SAN FRANCISCO

Elizabeth Campbell observaba por última vez los platillos que se servirían esta noche en la apertura de su restaurante, no podía darse el lujo de cometer un error. Todo tenía que ser perfecto si o si.

-Annie Wrigth_ ¿que opinas?

Annie la miraba ansiosa, esperaba que Elizabeth diera el visto bueno a su platillo, pues había puesto todo su empeño en el, a pesar de que ella solo llevaría la administración financiera de el lugar. Quería ser de gran ayuda para su media hermana en un día tan importante para Elizabeth.

-Elizabeth_es perfecto Annie, gracias hermanita.

-Jerry Wrigth_ todo se ve exquisito, serás un éxito esta noche eli, estoy seguro de que Helena se sentiría como yo, muy orgulloso de lo que has logrado.

-Elizabeth _gracias papá, es muy importante para mí la opinión de el mejor chef de NY, y en cuanto a mamá se que estaría orgullosa, por que este logro también es tuyo.

Jerry se sintió melancólico con las palabras de Elizabeth, sabía perfectamente la razón. Cuando su esposa helena murió dando a luz a su pequeña Annie, no sólo la dejó con la recién nacida, también lo dejó a cargo de una pequeña de 3 años, ellos eran la única familia de Helena, sus padres habían muerto hace años y el padre biológico de Elizabeth nunca se interesó por la pequeña, así que tomó la decisión de quedarse con ella, sería el doble esfuerzo, pero no importaba el amaba a Elizabeth como su hija y las crió por igual, con mucho amor.

-Elizabeth _ ¿Listos?

-Annie_ ¡Listos!

Elizabeth camino hacia las grandes puertas de el restaurante, pero antes hecho un último vistazo a su atuendo. Ella sabía que era una mujer hermosa, no sólo por el color de sus grandes ojos, si no también por su generosa figura en forma de reloj de arena, causante de la envidia de muchas mujeres y el deseó de muchos hombres.

Dio la orden para que abrieran las puertas y los invitados comenzaron a llenar el lugar. Se sentía extasiada por el éxito que está obteniendo esa noche. Recorría el lugar saludando a los invitados y asegurándose de que las degustaciones y el vino no faltarán, pero de un momento a otro se sintió observada.

Al dar media vuelta se topo con un par de ojos azules que la miraban con deseó y admiración.

El hombre era alto, tal vez 1.90, de cabello castaño y con una barba perfectamente delineada y nada ostentosa. Vestía de manera impecable con un traje de sastre caro hecho a la medida, sin duda un hombre muy guapo.

Iba acompañado de una mujer muy guapa de piel aperlada y ojos azules, que se colgaba de su brazo dando a entender que ese hombre era de su propiedad.

La mirada de él hombre era intensa y a la vez cálida que la hacía sentir intrigada y muy atraída hacia el. Nerviosa camino hacia la pareja para presentarse.

-Elizabeth_ buenas noches, soy Elizabeth Campbell, la chef y dueña de el restaurante. Espero que la velada sea de su agrado.

El hombre la observó más detalladamente y le regalo una sonrisa coqueta. Esa mujer era muy hermosa, sin duda alguna sería una perfecta Amante, pensó Antuan.

-Antuan Le Roux Gilles_ Un placer señorita Campbell.

Tomó su suave mano y deposito un pequeño beso en ella, al tacto ambos sintieron como una extraña corriente estremecía sus cuerpos.

Mientras la mujer a su lado, al darse cuenta de el descaro de su acompañante frunció los labios con disgusto y saludo a Elizabeth de manera altanera.

-Clarisse Lebrún _ Señorita Lebrún. Cariño no crees, que este lugar es como un poco peculiar. No es elegante, ni para nada ostentoso, es simple y algo corriente.

Elizabeth echaba fuego por los ojos, quería sacar a rastras a la mujer, pero no podía darse el lujo de ser grosera frente a sus invitados, así que intentó tranquilizarse y le dio una sonrisa forzada.

Clarisse la miraba con desagrado y desdén , aunque en el fondo notaba que el lugar era bonito y la comida exquisita. Pero estaba llena de celos y envidia por la forma en la que Antuan miraba a esa mujer que acababa de conocer.

-Antuan - Clarisse por favor, esta fuera de lugar tu arrogancia.

-Clarisse _No es arrogancia cariño, solo opinó lo que veo.

Antuan sintió enojo por el comentario de Clarisse y se soltó de su agarre bruscamente.

-Antuan _te pido una disculpa por su comentario, el lugar es muy bello y la comida exquisitamente perfecta.

El le sonrió de nuevo con coqueteo y ella se ruborizo por su comentario.

-Elizabeth _descuide, estoy acostumbrada a tratar con gente de todo tipo.

Esto último lo dijo con tono sarcástico y Antuan sonrió por su sentido curioso de humor.

-Clarisse _¿nos vamos?

-Antuan _si, que tenga una excelente noche señorita Campbell.

Antuan tomo a Clarisse de el brazo para llevarla a fuera, en definitiva esta sería la última vez que lo acompañaría a cenar, había creído que era una buena idea invitarla, ya que no le gustaba comer sólo, pero Clarisse nuevamente le había arruinado la noche con su arrogancia y su forma caprichosa de ser. Sólo la soportaba por el cariño que le tenía a su padrino, el padre de Clarisse.

Elizabeth se quedó pensando, que ese hombre era un descarado y cínico por haberle coqueteado frente a esa mujer, la cual imaginaba que era su pareja por la forma en que lo miraba y le llamaba cariño.

Lo peor fue que se había sentido muy atraída a el, por las miradas y las sonrisas coquetas de el hombre.

-Annie _eli.. eli.. ¡¡ELIZABETH!!.

-Elizabeth _¿Mm si?

-Annie _Tengo rato llamandote, pero tu estas distraída viendo como tonta hacia la puerta. ¿Esperas a alguien?.

-Elizabeth _No, sólo me distraje un poco, pensando en ciertas cosas.

-Annie _¿algún galán?.

-Elizabeth _No, Annie, no todas pensamos todo el tiempo solo en hombres.

-Annie _pues deberías de intentarlo de vez en cuándo.

-Elizabeth _en mi cabeza solo esta este lugar ahora, mañana y los siguientes días..

-Annie_ sabes que me siento orgullosa de ti Eli, por haber logrado abrir este lugar fantástico. Pero no todo en la vida es trabajo, a veces es necesario divertirse y ya sabes, tener un buen sexo alocado de una noche, de vez en cuando, con un hombre sexi.

-Elizabeth _jaja, si papá te escuchara en este instante, pegaría el grito en el cielo.

-Annie _ por suerte esta entretenido en la mesa de los postres jajaja.

Elizabeth iba tan concentrada en su platica con annie que no se percató que le tiro una copa de vino a hombre, en su chaqueta.

-Benjamín Jenkins _ Pufff, PODRÍAS TENER CUIDADO!!

Elizabeth volteo y se dio cuenta de lo que acababa de hacer.

-Elizabeth _ ¡¡Maldición!! disculpame, no fue mi intención, traeré algo para que puedas limpiarte.

Benjamín levantó la vista enojado hacia la mujer, pero al ver su rostro se quedó impresionado por su belleza.

-Benjamín _no te preocupes, odiaba esta chaqueta.

-Elizabeth _¿en serio?. Aún así permite limpiarla o pagarla, creo que la mancha no saldrá fácil de ella.

-Benjamín _De verdad no te preocupes.

-Elizabeth _okay, pero al menos déjame recompensarte con una cena gratis en mi restaurante, podrás pedir lo que gustes, inclusive traer a una acompañante.

-Benjamín _aceptó, claro si tu eres la acompañante.

BENJAMÍN no era el típico mujeriego, era un hombre tierno, detallista, que aún esperaba a la mujer perfecta para casarse y tener su familia. Pero en el momento que miro a Elizabeth quedo cautivado , y esta noche probaría su suerte con ella.

Elizabeth no se sorprendió por su propuesta, no era el primer hombre que intentaba algo con ella. Pero no estaba segura de aceptar una cena con un desconocido, pero en un instante pareció que Benjamín pudo leerle la mente.

-Benjamin_ antes de que me rechaces, permite que me presenté, Benjamín Jenkins ¿y usted es?.

-Elizabeth _ Elizabeth Campbell.

-Benjamín _es un placer Elizabeth, si no me equivoco eres la autora de este encantador lugar.

-Elizabeth _ así es, y usted es el famoso empresario de Corp. Jenkins.

-Benjamin _ está en lo correcto y bueno, ahora que no somos desconocidos me encantaría que aceptaras acompañarme a una cena en el mejor restaurante de San Francisco. La chef además de ser muy hermosa tiene un exquisito sazón, te va encantar.

-Elizabeth _ jaja, está bien aceptaré con gusto Sr. Jenkins.

-Benjamín _Perfecto, ¿te parece si intercambiamos números?, así podre llamarte mañana para acordar la hora.

-Elizabeth _ Claro es.. xxx xxx xxx.

-Benjamín _excelente, entonces ¿nos vemos mañana?.

-Elizabeth _nos vemos mañana.

Esa misma mañana benjamin se había detenido frente a un parque y miró a una pareja feliz con una pequeña niña y deseo tener lo mismo, una familia y un amor incondicional que lo hiciera muy feliz. Recordando eso pensó que tal vez esta era una señal de el destino y camino hacia la puerta con una gran sonrisa triunfante.

-Annie_¡¡ Dios que hombre tan guapo!!

-Elizabeth _si, es muy guapo.

-Annie _¿que te pondrás mañana, para tu cita con el hombre sexi?

-Elizabeth_ ¿estuviste escuchando la conversación?

-Annie_ No.. Bueno un poquito.

-Elizabeth_ ¡¡Annie!!

-Annie _okay, pero no te puedes enojar conmigo, este es un lugar público y tengo todo el derecho de estar parada donde yo quiera, así sea detrás de ti, mientras hablabas con ese papacito que uff... Mejor dime, ¿que usarás mañana?. Como tu hermana te aconsejo que uses ese vestido negro y corto, que se adhiere a tu cuerpo y marca esas caderas de fuego....

Elizabeth solo reía por las ocurrencias de su media hermana, cuando algo se le metía en la cabeza no había poder que la callara.

ANTUAN se sentía cansado por las actitudes de Clarisse, siempre había querido llevar una relación amistosa con ella, pero cada vez que salían juntos terminaba con su paciencia. Camino hacia el bar del hotel pensando que tal vez unas copas lo ayudarían a quitarse el estrés que Clarisse le provocaba. Iba a tomar el primer sorbo de su whisky cuando recibió la llamada de su cuñado Ellioth.

-Ellioth Dupre_Antuan, ¿por qué no me avisaste que ya estabas en San francisco?.

-Antuan _lo siento, pensaba buscarte después de comer algo en algún lugar, pero Clarisse se me pego y tuve que invitarla a cenar, pero terminó arruinando mi noche, ahora estoy agotado, solo quiero beber un poco y descansar. ¿Te parece si lo dejamos para mañana?.

-Ellioth _no te preocupes, nos vemos mañana, yo paso a buscarte a tu hotel.

Antuan colgó la llamada, se tomó de un solo trago el whisky y de pronto recordó las mejillas ruborizadas de Elizabeth Campbell y la extraña corriente que sintió cuando tocó su mano.

-Antuan _debo estar loco.

Saco algunos dólares para pagar su trago y subió a su habitación. A la mañana siguiente bajaba al lobby de el hotel para reunirse con Ellioth.

-Ellioth_ tu cara está horrible.

-Antuan _no pude pegar mucho el ojo anoche.

-Ellioth_ Toma..

Ellioth le arrojó unos folders, Antuan los tomó y comenzó a ojear los documentos que contenían.

-Antuan _¡¡MALDITO BASTARDO!! ... Lo sabía, sabía que el no se había suicidado.

-Ellioth _ahora que tenemos todas las pruebas hay que volver a Francia y buscar al detective Moreau, para que reabra el caso de la muerte de tu abuelo.

-Antuan _ No, aún no.

-Ellioth_ ¿que dices Antuan , por que no?, Todo está ahí , en esos documentos. Ese maldito tiene que parar en la cárcel.

-Antuan _ Pero Tiene poder Ellioth, le sería fácil sobornar a quien sea, para no pisar la cárcel y desaparecer de nuevo. Eh pensado en poner un infiltrado en su personal de confianza, así podríamos seguir de cerca cada paso que de.

-Ellioth _ tienes razón, así encontraremos la forma de arruinarlo financieramente y sin dinero, no hay poder.

-Antuan _por ahora solo queda esperar un poco mas. Por favor no le hables de esto a julie ni a la abuela, no quisiera verlas sufrir de nuevo.

-Ellioth_no te preocupes.

-Antuan_bien, ahora dime ¿cuando regresas a Francia con la malvada elfo y tus pequeños demonios?

-Ellioth_jaja, en cuatro horas sale mi vuelo, pero antes de ir al aeropuerto pasaré a comprarle algunos obsequios a mi bella esposa y a mis dos torbellinos. Nos vemos en Francia Antuan.

-Antuan _buen viajé.

Antuan regresó a su habitación para descansar un poco mas, ya llegada la noche pasó por alguna florería y compró un ramo de lirios rojos. Esperaba que a Elizabeth le gustaran y aceptará su invitación a cenar. Se sentía ansioso por llegar y volver a verla.

Cuando estaba a unos pasos de llegar a la puerta, del restaurante de Elizabeth. La vio salir de el brazo de un hombre, estaba muy sonriente y se veía muy hermosa, ellos pasaron por un lado sin percatarse de su mirada .

Antuan sonrió con ironía y por primera vez en su vida se sintió estúpido ¿por que rayos se había dejado llevar por un impulso? estaba actuando como un adolescente, este no era él. Él era, Él Barón Antuan Le Roux Gilles, un hombre frío y sin escrúpulos, que apreciaba la soledad. El no regalaba rosas ni chocolates, mucho menos buscaba el amor de una mujer. Solo sexo ocasional.

Entró al restaurante y se acercó a uno de los empleados para pedirle le entregaran los lirios a Elizabeth Campbell.

Salió de ahí sin decir su nombre, llegando al hotel llamó a su asistente, necesitaba regresar a Francia ese mismo día.

La noche de Elizabeth y Benjamín iba muy bien, después de llevarla a ver una película de comedia romántica , regresaron al restaurante y cenaron amenamente entre risas. Cuando llegó la hora de despedirse el se acercó a su mejilla y deposito un tierno beso.

-Benjamín _ espero hayas disfrutado esta noche conmigo.

-Elizabeth _de verdad la disfrute.

-Benjamín _Elizabeth me gustaría que me dejaras volver a verte mañana.

Ella se quedó en silencio meditando si de verdad lo quería volver a ver, la había pasado estupendo con el, pero no tenia tiempo para otra cita, ahora su único objetivo era convertirse en una de las mejores chef de San Francisco y llevar su restaurante al éxito.

-Benjamín _auch, creo que tu silencio no está a mi favor.

-Elizabeth _lo siento, no es que no me agrades es solo que ahora no cuento con mucho tiempo, el restaurante es muy demandante y quiero dedicarme de lleno a él.

-Benjamín _entiendo, cuando uno desea mucho algo no descansa hasta conseguirlo.

Benjamín se despidió con una sonrisa, el no se daría por vencido con Elizabeth, ella le gustaba mucho y haría cualquier cosa por conquistarla.

Elizabeth entró a la pequeña oficina que compartía con annie y vio un ramo de lirios en un florero con agua en su escritorio.

-Elizabeth _son hermosas... ¿Tu las compraste?

-Annie _ No, llegaron para ti hace un rato, imagino que debió haber sido tu galán quien las envió.

-Elizabeth _si.. es muy posible, le mandare un mensaje para agradecerle.

-Annie _¿saldrás de nuevo con el?

-Elizabeth _Tal vez.

Elizabeth se sentía feliz, hace mucho que no le regalaban flores y los lirios eran sus favoritos. Benjamín había tenido un lindo detalle con ella, quizá debería aceptar salir de nuevo con el.

A la tarde siguiente Elizabeth le había llamado a Benjamín para invitarlo a caminar. Llegaron a un pequeño local donde vendían el mejor helado de frutas.

-Elizabeth _y bien Sr. Jenkins, ¿cual es su decisión final?.

-Benjamín _Mm... no lo sé, estoy entre el helado de vainilla y zarzamora.

-Elizabeth _yo pediré de pistache, es mi favorito. Por cierto quiero darte las gracias por las flores, estaban hermosas.

-Benjamín _ eh.. claro. Te parece si después de el helado cenamos comida hindú, conozco un buen lugar cerca de aquí.

-Elizabeth _si, me encantaría.

Ella Quería preguntarle si ayer tal vez había mencionado que los lirios eran sus favoritos, pero mejor dejó ese tema a un lado y se dedico a disfrutar su cita.

Los días pasaban y Benjamín no perdía la oportunidad para ver a Elizabeth, poco a poco comenzó a ganarse su corazón, hasta que ella aceptó ser su novia.

Habían pasado ya cinco meses y Benjamín estaba muy feliz por cómo avanzaba su relación, ahora quería formalizar su noviazgo y más adelante si todo seguía perfecto como hasta ahora pediría su mano, pero primero debía hablar con su padre.

Hugh Jenkins.

Su Padre era un hombre avaricioso, con falta de empatia y compasión. El único interés por su hijo era casarlo con Lea Byrne, la hija de un importante empresario dueño de varias refinerías petroleras.

Benjamín entro a la oficina de su padre, quería hablarle de la mujer que amaba.

-Benjamín _padre..

-Hugh_ pasa y siéntate Benjamín..

-Benjamín _papa iré al grano, quiero que conozcas a alguien importante para mi.

-Hugh _¿ Una mujer?

-Benjamín _sí, una mujer excepcional. Me enamoré de ella y quiero formalizar nuestra relación.

-Hugh _ ¿así?..espero que venga de una familia importante.

-Benjamín _Su padre es un chef famoso, dueño de algunos restaurantes en N.Y. y ella acaba de abrir el suyo aquí, en San Francisco. Su nombre es Elizabeth Campbell

-Hugh_ bueno, si estas seguro de lo que quieres, llámala e invitala comer con nosotros. cancelaré la reunión que tengo en veinte minutos para reunirme con ustedes.

-Benjamín _Claro, le llamó en un momento.

Benjamín salió de la ofician para llamar a Elizabeth, se sentía feliz de que su padre aceptará a conocer a su novia.

Elizabeth Por su parte estaba nerviosa, para ella era muy importante causar una buena impresión al padre de Ben. Llegó puntual al lugar donde se reunirían y la recepcionista la llevó a la mesa donde ya se encontraba Ben con su padre.

-Benjamín _ Papá, ella es mi hermosa Elizabeth.

-Elizabeth _es un gusto conocerlo Sr. Jenkins.

-Hugh _el gusto es mio Elizabeth, siéntate y cuéntame, ¿hace cuanto tienen una relación?.

En realidad a Hugh eso no le importaba en lo más mínimo, solo quería saber que tan estable era la relación, tenía que encontrar un punto débil para destruirla.

Benjamín y Elizabeth se tomaron las manos felices, contaban a detalle cómo se habían conocido y el tiempo de noviazgo.

Hugh fingía estar feliz por ellos, mientras en su mente no había duda de la razón por la que Benjamín se había encaprichado con esa mujer, ella era hermosa y comenzaba a desearla para el, para su hijo tenía otros planes.

Después de que terminó la cena Benjamín llevo a Elizabeth a su pequeño departamento, necesitaba estar solo con ella.

-Elizabeth _gracias por traerme.

-Benjamín _gracias a ti por aceptar comer con nosotros, a mi padre le agradaste mucho.

-Elizabeth _también a mi.

La verdad ella no se había sentido cómoda, el padre de Ben había estado todo el tiempo mirándola de una forma inapropiada.

Ben se acercó a Elizabeth y comenzó a besarla de manera necesitada, el la amaba y quería tenerla por completo. Subió su mano por los muslos de Elizabeth.

-Benjamín _te deseo Elizabeth...

-Elizabeth _también yo Ben, pero este no es el momento.

-Benjamín _esta bien amor.

Le dio un beso con ternura y la abrazo.

-Benjamín _en tres semanas será tu cumpleaños así que prepare una sorpresa para ti, te va a encantar.

-Elizabeth _¿enserio, que es?

-Benjamín _si te dijera no fuera sorpresa amor jaja..

-Elizabeth _okay, esperare tres largas semanas para saber.

Ella le hacía pucheros y Ben solo reía.

-Benjamín _Jaja, Creó que mejor me retiro, antes de que me saques algo, Te amo Elizabeth.

-Elizabeth _tembien Te amo Ben, ve con cuidado.

Cerro la puerta detrás de Benjamín y camino a la sala de estar para sentarse, en la mesita de el centro tenía varias revista que había comprado Annie hace varios días y comenzó a ojearlas, hasta que se detuvo en una página. Era una fotografía de El Barón Antuan Le Roux Gilles, un magnate empresario francés, en la fotografía salía acompañado de una mujer muy bella. En otra página salía una Fotografía en grande de el solo, con una mirada imponente.

Hablaban de su vida en los negocios, además ser el dueño de varias empresas a nivel internacional, también poseía varias de las minas más grandes, e importantes de oro y gemas preciosas , estaba entre los cinco hombres más ricos.

Inconciente de su acto, deslizó su pulgar por la fotografía, aún recordaba la noche que lo conoció y la sensación que le provocó al tocar su mano.