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Los Reyes De La Mafia

Mi historia

⚠️Esta novela no es apta para menores debido a que contiene Violencia,Mal vocabulario, Asesinatos,Etc🔞🔞🔞Sin más que decir comenzamos ;)

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Características de los personajes..

Nombre: Stephanie Bianco

ocupación: Mafiosa,Gangster

Características: Pelinegra, ojos avellana, buena figura, mide 1,75,

Edad: 19 años

Especialidad: Una chica intrépida, sin miedo al éxito, muy ágil en su trabajo, mata cuando, como y donde quiere sin escrúpulos, Ella utiliza armas ,cuchillos, martillos o lo que tenga en mano, han querido despojarla docenas de veces, pero ellas no se deja domar, es la única mujer gánsters y mafiosa que sigue el trabajo familiar, por ello es tan deseada por los hombres, muchas mujeres intentaron imitarla , ser mejor que ella, pero se rinden el mismo día por falta de experiencia o por impresión, para los hombres ella es única.

Su marca: Es hacerle un corte en la muñeca y con la sangre que se derramo, ponérsela en los labios y de allí darle un beso en la frente o en la mejilla, para que la víctima descance en paz, como hace una madre al dormir a sus hijos.

Apodo: Carita de Ángel, debido a que lo único angelical en ella es la cara

En realidad yo era alguien incapaz de hacer eso pero, en mi infancia me cambiaron y no hay vuelta atrás.

Está es mi historia...

Yo era una niña feliz e inocente, no sabía nada de lo que hacía mi papá, yo pensaba que era empresario o algo por el estilo, porque siempre me decía, el negocio va a ser tuyo, mi madre le molestaba demaciado que dijera eso, pero éramos una familia feliz o eso pensaba

Se estarán preguntando y tú madre, bueno voy a contarles del día que yo dejé de ser la chica inocente que fui a una chica despiadada y sin cargo de conciencia.

Cuando cumplí 10 años, mi papá me compro un perrito era un caniche, lo amaba se llamaba Boby, era muy travieso, agarraba todo lo que encontraba, eso era un problema porque mi papá siempre le terminaba pegando, eso me dolía demaciado, yo después le terminaba curando sus heridas, me daba demasiada impresión la sangre en ese entonces.

Un año después

Mis padres tuvieron bastantes peleas era algo de todos los días, la verdad ya me había acostumbrado, así que cuando mi papá venía yo me encerraba en mi cuarto.

Unos días después mi papá no vino a la hora de siempre, vino a la noche si no me acuerdo mal a las 23:37, llego a los gritos y me mandó a mi cuarto apenas se dió cuenta de mi presencia.

Yo agarre a Boby y corrí a mi cuarto.

Apenas llegué, deje a Boby en mi su camita y me acerque a la puerta para escuchar, estaba harta de no saber porque mis padres peleaban, estaba cansada de que se peleaban todos los malditos días.

Me acerque a la puerta y no escuchaba, nada así que abrí un poco la puerta, y pude escuchar que mi mamá decía.

─ Estoy harta de que trabajes de mafioso, deja eso─

─ No lo voy a dejar, es algo que mi padre me heredó y yo se lo voy a heredar a mi hija y mi hija a sus hijos y así de generación en generación, es algo sin fin─ Le responde mi padre.

─ No, mi hija no va a ser eso, me la voy a llevar─ Dice mi madre enojada y de un movimiento mi padre agarra de los pelos a mi madre.

Yo salgo corriendo a decirle que pare.

─ No déjala─ Desesperada.

Cuando salí no me doy cuenta que salió Boby conmigo, el al darse cuenta de la situación agarra de la pierna a mi padre mordiendole muy fuerte.

Mi padre soltó un quejido y le dió una patada, pero no salió herido solo chillo, yo rápidamente me dirijo a el y lo agarro a Boby y con lágrimas en los ojos le suplicaba a mi padre que suelte a mi madre.

─ Encerio la estas defendiendo, si supieras lo que te hizo, lo que nos hizo─ Dice mi padre con odio en sus ojos.

─ Cállate, hija no lo escuches─ Dice mi madre llorando mientras intenta sacarse del agarre que todavía mi padre tenía en ella.

─¿Qué querés decir papá?, ¿Qué hizo mi madre?─ Pregunto confundida mientras intento aclarar mi vista la cual se encuentra nublada por las lágrimas.

─ Tu querida madre tiene otra familia, tiene otro esposo, otra hija, a la cual parece querer más que a vos, la muy pu..─ Decide guardar silencio por lo que estaba a punto de decir.

Yo no lo podía creer, esa dos palabra me retumbaban en la cabeza «Otra familia» «Otra hija» «Quiere más que a vos»

─ No le hagas caso hija─ Dijo ella a lo que yo pensé que era por lo de la otra familia

─ Yo las quiero a las dos por igual─ Me dice a lo que a mí se me forma un horrible sentimiento en el estómago.

─ A que no sabes cuántos años tiene tu querida hermanita─ Suelta mi padre de repente con odio en su voz, apretando con más intensidad las raíces del pelo de mi padre, provocando un quejido de su parte.

La verdad ya no mi importaba lo que le hiciera, me dolía demaciado era mi madre, pero algo dentro mio no quería defenderlo, ,lo único que quería saber era saber la edad de esa chica.

─ Tiene 10 años─ Suelta mi padre lo que provoca que por la sorpresa soltara a Boby de mis brazos y este callera.

Miraba a mi madre mientras mi mirada se volvía a nublar por las lágrimas, para que me diera una explicación a lo que ella sola agachó la cabeza.

─ Te odio, te odio, te odio─ Le soltaba con rabia, mientras dejaba liberar mis lágrimas.

Mi padre agarra algo que llevaba dentro del pantalón, tenía la vista perdida pero cuendo veo lo que saca mi vista vuelve a ser clara rápidamente, comprobando que no había visto mal.

Este tenia un arma en las manos la cual fue llevada hacia la sien de mi madre, rápidamente mis ojos se agrandan de sorpresa y solo le implorava a mi padre que no la matará que la soltará y la dejé ir con su familia.

─ No era que la odiabas─ Me dice mi madre sin expresión en el rostro lo cual me pareció algo muy terrorífico.

─ Si la odio, pero es mi madre─

─ Papi por favor sueltala, déjala ir, yo me voy a quedar con vos, juro que nunca me voy a ir de tu lado, qué voy a seguir el trabajo familiar, pero sueltala─ Le digo yo con lágrimas en mis ojos.

─ Segura que querés hacerte cargo del trabajo familiar ─ Me dice mi padre con orgullo en sus ojos, soltando de apoco el pelo de mi madre.

─ No, no confío en vos, seguro sos igual a tu madre ─ Dice volviendo a agarrar fuertemente el pelo de mi madre.

─ No papi te lo juro que voy a seguir el trabajo familiar─ Aseguro mientras me voy acercando a el.

─E n el trabajo familia, tenés que matar gente y si es debido torturarlas hasta morir─ Dice mi padre mientras le va girando la cabeza a mi madre para que lo viera.

Yo no sabía que los mafiosos mataban, solo sabía que vendían droga, eso lo sabía por la tele, que decían que estaban por arrestar a un mafioso, pero no lo hicieron por falta de pruebas.

─ Si papi, te lo juro, voy a aprender y a obedecerte, solo sueltala y déjala ir ─

─ Esta bien, aprende ahora─ Me dice mi padre, a lo que yo quedé confundida.

─ ¿Cómo?─ Le pregunto

─ Vas a tener que ver cómo mato a tu madre, solo así vas a poder estar tranquila─ Le quita el seguro al arma.

Mi madre suelta un quejido de horror que me provoco un aceleramiento descontrolable en el corazón.

Por un impulso que no sabía que podía llegar a tejer, corro rápidamente así donde se encuentra mi padre y pego un salto quitándole el arma de las manos, el al parecer pensaba que nadie le quitaría el arma por ello lo agarro con livianes, lo cual provoco que sea fácil de arrebatarselo.

Vuelvo rápidamente a mi lugar y allí es cuando me doy cuenta lo que había echo, veo el arma con miedo, pero la sostengo con firmeza, mientras mi mano no dejaba de temblar; veo las expresiones de mis padres, mi padre estaba entre confundido y molesto mientras que en la expresión de mi madre notaba una sorpresa, alegría y alivio.

─ Stephania, deme eso de inmediato─ Dice mi padre firme, con una expresión de enojo la cual provoco que tragara saliva arrepintiendome de lo que acababa de hacer.

─ N-no─

─ Stepha...─ Sienta mi padre con ira, pero mi madre lo interrumpe.

─ Hija sálvame, mata a tu padre─ Dice mi madre con lágrimas en los ojos, dejándome completamente sorprendida por lo que acaba de decir.

─ Cállate la puta boca─ Mi padre la agarra fuertemente de las mejillas apretandolas con fuerza, dejando escapar un grito ahogado de ella.

─ Stephania deme eso─ Dice intentando controlar su tono, mientras estira la mano para que se lo de.

Mire su mano para después recorrerla con la mirada hasta llegar a su rostro, no sabia que hacer, solo quería huir.

─ No sé lo des hija, matalo, matalo de un vez así me libro de el─ Suelta mi madre aprovechando que no tenía a mi padre callandola.

Mi padre le empezó a gritar insultos y maldiciones , mientras que mi madre aprovechaba que este no tenía el arma para responderle de igual forma, yo ya me estaba hartando, no podía aguantar más, mi ira hacia la situación que estaba viviendo me estaba consumiendo por completo, tanto era el punto de ira que grite con todas mis fuerzas que se callarán, la ira me había consumido a tal punto que olvide por completo que llevaba un alma en mis manos, que pude escuchar uno un tiro sali de este provocándome un horrible susto.

Mis padres se habían callado pero ambos miraban con sorpresa a el lugar al que el tiro habia salido, lentamente giro mi cabeza hacia aquel lugar encontrandome con la peor imagen que pude hacer visto.

Mi pequeño Boby estaba tirado en el suelo con sangre en la cabeza, aquel no se movía, no respiraba...

Dejo caer el arma, para luego dejarme caer yo.

Cai de rodillas al piso y veo con pánico y tristeza el cuerpo ya sin vida de mi pequeño perrito de tan solo un año y medio, lágrimas nublaban mi vista, hasta que hubo mucho acumulamiento de agua en mis ojos provocando que estos salieran.

Me acerque a el y lo toque lentamente comprobando que este no tenía respiración ni signos vitales, dejo escapar un grito de dolor para luego tirarme a el y abrazarlo fuertemente.

Lo agarro para sostener su cuerpo ya sin vida en mis brazos, «es mi culpa, todo esto es mi culpa» me digo a mi misma mientras mis lágrimas no cesaban.

Mi padre se acerca a mi olvidándose completamente de mi padre y se pone de rodillas y me abraza con fuerza.

─ Es mi culpa─ Le digo en un susurro con la voz completamente rota, mientras me costaba respirar.

Mi padre me abraza con más fuerza y me acurruca entre sus brazos mientras yo aún tenía el cuerpo de mi pobre e indefensa mascota en mis brazos.

Mi madre contemplaba la escena pero se quedó inmóvil, pude ver cómo intento acercarse a mi pero se lo impedí.

─ Vete, no quiero verte, ni tenerte en mi vida─ Digo suavemente sin mirarla, mientras mantengo una mirada sería y sin expresión.

─ Hi-Hija─ Dice mi madre con la voz rota.

─ VETE ─ Le digo está vez mirando hacia su dirección, viendo como mi grito la había echo sobresaltar y retroceder.

─ Vete Elizabeth─ Le suelto con odio en la voz y en el rostro para después apartar el rostro de ella y esconderme en los brazos de mi padre los cuales me acurrucaban

Puedo sentir todavía su presencia en la habitacióny mi padre decide hablar.

─ Quiero que te vallas y que no te acerques más a mi hija─ Le dirige la palabra con asco.

─ Ella también es mi hija y se va conmigo─ Suelta mi madre avanzando dos pasos hacia mi, pero mi padre la interrumpe.

─ No te importó MI hija cuando la dejaste con tan solo un año y medio con la niñera, para revolcar te con ese estúpido─ Suelta mi padre con odio, mientras a mi me provoca un impulso de abrazarlo más fuerte al escuchar aquello.

Mi madre se queda callada unos segundos hasta que habla torpemente.

─ N-no te la vas a quedar, va-vamos Stephi ─ Dice mientras, dando otro país pero la interrumpo

─ Puedes lárgate Elizabeth─ Mi voz estaba totalmente neutra.

Mi padre solo me abraza con más fuerza lo cual agradezco.

Ella se enoja conmigo.

─ sos una malcriada, yo nunca te quise solo te tuve porque tu padre quería un heredero y si no se lo daba me iba a abandonar, a la única que amo es a Victoria mi única hija─ Suelta pero mi padre le suelta un grito para callarla que me asusto hasta a mi.

─ Porque piensas que tú padre y yo nunca nos abrazamos o nos besamos, porque yo nunca lo ame, yo solamente me case con el por su dinero, pero me enamore de mi actual esposo y el también quería un heredero, y no lo dude ni un segundo, le di un heredero y nació Victoria el amor de mi vida─ Ella decide seguirlo sin importar que, me lo decía llena de odio sabiendo que perdió está pelea, porque elegí a mi padre.

Yo me quedé escuchado sus palabras una tras otra, pero por alguna razón no tenían efecto en mi, o eso creía creer, por dentro me dolía pero no sé lo quería a ninguno de los dos, solo abrazaba a mi perrito sin vida, mientras con la otra mano abrazaba a mi padre.

─ BASTA─ Grita mi padre ─ Mañana te quiero en mi oficina, será mejor que firmes los papeles del divorcio─

Ella se ríe y se va.

Yo está vez con ambos brazos a mi padre,lo abrace tan fuerte que me dolían las manos.

Me odie y todavía me odio, yo mate a Boby, lo mate...

Mi papá dijo que me calmase

─ Veni, no le hagas caso a lo que dice esa estúpida─ Secq mis lágrimas.

─ Anda a buscar una de las cajas de madera que están arriba de el armario así enterramos a Boby ─ Me dice y ambos nos dejamos de abrazar, ahora podia ver su rostro, sus ojos se encontraban cristalinos, el me quedo mirando por unos segundos mientras me acaricia la mejilla para luego besar mi frente.

Mi padre agarra a Boby de mi regazo y lo tiene en sus brazos, me levanté y fui a buscar aquella caja de madera, mientras me dirija a buscarla me fue inevitable ver mi remera completamente mancha de la sangre de la que alguna vez había sido mi compañero.

Seguí llorando hasta encontrarla y llore más fuerte al hacerlo, la agarre y la lleve hasta donde se encontraba mi padre,elcon mucha delicadeza metió su pequeño cuerpito peludo a la caja y yo lloraba sin sesar mientras observa.

Enterramos a Boby en el patio de atrás, mi papá al otro día firmo los papeles del divorcio y nunca más ví a esa mujer desde aquel suceso, desde entonces mi padre me entreno para ser la mejor y eso fui.

Soy el orgullo de la familia, pero el quiere ser el número uno eso le juro a su padre y va a ser todo lo posible para lograrlo y yo lo voy a ayudar.

Siempre se me vino esta pregunta a la cabeza ¿Si yo no hubiese agarrado aquella arma? Mi respuesta era más que obvia, pero nunca pude responderme si de ser posible cambiaría aquel suceso.

Pase noches sin dormir, hasta que me fui acostumbrando a la tristeza y el odio interior que me llevaba, ahora esas dos emociones son mis mejores amigos.

Cuando cumplí los 17 años

Mi primer asesinato o mejor dicho segundo fue cuando caminaba por la calle y ví a un nombre queriendo violar a una chica, yo fui corriendo a ayudar a la chica, cuando lo logré la chica salió corriendo a llamar a la policía, porque en unas cuadras hay una estación de policía, cuando la chica se fue yo lo mate con el arma que mi padre me dió por protección, le di un tiro en el pecho pero no sé murió, así que le corté muy profundamente su muñeca para que se desangrara lentamente, la sangre que salía me la puse en los labios como un bálsamo y le di un beso en la frente y tenía un papel en el bolsillo, en el escribí "este beso hará que el descance en paz" lo doble y se lo guarde en el bolsillo de la campera.

Cuando le di ese beso el dejo de luchar por su vida, allí me di cuenta de que esa sería mi marca, lo mire por un rato más deleitando mi obra de arte y después me fui al escuchar las sirenas de la policía.Tuve suerte de que la chica no me vio la cara así que no tengo ningún problema

Al otro día estábamos desayunado mientras veíamos el noticiero y de repente salió la foto del hombre y la reportera contaba lo que este quiso hacer y como fue encontrado.

Mi padre se quedó asombrado y me mira, al darse cuenta que estaba con una sonrisa, me preguntó

─ ¿Vos sabés algo de esto?─ Levanta una ceja mientras sonríe con diversión.

─ Puede ser─ Digo con picardía.

A lo que el se emociona y me felicita, le empieza a decir a todos sus amigos alardeando de su hija, ya que ellos tienen hijas a las que ni locas harian lo que yo hice, les hizo prender la tele y poner el canal 9, donde estaban diciendo la información del los forenses, diiendo todos las heridas del cuerpo y sobre el beso que hallaron en su frente, después dijieron que encontraron el papelito y lo que decía en el.

─ Dicen los forenses que en el beso que encontraron en la frente de la victima no hallaron el ADN del asesino ,solo saben que el asesino es ella porque en el papelito había perfume de mujer.

Los amigos de mi padre lo felicitaron por la hija que tenían y después le contaron a sus otros amigos y así se enteró todos los mafiosos.

Así empezó mi vida en la mafia, cuando en una fiesta me presento, me empezaron a decir Carita de ángel, yo les pregunté el porque y al saberlo me empeze a reír.

Muchos quisieron ser mis “amigos”, sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones, pero yo prefiero estar sola.

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Stephanie Bianco

Alexander Russo

¿A qué te refieres?

Stephanie

Me levanto un poca cansada, estoy días no estuve durmiendo bien, va como siempre.

Me voy a bañar para después ponerme un pantalón corto y un buzo holgado, que utilizaba mucho cuando estaba entre casa ,porque se sentía cómoda así.

Al bajar, mi padre me estaba esperando para desayunar en la gran mesa.

─ Hola pa─ Le digo dándole un abrazo por la espalda y dándole un beso en la mejilla.

─ Hola princesa─ Me dice mientras leía el diario.

Cuando me siento en la silla que se encontraba enfrente suyo me mira y se ríe.

─ Otra ves con ese buzo─ Se rie mas fuerte al ver mi reacción.

─ Si... es muy cómodo─ Le digo algo obvio, mientras se me escapaba una risita.

Tome en sorbo de café y mi padre me dice que me quiere decir algo importante poniéndose completamente serio.

─ Mañana muy temprano va a venir la familia Russo a casa─ Me dice mi padre haciendo que yo me ahogara con el café.

─ ¿¡La familia Russo!?─ Suelto la tos que contuve para hablar.

─ Si, la familia Russo─ Me vuele a decir lo más tranquilo.

La familia Russo es la familia más poderosa del mundo, mi abuelo como mi padre siempre quisieron robarle el puesto pero les fue imposible, El ahora jefe de la familia tiene un hijo, con el que yo siempre luche por robarle el atributo a mejor asesino, pero el maldito siempre me termina ganando.

─ ¿Por que van a venir?─ Le pregunto.

─ Porque ellos vienen al país por negocios y yo les ofrecí nuestro hogar para que se quedarán─ Dice tranquilo

─ Claro tu siempre tan generoso─ Digo a mi padre enojada ─ ¿Qué estas tremendo?─ Lo miro pensativa.

─ No entiendes, ellos nos están dando una oportunidad de ser los mejores, los número uno ─ Dice mí padre todo contento y ilusionado, ignorando mi pregunta.

─ Pero la única que va a poder cumplir el sueño de tu abuelo y mío sos vos ─ Dice mí padre apuntando me con el dedo.

─ ¡¿Yo que?!─ Sorprendida.

─ Si hija tu eres la única que va a poder cumplir ese sueño, porque no tengo otra hija─ Dice mi padre.

─ A que te refieres─ Confundida.

─ Mañana lo sabrás, solo no me odies─ Suelta mi madre evitando mi mirada dejándome sorprenda e confundida.

¿A qué se refiere con todo esto?, yo soy la única que puede cumplir su sueño, no tiene otra hija, que no lo odie, estoy muy confundida

Mi papá me quita de mis pensamientos

─ ¿Iras hoy a matar al que nos debe 50.000 dólares?- Pregunta

─ Si, justo te iba a preguntar eso─ Le respondo─ ¿Lo mato o lo asustó?─ Pregunto.

─ ¿Segura que querer ir?, saber que no es tu obligación y podemos enviar a otra persona del servicio─

─ Si, me divierte hacerlo y además no tengo otra cosa que hacer─ Le respondí indiferente.

─ Bueno si es lo que quieres─ Dice para después dar un sorbo a su café ─ Y respondiendo a tu pregunta, mátalo, ya le dimos muchos oportunidad─ Me dice pensativo ─ Ten cuidado de no dejar pistas─ Agrega.

─ Si papi lo sé ahora uso pasamontañas para que no caiga pelo en el cuerpo y no vean mi rostro claro está─ Le digo para que no se preocupe.

─ Bueno pero eso no es suficiente, ten cuidado ─ Preocupado.

─ Si papi no seas exagerado─ Digo

─ Ya te lo diré, no soy exagerado solo me preocupo─

─ Esta bien no sos exagerado, sos cuida ─ Digo mientras voy corriendo a mi cuarto mientras me rio.

─ Que dijiste, vani para acá ─Dice sonriendo

Al llegar a mi habitación, busco las cosas que me pondría esta noche, preparare la funda de la pistola y recarga el arma.

Me prepare el pasamontañas, porque el último asesinato que cometí se me cayó un pelo en el cuerpo de la víctima, pero gracias a dios no tenía raíz así que no encontraron mi ADN.

Será mejor que tenga más cuidado.

...A la noche.....

Cuando por fin se hizo de noche, me prepare rápidamente poniendome algo llamativo, para que cuando la víctima me vea se acerca, es más fácil para mí, y obviamente con el pasamontañas tapándome todo la cara y el cabello.

Preparando mi pistola y un navaja

Salí por la ventana y me dirijo a una bodega en la que ese hombre siempre estaba.

Ya en el lugar...

Al llegar lo veo rondando por ahi, me acerco sigilosamente sin que el notara mi presencia.

Me voy acercando más cerca a el y me quito el pasamontañas para que vea mi rostro, total iba a morir.

Tiro el pasamontañas en una esquinita cerca ya que no lo podía guardar en ningún lado.

Me acerco completamente haciendo que el me viera, y preparo mi actuación.

─ Disculpe señor sabe dónde estoy, es que me perdí y no encuentro mi calle─ Actuando indefensa.

El señor me mira y hace una mueca atrevida mirandome de arriba abajo.

─ Si hermosa, dime dónde vives y con gusto te llevo─ Se va acercando a mi mi muestras habla.

Cuando está lo suficientemente cerca, me abraza con una mano la cadera, pegándole a su cuerpo, para luego bajar suavemente su mano hacía mi trasero y una de mis nalgas apretandolas muy fuerte, haciendo que yo agrande los ojos por la sorpresa.

Justo cuando le iba a dar una lección a ese depravado, dejando mi actuación de lado, se escucha un tiro, haciendo que la bala quede incrustada en el brazo con el que me estaba apretando la nalga.

El hombre me dejó de abrazar, para luego tocarse el brazo herido y gritar de dolor, mire su mano y pude ver qué la bala solo rozo este, pero lo hizo muy profundo.

Me sorprendo y miro rápidamente al lugar donde salió la bala, era en una esquina muy oscura, trato de ver sin moverme de dónde estoy, pero ruidos de pasos acercándose me detiene haciendo que me incorporara para agarrar el arma que se encontraba en mi cintura trasera y posicionarla en su dirección.

─Ella es mía─ Dice aquel hombre escondido haciendo que me sorprenda ante aquel comentario, yo no soy de nadie, que la pasa a ese.

Un hombre de mas o menos 1,80 revelo su oculta presencia en el lugar, digo oculta ya que llevaba un maldito pasamontañas, lo cual me daba a entender que venía por lo mismo.

─¡Hijo de puta!─ Le grita el hombre herido mientras apretaba su herida con ira, para luego salir corriendo.

Yo reaccionó rápidamente dejamos de la lado a aquel desconocido, corro a la dirección en que la víctima corría y le doy una patada en la espalda, haciendo que el hombre se cayera, le piso la espalda con fuerza haciendo que no pudiera levantarse.

Aquel hombre se acerca ya que escucho sus pasos ─ Wow, mi mujer tiene agallas─ Dice poniéndose en frente mío y yo lo miro con confundió e enojo.

Le iba a preguntar quieren era y que queria, pero el hombre tirado en el piso me interrumpe.

─ Lo lamento compadre, no sabía que era tu mujer, so-solo déjame ir─ Suplica aquel hombre en su acento mexicano y aquel centra si atención solo en el.

─ Bueno «compadre», lo echo echo está, que se le puede hacer─ Actuando lastima, mientras yo miraba la escena con confusión, hasta que decido hablar.

─ ¡Que mujer ni nada! ,¿Quién eres?─ Molestas, agarro el arma con firmeza y la posiciono en su dirección.

─ En serio vas a matar a tu esposo, ¿Te quieres quedar viuda antes del matrimonio?─ Actua cómo si estuviese ofendido ante si acción ─ Te creí de todo menos ello Stephanie─ Dice ahora Actuando decepción.

─ Entonces no me conoces bien idiota─ Le quito el seguro al arma ─ Si sabes mi nombre es porque sos mafioso─

─ Que inteligente Bianco─ Dice con una tonada de voz obvia, mientras mi mirada fijamente provocandome un escalofrío.

─ Con razón eres tan deseada ─ Vuelve a hablar mirándome de arriba abajo, mientras mordía su labio inferior, para después decir ─ Todo eso va a ser mío─

Yo ante la sorpresa de su comentario tiro un tiro al aire, provocando que el se agache un poco y la víctima que sigue en le suelo se empezará a retorcer para intentar quitar mi pie y poder escapar ─ ¿Cómo que tuyo?, ¿quien eres?, ¿De que mierda hablas? ─

El se ríe y responde mi pregunta.

─ Tu futuro esposo, no te quedo claro ¿O que? ─ Me quedo en shock , ¿Cómo que futuro esposo? de que habla este estúpido.

En un rápido movimiento me avecino a el dejando completamente de lado a la víctima, sin que el pudiera actuar para evitarlo le quitó el pasamontañas dejando ver su rostro.

Es un chico con el pelo negro, ojos marrones oscuros y se veía recién afeitado, con una mandíbula bien marcada y la cara bien definida, es hermoso, sin darme cuenta abro la boca la sorpresa.

Después de observarlo, me doy cuenta que ya lo había visto antes, pero no recordaba bien dónde o cuando.

─ Deberías cerrar la boca, se te van a entrar moscas─ Dice divertido mientras posiciona su dedo índice en mi barbilla para mover suavemente para arriba haciendo que mi boca cerrará y mi cabeza quedará más a su disposición, se acercó lentamente hacia mi, y yo no hice nada para evitarlo, no porque no quisiera, si no porqué no podía moverme, me quede completamente embobada.

Escuche un ruido como que una enorme lata de metal callera, el y yo miramos a aquel lugar en el que se escuchó el ruido, pudimos ver cómo la víctima estaba a centímetros de escapar y el cómo yo todavía teníamos el arma en mano así que a la vez le generamos dos tiros en la espalda provocando que callera el suelo.

Decido ignorar lo que iba a suceder hace unos segundos, y me dirijo hacia donde la victima.se encontraba con paso acelerado inconscientemente me pongo completamente roja, nunca me sonroje y menos por un chico, me enfada que allá sido por el idiota aquel.

Vuelvo a pisar la espalda de aquel hombre el cual no dejaba de quejarte, mientras podía diferenciar entre los gritos de la víctima los pasos suaves de aquel hombre que se acercaba a dónde yo me.encontraba.

─ No sé si te vez más sexi enojada o sonrojada─ Me dice sin ningún tipo de descaro al estar frente mío, yo lo miro con desprecio ─ Pero tengo que trabajar hermosa─ Dice actualdo tristeza, para luego ver a aquel hombre que lloraba y rogaba por su vida

─ Lo lamente, pero ese hombre me pertenece, le debe 50.000 dólares a mi familia─ Digo indiferente, mirándolo sin seriedad dejando de lado aquella mierda del rubor.

─ Ay mira que casualidad amor, a mi familia le debe la misma cantidad ─ Dice el

─ Me volves a decir amor y voy a cometer dos asesinatos está noche─ Le digo molesta volviendole a sacar el seguro a mi arma.

El mira mi mano en dónde tengo el arma y se ríe.

Aquel hombre, que le debe a nuestra familia llora desconsoladamente, pidiendo piedad, diciendo que tiene esposa, hijos, que necesitan de el.

Me sorprendo ante aquel cometario y se me escapa una risa que es compartida por aquel sujeto.

El hombre se acerca unos pasos a la víctima ─ ¿Qué crees que somos estúpidos ?─ Le pisa la espalda de la misma forma que yo pero el lo hace en dónde tenía la herida.

─ No tienes esposa, ni hijos, eres un hombre de 37 años sin trabajo, que es mantenido por su madre y además de todo es capas de robarle, para después comprar cocaína y deberle 50.000 dólares a dos mafias- Digo para después frotar mi pie de una manera muy fuerte en su herida.

El saca el pie de la herida de su espalda, para acercarse a el ─ Has sido un muy mal niño Eduardo─ Le dice apretando sus mejillas.

─ Bueno habrá que castigarte─ Dice el, quitando su navaja del bolsillo, no podía verle la cara a Eduardo, pero ya me imaginaba su cara de horror y miedo.

─ ¿Que vamos a trabajar juntos?─ Le pregunto.

─ Claro que no, yo me encargo, tu ve a casa─ Me dice le sin mirarme.

─ Claro que no, este es mi trabajo tambien─ Molesta

El me mira por un rato, al parecer estaba pensando.

─ Está bien, pero no tienes de otra que tener que hacerlo conmigo─ Dice y yo me sorprendo ─ Al trabajo claro─ Me aclara y yo me golpeó mentalmente por entender cualquier cosa.

Yo lo pienso por unos segundos y acepto, porque no tengo otra opción, el hombre le debe la misma cantidad a las mismas familias, hay que matarlo los dos.

─ Esta bien pero después me contarás eso del supuesto esposo─ Le digo ya que estaba empezando a sospechar que lo que decía el tenía algo que ver con la conversación de mi padre está mañana; voy a buscar el pasamontañas que se encontraba en dónde lo había colocado y me lo pongo de inmediato.

El también va a buscar el suyo, porque se lo había dejado tirado en el piso al quitárselo.

Cuando el llega a dónde yo me encontraba,lo empezamos a torturamos por unos minutos, para después pararnos, agarrar nuestra armas y tirarle un tiro en el pecho, pero obviamente todavía seguía vivo.

Me agachó, saco mi navaja y le cortó la muñeca, con la sangre que va saliendo me mojo el dedo y lo paso en mis labios, para después darle un beso en la mejilla, haciendo que el ya no respirara.

El me mira y se ríe.

─ ¿De que te ríes? ─ Le pregunto confundida.

─ Pense que era mentira que se morían después del beso─ Dice el sonriendo.

Yo me río.

El desvía su mirada hacia el cuerpo ya muerto, para después agarrar una navaja que tenía en el bolsillo, y hacerle su al parecer marca en la frente.

Esa marca yo la conozco, pero de dónde, ¡Porque tenga tanta mala memoria mierda!.

El me quita de mis pensamientos.

─ El tuvo suerte, fue bendecido por dos─ Dice el a lo que yo me rio.

─ No es tan mala frase─ Le digo yo para después sacar de mi pantalon un papelito y un lápiz chiquito.

─ ¿Que haces?─ Me pregunta el acercándose.

Le muestro que escribí lo que dijo en un papelito, a lo que el se ríe.

─ ¿Por qué les escribes? ─ Pregunta.

─ Porque al “hablar” con ellos de cierta forma, los hace quedar como idiotas, a lo que me refiero es que les estoy demostrando que me divierte lo que hago y que son tan idiotas que no tiene forma de atraparme─ Le respondo.

Saco un trapito húmedo para limpiar mis huellas.

Dejó el papelito en el bolsillo del pantalón del muerto y después reviso que no allá ninguna prueba.

─ Asi no vas a encontrar nada─ Dice mientras se dirige al lugar en donde apareció.

Yo lo miro confundida, al ver que traía una maleta negra.

De ahi saca unos guantes y una linterna con algunos líquidos.

Se pone los guantes y alumbra con la linterna el cuerno de hombre.

La linterna era ultra violeta entonces podía ver todo.

Había un par de marcas en la ropa, se agacho para agarrar una botellita, cuando la abrió, tiro un poco el líquido que contenía en donde estaban las huellas y ellas desaparecieron.

Yo miraba fascinada, era como magia.

Después alumbró el alrededor, pero en el no encontró nada.

─ Wow, eso fue increíble─ Fascinada

─ Ahora cuéntame bien de eso del esposo─ Le digo al acordarme del tema y grueso los brazos para parecer superior.

─ Perdon mi amor, pero eso lo sabrás mañana─ Dice Actuando lastima.

─ Pe...─ Iba a reprocharle pero escuche un ruido a uno metros atrás mío, provocando que girará, vi atentamente pero no sé encontraba rastro de alguna vida además de las muestras.... o mejor dicho mía, ya que al girar y querer seguir con la plática el ya no se encontraba, se había ido.

Me quedé allí parada completamente frustrada, sabía que no iba a dormir esa noche, ya que iba a sobre pensar las cosas.

Le doy una ojeada al lugar para después irme.

Unos minutos después...

Llegó a mi casa con las ganas de despertar a mi padre y preguntarle y quitarme estás malditas dudas, pero eran las 03:05 y no quería molestarlo, así que me quite el pasamontañas y fui directo a lavarme los labios con agua y jabón, debido a que tener sangre.

Al terminar de lavarme la boca, voy a la heladera a hacerme un sándwich.

Cuando termine de comer en la oscuridad, me fui a cepillar los dientes y a darme una ducha rápida, porque mi cuerpo estaba algo tenso, gotas de agua caliente chocaban con mi cuerpo lo que me tranquilizó, me quería quedar ahí un rato más, pero me quería acostar, al salir me seco con la toalla todo el cuerpo al igual que le pelo el cual queda húmedo, me pongo la ropa interior y salgo así del baño, me dirijo a la cama y me acuesto únicamente con ropa interior, ya que no tenía ganas de ponerme ropa, además encima hacia calor y era mucho más como así.

Me acomodo en la cama y me dispongo a dormir, pero paso lo que yo sabía que pasaría, iba a estar toda lo noche pensando en lo que paso hoy, ¿Porque aquel hombre decía que era mi futuro esposo?, ¿Tendrá algo que ver con lo que dijo mi padre?

Después de un largo rato de pensar miles de cosas a las cuales no les encontraba sentido, me quede dormida por el cansancio.

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No sé qué hacer

Stephanie

Me despierto por ruidos que provienen de la sala.

Me levanto de la cama, me pongo las pantuflas y agarró mi arma que se encuentra en mi mesita de luz, estaba tan enojada que era capaz de matar al que se pusiera en mi camino.

Al llegar a la sala veo que hay dos hombres hablando con mi padre y varios hombres que los rodeaban, algunos los conocía porque eran los guardaespalda de mi padre los demás no los conocía, ellos no notan mi presencia.

Al estar lo más cerca posible, le quitó el seguro a mi arma y tiro dos tiros al aire

─ SE PUEDEN CALLAR ─ Gritó muy enojada, haciendo que los hombres que estaban hablando con mi padre y calculo que los guardaespalda de ellos, giraran rápidamente hacía mi dirección sacando sus armas. Mi padre me mira asombrado

Cuando puedo ver bien la cara de aquellas personas, me doy cuenta que uno de los hombres era el mismo hombre de noche, y el otro era el mismísimo Russo en persona.

Estaba tan sorprendida que deja caer mi arma.

El hombre de anoche me miraba de arriba a abajo muy sorprendido.

Miro al rededor y me doy cuenta que todos me miraban muy sorprendidos, hasta que me noto cuánta el motivo de su asombro cuando me miró me doy cuánta que ¡ESTABA EN ROPA INTERIOR!.

Me dirijo rápido al baño que estaba lo más cerca posible de la sala y me pongo una bata, de quién, no se.

Al salir del baño, vuelvo a la sala tratando de actuar lo más normal posible, todos me miraban literal todos.

─ Nunca vieron a una mujer en ropa interior ¿o que?─ Les respondo enojada, mientras me acerco a agarrar mi arma del suelo, sin dejar de mirar a aquel hombre de anoche, el al darse cuenta saca una risita, antes que pudiera pregúntale que hacía en mi casa, mi padre me interrumpe.

─ Disculpen la incompetencia de mi hija, no sabía que venían tan temprano─ Dice mi padre acercándose a mi con cara enojada, se me pone al lado dándome un codazo suave para que me disculpé.

─ Lo lamento─ Digo sin emoción alguna, dando una sonrisa falsa.

─ No tienen porque, debimos avisar que llegaríamos temprano, no es cierto hijo─ Dice el señor Russo, haciendo que yo me sorprenda y lo mirase rápidamente.

El sonríe ente mi reacción y le responde indiferente ─ Si padre debimos de avisar con anticipación─ .

Lo miro y me doy cuenta que si, el es Alexander Russo, como no me cuenta antes, aunque sea haber reconocido su marca, soy una idiota, pero tampoco debería de castigarme tanto, nunca nos habíamos visto en persona y menos tan cerca, el señor Russo me quita de mis pensamientos.

─ Bueno a lo que venimos señor Bianco─ Le dice el señor Russo a mi padre.

─ Si claro, vayamos a mi oficina a conversar mejor─ Dice mi padre a lo que me enfado.

─ Claro ahora van a hablar en la oficina, cuándo ya despertaron─ Molesta

Mi padre me mira muy serio y a Alexander se le escapa una risa ante mi comentario, haciendo que el padre lo mire de igual forma que mi padre lo hacía conmigo.

-EMILIAAAA- Grita mi padre llamando a la empleada.

Emilia llega lo más rápido posible.

─ Si señor─

─ Traiga café para los cuadro, el mío que sea Americano con poca azúcar y el de Stephanie con leche─

─ Si claro señor, ¿Y a ustedes como les apetece?─ Pregunta Emi muy cordialmente a los Russo.

─ Que sean los mismo─ Dice el señor Russo.

─ Si claro, hay les traigo─ Dice Emi, para después irse a la cocina.

─ Mientras que Emilia hace los cafés, anda a cambiarte─ Dice mi padre mirándome.

─ No hace falta así estoy cómoda, solo quiero saber la razón de su visita y porque el va a ser mi supuesto esposo─ Digo a lo que mi padre y el señor Russo agrandan los ojos del asombro.

-¿Qui-Quién te dijo eso?- Pregunta mi padre muy sorprendido ante mi respuesta.

Justo cuando iba a responder, uno de los guardaespaldas recibe una llamada.

─ Señor debe ver ésto─ Dice el agarrando el control remoto de la televisión, para luego prenderlo y poner las noticias.

Las noticias

Hoy encontraron en una bodega un hombre brutalmente asesinado y torturado por las mismas personas que dejan marcas en los cuerpos de sus víctimas llamandolas "bendiciones" para ellas. Hay muchas marcas en este mundo pero hay dos marcas que son las más famosas, los cuales son un beso manchado con la misma sangre de este y una cruz en la frente.

Bueno en este caso la víctima tiene ambas, si escucharon bien ambas, este hombre fue asesinado por las dos figuras muy buscadas en esta cuidad, Tiene un beso en la mejilla y una cruz en la frente, muchos lo llamarán desafortunado ellos lo llamas suerte.

Se estarán preguntando, tiene el cuerpo pistas de quienes pueden llegar a ser los los asesinos.

No el cuerpo no tiene ni una pista de quienes son ellos, solo sabemos que son un hombre y una mujer, y que son muy ágiles e inteligentes en lo que hacen.

Bueno cambiando de tema, veamos el clima de hoy.

La tele es apagada

Mi padre y el señor Russo nos miran muy serios esperando una respuesta.

─ Me encantaría responderles, pero si no recuerdo mal, papá me mandaste a cambiarme ¿no? que lastima será para más tarde la respuesta─ Digo saliendo de la sala a pasos rápidos.

Mi padre me mira y me dice ─ Te esperamos en la oficina─ .

─ Si allí estaré─ Dije subiendo las escaleras.

Al llegar a mi cuarto respiro y voy a buscarme algo para ponerme, agarre lo primero que encontré.

Un pantalón corto negro y un buzo gris grande que tapa el pantalón corto, y me quedé descansa con unas medias, total estoy en mi casa no me pueden decir nada.

Me peino rápido, dejándome el pelo suelto y bajo para dirigirme a la oficina.

Golpeó la puerta despacio esperando un respuesta que rápidamente escuché.

Al entrar estaba mi padre sentado en su escritorio y el señor Russo y Alexander en la sillas de acompañante, y Emi poniendo los café en la mesita.

Se acerca y me trae el mío ─ Tome señorita su café ─ .

─ Gracias Emi─ Le digo con una sonrisa.

Voy y me dirijo al lado de mi padre.

Mi padre me mira y me dice

─ Ya tenemos una idea de cómo te enteraste pero nos gustaría escucharlo con tus palabras─ Dice mi padre mirándome esperando una respuesta.

─ No hay mucho que contar, ayer nos conocimos, el hombre que me dijiste que mate nos devia, también le día a la familia Russo y lo tuvimos que matar juntos─ Digo yo dando un sorbo a mi café.

─ No eso no era, la pregunta es de ¿Como te enteraste? ─ Dice mi padre sin dejar de mirarme a lo que claramente incomodaba.

─ Justo cuando yo estaba con el hombre el me toca el trasero y desp ─ Mi padre me interrumpe.

─ ¡¡Como que te toco el trasero!!- Dice mi padre molesto

─ Si pero Alexander justo cuando lo estaba haciendo le dió un tiro en la mano─ Digo a lo que mi padre lo mira rápidamente y le agradece como me hubiese salvado la vida.

─ Listo ya te imaginarás el resto─

─ Bueno ya pueden responder a mi pregunta─ Les digo mirándolos, mientras tomo un sorbo de café.

─ Si claro no tenemos que ocultar nada─ Dice el señor Russo.

─ Cuales son tus preguntás─ .

─ ¿Por que me haces casar con su hijo?─ Le pregunto, a lo que el me responde enseguida.

─ Queremos crecer nuestras empresa tanto la mafiosa como otras y que mejor que hacerlo con la segunda familia mafiosa más poderosa del mundo─ Muy seguro.

─ ¿Y Por qué tiene que ser mafiosa?─ Le pregunto

─ Como verás, no soy un hombre fuerte estoy envejeciendo y tengo cáncer de pulmón, quien sabe si mañana este, yo quiero que mi hijo tenga una esposa y hijos antes de que yo parta a otra vida─ Me dice provocando que me ahogara con el café.

─¿¡ Por qué yo y no otra mafiosa!?- Le pregunto sorprendida.

─ Por favor todos saben que no hay mafiosa como vos, yo quiero una que esté en el trabajo con mi hijo, que sepa del negocio, que sepa defenderse ante cualquier altercado, eras tan siniestra como mi hijo, no serás esa típica esposa molesta que te pide que salgas del negocio o que le asquea sobre aquellos temas del trabajo, tu eres la indicada para ese puesto eres la indicada para mi hijo─ .

─ Estoy halagada ente tantos cumplidos, pero ¿Qué le hace pensar que aceptaré su propuesta?─ .

─ Poder─ Me dice y yo arqueo una ceja.

─ Su familia a querido por generaciones ser número uno en este negocio, pero siempre estuvimos nosotros venciendo, usted ahora tiene la oportunidad de cumplir el sueño de sus antepasados y mucho más importante el de su padre─

─ Y si me niego─ Pregunto sacando una sonrisa.

─ Bueno en ese caso no tendré más opción que destruir a tu familia dejándolos en la miseria─ Dice el señor Russo indiferente.

─ Usted no puede hacer eso─ Digo muy segura

─ Uhh señorita Bianco, le aconsejo que no me tiente─ Dice el señor Russo, a lo que yo miro a mi padre y el agacha la cabeza, dandome a entender que lo que dice es verdad.

─ Por lo menos puedo pensarlo─ Le digo molesta.

─ Si por supuesto tienes hasta mañana para pensarlo─ Dice Alexander parándose al mismo tiempo que Russo.

─ Fue una placer conocernos─ Me dice el señor Russo saliendo de la oficina entes que Alexander.

Antes de cerrar se escucha un ─ Tik Tak─ calculo que proviene del señor Russo.

Cuando ellos se van me siento en la silla y le pregunto a mi padre.

─ ¿Por que no me dijiste que estábamos en quiebra?─

─ No estamos en quiebra hija, solo que si no aceptas los Russo nos querrán muertos ,y aunque somos casi igual de poderoso que ellos, nos van a derrotar y lo sabes muy bien─ Dice mi padre con mirada triste.

Miro al piso con la mirada triste, pensando en que mierda hacer, yo no me quiero casar y menos con Alexander Russo, no porque sea feo, solo no me quiero casar y ya, y que sea Russo lo empeora todo.

─ Hija al decirte esto no te estoy implorando o exigiendo que te cases, solo te estoy dando a entender como va a ser nuestro futuro si no te casas con el hijo de Russo─ Dice mi padre acercándose a mi para darme un abrazo.

─ Lo se papá─ Digo a lo que también abrazo.

─ Bueno mejor voy a afuera a pensar─ Digo, lo que hace que mi padre me deje de abrazar.

─ Esta bien hija pero ten cuidado─ Dice el acariciando mi hombro.

─ Si papá tendré cuidado─ Digo para luego levantarme y salir al patio.

Ya en el patio

No puedo dejar de pensar en esa estúpida propuesta de matrimonio, porque a mí.

Yo la mujer que menos quiere saber de esposo, iglesia, vestido de novia, la verdad hijos no, porque siempre quise ser madre, pero de una hombre que amase no de uno que no conozco.

Un ruido que proviene de los árboles me saca de mis pensamientos.

Rápidamente saco mi arma que siempre está conmigo y muy bien cargada.

─ ¿Quién anda ahí?─ Pregunto a lo que claramente no recibo respuesta.

Guardo el arma, seguro ya estoy enloqueciendo con todo esto de el matrimonio.

De repente escucho pasos dirigiéndose a mi dirección pero antes de que pudiera reaccionar este me arrincona a la pared dejandome sin movilidad.

Cuando puedo verle bien el rostro me doy cuenta que es Alexander Russo.

─ Estas loco o que te pasa ¿Por qué seguís en mi casa?- Le pregunto enojada.

Bienvenido al portapapeles de Gboard; todo texto que copies se guardará aquí.

─ Solo visito a mi esposa ¿Hay algún problema? ─ Dice el

─ ¿Qué te hace pensar que aceptaré tu propuesta?─ Digo yo seriamente mirándolo directamente a los ojos

─ La pregunta es ¿Qué te hace pensar a vos que la negaras?─

─ Muchas cosas te lo aseguro─

─ Y no sería increíble poder cumplir el sueño de toda tu generación incluyendo a tu padre─ Dice el tratando de convencerme.

─ Si sería increíble, pero sabes lo que no es increíble, casarme con un idiota─ Digo sonriendo.

─ Por favor, hay muchas mujeres que se morían por ser mi esposa, y vos te quejas─ .

─ Bueno cásate con una de esas mujer o con todas, a mi que me importa, pero la verdadera pregunta es ¿Por qué vos lo dejaste que me eligiera a mi?- Le pregunto.

-Porque como dijo mi padre no hay mujer como vos, no hay una mujer que pueda opacar tu belleza, tu inteligencia, tu hermosa sonrisa, tu increíble destreza, tus hermosos ojos marrones que sos capaz de enamorar está al más fuerte y muchas cosas más que si sigo diciendo pensarás que estoy loco por vos─ Me dice mientras nuestros están conectados ─ Sos la esposa que todos quieren, sos la esposa que yo quiero ─ Dice el mientras acaricia mi mejilla mirando sus movimientos para después mirar mis ojos haciendo que me sonroje.

Bajo la mirada porque estaba muy sonrojada tanto que la cara me ardía, el corazón me dolia de tanto bombear.

Justo cuando iba a decir algo, escucho los gritos de mi padre diciendo que entre.

─ Bueno será mejor que entre─ Le digo empujándolo lentamente y al poder hacerlo empezar a caminar para adentro de mi casa.

Justo cuando estoy caminado acercándome a la puerta de la casa, me agarra de la muñeca empujandome hacía el, haciendo que nuestro cuerpos se choquen, puso sus brazos en mi cadera haciéndome imposible salir, hice fuerza para liberarme pero lo único que lograba era que nuestros cuerpos se juntan más, haciéndome imposible salir de su agarre.

Después de intentar liberarme, me rindo y lo miro.

─ ¿Que quieres?─ Le pregunto mirándolo a los ojos.

─ Te ves linda en ropa interior─ Me dice sacando una sonrisa.

─ Vuelvo a luchar─ Le digo a lo que el ríe.

─ Esta bien te diré─ Dice el.

─ Sabes desde ayer a lo noche tengo una duda que no me deja dormir y tampoco me va a dejar dormir esta noche, ¿Quería saber si me la pones quitar?─ Lo miro confundida ante su pregunta.

─ Cuando tú besas a tu víctimas mueren ¿No?- Me pregunta el a lo que yo afirmo.

─ Si me das un beso también moriría?─ Dice acercando su rostro al mío, haciendo que nuestras ojos se cruzaran, el se va acercando a mis labios rozandonlo con los suyos, rápidamente le doy un abrazo para evitar que me vea la cara porque estaba roja como un tomate.

─ Hay que curioso, está bien te quitaré la duda─ Le digo haciendo que me libere.

El hace una trompita para que le dé una beso, le agarro la cartilla corriendole la cara para darle un beso en la mejilla.

─ Listo, al parecer no te moriste, chau─ Digo yo llendo a la puerta casi corriendo.

Cuando iba a entrar escucho que me dice algo

─ Algunos de estos días te voy a dar un beso y vas a ser vos la que ruega por más─ Dice el sonriendo.

─ Vamos a ver quién ruega por quién─ Digo sacando una risa

Al entrar a casa veo a mi padre dirigirse a mi dirección

─ Hija al fin entras me estaba preocupando─ Dice mi padre sacando un suspiro.

─ Me quede afuera tomando aire y pensando─ Le digo.

─ Y¿Ya tomaste una decisión?─ Me pregunta serio.

─ No todavía no, pero mañana te daré la respuesta─ Le digo sacando una sonrisa para que no se preocupe.

─ Esta bien hija la decisión que tomes la aceptare─ Dice el sonriendo.

─ Vamos a comer─ Me dice abrazándome por los hombros.

Después de comer fui a cepillarme los dientes y a bañarme, para después acostarme para dormir, lo que claramente fue imposible, ya que pase toda la noche pensando y imaginando como sería mi futuro si me casaba y como sería mi futuro si no lo hacía.

Ya tomé la decisión que puede ser la correcta.

Después seguia pensando si la decisión que tome era correcta, pero me termine durmiendo por el cansancio.

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*Me**nsaje de la autora*: Perdón por no subir capítulos estos meses.

Espero que les esté gustando tanto como a mí ♥️♥️♥️

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