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"ÉL"

U n o ;

La tarde llegaba a su fin y eso significaba el turno doble de Sussy. Una enfermera que hacía guardia todos los días para su beneficio económico. A pesar que vivía sola, excepto por Conny, su fiel gato blanco con negro. Estaba muy agobiada en gastos en su pequeño departamento. No era para más, ser hija única y años atrás encargarse de los gastos del funeral de sus padres, llevándose una gran deuda, no era tarea fácil y menos con su salario de miseria, tenía lo justo para subsistir. Había superado aquel terrible recuerdo, pero a veces lo recordaba en sus pesadillas que le sucedían estos días frecuentemente.
Connor Cowell
Connor Cowell
—Suss, Sussy, ¡Sussana!—le gritó aquel pelinegro alto con un café en la mano.
Sussy sólo se despertó de golpe del escritorio donde anteriormente estaba anotando los resultados de pruebas hechas. Se talló los ojos y miró con el corazón a mil por hora a Connor, uno de los doctores del lugar y estos días uno de los más exigentes y más con Sussana.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Lo-lo siento, yo, de verdad...—Sussy trató de arreglar la situación pero aquel hombre sólo negó con la cabeza y miró la hora en su reloj, visiblemente caro.
Connor Cowell
Connor Cowell
—¿Sabes qué hora es Sussana?—dejó molesto el café en el escritorio y se sentó en la silla enfrente de Sussy.
Sussy tragó saliva y miró el reloj de pared de aquella oficina.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Las 3:45 AM—ella le contestó y siguió tratándose de incorporar.
Connor Cowell
Connor Cowell
—Ocupo los resultados de el señor Morales. ¿Ya hiciste la conclusión de ello?
Ella frunció el ceño y recordó que el señor Morales estaba en la última lista de análisis y pruebas.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Aún no.
Connor Cowell
Connor Cowell
—¿Por qué?—apoyó la mano en el escritorio y trató de no perder la razón por unos estúpidos papeles.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Es difícil—se limitó a decir.
La razón que estaba controlando desapareció y el doctor Cowell se levantó de golpe.
Connor Cowell
Connor Cowell
—¡Exacto! Sé que estás jodidamente cansada y que te matas en este lugar pero te diré algo; ¡No eres la única! Yo también deseo estar en casa, descansando pero apareces tú y tus pocas ganas al trabajo. ¡Entiende que no puedo seguir haciendo todo mientras tú sigues deprimiéndote! ¿Es que ni siquiera para trabajar sirves?
Sussy se calló sin saber qué decir o hacer y su furia apareció.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Crees que es fácil lidiar con todo esto que me cargo? ¿Qué es fácil hacer turnos extra diarios? ¿Qué me alcance para una lata de atún y quedé aún así endeudada? ¡¿Qué es fácil no deprimirse cuando el recuerdo que quieres olvidar se convierte en tu pesadilla de todas las noches!? ¡¿Sólo te digo que si crees que es fácil no deprimirse cuando los tres últimos malditos segundos de la vida de tus padres son escuchados por ti, y que después de eso y del ruido, saber lo que pasó, darte cuenta que no responden y no puedes hacer nada porque estás a la otra maldita mitad del país?!
Sussy después de lo dicho cayó en lágrimas y agachó la cabeza a seguir con su llanto.
Connor la miró con pena y un poco arrepentido, pero su dureza le evitó decir algo que le ayude.
Connor Cowell
Connor Cowell
—Sussy—lo dice con un hilo de voz y se arrimó intentando consolarla pasando su mano por la espalda de Evans.
Sussy lo evitó y salió de aquella habitación, dejando al doctor Connor Cowell completamente solo.

D o s ;

Sussy Evans
Sussy Evans
—Y te dejo las llaves, Mary—colgó Sussy del teléfono de la recepción y se quitó la bata blanca, poniéndose un abrigo largo y negro. La noche era helada y con más razón a unos días de empezar noviembre.
Connor Cowell
Connor Cowell
—Sussy, espera—corrió Cowell hacia ella y Sussy rodó los ojos molesta y sin detener su acción de abrir ambas puertas para irse de ese terrible lugar.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Ahora qué quieres, Connor? ¿Vienes a humillarme y hacerme sentir de la mierda con tus...?
Connor Cowell
Connor Cowell
—Perdón, Sussana. Estoy harto de todo. No debí decir eso, en serio perdóname.
Sussy dejó la manecilla de la puerta y lo miró una vez más. Sabía que no podía irse antes de mirar sus ojos oscuros una vez más.
Sussy Evans
Sussy Evans
—No—cerró los ojos matando la ilusión del pasado y retomó su vieja acción.
Sussy salió y se encaminó a su auto económico.
Se abrazó a sí misma y vio su aliento. Sin duda era una noche para congelarse.
Connor Cowell
Connor Cowell
—¡Sussana!
Escuchó Sussy a Connor llamarle.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Genial—se apresuró a abrir la puerta de su coche blanco, pero le falló cuando más lo necesitó.
Connor la alcanzó y le detuvo la puerta.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Vete—Sussy se giró a verlo.
Connor Cowell
Connor Cowell
—No lo haré hasta que me perdones. No podemos vivirnos de peleas absurdas.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Sí, claro. ¿Desde cuándo las humillaciones son "peleas absurdas"?
Connor Cowell
Connor Cowell
—Compréndeme, así como yo lo hice contigo. Así como te ayudé con los pagos de lo de tus padres, comprende que estoy en pleno divorcio y problemas en el trabajo son lo último que quiero. Es el único lugar donde me siento bien, seguro.
Sussy ladeo la cabeza dudosa para saber si le estaba reclamando los gastos y a la vez nerviosa, por no saber lo que su amigo pasaba.
Sussy Evans
Sussy Evans
Rayos...
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Desde cuándo un hospital lleno de gritos, llantos, muertes y sufrimiento es un lugar para sentirse "Bien"?—le preguntó Sussy a Connor un tanto confundida.
Connor Cowell
Connor Cowell
—No es el lugar específicamente, son las personas que me rodean—le contestó Connor.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Qué?
Connor Cowell
Connor Cowell
—Estoy bien a tu lado, Sussana, pero tú no me dejas estarlo.
Sussy se quedó helada y con el estómago revuelto en miedo, nervios y confusión.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Pero qué rayos?—fueron las últimas palabras de Sussy antes de que el doctor Cowell la besara y ella no lo negara.
Pasaron tres segundos hasta que Sussy se apartó y lo aventó.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre besarme así porque sí? No seas idiota.
Sussy abrió por fin la puerta de su coche y en fuga se fue, olvidando en la fría noche a Connor Cowell.

T r e s ;

Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Qué le pasa?—renegó Sussy aún sin poder creerlo. Era apuesto Connor, y lo aceptaba, pero su necesidad no era para compartirla con ella.
Pasó por la carretera vacía y pasó por aquel bosque que siempre le daba igual por el día, pero nunca le había tocado manejar en la noche, sino, hasta el amanecer.
En un alto casi al terminar, se quedó viendo a la nada del bosque y pensó en todo lo que le había pasado.
Su nada fue interrumpida por ver algo pasar rápidamente de árbol en árbol. Parecía humano, pero con extremidades bastantes largas y oscuras.
Sussy abrió los ojos alarmada y el sonido del claxon de un carro atrás suyo la hizo dar un brinco.
Aceleró al ver la luz verde y se convenció de eso que vio fue por el sueño que tenía e ideas suyas.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Hola, pequeño—Sussy saludó a Conny, y éste cariñoso, se enredó en sus piernas. Había llegado a su hogar, sana y salva.
El calor de Conny la hizo sentir protegida con él.
Dejó sus cosas en la barra del departamento y se acostó en el sillón, destinada a dormir unas 20 horas.
Conny la siguió y estuvo con ella.
Sussy Evans
Sussy Evans
—¿Dónde estoy?—Sussy preguntó aterrada al ver que estaba en el bosque ya visto, pero no se lo creía.
Vio la figura larga, delgada y oscura que saltaba de árbol en árbol.
Retrocedió y choco con un árbol. Se aferró a el, pero al mirar arriba, gracias a los ruidos escuchados, vio a aquella criatura sin forma, con la cara distorsionada y sólo con una gran boca con colmillos afilados y con una sonrisa macabra. Sussy se quedó muda.
Gritó y salió corriendo. La piedra le hizo una mala jugada y la hizo caer hasta rodar colina abajo.
Sussy despertó de brinco y dándose cuenta que estaba en el piso de su hogar.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Sólo fue un sueño—se aclaró así misma y se levantaba buscando a su fiel amigo. Rió al verlo en la canasta de ropa sucia dormido plácidamente. Revisó la hora en el reloj de pared y corrió de golpe a bañarse para irse a trabajar.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Diablos—renegó al saber a quién vería.
Anteriormente había sentido algo por Connor, pero su ilusión la mató a la hora que le llegó la invitación de su boda. Era increíble que con 24 años se casara y 2 años después surgiera el divorcio.
Salió de la ducha y en el espejo del ropero de su cuarto se veía muy demacrada y con unas horribles ojeras que arruinaban el azul de sus ojos.
Se quitó la toalla y se puso su uniforme, desodorante y perfume.
Amarró su cabello oscuro y se hizo un chongo. Puso fijador y fue a la cocina por un pan tostado con mantequilla y un jugo de naranja recién sacado de la nevera. Consumió ambos y se limpió con una servilleta, después, fue al baño a cepillar sus dientes. Acto seguido, fue por sus zapatos y su maquillaje para ocultar esas terribles ojeras.
Sussy Evans
Sussy Evans
—Mírate—exclamó cansada Sussy. Le reclamaba a su reflejo y se criticaba por lo descuidada que estaba.
Negó y se dirigió a agarrar a Conny, despidiéndose, para volver a verlo hasta la madrugada.
Suspiró cansada, odiando su rutina y salió del pequeño departamento.
Horas después, en el trabajo:
Sussy jugueteó con su pluma. Estaba cansada y aburrida. No tenía más cosas por hacer, sólo esperar hasta que acabase su turno y poder irse, al fin.
Compañero
Compañero
—¡Al quirófano, rápido!—escuchó a uno de sus compañeros ordenar y la curiosidad la hizo salir de la habitación a ver qué pasaba.
Quedó en shock al ver aquélla escena que parecía de un crimen.
Partes descuartizadas y mordeduras en todo el cuerpo, algunas marcas como de quemaduras y el pobre hombre estaba consciente de ello. Parecía agonizar y estar a sus últimos minutos de vida. ¿Por qué al quirófano? Sus piernas estaban arrancadas y el hombre estaba morado. Era horrible. Daba tristeza, lástima y asco.
Sussy se tapó la boca y no pudo alejar su mirada de la camilla empapada de aquel líquido rojo que la dejaba helada.
El hombre fue ingresado de emergencia y Sussy corrió huyendo de aquélla habitación.
Sussy Evans
Sussy Evans
¿Qué pasaría?...

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