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Alma Gemela

"... dijo almas déjelas?"

Esto inicia en una fiesta en un yate no lejos de la playa, habían más mujeres que hombres.

Natalia se arrepentía de estar ahí tenía sujetando muy duro su bolso en el pecho.

"Dijeron que abria mucha comida, pero aquí solo hay tragos"

Pensó desepcionda. No era un lugar para una chica de dieciséis. Aunque ella creía que podía irse a la playa nadando pero no encontraba a las chicas con la que fue a ese lugar y tenía mucho miedo moverse a buscarlas, de repente un hombre borracho se le acercó, le acaricio el rostro y le dijo.

—linda ven conmigo te pagare y además será inolvidable.

Inmediatamente ella respondió con dasagrado.

—esta loco aléjese.

El hombre no le hizo caso y le jalaba del brazo, Natalia forcejeaba sin nada de éxito y grito por ayuda, el hombre se volteo y le tapo la boca, en cuanto lo hizo, sintió que le aflojó el brazo, se zafó de él y corrió con lagriamas en los ojos y choco con algo... Mas bien con alguien.

Cayó al suelo sentada ese alguien le ayudo a parece...

—Estas bien?, Todo bien?. La miro extrañado.

—Si estoy bien. Respondió más tranquila, cuando vio a había más gente.

De donde había llegando, apareció el borracho de antes, Natalia abrió los ojos como platos lo cual el reciente extraño se dio cuanta y ella se aferro a él, el borracho al verlos se asusto y se fue.

—No te alejes de mi. Le dijo el extraño.

Natalia no se iba a soltar de su brazo sentía que podía confiar en él.

El extraño salio de ahí hablo con algunas personas de salir al muelle rapido. No paso mucho hasta que salieron del yate.

Era inimaginable el alivio para Natalia estar en tierra fuera del yate de locos borrachos aun estaba pegada el brazo de este hombre y nisiquiera sabia su nombre. Quiso hablar pero su estomago hablo primero...

—Oh!? —Se le salio al hombre—. Vamos a comer.

Natalia estaba tan feliz que su estomago se hiciera escuchar. Salieron de la playa y entraron al restaurante de un lujoso hotel, ocuparon la mesa que tenía vista al mar.

—Me vas a decir como te llamas?.

Le hablo el hombre.

—Oh... si Natalia. Se apresuro en decir.

—Soy Raul de la torre, puedo saber ¿qué hacías en ese lugar?. Le pregunto con el seño fruncido.

—Solo fui porque me dijeron a abria comida. Dijo avergonzada.

—Así que no fuiste sola...

Raul era un hombre robusto, musculoso muy bien tratado le pintaban canas, pero no tenía arrugas, de piel trigeña, con una calida sonrisa de ojos verdes de pobladas cejas y pestañas, era un hombre guapo. Natalia lo miraba como su héroe con mucha admiración, ella se pidió un filete de cerdo con ensalada y papas fritas muy emocionada... Raul la miro con ternura cuando Natalia luchaba con su filete él le pidió su plato y se lo pico y se lo devolvió.

Natalia estaba muy cómoda comio de lo más tranquila sin decir nada con la panza llena limpiándose la cara dijo.

—Gracias deverdad me salvo la vida muchas gracias.

Raul sonrio.

—Ahora cuéntame que hacías ahí...

Natalia tenía una vida muy complicada y se salió de casa por que había diferencias y constantes peleas con sus hermanos, para ella era insoportable y se ganaba la vida haciendo retratos en la calle y dormia en la estación solo tenía una semana viviendo así. Se lo contó todo a Raul el suspiro de mucha pena.

—Cuantos año tienes...

—Dieciséis.

—Mi hija es de tu edad. Dijo entristecido.

—No pienso vivir así toda la vida. Le dijo para tranquilizarlo.

—Déjame ayudarte — Le propuso—. No vivo aquí en la costa, vivo solo, mi hija esta con mi madre en el extranjero, mi mujer murió hace tres años...Dejame ayudarte termina el colegio te pagare la universidad... no puedo solo ver a una niña viviendo así.

Natalia lo pensó muy seriamente y le dijo.

—Sin nada a cambio?. Le pregunto.

—No quiero nada a cambio, solo quiero ayudarte...

—No, eso sería injusto quiero poder devolverte el favor. Los dos se quedaron en silencio un rato hasta que Raul hablo.

—Entonces que sea como una inversión trabajaras para mi, así me pagaras.

—Eso suena excelente. Respondió Natalia muy emocionada.

Era muy buena en el colegio sabía hacer de todo ya que trabajaba desde los trece le gustaba tener su propio dinero.

—Tomaste una buena decisión. Le dijo Raul

—No se arrepentirá de la inversión. Respondió muy confiada.

La llevo llevo al hotel donde se estaba ospedando y le dio su propio cuarto que estaba a lado del del suyo.

—Descansa te veo mañana para el desayuno...

—Hasta mañana.

Natalia le respondió y espero que él se entrara primero, se baño y durmió como un tronco a la mañana siguiente despertó de un brinco asustada que Raul la dejara, se vistió y salio, miro la puerta de Raul el cual estaba llegando con una toalla en el cuello un poco sudado.

—Buenos días. La saludo

—Hola bueno días.

La miro de arriba abajo.

—Puedo empezar a invertir —dijo en tono de broma—. Pero primero a desayunar...

Le agarro de la cabeza y le sonrio.

Fueron al restaurante del hotel. Mientras desayunaban Raul le explico que tenía algo que hacer en esa ciudad y que después del fin de semana se irían y arreglaría todo con la escuela para que no siga perdiendo tiempo. Natalia estaba emocionada acepto con mucha alegría...

—Deberías ir por un poco de ropa nueva. Sugerio Raul.

Natalia se miro, su ropa estaba sucia sintió mucha vergüenza

—Que no te de pena —saco un tarjeta de crédito y se lo alcanzo—. Toma esta sera tuya. Natalia estaba incomoda.

—O es que piensas vivir con esa misma ropa...

Se escucho lo que un par de ancianas decían "... mira de que se trata le esta pagando por algo a la antrajosa..." " de que será que le esta pagando tan joven pero que hombre más pervertido..." y lo miraba muy mal a Raul...

—¡Papá! Gracias esta ves no la perdere...

Raul la miro asombrado y le sonrio con mucho cariño.

Salieron de ahí Natalia lo agarro fuerte del brazo y miro al par de ancianas muy feo y se quedaron con la boca abierta.

—Eso de tu "padre" se no va bien —dijo Raul...

—Esas ancianas...

—Lo escuchaste también?—. La interrumpió.

—Si.

—Pero me gusta que me llames papá no tengo problema con eso.

No tenía una buena relación con su padre así que no quería llamarlo así le traía como un mal recuerdo, pero a Raul le gustaba.

—Ok lo intentare —.Le respondió un poco incomoda.

—Bien yo tengo que trabajar nos vemos en el almuerzo—. Le acaricio la cabeza y se fue.

Natalia salió de compras se compro algo de ropa un par de zapatos solo para no incomodar a Raul...

Faltaba mucho para medio día y salio a caminar, en la playa todo estaba animado hasta que una gitana se acercó casí corriendo a ella.

—¡linda niña! Hoy es el día hoy conocerás a tu alma gemela la única persona que realmente te hará feliz... claro esta, están muy cerca el uno del otro acéptalo será la clave de todo tu éxito de tu felicidad plena rechazalo y nada saldrá bien cuídalo que la muerte les envidia... linda niña que afortunada eres —.La gitana le solto de los brazos pero aun le miraba a los ojos.

—Que? —.Natalia la miro un poco asustada

—Acéptalo será la clave de todo tu éxito de tu felicidad plena rechazalo y nada saldrá bien cuídalo que la muerte les envidia...

Volvió a decir la solto y se fue, Natalia se repito la frase en su mente... Se dio la vuelta y la gitana ya no estaba, la busco por todos lado y no habia rastro de ella.

En eso Raul apareció y le puso la mano en el hombro salto de susto.

—Que tienes!!...

—Paso algo muy raro —le respondió.

Le contó lo de la gitana y también que despareció.

—Alma gemela? —. Dijo en tono burlón ya entrando a comer.

—Pero despareció no había por ningún lado —trato de convencerlo.

Se sentaron en una mesa esperando que llegue la orden, en ese momento Raul recibió una llamada, se disculpo y salio a contestar.

Estando ahí sola un niño se acerco posó sus manos en las piernas de Natalia y le dijo.

—Eres un ángel?—. Le pregunto el niño. —¡¡Sabia que los ángeles existían!!.

Natalia lo miro, el niño la miraba a los ojos era un poco intimidante. Aquellos ojos azules no tenían comparación.

—Hola pequeño y donde esta tu mamá? —. El niño señaló a una mujer que los miraba sonriendo, lo llevo a donde estaba su madre.

—Disculpa él insistió tanto que eras un ángel que te seguimos hasta aquí —.Dijo la mujer sin dejar de sonreír.

—Que amable.

Natalia estaba un poco apenada. El niño la miraba maravillado lo acaricio de la cabeza lo que el pequeño se ruborizo un poco.

—Bueno hijo ya viste al ángel nos vamos?—.Le hablo al pequeño.

Natalia regresaba a la mesa y el niño le grito.

—Nos volveremos a ver?.

Natalia se dio la vuelta le sonrio y le dijo.

—Claro!!.

Espero ahi parada hasta que se perdieron de su vista. Raul ya estaba en la mesa.

—De donde los conoces?.

—Solo hace un momento.

—Tengo una reunión algo así como una fiesta en su casa te gustaría acompañarme?—.Pregunto.

"... encajando".

Estoy bien vestida para esa fiesta?. Se pregunto Natalia, salió del cuarto y Raul la esperaba afuera.

—Que linda estas —la alago Raul.

La casa de esta familia estaba a las afueras de la ciudad una casa en la playa era un lugar hermoso, como de un sueño tenían el mar de patio de atrás, un lugar realmente hermoso.

Entraron a la fiesta, que era al aire libre todos de etiqueta, habían una orquesta de música clásica como de las películas, Natalia se acerco a la mesa de bocaditos Raul la miro de reojo, mientras saludaba a las personas de ahí, se acerco y les presento como su hija, todos fueron amables y atentos con ella.

La fiesta reunión se desarrollaba con éxito después de comer y beber tenía a usar el baño, se alejo de la gente y entro a la casa y choco con alguien con una mujer.

—Oh...

—Discúlpeme.

—No te preocupes querida —le dijo acariciándole los brazos, la miro bien el rostro y dijo.

—Tu eres el ángel!!!...—dijo casi gritando, de inmediato Natalia la reconoció

—Señora buenas noches —La saludo "ángel?" se extraño.

—Señora? No, no. Soy Emma —le aclaro.

—Emma? —Dijo con timides.

—Correcto, que bueno que apareciste —dijo como emocionada y la tomo del bazo y la metió a la casa la hizo sentar en el sillón de la enorme y lujosa sala.

Natalia se sentía intimidada con tanto lujo.

Emma era una mujer rubia muy hermosa de ojos grandes y azules tenía los labios pintados de rojo pasión y combinaba perfecto con su vestido rojo muy ligero y sobre todo olía muy bien.

—Dios mi hijo tiene razón al llamarte un ángel eres muy hermosa... —le dijo sentándose alado suyo sin dejar de mirarla.

—Es muy amable.

La intimidaba con esos ojos azules.

—Como te llamas querida...

—Disculpeme soy Natalia —se apuro en responder.

—Por cierto con quien viniste.

—Raul.

—Raul... Raul de la torre?.

—Si él mismo —.Respondió.

Cuando Emma estuvo a punto de decir algo la llamaron se disculpo y fue a atender el llamado. Natalia tenía que ir al baño lo busco y encontró uno el de invitados, salio muy aliviada, exploro aquel lugar y se topo con la puerta que daba al mar, era muy lindo oír el mar la luna se reflejaba en el, como inmotizada con tanta belleza salió, se saco los tacones y camino en la arena, había tanta paz que quería quedarse ahí para siempre, se sento allí mirando el mar por un buen rato y sintió que alguien se sento alado, era el niño lo miro muy asombrada.

—Cumpliste!! Nos volvemos a ver —le hablo.

—Es tarde por que estas despierto todavía?.

—Tu me despertaste —.Respondio el niño de inmediato.

—No es cierto.

—Si, soñe contigo y dijiste que salga a la playa.

Natalia se quedo en shock de lo que el niño le decía. Pero no se dejaría intimidar con un niño, ademas no le creía.

—Así que soñaste conmigo... aber cuéntame como fue tu sueño.

—Pues eras tu, pero había algo diferente eras un ángel feliz ahora eres un ángel triste.

—Por que dices que estoy triste.

El niño la miro y miro el suelo entristecido.

—No lo se.

Natalia no quería ver al niño triste.

—Soy un ángel triste por que tu estas triste pero si estas feliz seré un ángel feliz.

—Eso cuenta? —.Se lo creyo el pequeño.

—Aja...

—Entonces seré muy feliz para que seas feliz...

—Eso!!!.—le animo Natalia.

El niño vozteso y lo metió a la casa de la mano.

—Quieres que te muestre mis dibujos? —.Le dijo muy emocionado.

La llevo a su habitación tenía todo lo que cualquier niño querría, le enseño sus dibujos era muy lindo de ver, todos eso dibujos casi garabatos pero él estaba orgullo de ellos. En eso llego Emma.

—Aquí estas Raul esta preocupado...

Natalia la miro muy preocupada y quiso ir de inmediato pero Emma la detuvo.

—No te preocupes yo le aviso que estas aquí.

Y se fue.

El pequeño se metió a su cama frotándose los ojos.

—Oye no me dijiste tu nombre. Le hablo con una vos cansada.

—Dime el tuyo.

—Emanuel —.Y se durmió.

—El mio es Natalia —pero Emanuel no la escucho.

Natalia se río de ella misma se acercó y le dio un beso en la frente y sintió como una corriente eléctrica en sus labios que recorrió todo su cuerpo, no le tomo importancia y salio de la habitación.

Bajo a donde era la fiesta pero ya no había nadie solo vio a Raul hablando con Emma.

Después de tanto tiempo

Pasaron dos años por fortuna años exitosos para Natalia, la relación con Raul creció como padre e hija.

Con dieciocho años aprendió todo lo que es el mundo de los negocios de Raul.

Después de graduarse del colegio Raul le puso a cargo de una de sus empresas que fue de construcción que recién se había inaugurado, este sería el modo de pagarle su "inversión", su negocio creció y en tan solo un año había triplicado la inversión.

Muchas veces Raul se enojava con ella ya que no tenía tiempo para comer ni bañarce, por ir a la universidad y encargarce de la constructora, pero para ella era una rutina que le encantaba... Lo colmaba de abrazos, besos y caritas para que se le quite el enojo... vivió feliz. Termino la universidad con honores.

Se metió en la industria hotelera seria el primero que ella iniciaría gracias a las buenas vibras que desborda, encontró gente de confianza.

Con veinticinco años de edad Natalia ya buscaba expandirse en el extranjero que le pidió ayuda a Raul con sus contactos quien le informo que Emma tenía unos terrenos y propiedades en el extranjero.

Emma quería ver a Natalia lo que ella la evadia ya que contestar una llamada suya era para todo el día, era buena amiga de Natalia le acompaño en el día de su graduación de la universidad y la inauguración de su negocio. Pero ahora la situacion insistía en ir a ver a Emma...

En cuando se instalo en el hotel, llamo a Emma.

—Hola... Emma...

Pero no se oía nada solo el sonido de mucha gente gritando como en un estadio...

—Hola —volvio a insistir pero tuvo que colgar.

En ese mismo momento le llego un mensaje de Emma era una dirección...

Fue al sito de la dirección era un colegio había gente que entraba y salía.

Entro y no tardo en reconocer a Emma era tan elegante y llamativa.

—Natalia!!! Aquí aquí...

Grito agitando la mano y dando unos pequeños saltos.

—Hola.

Natalia quiso abrazarla pero ella rápidamente la tomó de la mano y la llevó casi corriendo adentro, a un partido de basquetbol, la acomodo a su lado no entendía que pasaba.

—Emma quería preguntarte...

—Si si lo se Raul me dijo todo...

Respondió sin mirarle totalmente concentrada en el partido.

—Que hacemos aquí?.

—Mira... hey hola.

Apunto y saludo con la mano a alguien en la cancha.

Natalia vio a donde apuntaba Emma e hizo contacto visual con un muchacho en la cancha... "por Dios era Emanuel?" Se cuestiono sentía que esa mirada le atravesaba y obviamente la intimido.

El muchacho se explayaba en la cancha viendo que de cada movimiento sea testigo Natalia.

Ganaron el partido.

Ella no había abierto la boca desde que el muchacho la atravesó con su mirada. Su madre corrió a felicitarlo Natalia se quedó quieta helada algo le pasaba con él. La gente ya se retiraba del lugar y Natalia no quitaba la vista de su celular, las manos le temblaban.

—Cariño...

Le hablo Emma. Natalia tenía miedo de verla y que este junto a Emanuel, se armo de valor y volteo, solo estaba Emma. Salieron del colegio... sin decir nada, entraron al coche de Emma ya se dirigian a su casa. Natalia pensaba en lo que le pasaba con ese niño, "... si es un niño", se convencía se sentía diferente nunca le había pasado... estaba undida en esos pensamientos.

—Y que te pasa.

—Que...?.

—Emanuel fue a celebrar con su equipo iré por él mas tarde esperare su llamada...

—Oooh... claro... es muy bueno... en el basquet.

—Si, estoy muy orgullosa... pero quería venir con nosotras, pero combio de opinión en el último segundo él casi no es así —.Termino de hablar extrañada.

***

Emanuel estaba feliz de ver a su ángel después de tantos años pero... Cuando fue con su madre terminado el partido le dijo.

—Le diré al entrenador que me ire con ustedes —dijo agitado con la mirada fija en Natalia que esperaba que fuera a felicitarlo pero ella no se movía solo miraba el teléfono.

—Mi amor estas seguro?—. Le pregunto su madre limpiandole el sudor de su cara.

Emanuel espero un momento más para ver si Natalia lo miraba pero no paso...

—No, creo que iré con el equipo —.Y se fue al otro lado con sus amigos.

***

Emma y Natalia llegaron a la lujosa casa de la playa.

—Te prepare el cuarto de invitados...

Dijo emocionada Emma.

—Me quedare en el hotel ya me instale allá no te preocupes.

No había respuesta Natalia volteo a donde estaba Emma quien estaba enojada era la primera ves que la veía así, entonces sonrio y fue un poco aterrador.

—Ja... ni lo pienses te quedaras aquí Raul me lo pidió así que iremos por tus cosas al hotel y se acabo ¿preguntas?...

Obviamente no había que preguntar nada.

Fueron al comedor empezaron a servir el almuerzo.

—Se que viniste por los terrenos pero en ves de venderte podemos ser socias —le propuso muy emocionada Emma.

—Eso es perfecto!!!.

Respondió casi gritando de inmediato, Natalia amaba a Emma era encantadora, una mujer que desbordaba dulzura tenía una energía tranquilizadora.

—Hablas en serio?.

—Claro que si.

—Aaa....

Gritaron las dos se levantaron se abrasaron saltando.

Comieron muy felices planeando los preparativos para la acosiacion hasta le llego un mensaje, era de Emanuel el ambiente se tenso para Natalia.

—Bien iremos primero por tus cosas al hotel y luego pasamos por Emanuel.

—O...ok —respondió Natalia se le retorcía el estomago.

De camino al hotel Emma le contó.

—Tengo algo que contarte sobre Emanuel pero no le digas que te lo dije —hablo Emma con un poco de risas—, me contaron que dijo que algún día se casaría con un ángel. ¡Lo decía desde muy niño!. Después de decirlo se reía con un poco de carcajadas...

—Un ángel? —. susurro quiso hacerse la tonta.

—Si él es muy popular con la chicas y así es como las rechaza —dijo de lo más tranquila.

—Rechaza a las chicas? —.Se hacia a la desentendida.

—Jamas se olvido de ti y aun eres su ángel —la miro lo que la puso muy incomoda y se sonrojaba Emma se divertía con la reacción de Natalia.

—¡Por Dios que le hiciste a mi hijo!—.Le dijo dándole un pequeño empujonsito.

—No digas eso —Natalia estaba muy incomoda.

—Por que? —. Pregunto confundida.

—Es un niño y adem...

No le dejo terminar.

—Pero los niños crecen..

—Además es tu hijo como dices esas cosas — dijo Natalia mientras Emma reia.

—Vi algo muy lindo que le pasa a mi hijo contigo —hablo seria —.Solo te voy a pedir que lo cuides...

Natalia no podía creer lo que Emma decía solo la miro muy asombrada...

Llegaron al hotel recogieron sus cosas y cuando iban por Emanuel hablaron de negocios lo que tranquilizó a Natalia. Vieron en la acera a Emanuel, Emma bajo del auto Natalia también lo hizo casi temblando sentía ansiedad camino hasta donde estaba.

—...quiere hablar contigo —.Le decía Emanuel a su madre que fue a buscarlo.

—Hola — saludo Natalia mientras se acecaba era un muchacho ya una cabeza más grande que ella. La miro con asombro.

—Hola... cuanto tiempo—, le respondió su vos ya se estaba empezando a engrosar.

—Todavía te acuerdas? —.Le hablo Natalia como con burla.

La miro decepcionado estuvo a punto de hablar y su madre vino casi corriendo.

—Dios Dios donde esta muéstrame —hablo un poco histérica le tomo la mano que estaba vendado —.Te duele?.

—Mamá estoy bien solo me cai y me lastime la muñeca.

—Dame eso —le quito la mochila —vamos vamos. Les dijo a los dos y se fue al auto primero le seguía Emanuel pero se paro a lado de Natalia y le hablo casi al oído.

—Jamas lo olvide.

Y la dejo ahí parada.

De regreso a la casa el ambiente en el auto era muy pesado. Natalia solo quería desaparecer.

Ya en la casa Emma ofreció comer pizza y celebrar pero Emanuel se excuso que había tomado medicina y que estaba cansado.

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