¡Como puede ver usted, con estos números no hay ningún riesgo ni para mi inversión ni mucho menos para su pequeña empresa, por lo contrario todos saldremos ganando!
{Explicaba Edward Smith para convencerle al hombre sentado a su lado en la mesa de un exclusivo restaurante ubicadoen el centro de la ciudad.}
¡Mi empresa es líder en todo el mundo, y siempre ayuda a las más pequeñas para crecer, no les ofrecería ningún trato, si yo no estuviera seguro de que con esta transacción saldremos beneficiados tanto usted al igual que yo!
¡Señor Smith su propuesta es realmente muy interesante, aún así me gustaría analizarla un poco más, ya que eso de ser socios usted mayoritario no acaba de convencerme!
{Le respondió el hombre al gran empresario y multimillonario, sintiendo un poco de temor al no pretender molestarlo.}
Sé muy bien de que en cuestión de dinero me conviene, lo qué aún no acaba de convencerme, es que, prácticamente le estoy entregado toda mi compañía, y como bien debe saberlo usted señor, esta empresa es el único patrimonio de mi familia, si le firmo a usted este contrato, le estaría cediendo todo el control de mi empresa, y mi familia se quedará sin nada.
{El hombre ya mayor trataba de explicarse procurando ser lo más cuidadoso con lo que decía, puesto que no pretendía ofender al poderoso hombre, pues su fama de este hombre despiadado en los negocios, al igual que vengativo con todos aquellos que osaban contradecirle, ya que se volvía el peor de sus enemigos.
Por su parte Edward continuó presionando, él nunca aceptaba un no por respuesta.}
Lo comprendo, pero analice bien. No solo le estoy pagando muy bien por las acciones de su empresa, usted y su familia aún serian dueños, es verdad que no tendrían ninguna decisión en el consejo, pero aún así recibirán los beneficios de socios minoritarios, y créame cuando le digo que en cuestion de dinero ustedes vaya que si lo sentirán, usted y su familia verán grandes beneficios...
{Cuando de pronto Edward Smith, en un segundo sin terminar la frase, Edward pareció enmudecer ya que toda su atención se dirigió hacia una sola persona.
Una hermosa joven y la cual iba entrando al lugar, de cabello largo y rubio como los rayos del sol, mirada inocente, pero en el fondo de esos bellos ojos azules como el mar, de igual forma que este también hay emoción ocultas en lo más profundo de ellos.
La joven tenía un cuerpo muy bien torneado, con él tentaría a cualquier hombre que ella quisiese a sus pies, luciendo ese vestido color gris brillante tan bien entallado, con un discreto escote que únicamente hacía, desear ver más abajo, sus largas piernas blancas resaltaban haciendo que las elegantes zapatillas de tacón de aguja del número diez le hiciese ver más glamurosa y sexual.
La joven dama caminó hasta su mesa sin percatarse de la mirada descarada de aquel hombre, que la acoso desde que entró en el lugar.
Edward le miró con total descaro sin importarle nada ni nadie parecía hipnotizado por la hermosa sonrisa de aquella bella dama.}
¡Helen!
{Saludo Laura al ver a su amiga, estando cerca de su mesa para enseguida continuar hablándole.}
¡No lo puedo creer, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos!
¡Pero mírate estas hermosa amiga!
¡Laura!
¡Que gusto verte!
{Saludo Helen a su amiga Laura con el mismo entusiasmo que mostraba la otra, Helen dándole un abrazo a Laura, para enseguida preguntarle.}
Pero cuéntame, ¿cómo te ha ido? Sé que por fin estás haciendo lo que realmente te apasiona.
Recuerdo, que cuando estudiábamos juntas en la universidad, no te agradaba nada tu carrera de finanzas.
Y por esa razón comenzaste, a estudiar a la par, la carrera de publicidad.
¡Claro eso siempre, a escondidas de tu familia!
Ja ja ja
{Se río Helen divertida, por el comentario de su amiga y enseguida le dijo.}
¡Eso es verdad Laura! Nunca me gustaron las finanzas, pero aun así estudié la carrera, por complacer a mi padre!
Él está empeñado en que debo de hacerme cargo del negocio familiar.
Pero con toda y esa molestia le agradezco mucho a mi padre, por forzar me hacerlo ya que
también los números me han ayudado mucho para llevar mi negocio en publicidad.
Laura y Helen continuaban charlando, poniéndose al día en sus vidas, y lo que habían hecho en los últimos tres años, entre risas por las anécdotas vividas, uno que otra reflexión, hasta llegar a la parte de hacer planes para el futuro, la charla era amena por lo cual ninguna de estas se dio cuenta de que eran observadas.
{Edward las observaba desde otra mesa, sin que este, perdiera un solo gesto que Helen hacía.
Edward no pretendía perder tampoco el negocio que lo había llevado hasta ese lujoso restaurante, sin perder detalle de Helen, el término abruttamente con la conversación ordenandole al hombre que tenía enfrente.}
Muy bien, lo dejaré que piense bien el trato que le estoy ofreciendo, pero lo espero antes de las nueve de la mañana en mi oficina para firmar el contrato, y por su bien espero sea puntual.
¡En ese caso me despido señor Smith, mañana tendrá mi respuesta sin falta, y no dude usted de que seré puntual!
{Diciendo esas últimas palabras, el hombre se levantó de su asiento para despidiéndose de Edward, con un choque de manos.}
{Edward inmediatamente que el hombre se fue, tomo su teléfono para hacer una llamada.}
¡Antonio, necesito que me investigues a una persona!
{Dijo Edward un poco ansioso}
¡Por supuesto!
¿Únicamente dime quien es esa persona?
¿Cómo se llama?
¿Dónde la encuentro?
{Preguntó Antonio para estar seguro de donde comenzar a buscar y quien seria el objetivo.}
¡No lo se!
¡Ese es tu trabajo Antonio!
¿Qué también quieres que lo averigüe yo?
{Le respondió Edward molestó}
Ja ja ja
¡Si, pero yo no soy mago para adivinar de quien me estás hablando tu!
{Se burló Antonio, por la locura que le solicitaba su amigo.}
Si quieres saber de quién te estoy hablando, ven de inmediato al Restaurante El Rincón, y así sabrás bien a quien vas a investigar.
{Le dijo en un tono fuerte Edward, Antonio salió tan rápido como pudo, sabía que si se demoraba en llegar tendría que aguantar el mal humor de su amigo por un buen rato.
En cuanto llego al lugar, vio a su amigo sentado solo en una de las tanta mesa que ahí se encontraban, el restaurante era el más lujosos y exclusivo de toda la ciudad, su mirada parecía perdida, Antonio
tomó asiento a su lado, sin que este lo notase ni mucho menos de su llegada, lo cual le pareció de lo más extraño para Antonio, quien conocía mejor que nadie lo cuidadoso y quisquilloso que era su amigo, él siempre se encontraba alerta a cualquier movimiento a su alrededor, aún extrañado Antonio con un tono de voz burlona y mirada divertida le hizo señas a Edward para que este lo mirase.}
¡Hey!
¡Estoy aquí!
¡Mírame, ya llegué!
{Edward le miró ha Antonio con cara de pocos amigos pero no dijo nada, ya que Antonio continuó burlándose}
¡Ahora dime!...
¿A quién quieres que investigue?
¿Quién es esa persona misteriosa?
{Edward de inmediato le señaló con la mirada para que este también mirase hacia la mesa donde se encontraban sentadas tanto Laura como Helen, y luego le dijo de forma tajante y autoritaria.}
¡Quiero que me investigues quien es esa mujer rubia, la que está sentada a un lado, de aquella morena!
¡Quiero saberlo todo de ella,!
¿De donde viene?
¿A que se dedica?
¿Quién es su familia?
¿Sí tiene novio o si está casada?
¡En fin, desde que nació, hasta el día de hoy!
¡No quiero que omitas ningún solo detalle de su vida!
{Antonio en cuanto miro a Helen, hizo un sonido con los labios en forma de chiflido.}
¡Valla que es hermosa!
¡Ya veo, el porqué no te preocupas por lo que sucede a tú al rededor!
¡Esta mujer es como Diosa!
¡Siempre has tenido un gusto exquisito para elegir a todas tus amantes y esa mujer es perfecta!
¡Es una bella criatura!
{Edward le hizo una cara de molestia a su amigo, después de casi fulminarlo con la mirada a Antonio, en tono fuerte le respondió.}
¡No te metas en mis asuntos!
¡Tú únicamente limítate hacer lo que te acabo de solicitar!
{Antonio asintió con la cabeza y sacando de uno de los bolsillos de su saco, el teléfono, con expresión más seria le dijo.}
¡Muy bien, comenzaré mi trabajo con algunas fotos!
¿Quieres que te mande una, para adelantar tu solicitud?
{ Se burlo Antonio, mientras tomaba alguna fotos con su teléfono.}
¡Antonio haz tu trabajo y deja de bromear!
¡Quiero esa información ya mismo!
¿Me has escuchado Antonio?
{Le grito Edward enfurecido y levantándose de su silla, mirando a su amigo como si lo fuese asesinar.}
¡No quiero demoras!
{ Eduard no dijo más y salió del lugar dejando a Antonio hacer su trabajo.}
{Helen y Laura continuaron con su charla, por varias horas más.
Cuando salieron del lugar ya había oscurecido.
Helen llevó hasta su departamento a Laura, ya que ella le había ofrecido a su amiga alojamiento y un empleo.}
¡Gracias Laura por aceptar trabajar conmigo!
¡Yo sé que no es mucho el sueldo que te ofrezco, pero una vez que consigamos una de las cuentas de las empresas con las que estamos negociando, sé que te podré dar un sueldo mucho más decente!
{Decía Helen a su amiga mientras le abría la puerta del acogedor apartamento}
¡Helen, no te preocupes por eso amiga, estoy segura de que muy pronto, tu agencia será de las mejores juntas lograremos hacerla crecer!
¡Ya lo veras amiga!
¡Juntas podremos lograrlo!
¡Ahora que te parece si comenzamos a trabajar, porque tengo algunas ideas y unos bocetos que me gustaría mostrarte para llevarlas a cabo!.
{Dijo Laura a su amiga con una enorme sonrisa, una voz entusiasta y una mirada llena de esperanza por su nuevo trabajo, al lado única y mejor amiga.}
Espero que les guste esta historia y la apoyen.
Agradezco todos sus comentarios.
{ Los días pasaron rápido.
Ya casi hacía un mes desde su encuentro, en aquel restaurante con la misteriosa joven, aquella con la que no dejaba de pensar, ni un solo instante por más que se trataba de distraer con el trabajo, únicamente se descuidaba un momento Edward, y ella le volvía a su mente, al instante todo el cuerpo comenzaba a sudar, por el calor de sus pensamientos tan inapropiados que tenía sobre ella, pareciese como si el hecho de volver a recrear en su mente el recuerdo de verle entrar por aquella puerta con los rayos de luz del sol a sus espaldas como si fuese iluminada y mostrando a un ser hermoso, angelical.
Al contrario de esa primera imagen después de admirar su caminar el contoneo de esas redondas caderas tan tentadoras era sumamente senxual en su andar, tal como un demonio incitando le a pecar, el deseo tan intenso que sentía el por tener a esa mujer lo tenía preso por el ardiente deseo de poseer a ese maravilloso ser.}
¡Señor Smith aquí esta el señor Antonio y desea hablar con usted!
{Dijo Rosa la secretaria de Edward cuando entro en su oficina.}
¡Hazlo pasar de inmediato!
{Respondió Edward retirando su vista de unos papeles que tenía sobre el escritorio de inmediato que la figura de aquel hombre entró por la puerta la voz de Edward volvió a sonar, al cuestionar a este.}
¿Por qué te tomo tanto tiempo lo que te solicite?
¡Espero y me tengas esa información completa!
{Le grito Edward al hombre que iba entrando a su oficina.}
¡Vaya que humor!
¡Yo esperaba una mejor bienvenida de tu parte!
ja ja ja
¡Pero ya veo que esa mujer te tiene de un humor de los mil demonios!
{Se burló Antonio al ver a su amigo con esa expresión en su rostro de ansiedad.}
¡Basta, Antonio déjate de juegos tontos, y mejor dime!
¿Qué me tienes?
¿Me has averiguado todo sobre la misteriosa mujer a la que te he mandado investigar?
{Le preguntó Edward más ansioso de cómo estaba cuando llegó su amigo.}
¡Muy bien!
¡Comenzamos con lo primero!
{Dijo Antonio a la vez que le entregaba una carpeta a Edward en las manos, enseguida prosiguió hablándole}
¡Esta es toda la información que hasta ahora he podido recabar sobre tu misteriosa dama!
¡Como puedes ver en los documentos que te acabo de entregar, el nombre de la mujer es..!
¡Helen Dior tiene veinticinco años, es hija del señor Dior, el dueño de los viñedos más importantes de toda Italia!
¡Ella es originaria de Italia, su educación universitaria la obtuvo en el extranjero en una de las más reconocidas a nivel mundial, la joven estudio administración y finanzas, también se graduó en publicidad y mercadotecnia en esta última fue la primera en toda su clase!
¡Al parecer esta señorita no solo es una bella, también al parecer es muy inteligente y audaz!
¡Ya que cuenta con una pequeña agencia de publicidad!
{Continuo hablando Antonio, mientras Edward hojeaba cada una de las páginas de aquella carpeta que le había entregado su amigo. }
¡Ella
¡Vive con su amiga de la infancia, la cual se mudó con la señorita Dior al llegar a este país hace escasamente un mes!
¡También te informo de que la señorita Dior!
¡No tiene novio!
¡Está soltera, no tiene hijos y al parecer ese bombón, extrañamente lleva mucho tiempo libre, sin tener ninguna relación formal con ninguno chico!
{Edward de pronto le interrumpio para preguntarle a Antonio con algo de curiosidad y más que interesado sobre el tema.}
¿La compañía que tiene de publicidad es de ella?
{Enseguida Antonio le respondió}
¡Sí!
¡Es de ella!
¡La señorita Dior estuvo trabajando antes de graduarse logrando así juntar algo de dinero para poder establecerse y poder comenzar con su propio negocio!
¡Como puedes ver en la copia del título de propietario que te traje, ella es la única dueña!
¡Aunque no es una gran compañía, está creciendo poco a poco!
{Después de escucharle Edward cambio su mirada por una más sombría y oscura con tono de voz frío y seco le preguntó.}
¡Dime Antonio!
¿En el tiempo que la vigilabas, salió con algún hombre?
{Enseguida de escuchar la pregunta Antonio dejo salir una fuerte carcajada muy divertido le respondió a Edward.}
Ja ja ja
¡Edward mejor haz tus preguntas más directas!
¡Si lo que quieres saber!
¿Es si existe algun hombre que la pretenda?
¡Temo informarte que tiene dos grandes buitres, detras de ella, los cuales la asechan de noche y día!
{Edward únicamente al escuchar la respuesta de Antonio se puso furioso, al entererarse de eso, y poniéndose de pie comenzó a caminar hacia el gran ventanal que tenía a sus espaldas, y en donde se apreciaba la hermosa vista de toda la ciudad, Edward se metió las manos a los bolsillos del pantalón sin dejar de admirar la vista con voz seca le preguntó.}
¿Quiénes son esos hombres?
¡Dime sus nombres!
¡Quiero saber quienes son!
{Antonio sin dejar de sentir diversión al ver a su amigo molestarse sintiendo celos por una total desconocida para el, le respondió sin dudarlo al desear ver su reacción cuando este se enterase de quien se trataba.}
¡El más importante de sus admiradores me imagino que ese eres tú!
Ja ja ja
¡Pero, bueno dicen que no hay rival pequeño!
¡El señor Marcos Greco, debe de apegarse a ese dicho, si cree que puede competir con mi buen amigo!
¿Marcos Greco?
¿Está interesado en Helen?
{Preguntó Edward un poco incrédulo.}
¡Cómo lo escuchaste Edward!
¡Marcos está jugando sus mejores cartas, para conquistar su corazón!
¡El contrato esa agencia para llevar su toda la imagen de sus productos!
¡Helen está trabajando en su nueva campaña de publicidad!
¡Por lo que escuché Marcus le ha pidió a la señorita Dior, de que lo mantuviese al tanto de todo los cambios para así estar él mucho más cerca de ella, Marcus va casi todos los días a la agencia, por no decir del diario, con el pretexto de ver los avances y dar alguna de sus opiniones!
{Molesto Edward reclamo.}
¡Ese estúpido de Marcos!
¿Cuándo aprenderá apartarse de lo que mío?
¿Y qué piensas hacer tú?
{Preguntó Antonio, curioso a su amigo}
¡Lo que sé hacer mejor!
{Respondió Edward volviendo a su asiento para así acomodarse en el elegante sillón color negro de piel junto a su escritorio adoptando una posición recta de hombre poderoso para enseguida continuar hablando.}
¡Voy a darle bastantes motivos a Marcus para que salga del país, de inmediato y deje en paz a mi Helen!
¡Ese estúpido de Greco, no volverá por un largo rato, y de eso yo me encargo!
¡No voy a permitir que ese pueda estar cerca de ella, el no tiene derecho ni siquiera de admirar a mi mujer!
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