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Insaciable

Capitulo 1

Despertó con una migraña increíble, la noche anterior se había pasado de copas con Jacson y ciertamente ya no estaba al inicio de los 20 dónde esas borracheras no le pegaban

Anne Gilbertti recién había cumplido los 28 años, llevaba una doble vida desde sus 23 cuando descubrió que su vida sexual era un fiasco, así como su vida sentimental. Llevaba saliendo 2 años con un español desabrido que conoció en una reunión de amigos, Alonso, si bien este no era feo, carecía de lujuria, para él el sexo eran 2 minutos de misionero. Y aunque podía dejarlo en cualquier momento, era la fachada perfecta para mantener su doble vida.

-Ash maldita resaca que me pega más con los años- Caminaba desnuda por la habitación de hotel. Vio la pantalla de su celular al sentarse en la barra para luego tomar agua

-05 de Enero... Aún los recuerdo cómo si fuera ayer, dicen que el tiempo cura todo pero el dolor y vacío que me dejaron no se cura ni con los 8 años que han pasado- Anne había perdido a su familia en un trágico accidente de tránsito en Barcelona durante vacaciones. Ella esperaba su llegada en casa cuando avisaron a su teléfono la perdida, en el vehículo volcado que explotó en mi pedazos viajaban sus padres y su mellizo.

Tomó unas cuantas píldoras analgésicas con un vaso de agua y luego de una ducha se vistió, tomo su abrigo y su cartera para salir del hotel. La temporada más fría de Milán era está, los labios de Anne lucian resecos a pesar de que ella ocupaba bálsamo todo el día. Tomó un taxi para visitar su última parada en Milan antes de partir el día siguiente a su rutina.

-Duomo di Milano- Una majestuosa obra arquitectónica hecha catedral. Anne no era realmente religiosa, después de perder a su familia se sentía tan perdida que ni la fé lograba mantener. -Dios, si en alguna parte del universo existes... Espero que perdones mis pecados y alivies el vacío de mi alma- Estaba de pie en la puerta de la catedral, no sé atrevía a entrar. Pronto su rostro se llenó de lágrimas y bajo la mirada sintiendo que el aire le faltaba.

A unos metros de distancia un hombre de casi 2mt de altura, espalda ancha, piel blanca y barba poblada la veía con curiosidad, estaba de paso atravesando la plaza frente a la catedral pero al mirar el cuerpo de Anne no pudo evitar mirarla, encontrándose con un rostro triste de expresión vacía y unos ojos llorosos. Alguien rodeo el brazo del hombre y siguieron su camino.

-Luci hace frío date prisa, quiero llegar a esa pastelería para tomar chocolate caliente y postres recién salidos del horno- La rubia movía su cabeza de un lado a otro ondeando su cabello, apretaba el brazo de su acompañante con sus manos enguantadas.

-Ya vamos caminando Alessandra, no te comportes como una niña caprichosa- El hombre con voz ronca la regañó- No deberías de abusar de los dulces-

Ambos llegaron a la pastelería, Alessandra se concentro en pedir postres y chocolate caliente mientras que Luciano empezó a revisar su tablet, tenía el buzón de entrada colapsado, siempre que tomaba unas vacaciones la empresa enloquecía, y él regresaba al trabajo con el triple de tareas que al irse.

De vez en cuando miraba Alessandra y le aceptaba un bocado de brownie, repasaba cuidadosamente cada uno de los documentos y respondía con la mayor rapidez.

-Desde que tú secretaria salió de reposo haz estado tan lleno de trabajo que no pudiste disfrutar las vacaciones Luci- Volteó los ojos e hizo una mueca de mala cara.

-Ale hay cosas que solo el presidente puede firmar, responder y autorizar. Parece que tú mente solo entiende de diversiones- Entre ambos la diferencia de edad era notable, aunque físicamente lucían jóvenes, Luciano tenía 36 y ella 25.- Mañana nos iremos a Madrid a primera hora, se acabó tu diversión, quiero que empieces a trabajar en la empresa.

Capítulo 2

-Uhm huele delicioso!.. Extrañaba el calor en mi rostro, aunque ciertamente nunca pensé decir eso- Anne se acercaba a la ventana dejando que los rayos del sol bañaran su piel, sus pecas regadas y sus mechones de cabello zanahoria brillaban intensamente

-No soporto tu descuido ante el sol, al menos usa protector solar. La comida está lista, ven- Jacson estaba en la cocina sirviendo los platos para almorzar. Habían regresado de Milán hace 2 días y Anne parecía hibernar, comía, dormía, comía y volvía a dormir

-Ya ya, está bien. Gracias por cocinar, no sé que haría sin ti, realmente viviría a base de sandwich y café- Mostraba una sonrisa encantadora a Jacson, amaba a su mejor amigo, él se había convertido en su única familia

-Lo sé, sin mi ya habrías muerto de hambre. ¿Irás a Saturno hoy? Está la casa llena, habrán invitados VIP que están de infarto, que daría yo por acariciar esos cuerpos deliciosos- Anne giro los ojos y echo a reír viendo la expresión de su amigo, ya estaba acostumbrada pero no dejaba de ser divertido

-Si... Creo que iré. Quiero ir un rato a la boutique a recibir una mercancía que llega hoy y después pasaré al Club, necesito despejarme-

-Bueno, te voy a reservar tu esquina favorita si prometes aceptar aunque sea 1 privado hoy. Estoy seguro de que van a llover las solicitudes-

-Siempre y cuándo no sea un viejo baboso, esos siempre quieren tocar- Puso cara de asco y se dispuso a terminar de comer

°°°

Ya eran cerca de las 9 de la noche. Luciano había logrado salir de la empresa temprano, quedó con sus amigos en ir a un Club nocturno para distraerse. Los últimos 5 años de su vida eran así, ir a la empresa, salir a beber por las noches, acostarse con alguna mujer que le presentará su amigo y volver solo a apartamento. Después de su última dramática relación, no volvió a interesarse por nadie más

-Luciano tío, apúrate hombre que las bellezas nos esperan- Marcos apuraba a Luciano haciéndole señas de entrar rápido, iba tan seguido al club que no necesitaba hacer cola, ya todos lo conocían como un VIP fijo, con su tabaco entre los dedos y el vaso de whisky en la otra mano, entraba al lugar como si fuera el dueño

Luciano frecuentaba muy poco el lugar, prefería ir a beber a algún bar, pero Marcos lo presionaba, estaba fascinado con las bailarinas de tubo. Subieron la segundo piso y rodearon la mesa sentandose cómodamente en el sofá. Marcos tenía razón, las bailarinas eran impresionantes. Vestían de látex, cubrían su rostro con máscaras que solamente debajan ver sus labios rojos

-A ver ¿Con cuál te haz acostado ya Marcos?- Preguntaba señalando a las mujeres que bailaban en los tubos.

-Ja... Solo 1, la que quiero no se ha dejado tocar, pero ya caerá la muy zorra.- Marcos fumaba y bebía mirando concentrado

Luciano observaba tranquilamente a una de las bailarinas, llevaba un body de látex negro y color claro, tan claro que parecía confundirse con su piel, daba la impresión de desnudes, una máscara negra que escondía su cabello y solo dejaba al descubierto su mirada y sus labios carnosos. Quería acercarse a ella

-Te flechó eh?- Marcos señalaba a la dirección en que miraba Luciano. -Es una de las mejores en el tubo pero la más difícil de conseguir- Hizo seña con su mano derecha a la chica que aguardaba recostada en la pared. -Llama a Jacson y dile que queremos dos privados esta noche- Marcos le sonrió y arrojo una nalgada en su glúteo izquierdo

Jacson llegó al cabo de unos minutos, Marcos le tendió la mano y Luciano se limito a hacer un saludo con la cabeza. -Tu dirás Marcos a quién quieres hoy... -

-La misma que pido siempre y nunca acepta, quiero a esa conejita para mi amigo y a la morena para mí- Dijo señalando a las dos mujeres

Jacson fue a buscarlas, converso con la morena quien se fue enseguida al privado con Marcos y luego hablo con Anne, este señaló al hombre que la solicitaba. Ella lo miró y mordió su labio inferior. Hoy tenía ganas de divertirse y la verdad es que tenía tanto sin tener sexo con su novio que quizás volvía a sus viejos pasos. Asintió sin decir nada más y camino detrás de Jacson al privado.

-Luciano, ella es nuestra bailarina más especial. Solo 3 cosas importantes, no la puedes tocar, no se quita la máscara y no habla si ella no lo desea.- Jacson dió media vuelta y salió del privado. Era un pequeño cuarto con un tubo en el centro, luces bajas que resaltaban la silueta de Anne haciéndola lucir más misteriosa. Está se subió al tubo y comenzó a bailar al ritmo de la música lenta.

Luciano miraba su cuerpo con detalle, parecía un reloj de arena, el traje de látex resaltaba sus senos y dejaba ver el borde de sus nalgas redondas. De solo verla la imaginaba desnuda en su cama. Anne se concentraba en sus movimientos, miraba de forma retadora a Luciano cuando se acercaba tentandolo a tocar su cuerpo. Sonreía maliciosa y se alejaba.

-Si aumento el pago ¿Hablarias?- Él preguntó y ella negó con la cabeza sonriendo.

-Vamos, si haces esto debe ser por dinero-

-... - Volvió a negar mientras abrazaba con sus piernas el tubo dejándose caer hacia atrás.

-Desnudate para mí- Los ojos de Luciano brillaban de deseo. Anne estaba divirtiéndose y sabía que él querría más, desde luego ella también, ante sus ojos él era un hombre atractivo, alto y fornido, de esos que con suerte te cogerían toda la noche haciéndote gritar de placer y eso a ella la excitaba.

Anne soltó el traje detrás de su cuello y dejó ver sus senos, blancos con areolas rosadas y pezones que se hacían notar. Continuó bailando mientras deslizaba el traje de látex hacia abajo mostrando su piel. Tenía un tatuaje en el borde de ambos senos, casi siempre cubierto por la caída natural de estos, no fue ignorado a los ojos de él, quién curioso por su identidad lo detalló. Ella no parecía darse cuenta, siempre se acercaban con intención de tocar más allá, no de solo verla.

-Cuento más necesitas para dejarte tocar...- Luciano sacaba dinero de sus bolsillos y los dejaba caer en la mesa, realmente era mucho pero él se mostraba muy impaciente. Anne terminó de quitar su traje, quedando solo en sus tacones, se giró hacia la mesa, saco unas esposas con textura de peluche y se acercó a él, haciéndole señas de que extendiera ambas manos.

-A la conejita le gusta jugar... Pero yo no soy una presa fácil.- Mordía sus labios y Anne tragaba grueso, se veían deliciosos, hacían erizar su piel de solo pensar como se sentirían sobre ella. Luciano se acercó hasta a ella y en un rápido movimiento intento quitar su máscara, pero lo único que logró fue soltar su cabellera pelirroja. De pronto las luces se apagaron y ella desapareció, dejando a Luciano intrigado e irritado.

Capítulo 3

Anne mira el techo de su habitación, no podía dejar de pensar en el hombre de anoche, Luciano, así le dijo Jacson que se llamaba. Se había quedado con las ganas de probar sus labios carnosos y poder montar ese cuerpo musculoso. Pronto empezó a fantasear

Con sus manos rozaba sus senos encima de la fina tela de su camisón, rápido se erectaban bajo su tacto imaginando que eran las manos de aquel hombre. Rozaba cada vez más abajo hasta llegar entre sus muslos. Acostumbrada a dormir sin ropa interior, paso sus dedos en medio de sus labios y suspiro. Durante varios minutos estímulo su cuerpo pensando en él... Pero no sucedió nada, ese anhelado orgasmo nunca llegó

-Ya ni mi cuerpo siente- Salió de la cama susurrando pensamientos. Hoy estaba sola, Jacson había pasado la noche en algún hotel con algún "amigo". Se duchó y luego de alistarse salió sin desayunar camino a su tienda.

°°°°

-Por favor Luci por favor siiiiiiii-

-No...-

-Te lo pido, sabes que me lo debes, acompáñame, prometo no tardar tanto hoy, escogeré ropa rápido y ya- Alessandra movía sus manos en forma de súplica hacia Luciano

-Ok...- Puso los ojos en blanco y salió caminando a pasos largos -Apurate- Salieron juntos en el Porsche rojo de Alessandra.

El camino desde el apartamento hasta la tienda nueva que quería visitar Alessandra solo eran 40 minutos contando el tráfico de la ciudad

-Bajate conmigo si?- Alessandra hacía puchero y ojos de súplica. Cuando vió a Luciano salir del carro está dió brinquitos de felicidad y se aproximó a la tienda

-Bienvenida, en qué podemos ayudarle?- Anne sonreía a la joven que llegaba a su boutique, le calculaba unos venti tantos años, más joven que ella, lucía como una típica niña consentida, vestida de color rosa.

-Hola, estoy buscando un vestido para un cóctel, de preferencia rosa por favor-

-Alessandra no importa el color, sólo date prisa escogiendo algo- Detrás de ella entró Luciano. A los oídos de Anne esa voz sonaba familiar y al darse la vuelta contuvo la respiración mirando con asombro al acompañante de su clienta.

(Es él...) Pensó. Era el mismo hombre de anoche, y en el día por supuesto que se veía aún más guapo (Y tiene novia... Por supuesto que sí) trató de relajar su postura y continuó buscando vestidos, era obvio que él no la reconocería pero no dejaba de sentirse ansiosa por su presencia.

-Bueno, estos llegaron hace unos días, son de la última temporada y te recomendaría este... Es blanco pero sus detalles en tonos rosados resaltaran tu piel, puedes llevarlo con tacones o sandalias y en ambas lucirás preciosa- Anne la miraba sonriente (Pobre chica, con lo déspota que es él y siento más viejo que ella, al menos que pague bastante por su vestuario...)

Luciano miraba aquella chica con curiosidad, su cuerpo y su cabello pelirrojo le hizo recordar a la bailarina de la noche anterior, negó con la cabeza y pensó en que estaba paranoico. De reojo con disimulo veía el trasero de la vendedora, lucía bien formado, no sólo eso, su cuerpo entero lo estaba. Llevaba un pantalón alto y una camisa de caída suave, el escote discreto dejaba bastante a la imaginación. Sus pecas regadas por toda la cara, quería descubrir si en su espalda también estaban.

-Luci, qué tal me veo?- Su hermana seguía insistente preguntando, era su hermana, cualquier cosa diría que estaba bien para no hacerla sentir mal

-Si si ese está bien, llévalos todos pero termina de una vez, tengo que ir a la oficina-

-Ya escuchaste, me los llevo todos y los zapatos también!- Alessandra corrió a abrazar a Luciano pero este la esquivó y se encamino a la caja.

Anne dejó a una de sus empleadas empacando las cosas que habían comprado y se quedó tras el mostrador para recibir el pago, sin postergarlo más hizo contacto visual con él

-¿Efectivo, cheque o débito?- Un escalofríos recorrió el medio de su espalda y su respiración se embriagó del perfume de él

-Debito... ¿Y tú trabajas acá siempre?-

-Es mi tienda, así que generalmente la atiendo yo... Permítame su tarjeta- Luciano deslizó la tarjeta por el vidrio del mostrados sin perder contacto visual

-Tu mirada me es familiar... ¿Trabajas en algún otro sitio?-

-Emm no, no trabajo en otro sitio... Aquí está su factura- Anne respiraba pausadamente para controlar su tono de voz, ese hombre le hacía temblar las piernas y se sentía descubierta

Luciano tomo su tarjeta rozando los dedos de ella, era clara la intención del contacto físico. Se dió media vuelta y se marchó junto a Alessandra.

-Jefecita estás como pálida, te traigo un jugo?-

-No Carol, es solo el ayuno, no me dió tiempo de desayunar, ya casi es hora de almorzar, cerremos para ir a comer juntas-

°°°

-Marcos recuerdas la bailarina de anoche? La de orejas de conejo... Qué sabes de ella?- Preguntaba Luciano a través del teléfono

-Nada, nunca me a aceptado un privado ni si quiera... Jacson quizás nos pueda dar información pero no te aseguro nada, él es muy celoso con sus chicas. Vamos de nuevo hoy-

-Esta bien, nos vemos a las 9 igual que ayer...-

Así quedaron y puntual a las 9 de la noche estaban entrando al área VIP del Club. Buscaba con la mirada a la bailarina, la encontró en el tubo de la noche anterior. Hoy llevaba un traje rojo pasión, largo comparado con el de ayer, pero tan ceñido al cuerpo que quería arrancarlo con sus propias manos.

-Llama a tu amigo y dile que quiero un privado con ella...-

Marcos hizo señas a Jacson y él llegó caminando con un vaso de whisky en la mano. -Qué necesitas?-

-Queremos un privado con la conejita de ayer y otra morena, sin discriminación de gustos, todas están buenas- Jacson sonrió y negó con la cabeza

-Tu amigo intento quitar la máscara de la bailarina anoche, ella no desea más privados- Marcos miro a Luciano y soltó una carcajada

-Vamos Jacson, te pagamos cuánto quieras esa zorra...-

-No es necesario decirle Zorra Marcos-

-Bueno, esa conejita lo vale-

-No te aseguro nada- Jacson respondió, resoplo y se dió media vuelta

En su oficina Anne lo veía mientras tomaba un shot de tequila. -Jacson si me quita la máscara me reconocerá, ya sabe dónde trabajo... Hoy fue a la boutique con su noviecita, es un déspota arrogante-

-Entonces tu esperas que le niegue a mi mejor cliente un baile para su amigo-

-Yo espero que recuerdes que soy tu mejor amiga-

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