Mi nombre es Anna Moore, tengo 25 años y soy licenciada en Criminología. Después de mucho esfuerzo, logré ingresar a trabajar en el FBI.

Mi familia no está muy contenta con esta decisión. Mi padre, Richard Moore, es dueño de una de las empresas de telecomunicaciones más grandes de Estados Unidos. Mi hermano mayor, Theo, tiene 29 años y mi hermana, Gabriela, 27. Theo es administrador de empresas, y Gabriela, abogada; ambos trabajan en la empresa de mi padre.

Mi madre, Susan, falleció cuando apenas cumplí 11 años, a causa de un cáncer. Su pérdida nos afectó profundamente, ya que ella era la alegría en el hogar, un "Ángel" sobre la tierra.

Mis mejores amigos son Marie y Kevin. Nos conocemos desde el kínder y jamás nos hemos separado. Marie es abogada y una de las más duras que he conocido, mientras que Kevin es médico. A pesar de ser muy introvertido, es la persona más amable y empática que conozco.

Digamos que mi vida es tranquila. Vivo sola y puedo mantenerme económicamente bien gracias a mi trabajo. No dependo de nadie, algo que es lo que más me gusta. Todo estaba perfecto así, no necesitaba nada más, o al menos eso pensaba..."

Anna Moore:

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Mi nombre es Alexander Sahin, tengo 30 años y soy graduado en Finanzas. Actualmente, ocupo el cargo de vicepresidente en Novo Enterprise, empresa presidida por mi padre, Samuel Sahin. Nos dedicamos a la tecnología y seguridad, llevando adelante esta tradición desde hace dos generaciones.

Mi familia está conformada por mi hermano Sam, de 25 años, quien también trabaja con nosotros, y mi madre Grace. Ella siempre está muy pendiente de todos, es exigente pero cariñosa. Hace un año que estoy de novio con Stefani Fray. Nos conocimos en la universidad y nos complementamos bastante bien, a pesar de algunas discusiones, ya que a ella le gustan las fiestas y las compras, mientras que a mí me apasionan los deportes extremos, la tranquilidad y mantener mi vida ordenada.

Mi vida estaba organizada según mis planes: mi familia, mi trabajo, mis amigos, mi novia, todo bajo control, tal como me gusta, sin sobresaltos. Todo parecía perfecto así, o al menos eso pensaba..."

Alexander Sahin:

Anna:

Después de bastante tiempo, tenía un fin de semana libre. La noche anterior, decidí cancelar el despertador para poder dormir sin interrupciones; sin embargo, olvidé por completo quitarle el sonido al teléfono, lo que resultó en que mi placentero sueño fuera interrumpido a las 07:00 AM...

Refunfuñando y buscando con mi mano a tientas en la mesa de noche, el causante de aquella interrupción, sin siquiera abrir mis ojos, respondí:

"Hola" —con mi voz de ultratumba y mi cerebro parcialmente despierto.

-Buenos días, mi pequeña gruñona" —la voz de Theo sonaba demasiado animada para mi gusto— "

-Me preguntaba por qué hasta esta hora no había recibido mi felicitación de cumpleaños de mi hermana favorita.-

-Lo siento, el número al cual llama se encuentra fuera de servicio. Pruebe nuevamente más tarde" —respondí, imitando una voz de computadora.

-Tu humor matutino realmente es una delicia. Si no consigues novio con eso, al menos puedes conseguir un trabajo de operadora telefónica —su suave carcajada terminó de despertarme.

"-Hmm, lo tendré en cuenta dentro de mis opciones. Ya, Theo, ¿qué quieres tan temprano?" —suspiré profundamente mientras me sentaba en la cama como indio.

-Quiero recordarte mi saludo de cumpleaños, ya que todos los años lo olvidas, y la fiesta de esta noche por mis 30 hermosos años. Por lo que no debes ni puedes faltar, y menos no traerme un obsequio —sonaba entusiasta pero a la vez exigente, su tono no daba lugar a una respuesta negativa.

-Pensaba saludarte por la tarde Theo, sabes que detesto las reuniones de gente snob, y en tu cumpleaños sobran esos personajes- Joder es que si lo había olvidado, pero era información que no pensaba darle.

-Anna, desde que mamá no está, no te gusta ninguna reunión familiar. Sabes cuánto te amo y lo importante que eres para mí. ¿Puedes al menos hacer un esfuerzo, por mí, por papá y Gabriela? Solo date la oportunidad de disfrutar un poco más. La vida no es solo trabajo, entrenamiento físico y comer pizzas con amigos. Nosotros también te necesitamos, necesitamos a la alegre Anna que decidiste esconder en algún rincón. Además, puedes venir con los otros dos chiflados amigos que tienes-

Theo hablaba con dulzura y nostalgia, y prácticamente era un ruego hacia su hermana menor. Suspiré profundamente, tratando de alejar de mi mente los recuerdos de madre, que en cada uno de nuestros cumpleaños nos despertaba a las 07:00 AM con un pastel y una hermosa sonrisa, para que empezáramos el día alegre. Luego nos dejaba en el colegio, al recogernos nos esperaba una fiesta de cumpleaños, que se esmeraba en preparar y a la que invitaba a todos nuestros amigos.

-¿Esperas que ese monólogo psicológico emotivo funcione?" - dije  guardando silencio, esperando su respuesta.

- No lo sé\, tu dime- Respondió con humor

-Ok, ok, contarás con mi humilde presencia, pero no cuentes con ningún obsequio. Tú me debes el del año pasado" - solté, tratando de sonar ofendida, aunque sabía que no lo creería.

-¡Genial! ¡Es el mejor regalo que me estás dando! Pero a los otros dos chiflados, hazlos comprar un obsequio. Soy muy materialista jajajajaj" - se carcajeó con mucho ánimo.

-Ahora, déjame ir a desayunar y tú mueve el trasero para hacer algo productivo - le dije en tono de regaño. Nos vemos a la noche, pequeña gruñona.

-Theo ... Feliz cumpleaños, emmm, sabes, yo...- Dije entre blabuceos

-Tranquila, lo sé, yo también te amo, Anna-

Cortó la llamada, y dejó una leve sonrisa en mi rostro. Sin dudas, él siempre estaba ahí, cuidándome, acompañándome, pendiente siempre de demostrarme su cariño. Salí de la cama y fui a ducharme. Después de desayunar, salí a correr un poco. Cuando regresara, llamaría a Kevin y Marie para informarles los planes para la noche, los cuales sabría que aceptarían sin dudas.

La brisa de la mañana era fresca, con mis auriculares puestos, corría sumergida en mis pensamientos y recuerdos, algunos tan secretos que solo volvían para atormentarme. Imaginaba que cada zancada más rápida me permitía dejarlos atrás, convirtiendo mi carrera en una fuga de esos recuerdos indeseados.

Habían pasado más de 45 minutos desde que comencé a correr cuando, de repente, sentí algo que se apoyó con fuerza en mi espalda, haciéndome caer de golpe al suelo. Mis rodillas y manos se rasparon al intentar evitar que mi rostro chocara contra el suelo, aunque fue en vano debido a la velocidad y el repentino impacto.

-¡Pero qué carajos! - solté entre el enojo y el dolor. Al intentar incorporarme, un gran ovejero alemán trataba de lamer mi rostro y volver a apoyar sus patas sobre mí. Saqué mis auriculares y comencé a levantarme lentamente, sacudiendo mi ropa con una mano, mientras con la otra intentaba apartar al cariñoso pero efusivo animal.

Mientras estaba tratando de atar mis cordones y limpiar mis rodillas, escuché una gruesa y varonil voz.

-¡Chase! ¡Ven aquí! ¡Ahora! - su voz era agitada pero ronca y profunda. Levanté la mirada y solo pude perderme en sus ojos, un océano profundo que me arrastraba. No podía mirar a otra cosa; mi cuerpo no reaccionaba, no podía hablar y no escuchaba nada a mi alrededor. Solo podía contemplar esos profundos ojos. Definitivamente, mi cerebro entró en cortocircuito. Tan solo una mirada, y ya no sabía ni dónde estaba ni qué había pasado.

- ¿Estás bien? ¿Puedes oírme? - preguntó realmente preocupado.

Lentamente, salí de mi estado de letargo, en el que debí haber parecido idiota como mínimo, y traté de hacerme la ofendida, como para recuperar un poco la dignidad.

- Sí\, gracias. ¿Es que no sabes que existen las correas? - dije toda digna\, con mis piernas llenas de tierra y mi cabello... bueno\, quizás sería lo más parecido a un nido de pájaros.

- Lo siento mucho\, Chase no suele comportarse así. Traté de avisarte\, pero no escuchabas\, y no llegué a tiempo.

TRITI DI IVISIRTI!!! - dije con una nueva de dolor en mi rostro- No se trata de avisar, genio !!se evita con una simple correa!!-  Cuando bajo mi vista, veo al perro sentado a mi lado mirándome con la lengua afuera.

- No es tu culpa\, hermoso. Es que tu dueño aún no ha desarrollado la capacidad de prevenir - dije cariñosamente\, rascando su cabeza.

Sentí su mirada molesta sobre mí, pero no quería mirarlo. Esos ojos tenían un efecto en mí que realmente me preocupaba. De repente, se aclaró fuertemente la garganta y me habló.

- Nuevamente lo siento. ¿Puedo llevarte a un médico? Déjame que te acerque a tu casa\, o quizás quieras sentarte\, beber algo fresco y descansar un poco - su tono de voz sonaba preocupado pero a la vez era relajante.

- Tranquilo\, he sobrevivido a cosas peores. Soy una chica fuerte - respondí con una sonrisa de lado-. Ya estoy bien y puedo seguir a casa sola. Te agradezco.

- ¿Segura? No es ninguna molestia\, es más\, sería un placer\, ya que ha sido nuestra culpa.

Y de nuevo estaba ahí, mirándolo como boba. Esos hermosos ojos. Él me miraba de la misma manera. Fueron unos segundos, pero parecieron largos minutos. De repente, una voz conocida rompió el hechizo.

-Anna!!! ¿A dónde estás? Me preocupé esta mañana cuando no te encontré en el parque - Kevin llegaba a nuestro lado, con su ropa deportiva, ya que solemos encontrarnos en el parque a la misma hora para correr. Nos miraba a ambos confundido cuando volvió a preguntar:

-Anna, pequeña, ¿estás bien? ¿Por qué estás tan golpeada, bonita? - Kevin observaba mis rodillas y mi rostro un tanto preocupado, por lo que me apresuré a responder algo entrecortada:

-Todo bien, Kev, solo tropecé con esta belleza - dije señalando al perro y encogiendo mis hombros -. Pero ahora que mi médico personal llegó, ya estoy más tranquila - dije restándole importancia y ofreciéndole una sonrisa.

De pronto, este hombre de hermosa mirada carraspea y nos interrumpe:

En serio, puedo llevarte a un hospital o a donde te quede cómodo - insistió.

Le resté importancia y pasé mi brazo sobre los hombros de Kevin, apoyándome en él:

Está todo bien, solo fue un accidente - tiré un poco de Kevin para irnos, me di vuelta y mientras saludaba con la mano le dije - para la próxima no olvides la correa - así, como si nada, giramos con Kevin y empezamos a caminar en dirección contraria, exigiendo con toda mi voluntad a mi rostro girar para verlo una vez más.

Theo Moore:

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Alexander:

Desperté a las 06:00 AM como todas las mañanas, y procedí a hacer mi rutina diaria, una baño, un desayuno nutritivo sentado en el balcón de mi departamento, y leer las noticias diarias , mientras mi perro Chase, se recupera en mis pies.

La mañana está fresca y la brisa es realmente relajante, mientas desayuno observo mi celular, para comprobar si Stefanía había dejado una mensaje anoche, había tenido una salida de Chicas y dijo que me escribiría antes de dormir, lo que no ocurrió, porque conociendola segura se pasó de tragos y se durmió por la madrugada.

Termine de desayunar y fui a alistarme para salir a hacer un poco de ejercicios y pasear a Chase, mire la hora y pasaban 10 minutos de las 07: AM, así que tome mi celular para desearle un feliz cumpleaños a mi gran amigo, sabía lo ansioso que se ponía ese día, odiaba que las personas más cercanas no lo saludarán ese día. Salimos con Chase caminado hacia el parque, ya que quedaba a unos pocos metros de mi departamento, al llegar al parque, mi teléfono vibró en mi bolsillo, era Theo, sabía que llamaría, aunque no creí que fuera hacerlo tan temprano.

- Que hay amigo! Feliz cumpleaños- le dije con voz alegre.

- Alex! Buenos días, este año te has superado, fuiste mi primer saludo- en su voz se notaba cierta alegría.

- Estás más entusiasmado que de costumbre el día de hoy a qué se debe?- en ese momento una mujer paso corriendo al lado mio, no pude verla, pero su olor a jazmín quedó en el aire, y en el mismo instante ví como Chase salia corriendo atrás de ella- Theo tengo que colgar ya te llamo- y sin más sali corriendo y colgué el teléfono.

Mientras corría lo más rápido que podía le gritaba a Chase que se detenga, pero el no me prestaba atención, y la mujer que iba corriendo no escuchaba ninguno de mis gritos, Joder, pensé lleva auriculares puestos, y de un momento para otro me detuve mirando la imagen que se desarrollaba frente a mi, Chase apoyaba de un salto las patas en su espalda, haciéndola caer al piso de lleno, con el envíon que venía, tarde tres segundos en reaccionar y llegar al lugar.

Al llegar ví como se sacudía y murmuraba enojada, hasta que levanto su mirada hacia mi... y juro que cuando me miro sentí mi corazón latir un segundo más lento mi corazón, tan solo una mirada y sentí mi cuerpo estremecerse.

-Estas bien? pregunté rápidamente, sus ojos seguían clavados a los míos, y no emitía ni una palabra, carajo pensé quedo en shock del susto.

- Estás bien? puedes oírme?- pregunté ya más preocupado y con algo de ansiedad.

-Si gracias, es que no sabes que existen las correas??- Respondió con una voz tan melodiosa y dulce que jamás había oído, me sentía como un adolescente, nervioso sin saber si acercarme a ayudarla, o darle su espacio personal. Las manos me sudaban y de pronto el cabron de mi corazón decidió acelerarse, tan solo de escucharla.

-Lo siento mucho, Chase no suele comportarse así, trate de avisarte, pero no escuchabas, y no llegue a tiempo- trataba de que mi voz sonara neutra y no delatara lo que sea que me estaba pasando y ni yo entendía.

-TRITI DI IVISIRTI!!!- dijo con un voz de burla y molestia, mezclada con una mueca de dolor, lo que hizo que reprimiera mi sonrisa, que amenaza con salir- No se trata de avisar, genio!! se evita con una simple correa- continuo bajando la mirada, para mirar a mi fiel compañero, sentado a su lado, y la miraba con ojos de cachorro mojado, mierda si hasta mi perro había quedado prendado con esta mujer. Ella con una dulce sonrisa bajo su mano y empezó a rascar su cabeza.

-No es tu culpa hermoso, es que tú dueño no ha desarrollado la capacidad de prevenir- le hablaba dulcemente, mis palabras estaban atoradas en mi garganta, no sabía que decirle o más bien no sabía cómo decirle algo, quería saber su nombre, de dónde era algo, pero parecía que mi mente y boca simplemente estaban desconectadas, fruncí el ceño, porque me sentía un idiota, solo aclare mi garganta fuertemente.

- Nuevamente lo siento, puedo llevarte a un médico, déjame que te acerque a tu casa, o quizás quieras sentarte a beber algo fresco y descansar un poco- cualquier cosa que me dé un poco más de tiempo a su lado pensé.

-Tranquilo, he sobrevivido a cosas peores, soy una chica fuerte, ya estoy bien y puedo seguir a casa sola , te agradezco- respondió con una sonrisa de lado, que hizo que prestará atención a su boca, y mi demonio interior gritaba como loco Besala!! Besala!! o acércate pero haz algo ya!! sacudí levemente mi cabeza tratando de quitar esa idea de mi mente.

- Segura? dije rápidamente- No es ninguna molestia es más seria un placer, ya que ha sido nuestra culpa- dije tratando de convercerla, y así al menos sabría dónde vive.

De pronto nuestras miradas conectaron nuevamente, y sentí el tiempo detenerse, era algo nuevo y excitante, me sentía en otra dimensión, y nada más existía que nosotros dos, cuando de pronto escuché un hombre gritar desde mis espaldas.

-Anna!! aquí estás! me preocupe está mañana cuando no te encontré en el parque- este se iba acercando a nosotros con mirada claramente confundida, y pasando su mirada de uno al otro.

-Anna, pequeña estás bien ? porque estás tan golpeada bonita? el la miraba con ternura y preocupación mientras examinaba su cuerpo, y por mis adentros pensaba que obviamente una mujer así no estaría sola, que idiota, era más que obvio.

-Todo bien Kev, solo tropecé con esta belleza- dijo señalando a Chase y encogiendo los hombros, mi perro juro por todos mis muertos, que ya estaba babeando por ella

- Pero ahora que mi médico personal llegó ya estoy más tranquila- dijo ofreciéndole una sonrisa tan tierna que embobaria hasta a un ciego.

Carraspeó para aclarar mi garganta, ya que parecía invisible ante ellos.

-En serio puedo llevarte a un hospital o a dónde te quede cómodo- pero lejos de ese idiota, pensé.

En ese momento ella paso su brazo por los hombros del sujeto apoyándose en el, en serio pensé!? porque no se sostuvo de mi hace un momento!?

- Está todo bien, solo fue un accidente- dijo suavemente restándole importancia al hecho, mientras tiro un poco del tipo indicándole que se fueran, de pronto la veo voltear y saludarme con la mano.

- Para la próxima no olvides la correa- dijo con una mirada cómplice y sin más se marcharon, quedé parado en el mismo lugar, observando como se iban, sin poder moverme. Anna, repetía mi mente, Anna...

La vibración de mi celular me saco de aquel estado y sin mirar siquiera quien llamaba respondí.

-Hola- dije totalmente distraído y ensimismado.

-Bebe!! Buenos días, lamento no haberte llamado ayer cuando llegue a casa, me quede sin batería y luego me dormi- La voz de Stefanía me sonó algo chillona en ese momento, pero descarte la idea rápidamente, ya que seguro eran ideas mías, el día de hoy me estaba comportando como un completo idiota.

- Buenos días bebé, lo supuse, por eso espere que me llamaras cuando despertarás, todo bien? Cómo te fue anoche con las chicas? pregunté en tono monótono y con muy poco interés.

- Excelente, cenamos y luego tomamos unos tragos, para ponernos al día, ya sabes un poco de todo, luego brindamos por qué Caroline, nos junto para contarnos que al fin su novio se le propuso, puede creerlo?? y llevan menos tiempo de relación que nosotros!!- dijo algo molesta.

-Bebe, cada pareja tiene sus tiempos, ya llegará el nuestro- trate de hablarle con compresión, porque ya sabía a dónde se dirigía la conversación, sutilmente trate de cambiarle de tema.

- Bebé está noche es el cumpleaños de Theo, y dará una fiesta, esperaba que mi bella novia me acompañara- Sabía que las fiestas le encantan, pero no le encanta Theo, así que aguarde en silencio su respuesta.

- Voy a acompañarte Alex, pero solo para que nadie robe lo que es mío, por qué si fuera por Theo ni me aparezco, me detesta y yo a el- respondió algo malhumorada.

-Amor, Theo no te detesta, solo no tiene confianza contigo, es algo parco cuando no conoce bien a alguien- trate de convencerla, aunque Sabía perfectamente que Theo y Max mis mejores amigos, tenían muchas reservas hacía ella, solo que no decían nada, pero era muy obvio que ella no les gustaba .

- Como digas, a qué hora pasas por mi? necesito estar lista y comprar algo lindo que ponerme- rodee los ojos, y pensé que tenía una habitación llena de ropa, para que necesitaba más...

- A las 20hs paso por ti, te escribo cuando llegue.

- Perfecto mi amor, nos vemos en la noche, ya te extraño.

- Igual yo bebé, nos vemos- colgué la llamada si más , para darme cuenta que seguía parado en el mismo lugar, mirando por dónde Anna se fue.

Que rayos pasaba conmigo! solo era una chica, tan solo fue una mirada, tan solo.. tan solo fue todo ella...

Inmediatamente me dispuse a correr con Chase a mi lado, para sacarme esas ideas de la cabeza, mientras en mi cabeza repetía es stress, mi vida es perfecta tal cual y como está.

Kevin Stells :

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