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¡ Soy Capaz De Todo Por Tí!

Cap.1

Sus miradas se cruzaron una noche en un bar, eran miradas esquivas. Se pronunciaron algunas palabras, fue una conversación fuera de lo normal, dónde se emplearon dichos incómodos. Lo que ellos no imaginaron, era que el destino se encargaría de ponerlos frente a frente, en el mismo lugar.

Dos jóvenes, de diferentes caracteres, y con distintas formas de expresar sus emociones.

Zoe castillo tiene veintidós años, una joven independiente, decidida e inteligente. Actualmente, presidente de una empresa muy importante. Su padre, cuando ella cumplió diecinueve años, decidió dejarla a cargo de todo de ka la empresa familiar. Desde entonces se ha dedicado a su trabajo. Es muy exitosa, de gran belleza, tiene muchos pretendientes, pero ninguno llena sus expectativas. Es muy exigente en cuanto al amor, de hecho nunca se ha enamorado.

Carlos Godoy, veintiséis años, un don Juan. Le gustan las fiestas, las mujeres, y odia el compromiso. No siempre fue así, pero después de una desilusión amorosa, sus sentimientos cambiaron. Prefería tener muchas mujeres que no fueran de él, ha tener una, y que sea de alguien más.

Sus padres lo aconsejaban, y le pedían que cambiara su estilo de vida. No era fácil para ellos ver a su único hijo de fiesta en fiesta y con mujeres diferentes. Al ver que él no les hacía caso, y no tomaba nada en serio, trataron de buscar una manera para a hacer que cambie de actitud y se haga un hombre responsable. Ellos son socios en una empresa de marketing, y en busca de una solución a la irresponsabilidad de su hijo, decidieron pedirle que se haga cargo de sus acciones correspondientes en dicha empresa.

¡Aquí, empieza todo!

Carlos, después de días negándose a trabajar en esa empresa, aceptó ir solo para complacer a sus padres, no les gustan esos tipos de negocios, tampoco tener que discutir decisiones con alguien más. En sus planes estaba pasar unos meses en la empresa, luego dejar a alguien a cargo de todo.

Él, es muy unido a su primo Yeison, siempre van juntos a todas partes, como iba a viajar a otra ciudad, le pidió que lo acompañara.

— Yeison, ven conmigo, solo serán unos meses. La verdad, odio tener que ir a esa empresa, no sé qué pasará.— expresó pensativo.

— No lo sé, aquí tengo todo lo que necesito.

— Por Dios, yo soy todo lo que tiene.

— Está bien, quizás me sienta bien un cambio de aires. Además, estoy seguro de que nos vamos a divertir. — dijo con una sonrisa pícara.

— ¡Eso no lo dude! Entonces nos vemos en el aeropuerto en una hora, nos vamos en el jet privado. Despídete de tus amigas. 

Carlos se fue al apartamento a organizar todo para su viaje. 

——

En la empresa de Marketing Cas. Proyección. Zoe estaba en su oficina mirando unos documentos, pensativa, y preocupada al mismo tiempo. Le habían informado de que los señores Godoy, se iban a hacer cargo de sus acciones.

Pensar que tendría que trabajar con alguien con su misma voz de mando, no estaba en sus planes. Su amiga de la infancia y asistente personal, le tocó la puerta. 

— Adelante.— dijo desanimada.

— ¿Y esa cara? — preguntó Alison mientras se sentaba.

— ¡Caray! Ali, tengo tres años trabajando cómodamente, espero que este joven, no venga arruinarlo todo y, a complicarme la vida. Tiene fama de mujeriego y patán.— dijo con frustración.

— No te preocupes, estoy segura de que se llevaran bien, que tengas esas cualidades no lo hace mala persona.

— ¡Bueno! ¡Eso espero, ya vámonos! Está muy tarde.

Las amigas se dispusieron a salir, iban caminando y Alison, con gran entusiasmo, dice.— ¿Por qué no nos vamos a aún bar? Tú únicamente trabaja y trabaja, mereces un poco de diversión, y un hombre de paso.

— No, Ali, Me voy a mi casa, sabes que no me gustan mucho las fiestas, y lo de hombre, sabes que no me interesa nadie, deja de pensar en eso.

———

Carlos y Yeison llegaron a la ciudad, se instalaron en la casa de los padres de Carlos, una casa muy hermosa por cierto. Pasaron la tarde descansando, luego al anochecer decidieron salir a conocer un poco la ciudad, aunque ya habían estado en ese lugar, lo único que les interesaba era encontrar un centro de diversión exclusivo, para divertirse y pasarla bien.

Llegaron a uno de los mejores clubes, en dónde las mujeres bailaban desnudas y se hacían todo tipo de show. La noche estuvo llena de diversión.  

Siguiente día

Carlos amaneció con una tremenda resaca, era imposible presentarse a la empresa, tampoco quería ir. 

— ¿Qué vas a hacer?— preguntó Yeison, quien estaba en el mismo estado.

— Acabo de llamar a la empresa, no vamos a ir, ¡que se jodan todos!

Zoe había llegado temprano a la empresa, quería estar ahí cuando se presentara el socio. Estaba en su oficina, Teresa, la secretaria le toca la puerta.

— Adelante.

— Señorita, Zoe, el señor Godoy llamo para decir que no se puede presentar hoy.

— Primer fallo, está bien, Tere.

— ¿Quieres que reúna a los de administración mañana?— preguntó Teresa.

—Sí, Tere, la junta será a las 10:00 AM, que todos estén presentes.

El día avanzaba sin imprevisto. Era hora de irse a sus casas.

Alison, como siempre, le insiste a Zoe para que salgan a tomarse unas cuantas copas.

— Amiga, anda, vamos al bar.

— Tú no cambia. ¿Pero sabes qué? Te voy a hacer caso, me voy a mi casa, cuando esté lista te llamo.— dijo sin mucho ánimo.

— Te quiero mucho. — vocifero Alison feliz.

La noche promete ser interesante.

En casa de Zoe, su nana estaba feliz, al notar que se arreglaba para salir.

— Mi niña, que bueno que decidiste salir.— expresó Marta con una gran sonrisa.

— Sí, nana, Ali insistió tanto que logró convencerme. Besos, te quiero mucho mi nana hermosa.

Cap.2

Alison Gil, era una mujer hermosa, de veintitrés años. No conoció a sus padres, y creció con una amiga de la familia Castillo. Le gusta divertirse, pero es muy sensata. Era de esas mujeres que dicen “si al sexo, no al amor”

  — Zoe, no te vas a arrepentir. Vamos a pasar una excelente noche.— dijo Alison emocionada.

— Eso espero. Estás preciosa, Ali.

— Tú estás hermosa también. Hoy vas a conocer al amor de tu vida.

— Lo dudo, pero vámonos, entes de que me arrepienta.

Las chicas llegaron a un bar exclusivo, subieron al área VIP y pidieron una botella de vino. Se acomodaron en un lugar de donde se podía observar todo el bar. Zoe no estaba acostumbrada a visitar esos lugares, miraba todo a su alrededor para estudiar el panorama. En su observación algo le llamó la atención, un grupo de mujeres estaban rodeando a unos hombres como si fueran reyes.  

— Por eso no me gustan estos lugares. Mira esas mujeres como se les ofrecen a esos hombres.— pidió Zoe 

— Zoe, vamos a hacer claras, ellos están buenísimos. — dijo Alison, provocativa.

— Eres una tarada.

Carlos y Yeison estaban rodeados de hermosas mujeres. Son unos hombres muy guapos, y sexis. Carlos no sabía a cuál de ellas elegir para pasar la noche, se tomó un trago de whisky, y miró a una esquina. Había dos hermosas mujeres, pero una le llamaba más la atención. Tenía un cuerpo perfecto, una encantadora sonrisa, y un toque de sensualidad. No dejaba de mirarla, todas las mujeres que estaban a su lado dejaron de existir para él.

— Yeison, esa mujer es la que quiero para pasar la noche. — señaló a Zoe.

— ¡Uf! ¡Qué hermosas! Se nos arregló la noche.

Ellos pensaron que esas mujeres eran de las que mueren por hombres como ellos, pero estaban equivocados.

Carlos estaba impaciente, no aguantó más y se acercó a ellas, Yeison le siguió los pasos.

— Hola, señoritas, ¿cómo están? ¿Nos pueden a hacer compañía?— les preguntó confiado de que aceptarían.

— Hola. — dijo Alison, sabía que Zoe no iba a aceptar.

— No han respondido a mi pregunta.— argumentó Carlos, buscando la mirada de Zoe.

— ¿Qué tipo de mujeres crees usted que somos? — preguntó Zoe.

— Unas que se quieren divertir.— respondió Carlos.

— Nos estamos divirtiendo, no necesitamos hacerles compañía a nadie, estamos bien solas. Busquen otras mujeres que estén disponibles para ustedes.— aclaró Zoe.

Carlos se acercó más a ella y le susurró al oído. — Aquí hay muchas mujeres que quieren estar conmigo ¿Y usted me está rechazando?

Alison conocía el carácter de Zoe, y antes de que el ambiente se pusiera más incómodo, interrumpió la conversación.

— Mi amiga, yo le contesto. Pueden volver a su lugar, no queremos compañía. Gracias.— dijo mirando a Yeison.

— ¡Como quieran! Si cambian de opinión, talvez ya no estemos disponibles. — dijo Carlos con una actitud de arrogancia.

Alison y Zoe siguieron disfrutando, aunque Zoe no estaba muy a gusto que digamos. Un joven, al parecer ebrio, se acercó a las mujeres e intentó tocar a Alison a la fuerza. Carlos y Yeison, quienes estaban mirándolas, se acercaron inmediatamente a ellas.

No fue necesario defenderlas, Alison agarró al joven por el pelo y Zoe le dio unas cuantas cachetadas, y el chico salió corriendo.

Carlos estaba sorprendido, sonrió, y les preguntó. — ¿Están bien?

— ¿Te parece lo contrario? — respondió Zoe 

— ¿Por qué tienes que ser tan altanera? Solo quiero que la pasemos bien.— Carlos se estaba impacientando por la actitud de Zoe.

— Mejor lárgate, busca a alguien que te pueda complacer, porque aquí no lo vas a encontrar.— dijo Zoe, ya molesta.

Carlos sintió su ego herido, a él nadie lo rechazaba, intentó ser amable y fue rechazado. Dio la vuelta para irse, pero tenía que decirle algo a Zoe. 

— No le ruego a mujeres, no tengo la necesidad de hacerlo. Usted es una amargada.— después de decir esas palabras se fue a su lugar.

Pasaron las horas, todos se miraban disimuladamente, pero nadie decía nada.

Era imposible para Carlos dejar de mirar a Zoe, tenía deseo de tener sexo con ella. Mientras besaba apasionadamente a una mujer, abrió los ojos y miró a Zoe, por suerte, ella lo estaba mirando.

A Zoe le molestó su cinismo. — ¿Sabes qué, Ali? Vámonos, no me gusta este teatro, ese imbécil se está burlando de mí.

— Otro día te quedas en tu casa, ¡qué bárbara! Tienes que aprender a vivir el momento. — dijo Alison sin querer irse.

Carlos las vio retirarse y corre hacia ellas. — ¿Tan pronto se marcha, señorita? ¿De verdad no me vas a hacer compañía, a mi casa, a un hotel, oh usted elige?

— Estúpido, ¿pero quién se cree? Si tienes tantas mujeres, ¿por qué me sigue rogando? Solo para que lo sepas, no me gustan los hombres como usted, permiso.

Mientras ellos tenían su charla desagradable, Yeison y Alison no se quedaban atrás. 

— ¿Te volveré a ver? — preguntó Yeison.

— Sí, en tus sueños. — respondió Alison.

— ¿Ustedes comprar la amargura, oh, se la regalan?— indagó Yeison 

—Jódete.— respondió Alison molesta.

Siguiente día

En la empresa Cas. Proyección.  

En la sala de junta estaban esperando a los Godoy, pero esa espera era inútil. Ellos no habían dormido nada, y no se podían presentar en la empresa. Pidieron disculpas, y su excusa fue que estaban cansados por el viaje.

Zoe había convocado una reunión con todo el personal administrativo, estaban todos reunidos esperando al señor Godoy. 

Teresa, la secretaria, entró a la sala de juntas donde ya estaban todos, excepto el señor Godoy. 

— Permiso, señorita Zoe, tengo un mensaje del señor Godoy.

— Sí, Tere, dime.

— El señor Godoy no podrá presentarse.— dijo Teresa 

— ¿Te dio algún motivo?— preguntó Alison.

— Solo dijo que estaba muy cansado por el viaje.— explicó Teresa.

— Está bien, Tere, muchas gracias. Pues, en vista de que el señor Godoy no puede estar presente, se cancela la junta.— informó Zoe y se levantó molesta.

Zoe entró a su oficina maldiciendo y muy molesta. — Maldito, creído, pero que no pienses que se la voy a poner fácil. — estaba hablando sola.

El día paso sin demora.

Cap.3

Teresa, antes de que Zoe se fuera a su casa, fue a su oficina a darle una información. — Señorita, Zoe, ya confirmaron el evento.

— ¡Que bien, Tere!

— Todos los gerentes deben asistir, incluyendo al señor Godoy.

— ¿Es necesario que asistamos todos? — preguntó Zoe.

— Por supuesto, señorita, el señor Nicolás Barriola, es un hombre muy exigente, de ese evento depende el contrato millonario que beneficiará a la empresa. 

 

— Bien, Tere, entonces hay que avisarles a todos, también el señor Godoy, bueno, eso sí se presentan. Ya me voy, feliz resto del día.

——

Carlos habló con sus padres, el señor Godoy está furioso, le reclamó porque no se presentó en la empresa, estaba demostrando que es un irresponsable sin remedio. Él solo se disculpó 

El tiempo transcurría sin previo aviso, así llegó el día siguiente.

Todos estaban todos reunidos en la sala de juntas, excepto Zoe y Alison. Carlos llegó a la empresa, y se dirigió a la secretaria.

— Buen día, mi nombre es Carlos Godoy.

— Buen día, bienvenidos, señor Godoy, lo están esperando en la sala de juntas.— ella los condujo a la sala, los presentó y ellos se sentaron.

Después de unos minutos y sin escuchar a nadie decir, “Soy yo”, Carlos preguntó. — ¿Quién es el presidente de la empresa?—preguntó mirándolos a todos.

En ese instante, Zoe entró a la sala de juntas, acompañada de Alison. — Aquí estoy, señor Godoy.

Se miraron fijamente, quedando ambos muy sorprendidos.

Alison le dijo a Zoe en un susurro. — Esto es una broma. Dime qué estoy viendo mal.

— Estás viendo bien, continuemos. — caminaron hacia adelante.— Buen día, es un placer tenerlos aquí, mi nombre es Zoe castillo, ella es mi asistente, Alison Gil.

Carlos la miraba insistente, analizando cada gesto que hacía la mujer. Después decidió presentarse. — Buen día, señoritas, soy Carlos Godoy.— se levantó y le extendió la mano.

Empezaron a hablar de la empresa, de su nuevo proyecto, y del evento al cual todos deben asistir. Zoe tenía el control de la junta, Carlos solo la escuchaba hablar.

Terminó la junta. Zoe salió inmediatamente de la sala, y Carlos le siguió los pasos. Se acercó a ella caminando a la par. — Señorita, me puedes indicar ¿dónde está mi oficina?

— La secretaria le dará esa información.— dijo con indiferencia.

— ¿Podemos dejar de tratarnos de usted? Digo, si no te molesta.

— Prefiero tratarlo de usted, no somos amigos, ahora puede ir con la secretaria, permiso.— entró a su oficina nerviosa, minutos más tarde entró Alison.

— Zoe, revisa estos documentos. Oye, te ves abrumada.— dijo al sentarse.

— No puedo creer que ese hombre es Carlos Godoy. Es un irresponsable.

— Sí, una gran sorpresa, ¿cómo te sientes después de verlo? Porque sé que te agrada.

— No me agrada.

—Te conozco, puedo ver tu actitud.

— ¡Caray! Ese hombre me pone nerviosa, no lo puedo negar, pero no es mi tipo. Es muy creído, patán, mujeriego.

— ¡Ay, no! Pobre de él, ya lo crucificaste.

— Sabes que tengo los pies sobre la tierra, no cualquier cara bonita y cuerpo perfecto me sorprende.

——

La secretaria le informó a Carlos cuál sería su oficina, también había una disponible para Yeison. Él entró al lugar y le pareció perfecto, se sentó en su nuevo sillón y se dibujó una sonrisa en su rostro. Estaba muy emocionado por ver a Zoe. 

Yeison, después de ver su oficina, fue a donde Carlos, y ambos estaban sonriendo satisfactoriamente.

— Yeison, la vida me la puso en bandeja de plata, esa mujer me gusta mucho, hasta no tenerla en mis brazos no voy a estar tranquilo.

— Te veo demasiado interesando. Ten cuidado con eso.

— Me conoces, sabes que lo mío es solo sexo.

— No parece, a mí me agrada Alison.

— Pues trata de llevártela a la cama.

Una semana después

Carlos estaba tratando por todo los medios de conquistar a Zoe, pero lo único que recibía eran humillaciones. 

Era la hora de salida en la empresa Cas. Proyección. Carlos demoró un poco para salir, terminó de revisar unos documentos y se dispuso a irse. El ascensor estaba a punto de cerrarse, pero él adelantó sus pasos para entrar, encontrándose con Zoe.

— Señorita, qué agradable compañía.— ella hizo un gesto con la boca y volteó la marida.

— ¿Por qué me ignora?— preguntó él acercándose a ella.

— Por favor, señor Godoy, mantenga la distancia.— dijo nerviosa.

— Y si no quiero, ¿qué pasa?

— Usted no tienes vergüenza, le he dicho que no me interesa hablar nada con usted, a menos que sea de trabajo.— se alejó de él.

— ¿Y por qué estás tan nerviosa? No muerdo.

— No me agrada estar cerca de usted.

El ascensor dio unos movimientos fuera de lo normal, se apagó la luz y se detuvo. Zoe tocó la puerta, y dijo con sustracción. — Maldición, esto no puedes estar pasando.

Carlos permaneció tranquilo en el mismo lugar, mientras ella estaba nerviosa y empezaba a sudar.

— Cálmate, es peor si te altera.— dijo él acercándose a ella.

— No pedí tu opinión. 

Carlos estaba cansado de ser amable y recibir insultos, sujetó a la pared y la besó rudamente. Ella se resistió y logró separarse de él, luego lo abofeteó.

— ¿Cómo te atreves? Jamás lo vuelvas a intentar.— dijo muy molesta.

— Soy capaz de recibir unas cuantas más, si puedo volver a besar tus labios.

— Usted es un oportunista, me ve indefensa y piensas que puedes hacer lo que quieras conmigo.

Carlos se quedó callado y se alejó de ella.

Tenían unas dos horas ahí, encerrados, ninguno se dirigía la palabra. Los encargados de mantenimiento lograron abrir el ascensor, Zoe salió inmediatamente.

Zoe regresó a su casa, al entrar su nana la estaba esperando, preocupada por su retraso.

— Gracias a Dios, estaba desesperada.— expresó feliz al verla.

— Hola, nana, hubo un fallo en el ascensor, pasamos unas horas encerrados.

— ¿Estás bien? ¿Encerrados, quiénes?— preguntó confundida.

— El imbécil de Carlos Godoy y yo, pero te cuento más tarde, me urge un baño.

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