Eh hola mi nombre es John y de seguro que si están aquí es por qué quieres saber de qué trata mi historia, no hay problema te la contaré pero eso sí presta mucha atención.

Todo comenzó, cuando llegó el día en el que tenía que mudarnos del la ciudad a un pueblo, todo por qué mi papá conseguido un trabajó hay. La verdad que no me gustaba la idea de cambiar de vida, ni mucho menos de hogar, pero la decisión era de mi padre, y no sé podía cambiar.

Solo quedaba despedirme de mis familiares y también de mis amigos de las escuelas, los cuáles trate de asegurarme de tener el número de todos, para así poder seguir en contacto.

Luego empece a preparar toda mi ropa así poder tener todo listo para cuando mi padre llegará, y mientras guardaba la ropa vi a una persona parada en árbol que estaba enfrente de mi ventana pero al cerrar y volver abrir los ojos está desapareció, al ver que ya no estaba pensé que era una simple ilusión por lo cual decidí no darle mucha importancia.

La hora pasaba y cada vez faltaba menos, parecía como que desde ese día ya nada volvería a ser lo mismo y valla que no me equivocaba, porque todo dónde me había criado, mis amigos con los que siempre me divertía en clases ya no estarían más, además que la idea de socializar de nuevo no me gustaba.

"John" - mamá volveremos de nuevo.

"Mamá" - claro que sí, cada fin de año para pasarlo con la abuela, los hermanos de tu padre.

"John" - No me refiero a eso sino a si volveremos a vivir de nuevo en está casa.

"Mamá" - la verdad es que eso es muy poco probable que suceda hijo.

"John" - está bien mamá.

Cuando mi papá llegó, mi mamá nos dío la orden para que entremos todas las cosas al coche junto con mi hermana mientras ella y mi papá hablaban con hombre, así lo hicimos asta que al final terminamos luego esperamos un rato, mi papá y mamá se dieron la mano con ese hombre y se subieron al auto.

Íbamos por la ruta camino a nuestra nueva casa y Las horas del viaje cada vez eran menos, era inevitable el nuevo comienzo y nuestro nuevo hogar, pero algo que si me intriga a un poco de la nueva casa, era de poder saber cómo iba a hacer.

Mi papá se encontraba escuchaba la radio mientras iba ablando con mi mamá de sus planes a futuro, cuando pudimos escuchar una explosión, fue la de el neumático del auto se habían roto, en ese momento mi papá que es de muy poca paciencia empezó a murmurar con un poco de rabia y también de malas palabras entre medio de cada murmuró, por suerte pudo cambiar el neumático por uno nuevo que teníamos de repuesto.Papa subió al auto para así poder irnos.

Al llegar a la nueva casa por mi parte decidí investigar ya que tenía curiosidad de como era, al contrario de mi hermana que lo único que izo es agarrar su celular y encerrarse en su cuarto.

La casa era de dos pisos y parecía que no la abitaban ase varios años, tenía olor a viejo. Al subir las escaleras, en el techo pude ver una cuerda en el techo, la cual conectaba al láctico, quería saber que se encontraba en el mismo, así que fui corriendo y lo agarré, le di un gran tirón hacía abajo para así poder abrirlo, pero lo único que izó es un ruido muy espantoso al parecer estaba trabado por lo cual decidí dejarlo para poder seguir así la ventana que estaba al frente, me pare y mire hacia el frente. A lo lejos se veía una sombra en entre los árboles que me saludo pero cuando pestañeo desapareció ya era dos veces que me pasaba era raro si pero aun así no le preste atención y me fui.

Después de caminar un tiempo sobre mi casa, pude escuchar a mi madre la cual empezó a gritar Jhon, Jhon ven aquí, yo con mucha duda y sin saber que quería de mí fui a ver qué era lo que necesitaba.

"John" -¿Que pasa mamá?.

"Mamá" - Hijo, solo te quería preguntar si ¿Te gusta la casa ? - Dijo mi madre de una forma muy peculiar ya que parecía que su sonrisa era un poco forzada.

"John"- si mamá claro que sí - Le respondí si mirarla a los hijos ya que en realidad no me gustaba por que parecía una casa de ancianos.

"Mamá" - Ve y busca tu mochila para poder enseñarte tu curto.

Yo claramente fui corriendo ya que quería acostarme, el auto de mi padre no estaba muy lejos. Al abrir la puerta trasera del auto, me agache a agarrar mi mochila que estaba entre medio del asiento del conductor y del asiento trasero, cuando me levanté había una cara de una mujer detrás del vidrio de la puerta, asustado me levanté rápido y mi cabeza Choco con el techo del auto, ella corriendo dio la vuelta al auto por la puerta que estaba abierta.

"Vecina" - Disculpa el susto - dijo con una voz tímida - no era mi intención asustarte.

"John" - No hay problema - respondí con una voz media gruñona.

"Vecina" - Me llamo María y soy tu vecina - entendiéndome la mano para saludarme.

"John" - hola María mi nombre es John - también le extendí mi mano y la saludé.

"Vecina" - un gustó conocerte John - dijo mientras miraba hacia mi casa.

"John" -¿Necesitas algo? - le pregunte, un poco impaciente.

"María" - claro puedes hablar a tu madre - dijo con una voz sonriente.

"John" - está bien - le respondí mientras cerraba el auto.

Mientras caminaba con dirección hacia la puerta, mientras pensaba si se reía de mí. Entre a mi casa con la mochila a mi espalda y le grite a mi madre ya que ella estaba en la cocina.

"John" - Mamá te habla la vecina.

"Mamá" - ya voy hijo - grito también - ve a descansar a tu cuarto que está subiendo la escalera hacia el lado derecha.

"John" - está bien - le dije esta ves con una voz más serená.

Entonces fui hacia mi cuarto, me tire en la cama de dos plaza que había debajo de la ventana, respire profundo y me dormí.

Ya era de noche y yo estaba acostado con la luz apagada. Cuando pude empezar a escuchar ruidos muy extraños, cada ves más fuerte, al acercarse a mi cuarto. Pude darme cuenta que eran paso y cada uno de ellos era más rápido que el anterior, cada vez se acercaba más y más a la puerta de mi cuarto, asta que por fin llegó en ese momento hubo un gran silencio muy incómodo, mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte y mi cuerpo empezó a temblar, tenía miedo, además mi mente no me dejaba pensar con mucha claridad.

Nadie habría la puerta que era algo que esperaba que pasara, como cualquier persona pensaría si escuchará que alguien se acerca a su cuarto.

Asta que después de varios minutos una voz de alguien que pareciera que estuviera en un Yelmo.

"Desconocido" - Sé que estás hay - me dijo con una voz gruesa.

"John" - quién eres - respondí con mucho miedo

"Desconocido" - Yo soy un simple caballero - dijo apareciendo der repente a mi lado.

Cuando vi que apareció, tuve mucho más miedo con un poco de terror, me sentí con mucha impotencia ya que del miedo no sabía que hacer solo lo miré toda su armadura.

El era un hombre alto y estaba vestido de negro, no tenía boca, pero si dos ojos que apenas se le podían notar.

"Desconocido" - Te iras con Migo - dijo mientras caminaba hacia la puerta.

"John" - A dónde.

"Desconocido" - no hables solo sígueme.

Del miedo que tenía no pude moverme de mi cama, tampoco quería hacerlo, el se dio cuenta de eso por lo cual, se dio la vuelta y se paró enfrente mío, dibujo un círculo con sus dos dedos, este se convirtió en una soga negra la cual cayó en sus manos, el señalo hacia donde estaba y la soga se avalancha hacía dónde me encontraba, entonces ensolvió todo mi cuerpo, así no me podía moverme, luego izó un movimiento de desos el cual me dejó completamente en enmudecido, entonces él empezó a caminar hacia delante, y la soga me hacía ir por atrás del el, al no saber que hacer, decidí seguirlo sin resistirme.

El se acercó hacía la cuerda del ático que estaba en el techo y con fuerza halo la soga hacia abajo e izo el mismo ruido que había sonado aquella vez que yo lo quise abrir.

"Oscuro" - llámame oscuro - dijo sin que yo le preguntara el hombre de negro, mientras miraba hacia arriba.

Pasado unos minutos se pudo escuchar una voz muy fina.

"Duendes" - señor, ¿quien es el chico que está detrás de ti?

Oscuro" - es mi acompañante del que te hablé - Respondió mientras jalaba la cuerda con mucha impaciencia.

Una vez ellos terminaron de hablar se pudo escuchar el ruido de muchos truenos, la escalera del ático se bajó y en la entrada del ático se abrió un portal.

Señor ya está abierto dijo el duende que se alcanzaba a ver detrás de un portal con una forma ovalada y que en los bordes se marcaba rayos, pero esto no hacían ruido.

El me agarro y salto hacia el portal, entonces en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos del otro lado, hubo una gran explosión y el portal desapareció.

Yo estaba muy confundido ya que no sabía dónde estaba ni que pasaba, por otro lado el hombre de negro empezó a pelear con los duendes, por qué no le habían abierto rápido el portal y lo podían haber descubierto.

Yo en mi desesperación intente escaparme dando un paso detrás del otro, pero el se dio cuenta y con un movimiento de dedos me atrapó con la misma soga que lo había hecho antes.

No entendía que es lo que quería de mí ni mucho menos para que me habían traído a este mundo, así que tome coraje y les pregunté.

"John" - ¿Por qué estoy aquí?

"Oscuro" - A si discúlpame, no me presenté formalmente - dijo con una voz más suave, mientras me miraba fijamente y se iba acercando hacia mí.

Se agarró la cara y se sacó lo que era al parecer una máscara, junto con esa máscara se salía todo su color negro. Pude ver al fin su verdadera identidad, era la de una joven de pelo rubio, color de piel blanca y unas orejas medio larga.

"Oscuro" - mi nombre es oscuro y te traje aquí para que nos ayudes a encontrar a la reina - dijo mientra miraba hacia el cielo y su cuerpo se movía hacia delante y hacia atrás.

"John"- ¿que es lo que acabas de hacer?

"Oscuro" - que cosa, por esto que me acabo de sacar.

"John" - si - le dije tartamudeando.

"Oscuro" - se llama Beiwer y otorga poderes a sus portadores

"John" - ¿poderes?

"Oscuro" - claro como lo que acabas de ver

"John" - si tienen eso, no entiendo en qué les puedo ayudar ni con que.

"Oscuro" - eso lo averiguaremos pronto, por ahora solo me límite a seguir las órdenes de la princesa - dijo mientras empezaba a caminar con los dos duende a su lado.

"Oscuro" - Sígueme, o la soga te tendrá que llevar de nuevo

"John" - yo no quería así que fui con él.

El camino empecé a observar todo ya era muy raro, el copo de los árboles cambiaban de colores y su tronco era de color negro, pasto era violeta y el cielo azul oscuro, sin mencionar de la forma de los insectos y demás animales.

Después de 1 día de caminar rumbo al reino, oscuro quiso frenar para poder descansar un poco. Aún nos faltaban 2 días para poder llegar al castillo dónde se encontraba la princesa.

Cuando frenamos A ser el fuego pudimos escuchar a una niña llorando con mucha angustia, al señor oscuro le di ó mucha intriga de saber por qué lloro esa niña, así que se dirigió por donde venían eso llantos, al encontrarla le pregunto.

"oscuro" - ¿Por qué lloras con esa angustia?

"niña" - Señor en mi pueblo han ido zorro ladrones, y nos asacado toda la comida, plata y reserva que teníamos, además nos a dicho que está noche vendrían de nuevo a sacarnos lo poco que nos quedaba.

Yo muy confundido sin entender me decía en mi mente ¿Zorro? Y ¿Ladrones? En dónde sé ha visto eso, por otro lado al señor oscuro se lo veía muy pensativo y demasiado serio.

"oscuro" - Guiamos hacia tu pueblo - Dijo oscuro.

"niña" - ¿Por qué quieres que te lleve al pueblo?, si te enfrentas a ellos te matarán, ni los guardias del pueblo se atreven a ponerse en su camino.

"oscuro" - Te voy a contar un secreto - dijo el señor oscuro - Soy un caballero de la reina.

Ella muy sorprendida se levantó y limpio sus lágrimas agarro un palo que no era ni muy largo ni muy corto y empezó a caminar, nosotros también empezamos a caminar pero oscuro se detuvo.

"oscuro" - duendes, ustedes vallan rumbo a el reino y díganle a la princesa que llegaremos muy pronto.

Los duendes agacharon la cabeza y sin decir nada dieron la vuelta y fueron rumbo al reino.

Nosotros por lo contrario seguimos a la niña, que en el camino fue haciéndole pregunta a el señor oscuro sobre cómo se sentía ser un caballero, o si las mujeres también podían ser caballero de la reina.

Yo lo único que hice fue pensar en como se vería un zorro ladrones o como aria para intimidar a las personas, la verdad es que no podía entender nada.

Ya pasado un tiempo, de caminar ella levantó la mirada y señalo hacia delante.

"niña" - ese es mi pueblo al cual todas la noche vienen los zorros con armas, lanzas y flechas, para poder llevarse todo lo que encuentren en su camino.

"oscuro" - danos una casa para quedarnos con mi compañero, asta que se aga de noche y poder atrapar a los zorros.

"niña" - síganse - dijo mientras caminaba hacia la entrada del pueblo.

El pueblo no era muy lindo que digamos había gente durmiendo en el piso, gastos y perro trabajando, mujeres, niños vendiendo cosa pero lo más loco que vi, fue a una tortuga corriendo.

La niña lo único que hacia era caminar hacia adelante asta que llegó a una casa media abandonada.

"niña" - señora María - grito la niña con mucha fuerza.

"señora María" - que pasa niña - dijo la señora María mientras salía por la puerta.

"niña" - Deja quedar a esto dos hombres por una noche.

"señora María" - y ¿Quienes son estos hombres? ¿Por qué lo quieres que se queden aquí?.

"niña" - Son simples viajeros, amigos de mi familia señora María, Hágame el favor solo por esta vez dijo, mostrándole una gran sonrisa en su rostro.

Ella nos miro con una cara de desconfianza pero al final decidió creerle a la niña, y entonces nos dirijo hacia un cuarto.

El cuarto estaba bastante mal cuidado y su olor no era bueno pero prefería dormir hay que a como lo había echó antes, abajo de un árbol.

Ya pasada varías horas del día, oscuro quiso caminar por el Pueblo esperando a que aparecieran los zorros, él estaba muy seguro de que los iba a poder vencer ya que según el antes se enfrentaba a animal, monstruo y ladrones peores que ellos.

Las horas pasaban el sol caía y la gente y animales ya se empezaban a refugiarse en sus casa al contrario del señor oscuro que me llevo con el, a una taberna.

"oscuro" - quédate aquí y mira muy atento a todo lo que va a pasar ya que tú me tendrás que ayudar en un futuro no muy lejano - dijo mi mientras miraba al medero y le pedía una cerveza.

"mesero" - ya es tarde - dijo el mesero muy asustado y preocupado a la vez.

"oscuro" - tráeme una cerveza - le volví a repetir, oscuro.

"mesero" - no señor por favor retirarse ya vamos a cerrar - le dijo el mesero cada vez más asustado eh impacienté.

El señor oscuro lo miro con ganas de reírse y le dijo

"oscuro" - sabes que si no me da cerveza me voy a ir de este pueblo y los zorros vendrán y les robaran todo como hacen siempre.

"mesero" - El mesero lo miro, se rió y le pregunto ¿Cómo Aras tu para derrotar a esos zorros ladrones?.

"oscuro"- acaso no sabes quién soy - le dijo el cada ves más impactante.

"mesero" - No señor , pero me interesa saber, por qué te veo con mucha confianza.

Oscuro se paró de su a ciento miro al techo, respiro muy profundamente y largo una Gran carcajada.

"oscuro"- soy oscuro el primer caballero de la reina - dijo en voz alta.

"mesero" - Tu eres el caballero de la Beiwer - dijo el mesero tartamudeando.

"oscuro"- así es mi gran amigo, mesero.

Entonces el mesero salió corriendo y le dio dos jarro llenos de cerveza, oscuro así como si fueran agua se lo tomaba de un sorbo. Cuando el señor oscuro terminó de tomar todas la cerveza que el mesero le había servido, se paró de su haciendo y como si no hubiera tomado ni una gota de alcohol, salió hacia afuera.

Yo estaba muy sorprendido ya que el no tambaleaba ni hablaba como si estuviera borracho, era como si no hubiera tomado nada de alcohol.

Oscuro se dirigió para la plaza central del pueblo, cuando se pudo empezar a escuchar muchos gritos.

"oscuro"- ya llegaron - dijo el señor oscuro demasiado serió.

"Jonh" - Que aremos - le respondí con un poco de miedo.

"oscuro"- Tu nada solo ve y esconderé detrás de una casa, esto no durará mucho tiempo - dijo muy confiado.

Le Icé caso, fui y me escondí detrás de una casa no muy lejos de donde estábamos, ya que quería ver y escuchar todo lo que pasaba.

Ya pasado un tiempo de esperar se pudo empezar a ver muchos zorros en caballos que se dirigían hacia donde estaba el, era algo que no se podía creer para alguien que no lo podía ver con sus propios ojos, el señor oscuro se paró y tomo su Beiwer que la tenia enganchada en su cintura.

Un zorro se le acercó hacia donde estaba el, lo miro de abajo hacia arriba y le pregunto.

"zorro" - quien eres y que hacés aquí - riéndosele en la cara.

El señor oscuro los miro y le dijo.

"oscuro"- será mejor que se vallan de aquí - con una cara muy sería.

El lo miro a la cara y se rió más fuerte aún mientras todos los otros que estaban detrás, se reían también a la para de el, pero un con un tono más bajo.

Oscuro dio un paso hacia atrás, se puso la Beiwer, al hacer eso toda su ropa se volvió de color negro al igual que aquella vez, en su cara no tenía boca y sus ojos eran bien chiquito. Ellos se sorprendieron al verlo de esa forma pero no se retiraron.

El señor oscuro junto su brazo izquierdo y el derecho dejando un espacio entre ellos se formó un círculo de color violeta, para así sacará una gran espada.

Oscuro los miro, y paso a paso se fue acercando al que parecía ser su líder, luego de unos pasos con mucha velocidad le agarro la cabeza y atravesó la espada en su pecho, al sacarle la espada el zorro cayó, para no volver a levantarse. Los demás lo quedaron mirando, rápidamente sacaron sus espadas, flechas y corrieron asía el, pero sin problema empuño su espada, y con cortando con su filosa espada los pudo vencer.

Cuando vieron que no podían hacer nada salieron corriendo sin pensarlo mucho.

Después de eso el se acercó asía mi, y se dio cuenta que me encontraba aterrado, entonces el saco lo que parecía ser un pastilla pero era de color verde y con forma de corazón.

"oscuro" - Toma, esto matará tu miedo - dijo mientras me miraba.

Entonces yo la consumí y así como él dijo el miedo se fue al instante.

Al ver los animales y personas del pueblo que el era el caballero de la Beiwer, el cual había matado y asustado a los zorros, ellos corrieron asía él y le hicieron un banquete con la poca comida que tenían más no le importo lo poco que tenían ya que sabían que gracias a oscuro los zorros no se acercarían nunca más, ademas nos dieron un gran cuarto para quedarnos esa noche.