Escuchar su voz cada vez que llama a la oficina, es como una adicción para todo mi ser. Ya sé que no lo conozco en persona, que no sé realmente como es él y aun así no me importa. Solo me concentro en su tono grave, en su manera pausada y amable al pedir las cosas. Es como si esa voz y yo fueran lo único en esta vida.

_¿Inca? ¿Inca me escuchas?

Siento a lo lejos como alguien me habla, pero yo sigo en mi nube de algodón.

_¡No puede ser otra vez! Inca, muchacha reacciona _ Siento como alguien pellizca mis mejillas y reacciono quedándome por la acción.

_¡Ahaa! Eso dolió ¿Por qué me pellizca señor Vladimir? _Le digo a mi jefe quien me ve con una sonrisa.

_Es que otra vez te quedaste en las nubes, soñando con la voz de mi hijo Bruno.

_Perdón por eso, es que desde que me dijo que él vendría a ocupar su lugar por un tiempo mientras usted se iba a Italia. No puedo evitar pensar en él y en como es físicamente.

_La verdad es que no te entiendo mujer ¿Cómo te enamoras de alguien solo por su voz? Si no es porque te he visto suspirar y quedarte en las nubes pensando en él. Juraría que estás totalmente loquita.

_Hay señor, la verdad es que yo tampoco entiendo que me paso. Únicamente sé que me enamore de su voz y ya. A mí la verdad no me importa si es feo o bonito, si su corazón es puro no importa nada más. Aunque con los genes de usted y la señora Mayara, seguramente él es todo un buen mozo.

_Vales oro Inca, nada me haría más feliz que mi hijo se fijara en ti y terminen juntos. Ahora que los dos trabajaran mano a mamo, espero y algo sé dé entre ustedes.

_Ojala y dios lo oiga.

Le regalo una sonrisa para luego levantarme del asiento y antes de irnos quiero hacerle una pregunta que me trae pensativa desde hace mucho.

_¿Seños, puedo preguntarle algo?

_Claro muchacha que quiere saber.

_¿Por qué si sus hijos son Rusos, llevan nombres como muy americanos?

_Pues porque mi esposa como ya sabes es Italia y ella quiso que nuestros hijos llevaran algo de los dos. Asi que ellos llevan nombre que se asemejan a el italiano y apellido Ruso.

_Asi que es por eso, gracias por contarme. Ahora me marcho a hacer mis labores.

Falta poco tiempo para al fin, conocer en persona a Bruno ¡Que emoción! Gracias al señor Vólkvo y a que él se dio cuenta de mi enamoramiento hacia su hijo. Él lo dejará a cargo de esta empresa por un tiempo, justo el que necesito para yo acercarme a él y ver si verdaderamente es media naranja. Debo inmediatamente arreglar mi guarda ropa y dejar un poco de lado esta ropa tan seria. Claro está que no voy a venir a trabajar como muchas de las empleadas de aquí, que solo están a un pelo de venir desnudas. Más bien vender algo sexy, sin dejar de ser recatada. Tampoco quiero que piense que soy una descarada casa fortunas.

..........

Inca

Bruno

Inca

Corro por el piso de la recepción a todo lo que dan mis pies y me dirijo justo hacia Cara, quien es la recepcionista como también mi mejor amiga. Al llegar paro en seco para tomar aire y me fijo que alguien me soba la espalda para ayudarme.

_ ¿Te encuentras bien Inca? _ Pregunta Omar, mi mejor amigo y lo conocí cuando empecé a trabajar en esta empresa hace ya tres años.

_ ¡Pero mujer! ¿Qué son esas formas de llegar? ¿Quién te viene persiguiendo?

_ Es que necesito urgente una reunión de chicas.

_ ¿Por qué siempre las mujeres dicen eso? Siempre que lo hacen excluyen a los hombres y no me parece justo.

_ ¡Oh vamos, Omar! _ Dijo Cara _ No ves que cada que hacemos una reunión de chicas es para tratar un tema importante. Mejor no te pongas en plan quejica y cúbreme un momento para poder hablar.

_ ¿Y por qué yo tengo que cubrirte? Yo trabajo como asistente, no soy recepcionista.

_ ¡Hay por dios Omar! Solo serán unos minutos, no seas así ¿Qué te cuesta? _ Le dije habiendo mi mejor cara de cachorro lastimado.

_ Ok, vale _ Dijo resignado _ No sé cómo me puedes convencer con esa cara que en vez de perro regañado, parece perro estreñido.

_ ¡Oye! _ Le doy un golpe suave en su obro.

_ ¿Por qué eres tan tosca? Fácilmente, puedes ganar una pelea de boxeo _ Dijo para hacerme enfadar y casi le pego otra vez.

_ Bueno ya, paren ustedes dos. Parecen niños y tu Inca, vamos a que me cuentes eso urgente antes de que este bobo cambie de opinión.

_ Está bien vamos.

Junto a Cara ambas vamos hacia el ara de descanso que tiene la empresa y luego de fijarnos que no había nadie más. Nos sentamos en uno de los sofás para platicar.

_ ¿Y bien qué era eso tan importante?

_ Necesito tu ayuda, quiero que me hagas que ese cambio de look del que siempre me hablas.

_ ¿Y ese cambio de parecer tan repentino a que se debe?

_ A que por fin conoceré al dueño de la voz que me trae loca, Bruno Vólkov vendrá a ocupar el puesto de presidente de la empresa por un tiempo.

_ ¿Qué? ¡No inventes! ¿Cuándo viene?

_ Llega mañana y no quiero que me conozca con este aspecto tan serio, aunque tampoco quiero parecer una cualquiera.

_ No te preocupes amiga, voy a sacar de ti el diamante en bruto que eres. Tanto que tu caballero de la voz seductora no podrá resistirse a tus encantos.

_ Gracias, sabía que podía confiar en ti. Utilizaré el dinero que siempre guardo para esta ocasión, no me importa gastar mucho siempre y cuando valga la pena.

_ Pues, está bien. Aunque sigo sin comprender como te enamoraste de él solo con escuchar su voz. Sin embargo, el condenado tiene una voz moja braga tremenda.

Ambas nos ponemos a reír y nuestras risas son cortadas por la persona más desagradable de esta empresa, Victoria Petrova. La zorra mayoritaria del departamento de marketing, ella se ha acostado con casi todos los socios e inversionistas de esta empresa y solamente para que acepten sus proyectos. No entiendo como no se siente sucia por todo lo que hace.

_ ¡Vaya, vaya, vaya! Miren a quien tenemos aquí, a la recepcionista incompetente y a la secretaria protegida. Ambas hablando y riendo libremente, ya que no tienen nada que hacer.

Al escuchar a esta víbora hablar, todo mi mundo se retuerce y quiero borrarle la sonrisa de un golpe. Ella se cree la dueña y señora de esta empresa al ser la jefa de marketing.

_ Si tanto te preocupa que ambas estemos sin trabajar, bien puedes ir y decirle al jefe _ Dije con una sonrisa _ A no esperar él nos dio permiso de estar aquí

_ ¿Te supones muy importante por ser la protegida del jefe no? De seguro para obtener ese poder, tuviste que abrirle las piernas con él como la zorra que eres. No obstante ese poder no te va a durar mucho porque según tengo entendido, uno de sus hijos vendrá a ocupar el puesto de jefe y tú ya no serás inmune.

_ ¿Sabes? Me sorprende que no sea coherente con tus propias palabras Victoria. ¿Tú llamándome zorra a mí? ¿Qué acaso consideras que todas somos de tu condición? No querida, no te confundas. Yo no soy como tú que para que le aprueben sus proyectos de marketing, tiene que abrir de las piernas a cuánto accionista y socios te encuentras en el camino. Aquí todos en esta empresa saben que clase de mujer eres tú, una cualquiera y si lo que quieres es buscarme pelea pues créeme que la vas a encontrar.

_ Tú a mí no me hablas así, gata inútil _ Levanta su mano para pegarme, pero la detengo en el aire.

_ Y tú a mí tampoco, zorra de quinta ¿Verdad que a nadie le gusta que le digan la verdad en la cara? No me busques Victoria, he aguantado todos tus insultos sin decirte nada hasta ahora. Sin embargo, eso se acabó y no estoy dispuesta aguantarte ni un insulto más.

Luego de esa discusión entre nosotras en el área de descanso, Victoria se fue muy molesta diciendo que me iba a arrepentir de esto. Sin embargo, si esa trepadora de quinta piensa que me va a asustar con sus palabras está muy equivocada. Yo he tenido que pasar mucho trabajo en esta vida para llegar hasta dónde estoy y si ella cree que sus palabras me van a asustar estás muy equivocada.

...

Ya en la tarde, le había pedido permiso al señor Vladimir para ir junto con Cara hacer unas diligencias. Claro está que no le dije que era lo que iba a hacer exactamente porque quería darle una sorpresa a él, ya que él siempre le pregunto por qué no dejaba ver la belleza que había en mí.

Compra tras compra, Cara iba acabando con todo lo que veía y debo reconocer que me ha gustado todo lo que me ha escogido. Así que luego de las compras, vamos a un salón de belleza donde me hacen un cambio total a mi cabello y ame como quedo.

Espero que este cambio sea suficiente para que mi misterioso Bruno se fije en mí, pero no obstante juzgo que este cambio la que le está gustando más es a mí. Así que si por lo menos no llamó la atención de él o Bruno no es lo que yo espero, me sentiré conforme y agradecida con la nueva yo.

Inca

Al estirar mi cuerpo la cama, siento como mis huesos truena y llena de pereza me levanto para dirigirme directo al baño. Luego de hacer mis necesidades básicas y tomar una deliciosa ducha, salgo hacia mi habitación para buscar en mi armario que ponerme.

Viendo los lindos conjuntos de vestidos, blusa, sayas, pantalones y zapatos que compré ayer junto con Cara. Me decido por un vestido sencillo color verde pastel. Este es sumamente hermoso porque tiene un diseño que resalta lo voluminoso de mi cuerpo y mi estrecha cintura, la cual había ocultado hasta el día de hoy.

Luego de terminar de vestirme combinando los zapatos junto con el bolso y los accesorios. Voy hacia la cocina para preparar el desayuno y para mi suerte Cara ya lo está haciendo.

_ Good morning my princess _ Me dice ella con una sonrisa.

_ Good morning beautiful lady _ Le respondo igual.

_ ¡Oh mierda! Inca te ves hermosa, si yo fuera hombre no dudaría en darte duro contra el muro _ Dijo y ambas reímos.

_ Si no es porque te conozco desde hace años, diría que eres lesbiana.

_ Ya lo sé, aun así debo de admitir que estás hermosa. Estoy segura de que ese Bruno Vólkov es un bombón y también creo que él caerá rendido a tus pies. Lo que si es una lástima que él no aparezca en fotos de revistas o en las redes sociales. Ya hubiéramos visto su rostro.

_ A mí la verdad no me interesa que no tenga redes sociales, ya que al no conocer su rostro. Eso me intriga, me emociona aún más y cada vez que lo escucho a través del teléfono me enamoro como una idiota de su voz.

...

Después de desayunar ambas salimos de nuestro departamento y me monté en el auto de Cara para que ellas nos llevara hacia la empresa. Una vez dentro, vemos cómo todo van de un lado a otro sin parar y me pregunto qué es lo que está pasando ¿Será que ya habrá llegado Bruno Vólkov y por eso todos están así?

Volteo para mirar hacia Cara y con un gesto me despido de ella para ir directo hacia el elevador. El cual me lleva hacia la última planta en dónde está la oficina de mi jefe, mi escritorio, los baños, una pequeña cocina y la sala de juntas.

Al llegar a mi destino veo que todo está tranquilo y me dirijo hacia mi escritorio para dejar mis pertenencias en él. Voy hacia la pequeña cocina y me pongo a preparar el café como a mi jefe le gusta, ya que solo faltan unos minutos para que él llegue. Una vez frente a la puerta de la oficina, entro al igual que siempre tarareando una canción y dejo la tasa sobre el escritorio. No obstante mi sorpresa mayor fue cuando al voltear un hermoso hombre, alto, rubio, de espalda ancha, ojos profundos y un perfecto traje enfundado en su fornido cuerpo. Me miraba desde el sofá en el que se encontraba y bajo su atenta mirada yo me sentía desnuda.

Siento unos pasos acercándose a la puerta y al mirar veo que es el señor Valdimir que ha acabado de llegar.

_ Buenos días ¿Inca eres tú? ¡Vaya! Te ves hermosa, te asienta el cambio _ Me saluda mi jefe, pero yo no digo nada _ ¿Qué pasa niña? Parece que hubieras visto a un fantasma.

El señor Valdimir sigue con su mirada hacia donde yo veo y al ver quien es, solo sonríe para luego acercarse a él.

_ Hijo mío, no sabías que habías llegado tan temprano.

Dios él era Bruno, él era el dueño de esa voz embriagadora.

_ No te preocupes padre, llegue hace poco. Sin embargo, creo que asuste a la señorita con mi presencia porque debí de esperar a que ella estuviera en su puesto de trabajo antes de entrar a tu oficina. Lamento haberla asustado señorita Inca, es un placer por fin conocerla y espero que podamos trabajar bien juntos.

¡Dios mío! Que vos y qué hombre, sin duda todo un ejemplar masculino de esos que estaban extintos. Su sola presencia me puso nerviosa y me había quedado en blanco sin saber qué contestar. Ahora estaba más segura que nunca de que este hombre debería ser para mí, ojalá y él se fijara en mí.