Viaje,
peleas y encuentro.
Una semana
después.
Dylan.
Una semana
pasa tan rápido y más si al final de estas tendrás que despedirte de tu vida
para empezar una nueva. La desesperanza me embarga no sé qué hacer no me
quiero ir y dejar todo lo que me recuerda que ella fue real que lo que viví no
fue solo un sueño y que cada detalle feliz siempre estará conmigo.
Esta semana
no he ido al instituto ¿Por qué? Simple mi padre decidió que lo mejor sería
preparar todo con anticipación y así no habría retrasos creo que es el que está
más interesado en abandonar la casa, la ciudad, el país y hasta en mismo
continente.
Suspiro por
no sé ¿quinta, sexta vez? Quien lleva la cuenta de eso. Mis ojos se llenan de
lágrimas cada vez que recuerdo a mamá y que ya no poder estar en la casa que
con tanto amor ella decoró tampoco en el jardín que juntas cuidamos.
El tiempo
pasó tan rápido y hoy partimos hacia Canadá con esa bruja de Alison nada más de
pesar en ella se me revuelve el estómago. Ags no la soporto y sé que únicamente busca
a papá por interés bruja desgraciada a, pero yo te haré la vida imposible.
Pensé decidida
y claro que lo haré no sabe de lo que soy capaz de hacer con tal de salir con la
mía.
Mis maletas
estaban listas el vuelo está programada y en dos horas salía. No había de que
despedirme siempre he sido solitaria y nunca tuve un amigo realmente talvez
solo conocidos con los que alguna vez cruce palabras, pero que cuando más los
necesite se olvidaron de que yo existía.
Pero eso ya
no importa jamás me importo solamente me dolía irme del hogar donde crecí y donde los
recuerdos de mi madre aún se mantienen vivos, pero eso, papá no lo entendía más
ahora que tiene nueva novia.
—Espero que
ya estés listas— hablo mi padre con su atención en el celular —por qué en una
hora saldremos hacia el aeropuerto— dejando y se fue sin mirarme.
No sabía
que hacer estaba decidida a desgraciarle la vida a Alison, pero con la mía no tenía
ni idea como iba a acabar.
¿Talvez sea
monja? Y me convierta en la novicia rebelde.
¿O me
convierta en estríper en las noches? Uff y capas que a papá le da un infarto.
¿O me fugue
con el amor de mi vida para vivir felices para siempre? Por favor ni novio
tengo.
Sin duda peor suerte no puedo tener.
Y justo a
al pensar esto me voy de lleno contra la muerta mi nariz la recibió con mucho
gusto.
—Auch—
exclame ante el dolor que se extiende hacia mi cabeza, y vuelvo a quejar bajo y
reprimo las ganas de llorar para así encaminarme al auto de papá que me espera
junto a su noviecita.
Una nueva
vida comienza, pero la mía no tiene ningún rumbo y me siento perdida en mi
propio mar.
Tiempo después.
Estaba en
un lago viendo el hermoso atardecer cuando siento que alguien me empuja y caigo
de lleno a este cuando tratado de nadar para tomar aire recuerdo que lo sé
hacer así que entro en pánico y trate de salir con estúpida del agua. Seguro y
me veo como una loba dando manotazos a diestra y siniestras.
Cuando
siento que la vida se me va de las manos unos brazos me sacas del agua y empiezo
a toser como un gato en busca de sacar su bola de pelos o como el perro de mi vecino
cuando se come una croqueta y le queda atorada.
—lo siento—
dijo una voz en mi oído no podía reconocer al dueño, ya que escuchaba distorsionada
y cuando trato de ver su rostro ¡pero valla! Tampoco lo veo por qué una mancha lo cubre ¿estoy en un rehalí ti y no puedo saber quién concursa?
—Te perdonó
si más das un beso— ¿dije yo eso? Diablos señorita me desconozco.
—Todos los
que tú quieras— respondió y se acercó lentamente hacia mí.
¡O dios mío
la va a besar! ¿O me va a besar? No importa, pero que lo haga.
Está cerca
muy cerca sus labios sé juntas ellas o yo cierra los ojos y…
—En Canadá
ya estás inscrita en el colegio— me despertó mi padre.
Lo vi de
mala manera estaba a punto de tener mi primer beso, aunque sea en sueño siempre
cuenta y él me lo arruino y hoy no poder dormir para continuarlo. No le respondí
nada ante lo dicho por qué estaba molesta.
~Rayos~ me
paso la mano por el rostro estresada no sabía cuentas hora duraría el viaje y
no quería pregunta sé que el sueño ya se me espanto y hoy quiero llorar ¿Por
qué me pasa esto a mí?
\~\~\~
¡O vello
Canadá! ¿Por qué estabas tan lejos? Ya no siento mi trasero si antes lo tenía
como tabla hoy quedo impreso como una.
Yo amo el frío,
pero en este lugar es una maldita congeladora ¡Por dios! Tiemblo ya que mi
abrigo no me brinda el calor que necesitó y la delgada camisa tampoco ayuda.
Veo a
Alison bajar con enorme abrigo y papá con uno igual, pero en las manos de Alison
hay otro fruncí el ceño al verla caminar hacia mí.
—Toma hace
mucho frío y eso que traes puesto será mejor que lo botes a la basura— por un momento
pensé en aceptarlo, el que traía era uno de los que mi madre me había regalado y decir
que es mejor que lo vote es el colmo.
Alce mi barbilla
orgullosa y me prepare para responder esta zorra no sabe de qué soy capaz.
—Quizás el frío te ayude a ti a que te resistan las neuronas que te quedan para que te
hagan entender que no necesito nada de una zorra como tú— le dije y ella se le
cristalizaron los ojos por un momento no entendí y solo fue hasta que un tirón en
mi brazo me puso alerta, pero al ver a mi padre todo estaba claro ¡esa! Lo hizo
a propósito.
—¡¿Por qué
no puedes ser amable con Alison? ¡Ella quiere ser una amiga para ti y tú te
portas como una niña caprichosa y maleducada ¿así es como te educo tu madre? —
pregunto y cada vez que hablaba el agarre en mi brazo aumentaba hasta el punto
de provocarme dolor —¿Cuándo fue que cambiaste tanto? Si es porque tu madre ya
no está entonces tienes que aprender a superarlo ¡ella ya no regresara! ¡Por qué está muerta! Entiéndelo— y esa fue la gota que derramo el vaso.
Me solté de
su agarre con brusquedad mis ojos se pusieron llorosos era increíble como él ya
había superado creo que la esperanza de que el aun recordara a mi madre aún
estaban ahí, pero hoy me ha quedado claro que no hay nada que se pueda hacer él
ya hizo su vida.
Unas lágrimas
cayeron, pero me las quité con rapidez odio verme débil ante los demás. Papá me
veía con el ceño fruncido y un signo claro de molestia el brazo donde me tenía
sujeta me dolía apreté mis puños y me trague las sartas de palabras que le
quería decir no caería tan bajo de pelear en un aeropuerto ms y Alison escucha
todo lo que le diga.
—Entiendo
padre si no tienes más decir es hora de irnos— le dije y desvié mi mirada por
más lágrimas amenazaban con salir.
Ser
indiferente ahora es mi pan de cada día así que no será difícil ser en este
nuevo. Papá dijo que afuera estaría la persona que nos llevaría a nuestra nueva
casa, pero creo que solo se refería a él y a Alison porque no dejaba de verla
al decirlo.
Con la mirada
gacha empecé a caminar siguiéndolos no sabía que el aeropuerto fuera tan grande, pero no le tome importancia y seguí cuándo levante la vista me di cuenta de que ellos no estaban y que yo estaba perdida ¡o genial!
Ya me perdí
¿ahora que hago? Seguro papá, me buscará si es que se dio cuenta de que me perdí.
Así que me sentaré a esperar,
Una hora
después.
El frío era
cada vez peor y nada más veía pasar a las personas con grandes y gruesos abrigos
mientras yo me estaba congelando no sé cuanto tiempo podre durar así, pero sé
que no será mucho.
Al decidir
esperar a papá pensé que no pasara tanto para que él apareciera preocupado. Pero
me equivoqué ya una hora y no llego mi decepción es aún mayor creo que papá al enterrar
a mamá también enterró a su hija.
Viaje,
peleas y encuentro.
Una semana
después.
Dylan.
Una semana
pasa tan rápido y más si al final de estas tendrás que despedirte de tu vida
para empezar una nueva. La desesperanza me embarga no sé qué hacer no me
quiero ir y dejar todo lo que me recuerda que ella fue real que lo que viví no
fue solo un sueño y que cada detalle feliz siempre estará conmigo.
Esta semana
no he ido al instituto ¿Por qué? Simple mi padre decidió que lo mejor sería
preparar todo con anticipación y así no habría retrasos creo que es el que está
más interesado en abandonar la casa, la ciudad, el país y hasta en mismo
continente.
Suspiro por
no sé ¿quinta, sexta vez? Quien lleva la cuenta de eso. Mis ojos se llenan de
lágrimas cada vez que recuerdo a mamá y que ya no poder estar en la casa que
con tanto amor ella decoró tampoco en el jardín que juntas cuidamos.
El tiempo
pasó tan rápido y hoy partimos hacia Canadá con esa bruja de Alison nada más de
pesar en ella se me revuelve el estómago. Ags no la soporto y sé que únicamente busca
a papá por interés bruja desgraciada a, pero yo te haré la vida imposible.
Pensé decidida
y claro que lo haré no sabe de lo que soy capaz de hacer con tal de salir con la
mía.
Mis maletas
estaban listas el vuelo está programada y en dos horas salía. No había de que
despedirme siempre he sido solitaria y nunca tuve un amigo realmente talvez
solo conocidos con los que alguna vez cruce palabras, pero que cuando más los
necesite se olvidaron de que yo existía.
Pero eso ya
no importa jamás me importo solamente me dolía irme del hogar donde crecí y donde los
recuerdos de mi madre aún se mantienen vivos, pero eso, papá no lo entendía más
ahora que tiene nueva novia.
—Espero que
ya estés listas— hablo mi padre con su atención en el celular —por qué en una
hora saldremos hacia el aeropuerto— dejando y se fue sin mirarme.
No sabía
que hacer estaba decidida a desgraciarle la vida a Alison, pero con la mía no tenía
ni idea como iba a acabar.
¿Talvez sea
monja? Y me convierta en la novicia rebelde.
¿O me
convierta en estríper en las noches? Uff y capas que a papá le da un infarto.
¿O me fugue
con el amor de mi vida para vivir felices para siempre? Por favor ni novio
tengo.
Sin duda peor suerte no puedo tener.
Y justo a
al pensar esto me voy de lleno contra la muerta mi nariz la recibió con mucho
gusto.
—Auch—
exclame ante el dolor que se extiende hacia mi cabeza, y vuelvo a quejar bajo y
reprimo las ganas de llorar para así encaminarme al auto de papá que me espera
junto a su noviecita.
Una nueva
vida comienza, pero la mía no tiene ningún rumbo y me siento perdida en mi
propio mar.
Tiempo después.
Estaba en
un lago viendo el hermoso atardecer cuando siento que alguien me empuja y caigo
de lleno a este cuando tratado de nadar para tomar aire recuerdo que lo sé
hacer así que entro en pánico y trate de salir con estúpida del agua. Seguro y
me veo como una loba dando manotazos a diestra y siniestras.
Cuando
siento que la vida se me va de las manos unos brazos me sacas del agua y empiezo
a toser como un gato en busca de sacar su bola de pelos o como el perro de mi vecino
cuando se come una croqueta y le queda atorada.
—lo siento—
dijo una voz en mi oído no podía reconocer al dueño, ya que escuchaba distorsionada
y cuando trato de ver su rostro ¡pero valla! Tampoco lo veo por qué una mancha lo cubre ¿estoy en un rehalí ti y no puedo saber quién concursa?
—Te perdonó
si más das un beso— ¿dije yo eso? Diablos señorita me desconozco.
—Todos los
que tú quieras— respondió y se acercó lentamente hacia mí.
¡O dios mío
la va a besar! ¿O me va a besar? No importa, pero que lo haga.
Está cerca
muy cerca sus labios sé juntas ellas o yo cierra los ojos y…
—En Canadá
ya estás inscrita en el colegio— me despertó mi padre.
Lo vi de
mala manera estaba a punto de tener mi primer beso, aunque sea en sueño siempre
cuenta y él me lo arruino y hoy no poder dormir para continuarlo. No le respondí
nada ante lo dicho por qué estaba molesta.
~Rayos~ me
paso la mano por el rostro estresada no sabía cuentas hora duraría el viaje y
no quería pregunta sé que el sueño ya se me espanto y hoy quiero llorar ¿Por
qué me pasa esto a mí?
\~\~\~
¡O vello
Canadá! ¿Por qué estabas tan lejos? Ya no siento mi trasero si antes lo tenía
como tabla hoy quedo impreso como una.
Yo amo el frío,
pero en este lugar es una maldita congeladora ¡Por dios! Tiemblo ya que mi
abrigo no me brinda el calor que necesitó y la delgada camisa tampoco ayuda.
Veo a
Alison bajar con enorme abrigo y papá con uno igual, pero en las manos de Alison
hay otro fruncí el ceño al verla caminar hacia mí.
—Toma hace
mucho frío y eso que traes puesto será mejor que lo botes a la basura— por un momento
pensé en aceptarlo, el que traía era uno de los que mi madre me había regalado y decir
que es mejor que lo vote es el colmo.
Alce mi barbilla
orgullosa y me prepare para responder esta zorra no sabe de qué soy capaz.
—Quizás el frío te ayude a ti a que te resistan las neuronas que te quedan para que te
hagan entender que no necesito nada de una zorra como tú— le dije y ella se le
cristalizaron los ojos por un momento no entendí y solo fue hasta que un tirón en
mi brazo me puso alerta, pero al ver a mi padre todo estaba claro ¡esa! Lo hizo
a propósito.
—¡¿Por qué
no puedes ser amable con Alison? ¡Ella quiere ser una amiga para ti y tú te
portas como una niña caprichosa y maleducada ¿así es como te educo tu madre? —
pregunto y cada vez que hablaba el agarre en mi brazo aumentaba hasta el punto
de provocarme dolor —¿Cuándo fue que cambiaste tanto? Si es porque tu madre ya
no está entonces tienes que aprender a superarlo ¡ella ya no regresara! ¡Por qué está muerta! Entiéndelo— y esa fue la gota que derramo el vaso.
Me solté de
su agarre con brusquedad mis ojos se pusieron llorosos era increíble como él ya
había superado creo que la esperanza de que el aun recordara a mi madre aún
estaban ahí, pero hoy me ha quedado claro que no hay nada que se pueda hacer él
ya hizo su vida.
Unas lágrimas
cayeron, pero me las quité con rapidez odio verme débil ante los demás. Papá me
veía con el ceño fruncido y un signo claro de molestia el brazo donde me tenía
sujeta me dolía apreté mis puños y me trague las sartas de palabras que le
quería decir no caería tan bajo de pelear en un aeropuerto ms y Alison escucha
todo lo que le diga.
—Entiendo
padre si no tienes más decir es hora de irnos— le dije y desvié mi mirada por
más lágrimas amenazaban con salir.
Ser
indiferente ahora es mi pan de cada día así que no será difícil ser en este
nuevo. Papá dijo que afuera estaría la persona que nos llevaría a nuestra nueva
casa, pero creo que solo se refería a él y a Alison porque no dejaba de verla
al decirlo.
Con la mirada
gacha empecé a caminar siguiéndolos no sabía que el aeropuerto fuera tan grande, pero no le tome importancia y seguí cuándo levante la vista me di cuenta de que ellos no estaban y que yo estaba perdida ¡o genial!
Ya me perdí
¿ahora que hago? Seguro papá, me buscará si es que se dio cuenta de que me perdí.
Así que me sentaré a esperar,
Una hora
después.
El frío era
cada vez peor y nada más veía pasar a las personas con grandes y gruesos abrigos
mientras yo me estaba congelando no sé cuanto tiempo podre durar así, pero sé
que no será mucho.
Al decidir
esperar a papá pensé que no pasara tanto para que él apareciera preocupado. Pero
me equivoqué ya una hora y no llego mi decepción es aún mayor creo que papá al enterrar
a mamá también enterró a su hija.
Sin poder
contenerme mis ojos derramaron lágrimas creí perder solo a mi madre, pero creo
que también perdí a mi padre y a mí misma. Moriré de frío ese es seguro no traje
el celular se quedó en la casa de mi madre un error muy grande de mi parte,
pero ya no importa.
Mis manos
estaban congeladas y el frío más fuerte trataba de darme calor frotándolas,
pero imposible mis dedos comenzaban a congelarse.
Cuando de
repente una sensación cálida me rodea levanto la vista y una mujer mayor está al
frente con una sonrisa y ella me está poniendo un grueso abrigo.
—Toma
cariño el frío no es amigo de nadie— me dijo y estuve a punto de negarme, pero
ella vio mis intenciones —sé que lo necesitas no seas orgullosa y acéptalo— no
pude negarme, ya que era verdad y el calor, aunque poco me reconfortaba.
—gracias—
le dije ella agachó la cabeza y se despidió de mí. Para más una extraña se preocupó
y no mi propio padre que vueltas da la vida.
No podía estar
más tiempo esperando a que papá se acordara un su hija así que hice los más estúpidos que podría hacer un extraviado comenzar a caminar.
No sabía la
dirección de la casa o donde quedaba, pero no perdía nada con perderme más a la única persona que le importaba ya no está así que da igual si me pierdo en
este país.
Por lo
menos me perderé con estilo. Al salir del aeropuerto mi situación no mejoro la
nieve caía y hacía más frío a pesar de que tenía un abrigo más apropiado aún
sentía el frío como si no tuviera nada mi nariz más roja que la del Rodolfo lo
comprobaba.
Seguí
caminando entre las calles sin saber a dónde demonios me dirigía cuándo
encontraba dos direcciones diferentes y no sabía cuál elegir lo hacía a la vieja
escuela la que nunca te falla.
De tin Marín
de do pingue este camino elegiré.
Y así
izquierda luego derecha me fui alejando cada vez más al ver por dónde estaba al
parecer era una especie de parque con muchos árboles y un pequeño cuerpo de agua
en medio que hoy estaba congelado los árboles llenos de nieve se ven hermosos un hermoso contraste me quedé maravillada así que me fui a sentar para apreciar
el paisaje.
Una sonrisa
aparecía en mis labios mamá siempre quiso ver algo de esta manera siempre planeamos unas vacaciones,
pero con todo lo que paso no se pudieron cumplir. No sé cuanto tiempo pase en esta posición, pero una sombra entre los árboles llamo mi atención.
Con mi
pequeña maleta en mano y mi curiosidad latente me encaminé para ver qué era
eso. Es que yo no tenía sentido común, pero no me importaba cuanto tengo curiosidad
y no la alimento seguro moriré.
El parque prácticamente
estaba desierto, pero no importaba al irme acercando la sombra se presentó como
hombre seguro de unos 30 años de edad musculoso o eso me dice su ancha espalda
que solo la cubre una camiseta sus brazos se ven fuertes. Inconscientemente me mordí
el labio superior al imaginarme tocándolos el cabello negro se veía sedoso y
tuve que reprimir la sensación de acercarme y preguntarle que shampoo usa sus
nalgas eran grandes y redondas chale que envidia cuando yo no tengo nada sus piernas,
aunque no se las veía sabía que estaban bien buenas o más que eso.
Estaba tan
inmersa viendo su retaguardia, pero una sonido me despertó asustado vi para todos
lados, pero no vi nada el sonido volvió y me di cuenta que mi estomago rugió
como bestia, si tenía mucha hambre.
Al mi
estomago hacer ruido el hombre giro su cabeza a mi dirección era imposible que
me escucha ya que estábamos una distancia considerable me oculte detrás del
árbol esperando que no me viera y supiera que lo estaba espiando o contemplando
su cuerpo.
Al regresar
mi vista al mismo lugar el ya no estaba vi para todo lados y no lo encontró decepcionada
por no ver a ese enorme trasero regresé mis pasos con la cabeza gacha, pero al
querer dar un paso más un pecho enorme y duro me detuvo eso en vez pecho parecía
una pared de concreto.
Me quede
como estúpida unos segundos fue levantando la cabeza poco a poco. Y ¡Oh dios!
Si el sí retaguardia era linda su cara también. Una mandíbula cuadrada cejas
pobladas labios carnosos con un toque rojo en ellos con su hermoso cabello
negro pero lo más llamativo y no su trasero son sus ojos no son azules, tampoco
verdes son de grises como una tarde en que la lluvia está a punto de caer.
Sus ojos me
tenían hechizada no podía dejar de verlos son tan lindos reprimí un suspiro,
pero verlo me hizo olvidarme de todo hasta de mi nombre.
—Es de mala
educación espiar a las personas— hablo.
Y ¡diablos!
Casi casi tengo un ******* es inconfundiblemente ronca me estremeció
completamente.
—eh
b-bu-eno— solté una risita nerviosa y me puse a jugar con mis manos, aunque no
podida apartarla mirada de la suya por un momento creí ver un destello rojo en
sus ojos, pero lo descarté. Una ráfaga de viento paso por nuestro lado y mi
cuerpo tembló por el frío. ¡Diablos! Hasta el frío se me había olvidado por
estar acosando aun extraño a, pero valió la pena.
El hombre
frente a mí me vio preocupado al ver mi reacción con una mano me toco la frente
su tacto fue tan cálido y reconfortante que tuve la intención de cerrar los
ojos y acurrucarme más en él.
No sé en qué
momento mis piernas me facharon y casi caigo de no ser por el guapo delante mi
hubiera probado el duro suelo, pero me atrapo.
—Estas
ardiendo— hablo, pero no le entendía nada el cansancio se apoderaba de
mi ser.
—Descansa
pequeña mía yo te cuidare— es lo u último que escuche y la inconciencia
me en volvió.
Felicidad,
problemas y sentimientos.
Ares
Crawford.
El clima es
Canadá es muy diferente al de mi país natal, pero no me puedo quejar ya al ser
un lobo el frío no me afecta en ningún sentido es más hasta disfruto más las
caminatas en medio de la nieve, aunque lo hago más cuando sé que no hay nadie,
ya que parecería raro ver a un hombre con ropa de deporte y una camisa muy
delgada para este clima que a los humanos le congelaría hasta los huesos.
Y este
momento en que ya la noche se acerca y el frío es mucho mayor sé que casi nulas
las posibilidades de que alguien este por este lugar.
Suelto un
respiro y me concentró en calmar a mi lobo desde la mañana a hadado dado muy
inquieto feliz diría yo y emocionado desearía sacar a desestresarse, pero en
esta ciudad no es seguro así que después de mi reunión encontré un sitio
alejado de las personas un parque con muchos árboles y una pequeña laguna, pero
lo que más me gusto fue un pequeño claro que era tapado por los árboles
cubiertos de nieve.
—Podrías
aclamarte Carter— la hablé a mi lobo ya desesperado por su forma de actuar.
—Es que
no lo entiendes está cerca— dijo lo mismo que viene diciendo desde que
llegamos hace una semana a Canadá y no le entiendo nada.
—podrías
ser más específico— le ordené ya harto.
—NO—me
gruño y corto la conexión.
Lobo
ridículo nada fuera que es el problema es que su nerviosismo o su felicidad me
las pasa y mi temperamento explota, ya que soy fácil de irritar.
Me quede
unos segundos más en el claro, pero un sonido me interrumpió trate de saber
quién eres, pero en viento estaba en mi contra así que no podría usar mi olfato
y cuando quise ver la persona se ocultó tras el árbol.
Así que de
manera sigilosa como el depredador que soy me acerqué. Mayor fue mi sorpresa al
ver a una niña de espaldas viendo a la dirección que hace unos momentos me
encontraba y peor al ya estar cerca de ella su esencia me pego con fuerza.
Las cerezas
más dulces que nunca he probado en combinación con sandia y algodón de azúcar a
eso olían, jodidamente bien.
Cárter
reaccionó de golpe creo que tanta fue la impresión que se había quedado en
shock.
—¡Mía!
¡Mía! ¡Jodidamente, mía! — rugía en mi interior tratando de poseer mi
cuerpo y marcar, pero entonces en medio de esa deliciosa fragancia el olor a
humana me llego —No importa que lo sé no hemos esperado tanto para que hoy
solo por eso la dejes ir— mi lobo me hizo reaccionar y era verdad.
La chica a
la que solamente le podía ver la espalda una que iba enfundada en un grueso
abrigo que dejaba ver su cabello castaño y en sus piernas un pantalón ajustado
fruncí el ceño hacía frío y eso no le daba el calor que necesita.
Ella se dio
la vuelta y pude ver un ligero bronceado así que supuse que no era se está país
y ha de estar de vacaciones su nariz estaba roja por el frío y sus mejías
tenían un toque rojizo en ella. Ella comenzó a caminar con la cabeza gacha sin
percatarse de mi presencia lo que provocó que chocara con mi pecho.
Por muy
breve que fue el toque en mi cuerpo me estremeció a mi lobo lo hizo soltar un
ronroneo era una suerte que ella no lo escuchara.
Al decirle
que es de mala educación espiar a las ella se puso nerviosa y sus mejías se
pintaron de rojo al no perderla de vista sentí a mi lobo dispuesto a todo por
reclamarla así que con toda mi fuerza de voluntad lo controlé, pero sé que mis
ojos casi cambian de color y en los ojos de ella brillaron.
Estaba tan
fascinado, pero al ver como se estremecía por el frío acerque mi mano y toque
su frente ella cerro sus ojos como si solo mi tacto la hiciera sentir mejor. Al
tocarla espere sentir su piel helada por el frío, pero no fue así estaba
ardiendo me preocupe entonces ella perdió estabilidad así que la sostuve entre
mis brazos para darle de mi calor.
No puede
evitar el reclamarla como mía.
Porque sí.
Ahora ella
era mía y nadie me la va a quitar.
°+° °+° °~°
Una hora
después.
Una hora
había pasado después de que mi mate se desmayara en mis brazos y que yo
corriera hacia mi auto y que en menos de veinte minutos llegara a al hotel
donde me estaba quedando en bueno ser el dueño de estas de este modo evito
preguntas del porqué llevo una adolescente desmayada.
Y otros
diez minutas para llamar al médico y con una sutil amenaza de que si no estaba
en cinco minutos le iría mal.
Todo eso
pasó en tampoco tiempo, ya que en este momento me encuentro esperando en el
living a que el médico salga para que me diga como esta ella.
Después de
unos minutos él sale y no tiene buena pinta. Espero que no me diga nada malo
porque su cabeza peligra y también él al ser lobo lo sabe.
—Alpha la
señorita estuvo mucho tiempo bajo las bajas temperaturas y producto de esto
tiene hipotermia la alta temperatura también está ligada a esto y también al no
haberse alimentado en el día provocó mucha más debilidad— dijo y estaba a punto
de preguntar cuando él me interrumpió —ella estar quejándose por el frío así
que será mejor llevarla a un hospital para mayor atención— hablo y yo fruncí el
ceño eso no lo iba a permitir.
—Será
mejor que me des otra solución para que ella esté mejor sin más terceros—
porque con el aquí había hecho un esfuerzo descomunal para contener a Carter
que lo quería despedazar por estar cerca de nuestra mate. Y solo se había
controlado por el bien de la salud de ella.
—Otra
alternativa seria que usted le diera de su calor corporal de forma natural para
que así ella vuelva a su temperatura normal y después de este la fiebre se
prestara en mayor grado y bajar con paños— asentí de acuerdo eso haría—En la
mesa le deje unos medicamentos por si ella despierta— me dijo mientras se
alejaba hacia la puerta — si la situación empeora no dude en llamarme— y con
eso su presencia se dejó de sentir.
A pasos
rápidos me dirigí a la habitación aun lado de la cama esta su pequeña maleta y
por no violar su privacidad no la revise. Mi vista se concentró en la cama de
la habitación, ya que en ella se encontró mi punto débil.
—Tan linda
mi mate— hablo Carter.
—Nuestra—
le corregí y él solo me gruño.
Me le quede
viendo por unos minutos, pero al ver que temblaba de frío me acerqué a la cama
que quita la camisa sabía que eso sería suficiente, pero tendría que quitarle
la ropa a ella no puede evitar preocuparme ella no había comido en el día y eso
me hizo preguntarme: ¿Cuánto tiempo estuvo fuera?
Me metí
debajo de la sabana después de hacerle quitado su camisa hice un esfuerzo sobre
humano para no ver de lo que debería. Al ya estar iguales la acerqué a mi
cuerpo sabía que estar junto a ella mi calor corporal aumentaría.
Y eso pasó
ella después de unos minutos dejo de temblar y se acurrucaba más a mí, estar
con ella es la mejor sensación y hoy no sé cómo haré, ya que si más no me
equivoco ella no pasa de los diecisiete eso sería un problema sin contar de que
estaba sola y su responsable la ha de estar buscando pensando lo peor.
Y si yo no
hubiese encontrado cualquier cosa le hubiese pasado así que yo me la llevaré
para que siempre esté segura.
¿Pero qué
rayos estoy creyendo? No puedo hacer eso
~¿Cómo qué
no? Estamos en nuestro derecho ella es nuestra.~ Rugió Carter.
~Debes
entender de que no la podemos obligar, ya que ella nos odiaría~ le dije y no
escuche más respuesta de su parte.
Porque era
verdad yo parecía muy mayor para ella y no sé cómo are para decirle que soy un
lobo y que desde el momento que nos conocimos nuestras almas están unidad por
toda la eternidad y que hoy no nos podemos alejar, porque si lo hacemos uno de
los dos morir.
Solté un
suspiro esto se está tornando más complicado, pero la felicidad de por fin
encontrarla nadie me la quita.
No importa
los problemas que tenga que atravesar el saber que ella está a mi lado me hace
ver la vida de otra forma.
Tome mi
celular que estaba en la mesita y sabía lo que tenía que hacer. Este viaje se
extenderá más de lo planeado.
Uno…
Dos.
Tres tonos
después contestaron ~necesito que te hagas cargo de la mañana por más tiempo mi
viejo se extendió más y no sé cuándo regresaré~ le dije sin darle tiempo de
procesar nada.
~¿Todo
está bien?~pregunto
después de un rato.
~Si solo
has lo que te digo manda a que equipen la habitación principal para que esté
lista para mí regresó~ le dije y colgué.
Sabía que
entendería el porqué de le pedí que la arreglaran esa habitación nunca la he
usado y solamente la usaría al encontrar a mi mate.
Únicamente
esperaba que todo a partir de ahora mejorara pueda estar con ella sin
limitaciones.
Sin poder
evitarlos los sentimientos comienzan a surgir.
La bestia
ha encontrado a su bella. ¿Pero? A que costo.
Fruto
prohibido. Desenfreno y dura realidad.
Narrador
omnisciente.
Solo unas cuantas
horas fueron necesarias para que Dylan recuperara su temperatura, pero esta se
incrementó con fiebre que le dio. Ares nunca se descuidó de ella con paños de
agua fría la cuidaba era lo más tierno posible, pero aun así no podía evitar
pensar que eso estaba mal.
Siempre
estuvo solo y creyó que de este modo se quedaría, pero aparece esta chica y
pone su mundo de cabeza con tan solo una mirada. No sabía que era o porque lo
hacía, pero por minutos se quedaba viendo lo bella que era su mate.
No paso ni
un día cuando Dylan ya se estaba mejorando estar cerca de su destinado hacía
que su fuerza fuera mayor tanto para el cómo para ella. Estar juntos le hacía
bien al igual que mal.
Ares al ver
la mejor la chica se fue a la cocina a preparar comida para ella, ya que
seguiría la recomendación del doctor. También que era inevitable no preocuparse
por ello y suponer que no había comido nada en todo el día lo ponía rabioso con
muchas ganas de matar, porque ella no se mantenía sola y su responsable no
parecía cuidar bien de ella.
~Nosotras
nos encargaremos de que nada le falte~ hablo su lobo y él estuvo muy de acuerdo, aunque
tenía que buscar la manera de que ella lo acepte sin que ella le tema por su
naturaleza.
\~\~\~
Dylan poco
a poco fue abriendo los ojos bostezo con pereza y se restregó los ojos con las
manos hechas puños y vuelve a estornudar. Por segunda vez no quería levantarse,
ya que había tenido el mejor sueño de su vida porque si había soñado con el
hombre más guapo y caliente de su vida.
Y solo
quería volver a ese mundo donde él estaba. Quien iba a pensar que ese tipo
estaba a una habitación de ella preparándole el desayuno.
Dylan al
sentarse de forma correcta en la cama noto lo lujosa y grande que era frunció
el ceño confundida no sabía cómo sería su nueva casa, pero, así como esta no lo
era. Se levantó y sin ganas de detallar la habitación se aproximó a la primera
puerta que encontró. Para su suerte era el baño entro en él y luego de hacer
sus necesidades se vio en el espejo mientras se lavaba las mano.
Al ver su
reflejo pego un brinco.
—¡Diablo!
¿Esa soy yo? — se preguntó a sí misma, ya que la persona que le devolvía la
vista estaba con su cabello como escoba, baba regada aun lado de su boca la
cara hinchada (seguro por dormir) era una suerte que no usara maquillaje,
porque si lo hiciera hoy tendría unos manchas como los mapaches.
A como pudo
se ha como el cabello y se lavó la cara ahora si parecía una persona y no una
loca recién salida el manicomio. Pero eso ya no importaba, ya que un delicioso
olor la había distraído incluso de su forma de vestir, porque solo llevaba una
nacha camisa de hombre que no le cubría gran parte de las piernas solo hasta el
trasero y una ligera inclinación y su trasero les diría “hola”.
Su estómago
rigió ante el olor de afuera así que como un robot totalmente programado
abandono el baño y se encaminó hacia la otra puerta que daba hacia el vestíbulo
de la habitación camino y dio con la cocina no veía nada no prestaba atención a
nada solo vio la comida que había en una barra.
Casi babea
ya que, aunque solo eran huevos con tostadas de pan tocino debido al hambre que
tenía era lo más glorioso que había visto se sentó con toda la libertada del
mundo y sin importarle que nada empezó a devorar lo que había en el plato con
las manos.
~Mmm~ gimió ante lo bien que se sentía volver a comer.
Dylan
estaba tan concentrada en comer que no se dio cuenta de la persona que la vio
fascinado desde el umbral de la cocina. Ares no podía apartar la mirada de su
compañera hace unos momentos había salido de la cocina, ya que había tenido que
atender una llama y cuando regreso no espero ver a su compañera comiendo de una
forma muy peculiar.
Tanto el
cómo su lobo se sentía tranquilos con el olor de su mate en su habitación, pero
de algo estaban seguros y que se les haría difícil a la hora de decirle la
verdad y no querían ver una mala reacción en ella. Ares no sabía cómo actuar
ante esta situación si había estado con mujeres, pero solo las usaba como
distracción y para liberar el estrés, pero hoy era totalmente diferente.
No sabe por
cuánto tiempo se quedó viendo a su compañera, pero al ver que estaba a punto de
terminar se aclaró la garganta para llamar su atención. El cuerpo de Dylan se
tensó ante el sonido que había escuchado a sus espaldas aun con la mano cerca
de su boca se giró lentamente y antes sus ojos pareció el dios griego con el
que soñó, pero este no era un sueño era jodidamente real tan real como que ella
estaba viendo comer como una loca.
Dylan lo
vio y él a ella la vista de Ares paso de ella a su mano y plato que estaban
casi vacío. La vista de Dylan paso del guapo hombre había su mano y lo hizo por
unas cuantas veces.
No sabía
qué hacer.
~¿Dejo
de comer? ~pensaba Dylan.
~¿O me lo
trago primero?~
Y por
supuesto que eligió la segunda opción al terminar de tragar el bocado no pudo
evitar que sus mejías se tiñeran de rojo. Ares al ver la reacción de su
compañera no pudo evitar reír levemente ella era adorable.
—¿Te ha
gustado la comida? — rompió el silencio Ares.
Dylan casi,
casi tuvo un orgasmo auditivo al escucharlo hablar, su voz, su jodida voz era y
es tan sexi.
Ella
asintió aún con la cabeza gacha.
~¿Qué te
pasa jodida imbécil?~Se preguntaba
a sí misma ~Actúas como una sumisa y cobarde. No es hora para parecer débil~ se reprendió a si mima y con todo la valentía del mundo levanto la mira
para ver a su dios griego.
~¿Mi dios
griego?~se preguntó ~ sin duda estar sin comer un día me ha hecho pensar
incoherencia.~
—Me
alegra mucho. Me llamo Ares Crawford. — se presentó y extendió la mano
hacia ella.
Dylan vio
su actitud así que se levantó y con la camisa que andaba se limpió la mano y
tomo la de Ares. Al contacto ambas manos una corriente paso por ambas personas.
—Me llamo
Dylan— dijo ella y trato de separar sus manos, pero Ares no se lo permitió y
ella no puso mucha resistencia.
Se quedaron
viendo por unos minutos que pasara ambos parecieron segundo. El primero en dar
un paso a atrás fue Ares pues no quería incomodar y verla a ella con una camisa
de las suyas lo ponía a mil.
—Un gusto
veo que tenías hambre si gusta puedo pedir más comida.— le ofreció él.
—Una
propuesta muy interesante y si otra fuera la situación aceptaría, pero da el
caso que no sé dónde estoy— dijo ella y Ares asintió.
—Estas
en unos de los mejores hoteles de Canadá— le dijo él y Dylan alzo una ceja
al no comprender como llego aquí, pero recordó que se había perdido y la
esperanza de que su padre es quien la había encontrado se desvanecieron. —cuando
te desmayaste quise llevarte a un hospital— mentira —pero al no tener
identificación supero que era mejor traerte a mi habitación así no habría
malentendidos— concluyo él.
Dylan
asintió ya que todas sus cosas habían quedado en la maleta grande una que
seguro su padre tenía en esos momentos.
—Muchas
gracias por ayudarme, pero tengo que irme y ¡¿Qué rayos tengo puesto?! —
exclamo al ver la camisa que llevaba.
—No tenías
nada que poner acepto mis camisas y a mi parecer te quedan mejor que a mí.—
dijo el de manera provocativa haciendo que las mejías de Dylan se encendieran.
—Pervertido—
le dijo ella desviando la mira.
Ella no se
entendía estaba en casa de un extraño con su ropa (bueno solo con la camisa) y
no tenía miedo se sentía a gusto como si su hogar siempre es eso. Una total
locura.
—Debo
irme.— dijo ella y Ares suspiro no sabía que hacer él no quería que ella se
fuera la quería siempre con él. Pero muy a su pesar tenía que dejarla, pero no
se iría de su vida.
Sabía que
ella es humana y para conquistarla tenía que actuar como humano muy lento para
su gusto, aunque prefería eso a que ella lo odiase.
—¿Dónde
vives? — le dijo él ahogando un gruñido de su lobo que estaba en
desacuerdo.
Dylan se
quedó pensando y no, no sabía dónde vivía apenes había llegado y se perdió.
—No lo sé—
susurro apenas audible y si el no fuera un hombre lobo no le habría escucha,
pero si lo hizo.
—¿Qué?
— pregunto ya que quería que ella dijera para que no sospechara que le había
escuchado.
—Este je
je— se rio nerviosa, porque ahora estaba más perdida que antes. —La verdad es
que no lo sé— dijo al fin dándole una mira de niña inocente.
Ares la vio
seriamente y se molestó, ya que ahora sabía que ella ni la dirección de su casa
sabia. Y pensó que si él no la hubiera encontrado cualquier cosa le hubiese
ocurrido o peor aún por la hipotermia a esta hora estaría muerta. Presionó sus
puños son fuerzas y suspiro. Aunque saber eso le alegro ya eso significaba que
ella tendría que quedar con él.
—¿Entonces
cómo fue que llegaste a ese lugar?— le pregunto.
Ella lo vio
por unos minutos y suspiro —Me perdí— dijo simple y él con la mirada le indicó
que continuara —En realidad no se elegía un camino al azar al ver que no sabía
dónde estaba y por qué las calles en este sitio son idénticas hasta que termine
en ese parque— le trato de explicar sin dar muchos detalles de su vida y de
cómo era la convivencia con su padre.
Ares la vio
por un momento y dudo en querer ayudarla, ya que la quería que ella se quedara
con él.
Pero sabía
que ella lo detestaría o se iría por su cuenta si le negaba su ayuda.
~No lo
hagas~ le
dijo su lobo.
—¿No
sabes nada de donde podrían estar? — le pregunto y rogaba que le dijera que
no.
Dylan lo
pensó por un momento hasta que recordó que en su maleta llevaba el nombre del
instituto donde estudiaría. Así que le pregunto por ella y Ares le dijo que
estaba en la habitación.
Ella
rápidamente llega a ella y volvió a él le entro el papel donde estaba el nombre
de ese lugar. Ares lo leyó y volvió la vista ella que le veía expectante no le
hacía feliz volver con su padre y su novia, pero quería ver los álbumes de
fotos que tenía de su madre antes de que Alison los quemara y ella se fuera a
la correccional por asesinarla.
—Sé
donde queda.— le dijo y a Dylan se le iluminó el rostro, pero en el fondo
también se decepcionó, ya que si se iba ya no volvería a ver a este guapo
hombre y aunque se veía mayor estaba como para comérselo. —Seguro que en tu
registro de estudiante está la dirección de tu casa.— le dijo.
Dylan se
alegró y sin pensarlo se lanzó a abrazarlo Ares se sorprendió por un momento,
pero correspondió el abrazo y metió su cabeza en el cuello de Dylan. Un
ronroneo salió de su pecho y Dylan le pareció extraño y a la vez tierno que un
hombre hiciera ese sonido.
Al
separarse Dylan lo observo más de cerca y si antes no estaba segura de que era
guapo hoy sí. Su mandíbula cuadrada labios carnosos su barba está perfectamente
cortada su cabello negro tan hermoso y de manera inconsciente llevo su mano
tocándolo, pero lo que más le gusta eran sus ojos verdes, antiguamente tenía
una seria obsesión con los chicos de ojos azules, pero este les gano la
partida.
Ninguno de
los dos era consciente de lo que hacían. Ares tiene fuertemente apretada la
cintura de Dylan y ella se perdía entre la vista de Ares, pero de un momento a
otro ella baja su vista a los labios de él. Ella siente una corriente que la
guía a acercarse más a él.
Ares sabía
que estaba mal, pero no podía resistir la atracción que sentía por esa niña de
ojos cafés le traía como perro faldero y eso que solo la había conocido hace
dos días.
No supieron
quién dio el primer paso, pero sus bocas se pegaron como una. Ella era
inexperta si había beso antes, pero no a alguien como Ares y él se sentía en la
gloria al probar los labios de ella.
Ya perdidos
entre la pasión y el momento Dylan enrolla sus piernas en la cadera de Ares y
gime al sentir su miembro tocar su centro Ares al ver que ella se aferra a él
con sus piernas la toma de los muslos y sus manos viaja a su trasero
presionándolo con fuerza no era grande, pero era perfecto en sus manos.
Él la llevo
a su habitación tomándose con las paredes, pero no eran impedimento para que se
besaran con mayor ferocidad sus bocas hacían competencia y sus lenguas jugaban.
Al llegar a
la habitación en la que Dylan despertó Ares la empotra con la pared y con brusquedad
le rompe la camisa que le impide ver sus pechos e de igual forma de romper el
sostén dejando a la gloria sus pechos que eran pequeños, pero para le eran
perfectos. Los contemplo por un momento en la mirada de ambos se veía el deseo
y la lujuria que sus cuerpos desprendían.
Dylan de un
movimiento rápido le quita la camisa a Ares y con sus manos toca su fuerte
pecho arañándolo a su paso. Ares ante el toque de ella gruñe de deseo porque
tanto el cómo su lobo quería participar en el acto con su compañera.
Así que sin
ser consciente sus ojos cambian uno es verde y otro rojo signo de que su lobo
estaba presente. Dylan ve esto, pero no le toma importancia, sino que más se
excita.
No en el
ajetreo ambos quedan desnudos él la contempla con adoración y ella lo veía como
lo más asombroso del mundo, pero por el momento no les prestaron atención a las
consecuencias algo a ninguno de los dos le importaba solo querían disfrutar de
su deseo.
—No
sabes lo que espere por probar tus jugos— le dijo Ares y debido a la excitación
su voz se escuchó más grabe. —suplicarás por más cuando este dentro de ti y
yo te complaceré— le dijo y ella más se mojaba antes sus sexis palabras.
—por favor—
suplico ella, ya que sus palabras la pusieron más ansiosa.
—por
favor ¿Qué? — le pregunto.
Dylan tenía
la mirada perdida y casi se corre al sentir uno de los dedos de él en su
interior. Ella se retorció de placer sus dedos eran grandes y se movían con
precisión.
—Mira lo
mojada que estas aceptaras también mi polla— le dijo él y Dylan bajo su
vista para verle el miembro se sorprendió joder que si porque era grande gruesa
y deliciosa. —No le tengas miedo que estamos destinados y entrara
perfectamente en ti— ella confió en él.
Él
lentamente entra en ella Dylan sabía que ella no era virgen, pero al momento de
sentir la polla de Ares su respiración se detuvo, ya que al revelarse era la
sensación más gloriosa que jamás había sentido la única vez que lo había ello
fue un fiasco, pero ahora paria la gloria entera.
Ella se dio
cuenta de que él estaba siendo cuidadoso, pero ella no quería eso así que no
sabe cómo y con qué fuerza, pero la poción cambiaron ahora ella estaba sobre
él coloco sus manos en el pecho de Ares y se dejó caer en su polla ambos
gimieron alto ella al momento de hacerlo sintió un poco de dolor, pero fue
reemplazado por el placer.
Ella nunca
había cabalgado a nadie, pero fue su instinto que la levo a mover sus caderas
de arriba abajo primero de manera lenta y luego rápido haciendo círculos.
Ares se
sorprendió por lo que Dylan hizo y al verla como lo montaba su mira se
oscureció, ya que si ella lo hizo es por qué no era virgen eso lo hizo
enfurecer así que aumento sus embestidas.
—¡oh! ¡Si!
¡Más rápido! —pedía ella sin vergüenza alguna.
Él gruñe y
sin ser consciente de sus actos metió su caza en el cuello de Dylan sus
colmillos ya crecidos se clavaron el su cuello asiendo que tanto ella como él
acabaron en un potente orgasmo que arrasó con ello.
Dylan se
dejó caer en él agotada, pero satisfecha y Ares la abrazo contra él para darle
calor en la fría noche. Aun clavado en ella se estaban dejando arrastrar por el
sueño.
—Tengo
diecisiete— le dijo Dylan en un susurro antes de caer en la inconsciencia.
Él la había
escuchado perfectamente y la dura realidad le golpeo no se arrepentía de nada,
pero no sabía si ella al despertar lo haría. Ella era un fruto prohibido que él
felizmente comió en su desenfreno.
No sabía lo
que el destino les tenía, pero él sin duda lucharía por ella, aunque en el
mundo humano se opondría sus sentimientos en el de él no lo harían (algunos sí)
pero tampoco se preocuparía por eso.
Así que con
la mente más clara se dejó vencer por el sueño mañana tendría que ser sincero
con ella y le explicaría muchas cosas, ya que hoy no se podrían separar por
mucho tiempo la marca ya estaba ella y tanto el cómo ella moriría si se
alejaban.
El destino
puede ser engañoso, pero cuando dos personas están destinadas a estar juntas ni
él lo puede impedir.
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