Olimpo
C1.Confusión
"Después de la guerra,los únicos que consiguen la paz, son los victoriosos"
Una frase...no recuerdo de quién.
Posiblemente la haya leído en algún libro...¿Me gusta leer?
Alguien...me está llamando...
Así que ese es mi nombre...es bonito.
No entiendo porqué esto es tan confuso,supongo que es otro de mis locos sueños.... intentaré despertar.
Amaris
¡AHHHHHHHHHHGGGGGG!
Sin embargo,una vez intenté abrir mis ojos,un inmenso dolor recorrió la parte superior izquierda de mi cara, haciendo que me levantará enseguida.
Toqueteé mi cara,intentando buscar respuestas.
Mi mano se detuvo en algo lizo y resistente que me cubría el ojo izquierdo.
El dolor se volvió aún más insoportable,como si me estuviera arrancando un pedazo de mi propia carne.
Pronto,un líquido espeso comenzó al filtrarse por mis labios.
Tenía un sabor metálico,como el de la sangre.
Miré mis manos,y comprobé que efectivamente se trataba de aquella sustancia roja.
Amaris
¿Qué...que le pasó a mi rostro?
Las lágrimas comenzaron a brotar,por lo menos,de mi ojo derecho.
El derecho lloraba,el izquierdo ardía.
Mi cuerpo empezó a temblar de los sentimientos tan repentinos.
Entonces,algo hizo "click" en mi mente.
Levanté la vista, encontrándome con un camino de tierra y con una cabaña al costado.
Corrí hacia ella e intenté entrar,al empujar la puerta, me dí cuenta de que se encontraba sin seguro y entreabierta.
Entré a paso lento dentro de la pequeña estructura,lo primero que pude divisar fue la sala de comedor y cocina,la mesa estaba cubierta con un mantel verde bordado a mano y los trastes en la vajilla parecían estar hechos de barro.
La hoguera en dónde posiblemente calentaban la comida estaba apagada,y no había ningún rastro de haber cocinado hace mucho tiempo, quizá siete días,a pesar de ello,todo se mantenía impecable.
Me adentré aún más al lugar, abrí una de las puertas cercanas,dando con una recamara con la cama tendida,pero vacía.
Amaris
¡Que alguien me ayude,por favor!
Abrí otra puerta,otra recamara sin rastro de nadie.
Amaris
¡No sé dónde estoy,tengo una grave herida en el rostro!
Me dirigí a la tercera puerta,esperando que hubiera una persona detrás de ella.
Mi mano giró la manija tan rápido que pude sentir como casi se trababa.
La puerta se abrió,era el baño.
Busqué detrás de la cortina,nada.
Nuevamente las lágrimas comenzaron a salir.
El ardor de mi ojo izquierdo me hizo acercarme al espejo que había en la pared arriba del lavabo.
Por primera vez,en todo este tiempo, ví mi rostro.
Cabello plateado con algunos mechones anaranjados,un ojo amarillo como los de los reptiles y un enorme parche de cuero que cubría mi ojo restante.
Sin embargo,mi piel,mi piel no parecía ser clara como mis manos.
En ese momento,mi rostro estaba manchado con enormes cantidades de sangre.
Sangre que se desbordaba por debajo del parche.
Amaris
¡¿Qué demonios me pasó en el ojo?!
Amaris
¡¿Por qué mierda no recuerdo nada?!
Mis manos, aún manchadas de sangre, se dirigieron a mi cabeza,revolviendo y jalando mi cabello con desesperación.
Amaris
¡¿Qué me pasó?! ¡¿Qué hago aquí?! ¡¿Qué es este lugar?!
Un fuerte grito hizo doler mi cabeza y pitar mis oídos,como si hubiese hecho eco dentro de la misma.
Tapé mis orejas esperando hasta que el espasmo pasara,minutos después de que el dolor desapareciera, comencé a sentir una calma indescriptible.
-
¿Ahora sí me prestarás atención?
Amaris
¿Quién... quién eres tú?
C2.En contra de mi voluntad
-
¿Ahora sí me prestarás atención?
Amaris
¿Quién... quién eres tú?
Dijo aquella voz,opacandose poco a poco,haciéndose más suave,como un susurro.
Amaris
¿Tú eres el que me trajo aquí?
No hubo respuesta por mucho tiempo.
Por un momento pensé que esa voz masculina había sido producto de mi imaginación.
Solo podía llegar a la conclusión de que estar en un lugar desconocido,sola y con amnesia había provocado que yo terminara de esta manera.
Sin embargo, él volvió a hablar.
Susurró tan bajito,que casi no pude distinguir su voz del soplido del viento.
Amaris
¿Qué dices? ¡Este lugar está más vacío que mis recuerdos!
Amaris
¡¿Una ciudad?! ¡Si,claro!
Comencé a reprenderle con sarcasmo.
Amaris
Al final...creo que en verdad me volví loca.
Terminé saliendo de la cabaña con paso lento mientras aún pasaba mi mano por el parche de cuero, dejé de hacer aquello cuando sentí el ardor aparecer en mi rostro,provocando que soltara un leve quejido.
Volví al mismo punto de inicio,el camino de tierra.
Ahora que me encontraba un poco más calmada pude observar mi alrededor con mayor claridad.
La carretera contaba con verdes y largos pastos a los costados,estaban también alrededor de la cabaña,incluso no había notado que algunas plantas traspasaban la madera.
Si bien antes sabía que el lugar era viejo por los utensilios que llegué a encontrar,el hecho de que la naturaleza se adueñara de ella por fuera me lo confirmaba.
Miré más allá, árboles verdes y frondosos,arbustos y pasto del mismo color. Parecía que todo estuviese cuidado por el mejor de los jardineros,aunque eso era imposible pues no cabía duda de que todo aquello era natural.
Comencé a avanzar,esperando que el camino de tierra me llevara a algún lugar conocido.
El relieve era desnivelado,por lo que caí en la cuenta de que me encontraba en una montaña.
Una montaña llena de un color verde tan vivo y hermoso.
Respiré con profundidad,ahora con una sonrisa tranquila en el rostro.
Amaris
Bien,seguro y esta no es la única cabaña por este lugar,si voy por este lado y comienzo a bajar,seguro encontraré un pueblo al pie del monte.
Amaris
¡Si la ayuda no viene,yo debo ir a encontrarla!
Pero antes de dar otro paso,algo raro sucedió.
Un sudor frío recorrió mi frente y comencé a sentir un aceleramiento en las venas de mi cuerpo.
Aquel flujo de sangre se mantuvo más potente en la parte superior de mi cuerpo,provocando algo inexplicable.
Mis piernas...se habían paralizado.
No sé movían;por mucho que intentara mandar órdenes,mis pies se negaban a avanzar.
Amaris
¡Esto no puede estar sucediendo!
Pronto,mi cuerpo dió media vuelta en contra de mi voluntad.Ahora me encontraba viendo hacia el camino que iba a la cima de la montaña.
Amaris
¡¿Qué está pasando?!
Lo peor era que,por mucho que forcejeaba,mis piernas se negaban a responder.
Amaris
¡Muevanse,piernas inútiles!
Y como si aquello hubiese sido la chispa que prendiera la mecha de mis movimientos,mi cuerpo comenzó a moverse,pero en contra de mi voluntad.
Pronto sentí nuevamente litros y litros de sangre exageradamente rápido por todo mi cuerpo,acumulándose principalmente en mis piernas.
Mi cuerpo corría,a pesar de que yo lo quisiera detener.
Mis pies azotaban con el camino levantando inmensas cantidades de polvo a mi paso.
Corría tan rápido,que ni si quiera noté que ya había dejado la cabaña un par de minutos antes,en los cuales posiblemente llegué a correr casi un kilómetro.
El camino era cuesta arriba, difícil y pesado, sin embargo, mi cuerpo extrañamente no se sentía cansado, aunque me encontraste corriendo sin descansar.
Pronto el camino se volvió un sendero que cruzaba entre los árboles,adentrandose a la fauna de la montaña.
Ramas me raspaban la piel.
Mosquitos se metían en mis ojos.
Y podía sentir una tela de araña dentro de mi boca.Tenía un sabor bastante amargo.
A pesar de ello,no me detuve...no, más bien,mis piernas no se detuvieron.
Me resigné a dejar de hablar por el desagrado que me provocaba comerme otra tela de araña.Solo me dediqué a dejar que mi cuerpo hiciera lo que le plazca,y a tratar de evitar que volviese a rasguñarme la cara con las ramas,apartandolas con las manos a mi paso.
Por lo menos y de mis manos no había perdido todo el control.
Pronto la luz del sol volvió a asomarse entre las ramas aún más adelante.Supe entonces que estaba a punto de salir de aquel sendero lleno de insectos.
Y tal como imaginé,pasaron unos minutos hasta que rebasé el último árbol que quedaba,dando así con algo extraordinario.
Amaris
Quién diría que no habría pueblo al pie de la montaña,sino más bien,sobre de ella.
Amaris
Aunque...realmente lo que está frente a mi,no es un pequeño pueblo....
Justo delante de mis ojos,se levantaba una ciudad bien estructurada,limpia y con construcciones que parecían ser del siglo XXI,algo que pensé,no vería nunca.
-
Por fin,hemos llegado a la cima del Olimpo.
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