capítulo 1
Soy Sofía López, una chica tierna, no le temo a mostrar mis sentimientos, simpática, soñadora y sensible.
Tengo 23 años, sueño con encontrar a mi príncipe azul.
Estudio para recibirme de diseñadora de moda y trabajo medio tiempo en un café para costear los gastos de mis estudios.
Vivo con mi familia, mi papá Daniel, un hombre muy inteligente para los negocios, tiene una tienda de ropa en el centro de Brasil, mi mamá Gimena es ama de casa, siempre dedicada a su marido y a sus hijas.
Tengo dos hermanas mujeres la mayor se llama Belén, que está casada con Ariel y tiene dos hermosos hijos Bautista y Santino.
Dos pequeños traviesos, ellos viven en España.
Mi hermana del medio es Fernanda, estudia para odontología, viven junto con nosotros.
Soy la menor de las 3 mujeres.
Soy algo delgada, con mis curvas muy pronunciadas, ojos verdes y un cabello negro noche.
ÉL
Soy Manuel Godoy, vengo de una las familias más adineradas de Brasil, tengo ojos marrones, pelo castaño, una piel bronceada y un cuerpo marcado, paso mucho tiempo en la playa.
Mi hobby surfear, tengo 29 años, me gusta salir a fiestas, le escapo al compromiso, aún no ha llegado la mujer que me ponga el mundo de cabeza.
Soy presidente de una de las empresas de mi padre, dedicada a la rama inmobiliaria, junto a mi mejor amigo Theo y mano derecha.
Vivo en un departamento del edificio HILTON ubicado en Río de Janeiro, Copacabana. Con una vista paradisíaca.
En el también vive mi ama de llaves Delia, ella me ha cuidado desde que era un bebé, ya que mis padres viajaban permanentemente por trabajo.
Adoro a Delia como si fuera mi madre.
EL PRIMER ACERCAMIENTO
Era un día lunes, debía salir rápido para alcanzar el bus que me dejaba en mi trabajo de medio tiempo.
Trabajaba en un café ubicado sobre la Avenida principal que daba justo a la playa de Copacabana.
Me levanté de un salto, me coloqué un jeans celeste, un saco gris, una remera blanca y unas zapatillas convers, eran mis preferidas, me hice una cola en el pelo, agarre mi celular y la mochila, salí corriendo para tomar el bus.
...****************...
Bajaba a desayunar.
Delia, me tenía preparado el desayuno en la cocina.
-Hola joven ¡Buenos días! su desayuno ya está listo.
-¡Buenos Días, Delia! Le doy en beso en la frente y me dispongo a desayunar mientras respondía rápidamente unos mensajes.
No demoré nada agarré mis cosas, bajé hasta el garage, subí a mi Ferrari rojo para dirigirme a la empresa.
...****************...
Cuando llegué a la avenida principal pisé el freno porque había cambiado de color el semáforo, esperando para avanzar... ahí la vi.
Era un ángel, sentía que el corazón se me aceleraba y la piel se me erizaba.
Había estado con muchas mujeres, pero jamás había sentido esa sensación al ver a una chica.
Iba cruzando la Avenida a toda prisa al parecer llegaba tarde algún lugar.
Me quedé observándola mientras los autos de atrás me tocaban bocina, el semáforo había dado verde y yo seguía perdido en mis pensamientos.
...****************...
A mis queridas lectoras:
En mi perfil pueden encontrar dos novelas más en las que estoy trabajando TEMPESTAD Y ENTRE TUS MANOS.
No se olviden de dejar su ME GUSTA, COMENTARIOS, REGALOS O VOTOS eso me ayuda un montón gracias a todas las quiero...
Volví en sí, cuando un hombre me dio un golpe a la ventanilla para qué avanzará.
Lo miré y arranqué a toda velocidad.
En el camino las preguntas invadían mi cabeza. ¿Quién era esa mujer? ¿Cómo lograría dar con ella? ¿Por qué no podía dejar de pensarla?.
Un millón de preguntas venían a mi mente, tenía que dar con ella cueste lo que cueste.
Llegué a la empresa, ingresé sin mirar a nadie a mi alrededor, todas las mujeres suspiraban al verme pasar, podía sentirlo al caminar por los pasillos.
Todas querían estar en mi cama, pero esa mujer que había visto quedó grabada en mi memoria y no tenía ojos para ninguna.
-Señor Manuel ¡buenos días! Se acerca Milena mi secretaria con un café en una mano y en la otra la agenda.
-¡Buenos días, Milena!, le dije sin mirarla.
Me acomodé en el sillón que tenía frente al escritorio agarré la taza de café y encendí la computadora para avanzar con los pendientes que tenía.
-Theo ¿ya llegó?, pregunté.
-Si, señor llegó hace 10 minutos...
-Bien, dile que venga de inmediato
La vi dejar la agenda sobre el escritorio y salió.
...****************...
Theo entra al instante...
-Buen día, hermano.
Éramos amigos desde pequeños, nuestras familias eran socias en este negocio, más que amigos éramos como hermanos, yo era hijo único, por lo tanto, él me conocía demasiado y nos habíamos criado juntos.
Lo saludé con la mano y me senté pero esta vez en el escritorio.
Theo me iba indicando las reuniones del día y yo seguía pensado en esa mujer, era imposible sacarla de mi mente y a lo lejos quedaban las palabras que Theo me iba diciendo.
-Manuel, Manuel ¿me estás escuchando?...
Yo vuelvo en sí y cambié el tema.
-Hermano necesito que me averigües sobre una muchacha que vi está mañana, entonces ahí le conté lo sucedido.
-No puedo creer, Manuel tú no eres hombre de una sola mujer, que sucedió me cambiaron a mi amigo.
Lo miré de reojo y al parecer él se dio cuenta de que hablaba en serio.
-Está bien pediré los vídeos de las cámaras de seguridad de esa zona.
Para mañana te tendré un informe listo y sabremos quien es esa mujer misteriosa, respondió entre risas.
Theo se levanta para salir de la oficina.
-Espera Theo... ¿Qué sucedió con el pago de dinero que debía hacernos Daniel López ayer a la mañana?.
- Manuel, no ha depositado aún, ya van dos meses que no cumple con lo pactado, deberemos tomar cartas con este asunto.
-Que Milena lo cite para esta misma tarde tendremos que buscar otra forma de cobrarnos esa deuda, hablaremos con él personalmente.
Miré a Theo salir de la oficina.
Pasan las horas y pido que me traigan el almuerzo a mi oficina, sigo acomodando papeles debía ponerme al día con algunos cobros que debían hacerme.
...****************...
Milena golpea la puerta y entra
-Señor, ha llegado Daniel López, lo está esperando en la sala de juntas
-Gracias dile que en unos minutos iré, miré la hora si ya era tarde, no sé en que momento perdí la noción del tiempo.
Saqué una carpeta con los pagaré que debía depositar mes a mes Daniel y salí de la oficina camino a la sala de juntas.
-Buenos días Señor Godoy....
Solo le estrecho la mano y le indicó que se siente.
-Señor se que no he cumplido con lo pactado pero juro que me pondré al día con los pagos solo necesito un poco más de tiempo.
-Haber Señor Daniel tiempo es lo que ya no tiene hace dos meses que no realiza los pagos, por lo tanto, usted sabe es lo que sucede con las personas que no cumplen y estamos hablando de una suma grandísima de dinero, le dije con voz firme.
Daniel no se animaba ni siquiera mirarme, él tenía problemas con el juego, nadie sabía de esto, al parecer ni siquiera su familia.
Yo intentaba ponerlo incómodo para ver que me ofrecía él si pagar y cancelar esta suma grandísima de dinero, ya que yo era dueño de un lugar clandestino de juegos al que Daniel asistía con frecuencia y, por lo tanto, no iba a perder ni un centavo con un tipo como este.
-Señor deme hasta el jueves le reuniré todo el dinero.
Me levanté de la silla, lo miré y le dije:
-Si el pago no está hecho el día jueves a primera hora, tendrá que arreglar conmigo de otra manera.
No le quedará otra opción que darme a su hija menor en forma de pago, mi padre me ha obligado a casarme para heredar todos sus negocios cuando él muera y eso usted lo sabe.
...****************...
Los días pasaron y ya era jueves por la mañana yo bajaba a desayunar con mi familia, me había levantado con tiempo para sentarse tranquila por una taza de café.
-Buen día papi, lo saludo y le doy un beso en la cabeza.
Yo tomaba el café con la mirada perdida y pensaba en que hacer si debía entregar a Sofía para pagar esa deuda, pero como haría para convencerla y contarle la verdad.
Todos habían salido temprano de casa, así que me senté y vi que mi padre estaba algo inquieto.
-papi... ¿sucede algo? te veo preocupado..
-si, hija ven siéntate debemos conversar.
Tomé una taza de café en mis manos y le respondí
-Dime que sucede.
-No he podido pagar un préstamo que tenemos.
Yo solo lo miraba con pena, por dentro algo me decía que él me ocultaba algo más sobre la deuda.
-¿Cuánto dinero le debes papá?
-Es una gran suma.
-Papá, tranquilo iremos al prestamista y le diremos que nos dé más tiempo.
Yo tenía unos ahorros, pero no sabía si era suficiente para cancelar la gran deuda.
Salimos camino a la empresa los dos.
...****************...
Llegamos y le dije a la secretaria:
-Dile a tu jefe que queremos hablar con él.
Milena se dirige a la oficina de Manuel.
-Señor ha llegado el Señor Lopez con su hija, quieren hablar con usted.
-Dile que pasen.
Yo estaba mirando por la ventana, pensando en que Theo no había podido dar con esa mujer.
Golpean la puerta y les dije que entren, en ese momento me giré y la vi.
Quedé paralizado, sentí que el corazón se me iba a salir de mi pecho, no podía creer que enfrente mío estaba ella, esa mujer que tanto había pensado.
Con la voz entre cortada les indiqué que se sentarán.
-Señor Manuel, venimos con mi padre a pedirle que nos dé más tiempo para pagar el préstamo, le devolveremos peso por peso.
Yo toda inocente me senté a negociar sin saber absolutamente nada de lo que pasaba con mi padre.
Pensé dentro mío, era mi oportunidad de tenerla para siempre a mi lado, esta vez no la iba a dejar ir.
-No, ya el tiempo se agotó señorita procederé a cobrarme su deuda.
Cuando escuché eso no sabía que hacer me temblaba el cuerpo me sentía mal, en ese momento debía entregar a mi hija menor para pagar la maldita deuda, ella nunca me lo perdonaría.
Me giré a mirar a mi hija y con los ojos llenos de lágrimas le dije:
-Hija, espero puedas perdonarme algún día, pero deberás casarte con el señor Manuel, esta es la única forma de saldar mi deuda.
Me levanté de la silla y casi caigo al piso desmayada al escuchar lo que su padre acababa de decirle.
Yo al ver la cara de esta mujer que me traía loco, di un salto y la sostuvo en mis brazos para que no cayera al suelo.
Por lo tanto, aproveché la oportunidad y salí corriendo del edificio sin mirar atrás dejando a mi hija en manos de ese hombre.
La levanté en mis brazos, la miré y suspiré, era un ángel... no podía creer que la tenía junto a mí, salí con ella de la oficina y la llevé a mi departamento.
Ella seguía desmayada.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play