Cuando eres pequeña te imaginas tu vida de otra forma, de otra manera, diferentes situaciones y acciones, pero cuando creces y ves en lo que tu vida se va convirtiendo, sientes que el universo y todos los poderes superiores, están en tu contra.

Estephania Rosales, me case a los 18 años, con el imbécil que creí que era el amor de mi vida, pero resulto ser todo lo contrario, en cuanto cumplimos 6 años de matrimonio el se fue con la hija de su jefe, si, así como leen, con la hija de su jefe, que para colmo fue mi compañera de clases.

Les hablare un poco de mi, tengo 37 años, soy baja de estatura, mido 1.55 metros, a pesar de mis partos, agradecí a Dios que mi cuerpo regresara a ser como era antes, bueno, no sin antes hacer bastante ejercicio para lógralo, así que si, volví a ser un poco delgada, tengo el cabello largo y lacio, siempre me ha gustado así, ojos un poco redondos, mi nariz es un tipo Kate Middleton, mis labios un poco gruesos y mis cejas eran un poco tupidas, hasta que tuve que depilarlas y darles una forma que no hicieran que me viera mas graciosa de lo que ya me siento.

Tengo 3 hijos uno de 23 años, otro de 18 años y mi nena de 16 años, he trabajado, bastante duro, para darles todo a mis hijos, trabajando turnos extras, la mayor parte del tiempo mis hijos se la pasaron en guarderías y con mi madre, la verdad no se que haría sin mis padres, sabía que me había embarazado, demasiado rápido, me llene de hijos bastante joven.

Mis padres, ellos desde el principio estuvieron en contra de que me casara con Jaime, con el paso del tiempo, cuando mis hijos fueron un poco mas mayores, los tome a los 3 y me fui a vivir al extranjero, era mi mejor opción para darles lo mejor a ellos.

Una de mis mejores amigas vivió allá un tiempo y compro una casa, pero en cuanto ella se caso, dejo sola esa propiedad, nunca perdí la comunicación con ella, por lo que le conté mi situación y ella me ayudo a llegar al extranjero y me dejo vivir por un tiempo en su casa, le pagaba una renta, ella al principio se negó, pero al final logre hacer que aceptara, aunque a ella, no le hacia falta el dinero. Así que llevamos viviendo en el extranjero 13 largos años, extraño demasiado a mis amados padres y hermanos, espero verlos algún día.

Fui la mejor de mi clase, pero solo acabe la preparatoria y nadie iba querer darme un mejor empleo que no fuera de lava trastes, o encargada de intendencia, me postule para un trabajo, como secretaria para una enorme empresa, enorme, todo gracias a un chico nuevo, que había llegado al restaurante donde yo trabajaba, ya que el me dio la información acerca de este trabajo.

Pasaron los días, los días se hicieron semanas, las semanas se hicieron meses, y nunca me hablaron de la empresa. Ya era un poco mayor, y bien sabia yo, que jamás me iban a hablar ya que por mi edad era alguien innecesaria, acababa de cumplir 37 años, eso es realmente triste, ya que en 13 años, no he estado con un hombre, no después de lo que me hizo el imbécil de mi exesposo, hace 2 años me entere que se había casado con la hija de su jefe, Cristina, ella cuando se fugo con mi esposo era joven, ese imbécil siempre se encargo de negarnos, así que no espere mas y Estela, mi mejor amiga, me ayudo con los tramites de divorcio.

Yo sola con mis 3 hijos, siempre hemos salido adelante juntos, ellos nunca me dejaron sola, mi hijo mayor tiene 23 años, en cuanto comenzó a estudiar en el College, comenzó a trabajar, para ayudarme con los gastos de la casa, mi otro hijo tiene 18 años, el esta en la High School, al igual que mi hija, ella tiene 16 años, mis hijos se llevan 2 años de edad, cada uno, si, me apresure al tener a mis hijos, pero no me arrepiento de eso, me han dado los mejores momentos de mi vida.

Mi hijo mayor, al ver que teníamos que invertir mucho en su escuela, quiso dejarla, pero no se lo permití.

Flashback

Nathan - ¡Por favor madre, no va a pasar nada si dejo de estudiar!

Estephania - ¡Eso dices tu, pero veme a mí, yo no acabe la Universidad, aunque ese fue siempre mi sueño, tu que tienes la oportunidad de hacerlo, hazlo, termina la Universidad y si es necesario un posgrado yo te ayudaré, no permitiré que dejes tus estudios, por nuestra situación, verás que todo esto mejorara, se los prometo!

Nathan - ¡Pero mamá...!

Estephania - ¡Pero nada, por favor, confíen en mí, no estamos solos!

Fin Flashback

Una tarde mientras terminaba de lavar unas charolas, mi jefe me mando a llamar, creí que me despediría, pero era buena con los quehaceres, que me despidiera, eso era imposible llegarlo a pensar, cuando llegue a su oficina, no me dejo llegar a la silla y sin mas me dijo que a partir del lunes, comenzaría a servir a los clientes, me dijo que ya estaba lista para ser mesera, me dijo que ganaría $85 dólares la hora, así que sin mas, acepte el nuevo puesto, pensé en lo bien que me iría en las propinas, me dijo que eso seria al principio, y que conforme, fuera viendo mi desempeño, aumentaría aun mas mi sueldo, eso me hizo muy feliz, tengo 2 empleos, gracias a eso, no nos ha hecho falta nada.

Llego el fin de semana y fue muy triste ya que mis hijos no se encontraban en casa, eso se me hizo raro, mis 2 hijos se habían ido a casa de unos amigos a una fiesta de cumpleaños, mientras mi hija se había quedado a dormir con una de sus mejores amigas, ya que el día martes tendrían que entregar un proyecto, mis hijos se exigen demasiado, son buenos chicos, eso espero, he tratado de educarlos lo mejor que he podido.

El lunes, llegué al restaurante más temprano que de costumbre, estaba muy emocionada, por lo que no había logrado dormir bien en casi toda la noche.

Jorge - ¿Estephy, que haces aquí tan temprano?, ¡Aun no es hora de tu entrada!

Estephania - ¡Lo siento Jorge, es que estoy muy emocionada, por mi nuevo trabajo, y sobretodo que debo ir conociendo a los clientes!

Jorge - ¡Esta bien, cámbiate y en cuanto estés lista, Linda te dirá lo que tienes que ir haciendo con los clientes, como debes acomodarlos y como tomar las ordenes!, ¿Quedo claro Linda?

Linda - ¡Si Jorge, yo le diré como debe ser organizado todo, no te preocupes! – dice Linda, con una linda sonrisa, vaya que esta chica le hace honor a su nombre, todo en ella es linda, y eso me da un poco de envidia, como quisiera regresar a esa época donde era joven y bonita.

Toda la tarde, Linda me estuvo instruyendo en como debía atender y tomar las ordenes de los clientes, justo cuando estaba por acabar mi turno, vi que llegaban unos caballeros, muy bien vestidos y sobre todo muy guapos, cuando voltee a ver a Linda, ella se puso muy pálida y no entendí el ¿Por qué?, si los jóvenes eran realmente apuestos, así que me le acerque y ella solo retrocedió, llegue a la estúpida conclusión de que se trataba de algún ex-novio y que no lo quería ni ver, así que decidí acercarme para tomarles la orden.

Estephania - ¡Buenas noches caballeros! – les entrego el menú y el primer joven muy respetuoso, me recibe el menú muy amablemente, dándome una sonrisa, muy bonita, pero el segundo hombre me arrebato la carta, fue muy grosero de su parte, ya que me corto con la hoja, yo no hice nada, ni me queje, solo me toco resistir - ¿Qué van a ordenar caballeros? – tomo mi pequeña libreta, hojean el menú.

Joven 1 - ¡Yo voy a pedir, La Belle Farms Duck y una copa de vino Martúe Chardonnay, por favor! – el chico cierra la carta y me la entrega, no me di cuenta de que había manchado la carta, hasta que el chico me hizo una seña con sus ojos y pude notarlo, inhale profundo y solté el aire suavemente.

Joven 2 - ¡A mi solo tráeme una Stone Fruit Salad y una copa de vino rosado!

Estephania - ¿Alguno en especial, caballero?

Joven 2 - ¡Mejor traeme una botella de Stella Rosa o un Pinot Rose!

Estephania - ¡Enseguida les traigo su orden caballeros, con su permiso! – tomo las cartas y me retiro, una vez que entro a la cocina, entrego las notas de los pedidos, para que comiencen a prepararlos, en lo que preparan los platillos, voy al baño a limpiar mi dedo, pero justo cuando estoy por llegar, tropiezo con una enorme espalda y caigo de trasero, directamente al suelo. - ¡Lo siento mucho, no me fije por donde iba!

Voz - ¡Debería abrir más los ojos!

Estephania - ¡Esa voz! – digo en un leve susurro, cuando volteo para arriba es el mismo joven amargado de la mesa 24, el que me corto mi dedo. - ¿Acaso tu madre, no te enseño modales, por que tratas así a la demás gente?, ¡El que tengas dinero, no quiere decir que puedas tratar a la demás gente, por debajo de tu hombro!

Joven 2 - ¡Ca-lla-te o haré que te despida el dueño de este restaurante!, ¿Qué hace una señora de tu edad, trabajando como mesera en un restaurante como este?, ¡No eres joven y mucho menos bonita, y por lo que veo, has de estar muy necesitada de dinero o estarán muy necesitados de personal aquí, como para haberte contratado! – Sus comentarios de este chico, realmente me hicieron enojar y sin más, le solté una fuerte bofetada, haciendo que se tambaleara.

Estephania - ¡Nunca, pero nunca en su vida, vuelva a hablar de mí como si fuese el dueño del mundo y me conociera, cuando no es más, que un niño mimado de papi y mami, que solo estira la mano, para que los demás le den lo que pide! – salen unas lágrimas de mis ojos, me doy la vuelta y entro a la oficina de Jorge y le cuento, lo que ese chico acababa de hacerme, cuando Jorge y yo salimos de la oficina, ese chico esta afuera de la oficina y solo se me quedo viendo con mucho coraje.

Jorge - ¡Joven amo!

Estephania - ¿Joven amo?

Jorge -¡Estephy, saluda, el es el dueño de una cadena extensa de restaurantes y este es su favorito! – no puede ser, acabo de golpear al que vendría siendo mi verdadero jefe, carajo, ¿Qué acabo de hacer?, adiós trabajo, adiós esfuerzos, adiós a todo.

Estephania - ¡Señor! – hago una ligera reverencia, cuando de repente siento sus dedos en mi barbilla y me comienza a levantar la cara, para que lo vea.

Jorge - ¡Joven amo Walton!, ¿Qué sucede joven amo?

Joven Walton - ¡Quiero que despidas a esta señora, no tiene lo necesario para ser una mesera!, ¿Cuántos años tiene 35, 40 años?, ¡Aquí solo contratamos a chicas menores de 25 años, espero que mañana que venga, no la vuelva a ver aquí o atenganse a las consecuencias, a-dios Estephy, ooooh y antes de que se vaya, que lleve nuestras ordenes a la mesa! – en su estúpida cara tiene una sonrisa malvada, me suelta de su agarre, este chico me acaba de dejar sin trabajo, ¿Qué haré?, mis hijos, mi casa, las escuelas, las colegiaturas, los demás gastos.

Estephania - ¿Jorge?

Jorge - ¡Lo siento mucho Estephy, no puedo hacer nada, te di la oportunidad de unirte a las meseras, porque siempre te me habías hecho una mujer muy centrada y nunca me imagine que llegaras a tratar así a los clientes, lo lamento! – mis lágrimas comienzan a brotar.

Estephanya - ¡Gracias Jorge, muchas gracias por esta oportunidad, lamento haberte decepcionado, iré por las órdenes y las llevaré a la mesa del joven Walton! – le hago una reverencia a Jorge y doy un paso atrás, me limpio la cara y entro a la cocina, tomo los platos y los llevo a la mesa del idiota - ¡Con su permiso, aquí están sus órdenes!

Joven Walton - ¡Amigo, a partir de mañana vendran a trabajar mas jovencitas hermosas a este restaurante, se acaban de abrir algunos puestos, se va una vie…! – no lo dejo terminar de hablar cuando le tiro la copa de agua en su cabeza, vi su cara arder de coraje.

Estephania - ¡Imbécil! – le digo antes de dar media vuelta y salgo de ahí, al entrar a la cocina, me dirijo a los casilleros, para tomar mis cosas y salir del Restaurante, justo cuando estoy llegando a la puerta de salida de empleados, siento una mano en mi brazo que me jala hacia atrás, siento como me agarran de mi cuello y me azotan en la pared, siento un dolor, muy fuerte en mi cabeza, todo se comienza a tornar oscuro, hasta que regresa mi visión y veo que es el imbécil que me tiene fuertemente agarrada de mi cuello - ¡Su-él-te-me! – le pido con gran dificultad para hablar.

Walton - ¡Te vas a arrepentir por lo que me acabas de hacer, me encargaré de hacerte la vida imposible, a partir de ahora, si puedes, será mejor que abandones el país, porque de mi no te vas a esconder tan fácilmente!, ¿Entendiste? – la suelto y enseguida cae al piso, comenzando a toser - ¡Se me olvidaba que estaba ante una vieja, espero no necesite de su baston, abuela! – me voltea a ver y puedo ver en sus ojos el miedo que mi acción le ocasiono, me sacudo mi saco y peino mi cabello hacia atrás, comienzo a caminar para dirigirme hacia los baños.

Linda - ¿Estás bien Estephy?, ¡Vi lo que ese monstruo te hizo, lo siento mucho, perdón por no decirte antes, como era ese tipo!

Estephy - ¡No te preocupes Linda, estoy bien!

Linda - ¿Segura?, ¡Tienes tu cuello muy rojo, de seguro te quedarán marcas! – me dice Linda con su cara llena de preocupación.

Estephy - ¡Será mejor que me vaya, tengo que ponerme a buscar trabajo, antes de que mi situación empeore!

Linda - ¿Estephy, en verdad no conoces a ese tipo, verdad?, ¡Es el hombre más rico de Estados Unidos, no solo es dueño de restaurantes, sino de hoteles y centros comerciales, tiene mucho poder, si puedes, esconderte, házlo, vete del país si es necesario, toma, son $2,000 dólares son mis ahorros, por favor, vete y no regreses! - Linda es una buena chica, pero tomo su mano y le regreso el dinero que me dio.

Estephy - ¡No te preocupes Linda, todo estará bien, se cuidarme yo sola, por el momento, como te digo, me tendré que mover para conseguir otro empleo, si se enteran mis hijos, se van a querer exigir aun más y ellos dependen de mi, muchas gracias Linda, cuidate mucho! - antes de que salga del restaurante, Jorge se acerca mi y me da un cheque, con mi liquidación, y por lo que veo, fue muy generoso conmigo - ¡Jorge, es mucho dinero!

Jorge - ¡Estephy, vete del país si es necesario, el joven amo, es muy peligroso, se que esta mal que te lo diga, pero no solo te hará la vida imposible a ti, sino a todo aquel que te ayude, y a tus seres queridos, me hubiese gustado, hacer más por ti, lo siento mucho!

Estephy - ¡No se preocupen, no les voy a causar más problemas, muchas gracias, nos vemos! - tomo mi bolso y salgo del restaurante, pero antes de seguir avanzando, el chico que estaba con el Joven Walton se viene acercando a mi y yo por instinto, trato de correr para alejarme de él, pero me es imposible, ya que del otro lado, hay 2 hombres más, vestidos con trajes negros - ¡Déjenme tranquila y déjenme pasar, o voy a gritar!

Joven 1 - ¡No querrá hacer eso, si lo hace Walton lo sabrá y se meterá aun en más líos, mi nombre es Santiago Walton, en realidad soy primo de Sebastián, mi primo, él..., ahora la tiene en la mira y no la dejará en paz hasta que pague por lo que le hizo...!

Estephy - ¡Bien, dime entonces!, ¿Cuánto le costó su traje al joven Walton?

Santiago - ¡No es por el traje señora, es por la vergüenza que le hizo pasar en el restaurante, nunca nadie, se había atrevido a hacerle algo, como lo que usted le hizo a mi primo, créame cuando le digo que la tiene en la mira...! - un escalofrío recorre mi cuerpo, al sentir la presencia de mi primo, detrás de mí.

Sebastián - ¡Vaya primo, creí que eras más leal a mí, que a una vieja como ella! - veo a ese joven acercarse a nosotros y comienza a caminar alrededor del joven Santiago y mío, se me comienza a erizar la piel, por primera vez, tengo mucho miedo, su mirada, se siente como si este joven fuese un témpano de hielo, por instinto, comienzo a acercarme al joven Santiago y lo tomo del brazo.

Cuando siento que la señora Estephania, me toma del brazo, volteo a verla y puedo darme cuenta del terror qué siente hacia mi primo, así que, la tomo de la mano y la presionó.

Santiago - ¡Primo, por favor, vámonos a casa, deja a esta señora en paz! - no puedo creer lo que acaba de hacer Sebastián, arrebato de mi lado a la señora y justo cuando voy a avanzar hacia ellos, los guardaespaldas de mi primo, me toman de los brazos y me aprietan muy fuerte.

Sebastián - ¡Mire nada más, como tiene a mi primo y eso que la acaba de conocer, esa es la naturaleza de personas como usted, que engatuzan a los jóvenes de nuestra edad y se aprovechan de ello! - tomo su barbilla con mis dedos y la presiono fuerte, ella emite un quejido de dolor.

Estephy - ¡Señor, lo siento, por favor, déjeme ir! - me esta rogando que la deje ir, cuando de repente un sonido sale de su bolso, puedo ver la preocupación en sus ojos, debe ser algo importante, así que me ve y mete su mano a su bolsa y justo cuando va sacando su celular, veo que es la llamada de un tal Nathan, le quito el teléfono y cuelgo, la señora trata de quitarme su celular, pero la someto, tomándola del cuello una vez más, le doy media vuelta y la jalo hacia mí.

Santiago - ¡Suéltala Sebastián, la estas lastimando! - cuando escucho al imbécil de mi primo gritarme que la deje en paz, tiro el celular al suelo y lo piso, haciéndolo añicos, chasqueo mis dedos y mis hombres se llevan a mi primo al auto.

Sebastián - ¡Esto aun no termina señora, mi juego comienza ahora, ya veremos cuanto tiempo le dura su valor! - la suelto y ella cae una vez más al piso, creo que me gusta verla así, rendida ante mí, aunque sea de esta forma.