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Mi Querido Esposo

Prólogo

-Se ve divina, es la novia perfecta ¿verdad que si?, sonríe para la foto cariño venga no seas tímida-

Isabela continuo mirando al piso, la actitud de su madre le estaba empezando a molestar, estaba siendo demasiado entusiasta 

-solo está nerviosa ¿verdad cariño?- dijo su madre con una sonrisa fingida

Sin más opciones Isabela levanto la mirada, y les dio a todos su mejor sonrisa la sonrisa de portada de revista, casi no podía respirar con lo ajustado del vestido se sentía tan incómoda no era para nada lo que ella hubiera escogido. 

Su madre al verla comenzó a llorar, no podía creer que su princesa se fuera a casar tan joven, Isabela al verla llorar solo pensó que si su madre era una actriz mejor que ella, pero ya no tenía caso su futuro marido había pagado todo el tratamiento de su padre, ella ya no podía cambiar de opinión tenía que seguir con la farsa de mujer enamorada.

Su madre salió, no sin antes pedir que dejaran sola a su hija, todo mundo se fue y la dejo sola en la sala de espera de la novia, ella tomo su celular para ver sus mensajes, tenía una llamada de la madre de su ex, ella había intentado que se reconciliaran así que tal vez Alan nunca le dijo porque habían terminado, siguió revisando el celular tenía varios mensajes de sus ex compañeros, su boda sería muy privada pero era lo mejor serían menos las personas ante las que tendría que fingir que amaba a sus futuro esposo.

Isabela suspiro y se dejo caer al piso, estúpido vestido no la dejaba respirar, después de pelear un rato con el vestido se rindió sintió que estaba a punto de llorar, pero no podía arruinar su maquillaje, hace unos  meses se estaba graduando y haciendo planes y ahora estaba casándose con un hombre que no amaba. ¿Cómo llegue a esto? pensó. 

Capítulo 1 LA GRADUACIÓN

Meses atrás...

-Despierta, hoy es el gran día, te vas a graduar de la universidad, estoy tan emocionada

-mamá, son las 7 de la mañana, la ceremonia es a medio día, relájate – respondió desde la cama

-ya lo sé cariño reserve un día en el salón para nosotras dos, ya que mi hija debe estar hermosa cuando de el discurso de graduación, así que levántate y toma una ducha te estaré esperando abajo para desayunar- la mujer salió dejándola sola.

Isabela se levanto, sus pies descalzos tocaron la mullida alfombra rosa que estaba a los pies de su cama y cubría el piso de su habitación casi por completo, se puso sus pantuflas, y camino hacia el baño se quito su pijama, se metió a la ducha, abrió el agua caliente dejando que el agua empapara su cuerpo desnudo y terminara de despertarla, al salir de la ducha se envolvió el cuerpo en una toalla que era de un color rosa pálido, casi todo a su alrededor era de distintos tonos de rosa, su mamá había elegido todo y ella lo odiaba, la hacía sentir como si fuera una niña pequeña, a pesar de que ya había cumplido los 21.

Bajo a desayunar y encontró a su padre tomando café –padre el médico te dijo que debías tomar menos café

-es la costumbre cariño, no me regañes- respondió el señor Villanueva sonriendo.

Ernesto Villanueva era todo lo contrario a su esposa, era un padre amoroso que adoraba a sus hijas, sobre todo a Isabela que era la menor, pero no era capaz de llevarle la contraria a su mujer, por otro lado Florencia, era una mujer orgullosa que había sido hermosa en su juventud y aun cuidaba mucho su figura y quería que sus hijas hicieran lo mismo, Estela su hija mayor había resultado una decepción para ella pues se parecía a su padre y no le interesaba mucho su imagen pero al menos era inteligente o eso creía ella, pero Isabela su hermosa hija pequeña era perfecta había heredado su belleza y elegancia y era tan inteligente como su padre sabía que su hija llegaría lejos por eso le había elegido la carrera, aunque se quejara algún día se lo agradecería.

Isabela se sentó a desayunar con su padre, su mamá le coloco un plato de frutas enfrente, después de terminar el desayuno salió con la señora Florencia rumbo al salón, por el camino no dejaba de pensar en comida, en cuanto su madre la dejara sola buscaría algo de comer, no tenía más opciones que ocultarse, odiaba estar siempre a dieta.

...****************...

La primera vez que Isabela vio a Alexander fue cuando visito a su padre en el trabajo, escucho que era el jefe pero en realidad no le prestó atención, la segunda vez fue el día de su graduación ella salía de la oficina de su profesora, abrió la puerta pero al ir distraída revisando su discurso chocó con algo, o más bien con alguien levantó la cabeza y se encontró con un hombre muy alto, de cabello negro y ojos azules, que la miraron al principio con molestia como si ella no fuera más que un insecto que se atravesó en su camino, después la miro de una manera que ella no supo interpretar, sin saber muy bien que hacer murmuro una disculpa, él se hizo a un lado y la dejo pasar, ella salió sin darse cuenta de que él la siguió con la mirada hasta que se perdió de vista.

...****************...

Horas más tarde la ceremonia termino y le siguieron las fotos, los abrazos y demás, ella se encontraba con sus amigas, llego Alan su novio y le entrego un enorme ramo de flores

-excelente discurso Villanueva

- que hermosas flores- respondió ella –mis padres me están buscando, nos vemos más tarde – se acerco a Alan y lo beso en la mejilla, se despidió de los demás con la mano y se fue

- no creen que Isa se está portando muy fría conmigo le acabo de dar sus flores favoritas y no la vi muy emocionada -

Marina la mejor amiga de Isabela lo miro con desagrado – si mi novio de años se postulara para una beca en el exterior y me lo ocultara por meses yo también estaría enojada, idiota

-ya les dije a ambas que no quería decepcionarla por eso quería estar seguro antes de hablar con ella

- sí pero te irás antes de lo planeado, si no se lo dices hoy se va a cabrear mas contigo, cuando te deje no vengas llorando entendiste -

-ok pero no me grites hablare con ella hoy voy a ver a mis amigos- dicho eso salió corriendo

-sinceramente porque esta con ella, Isabela es tan aburrida, el merece algo mejor – dijo una de las otras chicas

-¿alguien como tú? – dijo Marina alzando una ceja

- no quise decir eso ok-

-por favor Wendy todos saben que perseguías a Alan antes de entérarte que a él le gustaba Isa, y todavía lo desvistes con la mirada cada que lo ves -

- eso fue antes ok, y no lo veo de esa manera solo reconozco que es guapo -

-mas te vale – respondió Marina, se puso sus gafas de sol – chao, chicas las veo más tarde, y a ti – dijo señalando a la chica- te voy a estar observando – y se fue del lugar contoneando las caderas llamando la atención de todos.

Esa misma noche Isa iba rumbo a la casa de unos de sus ex compañeros a una pequeña reunión, para celebrar la graduación, se le había hecho algo tarde, discutió con su madre antes, así que se le hizo tarde para recoger las pizzas que había pedido, al llegar a la entrada de la casa de su amigo este la esperaba afuera.

-llegas tarde todos me quieren convertir en pizza a mí, no te hubieras ofrecido a traerlas. – dijo un chico de cabello rizado

-perdón no fue mi intención, tuve un imprevisto, ¿me ayudas?

-¿eso es sushi? – el chico señalo otra bolsa en la mano de ella

- no es para ti no te ilusiones mucho por eso ok -

-Alan es un tipo con suerte, a mí, mi novia solo me grita – dijo el joven sonriendo

Fue con él a la parte de atrás de la casa donde había una piscina, al verlos todos se abalanzaron sobre la comida todos menos Alan

-¿Alguien vio a Alan? -

- lo deje en mi habitación dijo que se pondría su traje de baño, ve por el dijo su amigo- al ver que ella no se movía - y no te preocupes por bajar enseguida pueden usar mi habitación si se reconcilian – después se echo a reír y su novia le dio un manotazo.

Ignorando a sus amigos entro a la casa y subió al segundo piso a buscarlo habían discutido mucho los últimos días era hora de reconciliarse, la habitación estaba al final del pasillo, así que casi corrió para llegar se detuvo cuando vio que la puerta estaba entre abierta, se acomodo el cabello y la abrió.

-Alan, cariño estas aquí ve lo que te… - antes de terminar soltó la bolsa no podía creer lo que veía, ahí estaban Alan su novio y Wendy una de sus supuestas amigas, la camisa de él estaba abierta y Wendy solo traía un traje de baño diminuto y estaba casi encima de su novio mientras lo besaba, al verla Alan la empujo y esta cayó al piso

-no es lo que crees cariño ella me beso, te juro que yo no hice nada -

-quieres que crea eso, piensas que soy estúpida mírate- con cada palabra retrocedía un paso Isabela no quiso seguir escuchando y bajo corriendo las escaleras mientras él la seguía llamándola por su nombre, Wendy venía detrás y trataba de detenerlo, al llegar abajo la tomo del brazo

- escúchame si, me estaba vistiendo y ella entro y empezó a desvestirse, yo no hice nada nena lo juro -

- pobre de ti, ni siquiera puedes defenderte de una mujer medio desnuda – dijo Marina saliendo de el baño que estaba en la planta baja, la joven paso a un lado de Alan fue hacia la otra chica que seguía parada detrás de él – te lo advertí, así que mientras lo digo por las buenas toma tus cosas y lárgate o te saco -

La otra chica se levanto del piso tomo sus cosas y salió – ni quien quiera estar aquí -

-¿ahora si podemos hablar Isa?, por favor mírame, te juro que no hice nada -

-lárgate Alan te lo advierto si te le acercas a mi amiga te juro que no respondo- contesto Marina furiosa ya que Isabela se había quedado callada

Los demás entraron al escuchar la discusión y vieron que su compañera salía de la casa casi desnuda dando un portazo

-creo que lo mejor es que tu también te vayas amigo solo lo estas empeorando, no es que no te creamos pero ahora pareces bastante culpable – el chico de cabello rizado le sonrió con tristeza – vamos te acompaño a la puerta -

Isabela se sentó en el piso y se puso a llorar, porque su primera relación seria tuvo que terminar de esta manera.

CAPÍTULO 2 LA FIESTA

Alexander estaba en su oficina revisando documentos, cuando se dio cuenta de que había firmado el lugar equivocado, lanzo la carpeta al piso y llamo a su secretaria, esta entro casi corriendo

-sí, dígame señor¿que necesita? -

El señalo las carpetas del piso, su secretaria las recogió enseguida y salió, con la misma velocidad con la que entro, Alexander se puso de pie y empezó a caminar por la oficina, después de ver a esa chica en la universidad preguntó casualmente y descubrió de donde la conocía era hija de uno de sus empleados de años, ese hombre había trabajado para ellos desde siempre pero hacía tiempo que no veía a su hija, en qué momento se convirtió en una mujer tan atractiva, la había visto por la empresa y le había llamado la atención, pero después de encontrase con ella de frente, no había podido sacarla de su cabeza, así que la había investigado, sabía todo de ella incluso que tenia novio pero eso jamás lo detuvo, cuando Alexander Casablanca quería algo nada lo detenía, esa chica seria suya.

...****************...

Hacia una semana que Alan y ella había terminado, él la llamaba todos los días, fue a buscarla pero su madre no lo dejo entrar, esta mañana su madre la saco de la cama, le dijo que ya había llorado suficiente, que la vida seguía, y la llevo de compras, y luego la arrastro a una aburrida fiesta de la compañía, odiaba estas fiestas, tediosas a más no poder, no recordaba cuantas copas de vino llevaba pero se estaba empezando a embriagar su madre lo noto y la reprendió.

-deja de beber, sal a tomar un poco de aire ahora -

Isabela se levanto y salió del salón de baile y camino un rato hasta que de casualidad encontró la piscina techada, entro y se sentó en la orilla se quito los tacones y metió los pies al agua fría, su teléfono sonó era Alan de nuevo, esta vez contesto.

-Ya deja de llamar, tu y yo hemos terminado y es definitivo, ya no confió en ti, esto se acabo ya deja de llamarme, además que te importa si estoy borracha no creas que es por ti – colgó y lanzo el teléfono a la piscina, después quiso parase pero como estaba borracha y descalza se piso el vestido y cayó al agua.

...****************...

Alexander seguía de un humor pésimo, pero debía estar en esa fiesta, su mal humor era tan evidente que nadie se acercaba demasiado, todos solo lo saludaban pero al ver su cara se alejaban por su propia seguridad, era bien sabido, que ya enojado se desquitaba con cualquiera, se termino su trago dejo el vaso en la barra y salió a fumar, no era un gran fumador solo lo hacía de vez en cuando, empezó a caminar por el hotel buscando un lugar para fumadores, después de caminar un rato se rindió, tendría que salir al jardín, pero primero encontró las piscinas techadas, y camino hacia allá, al llegar encontró que la puerta estaba abierta así que entro, se recargo en la pared y saco un cigarrillo y su encendedor, antes de prenderlo, oyó una voz y se dio cuenta de que no estaba solo, y que su compañía era nada más y nada menos que Isabela Villanueva, que suerte la suya, al parecer discutía con alguien por teléfono, la vio colgar lanzar el teléfono a la piscina, y ponerse de pie parecía borracha, pues piso el largo vestido y cayó al agua, después de casi dos minutos ella seguía sin salir, así que se quito el saco y los zapatos y saltó tras ella, su vestido le complicó bastante sacarla.

-gracias – dijo ella tosiendo y escupiendo agua el sólo la miro

- ¿eres estúpida, o qué?, no me digas que querías ahogarte en la piscina por que el estúpido de tu novio te dejo -

- ¿Por qué estas insultándome? – ella lo miro como un cachorro regañado por su dueño

-todavía preguntas, me moje por tu culpa, por cierto ese vestido se te ve mejor mojado – el vestido se le había pegado al cuerpo dejando poco a la imaginación

Ella se cruzo de brazos temblando, él tomo su saco y se lo puso encima, no porque fuera un caballero él era el primero que quería aprovecharse de ella, la razón para cubrirla era que no quería que nadie más la viera así.

-ven conmigo -

- ¿Por qué lo haría? -

Así que el cachorrito sabia ladrar - no creo que quieras volver así a la fiesta, verdad

-claro que no, me voy a casa voy a pedir un taxi -

- en serio –dijo él en tono de burla –¿ con que? si tu celular está ahí – y señalo la piscina – ves como no tienes más opción que dejar que te ayude -

Ella miro al piso, pero cuando él comenzó a caminar hacia la salida recogió sus tacones y lo siguió, cuando entraron al elevador se puso lo más lejos posible de él, de nuevo le pareció un cachorro asustado. Cuando las puertas del elevador se abrieron en el pent-house ella se quedo dentro del elevador

-¿Qué estas esperando?- este cachorrito era tímido al parecer

Isabela suspiro y entro al lugar era tan grande, elegante y lujoso y ella estaba mojada

-ahí está el baño, te aconsejo que tomes una ducha o vas resfriarte -

Ella dejo el saco y casi corrió a encerrarse en el baño, al no encontrar que ponerse se enredo una toalla y se puso la bata de baño encima, se seco un poco el cabello, después de mucho tiempo salió y se encontró con este hombre medio desnudo se había quitado la camisa y traía una toalla alrededor del cuello.

-estaba a nada de tirar la puerta, para ver si seguías con vida – lo dijo sin mostrar ninguna emoción en su cara, así que ella no supo si lo decía en broma o hablaba enserio, después paso por su lado y se metió al baño.

Isabela se sentó en la cama a pensar que hacer ahora, estaba casi desnuda en una habitación de hotel con un hombre que no estaba segura del todo si conocía, sabía que lo había visto pero su mente seguía algo nublada por el vino que tomo mas tempano, empezó a caminar por la habitación y encontró una botella de algo que parecía whisky, tomo el vaso y se sirvió un trago el cual se tomo de golpe, eso sería suficiente necesitaba valor para llamar a su madre, pero ¿que excusa le pondría? y si mejor llamaba a Marina para que viera en su auxilio y de paso le trajera algo de ropa, hablando de ropa, había dejado su ropa interior en el piso, que vergüenza, pero no era tiempo para pensar en eso necesitaba llamar a Marina, para que viniera por ella, pero ¿y si mejor le pedía su celular en lugar de usar el teléfono del hotel? Se acerco a la puerta para ver si aun se oía el agua correr para su sorpresa la puerta se abrió.

- ¿querías acompañarme en la ducha cariño?- le dijo él tranquilamente

De nuevo ella no supo si hablaba enserio o no- yo, yo – Isabela se había sonrojado al verlo casi desnudo el solo traía una toalla alrededor de la cintura, aparto la vista- yo solo quería pedirte tu celular – le estaba dando calor por que se había tomado ese whisky en primer lugar pensó.

-¿quieres mi numero de celular?- respondió el tranquilamente – que atrevida – y dio un paso hacia ella

- claro que no, entendiste mal – dio un paso hacia atrás

- ¿segura?, veo que sonrojaste – le dijo él estirando la mano para tocarle la cara, al mismo tiempo ella dio un paso hacia atrás y se tropezó con la alfombra, antes de que llegara al piso él la tomo por la cintura y la jalo hacia él, ella lanzo un grito sorprendida, pues el tenia una de sus manos en la cintura de ella, con la otra la tomo del mentón e hizo que lo mirara

- si me sigues mirando con tus ojos de cachorro triste te juro que no respondo por lo que pueda hacer contigo -

- eso sonó como una amenaza- susurro ella

- yo no amenazo en vano cariño yo digo algo y lo cumplo -

- no soy tu cariño – respondió ella molesta –deja de llamarme así - el whisky estaba haciendo su efecto así que le dio valor para responder

- bueno eso puedo solucionarlo ahora – el corto la poca distancia que había entre ellos y la beso, una parte Isabela quería apartarse, pero al mismo tiempo pensó, si ya no tenía novio, qué más da si pasaba la noche con un extraño, solo hazlo pensó, no es como que lo vayas a volver a ver. Así que cuando él le abrió la bata ella no puso objeción, tampoco cuando él la tomo en sus brazos y la llevo hasta la cama, no tuvo tiempo de cambiar de opinión, o tal vez no quiso hacerlo.

Alexander no tenía idea de cómo un día, como el que había tenido hoy pudiera terminar tan bien, le habría encantado hacerlo con ella toda la noche pero después de hacerlo una vez ella se había quedado dormida, como él estaba acostumbrado a dormir poco tomo su teléfono y se puso a hacer unas cuantas llamadas, tenía un par de cosas que resolver antes de que su cachorrito despertara, ahora que la había hecho suya no pensaba dejarla ir.

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