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Mi Verdad Oculta

Sueños Recurrentes

Ariadne le cantaba canciones de cuna hasta quedarse dormida pero eso no evitaba que la obscuridad se acercara, Helen algunas noches tenia el mismo sueño... de niña no queria irse a dormir por miedo tener la misma pesadilla aunque con el tiempo habian sido menos frecuentes y variadas pero en ecencia siempre lo mismo.

Helen en su sueño no estaba sola, cuando era niña podia ver tres mujeres con capucha negra, hablando sobre obscuridad y sombras en idiomas que ella no entendia, ya con mayor edad habia comprendido que una de las mujeres era ella misma, con el pasar de los años dejo de tratar de desifrarlos y solamente dejarlos ir asi como venian. Ariadne siempre se mostro comprensiva pero los dias en que soñaba siempre podia ver la preocupacion en los ojos de sus madre y Helen no queria molestar pues solo se tenian la una a la otra.

Su madre Ariadne era una mujer morena clara de sonrrisa calida, con curvas por su asendencia latina que Hellen lamentaba no haber heredado, pues para sus 16 años ella era muy pequeña y ademas muy menuda, practicamente sin curvas. Una vez en la escuela le pusieron chicle en el cabello y tubo que cortarlo, sus compañeros se burlaban de ella por parecer un chico. Su cabello era muy obscuro y sus ojos negros, muy palida en si a pesar de disfrutar del sol en los veranos mientras vacacionaban ya que solo lograba ponerse roja y lastimarse la piel, su madre le decia que habia heredado los genes de su mitico padre, Helen a veces llegaba a dudar de su existencia pues todo lo que tenia de él era una bonita pulcera de plata con dijes de la luna en diferentes faces. Su madre le hablaba muy poco de el pero habia ocaciones en las que su historia cambiaba por detalles pequeños, ella finjia no darse cuenta pues su madre sus razones tendria.

Hace un año probo ir al gimnacio decidida a aumentar volumen pero solo lograba salir lastimada y verse ridicula en ropa ajustada, asi que desistio.

Ariadne trabajaba como fisioterapeuta pero por esa razon tendian a cambiar de residencia continuamente, Helen nunca extrañaba mucho una ciudad pues no se le daba muy bien tener amigos y asi al irse no tenia que despedirse de nadie. Siempre tenia esa sensacion de no pertenecer a ningun lado, no habia existido hasta ahora un lugar que pudiera llamar hogar, incluso su abuela parecia no quererla. Alguna vez habia escuchado discusiones entre su madre y su abuela sobre ella y como Ariadne habia sacrificado su vida por ella. No entendia que rayos le pasaba a esa mujer, era su abuela, entre sus compañeros siempre se hablaba del amor de abuelos, consentidores y alcahuetes pero para ella su abuela solo era la madre de Ariadne.

Esta vez viajarian a una zona donde jamas habian estado, una pequeña isla que pertenece a Grecia, le emosionaba saber que estaria en medio del mar Egeo, la isla se llamaba Samotracia y era una isla turistica. Su madre ya llevaba muchos años dedicandose a esto y su paga era muy buena, despues de todo el viajar seguido no era tan malo. Ariadne podia haber elejido no llevarla con ella a sus viajes y dejarla con sus abuela o algun otro familiar pero desde que cumplio seis y pudo viajar no quizo dejarla.

El viaje habia sido largo, anteriormemte vivian en minesota y sincerente Helen estaba feliz de cambiar de clima y de manera tan drastica, el frio estaba haciendo estragos en sus dedos mordidos por años de anciedad, ademas que el frio hacia que no tubiera ganas de nada mas que tirarse a ver television o su telefono. Aridne trabajaba casi todo el dia y en este lugar la rutina habia sido siempre la misma, escuela a la casa y la casa a la escuela, el año pasado por la nevadas estubo atrapada por dias en su casa y Aridne en el hospital, habia sido una experiencia horrible y este año no estaria aqui para la nevadas, eso definitivamente la ponia feliz.

Durante el viaje se puso a leer sus libros de historia, una de sus materias preferidas, la antiguedad en si era lo que le apasionaba, los misterios que guardaba el pasado y saber que en otros tiempos la manera de vivir era diferente, las historias la mantenian atrapada si eran lo suficientemente buenas. Hoy presisamente se puso a leer sobre la grecia antigua y sus mitos ademas tenia que desempolvar su griego o en su nueva escuela encontrarian un nuevo apodo acorde a su mala pronunciacion. Hace un año habia sido LA NIÑA TOPO por que en lugar de revisar un buscador de internet preferia hacer visistas a la biblioteca y aprovechaba siempre para aprender algo nuevo al azar.

Ya podia sentir el cambio de clima, el calorcito estaba penetrando a travez del avion, estaban llegando a Grecia. Su vuelo estaba llegando a tiempo debido al buen clima. Helen sintio un tiron en el corazon, presentia que en este lugar si encajaria, en el fondo siempre quiso tener una vida como el resto de las chicas de su edad pero sus gustos evitaban que alguien la notara interesante y los chicos... bueno solo podian ver en ella una tabla penso con amargura, su experiecia con los chicos habia sido terrible y solo uno habia logrado animarla pero su interes se basaba en la realizacion de tareas academicas. Terrible experiencia. Sus esperanzas crecian conforme se acercaban. Al llegar al aeropuerto de Grecia tomaron un trasporte de una hora hacia el puerto donde tomarian un barco para llegar a la Isla. La emocion no cabia en ella, el lugar era hermosos, una provincia pintoresca con infinidad de lugares con miles de años de antiguedad listos para ser explorados por ella, Hoy era un nuevo dia y estaba lista para una nueva vida.

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Nuevo Hogar

Helen siempre habia sentido que le faltaba algo pero este lugar la hacia sentir tan bien. La isla era un lugar muy pintoresto y rustico, habia bastantes peñascos para apreciar la vista, aunque desde aqui parecian peligrosos habia personas que les gustaba saltar al mar aparentemente, divertido si sabias nadar que no era su caso, pues apesar de las clases de natacion no logro mantenerse a flote por mas de un minuto, incluso en una ocacion estubo a punto de ahogarse pero su maestra estaba bien entrenada en primeros auxilios.

Ariadne tenia que reportarse al hospital del lugar asi que ella camino a su nuevo hogar.

-¿Segura que estaras bien?- pregunto Aridne

-si mamá no te preocupes, tengo la ubicacion y podre esperarte en casa en lugar de una sala de espera, ademas puedo hacerte algo de cenar mientras llegas- dijo Helen de manera dulce, no queria complicarle la vida a su mama pues sabia que la principal razon de estar ahi era su trabajo.

Camino por las calles angostas de la isla, paso por algunas tienditas de abarrotes donde podia pagar en dolares y compro lo necesario para una pasta y algunas papas al gratin, esperaba que la casa estubiera amueblada como generalmente la alquilaba Aridne. Ella siempre previa hasta el ultimo detalle del lugar donde se hospedarian, su trabajo le permitia alquilar buenos lugares para vivir con lo necesario pues nunca habia tenido caso comprar articulos que despues de unos meses tendrian que devolver o regalar para viajar a otro lugar. El unico equipage que llevanan eran dos maletas y la de Aridne se la habia llevado con ella a la clinica.

Finalmente dio con la direccion, parecia un conjunto de casas una sobre la otra, intercaladas de cada lado pero con escaleras comunes, subio hasta llegar a la puerta con un 6 pintado sobre ella, abrio con la llave que tenia un llavero con el mismo numero. El lugar era pequeño pero muy acogedor, paredes blancas y tejados color terracota, hacia demaciado calor asi que decidio tomar una ducha y ponerse a cocinar. En el pequeño departamento encontro roperos de madera donde guardar sus cosas, el lunes seguramente tendria que reportarse en la escuela pues Ariadne no se le escapaba nada y ya tenia la situacion controlada, no habia muchas opciones para estudiar en la isla pero incluso habia llegado una bicicleta para que pudiera asistir a clases, la isla era pequeña y por lo tanto habia muy pocos autos, el transporte comun eran las bicicletas y algunas motonetas. Las calles eran empedradas y con muchas subidas y bajadas, suponia que con este calor si bajaba mas de peso desapareceria. No sabia si era el jetlag pero estaba exausta, cocino y tomo un baño que la relajo hasta quedarse dormida y soñar...

El sueño era diferente a cualquiera que ubiera tenido antes, habia una cueva muy obscura y al centro habia una imagen tallada en la roca, una mujer con tres caras y una luna menguante en la frente, los detalles tallados se notaban tan nitidos, en una mano traia una daga y en la otra una antorcha, en el centro de su cuello colgaba una llave que parecia de un material diferente a la estatua, el lugar era como un templo pero bajo tierra, como tallado en la roca. Una voz en su mente la llamaba pero cada vez que trataba de acercarse se alejaba cada vez mas hacia el fondo de un lugar obscuro y frio.

Desperto entre jadeos y sudor, no deberia de haberse quedado dormida, ahora por la noche no podria dormir. Justo por la ventana podia ver que el dia estaba terminando, el atardecer era bellisismo, desde su ventana podia verse la costa y algunos buques pesqueros, tambien un castillo en ruinas y por supuesto el Santuario de los Grandes dioses, una zona turistica de la isla donde hace algunos miles de años se encontraba una estructura gigantesca, aunque de ella quedaba poco podia verse claramente los pilares, durante el viaje se puso a investigar un poco y encontro bastantes historias sobre este lugar, la que mas le llamaba la atencion eran los rituales acerca de una diosa muy antigua, tanto que era muy anterior a los dioses griegos pero habia sido incorporada como uno de ellos. Siempre investigaba las historias locales sobre los lugares a donde viajaba, pero esta en particular le parecia facinante.

Ya entrada la noche llego Ariadne con algunas cosas que necesitaria mañana, suponia que este seria su nueva rutina. Mañana tendria que enfrentarse a otro primer dia de muchos. Durante la comida Helen le platico algunas de estas historias a su madre pero aparentemente no le cayeron en gracia pues despues de un rato se fue a dormir alegando que estaba cansada. Helen le pregunto mas de una vez si las cosas en el hospital eran como esperaba o si se sentia mal de salud pero solo le respondia que no se preocupara, pues solo necesitaba descanzar. A veces su madre se comportaba asi, suponia que tenia que respetar su privacidad pues antes de que pudiera seguirla a su habitacion Ariadne cerro la puerta con seguro y le deseo dulces sueños.

Esa noche volvio a soñar, casi siempre eran las tres mujeres en capucha negra y los resos, ahora podia reconocer a Ariadne y otras dos mujeres, a veces los rostros cambiaban, a veces eran animales o personas que habia visto en la calle, la verdadera diferencia era el lugar, ahora estaban en el Santuario de los grandes Dioses.

Desperto desorientada pues era su primera noche en la isla y en Minesota la despertaba el frio, aqui habia sido el calor, su ventana estaba abierta y penso que habia olvidado cerrarla.

Estaba lista para un nuevo dia pero de pronto penso en qué dia podia ser hoy, Domingo. Ya que no tenia que ir a la escuela y aprovecho que su bicicleta habia llegado ayer para dar una vuelta por la isla, con suerte encontraria un poco de ropa mas calurosa ya que la mayoria de prendas que tenia en su maleta eran muy abrigadas, al buscar a su madre solo encontro una nota que decia: NO TARDO, HUBO UNA EMERGENCIA EN EL HOSPITAL. No eran raras esas situaciones pero esta vez el mensage le resulto insulso, prefirio no pensar en eso y comprarle a su mamá algo lindo, le encantaban las baratijas, estaba segura que encontraria algo apropiado para ella.

Hecate

Helen recorrio casi toda la isla en bicicleta, efectivamente habia variedad de mercaditos de curiocidades por todas partes, suponia que eran parte del encanto local, en algun momento de la historia habia pasado de una isla independiente a ser parte de Grecia o parte de un ligar santo. El asunto era que habia sido encontrada una estatua muy antigua que ahora era exibida en un museo de Paris. Era un pedacito de historia de la Grecia Antigua apreciado por arqueologos.

En los bazares compro por algunos dorales, shores, sandalias y blusas, nada escotado pues tenia poco que mostrar. Ya en casa tenia la tarde libre, Ariadne no llegaria hasta tarde segun su mensage de texto.

Helen se dispuso a seguir buscando informacion sobre la diosa que le llamo la atencion.

Hécate es una misteriosa diosa, bastante compleja, puesto que al parecer sus atributos irían cambiando con el tiempo... Las paginas de internet no daban una historia concreta sobre su origen, ni tampoco la relacionan claramente con el panteón asi que busco la biblioteca de la isla.

Cuando se trataba de investigar ella era la mejor, no por que fuera muy hábil pero si era bastante terca y perceverante, sin mencionar el exceso de tiempo libre. Tomo la bicicleta y fue hacia la biblioteca de la isla, no estaba lejos de su casa asi le serviria para practicar para mañana, las piernas le dolian pues no acostumbraba subir veredas en bicicleta, mas tarde se sentiria fatal pero ahora tenia un proposito.

Llego al lugar, la mujer en la recepcion la dejo entrar pero le pidio que no se tardara pues ya era tarde y ya estaba obscuro, Helen no pido evitar mirarla mas de lo debido pues era hermosa y joven, tes blanca y cabello castaño largo, ojos cafes. Muy joven penso para ser una bibliotecaria, de todos los lugares donde habia estado las bibliotecarias eran mayores, pero supongo que al estar en una isla habia pocas opciones al alegir un trabajo.

Entre los miles de titulos que habian sobre dioses griegos no habia nada sobre esta diosa mas que lo que ella ya sabia, increhible para un lugar donde se veneraba a esta diosa, asi que decidio preguntarle a la bibliotecaria. Ella la mando a una seccion de ocultismo e incluso le puso una torre de libros donde podia empezar a buscar y efectivamente ahi estaba.

Por recorrer la Tierra a la noche, acompañada de espíritus y fantasmas, Hécate también era conocida como la Diosa de los Encantamientos. Se le solía observar con tres caras completamente diferentes unas con otras; la primera siendo esta la derecha, es la de un caballo, la segunda de perro, ubicada en el extremo izquierdo y la tercera que estaba en el centro, era la de mujer. Pero sobre todo es la diosa de las brujas que habita en el cruce de caminos y que se acompaña de antorchas, perros del infierno y hace temblar a las montañas.

Es una titánide en la antigua religión griega y en la mitología. La mayoría de las veces se muestra sosteniendo un par de antorchas o una llave y en periodos posteriores se representa en forma triple. Ella enviaba a los humanos los temores nocturnos, apariciones fantasmales o de espectros. La diosa griega Hécate, o Hekate, es la diosa oscura de la encrucijada de Grecia. A pesar de que su nombre tenga un significado un tanto impertinente, la verdad es que la Diosa Hécate era muy respetada por todas las divinidades de la Grecia antigua. Estos rituales son una iniciación de renacimiento, no solo se utiliza para adorar a la diosa Hécate, también tiene el propósito de honrar a esos seres queridos que abandonaron ya este mundo. En los oráculos caldeos que fueron editados en Alejandría, fue también asociada con un laberinto serpentino alrededor de una espiral, conocido como rueda de Hécate.

Proveniente de Asia, la imagen de Hécate se fusionó con la mitología griega y paso a formar parte de los dioses Griegos.

Diosa de las encrucijadas y guardiana de la frontera entre el mundo de los humanos y espíritus, la imagen de Hécate con el tiempo fue utilizada para alejar los malos espíritus de las casas.

Helen esta en shock, habia soñado con ella y ni siquiera sabia por qué, entre todos los titulos encontro uno que paceria bastante antiguo asi que le pidio a la bibliotecaria que se lo prestara. Salio de ahi un poco nerviosa pues ya era muy tarde, esperaba que Ariadne no se hubiera dado cuenta que se habia salido o se meteria en problemas. Su camino fue corto pero se sintio observada, estaba nerviosa, tenia que ser una coincidencia. Durante el viaje de regreso habia luna menguante, recordo la luna en la frente de la estatua pero desecho el pensamiento pues temia que se pondria mas nerviosa y llegaria mas tarde, tenia que estar en casa antes de que Aridne llegara, ademas mañana tenia escuela.

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