La alarma suena, el sonido incesante se vuelve tedioso. Considero la posibilidad de tirar a la basura el aparato en cuanto tenga la oportunidad, pero a decir verdad no es algo que yo haría, debo levantarme y comenzar un nuevo día.

Mi nombre es Paula Roswell, y soy estudiante de preparatoria, a mis 17 años me dedico solo a estudiar y a el trabajo social, las personas me califican como la chica amable, estudiosa y con la vida perfecta que cualquiera quisiera tener, y es verdad, tengo mucha suerte, tengo padres amorosos que me apoyan a cada paso que doy.

Soy hija única, por ende papá y mamá son algo sobreprotectores, quieren lo mejor para mí.

Con el paso del tiempo, es decir a medida que fui creciendo me hice una rutina:

1- Despertar

2- Asearme

3- Arreglarme

4- Desayuno

5- Ver clases

6- Almuerzo

7- Ver clases

8- Ir a casa o ir al voluntariado

9- estudiar

10- Cenar

11- Dormir

Y al Día siguiente, lo mismo, tal vez algunas alteraciones aquí y allá, pero nada importante.

Enfocó mi mirada en el reloj que posa en mi mesa de noche, marca las seis y cuarto, y enseguida comienzo mi día.

Mi padre es psicólogo y mi madre solo se encarga de la casa y de cuidarme en extremo, mi dieta es algo que ella controla, al igual que las cosas que hago durante el día, mi padre trabaja mucho, aún así lo veo un tiempo decente al día, se ha preocupado por estar presente en los momentos mas importantes para mi, y se lo agradezco. Bajo las escaleras y entro a la cocina, mamá utiliza un delantal mientras cocina algo que huele muy bien, papá lee el periódico y levanta la vista cuando me oye entrar.

- Ya estás lista? - pregunta regresando su mirada a la lectura.

- Si- respondo sin mucho ánimo - ah querida, ya casi está listo el desayuno, debes estar hambrienta - dice mi madre, la verdad no tengo apetito, y claro que no le digo eso, solo asiento y me quedo callada, evitar cualquier discusión siempre es la mejor opción.

- Estás bien? cambia esa cara, las personas pensaran que eres miserable o que tenemos problemas - Claro se me olvidaba, las apariencias son importantes, solo respiro profundamente y estampó una sonrisa practicada y una mirada calida, todo lo aprendí mientras crecía, todo lo que debía hacer para no desatar la ira de mamá, mientras sea obediente, todo estará bien, sé que lo hace porque me quiere.

- Así está mejor - dice tranquilamente mientras sonríe y termina de preparar la comida.

El instituto es... grande, es la palabra más cercana a describirlo, padre me deja en la entrada y se va enseguida después de dejarme. Las amplias puertas de la entrada resultan intimidantes, aunque estoy acostumbrada a ellas a veces no puedo evitar pensar, este sería un gran escenario para una película de terror o suspenso.

Saludo a las personas a medida que me dirijo al casillero, aquí todos me conocen, no soy la chica popular e irresistible, pero si me he dedicado a llevarme bien con todos, me atrevería a decir que a la mayoría de mis compañeros les agrado y a los que no simplemente no supongo ninguna molestia para ellos, gracias a Dios, no soy una persona a la que le harían bullying.

A los profesores también les caigo muy bien, y de igual manera a las personas que se encargan del mantenimiento del instituto, a todos los conozco, y tenemos una relación cordial.

Ahora, el detalle está en que, aún cuando me la llevé bien con todos, yo no tengo amigos cercanos, todo lo hago sola, tareas, comer, observar... Observar, eso se ha vuelto parte de mi rutina, aunque bien podría decir que lo hago sin horario fijo, quería saber qué era tener una amistad con alguien, pero tenía miedo de acercarme demasiado, madre podría mal interpretar todo, así que prefiero la fría cordialidad, sin embrago el observar me hizo tener aún más curiosidad, los chicos charlaban animadamente con sonrisas auténticas en sus caras, cuando una persona miraba a otra que le gustaba lo podía identificar por la intensidad de esa mirada. Me tomo variamos intentos acertar varias de mis conjeturas. Ya sé que parece que acoso a la gente, me he planteado varias veces el estar loca, llegué a la conclusión de que no le hago daño a nadie, solo me concentro por un pequeño periodo en las acciones de los demás para no pensar tanto en lo aburrida que es mi vida.

Hasta que lo veo, el chico nuevo, aparentemente a la mayoría de las chicas les atrae, y puedo entenderlo, la verdad es que está muy bien formado físicamente, lo más probable es que haga ejercicio. Últimamente el es el que me causa más curiosidad de todos, a lo mejor su físico me atrae más de lo que pensé. La verdad no sé nada sobre eso, nunca he tenido novio, y muy pocas veces me he fijado en el físico de otra persona. Si lo pienso detenidamente a lo mejor es eso, que el tipo está muy bueno y esa es mi curiosidad. En fin... La campana suena indicándonos que es hora del siguiente periodo de clases.

Voy a clases de matemáticas, no me gustan, las detesto, pero todo sea por el promedio que ni loca debo bajar.

Las clase pasan más rápido de lo que pensé, debo ir a casa, camino lentamente sin apuro alguno, sumergida en mis pensamientos.

- Entonces... Iremos está noche ?

- No, está noche tengo cosas que hacer.

- Siempre dices lo mismo viejo

- Eso es porque siempre tengo planes.

Oir conversaciones de otras personas está mal, lo sé, sin embrago el tono de voz de uno de los chicos es un poco nerviosa o dudosa, miro cuidadosamente, asegurándome de verlos, pero que no puedan verme. Es el chico nuevo, con uno de sus amigos, el de verdad se adaptó muy rápido a esta escuela.

- Amigo, deberías socializar un poco más, en esa fiesta habrán muchas nenas, y casi todas te tienen ganas, desperdiciaras está oportunidad?.

- Hoy no puedo, debo irme, de acuerdo? - la urgencia en su voz era apenas perceptible, pero allí estaba, pude notarlo, mi vena curiosa despertó aún más, el chico salió rápidamente a la salida y lo seguí, no se porque o que hace que me interese, lo cierto es que no puedo evitar seguirlo como si fuera una acosadora. En ese instante recuerdo que mi madre me espera en casa, rápidamente le envío un texto diciendo que estaría en voluntariado, que fui avisada repentinamente. Ella lo entendería y no lo cuestionaria, es controladora pero cree en mí para muchas cosas.

Mientras camino por las solas calles del vecindario, siguiendo a mi compañero, me cuestiono todo lo que hago. Que me pasa? debería volver a casa.

Mi mente da una y otra vez la misma respuesta, no quiero volver a casa, no aun.

Lo seguí hasta una casa adosada.

Supongo que es el lugar donde vive, el simplemente entró, y sinceramente yo no tenía nada que hacer ahí, nunca había estado en estos alrededores, colindan con algunas áreas verdes, digamos que con pequeños bosques.

Se respira paz. Ya se estaba haciendo tarde y podía captar el atardecer en el horizonte, es definitivamente muy bonito.

Giré en la siguiente calle para ir camino a mi casa, madre ya se estará preguntando donde estoy, esta será la primera y última vez que hago algo así por un impulso infantil.

- Estas pérdida? - dice una voz un poco sarcástica, miro a mi alrededor para ver a la persona de la cual proviene la pregunta, tardo un momento en visualizarlo o mejor dicho, detallarlo, parece sacado de una revista pero lo que más me impresiona son su ojos, heterocromia, creo que escuche que así se llamaba, resulta facinante ver lo de cerca. Aparentemente tardé mucho para contestar porque a continuación dice - Eres muda? Sorda, o que ? - salgo de mis pensamientos, este niño es grosero - No - me limito a decir y sigo mi camino

- No que? - Y ahora me sigue, perfecto (nótese mi sarcasmo)

- No estoy perdida, no soy sorda y tampoco muda

- Entonces... eres una acosadora? - sus palabras me sobresaltan un poco, eso no quiere decir que esté dispuesta a darle la razón, así que pongo mi mejor cara de póker.

- Disculpa? - digo haciéndome la ofendida.

-No, no te disculpo... Eres una acosadora verdad? tú cara lo dice todo

- Que??? - Estoy sin palabras, de donde salió este?

- Te vi siguiendo a mi hermano. No te parece que seguir a alguien es algo terrorífico?

- Y a ti quien te dijo que yo seguía a alguien?

- Entonces... que haces por aquí? tú no eres de aquí. Puede ser que te guste mi hermano?... Bueno... no serías la única - dice mientras me mira de arriba a abajo.

- Mira, no sé quién es tu hermano ni de dónde saliste, pero ya me voy.

- Como quieras, sigue negándolo, pero yo se lo que vi!!! - me grita mientras me voy alejando. Reviso la hora en mi teléfono y ya sé que son malas noticias, 7:00pm, mamá hará muchas preguntas.

No me detengo a pensarlo lo suficiente y camino lo más rápido que puedo hacia mi casa.

- Llegué!!! - mamá sale de la cocina y me mira interrogante - Es tarde

- Lose, lose, me llevó más tiempo del que esperaba - me mira un rato, parece que trata de determinar si estoy mintiendo, le mantengo la mirada aparentando la seguridad que realmente no siento, finalmente suspira - la cena está lista tu padre y yo te estábamos esperando.

- Genial - le doy mi mejor sonrisa practicada.

***

- Muy bien clase, eso es todo por hoy - el profesor nos despide con un ademán y todos se apresuran a salir - Señorita Roswell, por favor quédese un momento, necesito hablar con usted - asiento y me aproximo a su escritorio.

Al cabo de algunos segundos siento una presencia a mi lado, lo miro de reojo. Es el chico nuevo, al parecer no soy la única que tiene cosas que hablar con el profesor.

- Hola - dice derrepente, estoy un poco sobresaltada, hasta ahora nunca nos hemos dirigido la palabra.

- Hola - digo recuperándome rápidamente

- Muy bien chicos e estado revisando sus notas y expedientes - Voltea a ver directamente a mi compañero - señor Mayfair pienso que necesita ayuda con la asignatura, he estado revisando y no podrá pasar el semestre a menos que usted tenga excelentes calificaciones en los siguientes exámenes - mi compañero asiente e inmediatamente el profesor me mira directamente a mi. Tengo una idea del porque estoy aquí, internamente suspiro y me resigno a lo que dice acontinuacion - señorita Roswell, usted es una de las mejores en el área de matemática y cálculo. También tengo entendido que tiene un muy buen promedio en todas las asignaturas. Quería saber si es tan amable de ser la tutora del señor Mayfair el resto del semestre, lo estaría ayudando en el área de matemática, a cambio obtendría puntos extra para las próximas evaluaciones... Que me dice? - Podría negarme, pero seamos sinceros, no soy ese tipo de persona, no ayudarlo me daría remordimiento, no se por qué, pero lo haría.

Asiento y sonrió levemente al profesor - Claro no hay problema.

- Muy bien, entonces, espero que se pongan de acuerdo y me den buenos resultados - Dice, y sale del salón, dejándonos solos.

-No tenías que aceptar - dice el chico con el seño fruncido.

Hago un ademán con la mano restándole importancia - Es lo que me pidieron que hiciera, así que te voy a enseñar.

- No te preocupes por eso, yo no tengo tanto tiempo para perderlo en tonterías.

- No pienso que sean tonterías. quieres pasar este semestre no? - Asiente - y a mi siempre me vienen bien unos cuantos puntos extra, aquí los dos salimos ganando - veo la sombra de la duda en su mirada, y la resolución cuando toma su decisión - bien, haré mi mejor esfuerzo, pero tendremos que estudiar en mi casa, tienes algún inconveniente con eso?

- Nop, de hecho me parece una maravillosa idea - Extiende su mano a modo de presentación - Mucho gusto, me llamo Jhon, no creo que no hallamos presentado antes

Estrecho su mano que a decir verdad esta un poco fría - un gusto conocerte Jhon, soy Paula y será un placer ser tu tutora - le sonrió y el me devuelve la sonrisa - Muy bien, y cuando empezamos?

- Te parece hoy en mi casa?

- Bien, pues hoy en tu casa será - no puedo evitar pensar que hay algo que se me está olvidando. Obviamente mi madre entenderá lo de las tutorías, aunque no le gustará mucho, debo prepararme mentalmente para todas sus protestas y sus caras de molestia. Me despido de Jhon y voy directamente a la salida, me concentro, en reorganizar todo mi horario, pero no puedo dejar de pensar que hay algo que estoy pasando por alto.

Bueno, seguro no es importante, y simplemente estoy paranoica, me paro justo al frente de mi casa y me lleno de valor, está será una conversación muy larga con mi madre.

Realmente todo fue muy mal.

Miro los destrozos, el espejo roto, varias cosas esparcidas alrededor de la sala, cuando me convencí de entrar a las casa, mi madre estaba teniendo una de sus crisis. No entendí lo que sucedía, no pensé que estuviera cerca de pasar algo así.

Mi padre estaba herido tenía un corte en el brazo, trataba de calmarla diciéndole palabras tranquilizadoras, ella no parecía escuchar nada, y todo empeoró cuando enfocó su mirada en mi. Se abalanzó en mi dirección y mi padre la sostuvo antes que llegara a mi. Las palabras no salían de mi boca, todavía estaba muy desconcertada.

- Tú !!! Niña malagradecida!!!

- Ma... Mamá? que... que pasa? - se revuelve el los brazos de mi padre tratando de liberarse

- Te crié con todo lo que tenía, y asi me pagas?!!!

- Que hice?

- Ya basta Sonia, no entiendo que te pasa, que hizo? que te dijo el profesor? - dice mi padre exasperado

- Esa niña... nos mintió - me mira directamente - ayer no estabas en el trabajo social... quiero saber donde estabas...!!!! - mi padre frunce el ceño y me mira esperado una respuesta - Cariño, estoy seguro de que ella tiene un buen motivo, seguro es un mal entendido... Cierto Paula?

- Exacto... ma...madre, escúchame- ahora tengo toda la atención de los dos - Estoy dándole tutorías a un compañero de clases, el profesor de matemáticas me lo pidió, no sabía cómo decírtelo... yo te lo iba a decir hoy, acordamos las tutorías después de clases. El profesor me dará puntos extra en la materia - veo que su respiración se calma un poco más, se queda callada unos segundos y siento que me estudia, seguramente sopesando que hacer a continuación - hablamos de eso mañana - dice, y acto seguido sube las escaleras hacia su habitación - mi corazón late rápido y boto el aire que no sabía que estaba conteniendo.

- Sabes que tu madre se altera si pierde el control sobre algo, si le mientes y se entera, la reacción es explosiva - dice mi padre un poco molesto - Espero que lo que dices sea cierto - se estudia la herida en el brazo y hace un gesto de resignación - ya vuelvo, iré a buscar algunos puntos de sutura, no molestes a tu madre mientras no estoy - dice, y cierra la puerta detrás de si.

Perfecto, es lo que me faltaba, qué tonta soy. Por supuesto que mi madre iba a verificar mi historia, siempre está dudando de todo.

Durante la próxima hora me dedico a limpiar todos los destrozos lo mejor que puedo y enseguida subo a mi habitación, había olvidado por completo avisarle Jhon que tendríamos que dejar las tutorías para mañana.

Reviso mi teléfono celular y me sorprende ver qué tengo cinco llamadas perdidas de Jhon, no puede ser lo deje esperando y no era mi intención. No tengo ganas de hablar así que le envío un texto "lo siento, no pude llegar" - rápidamente recibo su respuesta "tuviste algún problema?" - sonrio por la ironía que me causan sus palabras " No, solo pensé que sería mejor terminar algunos deberes antes de consentrar me completamente en las tutorías, lamento no haberte avisado antes" recibo su respuesta nuevamente " No te preocupes, nos vemos mañana" - me tumbo sobre la cama y miro hacia el techo, como si pudiera darme las respuestas que necesito, madre no se negara a las tutorías, pero debo ser más cuidadosa, no quiero traerle problemas a nadie. Lo mejor será que me limite a las tutorías y a cumplir con el horario. Me digo a mi misma que no lo volveré a hacer, que haré lo que sea por Mantener a madre contenta.

Y con ese pensamiento la oscuridad se hace presente.

***

Bajo las escaleras con un poco de temor, la verdad no sé cómo estará el ánimo de mamá en este momento. Pero espero que esté mejor que ayer en la noche.

Me asomo con cuidado a la cocina, por si se le ocurre volver a tirar cosas cuando me vea, pero me encuentro una escena de lo más normal y cotidiana en mi casa, mi padre leyendo en periódico, como siempre, y mi madre, haciendo el desayuno, como siempre.

- Buenos días - digo un poco tímida

- Buenos días cariño, siéntate a desayunar, ven- dice mi madre con un tono de voz melódico. Obedezco inmediatamente y le concedo una sonrisa cuando me siento frente a ella - Hablé con el profesor Brawn está mañana, me confirmó tú historia de las tutorías. Supongo que es bueno que ayudes a un compañero. No esperaba menos de ti - sus palabras hacen que me sienta un poco incomoda, como si mis acciones y decisiones no fueran mías, si no únicamente obra de ella, por alguna razón ese pensamiento hacé que me sienta peor de lo que ya me siento. La verdad es, que soy como su títere - Tú maestro y yo acordamos que le darías tutorías al chico después de clase, pero debes regresar aquí temprano, recuerda que no debes descuidar tus propios estudios - dice mientras hace un gesto de cariño hacia mí - si madre, lo entiendo - digo de acuerdo con ella. Me sonríe radiante y posa su atención en mi padre - Cariño, puedes llevarme más tarde al supermercado? - mi padre asiente, le da un beso en la frente a mamá y me mira - estás lista? - termino mi plato de comida rápidamente - Si - digo levantando me de la mesa. Mi padre no es de los que esperan, una vez que decide ir se, o vas a su paso, o simplemente no vas. Así que aprendí desde pequeña ir a su paso.

Salimos de casa y entramos en el auto, está muy concentrado en la carretera y llama mi atención cuando derrepente dice - Tú madre es así contigo porque te quiere. Lo entiendes, verdad? - Yo quería entender, de hecho finjo entenderlo. Pero mi mente adolescente no lo entiende, y eso no es algo que le pueda decir a mi padre así que simplemente digo - Si, claro, lo entiendo.

Estaciona frente al instituto y se despide con un gesto. Me dirijo hacia las enormes puertas, pero el peso de una mano en mi hombro hace que me detenga en seco.