Segunda temporada de "Encontrada por la bestia"
Leeteuk/la bestia despertó del coma gracias a la sangre y lágrimas de Johana, ahora prometía jamás morir y dejar sola a su amada. Mientras tanto, los chicos estaban en camino hacia Busan para encontrarse con Sora. Ella les prometió tener una solución para que Leeteuk siguiera con vida y buscar a los criminales Pettyfer y Kibum, del que no sabían su paradero después de la explosión a la mansión Pettyfer organizada por Sora.
Ahora, los asuntos se van resolverse en esta temporada.
Continuamos con la aventura.
En Busan unas horas antes…
Finalmente los chicos llegaron al lugar establecido y varios comentarios se escucharon.
—¿Qué es este lugar?
—Está bien escondido.
—Huele raro.
—¿Seguros que es aquí?
Shindong volvió a marcarle a Sora, estaba realmente preocupado por el lugar a donde los guio.
—¿Sora? Ya estamos aquí. ¿Segura que es este lugar?
—¿Llegaron? Suban por la puerta amarilla.
Shindong miró a su alrededor y vio aquella puerta.
—¿Esa puerta? ¿De verdad?
—Sí, es esa.
—Sora ¿No es una trampa verdad?
—Oh dios claro que no ¿Crees que soy un
monstruo?
Shindong guardó silencio, era clara la respuesta.
—Uy, eso me dolió —comentó—. Solo entren y suban las escaleras, sigan el pasillo y llegarán
a la recepción, alguien los traerá a la sala.
Shindong colgó, le indicó a los chicos que lo siguieran. No estaban completamente seguros de sí subir o huir mejor,
pero ya estaban ahí y cualquier cosa, estaban armados y sabían pelear.
Llegaron a la recepción, todos quedaron impresionados, no parecía el mismo lugar, es más, parecía un lugar
diferente, por fuera era una fachada horrible, como un callejón del lugar más feo de Seúl, pero por dentro era un palacio, estaba más limpio que el laboratorio de Leeteuk. Y la chica era tan bonita que parecía modelo, Shindong
le hizo ojitos, pero ella lo ignoró debido a que hacía muy bien su trabajo. Todo ahí era confidencial, no había marcas de ningún tipo, ventanas y menos cámaras de seguridad. Llegaron a la sala al final del pasillo.
—¿Solo hay un pasillo y un cuarto? —Siwon comentó.
Nadie respondió, estaban tan perdidos como Siwon. Cuando entraron, reconocieron inmediatamente a algunas personas. Sora por supuesto estaba con ellos y fue a tomar asiento de inmediato, Min Woo (que solo Kyu conocía) y Zhou Mi. Todos parpadearon al escuchar la voz del Sr. K. Will invitándolos a sentarse.
—Sé que tienen muchas preguntas, pero se las responderemos de inmediato, tomen asiento donde gusten.
Todos miraron a Shindong y este les asintió. El empresario y su esposa sonrieron, aunque querían estallar en risas
se contuvieron de poner más nerviosos a los chicos… solo para jugar con sus sentimientos.
—¿Y el joven Lee? —Ailee preguntó.
—Onew… —Shindong bajó la mirada.
Todos sabían lo que el gordito diría, que se quedó a cuidar a Leeteuk.
—Está… ocupado.
—Ya veo. ¿Nadie más falta Sora? —el Sr. K. Will preguntó.
—Solo sería Onew, Johana y por supuesto… Leeteuk. —Respondió.
—Entiendo. —Carraspeó—. Chicos, quiero que escuchen atentamente.
Todos miraron al empresario.
—Leeteuk no murió —el Sr. K. Will explicó.
Y comenzó la lluvia de preguntas.
—¿Qué?
—¿Cómo dijo?
—¿Cómo sabe?
—¿A qué se refiere con eso?
—Nosotros vimos que dejo de respirar y su corazón…
—Pero a todo esto ¿Usted como sabe? ¿Sora le dijo? —Shindong preguntó molesto.
Casi fusilaban a la mujer con los ojos.
—Solo me dijo algunas cosas —el empresario interrumpió—. Pero por lo poco que sé de su extraño veneno, solo necesitaba estar en coma por un día más o menos y después despertaría con algo de fluido de la cura.
—¿Algo de fluido de la cura? —Shindong comunicó—. Nosotros le inyectaron de todo.
—No, fluido de la chica me refiero.
—¿De Johana?
—Sí.
Sungmin ladeó la cabeza, Kyu miró a su novio y a los empresarios.
—Pero… solo necesitaba una operación de cráneo, no necesitaba nada de ella. —Shindong agregó.
El empresario suspiró, su esposa le sonrió y asintió.
—Yo les explicaré, aunque ya saben cómo funciona el cuerpo de Leeteuk, adquiriendo los fluidos de la joven Park, lo mantenía con vida y para “revivirlo” también los necesitó.
Todos asintieron.
—La bala en la cabeza solo lo dejo en coma unas horas, parecía muerto, pero no lo estaba.
—¡Si lo estaba, todos lo vimos! ¿¿Verdad? —Shindong preguntó y todos asintieron.
—Puede que su cuerpo sí, pero la bestia aún vivía.
—¿Aún vivía? ¿Por qué habla en pasado? —Kyu preguntó.
—Porque ahora morirá para dejar al otro vivir su vida normal.
—¿Morirá?
—Ósea que ¿ya no volverá a sufrir ataques por eso?
—Exacto, ya no necesitará tan desesperadamente de su pareja.
—Y entonces… ¿Ya no amará a Johana?
—No tiene nada que ver con eso, el amor es el amor, pero lo que dejara de hacer Leeteuk es transformarse y lastimarla.
Todos entendieron y se sintieron aliviados. Pronto Shindong los miró.
—¿Cómo saben todo eso?
Los empresarios indicaron a sus asistentes que pusieran una presentación con proyector. En las imágenes había documentos confidenciales en español del padre de Johana.
—¿Sr. Rodríguez? —Shindong se preguntó.
—¿Quién es? —Ryeowook preguntó también.
—Es… el padre de Johana —Sora les respondió.
Todos soltaron decenas de expresiones de asombro. Si no conocieran la verdad sobre Leeteuk, dirían que esa es la noticia más sorprendente que les decían.
—Entonces ¿Eso son sus documentos? ¿Cómo sabían dónde…?
—Déjenme explicarles. —La Sra. Ailee se puso de pie y caminó hacia la proyección—. Nosotros somos a los que llaman “los cazadores”.
—¿¿¿Qué??? —todos preguntaron al mismo tiempo, sus caras no tenían precio.
Mientras en la mansión habitada solo por un par de amantes…
La bestia mordía los hombros, el cuello y pecho de Johana, no dejaba de saborear todo su cuerpo.
—Eres… como un delicioso helado.
Ella sonrió, le gustaba la sensación que recorría todo su cuerpo. Le agregó su lengua a las sensaciones, chupaba,
succionaba y mordía, ahora eran varias formas en que él disfrutaba del cuerpo de su amante. Su excitación seguía dentro de ella y no dejaba de moverse. La tenía sentada frente y sobre él, no perdía ningún detalle, así era más cómodo para los dos. La miraba con pasión, lujuria, posesión y locura, esos ojos no la dejaban respirar, Johana bajó su rostro apenada, pero la bestia la obligó a mirarlo.
—Mírame… quiero ver cada una de tus expresiones.
—Pero, estás obsesionado conmigo y asusta.
—Siempre lo estaré, acostúmbrate.
Sorpresivamente y como era de esperarse, la embistió agresivamente haciéndola gritar y gemir, lo que provocó
que derramara su semilla creadora de vida dentro de ella con rapidez. Poco a poco le bajó el ritmo y jadeó.
—Eso estuvo fascinante —Johana comentó agitada.
—Si… ahora es tu turno.
Él se acostó e hizo que la chica lo cabalgara, así disfrutaría más de la vista y su rostro sufriendo de placer. Creo
que no había algún centímetro de piel que él no haya tocado, no dejó ningún lugar sin morder o besar. Cuando habían acabado su tercera ronda, la bestia la atrajo a él para continuar… pues no siempre uno se moría y revivía.
—Ahora cabálgame como hace rato.
—Pero… no puedo. —Gimió.
—¿Cómo qué no?
—Tu asunto está duro.
—Si lo sé. —Sonrió como si de un halago se tratara.
—No es eso es que… duele.
La bestia escuchó eso como un sollozo, se preocupó.
—¿Te duele?
—Sí.
Johana bajo la cabeza e intentó moverse, pero jadeó de dolor.
—Me duele… de verdad.
Él contrajo sus labios con preocupación.
—De acuerdo tú ganas.
Con mucho cuidado, sujetó las caderas de su amante y la levantó para acostarla a su lado y se miraron.
—Perdóname, sé que querías seguir. —Johana se escondió en el pecho de su amante.
—No te preocupes, lo importante es que los dos lo disfrutemos, no tiene caso que no sientas placer cuando yo sí.
La bestia acariciaba su espalda mientras platicaban. Johana frunció el ceño por la ironía.
—Antes no quería hacerlo y seguiste.
—Si querías, se notaba en tu rostro. —Él sonrió de lado—. Tú podrás engañarme con tu voz, pero tu cuerpo dice otra cosa.
—¿Y cómo sabes que no miento ahora?
—Tu rostro lo dice todo, ya te dije.
La bestia la besó fugazmente.
—A mí no me puedes ocultar nada, eres mi pareja.
Johana sonrió y lo abrazó.
—Lo seré para siempre… solo no te vuelvas a ir así.
—Te prometo que jamás me iré, incluso si muero… haré lo imposible por revivir.
En Busan, había una gran conmoción, los cazadores eran la pareja empresaria liderada por el Sr. K. Will y la Sra.
Ailee.
—¿Ustedes?
—¿Los líderes?
—¿Cómo paso esto?
—¿Por qué?
Muchas preguntas resonaban en la sala, Sora se puso de pie y los calmó.
—Dejen que les expliquen, para empezar, los aquí presentes son parte de los “cazadores” actuaban de forma distinta en muchas partes del Seúl, algunos de encubiertos.
Ella miró al chico chino de la sala, Sora sabía que Zhou Mi era parte de los cazadores, lo notaba sospechoso y
cuando lo vio en la sala confirmó sus sospechas. Todos miraron a Zhou Mi al notar el intercambio de miradas.
—Supongo que conocen a Zhou Mi, es socio del negocio asqueroso de Kibum. —Sora explicó con desdén hacía el negocio.
—Zhou Mi, yo no sabía que eras parte de esto y jamás me dijiste nada —dijo Shindong decepcionado.
—Lo siento amigo, es un gran secreto que tuve que guardar. —Respondió—. Yo fingía ser amigo de Kibum solo
por esto.
—Pudiste decirme antes. —Shindong ladró.
—No puedo, entiende.
Shindong cruzó sus brazos y lo ignoró. Sora carraspeó.
—Después hablarán de amistades, por lo pronto, los líderes quieren decir algunas cosas importantes. —Sora le sonrió la pareja.
—Gracias Sora —Ailee le respondió—. Hay algo que tienen que saber… Leeteuk, es nuestro hijo.
—¿¿¿Qué???
Nuevamente los chicos parecían desmayarse, era mucho para ese día y más que no habían dormido.
—¿Leeteuk es hijo de ustedes? —señaló Shindong.
—¿Y por qué no lo buscaron todo este tiempo? —Kyu bramó.
Ambos sabían que empezarían con preguntas acusadoras, Sora los volvió a calmar para que pudieran explicarles.
La pareja les explicó que tuvieron que dar en adopción a Leeteuk para poder seguir con el secreto, por supuesto que no fue fácil dejar a su bebé.
—¿Los Park lo sabían? —Shindong preguntó—. ¿Sabían que ustedes eran cazadores?
—Si, por eso aceptaron esta misión —el Sr. K. Will respondió.
—¿Misión? –Sungmin preguntó.
—La de criar al heredero de la organización.
—Efectivamente los Park hicieron un buen trabajo —la Sra. Ailee respondió—. Leeteuk es el hijo perfecto y futuro líder.
—Pero no sabíamos lo que pasaba con Pettyfer y los Park, nos enteramos hace poco sobre la transformación de nuestro hijo y por supuesto la de Onew. —Agregó el Sr. K. Will—. Nos sentimos muy mal por no poder cuidar a nuestro hijo, pero no podíamos intervenir.
—Muchas personas iban a estar en peligro si interveníamos —Ailee explicó.
—Creímos que lo mejor era atacar el problema de raíz, deteniendo a Pettyfer y a Kibum quienes han hecho cosas
terribles, no solo a ustedes, sino a todo el país, son una amenaza para la comunidad. —K. Will explicó—. Sora y ustedes nos ayudaron a destruir la mansión de Pettyfer la cual contenía sus mayores secretos, pero según Sora, ellos dos podrían estar con vida y es por eso que los hemos llamado aquí.
—¿Eso qué significa? ¿Quieren que hagamos el trabajo sucio? —Contestó Kyuhyun exasperado.
—No, queremos que sepan la situación y estén al pendiente. Sora y algunos integrantes de la organización se
infiltrarán en el edificio en donde llevaron a esos dos y terminarán el trabajo.
—Ellos tienen buenos informáticos, nos ayudarán a entrar discretamente sin ser notados. —Sora sonrió.
—Además de eso, ustedes necesitan saber algunas cosas más.
Todos se miraron entre sí buscando respuestas en sus miradas, era demasiado y no sabían si resistirían una verdad más. Necesitaban dormir al menos dos días. El Sr. K. Will se acercó a Sungmin y lo miró como si viera a una muñeca hermosa.
—Creciste bien.
—¿Eh?
—Eres muy lindo. ¿Quién es la afortunada?
—¿Cómo dice?
—¿No tienes novia?
—Él es mío. —Kyu lo abrazó.
—Ah… eres…
El empresario se sintió incómodo con la palabra homosexual.
—No, pero lo soy por él. —Sungmin le sonrió a Kyu.
—¿Usted lo conoce? —Siwon preguntó.
—Más o menos, sus padres fueron guardaespaldas de los Park y nuestros amigos. Y por cierto, Sungmin hay un
testamento para ti.
—¿Un testamento?
—Sí. Heredaste lo tuyo.
Todos se impresionaron y miraron a Sungmin para ver su reacción.
—¿Creíste que tus padres te dejarían en la calle? —Agregó.
Sungmin parpadeó varias veces.
—¡Sí! ¡Lo hicieron, me dejaron en la calle! ¡Estuve…!
Kangin lo abrazó, conocía bien el sufrimiento de su amigo.
—Seguro tuvieron sus razones —Kangin le susurró. Sungmin Casi lloraba.
—Exactamente, tus padres no tuvieron el tiempo suficiente para decirte sobre tu herencia, fueron asesinados. Nosotros por supuesto jamás nos enteramos de tu paradero, desapareciste por completo y sé que no ayudará mucho, pero estuvimos cuidándonos de Pettyfer, era un tipo muy loco, estaba causando estragos en todos lados y sobre todo, estaba cazando a cada uno de sus padres. Sentimos no poder haber hecho mucho por ellos, pero
desgraciadamente Kibum se unió a su poder y nos agarró en bajada. Entre los dos pudieron vencernos, pero no nos dimos por vencidos. Aunque perdimos mucho poder y quedamos en “coma” unos años, pero nos recuperamos, pero por ese tiempo perdido, no encontramos a ninguno de los herederos, solo encontramos a Leeteuk.
—Es por eso que no estuvieron activos hasta hace poco —Shindong respondió entendiendo.
—Exactamente, ahora que encontramos a los otros herederos podemos volver con más poder.
—¿Los herederos? ¿Quiénes son? —Kangin preguntó.
—Como dije antes, Leeteuk es el líder de la próxima generación, Johana, Onew, Sungmin y Zhou Mi. Este jovencito chino comenzó hace poco, pero lo hace bien.
—¿Soy un heredero? —Sungmin abrió grande sus ojos. —Pero si yo…
—Es parte del testamento, el cual no encontramos jamás.
—¿No saben en dónde está el testamento de mi familia? —Sungmin preguntó.
—No, cuando perdimos contacto con los Park, se perdieron muchos datos importantes. —El empresario suspiró—. Ellos borraron mucha información.
—Debió ser porque eran perseguidos —Ailee comentó triste—. Estamos muy seguros de que Kibum se unió a Pettyfer para destruir a los Park y heredar su dinero, pero por desgracia para él, Leeteuk no se encontraba en el avión y entonces él sobrevivió heredando todo.
—Ese maldito… —Kangin no pudo evitar el llanto—. No solo se hizo de dinero…
Ahora Sungmin confortaba a su excompañero. Todos extrañaban a sus familias.
—Nos uniremos a su grupo y ayudaremos en lo que necesiten. —Shindong se puso de pie.
Todos hicieron lo mismo y asintieron. Sora suspiró tranquila, sabía que esa reunión terminaría bien. Ella miraba a
todos los cazadores, pensaba que el mundo sería mejor si se les uniera más gente honesta como ellos. Interrumpiendo el silencio de la sala, el celular de Shindong sonó unos segundos anunciando un mensaje, el chico lo leyó y abrió sus ojos como platos.
—¡Oh diablos!
Todos miraron a Shindong, el gordito mantenía el celular muy cerca de su vista, como si deseara meterse en el
aparato y salir al otro lado.
—¿Qué pasa Dong? —Yesung preguntó.
—Onew me dijo que se fue a casa con Luna.
—¿Y…? –Yesung volvió a preguntar, pero abrió sus ojos entendiendo. —¡Dejaron sola a Johana!
—¡Hay que irnos o hará alguna locura! —Siwon agregó aterrado.
El Sr. K. Will se acercó.
—No es necesario.
Todos lo miraron.
—¿A qué se refiere? Debemos irnos —Shindong contestó.
—Leeteuk… a estas alturas ya salió del coma.
—¿Eh?
—¿Cómo sabe eso? —Ryeowook preguntó.
—Leeteuk no puede morir, por lo que entendí, el veneno que lo transforma en bestia impide que muera, lo que le pasó debido a la bala solo lo debilitó. Pero con algún fluido de la joven ya estará despierto.
—¿Algún fluido?
Shindong parpadeo varias veces, se acordó de cuando Johana intentó quitarse la vida y lleno de sangre el cuerpo de Leeteuk. Se imaginó que las lágrimas de ella ayudaron también.
—Ahora que lo dice…
—¿Qué? —Heechul preguntó.
—Johana… bueno… creo que tiene razón.
—¿Eh? —Los chicos miraron a Shindong.
—¿Viste? —Sonrió el empresario—. Ya no hay de qué preocuparse.
La junta terminó. Los Cazadores los invitaron a dormir en uno de los hoteles en los que suelen hospedarse, pero por ser cazadores tenían ciertas reglas.
—¿Es este? —Heechul se expresó con decepción.
—¿Esperaban lujos? No señores, nosotros trabajamos de encubiertos, nadie sabe quiénes somos y jamás se menciona fuera de la sala de juntas —Zhou Mi explicó—. Ya, andando.
Aunque no querían, se quedaron a dormir en un hotel casi pobre. Era necesario, ya que estos no tenían cámaras de vigilancia ni llevaban un registro por computadora. Era fácil para ocultarse.
—Tú y yo solos. —Heechul abrazo a Siwon.
—Claro que si bebé.
Zhou Mi rodó los ojos.
—Aquí está la suya chicos, no hagan mucho ruido.
El chico se burló.
—Oye. —Kangin se acercó a Zhou Mi—. Hablando de novios… ¿Tu noviecito sabe que eres uno de esos?
—¿Mi noviecito?
—Sí, el que estaba en el club.
—Ah sí, Henry, no.
—¿No?
—No sabe nada, no puedo decírselo.
—Entonces lo engañas.
—No es así, se lo diré cuando me den permiso y sepa realmente si está destinado a estar conmigo.
Kangin casi lo miraba con admiración.
—Cuando estás en este tipo de equipo, buscar pareja es difícil —Suspiró.
—Entiendo.
Todos los demás chicos buscaron habitaciones por pareja, no hacía falta mencionar que cada quien agarró a su
novio y se lo llevó a una habitación, los demás se quedaron solos, incluso Sora.
Los líderes fueron a su propia habitación y al acostarse a dormir se quedaron mirándose a los ojos.
—¿Qué piensas? –K. Will preguntó.
—¿Tú qué piensas? –Ailee preguntó
—Seguro lo mismo que tú.
—¿Cómo sabes lo que pienso?
—Es fácil, estás aliviado de tener a esos chicos de tu lado y que Leeteuk está bien.
El hombre suspiró.
—Sabes todo con solo mirarme, ¿no?
—Así es. —Sonrió—. Ahora mismo debe estar… haciendo ya sabes…
—Lo sé. —respondió con sonrojo.
—Así que los chicos no irán hasta en dos días.
—¿Dos días?
—Para que Leeteuk disfrute, no todos los días se muere uno y revive, Leeteuk debe estar recargando ahora y no se saciará con una noche.
—Pero mañana debemos volver a Seúl y planear el asesinato de esos dos.
—Cierto, como lo siento hijo, vamos a interrumpirte —dijo mirando el techo.
—Ya tendrán toda la vida para disfrutarse.
La pareja se quedó dormida. No conocían realmente a su hijo, ya que no lo criaron, pero no se equivocaron en
adivinar que Leeteuk no estaba satisfecho. Por algo sabían que la condición de su hijo, era bastante confusa, pero de lo que estaban muy seguros, es que su vida ya estaba en manos de su pareja. Johana era primordial para la vida de Leeteuk, era bastante parecido a como son parejas lobunas.
Johana estaba casi dormida sobre el pecho de la bestia, estaba tan caliente y suave, no parecía un muerto que revivió.
—Mmm…
Sintió un hormigueo en su espalda. La bestia recorría su cuerpo con sus dedos. Tocaba su espalda y bajaba a su
trasero, de ida y vuelta.
—¿Qué…? —Gimió.
—¿Ya descansaste?
—¿Eh? —Ella talló su ojo.
—Quiero hacerlo de nuevo.
—¿Eh? ¿Es en serio?
Ella se levantó impresionada, miró el reloj y notó que no había pasado ni media hora de la última relación sexual.
—Pero acabamos de hacerlo, mira la hora.
—No estoy satisfecho.
—Pero pensé que…
—Te dejé descansar porque te dolía.
—Si pero…
—Ahora si móntate.
—No, por favor.
Él sujetó sus muñecas, ante ese acto agresivo, Johana reprochó.
—No puedo creerlo, acabas de volver de la muerte y solo quieres hacerlo. ¿No quieres comer nada?
—Solo a ti, es lo único que necesito.
Afirmó con voz suave. Aunque era una conversación sobre sexo, la bestia hizo que le llegara al corazón a la chica.
Ella asintió con pena. Se dejó llevar por su amante al sillón.
—Quiero que pongas las caras más eróticas que puedas —suplicó.
—¿Por qué?
—Quiero venirme como loco.
Ella sonrió.
—Siempre te vienes como loco, no importa la cara que ponga.
—Solo haz lo que te digo. —Frunció el ceño.
Sin avisarle, introdujo su miembro en ella, ganándose unos gemidos sonoros de la chica.
—Así… me gusta así.
—¡Avisa cuando vayas a meterla!
—¿Para qué?
Comenzó a moverla, de arriba hacia abajo, sin dejar de mirar su rostro, lamía sus labios degustando de la hermosa
vista. Pensaba que ella era alguna especie de hada o ninfa, porque no se imaginaba eligiendo a nadie más para ser su pareja, incluso lo supo desde qué la conoció. Los anillos de dulce, eran prueba suficiente de su deseo hacia
ella, solo que en ese tiempo todo era inocencia. Leeteuk lo supo antes que la bestia y eso era algo que ese espécimen no podía tolerar, no importaba cuanto hiciera, sentía que la chica que tenía debajo de él estaba pensando en su novio humano.
Mientras tanto, Johana no le podía decir que no, le encantaba todo lo que la bestia le hacía. Pensaba que estaba
loca, pero deseó que cada noche le hiciera el amor como si fuera la última.
Finalmente gruñó y se vino por completo en ella.
—¿Terminaste?
Él asintió jadeando. Sonrió de lado y la besó. Johana ya no necesitaba alcanzar el orgasmo de nuevo, pues ya había tenido suficiente de eso, quizá mañana.
—Ahora si a dormir.
Bastó con un minuto para que los dos regresaran a la cama y se quedaran dormidos.
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