casa. Donde antes había sobrepeso ahora había músculos. Cambió su estilo de vida totalmente. Buscó trabajo en varios sitios pero al no encontrar puso un puesto callejero. En casa de sus padres horneaba y vendía postres y así fue ganándose la vida hasta que logró poner su propio restaurante que poco a poco fue creciendo y ampliándose.
Actualidad
-Ya estamos cansados de ti, siempre nos pones en vergüenza y debemos pagar y solucionar todas tus estupideces, tienes 28 años, ¿Cuando piensas madurar?- la confrontó su padre
-*Papá no es para tanto
-¿No es para tanto? Mí propia hija en la portada de las revistas más importantes golpeando a otra mujer y ocasionando destrozos. Te mandé a trabajar al banco y no sirves para nada, ni siquiera una copia pudiste hacer bien, además trataste mal a todo mí personal y te fuiste con ese bueno para nada
-Papá no le digas así, se llama Matthew, es mí novio y lo amo
-Bueno como tu digas. Desde hoy tus tarjetas tendrán un límite que deberás cuidar si quieres comer todo el mes, te mudaras a un pequeño apartamento y te ganarás la vida por un mínimo de seis meses
-De ninguna manera
-¿No? Entonces terminas inmediatamente con ese novio tuyo y te casas con el hijo de un empleado mío
-No, me niego. No puedes hacerme esto, soy tu hija ¿Ya no me quieres?
-Lo hago porque te quiero. No tienes estudios, ni un oficio, no te interesa nada más que tú y gastarte mí dinero. Debes aprender a valorar lo que tienes y ese modo es que aprendas a ganarte la vida
-¿Donde trabajaré?
-Hermanita yo tengo un lugar donde te contratarán seguro, luego me agradeces*
Bárbara
-¿*De qué se trata el trabajo?
-Bueno el único lugar donde pueden contratarte sin experiencia es en el restaurant del hermano de un amigo así que ahí irás
-Debes estar bromeando
-Me temo que no hermanita, si quieres ir a una oficina de recepcionista o algo sabes bien que no te contratarán
-Está bien pero espero que no se le ocurra ponerme a limpiar
-Ya nuestro padre sabe dónde trabajarás así que tendrás que mantener ese empleo cueste lo que cueste y si de limpiar se trata te recomiendo que no te quejes y respeta a los demás
-Hay no por Dios, debes estar bromeando. Espero que al menos sea un bonito lugar y que nadie me reconozca. Se nota que te encanta que sufra ¿Cierto?
-No es nada personal Barbie pero últimamente no haces nada bien. Cumplirás treinta años y aún no sabes que hacer con tu vida, no avanzas ni en tu relación y vienes de escándalo en escándalo. De algún modo debes madurar, no se con quien planeaba casarte nuestro padre pero si no aceptaste por tu novio tendrás que trabajar
-Bien-, iré al mugroso sitio y lo haré ¿Conforme?
-Asi se habla, tengo fe en ti*
-¿*Que es este vecindario de cuarta? ¿Por qué estamos aquí?
-Es dónde papá dispuso que vivirás
-Debes estar bromeando
-No, justamente aquel será tu departamento. Tercer piso letra A. Me voy tengo cosas que hacer*- la dejó y se fue a toda marcha
-No puede ser, no no no, ¿Por qué?
Entré luego de casi quebrarme un tobillo al edificio, ni siquiera tenía ascensor ¿Por qué? Ahora debía subir interminables escaleras que ni siquiera estaban limpias y a juzgar por lo que se ve no debía tocar nada porque hasta las paredes estaban sucias.
Tercer piso, finalmente. Llave en mano y miro las tres puertas marrones que hay. A y B están juntos, C está más separado. Solo espero que mis vecinos no sean traficantes ni nada parecido.
Tomo un pañuelito de mí bolso, desinfecto la manilla de la puerta y abro. Oh por Dios, ¿Por qué a mí? Mí baño es más grande que todo este lugar que carece de estilo, limpieza, buen gusto, decoración y muchas más cosas. Hay un sofá viejo, una mesa que se mueve, las sillas no son confiables, la nevera tiene marcas de dedos y suciedad. La habitación tiene una cama que aunque no es de lujo puedo ver qué es nueva. "Disfrutala, tu hermanito preferido" la nota que dejó en ella, no tengo más hermanos tampoco.
Llamo al banco y efectivamente mis tarjetas tienen un triste límite que no me alcanzaría para un solo día, mucho menos para todo un mes.
-Hola cielo ¿Cómo estás? ¿Nos veremos ésta noche?- mí amado Matthew
-*Amor me encantaría pero tu tendrás que recogerme porque tuve un problema
-¿Te busco en tu casa?
-No, yo te mando mí ubicación. Te espero*
Retoco mí peinado, aplicó unas gotas de mí perfume y salgo. Matthew ya se encuentra fuera y me acerco a su auto deportivo
-*Te extrañé
-Yo a ti muñeca*
Vamos al motel de siempre, entramos besándonos a la habitación y solo ruego que al menos ésta vez todo vaya bien
-No sabes cuánto te deseo- Me dice mientras me saca la ropa
-Muero por qué me hagas tuya, te necesito tanto
Cuando estoy en ropa interior, aparta mí braga de encaje hacía un lado, se coloca un preservativo e ingresa en mí. Me desanimo instantáneamente porque ni siquiera tocó mis pechos ni hizo nada más.
Intento disfrutar pero no hago más que fingir, será otra vez que no tendré un ******* porque él no aguanta lo suficiente ni me excita como espero
Pasan cinco minutos desde que se puso el ****** hasta que fue al baño y lo arrojó a la basura. Vuelve conmigo, se viste, me besa
-*Me encantó amor, vístete que tengo cosas que hacer
-Si, dame un minuto*- respondo desanimada
Conduce hacía el lado de mí nuevo hogar o castigo, me deja y cuando bajo del auto sale a máxima velocidad. Otra vez que me quedo insatisfecha. Abro la puerta, cierro y camino a la habitación donde me arrojo a la cama y me duermo luego de dar mil vueltas.
Me despierto dos horas después por ruidos en la pared. "Oh si, así así, más, ahhhhh" gritos y gemidos de una mujer, golpes de una cama contra la pared, lo único que me faltaba. Que suerte la mía, yo con tan poco y a la vecina le dan sin piedad.
Luego de una buena mataron se durmió mí vecina y yo cerré mis ojos. Dos horas después la alarma, primer día de trabajo.
No hay desayuno, no se preparar ni un té, me visto con un jean, un top y zapatos de tacón, maquillaje suave solo resaltando mis ojos y mis labios, tomo mí bolso y salgo. Voy al lugar que marcaba mí GPS del móvil y llego agotada, casi un kilómetro de distancia tenía. t
Paulo
-*Hijo nos gustaría verte sentar cabeza, estamos muy orgullosos de ti y de todo lo que has logrado pero ¿No crees que te hace falta algo más?
-Mamá, la verdad que lo único que me hace falta es progresar, trabajar más, crecer un poco más profesionalmente. Aún soy joven y tengo sueños por cumplir
-¿No te gustaría tener una mujer a tu lado?
-Tengo la noche que desee una mujer en mí cama, no necesito más. ¿Por qué insistes tanto con lo mismo?
-Hijo hay alguien que busca un esposo para su hija, me dijo que es muy bonita. Su familia es muy buena aunque ella les ha dado algún dolor de cabeza, además solo sería un tiempo
-Papá no me voy a casar, no me importa que sea una miss universo, me da exactamente igual
-Al menos lo intentamos*
Ahora que poco a poco voy alcanzando mis sueños quieren ponerme una piedra en el camino, ni más ni menos que una esposa y encima desconocida. Ni en un millón de años.
Tengo dos carros de comida rápida en la calle que son propios con dos empleados trabajando en ellos, no me haré rico con ellos pero algo es algo y todo ingreso ayuda.
Mí restaurant trabaja bastante los fines de semana, aún estoy pagando facturas de la ampliación pero confío que pronto saldare todo.
Cómo no tengo dinero para gastar en abundancia fue que alquile un pequeño apartamento muy modesto donde pueda traer mis aventuras porque a casa de mis padres no llevaría una amiga de esas.
Trabaje y llegue tarde, Virginia pasó a recogerme por el restaurant y vinimos a pasar la noche sin dormir. Ella es una diosa en la cama, no es un diez físicamente pero me complace como ninguna, además es insaciable y soporta mí ritmo. Ella grita, gime y me fascina, nada más excitante que eso en la cama.
Cuando se fue finalmente dormí. No iría al restaurant, siempre estoy los fines de semana presente porque es ahí cuando hay que cocinar en cantidad.
Mí hermano me pidió que contrate a una chica que de penitencia debo mantener seis meses, seguro es una inútil. Lo único bueno es que no tendré que pagarle un sueldo porque su propia familia se encargará ello. ¿Será un extraño programa de rehabilitación? ni idea solo ruego que sepa hacer algo y no acabe con mí cocina.
-Pau, aquí está la nueva empleada, ¿Que trabajo le doy?- Mariana me preguntó, la chica encargada de los desayunos
-¿*Que sabe hacer?
-Espera un minuto. Ahora sí, es una riquilla, no sabe hacer nada
-Bueno debe estar con nosotros seis meses y no debemos pagarle porque su familia se encargará, es algo así como un extraño favor pero no comentes nada. ¿Que sugieres que haga?
-La pondré a limpiar mesas mientras, luego si no sirve en eso no se que pueda hacer con ella
-El fin de semana la veré, si llegas a necesitar ayuda antes me llamas
-Tranquilo jefe, está todo bajo control*
¿Que **** hace una niña rica en mí restaurant? Sin dudas será interesante tenerla allí, si está dispuesta a aprender estaremos bien, pero sino... puedo complicar un poco sus días mandándola a hacer algunos trabajos que le serán menos agradables
Mientras tanto en el banco...
-Ya Barbara está en su nuevo trabajo- comentó su hermano a su padre y al del nuevo jefe de su hermana
-Será interesante- dijo su padre riendo- *debe estar queriendo matarme justo ahora
-Solo espero que mí hijo no le haga la vida imposible, odia la gente adinerada que se cree superior a los demás*- habló don Martínez con preocupación
-*Tú no te preocupes, si mí hija destroza algo yo lo pagaré y solo espero que tu hijo pueda darle una lección de humildad
-Hay padre, no sé si Bárbara aprenda algo a ésta edad pero será divertido. Pronto tendremos noticias suyas
-Tambien lo creo yo, veremos quién llega con quejas antes si Levin o Martínez*- todos rieron
Lo que no sabían era que ellos dos se conocían y el pasado que existía entre los dos. Cualquier cosa entre los dos podía suceder y tenían seis meses para soportarse. Lo más probable era que se declaren la guerra porque además de jefe y empleada eran vecinos. Sus familias habían planeado todo perfectamente...
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