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Naul

El Lobo

¿Coincidencias?, ¿Destino?, ¿Sucesos aleatorios? ¿Vida? …

 

Todos queremos pensar que existe algo más allá que nos va guiando por el camino que tenemos que ir; pero ¿si el destino es como un bosque donde nosotros tenemos que ir haciendo el camino?

Bueno, pues fue algo que Yamanik tuvo que comenzar a crear…

Aquella joven de cabello negro y ojos de un azul oscuro muy extraños salió a realizar sus tareas: Darle de comer a los cerdos, gallinas, patos y borregos; eran solo algunas de sus actividades. La casa de Yamanik era muy pobre, por lo que su madre no tenía tiempo para cuidarla ya que se dedicaba a vender lo que el padrastro traía.

Como todos los días, fue a un pequeño riachuelo cerca de su casa para darle agua a sus “amigos” (como ella les llamaba a los animalitos) y otro poco para la casa.

Mientras caminaba se encontró con unas señoras que venían de regreso y hablaban sobre un enorme lobo que se había visto merodeando el ganado, decían que al parecer alguien logró darle con una flecha. Temerosa siguió su camino, se adentró en el bosque y cuando estuvo cerca del río caminó en paralelo de él.

En la parte alta del río, crecían algunos hongos comestibles, pero muy poca gente se aventuraba más allá, por lo que era su “tesoro escondido”. Una vez recolectados los hongos, metió sus cubetas y las llenó de agua…

Yamanik- ¡UF! ¡qué día tan largo!... apenas son las 3…. (Viendo hacia el cielo) ¿Será verdad lo del lobo?.... Bueno, yo creo que mejor me voy de regreso…

Cuando cargó sus cubetas y se disponía a regresar, escucho un quejido que venía de una pequeña cueva. Curiosa se acercó con cuidado y lo que vio, más que asustarla, la maravillo. ¡Era un hermoso Lobo blanco y gris! que tenía una flecha en su pata; el pobre estaba inconsciente por lo que la niña no dudó en ayudarlo antes que se despertara. Quitó con cuidado la flecha y vendó la patita con un trozo de su ropa, luego dejó una cubeta con agua y regresó a su casa.

Al terminar de llenar los bebederos de sus “amigos” se sentó en la puerta de su casa mirando en dirección al río…

Yamanik- (Preocupada) Sé que muchos me van a odiar por curar al Lobito, pero dentro de mi corazón no podía dejarlo así…. Creo que, si le llevo comida, talvez deje al ganado

Desde pequeña Yamanik siempre sintió un gran respeto por los animales, le gustaba hablarles como si le entendieran. Algo en su corazón le decía que así era.

 Al siguiente día, después de realizar sus deberes se fue con un trozo de pan hacia donde había visto al Lobo. Con mucho cuidado se asomó a la cueva, pero ya no lo vio.

Yamanik- (Suspirando deja la comida dentro de la cueva) Creo que ya se fue…. Bueno por si las dudas dejaré esto aquí….

Se incorporó y se sacudió el vestido mientras giraba. Cuando se dio por completo la vuelta, ¡se fue de espaldas asustada al ver al Lobo atrás de ella!…

Yamanik- ¡AH!

El lobo solo la miró, bajó la vista al pan, camino hacia la cueva y se dejó caer pesadamente.

Yamanik- (Temerosa) ¡Ho…Hola! Veo que ya estas bien, bueno… me voy por agua, ¿quieres un poco? … mmm ok bueno te voy a atraer un poco…

Sin dejar de ver la cueva agarró su cubeta y le trajo agua al lobo, este solo la veía de reojo.

Yamanik- (Colocando la cubeta en la entrada) Bueno aquí tienes un poco, trata de no salir mucho porque si te ven los del pueblo te van a querer lastimar… (triste) o peor, si te ve mi padrastro te va a querer matar y vender tu hermosa piel… Bueno te dejo, espero que ese pan te ayude a no querer comer personas o ganado. ¡Adiós!

Sin querer molestar más al Lobo, Yamanik regresó a su casa y después de unos días de llevarle agua y comida, el miedo se fue disipando.   

Yamanik- (Llegando a la cueva) ¡Hola! ¡Mira ahora te pude traer un poco de carne! Sabes eres muy lindo mmm o ¿linda? ¡es verdad! no sé si eres niño o niña y también, ¿sabes qué más estaba pensando? ¡que no tienes un nombre! mmm bueno y ¿si te pongo uno? (se sienta un poco más cerca) Eres blanco como la nieve, pero no eres frío, más bien eres como una luz cálida mmmm como la luna llena, eres muy hermoso o hermosa, cuando te veo es como ver un ser divino… y ¿si te digo “Luna”? ¡No! ¡ya sé! ¡Naul!... ósea la palabra luna al revés ¡he he he!.. ¿te gusta? ¿Naul?

El lobo se paró y le dio un beso en la mejilla como aceptando su nombre.

Yamanik- (Feliz) ¿Ese fue un sí? Espero que fuera un sí y no una forma de probar tu siguiente bocado ¡Ha ha ha!... 

Crecer es triste

Después de un tiempo Naul se encontraba mejor por lo que una mañana mientras Yamanik realizaba sus deberes, vio entre los árboles a Naul…

Yamanik- (Preocupada, va hacia el Lobo) ¡Naul! ¡¿qué haces aquí? ¡no debes estar cerca del pueblo! (Empujándolo al bosque) ¡Por la tarde te llevaré comida!

Naul- (Sollozando) ¡uuu! ¡uuu!

Regañado, Naul regreso al bosque y Yamanik a sus deberes.

Mamá de Yamanik- (Llegando a la casa) ¡Solo vengo por unos marranitos que me pidieron! ¿Dónde estas niña?

Yamanik- (Saliendo de la cocina) ¡Aquí mami!

Mamá de Yamanik- Pude vender dos marranos, creo que con eso podremos comprar carne para tu padre y unos cereales para nosotras.

Yamanik- ¿Crees que podamos comer carne nosotras?

Mamá de Yamanik- (Molesta) ¡Por favor niña! ¡¿estas tonta?! ¡la carne es para tu padre que sale a trabajar! (se va al establo)

Yamanik- (Triste) Yo también trabajo…

Después de mucho alboroto, se escuchó chillidos y salió la madre de Yamanik con dos marranitos muertos.

Mamá de Yamanik- Bueno me voy, alrato regreso…

Yamanik- (Triste) Si mami…

En ocasiones Yamanik sentía que su madre le guardaba recelo, pero al instante desechaba la idea, aunque sabía que era una hija no deseada, creía que era un amor “diferente”.

Su verdadero padre, las había abandonado poco después de nacida y se había vuelto a casar con una mujer de alta posición. Después de eso, la madre de Yamanik se volvió fría y distante. Cuando cumplió los 7 años, su madre se juntó con un hombre tosco, mayor que ella, el cual la trato mal de niña; para él, Yamanik era solo una sirvienta, siempre le daba las sobras de la carne y le compraba ropa usada.

Cuando Yamanik comenzó a crecer el padrastro la veía de una forma que la hacía sentir incomoda, apesar de eso, ella jamás dijo nada.

Esa noche cuando la madre regreso después de vender a los marranitos, Yamanik vio que había carne de sobra. Discretamente el trozo que le correspondía lo guardo, ya que pensaba llevárselo a su amigo…

Yamanik- (Acomodando comida en una cubeta) ¡Listo y listo! Ayer pude esconderme un pedacito de carne para mi amigo Naul.

Padrastro- ¡Así que por eso no alcanzaba la comida! ¡Ven acá mocosa! ¡Van varios días que falta carne para que yo me lleve y ahora veo que tú te la estas guardando para quien sabe que animal salvaje!  (Le arrebata la carne y le da una bofetada).

Yamanik- ¡Pero esa carne es de la que sobra para mi desayuno!

Padrastro- (Le da otra cachetada) ¡Entonces no la necesitas, si se la estas dando a los animales! ¡Mira escuincla! (la toma del brazo de forma brusca) ¡da gracias que te doy de comer, porque si fuera por mí, estarías junto con los puercos en el granero peleando por tu comida! ¡Deberías darme las gracias por que yo te cuidé, no como tu verdadero padre que te dejo! (La aventó y se metió el pedazo de carne a la boca masticándolo de forma burda).

Ese día la pobre solo pudo agarrar unas tortillas duras para su amigo. Se fue como siempre con sus cubetas y al llegar, Naul se enderezo tras verle la cara.

Yamanik- (Llorando) Lo lamento … hoy solo pude traer tortillas duras …

Con cariño Naul le lamió sus lágrimas y ella lo abrazo para buscar consuelo.

Yamanik- Algún día voy a irme de aquí, cuando sea más grande voy a irme (llora) ¿vendrás conmigo verdad?

Los meses pasaron, la jovencita creció y consiguió trabajo en el pueblo. Con lo poco que ganaba le compraba comida a Naul, quien de vez en cuando, se ausentaba por varios días, creando un vacío enorme en el corazón de Yamanik.

Yamanik- (Viendo triste hacia el río) Naul…. Ya van tres semanas que no te veo…

Mamá de Yamanik- ¡Yamanik! ¡Ven!

Yamanik- ¡Voy mami!

Mamá de Yamanik- Yamanik hoy en el pueblo muchos murmuraban que varios chicos te pretenden, ¿es verdad?   

Yamanik- (Apenada) Pues … si …

Mamá de Yamanik- (Sería) ¡Mira! Solo te quiero decir que donde me salgas con “Sorpresa” ¡te vas de la casa!

Yamanik- (Sorprendida) ¡Pero mamá, yo no lo busco! ¡Ellos son los que me siguen, yo solo voy a trabajar!

Mamá de Yamanik- ¡Mira mira! Solo te digo que tonterías aquí no. Aduras penas y salimos adelante. Además… tu ropa es mmm, ponte algo más recatado, siempre andas con tus vestidos y se te pegan mucho al cuerpo… ¡Piensa en tu padre! ¡Sale a buscar comida para nosotras y …!

Yamanik- (Seria) Ese hombre no es mi padre…

Mamá de Yamanik- (La abofetea) ¡Mujerzuela! ¿qué quieres decir? Mmmm ¡ahora entiendo todo! ¿Piensas quitármelo?

Yamanik- (Consternada) ¿Qué? ¡Eso es absurdo! ¿Cómo puedes pensar eso?

Mamá de Yamanik- (Sin ponerle atención) ¡Eres igual a tu padre biológico! … ese maldito solo quería divertirse … ese maldito solo me uso… No tienes sentimientos … ¡No te dejare que me lo quites!

Yamanik- (Consternada) ¿Estas escuchándome?

Mamá de Yamanik- (Molesta) ¡Vete a tu cuarto mocosa! ¡no te quiero ver!

Sorprendida y triste Yamanik se durmió llorando por lo que le dijo su madre. Realmente quería salir de esa casa.

Al amanecer se paró como siempre para ir a trabajar y después paso por un poco de carne, la metió en una bolsita y fue a su casa.

Al llegar vio que su padrastro estaba matando a todos los animales.

Yamanik- Pero ¿qué hace? ¡Eso es todo lo que tenemos! (Trata de detenerlo) ¡No!

Padrastro- (Empujándola) ¡Quítate mocosa! ¡Por fin tengo un buen comprador!

Yamanik cayó al suelo y su vestido se rasgó por lo que el padrastro se quedó embobado mientras se dirigía hacia ella con ojos lascivos. Rápidamente se incorporó y salió corriendo hacia donde siempre veía a Naul, algo en su corazón le decía que estaría a salvo con él.

El padrastro corría pesadamente mientras intentaba atraparla y aunque el camino era desigual, Yamanik no tuvo dificultades en llegar a la cueva.  En cuanto llego, vio al interior con desesperación, pero Naul no se encontraba, intentó correr nuevamente, pero de pronto sintió que la jalaron hacia atrás. Rodo por el suelo, su padrastro estaba sobre ella intentando separarle las piernas. Aterrada gritó con todas sus fuerzas y de pronto escucho el gruñido del lobo. 

Escapar

El padrastro se incorporó de un salto con la cara pálida al ver al inmenso lobo. Tomó un palo que estaba cerca y lo balanceó de un lado a otro para asustarlo, pero eso no funcionó, el lobo caminaba amenazante hacia él. Sin pensarlo demasiado, Yamanik se incorporó y abrazó a Naul para detenerlo.

Yamanik- (Nerviosa) ¡Vete! O ¡le diré que te mate!   ¡Vete de nuestras vidas!

La madre de Yamanik quien los había visto perderse en el bosque, fue tras ellos con una escopeta en la mano ya que había escuchado los rumores de un lobo. Al llegar solo vio a su hombre enfrentándose con el lobo y a Yamanik con el vestido desarreglado.

Mamá de Yamanik- (Disparando cerca del lobo) ¡Muévete Yamanik! Ese lobo es una gran mina de oro.

Yamanik- ¡Mamá no lo lastimes! ¡Él me estaba defendiendo! ¡Ese hombre me…!

Mamá de Yamanik- (Interrumpiendo) ¡Ese maldito lobo mató a todos nuestros animales!

Yamanik- ¡No!

Mamá de Yamanik- (Furiosa) ¿Y tú? ¿qué haces con el vestido desarreglado? ¿Qué pretendías zorra?

Yamanik- (Consternada) ¡Pero mamá! ¡Eso no es… él me …!

Mamá de Yamanik- (Sin escuchar y completamente loca) ¡Cállate! ¡Zorra! ¡Te odio! ¡Odio a tu padre! Y ¡ahora tú me quieres quitar a mi esposo! ¡Debería haberte abortado! ¡Pero no es tarde!

La madre de Yamanik le apuntó y cuando casi disparaba el padrastro puso su mano en la escopeta

Padrastro- ¡No seas tonta! ¡podemos vender a esta zorra que trató de seducirme! ¡pagarían muy bien por ella, ya que es virgen! Y por la piel de ese lobo, ganaríamos mucho más.

La madre de Yamanik inundada por la codicia, bajo el arma un momento, oportunidad que Yamanik no desaprovechó para arrojarles tierra en los ojos y cegarlos por un momento.

Mamá de Yamanik- (Limpiándose los ojos furiosa) ¡Maldita zorra! ¡te voy a matar!

Padrastro- (Furioso con los ojos llenos de tierra) ¡Dispara!

Con ojos nublados, la madre de Yamanik disparo y la bala rozo la pierna de la pobre jovencita.

Yamanik- (Quejándose del dolor) ¡AGH! ¡Corre Naul!

Se escucharon varios gritos y disparos, ella no volteó solo siguió corriendo con Naul a su lado, hasta que su cuerpo no pudo más y se dejó caer al suelo mientras sus ojos se iban nublando poco a poco…

Yamanik- (Apenas consciente) Na… Naul…

Antes de perder por completo la conciencia, Yamanik sintió los fuertes brazos de alguien que con cuidado la cargaba, pero estaba tan exhausta que se desmayó.

Cuando por fin abrió los ojos, estaba en una hermosa habitación lujosa, era como las habitaciones de las princesas en los cuentos. Una cama grande en medio del cuarto cubierta por hermosas cortinas azul claro, una chimenea grande y un ropero de madera tallada.

Con cuidado se enderezó y vio su pierna vendada. Luego entró una mujer alta un poco robusta, cabello castaño recogido con un chongo y una cara amable. 

Kinich- (Entrando con ropa en sus manos) ¡Hola, por fin despertaste! (Dejando la ropa sobre la cama) Mi nombre es Kinich y soy la nana, ama de llaves, cocinera y lavandera de la mansión. (Sentándose a un lado de Yamanik) Aunque también puedo ser consejera sentimental por si un día necesitas una sesión de corazón roto. ¡Ha ha ha!

Yamanik- (Confundida) Gracias… pero disculpe ¿dónde estoy?

Kinich- Estas en las afueras del imperio “Tricia”, en la mansión del señor Akbal. Él te encontró herida en el bosque y te trajo aquí.

Yamanik- ¡¿Tan tejos?!

Kinich- ¿De dónde vienes pequeña?

Yamanik- Soy del Pueblo de “Hania” (Sintiendo un dolor en la cabeza) ¡AH! ¡Me duele!

Kinich- No te presiones preciosa, me imagino que es por la falta de alimento, llevas dos días inconsciente.

Yamanik- (Sorprendida) ¡¿Dos días?!

Kinich- Si pequeña, el Amo ordenó cuidarte muy bien y ya que estas despierta, creo que es momento de un baño (entregándole una toalla con artículos de limpieza). No pienses que soy criticona, pero creo que necesitaremos ¡mucho mucho! jabón ¡ha ha ha!

Con cuidado la llevó a una puerta contigua de su habitación, donde había un baño con una tina enorme. Kinich la ayudó a bañarse y le frotó muchas lociones y cremas. Al salir, le mostró un hermoso vestido largo color azul; la ayudó a cambiarse y la peinó. Yamanik se veía como una princesa, sus ojos resaltaban como dos diamantes, jamás se imaginó verse así.

Kinich- (Maravillada) ¡Eres una hermosa flor! ¡el amo se irá de espaldas!

Yamanik- (Apenada) ¡Gra… Gracias!

Kinich- (Señalando la puerta) Vamos a que comas algo.

La mansión era enorme, tenía muchos cuartos y una escalera de mármol por el cual bajaron a una hermosa estancia con pilares y bóvedas. Luego fueron hacia la derecha donde había un gran comedor de madera tallada, hermosos candelabros colgantes y porcelana de alta calidad. Era majestuoso y lujoso.

Kinich- Toma asiento pequeña, en un momento serviremos la cena.

Yamanik- ¡Gracias!

Por un momento se quedó admirando el lugar, hasta que un cuadro en la pared le llamo la atención.

Era la pintura de una cascada en donde la luna se reflejaba y un lobo estaba en la cima del acantilado.

Yamanik- ¡Es hermoso!

Akbal- (Con voz serena a espaldas de Yamanik) ¿Te gusta la pintura?

Yamanik- (Sorprendida) ¡Si! ¡Si! ¡Lo siento, no fue mi intención fisgonear!   

Akbal- No te preocupes, ese cuadro es mi favorito. Dime ¿te sientes bien?

Yamanik- ¡Si! Gracias… Disculpe … ¿Quién es usted?  

Akbal- (Haciendo una reverencia) ¡Lo lamento!, mi nombre es Akbal y soy el que te encontró en medio del bosque.

Yamanik- (Sorprendida y Agradecida, hace una reverencia) ¡¿Usted es el Amo?!  ¡Gracias por ayudarme! ¡Mire ahora no tengo dinero, pero en cuanto pueda le juro que le voy a pagar lo que le debo! … Aunque podría trabajar para pagarle, sé hacer de todo señor y si me permite puedo no sé, sacar la basura, recoger mandado, mmm ¿Tiene mascotas? ¡Las puedo bañar y pasear!

Akbal- (Tocándose la frente) ¡Ha ha ha! ¡Ok! bueno, muchas gracias, me gusta que seas agradecida, pero ¿qué tal si primero te recuperas y luego me pagas? (Le ofrece un lugar en la mesa) Ven, me imagino que tienes hambre.

Yamanik- (Sentándose a la mesa) ¡Gracias amo!

Kinich- (Entrando junto con dos meseros) ¡Aquí está la comida! ¡provecho!

Los platillos eran variados y deliciosos, Yamanik intento disimular su fascinación ya que era la primera vez que comía algo tan delicioso, pero Akbal se dio cuenta de su alegría y no pudo evitar sonreír de vez en cuando.

Yamanik- (Resopla) ¡Que rico! … (Apenada) ¡Ups! Disculpe… muchas gracias

Akbal- (Sonriendo tiernamente) De nada, me alegra que te gustara. (Incorporándose, le extiende la mano) ¿te gustaría dar una vuelta por el jardín?

Yamanik- (Tímida) Si, ¡Gracias Amo!

Akbal- ¡OK! pero… dime Akbal.

Yamanik- Está bien amo ¡Digo señor Akbal!

Akbal- ¡Ha ha ha! Solo dime Akbal.

Yamanik- (Roja y apenada) ¡A … Akbal!

Akbal- (Dándole un tierno beso en el dorso de la mano) Se escucha mejor

Tomando la mano de Yamanik, Akbal la guió por el amplio jardín que rodeaba la casa hasta llegar a un Quiosco adornado con muchas flores.

Allí había una fuente y en ella vio la figura de un lobo labrada.

Yamanik- ¡Es verdad! ¡Naul!... (dirigiéndose a Akbal preocupada) ¡señor, Akbal disculpe yo venía acompañada de un lobo! Es mi amigo y es muy tranquilo.

Akbal- ¡MM! Si… es verdad, de echo él fue quien me guió a ti. Escuché un aullido y como aquí es difícil ver lobos, me dio curiosidad y fui. Lo encontré y me di cuenta que quería que lo siguiera así que fui tras él y te encontré herida.

Yamanik- ¿Vio a donde se fue?

Akbal- MMMM no, solo me siguió y luego regreso al bosque… pero yo creo que no ha de estar lejos, ellos son muy fieles.

Yamanik- Si, me imagino… Akbal, Ese tallado… ¿qué representa?

Akbal- Es porque hace mucho tiempo llegó un lobo herido, mi abuela lo curó y lo ayudo a crecer grande y fuerte. Después se quedó como guardián de la casa y se convirtió en el emblema de la familia. La figura del lobo representa poder y sabiduría.

Yamanik- ¡Wow! ¡Qué bonita historia!… Casi igual que la mía con Naul, mi lobo (Preocupada) Espero que este bien… Akbal ¿puedo ir al bosque y dejar un poco de comida? Tengo miedo que este pasando hambre…

Akbal- ¡Claro que sí! Aunque dudo que un lobo de ese tamaño no sepa cazar ¡ha ha!

Yamanik- Si ¡ha ha ha! tiene razón, pero quiero que sepa que no lo he olvidado

Akbal- (Sonriendo) Vamos, yo te llevaré.

Regresaron a la cocina donde Akbal le dejo agarrar los trozos de carne más grandes que había para alimentar a Naul, después salieron al bosque.

Yamanik- (Gritando) ¡Naul! ¡Naul! ¡Ven! …

Pasaron unos minutos y no se escuchaba rastro de Naul, por lo que Yamanik se puso triste.

Yamanik- (Cabizbaja) Creo que no va a venir…

Akbal- MMM talvez sea por mí, no me conoce… si quieres dejemos la comida y el agua aquí y mañana regresamos a ver. Casi no se acercan animales a la casa por lo que no creo que alguien que no sea el lobo se lo coma.

Yamanik- (Triste) ok …

Akbal- (Notando su desánimo) O ¿prefieres que yo me valla para ver si viene?

Yamanik- (Apenada) ¿Si no es mucha molestia?

Akbal- ¡Claro que no! (se va)

Una vez que Akbal se fue, Yamanik volvió a llamarlo y sin darse cuenta se comenzó a adentrar un poco más en el bosque, hasta que escucho un ruido fuerte.

Yamanik- ¡AH! (cayendo de espaldas) ¡¿Naul?!

De entre los árboles, vio un enorme oso, su boca estaba llena de baba, sus ojos parecían inyectados de sangre, poco a poco se acercó a ella y cuando casi la tenía acorralada Naul se interpuso mostrando sus colmillos.

El oso salto sobre Naul y comenzó una terrible pelea entre el oso y el lobo.

Yamanik estaba horrorizada al ver la cantidad de sangre que se veía por doquier, cuando se escucharon unos disparos.

Yamanik- (Asustada) ¡NOOO! ¡Por favor! ¡Mi lobo! ¡No lo lastimen!

Rápidamente llegaron los sirvientes de la mansión junto con Kinich.

Kinich- (Asustada) ¡Señorita venga rápido! ¡Esos son animales salvajes!

Yamanik- (Suplicante) ¡Por favor ayuden a mi Lobo! ¡él me salvo del oso!

Kinich- (Haciéndole señas a los demás) ¡Ayuden al lobo! ¡No lo maten!

Entraron a la casa, Yamanik estaba llorando, pensando lo peor, ¿si ella no hubiera echo ruido? ¿si no hubiera entrado al bosque? ¿si hubiera dejado la comida como le dijo Akbal?

Realmente se sentía angustiada y no dejaba de mirar por la ventana.

Akbal- (Entrando asustado) ¿Estas bien? ¡Lo lamento no debí dejarte sola!

Yamanik- (Llorando) ¡Akba!l, ¡Mi Naul! ¡Mi lobo! Es mi culpa …

Akbal- (Abrazándola) Tranquila, él estará bien, mis empleados lo ayudaron…

Mientras Akbal la abrasaba, él y Kinich se voltearon a ver de forma preocupada. Después de unos minutos, los empleados llegaron por el jardín cargando un bulto grande cubierto por unas mantas ensangrentadas.

Empleado- ¡Señor! Logramos matar al oso y ayudar al lobo, pero está muy herido… lo llevamos a las caballerizas para atenderlo allí.

Akbal- ¡OK! ¡Perfecto! díganle al veterinario que haga todo lo posible por ayudarlo

Yamanik- (Asustada) ¡Quiero verlo!

Akbal- (Deteniéndola) ¡No! Ahora tiene que ser atendido, mañana lo verás…

Yamanik- (Triste) Tiene razón… (Suplicante) ¡Ayúdenlo por favor!

Akbal- (Tratando de consolarla) ¡Veras que estará bien! … (dirigiéndose a Kinich) ¡llévala a descansar y dale algo para los nervios.

Kinich- Si señor… (Llevando del brazo a Yamanik) Vamos querida.

Subieron al cuarto donde Yamanik tomo un poco de té relajante y Kinich le acarició el cabello hasta que se durmió.

Se sintió extraña, por primera vez alguien secaba sus lágrimas y la consolaba. Soñó con Naul en el bosque, corriendo los dos y jugando. 

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