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El Imbecil.

El comienzo de todo...

Soy Megan , tengo veintitres años, recién graduada de administración de empresas, vivo sola en un complejo de edificios en el centro de Londres, aunque por lo general siempre estoy en el departamento de mi mejor amiga Ruby, el cual queda solo dos pisos abajo del mío.

Ruby es mi amiga desde que tengo diez años, nos conocimos en colegio y desde entonces no nos separamos. Ella trabaja en el emprendimiento familiar, se dedica a la administración del restaurant y el bar, ya que desde niña le agrado pasar el tiempo atendiendo a los clientes. Desde que comenzó a hacerlo, las ventas comenzaron a incrementar, ya que ella es hermosa y muy carismática, mide poco más de metro sesenta, con ojos color miel, piel clara, cabello corto a la altura de los hombros de color rojo, con una figura de infarto. Después de unas semanas en el bar, las noches se llenaban por completo de gente joven que le devolvía la vida que le hacía falta hace rato a ese lugar. En cuanto a mi, mido metro y medio, y no tengo nada de especial, soy un poco rellenita con caderas anchas y una cintura estrecha, pelo largo hasta la cintura, color castaño oscuro, ojos marrones y muy introvertida en comparación con Ruby.

Ya pasaron dos semanas desde que me gradué, comencé a buscar trabajo, esperando por fin poder tener la libertad que estoy buscando, ya que mis padres son muy estrictos y me controlan todo el tiempo; aunque todavía no me han llamado de ningún sitio, así es, que por el momento estoy ayudando a Ruby con el bar por las tardes y en las mañanas me presento en entrevistas de trabajo.

Hoy es sábado y a las dieciséis comenzamos un nuevo turno, tenemos varias recerbas, por lo que, parece que va a ser una noche muy movida.

Falta más de una hora para abrir el bar, me baño y me cambio, me pongo un vestido de color negro ajustado que llega por debajo de los muslos con unas zapatillas altas color negro, me peino con una cola alta para que no me moleste el cabello mientras trabajo, me maquilló solo un poco, me pongo una chaqueta de cuero y bajo al departamento de Ruby, para mi sorpresa cuando estaba en su puerta golpeando para que saliéramos hacia allí, veo en mi celular un mensaje de ella, decía que tuvo que salir antes, por que se había roto una de las heladeras y tenía que solucionar esto antes de que comenzara a llegar gente. Tome mis cosas y me fui hacia la calle para poder parar un taxi ya que ir en autobús me haría llegar tarde, luego de estar alrededor de diez minutos esperando uno, al fin pude conseguir que me lleven.

Para mi sorpresa llegue solo cinco minutos tarde y comienzo a ayudar con la organización de las mesas y distribuirlos las recerbas para poder atender lo mejor posible a los clientes. Ruby estaba en la cocina, hablando con el encargado del mantenimiento del lugar y agradeciéndole por solucionar todo tan rápido. Me acerco a ella y la saludó.

_Hola jefa... todo en orden?

_ Hola Megan..._ dice con los ojos en blanco, no le gusta que le diga jefa_ que bueno que llegaste, ya asignaste las mesas?

_ Si señora, ya está todo listo.

_¡Genial! todo listo y ya comenzó llegar gente_ agrega mirando hacia la barra, se acerca a mi, pone su mano en mi hombro y agrega _ necesito un trago._ sale hacia la barra a pedir un trago. Voy tras ella y le pregunto.

_ Estas bien Ru?. _ Sentada con el trago en la mano me doy cuenta de su cara de cansancio, aunque no deja de ser hermosa, lleva puesto un vestido holgado color rojo como su cabello y zapatillas altas, me mira, me sonríe y dice.

_ Si. Meg... Te quedas en casa esta noche? _ pidiendo porfavor con las manos.

_ Por supuesto..._ Me sonríe y sale a atender y yo hago lo mismo.

Pasó una hora y el lugar ya está lleno a excepción del reservado que me corresponde a mí. De repente veo que seis personas ingresan al reservado, tres hombres muy guapos, aunque hay uno que llama especialmente mi atención ya que tiene el cabello plateado, todos están muy bien vestidos, y tres mujeres muy altas y atractivas, de cabello rubio y muchas curvas.

Ingreso al lugar y saludo.

_Buenas noches. Hoy los atenderé yo. Les tomo la orden o desean que vuelva en un minuto?_ comienzan a preguntarse entre ellos y el chico de cabello castaño oscuro en un pequeño rodete dice.

_ Buenas noches hermosa, que sean tres whiskys y 3 gin-tonic. Gracias_ dice con una sonrisa. Devuelvo la sonrisa asiento y me retiro.

Regreso con la orden y la dejo sobre la pequeña mesa. Sigo atendiendo. Cada tanto tiempo vuelvo y les traigo más tragos

Voy a llevar unos cuantos tragos a una mesa que estaba a un lado de los baños, dejo los tragos y me llevo las copas restantes.

No llegue muy lejos antes de que sintiera, que alguien me tomó por la cintura y me acorraló contra su cuerpo, era el chico del rodete.

_ Hermosa, no te gustaría pasar con nosotros lo que queda de la noche?_ Se notaba que estaba muy ebrio. Tratando de alejarme un poco, le digo.

_ Disculpe, pero estoy trabajando otro día podría ser._ Soy rápida y con ayuda de alguien que se pone al lado mío, lo aparta del hombro, me doy vuelta y me encuentro con un chico muy lindo, de ojos azules y con expresión seria, dice.

_ Creo que ya es hora de irnos, antes que dejes una mala impresión. _ Mirandome solo un segundo y con una mirada de pocos amigos, agrega._ Disculpe señorita, retírese y no busque problemas._ Era su amigo el chico de cabello plateado. Me sorprendió lo que me dijo, a caso me estaba echando la culpa de que su amigo se pasara de copas?

_Imbecil _ dije en un susurro, mientras empiezo a alejarme, pero parece que lo dije más alto de lo que pensaba, me agarra del brazo, tira de mi hacia el y alcanzo a oír cerca de mi cuello.

_ Puedo ser mucho más invecil de lo que piensas..._ Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al oír su voz tan profunda, me libera del agarre y finalmente me voy. Ni siquiera le dedico una mirada.

¿Acaso fue una amenaza?

Luego de unas horas más, se terminó mi turno, sin más complicaciones. Espero a ruby para irnos juntas. Llegamos a su departamento y recuerdo que la vi muy decaída en el bar. Después de tomarnos un té, me contó que su novio, John, últimamente está muy distante con ella, lo cual es raro ya que él es muy amable con ella. El trabajo la tenía estresada y sus padres y hermanos no estaban ayudando muy que digamos. Me pregunta como me fue en mi turno, y le cuento lo sucedido, al principio se asustó y me retó por no contarle en el momento y después me pidió que le informe si llegaba a pasar nuevamente.

Nos fuimos a la cama, y trate dormir, pero no podía dejar de pensar en lo que me dijo ese chico, y en cómo me los dijo, me puso nerviosa, también debo admitir que hacia mucho tiempo que no pensaba en que algún chico podía ser atractivo despues de terminar con mi ex, Logan, pero me tranquiliza saber que posiblemente no lo vuelva a ver.

A la mañana siguiente nos levantamos y fuimos a caminar al parque que esta solo a unas cuadras de nuestro edificio. Es otoño, todos los árboles y las flores están perdiendo sus hojas, lo cual hace más hermoso el paisaje. Vuelvo a mi departamento después del paseo y comienzo a organizar mi semana, tengo dos entrevistas de trabajo, por ahora, una el día lunes y la otra el martes a primera hora. La reunión del día martes es la que más ansiosa me tiene, al fin pude conseguir una reunión en la empresa con la que he estado soñando por años, espero que todo salga bien.

Me levanto temprano al día siguiente y me preparo para ir a la primera entrevista de la semana. Me decido por unas zapatillas no muy altas, una camisa blanca, un pantalón negro y un saco marrón. No es la empresa en la que me gustaría trabajar, pero siempre hay que probar cosas nuevas.

Llego al edificio, le informo a la secretaria que llegue y me hace esperar en una de las sillas de la sala de espera, estoy un poco nerviosa y en un instante me llamas hacia el interior de la oficina.

La reunión no fue nada del otro mundo, todo fue muy relajado y de un momento a otro terminó. Me despido con un apretón de manos y me retiro de allí.

Saliendo del edificio recibo una llamada de mi mamá.

_ Hola ma_ digo sin mucho ánimo. _ como estas? como esta papá?

_ Hola cariño, bien, esperando que vengas a visitarnos_ dice, no he ido a casa de mis padres hace mucho tiempo, ellos por otro lado, vinieron para mi graduación y se quedaron un par de días.

_ Mamá, ya voy a ir solo quiero organizar un par de cosas y me haré tiempo para ir a visitarlos.

_ Esta bien cariño, nos veremos pronto entonces, te llamo luego, solo quería decirte que te amamos ¿si?, adiós.

_ Yo también mamá, saludos a papá, pronto iré de acuerdo?, adiós.

Luego de terminar vuelvo al departamento y paso lo que queda del día limpiando, escuchando música y leyendo, en la tarde voy a trabajar al bar con Ruby, fue una noche muy tranquila, los lunes no va mucha gente. A aprovechamos para hacer un registro de los faltantes en la barra, licores, cervezas y demás bebidas para poder reemplazarlas.

Llego a mi departamento, me doy una ducha y trato de dormir pero estoy muy emocionada, por lo que me espera mañana, y me cuesta mucho relajarme, sin darme cuenta me dormí profundamente. A lo lejos escucho la alarma de mi teléfono, para mi sorpresa, me despierto justo a tiempo y me cambió lo mas rápido posible, me pongo zapatillas altas, una falda ajustada hasta las rodillas color negro y una blusa rosa con un poco de escote. Me maquilló rápido, recojo mi cabello en una media cola alta y me voy a la entrevista en taxi.

Paso a la recepción, me dicen que me están esperando en la sale de conferencia la cual se encuentra en el quinto piso, llegué justo a tiempo. Es un alivio.

Este lugar se ve demasiado amplio, las paredes son en su mayoría de cristal, lo que da más iluminación. Me gusta mucho todo de el, estoy tan emocionada, me encantaría trabajar en este aquí.

Veo que sale una chica, alta de caballo rubio, muy bonita por la puerta, llama mi nombre, haciendo referencia a que la siga.

Me acompaña dentro de la habitación, en la que hay una mesa muy larga con muchas sillas alrededor. En la punta de la mesa, veo como la silla se gira, para dejar al descubierto a un hombre muy guapo, en un traje de color gris, sin corbata, pero muy elegante. Cuando vi su cabello y sus ojos lo reconocí al instante, era él. ¡No lo puedo creer!. ¡Es el imbecil!.

El imbecil...

No me puede estar pasando esto, pensé. No es solo el imbecil del bar, si no que a su lado estaba el amigo ebrio del imbecil, entregándole una carpeta, la cual tiene toda mi información. Me miran, pero parecen no recordar quien soy. Me sentí un poco aliviada.

_ Siéntate._ Me ordena el chico del rodete, de forma gentil. ¡Si, no me reconocieron!. Me sentí más confiada, seguí sus ordenes, ellos, mientras venían la carpeta.

_ Muy bien, tu nombre es Megan Somers. Tienes veintitrés años y buscas un trabajo de tiempo completo no es así?_ Agrega sin mirarme siquiera.

_ Si, si, exactamente. _ Dije con de demasiado entusiasmo, estoy muy nerviosa, ellos me ponen nerviosa, en especial el chico de ojos azules. Conversan entre ellos no logro escuchar nada. En un suspiro se escucha, está bien...

Me hacen muy pocas preguntas. Todas formuladas por el de caballo largo. Y el imbecil ni siquiera está prestando atención, solo está ahí, observando sin mucho interés y de repente encontramos nuestras miras. Se siente como si fuera una amenaza, es fría, sin ninguna expresión, pareciera que mi quisiera echar de la sala. La tensión que transmite me da una sensación rara. Podría mirarlo a los ojos por horas, pero a la vez me pone muy nerviosa y siento la necesidad de bajar la mirada, no lo hago, no voy a someterme a él. De repente vuelve a hablar el otro chico y ahora es a el al que miro directo a los ojos, no voy a dejar que me intimiden.

_ ¿Por qué te gustaría trabajar aquí?

_ Creo que voy a poder aprender demasiado aquí. Siempre que decidan contratarme voy a dar todo de mi para mejorar mi rendimiento y el de la empresa. Estar aquí es lo que siempre soñé. Y me estuve preparando por años para poder sentir que estoy a la altura y pedir un puesto. _ Esto era mitad verdad, mitad mentira, pero no importaba. No recibí respuestas faciales que me ayudara a imaginar que les pareció mi respuesta.

_ Bien mi nombre es David Manson y soy el vicepresidente de esta empresa, _ Dice el chico del rodete, mirando a su compañero, mientras se levanta y se acerca a mi para estrecharme la mano._ Y él es el presidente, Jace Smith, _ señala hacia él, quien no a cambiado la expresión pero ahora mira hacia la ventana. _ Ya tenemos todo lo que necesitamos, te llamaremos en un par de horas ¿si?.

_ Si, muchas gracias. _ Hago una pequeña reverencia y me retiro.

La chica

rubia me acompaña hacia el elevador y me despide de forma amable. Ella también era una de las chicas que estaban acompañandolos a ellos en el bar. Estoy bajando para poder irme a mi casa y mientras lo hago, pienso en todo lo que sucedió en la reunión. ¡¡¡OH, NO, LE DIJE IMBECIL AL PRESIDENTE!!!. Talvez por eso no dijo nada.

Y su mirada... ahora si tiene sentido. No, lo arruiné!.

Me siento una tonta, le sostuve la mira para poder demostrar que no me iba a doblegar fácilmente. Debería haberle pedido disculpas.

Llego a mi edificio y subo al departamento de Ruby, necesito contarle el desastre que fui hoy. Golpeo la puerta, tengo llave, pero desde que ella está con jhon siempre golpeó para no interrumpir en una situación vergonzosa. Ruby me abre la puerta y me hace pasar. jhon está en la cocina, preparando café, por lo que puedo oler.

_ Hola Meg_ dice Ruby dándome un pequeño abrazo. _ todo está bien? no tienes buena pinta._ Desde la cocina de oye a jhon decir.

_ Hola Megan. café?

_ Hola jhon, si porfavor._ mirando a Ruby agrego._ ¡Soy un desastre!. Te acuerdas del imbecil? _ ella asiente con la cabeza _ Bueno, es el presidente de la empresa en la que he soñado trabajar todos estos años y lo arruiné._ La cara de Ruby cambió totalmente de lo asombrada que estaba.

_ Oh Meg... Tranquilízate ¿si? todo estará bien. _ Solo lo dice para que me calme pero no estoy segura de que sea posible._ ¿Te reconocieron?

_No lo sé.

_ ¿ Cambiaron de expresión cuando te vieron?.

_ No. Creo que David, no lo hizo. Pero me parece que el imbecil si. _ Con la cabeza entre las manos digo_ Y yo, confiada que no lo hizo, tuve el descaro de desafiarle la mirada.

Se acerca Jhon con dos tazas de café en las manos, me ofrece una.

_ Gracias._ Le ofrece la otra a Ruby, se retira y regresa con una para él. Se sienta junto a ella y agrega.

_ Quedate tranquila. Si no cambiaron de expresión y no fueron cortantes al hablar. No hay de qué preocuparse.

_ Tienen razón. David fue muy amable. Talvez fue cosa mía. _ Seguimos hablando y cuando me termino mi café me despido.

_ Adiós chicos. nos vemos luego. _ Digo levantándome para retirarme.

_ Adiós. Meg si necesitas algo solo llámame. Nos vemos en un par de horas._ Voy a mi departamento y trato de calme.

Llegamos al bar. Alrededor de las diecisiete horas y recibo una llamada. Es un número desconocido. Contesto entusiasmada, ¿Acaso serán ellos?

_ Hola habla Megan. ¿ Quien habla?. _ Ruby que estaba a mi lado, se da cuenta de mi alegría y se pega junto a mi para poder escuchar la conversación.

_ Hola Megan, habla David. ¿ Todavía estás interesada en el trabajo?

_ ¡Si, por supuesto!

_ Muy bien. Debo informarte que es un trabajo que requiere de mucho carácter y disponibilidad horaria. Debes estar cien por ciento comprometida. No puedes echarte atrás.

_ Entiendo. No hay problema, seré muy responsable.

_ Excelente. Te esperamos mañana a las siete en punto en la oficina, último piso. Adiós._ Corta.

Damos pequeños saltos y gritos de felicidad. ¡No lo puedo creer!. Ruby esta tan sorprendida como yo.

_ ¡¿ Ves?! ¡Te lo dije!. ¡No puedo creerlo! _ De repente ella cambia su cara de alegría a la de un perrito abandonado. _ Ahora estaré sola aquí.

_ Oh vamos Ru. Tu puedes tranquilamente con esto y además vendré muy seguido.

_ Si, si lo que digas _ Dice entre risas_ Tal vez deberías irte a casa, a descansar y a prepararte, mañana es el gran día!

_ ¿Segura? ¿No quieres que me quede?.

_ No, estoy segura._ Dice mientras hace señas con las manos. _ Descansa si?.

_ ¡Gracias Ru! ¡eres la mejor!_ le doy un beso en la mejilla y me voy a mi departamento en taxi. En el camino, pienso todo lo que sucedió esta semana. Estoy muy emocionada por el día de mañana.

Llego a mi edificio, subo a mi departamento y preparo una cena rápida, solo es una pasta, me sirvo una copa de vino tinto, y me siento a la mesa.

Cuando terminó me doy un baño para poder relajarme, busco la ropa que voy a usar mañana, y me meto en la cama. Es casi la media noche cuando por fin me pude dormir.

Me despierto y son las cinco de la mañana, no puedo dormir más. Me quedo en la cama, viendo mis redes sociales. Luego de media hora, me levanto, voy al baño, me peino con una cola alta que cae casi hasta mi cintura y maquilló lo más simple posible, solo un poco de rímel, delineador y por último labial color carne.

Me cambió con la ropa que elegí la noche anterior. Un vestido azul oscuro señido, hasta arriba de la rodillas, zapatillas altas. Agarro mi saco, llaves, celular, bolsa y salgo. Llego temprano, así que voy hasta el café que está en la siguiente cuadra. Pido un café bien cargado, lo tomo ahí, y cuando es la hora entro en el edificio.

Saludo a la chica rubia de recepción y subo al elevador. Presiono el botón que me llevaría al último piso y comienza a subir. Estoy nerviosa, pero no demasiado. A mitad de camino se abren las puertas y entra David.

_ Buen día sr. Manson.

_ Buen día srta. Somers. _ Sin mirarme me pregunta._ Srta. ¿ recuerdas lo que dije ayer?. Todavía estás a tiempo. _ Se cierran las puertas y comenzamos a subir. _ Pero en cuanto se abran estas puerta nuevamente, si decide quedarse no hay vuelta atrás.

_ Si sr. no se preocupe, soy muy tenas y me esforzaré al máximo. Aunque, no entiendo a qué se debe el misterio.

_ Bueno srta. usted será la asistente y secretaria del Sr. Smith. Con su conocimiento me da el presentimiento de que podría ser la indicada para serlo.

_ Disculpe ¿Asistente? _ Dije incrédula.

_ Si, hace mucho tiempo que no conseguimos una secretaria que dure más de dos semanas. Y por eso creo que usted podría hacerlo, después de todo, siempre habla de su tenacidad y su carácter._ Al terminar la frase, se abren las puertas y sale.

Sin saber que hacer, lo dudo un segundo, pero salgo del elevador. Diciéndome a mí misma que yo podría con esto, después de todo solo es un trabajo más. ¿ Que podría salir mal?.

David me mira con un poco de asombro y me hace señas para que lo siga. Voy tras él y dice.

_ Srta. Somers, te enseñaré tu escritorio, acompáñame te mostraré este piso.

_ De acuerdo. _ Me muestra la cocina y me explica como hacerle el café al sr. Smith. Luego me presenta a algunas personas y por último me acompaña a mi escritorio.

Es un escritorio gris y blanco como casi todo en el edificio. En el hay un ordenador y un teléfono. Detrás del escritorio una puerta.

_ Este será tu lugar, y esa es la oficina del Sr. Smith. No dejes que te intimide. Si necesitas algo, avísame.

_ Esta bien. Muchas gracias sr. Manson.

David se retira. Y me dispongo a organizar mi lugar de trabajo, cuando veo por el rabillo del ojo que alguien se acerca y se queda parado frente a mi.

Levanto la vista, no puede ser, es él. El corazón se me detuvo solo un instante. ¿ Que diablos? ¿ que me sucede?. Seguro fue por la sorpresa de verlo frente a mi tan de repente.

Me levanto rápidamente.

_ Buen día sr. Smith. Soy Meg...

_ A mi oficina. _ Ordeno. Se veía muy enojado. No puedo negarlo es guapo y en ese traje completamente negro y señido, se ve increíble. Lo sigo a su oficina mientras admiro su figura, es alto, alrededor del metro noventa, parezco enana a su lado, estoy agradecida de usar tacones altos hoy. Su espalda es amplia, con hombros y brazos fuertes.

Me hace pasar, observo a mi alrededor, como era de esperar, es todo gris y blanco a excepción de los pequeños detalles dorados. Cierra la puerta detrás de nosotros, lo miro directo a los ojos.

_ ¿Por qué estás aquí?_ Su tono es cortante, frío, autoritario. Hace que me ponga nerviosa.

_ Fui contrata para ser su asistente._ Respondi con la misma frialdad con la que el me habla, o eso intente.

_ No necesito ninguna asistente, así que puede retirarse. _ Esta junto a la puerta mirándome con los brazos cruzados sobre su pecho. Es tan arrogante, me hace poner los pelos de punta.

_ Lo lamento mucho sr. pero no me voy a ir. Soy su asistente, pero, usted no me contrató así es que no voy a permitir que quiera echarme._ Trate de ser lo mas autoritaria posible. Su cara cambió, era la misma a la que puso cuando le dije imbecil. ¡Ahora si la cague!

Se acerca a paso firme hasta ponerce en frente mío, a centímetros de distancia, puedo oler su perfume y sentir su respiración. Es la primera vez que lo tengo tan cerca. Veo sus ojos son oscuros, penetrantes, su nariz es ligeramente grande para su rostro y sus labios no son muy carnosos, tampoco son muy delgados, son perfectos. ¡¿Que estoy pensando?!

_ No se quien te crees que eres pero no puedes hablarle a tu jefe así._ Vuelvo a mirarlo a los ojos, esta vez sin distraerme.

_ Lo siento, pero, como le dije antes, usted no es mi jefe. _ Mientras digo las palabras veo su enojo en sus ojos y a la vez asombro. No lo puedo creer, me encanta molestarlo, aunque creo que me pasé.

De repente siento que una de sus manos me agarra por la cintura y me aprieta contra el, con su otra mano agarra mi mandíbula y la sostiene firme. Se me escapa un pequeño y ahogado gemido.

_ No vuelvas a hablarme si. _ Esta vez su voz fue más ronca, pero igual de firme. Mi corazón y mi respiración están a mil. También los suyos. Trato de apartarme, pero es inútil, es demasiado grande y fuerte en comparación mía.

_ ¡Suéltame!_ Le ordeno. _ ¡Yo hago lo que se me da la gana! _Me aprieta más contra el, puedo sentir su creciente erección contra mi y muy serca de mis labios, dice.

_ Se lo dije srta. puedo ser mucho más imbecil._ y me suelta. Quede impactada! Todo este tiempo sabía quien era. _ Ahora ya que es mi asistente, tráigame un café, vamos a ver cuanto dura. Retírese.

Me acerco a él hirviendo de enojo, quiero golpearlo. Lo miro directo a los ojos desafiadolo. Veo su cara de satisfacción al ver mi enojo.

_ ¿Quien te crees que sos?. No vas a lograrlo. No me voy a someter a ti. Así que prepárate el café tu mismo._ Me giro para irme a mi escritorio y logro escuchar que dice por lo bajo.

_ Eso ya lo veremos. _ Me giro nuevamente, está sonriendo, una sonrisa cargada de malicia y altanería.

Le devuelvo una sonrisa sarcástica y me retiro.

... ****...

Jace Smith.

Llego a la puerta de mi oficina y... ¿Que es lo que veo?.

La chica del bar acomodando sus cosas. Claramente le dije a David que no quero, ni necesito una secretaria.

Estoy muy enojado.

_ A mi oficina. _ Le ordeno. Me sigue, cuando entra me quedo en la puerta y la cierro. Nos estamos mirando directo a los ojos, tiene unos ojos marrones muy bonitos tengo que admitir. Su cuerpo es muy sensual, pero su personalidad opaca un poco eso.

_ ¿Por qué estás aquí?.

_ Fui contratada para ser su asistente._ ¿Que le sucede?. Es tan altanera.

_ No necesito ninguna asistente, así que puede retirarse.

_ Lo lamento mucho sr. pero no me voy a ir. Soy su asistente, pero, usted no me contrató así es que no voy a permitir que quiera echarme._¡¿Que?!. Lo dice con superioridad. Ahora si, es suficiente.

Me pongo frente a ella. No retrocede. Me irrita aún más.

_ No se quien te crees que eres pero no puedes hablarle a tu jefe así._ Estamos tan cerca, puedo ver como su cuerpo se tensa perfectamente, mira mis labios, ahora no se si es por miedo o por excitación.

_ Lo siento, pero, como le dije antes, usted no es mi jefe. _ No lo soporto más. Mis manos actúan sin pensar y la tomo por la cintura, están pequeña, con mi otra mano agarro su cara, podría cubrirla completa con ella. Se le escapa un gemido y eso me vuelve loco. Siento la sangre bajar hasta mi bulto.

_ No vuelvas a hablarme si. _ Siento su respiración agitada.

_ ¡Suéltame! ¡Yo hago lo que se me da la gana! _ La sujeto más fuerte. Me acerco a sus labios y le digo.

_ Se lo dije srta. puedo ser mucho más imbecil._ Su cara de asombro se hace presente. Finalmente la libero y me alejó solo un poco._ Ahora, ya que es mi asistente, tráigame un café. Vamos a ver cuanto dura. Retírese._ Veo la ira que irradia. y eso me sacia por ahora. Se acerca a mi hecha una furia. Me desafía con la mirada.

_ ¿Quien te crees que sos?. No vas a lograrlo. No me voy a someter a ti. Así que prepárate el café tu mismo._ Se está yendo cuando le digo sonriendo.

_ Eso ya lo veremos. _ Se gira a mi y me devuelve una sonrisa sarcástica. Y se va. Esta mujer sabe como sacar lo peor de mi, no se por qué pero no puedo controlarme con ella.

... ****...

Megan Somers.

Después de aproximadamente una hora se escucha mi teléfono, la línea directa del presidente de los imbeciles.

Contesto, con el mayor sarcasmo posible.

_ Si sr. Smith que se le ofrece?_ Digo con los ojos en blanco.

_ Treme mi café!. Bien car..._ Le corto.

Instantáneamente suena de nuevo. Levanto el audífono y espero a que comience a hablar para contarle. Hacemos lo mismo nuevamente y siento que se abre la puerta de su oficina.

Esta que echa chispas.

_ ¡Entra ahora!._ Hago lo que me dice. Al entrar cierra la puerta de un golpe y me acorrala contra ella. Logra asustarme, sus ojos están en llamas. _ ¡¿Que diablos intentas lograr con todo esto?!_ Esta vez fue más bien un gruñido. Me estremezco. El lo nota y en su rostro logró ver su satisfacción nuevamente. No logro decir palabra alguna.

Se aleja.

_ Que esta sea la última vez que se atreva a cortarme el teléfono. Odio que lo hagas. La próxima no seré tan bueno. Retírese. _ Se va a su silla detrás del escritorio y me mira. Estoy paralizada. Su expresión cambió de ira a... preocupación?

Me retiro. En menos de cinco minutos vuelvo con el maldito café. Entro sin golpear, siento sus ojos observándome.Lo dejo en la mesa sin decir palabra. Y sin siquiera mirarlo.

Paso el resto del a mañana organizando su agenda. Es la hora del almuerzo, bajo al café que se encuentra en la siguiente cuadra. Pido un croissant y un café. cuando estoy a punto de pagar, siento que una voz conocida dice.

_ Yo pago. Que sean dos croissant y dos cafés._ Era él. Se me eriza la piel al sentir su voz y su cuerpo detrás de mi.

Agarro mi pedido le doy las gracias a la muchacha que nos atendió y me voy en busca de un asiento.

Se sienta frente a mi y comienza a hablar.

_ De nada srta. Somers._ Hasta el momento no lo había mirado, solo lo ignoraba, sus palabras hicieron que mi ira vuelva. Ahora lo miro a los ojos pero no respondo.

_ Srta. no me diga que es tan rencorosa. Oh tal vez ¿ ya se rindió?_ Agrega con malicia y torciendo un poco su cuello hacia un lado. Lo está disfrutando.

Me levanto agarro mis cosas y me voy. Lo dejo hablando solo.

Llego a la oficina tiro a la basura los envoltorios y espero el elevador.

Estoy entrando y siento su presencia. Entra, lo observo por un segundo, salgo justo cuando las puertas se están cerrando y espero al siguiente. No quiero escuchar más su vos, o ver esos ojos azules que me hacen sentir indefensa aveces y otras ira. Así pasó el resto del día, trabajando en el ordenador, Smith no salió en el resto del día, terminó mi jornada al rededor de las diecisiete y me retiro, no voy a casa voy al bar de Ruby, necesito un trago, fue un día largo.

No voy a ceder.

Llego al bar, me siento en la barra y en seguida me saluda Marco el barman, ya sabe lo que me gusta así que no me pregunta y me entrega una cerveza.

La recibo agradecida, siento un abrazo por atrás, para mi es inconfundible, se que se trata de Ruby. Devuelvo el abrazo más fuerte, ella me mira levantando una ceja.

_ Hola Meg. ¿Día largo?.

_ Hola Ru. Si demasiado, no quiero hablar del tema.¿A ti como te está llendo?

_ Bien ya sabes, mucha gente, muchos pedidos. Estrés_ Dice entre risas. Al ver la tensión en mi rostro agrega. _ Meg... no dejes que te intimide, es un imbecil. Pero es tu oportunidad, hay mucho en juego y lo sabes. Solo aguanta.

_ Esta bien Ru. Solo que me cuesta no ser la que da las órdenes. Voy a hacer lo posible ¿si?._ Se logra escuchar a lo lejos una vos llamando a Ruby _ Ahora ve, te necesitan.

...****...

Ruby sabe todo de mi. Por esa razón sabe que no me puedo rendir fácilmente.

Mis padres son dueños de las compañías de construcción Somers&co. Dinero no me falta, pero aún así tengo que trabajar y hacer mi mayor esfuerzo para poder heredar mi propia compañía.

Desde niña demostré mi liderazgo, mi autoridad, y es por esa razón que ahora me cuesta ser paciente con el señor imbecil.

Cuando estaba en preparatoria conocí a mi ex novio Logan, el hizo lo posible para acercarse a mi, y se lo permití, pensé que era por que estaba enamorado, me volví una idiota, de a poco comencé a dejar de lado mis estudios, la compañía, amigos y alejarme de mi familia. Cuando por fin me tuvo totalmente enamorada y entregada, física y emocionalmente, lo escuché hablar con sus amigos afuera de los dormitorios mientras fumaban hierba.

_ ¿Que? Megan, solo es un pasatiempo.

_ Por qué estás con ella entonces?

_ No lo sabes?... Sus padres tienen una gran compañía y si algún día logro casarme con ella, podré quedarme con todo, además no es tan mala en la cama...

Sus amigos explotaron en risas, mientras yo lloraba detrás de la pared. Fue una cachetada de la realidad, tan solo era un seguro para su futuro. **A**hora estaba completamente sola. Todas la personas en las que podía confiar las había alejado yo misma al ver que no les agradaba del todo él. Hasta me peleé con Ruby por el.

Esa tarde no me presenté a ninguna clase, bueno, a ninguna clase en todo lo que restaba de la semana. Me encerré en la habitación, a llorar, caí en un estado depresivo. No solo me había humillado si no que también me había utilizado durante un año y medio. Ruby al enterarse que no me había presentado a ninguna clase fue a mi habitación y se quedó conmigo todo el fin de semana. Ella me apoyó después de que la había abandonado, le dije cosas horribles cuando me contó que Logan no me amaba y les escribía a casi todas las chica que se le cruzaban.

Los profesores informaron a mis padres. Trataron de ayudarme, pero me sentía tan humillada y estúpida que me encerré más.

Mis padre decidieron que no era apta para trabajar, ni heredar la empresa familiar. Ahí fue cuando me cayó la ficha. No podía abandonar todo por lo que había trabajado,así que empecé a ir al psicólogo y me ayudó mucho. También comencé a ir al gym y a tratarme mejor a mi misma, a no juzgarme.

Funciono, volví a ser la misma de siempre, y decidí que jamás me volvería a pasar algo parecido, nadie ni nada podría cambiar mis metas. Desde entonces no tuve ninguna otra relación amorosa, tampoco me he vuelto a enamorar, no me lo permito.

Por eso cuando me ofrecieron el empleo de asistente, lo dudé un segundo,¿si esto hace que mi autoestima bajara? ¿ y si volvía a caer en depresión? ¿Podría superarlo?. Además yo no era una asistente, no debía seguir órdenes, yo tenia que ser la que las diera.

La empresa del sr. Smith, J.S., es mucho más grande que Somers&co. Y si podía aprender como manejar una compañía tan grande, manejar Somers&co. Seria pan comido. Era una oportunidad única.

...****...

Lugo de dos cervezas más, me retiro del bar, pero antes de irme me despido de Marco y de Ruby. Voy en taxi hasta mi edificio y al llegar a mi departamento, reviso mi celular y veo un mensaje.

* Sr. Somers necesito que pases por informática y retires mi portátil antes de comenzar tu trabajo mañana. *

Se trataba del sr. Smith. Me sorprendió, era demasiado tarde, cuando me envió el mensaje eran la medianoche, y ahora eran casi las doce treinta.

*ok* respondi.

*Espero que mañana esté más calmada.*

No lo puedo creer sigue siendo tan arrogante, decido ignorarlo.

Unos minutos después, suena nuevamente mi celular, es él.

* Descanse Srta. Somers. Es tarde, mañana va a tener un día muy largo. *

* Ok.* _ Idiota_ dije.

Me acosté y me dormí de inmediato.

A la mañana siguiente me levanté, me di un baño bien caliente, sequé mi cabello y lo peine en una gran cola alta. Me puse un pantalón amplio color gris, una camisa Blanca entallada, zapatillas altas, luego de maquillarme recojo mi saco, bolsa y tomo un taxi hasta las oficinas de J.S.

Llego dies minutos antes, me dirijo hacia el piso de informática.

Ingreso y veo a María en su escritorio, la encargada, es muy amable. También es muy linda, tiene piel Morena, cabello negro azabache, ojos marrones y una sonrisa encantadora, nos conocimos ayer cuando David me enseñó la cocina.

_ Hola buen día María._ Digo mientras me acerco a ella.

_ Hola srta. Somers buen día. En qué puedo ayudarle?

_ Dime Megan ¿si?. El sr. Smith me pidió que retire su portátil.

_ Esta bien Megan. Si, enseguida vuelvo._ ingresa a una habitación detrás de su escritorio y regresa con mi pedido.

_ Muchas gracias. Nos vemos luego. _ Agarro el portátil y me retiro.

_ Adiós.

Ingreso al elevador y para mi sorpresa me encuentro con el sr. Smith. No levanta la mirada. Esta centrando su atención al celular.

_ Buenos días sr. Smith _ Se cierran la puertas. Levanta la mirada, me observa de abajo hacia arriba, se detiene un segundo en mi escote y luego me mira directo a los ojos. Me puse nerviosa al notar su mirada. Mis pechos no son muy grandes y agradezco llevar sostén. Pude observar que el se puso nervioso.

_ Srta Somers._ Dice y vuelve su mirada a celular.

Subimos en un completo silencio.

Se abren las puerta, salgo y veo que el va directo a su oficina.

Dejo mis cosas sobre mi escritorio, todavía no estoy en mi silla y suena la línea directa.

_ Sr. Smith. Que necesita?

_ Srta. Somers. No veo mi portátil, ¿acaso olvido su tarea? _ No puede ser. Es insoportable, me vio con el portátil en las manos en el elevador, me puse tan nerviosa que me olvide de dárselo.

_ Sr. lo lamento... lo tengo aquí ahora se lo llevo._ cuelgo antes que pueda decir algo. Me dirijo a la puerta y entro sin golpear.

***

Jace Smith.

Ingreso al edificio, escucho que me saludan, no doy importancia. Me meto en el elevador, comienzo a revisar correos y mensajes. Se detiene y veo que todavía falta para llegar a mi piso, así que sigo a lo mío, se abren las puertas y siento que entra alguien, también siento un perfume increíble, pero no levanto la mirada.

_ Buenos días sr. Smith. _ Al escuchar su voz no pude evitar mirarla. Recorro su cuerpo con mis ojos desde sus pies subo hasta sus caderas, frente a ellas, entre sus manos veo mi portátil, sigo y me detengo un segundo en la línea de sus pechos. No puedo evitarlo, se asoman de una forma tan sensual, sin ser provocativos. La veo directo a sus ojos, ¿se sonroja?, se dio cuenta que mire sus senos. Ahora el que está nervioso soy yo.

_ Srta Somers. _ Es lo único que puedo decir, vuelvo a mirar mi celular. Parezco un idiota, ¿ponerme nervioso por ella?, Ja!.

Salimos del elevador, ella primero, mis ojos se van directo a su culo, no lo puedo evitar, los pantalones que lleva puestos son amplios pero me permiten ver sus movimientos perfectamente.

Entro en mi oficina y me doy cuenta de que no me entrego el portátil así que la llamo, en el segundo timbre lo contesta. Le digo que no me lo a entregado, no puedo evitar ser cortante con ella cuando me habla sin ganas y casi con sarcasmo.

Ohh no, lo hizo de nuevo, ¡me cortó!, hace que me enfade.

Entra en la habitación sin golpear, ¿QUE? ¿ acaso se cree dueña de este lugar?.

Se gira a cerrar la puerta y en un instante estoy parado detrás de ella.

_ Srta Somers... _ Puedo ver cómo se estremeció al escuchar mi voz. Se gira en el lugar.

De repente ya no me siento enojado, pero puedo ver en sus ojos que ella si lo está y me gusta. No puedo evitar hacercarme aún más, ella retrocede y choca con la puerta, estoy a centímetros de su cuerpo, puedo sentirla. Encuentro sus ojos, cada vez que lo hago es una amenaza, una guerra por la autoridad y ninguno quiere rendirse.

_ Sr. Smith..._ Dice con rabia. Me altera.

Pero ahora que estoy más calmado, en comparación de ayer, me doy cuenta de lo bajita que es, ya que tengo que doblar bastante mi cuello para poder verla a los ojos. _¿ De que se ríe? ¿le parezco graciosa?. Por favor tenga. _ Dice mientras empuja el portátil conta mi estómago. No me di cuenta de la sonrisa en mi rostro. _ Ahora, si no necesita nada mas, me voy.

Agarro el portátil por encima de sus pequeñas manos. Puedo notar como la recorre un escalofrío, entonces me doy cuenta de que su cuerpo siente lo mismo que el mismo.

Me pegó a ella, ahora solo nos separa la fina laptop. Siento sus pechos contra mí, Mi bulto comienza a crecer pegado a sus piernas, ella lo siente, y da un pequeño salto.

_ ¡Sr. Smith!. Déjeme tranquila, muév...._ Intenta separarme.

_ Srta. Somers... se lo advertí antes. No vuelva a colgarme el teléfono. Y no se retrase en las tareas que le encargo._ Viendola así no puedo no mirar sus labios.

_ Si me dejara de acorralar sr. podría cumplir todas mis tareas, pero acá me tiene apretada contra la puerta de su oficina. No creo ser muy productiva si no logro salir de aquí.

_ Esta bien... _ Digo mientras la libero.

Ella sigue con la laptop en sus manos mientras voy a mi escritorio. Me mira con atención.

_ Entregemela. _ Ella lo duda un momento y se acerca a mi.

Puedo ver sus caderas moviéndose, me éxito aún más, nunca sentí algo así. Solo con mirar como camina me pone duro.

...****...

Megan Somers.

Es un descarado. Después de apretarme contra la puerta, solo se va y se sienta. Por la respuesta de su entre pierna puedo saber que lo pongo caliente. Así que decido usarlo a mi favor.

_ Entregamela_ Dice desde su silla. Lo dudo por un momento, esto puede salir muy bien o muy mal. Pero el que no arriesga no gana.

Camino hacia el moviendo mis cadera y veo como se acomoda en su lugar, lo tomo como un punto a favor. Su expresión cambió a deseo.

Dejo el portátil sobre el escritorio, estoy frente a él, levantando el culo, con las manos sobre el escritorio. Veo que mira directo a mis pechos y se muerde el labio, se ríe y niega con su cabeza.

_ No va a funcionar Srta.

_ Yo creo que ya funcionó. _ Digo señalando con la mirada su bulto. Y ahora soy yo la que se ríe.

Me doy la vuelta y voy hacia la puerta.

_ Srta. la próxima vez que no golpee antes de entrar en mi oficina no la voy a dejar salir, ¿entendido? y no azote la puerta cuando salga.

No lo puedo creer. Cretino.

Son casi las nueve de la mañana y me preparo un café. Cuando estoy por agarrar mi taza para poder ir a mi lugar, me la arrebatan.

_ ¡¿Que demonios?! _ Digo. y ahí lo veo con una risa de lado.

_ Gracias srta. la estaba llamando para pedir mi café pero puedo ver que se adelantó. Muy bien, lamento ser tan precipitado._ Dice con un tono sarcástico.

_ Si. ¡Ajá!. _ Comienzo a prepararme otra taza, cuando lo siento muy pegado a mi oído.

_ Gracias Srta. Somers. _ Dice en un susurro. No lo puedo contener y un jadeo se escapa de mi. A el se le escapa un carcajada. Y dice. _ Yo también puedo jugar este juego._ Mientras apoya sus manos en la encimera a cada lado de mi. Mis caderas buscan su enorme bulto. ¡NO! ¡¿qué estoy haciendo?!

Me deslizo rápidamente y le doy una cachetada.

Nos miramos, sin entender mucho de lo sucedido, solo agarra el café y se encierra en la oficina.

Corro al baño. ¿Que acabo de hacer? Todos estos años no tuve problemas para deshacerme de alguien ya que no me provocaban tal reacción. Me lavo la cara con agua helada, y vuelvo en busca de mi café.

¿Debería ir a disculparme?.No, debe estar muy enojado. ¿Como se me ocurre darle una bofetada a mi jefe?, si después de todo la que perdió el control fui yo.

Paso todo lo que resta de la mañana intentando trabajar. Es la hora del almuerzo y todos van a comer. Yo no logro dejar pensar en lo que pasó, así que, no tengo hambre y sigo trabajando.

El por otro lado salió a almorzar con David, que lo pasó a buscar por su oficina.

Cuando regresa no me mira, solo me ignora.

...****...

Jace Smith.

Después del encuentro que tuvimos en la cocina, no puedo dejar de pensar en ella. No logro controlarme.

Debería pedirle disculpas.

Escucho que golpean la puerta y por un momento pensé que podía ser ella, pero no, es demasiado altanera para pedir disculpas. A demás yo no me pude contener. Pero al notar que apretaba su culo contra mi erección, nunca me imaginé que me daría una cachetada.

Escucho que golpean nuevamente, doy permiso para que pase, es David. Me invita a almorzar con él y acepto, necesito despejar la mente.

Llegamos al restaurante y ordenamos algo ligero.

_ ¿Como van las cosas con Megan? _ Pregunta David._ Parece que te agrada._ Lo miro desafiante.

David es mi amigo de la infancia, sabe todo de mi, me conoce mejor que nadie. Pero por más que le dije que no necesito una secretaria insistió.

_ Si como no... sabes perfectamente que te dije en su entrevista que no quería ni a ella ni a nadie. ¿ Por qué la contrataste igual?

_ Ella no es como los demás secretarios que has tenido.

_ ¿Si?¿ En qué sentido?

_ Ella no lloró el primer día de trabajo ... Además tiene carácter, desafía con la mirada a todo aquel que se le cruza.

_ Pues, sigo sin entender por qué lo hiciste.

_ Trata de ser diferente con ella, no la fastidies, dale una oportunidad. Promételo.

_Prometo tratar.

Comemos hablando de distintos trabajos que tenemos que realizar y volvemos al edificio. Al llegar, la veo, no fue a almorzar. Entro en mi oficina y la ignoro el resto de la jornada.

...****...

Megan Somers.

Termina mi turno y me voy a mi departamento, hoy fue un día agotador. Necesito pensar.

Le envió un mensaje a Ruby. Necesito alguien que me ayude a superar este día.

*Ru, si no tienes nada que hacer después del trabajo, comemos juntas?*

Una hora más tarde, responde.

*Lo lamento mucho Meg. esto está por explotar de gente y no creo poder salir temprano*

*Lo lamento. *

Es cierto, mañana sería viernes, pero es feriado. Era obvio que estaría lleno.

* No te preocupes. nos veremos mañana*

* Por supuesto... Meg no lo pises mucho, eres demasiado fuerte, puedes con esto.*

* Gracias Ru.*

Ella siempre sabe como me siento y lo que necesito oír.

Ordeno una pizza y una cerveza. Ese es mi plan para esta noche, comer y ver series hasta la mañana siguiente.

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